Capitulo 18

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Gracias por recibirme a pesar de lo sucedido—Hinata asintió guardado silencio mientras le servía el té. Madara la veía esperando a que también tomara asiento para dar inicio a la conversación que lo llevó hasta ella.

—¡Aquí tiene!—la ojiluna le entregó la taza y colocó un plato con galletas y trozos de pastel hechos por ella misma.

—Estoy aquí para aclarar un poco la situación y el desastre que causamos—la chica volteó a otro lado evitando ver las oscuras orbes del Uchiha.

—El apostarme como a otra mas de las pobres chicas con las que jugaron—reprochó la joven sin elevar la voz y finalmente encarándolo.

—Así es y precisamente por eso estoy aquí—repuso Madara—¡Escucha! Antes que tú llegaras a la vida de mi sobrino, él estuvo muy enamorado de otra mujer—la ojiperla sintió una punzada de celos, pero se había dispuesto a escuchar—su nombre es Yugao... En repetidas ocasiones le sugerí tener cuidado con ella, no obstante, Itachi no escuchaba a nadie mas que a ella y con el tiempo, ocurrió lo que terminó con el respeto que mi sobrino tenía hacía mi—confesó con culpa.

—¿Que sucedió?—la curiosidad de la Hyuga iba en aumento.

—En repetidas ocasiones, ella me buscó con la única intención de meterse en mi cama. En un principio me resistí, sin embargo, una de las muchas noches en que ella me buscó, ya no me contuve y en parte, quería mostrarle a mi sobrino que ella no valía la pena y de hecho... lo conseguí—el azabache suspiró antes de continuar—el problema fue, que pagué un alto precio por querer exponerla cediendo a la lujuria. Mi sobrino perdió todo aprecio que tenía hacía mi y de tan dolido que quedó al comprobar por sí mismo la clase de mujer que era Yugao, terminamos enfrascados en esa cruel competencia. Desde ese incidente, Itachi no volvió a sentirse atraído por ninguna otra mujer, la única que se empeñó en estar constantemente cerca de él, fue Izumi, sin embargo, le advertí que no confiará en ella, ya que ella es prima de Yugao.

—Ya veo—repuso Hinata sin mostrar que estaba dolida—y es algo lamentable lo que le sucedió, pero eso no justifica lo que ustedes hicieron conmigo... yo fui respetuosa con ambos, ademas, en ningún momento les di insinuaciones sobre estar buscando amoríos ¿porque ser tan crueles? ¿Porque conmigo?—se sentía ofendida y su frustración creció al enterarse que una mujer amada por Itachi, los llevó a terminar así.

—Lo se y si alguien es culpable en todo esto no es Itachi—aclaró lo que debió haber aclarado desde mucho tiempo atrás—Tenía mucho tiempo queriendo reparar mi deteriorada relación con mi sobrino, no obstante, él se negaba a tener cualquier tipo de acercamiento hacia mí y fue el día que te conocí, que una idea surgió en mi mente, me dedique a observar el comportamiento de ustedes dos y me percaté de la hostilidad que había de tu parte hacia Itachi—la joven recordó su encuentro en casa de Ino y la mala impresión que él le causó—Francamente no sabía que había pasado anteriormente, pero cuando saliste de la oficina, fui yo quien lo rete a conquistarte. El acuerdo era que debías enamorarte y también, que contigo el juego de tantos años iba terminar. Itachi estuvo dudoso, pero tras mis provocaciones, finalmente cayó en la trampa.

—¿Y porque involucrarme?—cuestionó Hinata.

—Porque sólo con verte, estuve seguro que tu ibas a lograr enamorarlo y ¿ya vez? No me equivoque... Itachi cambio tanto desde que tú llegaste, que incluso me declaro ganador, argumentando que se retiraba para siempre del juego porque tú para él, no eras una apuesta, tú eres la mujer que logró sanarlo. Él te ama, incluso te ama mas de lo que llegó amar a Yugao.

