Cuando vuelva a verte. Drabble
【 Notas de la autora 】
▶ Segundo drabble sobre Franziska von Karma, ubicado en su niñez y donde traté de imaginar cómo fue que se sintió al enterarse que se quedaría en Alemania mientras su padre y Miles se iban a Los Ángeles para continuar con la formación de éste último como fiscal.
▶ Dicho lo anterior, me costó un poco de trabajo plasmar las ideas y, teniendo en cuenta que es un drabble, no pude extenderlo tanto como me hubiese gustado.
▶ La edad de Franziska oscila entre los 5 y 6 años, por si se preguntan.
▶ Los personajes de Phoenix Wright: Ace Attorney y Miles Edgeworth Investigations no me pertenecen, sino a Capcom Co., Ltd.
▶ Créditos al autor de la imagen que usé como portada, solo le apliqué un filtro en el que el título pudiera resaltar. Si alguien sabe el nombre del artista, le estaría agradecida porque me lo dijera.
Y sin más dilaciones, espero que sea de su agrado este escrito.
La pequeña Franziska von Karma vio cómo la puerta principal se cerraba con lentitud luego de que su padre atravesase el umbral junto a su discípulo preferido, Miles Edgeworth, dejándola sola en esa mansión familiar que ahora le parecía más grande de lo habitual. A pesar de encontrarse bajo el cuidado del ama de llaves, no pudo evitar darse cuenta del abrumador silencio que la embargó tan de repente, además de volver a sentir aquella opresión en su pecho que hasta ahora ignoraba. ¿Así es como se siente la soledad?
Todo aquello que la hizo sentir viva alguna vez, se esfumó desde el día en que su progenitor le anunció que continuaría formando a su rival al otro lado del Atlántico, pues consideraba que aquí, en Alemania, ya había aprendido suficiente acerca de las leyes. ¡No! ¿Cómo era posible que tomase en cuenta a Miles Edgeworth antes que a ella? ¿Acaso no era lo suficientemente buena para seguir los pasos de su padre? ¿Por qué él? ¿Qué es lo que tiene de especial?
En algún punto de esta situación, Franziska no lograba contener sus rabietas en las que solía reprocharle a su progenitor sobre esta decisión, alegando que debía ser su sucesora por excelencia. No obstante, había un pequeño problema: requería de pruebas concluyentes que dejasen en claro su postura, en otras palabras, una buena razón para que ella sea quien viajase a Los Ángeles; por desgracia, cada vez que intentaba hablar su mente se quedaba en blanco y, por ende, le era negada esa petición.
Al presenciar aquello, Miles se atrevió a intervenir un par de veces en las discusiones para dar apoyo a su pequeña hermana mayor, pues él parecía ser el único en darse cuenta del sufrimiento en la mirada de Franziska por anhelar el afecto de su padre... una sola palabra de orgullo que la llenase de satisfacción le sería suficiente, ya que nunca tuvo opción para elegir otro camino que no sea el de seguir los pasos de Manfred von Karma. Ese era su mundo, era todo lo que conocía.
"¡Tan solo es una niña!".
Sin embargo, el rival de la infante poco podía hacer frente al fiscal invicto, pues con todos esos años de experiencia en los tribunales, el joven Edgeworth se dio cuenta de porqué era tan temido, incluso para los propios jueces. A pesar de contar con las agallas suficientes para plantarle cara, su único fallo fue que no supo defenderse de los constantes argumentos que hacían añicos a su lógica, haciéndole ver que jamás debía entrometerse en los asuntos de un von Karma.
Finalmente, Franziska se resignó a aceptar la decisión de su padre aun cuando el dolor era visible en sus ojos de color zafiro, pues éstos eran opacados por lágrimas que se negaba a derramar al considerar que el llanto era algo para los niños estúpidos que solo buscan llamar la atención... claro que, alguien debía recordarle que ella también era una menor de edad, es solo que le costaba aceptar sus emociones. De cualquier manera, ya nada podía hacer para cambiar el pasado, solo le quedaba continuar con su vida cotidiana hasta que llegase el momento de reencontrarse.
"Si tan solo el tiempo transcurriera más rápido..."
Franziska se sorprendió al sentir que algo húmedo recorría sus mejillas sonrojadas, pues al llevarse su pequeña mano a los pómulos se dio cuenta que se trataba de esas lágrimas que tanto trabajo le costó contenerlas. Era la primera vez que sollozaba en silencio debido a que ya no soportaba ese dolor en su corazón conocido como tristeza, pero se negaba a ser reconfortada al considerar que nadie en el mundo comprendería su situación... o tal vez estaba equivocada, quizá sí haya alguien.
"Miles Edgeworth..." volvió a posar su mirada en la puerta que tenía enfrente al hallarse aún de pie en la entrada de su hogar "...cuando vuelva a verte ya habrá pasado mucho tiempo..." limpió sus lágrimas con la palma de su mano al no contar con un pañuelo que le ayudase con dicha tarea "...tendré muchas cosas para contarte, pero no sabré por dónde comenzar, así que mientras llega ese momento, de verdad espero que tengas en cuenta una sola cosa: no tengo pensado detenerme para convertirme en la mejor fiscal que puedas conocer..."
—...hasta entonces ¡sabrás quién es Franziska von Karma!-
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