10. A nuestra manera
—Y jugaremos al fútbol, a los vaqueros, a los astronautas, ¡oh! También jugaremos con las pistolas Nerf, ¿te gustan las pistolas Nerf? Supongo que sí, a todos los niños les gustan las pistolas de agua. ¡Oye! ¿Qué dices de los dinosaurios? A mi siempre me han gustado mucho los dinosaurios, supongo que también te van a gustar los dinosaurios. ¿Ya te he contado acerca de la decapitación hacia los peluches? ¡Venga, que nos vamos a divertir haciéndolo! En especial al peluche de una mocosa muy pesada; espero que cuando crezcas le metas una paliza a esa cría egoísta. ¡Yuju! —Toby pegó un grito al aire. Luego suspiro con alegría—. Ya verás que nos vamos a divertir mucho, sobrino.
Jeff sonrió. Le agradaba esto, le agradaba la increíble conexión que Toby había establecido con su hijo.
También se alegraba de escuchar todo lo que Toby tenía planeado para Noah, era bueno saber que la felicidad de su hijo estaba asegurada con un tío tan loco como Rogers.
No podía evitar imaginar todo aquello; Noah tras un balón de fútbol, o tal vez decapitando peluches. También jugando con carritos y pistolas de agua. Después pensó en las travesuras, Noah sin duda sería un niño muy consentido, y tal vez, sólo tal vez, un poco travieso.
—¿Jeff? —Toby lo llamo, mientras aún sostenía a Noah en sus brazos.
—¿Mmh? —Jeff hizo un sonido con la garganta para que prosiguiera.
Toby miro al pelinegro.
—¿Qué pasara cuando... —Toby trago saliva. La sola idea de hablarlo le aterraba—... Cuando el resto se entere de esto?
Jeff se frenó en seco. Su corazón lo traiciono cuando sintió una oleada de nervios corriendo por sus músculos.
Trago saliva:—¿De que hablas? —siguió caminando, haciendo como si no supiera de lo que el castaño hablaba.
—Me refiero a esto. A Noah. ¿Qué pasara cuán--
—¡Mira, ya casi llegamos! —el grito de Jeff interrumpió a Toby.
No quería hablar de ello, el tema era algo complicado de abordar. ¿A quién quería engañar? Era aterrador hablar de ello. No había respuesta alguna.
—¡Esto va enserio, pupas!
—Basta Toby.
—Jeff, tienes que hablar de ello tarde o temprano.
Jeff se giró para ver al castaño
—Escucha Rogers, no quiero hablar de ello ¿entiendes? No es algo fácil, y no estoy preparado para hablarlo. No ahora.
—Es por el bien de Noah.
—Míralo —Jeff señalo a su bebé, quién ahora dormía plácidamente en los brazos de su tío—, Noah esta bien. No hay peligro, no hay nadie que quiera lastimarlo.
—¡Claro que no hay nadie que quiera lastimarlo! —exclamo Toby—. ¡Porque nadie sabe de su existencia! ¿Pero te haz preguntado lo que sucederá después? —Jeff se quedo en silencio—. No puedes mantener a Noah oculto todo el tiempo. El Niño crecerá, querrá salir a jugar afuera o al parque. ¿Y entonces que harás, Jeff? ¿Acaso le dirás que no? ¿O meterás todo dentro de esa cabaña para que el niño no salga?
Jeff alzo una ceja.
—¿Exactamente ha que quieres llegar, Toby?
El castaño relamió sus labios, y luego, en una voz baja, agregó:
—No lo sé, sólo... Sólo trato de prevenirte ¿entiendes? Tu sabes que aquí hay gente mala, capaz de lastimarlo o matarlo, y--
—¿Acaso crees que no podré cuidar de mi hijo?
—No es eso Jeff, no digo que no puedas cuidar de él, porque lo creas o no, se que serás un buen padre. Pero seamos realistas, ningún otro se apiadara del niño, sabes que nadie más se tentará el corazón como yo lo hice. No desperdiciarán la oportunidad y atacaran por la criatura más débil, ¿y sabes de quién hablo? De tu hijo, Jeff. No dudarán en atacarlo cuando tú te des la vuelta, en un descuido o algo. ¿O dime, crees que Jane se quedara de brazos cruzados? ¿O tal vez Liu? ¡Claro que no! Ellos son tus enemigos, te atacaran por el lado más débil que tengas, se irán con Noah.
—¡Liu no sería capaz de... —Jeff hizo una pausa—... Lastimarlo...!
—¡Por favor! —Toby rió con sarcasmo—. No te juzgo viejo, pero debes tener los pies sobre la tierra, ¿te das cuenta de lo que dices? ¿Enserio crees que tu hermanito no sería capaz de dañarlo? ¡Por favor amigo, tú arruinaste su vida, lo dañaste! Y desde hace mucho tiempo dejo de importarle que tu fueras su hermano. Él ya no es el mismo Jeff, y no esperes que ahora se convierta en "el tío Liu" porque tú y yo sabemos que eso nunca ocurrirá. Quizás suena egoísta, pero no debes confiar en nadie, ni siquiera en mi. Yo no busco dañar a Noah, pero mírame, mira lo que soy. Soy un maldito trastornado, todos aquí lo son. No esperes que Noah viva aquí toda su vida, porque a este paso... —suspiro—, no será mucho.
—¿Entonces que puedo hacer?
—Tienes que buscar otro lugar Jeff. Un lugar en donde verdaderamente esté a salvo. Y no aquí, no en este lugar en donde viven tantas personas que han experimentado las peores condiciones de la vida. No esperes que el niño vea lo bueno de este lugar, porque créeme, nunca verá algo bueno de nosotros. No somos un ejemplo para él —Toby bajo la mirada—. Debes aceptar que somos ese lado de la sociedad que nadie quiere ver... —miro a Jeff—. Y por primera vez en mi vida quiero que alguien se salve de todo lo que nosotros los asesinos podemos provocar.
Jeff se cruzó de brazos y se quedo unos minutos en silencio. Es cierto que aquel lugar no era precisamente el mejor sitio que un padre querría para su hijo. Pero luego cambio de opinión. Sintió una punzada en el pecho cuando supo que en el fondo jamas podría ofrecerle algo más, no podía ofrecerle una vida normal ni mucho menos lujos. Aquí había un detalle: si Jeff se iba a acostumbrar a ser un padre primerizo, Noah tendría que acostumbrarse al tipo de vida que llevaba su padre. Ambos debían adaptarse uno al otro, quizás sonaba difícil, pero lo harían funcionar. Noah nunca tendría lujos, pero al menos sería feliz. Y su papá lo protegería.
—Seremos felices a nuestra manera, Toby. Y Noah tendrá que adaptarse a ello, es todo lo que este corazón podrido le puede ofrecer —y después de eso, Jeff siguió caminando hacia su hogar.
•••
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top