—¿Como podría creerle?—murmuro la ojiperla y Madara la escuchó.

—Se que es difícil para ti y te pido perdón por ser el principal causante del escándalo en el que te has visto envuelta—para ese momento, Hinata ya estaba llorando—y aún sabiendo que no merezco nada de tu parte, me tomó el atrevimiento de pedirte, de rogarte si es necesario, que le des la oportunidad a Itachi de explicarte todo. Él de verdad está sufriendo mucho y se que también tu te encuentras en la misma situación, así que ¿porque castigarse mutuamente estando separados cuando se aman tanto? ¡Vamos! Ustedes dos están hechos el uno para el otro, no permitas que mis irresponsables actos terminen con la felicidad de ambos... dale a Itachi por lo menos la oportunidad de luchar por ti, tú lo conoces y por ende, debes saber que el no acostumbra fingir, él es muy auténtico y cuando habla de ti, todo en él se ilumina, le es imposible mantener bajo control sus sentimientos por ti—Madara se levantó del sofá donde estuvo sentado y miró como la joven derramó mas lágrimas, no era su intención hacerla llorar, pero debía hacerle ver que no sólo Itachi fue culpable de esa apuesta—la muestra mas clara de lo que te confesé, es que yo no intenté absolutamente nada para conseguir tu atención, cómo lo hice con las otras chicas y que dicho sea de paso, no tenían nada de inocentes... Hoy a las tres en punto, Itachi y yo daremos una conferencia de prensa, quizás te interese escuchar lo que él dirá cuando la transmitan mas tarde, aquí tienes—despidiéndose de la chica con un casto beso en la mano, le entregó un pequeño papel donde se encontraba la información del canal y el horario de donde se transmitiría la entrevista. Luego salió dejándola en un mar de pensamiento, dudas e inseguridades.

[...]

—¿Entonces lograron cerrar el negocio?—pregunto Shisui a Izuna y a Obito cuando se encontraron cerca del elevador que los conducía a sus oficinas.

—Lo hicimos y de paso pasamos una apasionada noche con las damas que nos acompañaron—aclaró Izuna y Shisui negó con la cabeza.

—Y hablando de la cena de negocios ¿sabes a quien nos encontramos conversando con Utakata?—cuestionó Obito.

—No tengo la menor idea—respondió el menor de los tres Uchiha.

—A Hinata y a su sobrina—Itachi iba saliendo de su oficina para dirigirse a la sala de juntas. En media hora comenzaría la rueda de prensa y al escuchar el nombre de su luna, se quedó en silencio esperando lo que dirían de ella.

—¿Y que hacían ellas con Utakata?—preguntó Shisui con curiosidad, ya que no sabía que ellos dos se conocieran.

—Al parecer coincidieron en el mismo restaurante, pero ellos dos ya se conocían y lo mas relevante fueron las atenciones que él tenía con ella, incluso la acompañó hasta su auto—Itachi apretó la mandíbula y de nuevo el sentimiento que se iba apoderando de todo su ser... celos, estaba muy celoso y no había nada que pudiera hacer para remediarlo.

—Dejen de estar chismeando y vamos todos a la sala de juntas—Madara llegó poniendo fin a la conversación de sus parientes—tú también Itachi—en ese momento los tres azabaches se percataron de la presencia del Uchiha con coleta baja y aunque quisieron decir algo, él los pasó de largo adelantándose para terminar lo antes posible con aquello.

—Ya era hora—soltó Sasuke cuando los miró entrando en la sala de juntas, donde ya varios medios se estaban acomodando y para su mala suerte, las féminas se fueron tras él sin ningún reparo.

—Tranquilo mocoso, ya estamos aquí para relevarte—aclaró Obito guiñándole un ojo a las reporteras, mismas que sonrieron con torpeza.

—Hmph, no creo que yo pueda ser remplazado, pero incluso tú, tienes derecho a soñar—Obito pensaba responder, pero Madara los silencio a ambos.

