"Creo que hay mejores maneras de descifrar incógnitas, pero ¿es necesario sufrir?»

Mi trabajo se ha vuelto una vía de escape, han pasado casi dos semanas desde que me llego la primera carta, esperaba cada día un nuevo sobre con palabras de mi pasado, no he sido capaz de leerlas. Hace dos días decidí preguntar directamente a las chicas, pero ella solo decía palabras a medias y nada más, yo solo me enojaba cada vez. Sé que son temas difíciles de tratar, pero se trata de mi tengo todo el derecho de conocer cada parte de un pasado que por lo visto me quebró mucho. Suspiro de nuevo no he podido dormir porque en mis sueños se han mezclado las palabras de las dos cartas ya leídas, retiro las gafas, cierro con fuerza el computador y me levanto de forma ansiosa de la silla, me coloco frente al ventanal admirando el cielo y en como esos tonos rojizos hacen una vista hermosa, cruzo mis brazos debajo del pecho y trato de recordar.

Decido que es todo por hoy a las seis y media tomo mis cosas y le digo un par de palabras a Mónica y me voy. Al llegar a este cambio mi falda de tubo por una sencilla sudadera, mi blusa desaparece por algo más cómodo, retiro los tacones pares andar descalza y sentir el poco frio que se cuela por la ventana y se concentra en el suelo.

Escucho el timbre y dejo encima de la mesa el vino que hace un rato había empezado a tomar, al abrirla abro mi boca un par de veces y no sé qué comentar, solo siento que debo sentarme, la brisa se cuela en mi sistema haciéndome estremecer y necesito sostenerme de ello para concentrarme y sentirme cuerda.

El ultimo sobre de manila con "las cartas" ha llegado, pero con ella alguien más. No me gusta demostrarme débil frente a alguien que creo no conocer, pero las lágrimas no conocen ello, porque bien sabemos que mi cuerpo no obedece a mi mente a pesar que es uno mismo.

—Divana —mi susto al escuchar esa voz hace que tiemble un poco ¿miedo, tristeza, felicidad? No sé qué sentir

— ¿Qué haces aquí? —mi rabia crece cada vez que lo escucho, desde que mis recuerdos vuelven no soporto a nadie cerca

—Sólo... Quiero hablar —cierro mis ojos tratando de tranquilizarme, de pensar fríamente, pero la realidad es que no quiero hablar con nadie

— ¿Sabes cuántas veces me dejaste sola? ¿Sabes cuántas veces ese tipo hizo lo que quiso conmigo? Cuando más te necesité no estuviste ahí, esa vez que conocí a los chicos, esa vez que me encontraron golpeada y me ayudaron... Ese día, lo único que quería o a quien quería ver era a ti, pero no, no fue así

Solo me limito a sollozar. Solo le recrimino, necesito desahogarme, herirlo.

—No digas eso, no sabes en realidad porque me fui, solo creí... Divana por favor...

—Vete.

Solo quiero estar sola, eso es lo que más quiero...

Ian me trajo la última de las cartas, se presentó en mi puerta como si nada hubiera pasado, sólo sé que él me ayudó a recuperar mi memoria, no del todo, pero me ha ayudado. Lo culpo, necesito buscar un culpable porque no me siento cuerda, porque siento desfallecer con cada recuero, porque me siento sucia.

—Yo sé que quieres estar sola, yo sé que deberíamos haberte dicho todo, ¿Sabes por qué no lo dijimos? ¿Sabes por qué no fuimos capaces? No lo dijimos porque te olvidaste de tu pasado, de todo el dolor que pasaste y verte feliz, sonriendo, es lo que más queríamos. Divana, por favor, no nos saques de tu vida de esa forma, solo queríamos, queremos lo mejor para ti — escucho decir a Lena esas palabras y no sé qué decir, es algo totalmente razonable sabiendo que me quieren como yo las quiero a ellas.

—Cada vez que tenías pesadillas, cada vez que te sentías mal o que te atormentaba tu pasado, el querer saber todo... Sólo queríamos que olvidaras... — Esta vez la que habla es Blue.
Decido mirarlas al rostro, no creo que dar la espalda sea lo mejor. Veo sus mejillas sonrosadas y no por timidez, sino por las lágrimas que caían. Quiero y necesito un abrazo, pero... Necesito más aún saberlo todo.

—No sé, ustedes saben lo que sufrí por saber de mi pasado, por saber que me pasó y... Todavía no lo sé, ¿Por qué? Porque mis recuerdos son vagos, solo sé que paso conmigo un año después de que ese animal abusara de mí, de saber que las conozco mucho antes de lo que decían, es algo que duele mucho... ¿Saben que me gustaría saber? ¿Dónde está Erick?

—Divana es mejor... — Blue salta en su sitio por mi repentino grito e interrupción.

—No, no más mentiras. Sólo quiero la verdad, eso es lo único que quiero... No saben cómo me siento ahora, no saben lo que es perderte en tu pasado y sumergir tu presente, me siento perdida, con todo y por todo — nuevas lágrimas corren por mi cara, lágrimas de dolor, miedo, angustia...

Todo dolor desvanece los sentimientos, las fuerzas de seguir, pero el pasado está destruyendo tu presente de forma dolorosa, porque sabes que lo que pasó, lo estas empezando a recordar.

Escucho el suspiro de resignación que vota cada una.

—Después de que te encontráramos golpeada y te ayudamos a cuidar tus golpes, las cosas se tranquilizaron un poco... — Blue sólo dice aquellas palabras sin darle importancia

— ¿Se tranquilizaron? no entiendo nada — mi cabeza es un revuelo de pájaros en montones y exasperados por el vuelo

—Para que entiendas mejor todo lo que te hemos dicho, es mejor que empieces a leer tus propios pensamientos. — ¿QUÉ? Ahora si estoy más confundida — Divana, las cartas o como quieras llamarlo, son de un diario escrito por ti e Ian, creo que con ellas puedes llegar a recordar mucho más. Eso sí, debes darte cuenta que cada carta pasa el tiempo rápido y es porque hubo un tiempo en que te desahogabas con nosotros.

Así que esas cartas son mis palabras... Decidí que leerlas era lo mejor, la siguiente página decía ''Crudo pasado''.