—Basta, no es el momento para que ustedes dos se porten como niños, esto es algo serio y si no se pueden comportar a la altura, será mejor que abandonen este lugar.

—Que amargado—murmuro Obito con molestia, pero sin atreverse a elevar la voz, puesto que no se arriesgaría a ser reprendido públicamente por su tío.

—Y que lo digas—mientras ellos murmuraban, Madara se arremangó las mangas de su camisa y antes que ellos pudieran hacer algo, el mayor tomó a cada uno de una oreja para llevárselos a sus lugares. Como era de esperarse, los camarógrafos se apresuraron a preparar sus cámaras para capturar la imagen, no obstante, el equipo de seguridad de los Uchiha, se los impidió. Izuna y Shisui reían casi con lágrimas, mientras que Itachi envidiaba lo divertidos que se veían, estaba seguro que si no hubiese engañado a su luna, también él, se divertiría con ese vergonzoso acontecimiento.

—Eligen comportarse como niños, pues como tal serán tratados y si se atreven a continuar, dejaré que los graben ¿entendieron?—aún palpándose las orejas, asintieron y optaron por ya no provocar al amargado, al menos frente a los camarógrafos.

—¡Su atención por favor!—llamó Fugaku a los reporteros una vez que ya todos se habían acomodado para dar inicio a la rueda de prensa—Como se les había informado, las dos personas involucradas en el escándalo están aquí para responder sus preguntas... pueden comenzar—para ese momento, el equipo de seguridad encargado de los azabaches, ya habían comprobado que todos y cada uno de los ahí presentes eran realmente reporteros, camarógrafos y asistentes de presa. Luego de lo sucedido con Hinata, no pensaban volver a tomar riesgos.

—¿Es cierto entonces que ustedes dos se dedicaron a burlarse de los sentimientos de inocentes jóvenes? ¿En verdad no les importaba que ellas terminarán con el corazón roto?—una elegante fémina se puso de pie y dio inicio a las preguntas. Itachi mantuvo la calma, mientras que Madara, no pudo evitar rodar los ojos.

—Bien, respondiendo a su pregunta, ni mi sobrino, ni yo, nos burlamos de "inocentes chicas"—se encargó de mostrar los dedos mientras hacían las comillas al referirse a la inocencia de las desatadas mujeres que se les insinuaban descaradamente—y de hecho, puedo dar fe de lo dicho, puesto que nunca y bajó ninguna circunstancia, obligamos, persuadimos, o pagamos para que ellas mismas vinieran a nosotros... no hubo ningún tipo de engaño, ni promesas, ni nada por estilo y desde ya, aclaró que si alguna de ellas dice lo contrario, se debe asegurar de contar con pruebas válidas, ya que después de ser expuestos por dudosa información, no volveremos a dejar ninguna duda de nuestra honestidad y dejaremos todo en manos de nuestros abogados—decreto dejando en silencio a quienes pensaban defender a las inocentes chicas.

—¿Entonces niegan que dicha apuesta existió?—cuestionó otro de los reporteros, dirigiéndose directamente hacia Itachi, quien fue el mas afectado por la información.

—Si existió—los murmullos de todos se escucharon por todo el salón—pero como un juego sin impotencia, tal como teníamos también el de colectar monedas, o probar mas platillos exóticos—respondió con total convicción, que poco a poco, los murmullos se fueron acabando—Como pueden ver, la información fue exagerada y sacada deliberadamente de contexto con el único fin de dañar mi relación amorosa con la única mujer que amo—el silencio que experimentaron, logró que Obito sintiera ganas de echarse a reír—ademas ¿no les parece extraño que hasta ahora la persona, o mas bien dicho, las personas encargadas de nuestra difamación, no han dado la cara? Si tal información fuera verídica, ya hubiera pruebas concretas y como pueden ver, no hay absolutamente nada—repuso mirando directamente a las cámaras.

—¿Tienen idea de quién pudo revelar dicha información?—otra pregunta que Itachi pensaba aprovechar para enviarle una advertencia a las responsables de haber dañado a su luna.

—Si, yo tengo una clara idea de quienes fueron, pero no daré detalles hasta no estar completamente seguro de la información. Nosotros no nos arriesgaremos a acusar sin tener plena convicción, tal como lo hicieron ellas—dejó en claro que eran mujeres a quienes se refería, pues sabía que ellas debían estar mirándolo—y aprovechando que estoy dando esta conferencia, les advertiré que estén preparadas para enfrentar las consecuencias de sus actos.

—¿Piensan proceder legalmente?—escucharon la pregunta de otro de los reporteros y fue el mayor quién se adelantó a responder.

—De hecho nuestros abogados ya están preparando el caso y de ganar, estas personas sufrirán una gran pérdida monetaria, puesto que no nos detendremos ante nada, tal como tampoco lo hicieron ellas al difamarnos—repuso Madara, mientras mostraba una siniestra sonrisa.

Itachi se estiró y tomó una de las botellas para beber agua. No estaba cómodo al ser cuestionado por esos extraños, sin embargo, era su culpa y ya que estaba siendo expuesto públicamente, aprovecharía para poner las cosas un poco a su favor, después de todo, ya se habían reído de él hasta el cansancio ¿que podía perder si se humillaba por su luna? Y tampoco es que le importaba lo que otros pensaran, la única opinión que deseaba cambiar era la de ella y por lograrlo, haría cualquier cosa.

—Y aprovechando que tenemos la oportunidad de hablar con ustedes dos, nos gustaría saber, empezando con usted ¿si está en una relación seria con la empresaria Mei Terumi?—la sonrisa de Madara se desvaneció por completo y no pudo evitar rodar los ojos de nueva cuenta—Ella incluso lo ha insinuado en las últimas apariciones que dio, después del escándalo sobre la apuesta.

—¡Karma!—murmuró Obito, sacando las risas de sus primos, como de Izuna, quien alcanzó a escuchar y no pudo guardar la compostura. Ni siquiera la mortal mirada de Madara, silenció las burlas de sus parientes y se apresuró a responder, antes de mostrarles disciplina a esos idiotas.

—No niego que hemos salido en algunas ocasiones debido a negocios y admitió que es una mujer muy bella, pero no hay absolutamente nada entre nosotros más que una buena amistad—sabía de antemano que la pelirroja debía estarlo maldiciendo, pero ella tenía la culpa. No debía haberse aprovechado de la situación para aumentar los rumores entre ellos.

—Y que hay de usted ¿piensa regresar con la señorita Hyuga?—las risas de los Uchiha se silenciaron y se quedaron expectantes ante lo que respondería Itachi.

—Es lo que mas deseo en este momento—respondió con total convicción—y como ustedes, también yo quiero aprovechar para enviarle un mensaje—los camarógrafos enfocaron a Itachi en diferentes ángulos y nadie hablaba, ya que por primera vez obtendrían información directamente de él—Mi luna, si me estás viendo, quiero pedirte que me perdones, se que fuiste tú, quien mas afectaba resultó y no lo merecías... Estoy dispuesto a luchar por conseguir tu perdón sin importar el tiempo que me lleve—a pesar de haber tantas personas en ese salón, nadie hacía ningún ruido—y mis motivos ya los sabes... Te amo, te amo mi luna como nunca antes ame a nadie y si me das otra oportunidad, la aprovecharé para demostrártelo día a día.

—Supongo que acaba usted de romper muchos corazones—soltó una de las reporteras—y por supuesto, la envidia a la afortunada señorita Hyuga.

—Al contrario, el afortunado seré yo, si ella me da otra oportunidad—los Uchiha sonrieron con orgullo. No podían haber esperado menos de Itachi, ya que sus actos terminaron dañando a la mujer que amaba y afrontando la responsabilidad, estaba dispuesto a todo por tenerla de regreso, aún haciendo lo que jamas pensaron que alguien tan reservado como él haría.

—¡Bien! Con esto se da por terminada la rueda de prensa—informó Madara. El azabache mayor sólo esperaba que Hinata le hubiese hecho caso y de ese modo, escuchar directamente lo que dijo Itachi, aunque sabía que esa declaración daría mucho de que hablar durante algún tiempo y por lo tanto, era imposible que ella no se enterara.

—Estoy orgulloso de ser tu hermano—Sasuke se acercó a él y dijo lo que sentía. El mayor sonrió y se encontró con las orbes de los otros, quienes dejaron ver, que también pensaban lo mismo que su hermano. Poco a poco, el salón se quedó vacío y antes que Madara hiciera algo contra sus sobrinos, estos se escabulleron entre el personal que llegó con los reporteros, quedando sólo Fugaku, Itachi y Madara.

—También yo estoy orgulloso de ti y se que tú madre aprueba lo que acabas de decir—repuso Fugaku dándole una palmada en la espalda antes de salir.

—Estoy seguro que de aquí en adelante, quienes intenten volver a difamarnos, lo pensaran dos veces... Esta rueda de prensa fue muy productiva y espero que pronto puedas ver los resultados—Itachi asintió complacido y salió siguiendo a su tío. Ambos se sentían relajados, tanto por las aclaraciones que hicieron, como por volver a ser unidos.

[...]

Hinata caminaba de un lugar a otro dentro de su hogar sin saber que hacer. Lo que habló con Madara continuó  dándole vueltas en la cabeza y movida por la curiosidad, ascendió el televisor en el canal que pasaría la entrevista, aunque si le preguntaban, según ella, no era por ese motivo, sino porque quería escuchar los noticieros y por casualidad, se daría a cabo la entrevista entre los Uchiha, no obstante, apenas se acercó el horario, prefirió apagarla.

Lo cierto es que estuvo dentro de un gran dilema y no supo cuántas veces prendió y apagó ese dichoso televisor. Pretendiendo alejarse de la tentación, optó por salir a recoger a Hana, de todos modos ya se había hecho la hora de ir por ella, pero sus planes se vieron truncados por la repentina llegada de Ino, Neji y la muy sonriente Hana.

—Ya estamos de regreso y fuimos juntos por Hana—anunció Ino sin dejar de sonreír. La ojiperla se sintió conmovida al verla tan radiante, tal como se veía su primo—¿Pensabas salir?—cuestionó al verla con las llaves en las manos.

—Pensaba recoger la niña, no pensé que ustedes llegarían tan temprano—le respondió ayudando a la pequeña con su mochila.

—Ese era el plan, pero aquí mi futura esposa prefirió que pasáramos la tarde en familia—aclaró Neji.

—Les dije a mis compañeras que ella iba ser mi mamá y todas se sorprendieron—Hana relataba la historia sin dejar de sonreír—mis amigos dijeron que mi mamá era hermosa—Ino se conmovió y abrazó a la pequeña por lo que le contaba a Hinata.

—Disculpen un momento... le responderé a Shikamaru—aviso Ino al escuchar su celular sonando. Hinata se quedó con Neji mientras Hana iba a cambiarse de ropa y en un par de minutos vieron a la rubia regresando.

—¿Esta todo bien?—cuestionó Neji viendo como su prometida buscaba el control remoto del televisor. Hinata sintió que las piernas se le aflojaron y no retiró sus orbes de la pantalla.

—No lo se, Shikamaru me pidió ver algo—en ese momento, los tres enfocaron sus orbes en los dos azabaches que respondían las preguntas de los reporteros.

—¿Pero que rayos...?—soltó Neji.

—Miren... Itachi esta en la televisión—Hana llegó corriendo y sonrió al verlo.

Sin decir nada, los cuatro guardaron silencio y se dedicaron a escuchar la entrevista. De pronto, tanto Neji, como su hija y la rubia, miraron a la ojiperla, quien se puso roja como un tomate y acto seguido, comenzó a derramar las lágrimas. El mensaje de Itachi dirigido a ella logró conmoverla.

—¿Hina?—la llamó su primo y ella no respondió.

—Tía él dice que te quiere, ademas dice que eres su luna—la niña sonreía sin percatarse del estado de Hinata. Ino le pidió a Neji dejarla a solas con la ojiluna y él entendió.

—Hina di algo, háblame—finalmente la rubia suspiró aliviada cuando Hinata la abrazó sin dejar de sollozar.

—¿Porque lo hizo?—preguntó en medio del llanto.

—Es evidente Hina, él esta muy enamorado de ti y está dispuesto a cualquier cosa por conseguir tu perdón—la entrevista ya había terminado y el canal continuó con la programación—Sabes que estuve muy molesta por lo que hizo Itachi, pero debo decir que en todos estos años que llevo de conocerlo, él nunca hizo algo como lo que acaba de hacer, por lo tanto, no tengo dudas sobre sus sentimientos hacia ti, incluso tu misma escuchaste cuando dijo que la afortunada no eras tú, sino él.

—Él dijo en Suna que me amaba pero yo no sabía si creerle—lo cierto era que la joven estaba muy confundida y para colmo, tras la visita de Madara, aunado a lo dicho a los reporteros la dejaron con la mente hecha un caos. Itachi le pidió perdón públicamente, también le dijo que la amaba y que no descansaría hasta conseguir su perdón.

—Te entiendo, pero después de lo que acaba de hacer, estoy segura que ese arrogante está completamente enamorado de ti—Hinata se quedó en silencio, intentando procesar toda la información, al mismo tiempo que su celular no dejaba de vibrar. Seguramente muchos de sus amigos también miraron la entrevista y querían saber su opinión al respecto.

[...]

En otro lugar, se hallaba Izumi mordiéndose las uñas. Era como si Itachi supiera que fueron ellas quienes soltaron la información ¿pero como? No había probabilidad de que algún cercano a ellas le hubiera dicho algo, ademas, sólo Kabuto, Yugao y ella lo sabían. De pronto tocaron a su puerta y del susto lanzó el control remoto. Lentamente se acercó a la ventana y miró de quien se trataba. Suspiro tratando de tranquilizarse antes de abrir.

—¿Escuchaste lo que dijeron los Uchiha?—cuestionó Yugao apenas entró en el hogar de su prima.

—Lo hice, incluso estoy viendo la repetición y siento que ellos ya saben sobre nosotras—repuso con nerviosismo.

—Precisamente por eso estoy aquí... yo creo lo mismo—añadió Yugao mientras veía a ambos azabaches en la pantalla del televisor—nuestra única escapatoria para no ser culpadas, es que el imbecil de Kabuto se mantenga oculto.

—Será mejor que lo haga, le pagamos muy bien por la información—Izumi sabía como era Itachi, por lo tanto, no podía bajar la guardia.

—Aunque logre ocultarse durante algún tiempo, Madara no desistirá hasta no dar con él, así que es mejor estar preparadas para lo que pueda ocurrir—advirtió Yugao.

—¿Estás sugiriendo que estemos listas para huir? Porque si es así, yo no pienso hacerlo—replicó Izumi.

—Ambas sabíamos en lo que nos estábamos metiendo, ademas, conozco a Itachi mejor que tú y ahora que se volvió a enamorar, se tomó muy a pecho que mandáramos a la falsa reportera para cuestionar a la insípida Hyuga... Si por amarme se distanció de Madara, imagínate lo que hará por ella—Yugao había sentido un gran golpe al escuchar las declaraciones de Itachi sobre esa mujer. Ella creyó que él nunca se volvería a enamorar de la manera que se enamoró de ella, pero luego de escucharlo, le quedó claro que incluso la amaba mucho más de lo que llegó hacerlo con ella.

[...]

Una semana pasó y la ojiperla no había querido salir de su casa mas que para recoger a Hana. Se mantuvo en contacto con los compañeros de trabajo, ellos la fueron a visitar y la misma Ino le pidió tomar un descanso mientras continuaba finalizando el último libro, aunque en sí, fue para que estuviera tranquila luego de escuchar a Itachi.

El Viernes por la tarde, recibió una llamada de Konan para reunirse y por más que trató de negarse, la fémina no se lo puso fácil, ademas, entre Hana, Ino y Neji, la animaron a salir. Su primo estaba preocupado por ella y aunque le doliera admitirlo, sabía que el Uchiha era su felicidad, por lo tanto, después de escucharlo hablando de Hinata, ya no pudo seguir negándose a que se encontraran, el único problema, fue Hinata, quien parecía querer recluirse así misma.

—¡Tia Hina!—Hana corrió a su recámara cuando estaba terminando de arreglarse—Tía Konan ya llegó y te espera en la sala con mis papás—la ojiperla frunció el ceño, pues quedó de verse con su amiga en el bar cercano al parque.

—Entonces vamos—ambas bajaron y tal como lo dijo la niña, Konan estaba conversando con Ino y Neji.

—¡Hola Hina!—se saludaron con aprecio—Terminé temprano de arreglarme y como estaba aburrida preferí venir a recogerte, ademas aprovechó para felicitarlos a ustedes dos por su futura boda—Ino se sonrojo y se abrazó a Neji y a la niña, agradeciendo sus buenos deseos.

—Está bien, no te preocupes—Hinata había querido negarse a salir con Konan debido al vínculo que ella y sus amigos compartían con Itachi, sin embargo, se sintió muy mal cuando Konan se escuchaba muy triste ante sus múltiples negativas. La elegante mujer contaba con pocas amistades femeninas y la ojiperla era una de ellas.

Arribaron al bar acordado y en un principio, la Hyuga tuvo sospechas sobre la salida, sin embargo, a medida que ambas disfrutaban de la noche sin ser interrumpidas por el Uchiha, se dio cuenta que en realidad, Konan sólo quería hablar y en cierta forma deshacerse de sus conflictos rutinarios que mantenía con Nagato.

[...]

Itachi llegó al restaurante donde cenaría con los socios de Akatsuki. Kisame lo seguía y poco a poco, todos los convocados fueron llegando, no obstante, faltaba algún.

—¿Y donde está tú novia? ¿No me digas que ya se hartó de ti y te mando a la chingada?—cuestionó Hidan atrayendo la atención de los otros, especialmente del azabache.

—Ella pidió que la disculparan y respondiendo a tu pregunta... no, a mí nadie me manda a donde te mandan a ti por cabron—la respuesta que recibió Hidan, hizo que se borrara su risa y en su lugar, los otros si se rieron de él.

—¿Ella esta bien?—cuestionó Yahiko.

—Si, es sólo que hizo planes para salir con Hinata—los ojos de todos se enfocaron en el azabache, quien de inmediato prestó atención. Tenía toda la semana esperando poder verla, quería hablar con ella, volver a pedirle perdón, pero ella no se dejó ver y estaba enloqueciendo sin tener noticias de su luna, ni siquiera la información que le dio Madara esa mañana sobre el posible paradero de Kabuto, logró quitarle la opresión de su adolorido corazón.

—Y hablando de ella, te viste muy cursi con tus declaraciones amorosas... en serio debes estar muy enamorado de ella para que hicieras lo impensable Uchiha—el azabache fulminó con la mirada a Sasori, quien lo ignoró y continuó bebiendo.

—Parece que tu encanto no funciona con ella, quizás debería darte unos cuantos consejos de como mantener a esa pendeja comiendo de tu puta mano como la tuve yo—Itachi se puso de pie tirando la silla y Hidan hizo lo mismo. Los dos se habían mantenido al margen, pero lo cierto era que ambos querían golpear al otro. Hidan se sentía frustrado por verla con Itachi y después de esa entrevista, ya no pudo contenerse.

—Retráctate ahora mismo o te romperé la cara—la voz baja de Itachi, no era mas que un intento por disminuir su ira. Su postura amenazante, ceño fruncido, mandíbula tensada y manos empuñadas, dejaban claro lo molesto que se encontraba.

—Por Jashin Sama que nos la rompemos pendejo—sin que los otros miembros pudieran reaccionar, ambos empresarios se fueron a los golpes.

Deidara, Sasori y por supuesto Kakuzu, no perdieron el tiempo en intentar separarlos, ya que en segundos, se dispusieron a grabar todo con sus celulares, dos de ellos con el afán de burlarse y otro, con la intención de obtener ganancias cuando recibiera innumerables visitas en línea.

El restaurante estaba con otros clientes y pronto la destrucción de los varones los obligó a levantarse de sus lugares, sobre todo, cuando Hidan lanzó al azabache sobre una de las mesas y al ver que el peli plata se acercaba, Itachi tomó uno de los platillos al azar para estamparlo en el desquiciado rostro del fanático religioso. La conmoción se mezcló con las risas, ya que el platillo que tomó el Uchiha era un pastel perteneciente a algún cumpleañero y ahora se veía esparcido en Hidan, mismo que comenzó a gritar como loco haciendo referencia a sacrificios a su dios.

Momentos después, el pulcro atuendo de ambos hombres se veía manchado del dulce postre, no obstante, los golpes no disminuyeron. Itachi estaba furioso y cuando logró derribar a Hidan, lo golpeó repetidamente en el rostro.

—Esto es por aprovecharte de Hinata—le soltó otro golpe—y con esto aprenderás a no volver a hablar de ella con tu sucia boca.

—La policía ya viene en camino y también ustedes enfrentarán cargos—el gerente del restaurante se veía muy molesto por la actitud de los empresarios, quienes además de no hacer nada por separarlos, impidieron a los guardias de seguridad que intervinieran. La razón era simple, no querían molestar mas al azabache, quien en ese momento, ya no iba a entender razones, ni siquiera Kisame fue lo suficientemente osado para persuadir a su amigo.

—Está bien... es hora de intervenir—ordenó Nagato y en seguida Kisame y Yahiko sostuvieron al azabache, mientras que muy a regañadientes, Kakuzu se vio obligado a detener su vídeo para levantar al inconsciente religioso—Kakuzu, Sasori y Deidara, llévenlo al hospital y ustedes esperen con él en mi casa—volvió a ordenar Nagato mientras él se quedó a encargarse de todos los gastos y disculpas por los daños ocasionando.

Luego de costosos sobornos, Nagato salió cerca de una hora mas tarde y cuando llegó a su hogar, Itachi le salió al encuentro.

—¿Dime a donde fue Konan? Yo no puedo más, necesito ver a Hinata—Nagato miró con sorpresa a su amigo. Él se veía hecho un desastre, incluso aún sangraba de algunas heridas en el rostro.

—No puedo hacerlo, Konan se molestaría mucho conmigo.

—Será mejor que se lo digas, de lo contrario, no te va dejar tranquilo, ni siquiera ha querido limpiar sus heridas y sólo quiere saber dónde está su mujer—repuso Yahiko y Kisame estuvo de acuerdo.

—Pero de verdad, no puedo defraudar la confianza de Konan—Nagato no sabía que era peor, si aguantar al terco Uchiha, o a su enfurecida mujer, sin embargo, ante las constantes peticiones del antes arrogante Uchiha, terminó por seder.

—Gracias... ahora debo irme.

—Espera, primero límpiate, pareces pordiosearo—el Uchiha no prestó atención al pelirrojo y salió a su auto, no obstante, los tres amigos lo alcanzaron y se fueron con él.

Cerca de media hora, los autos estacionaron cerca del coche de Konan, lo que indicaba que ellas aún estaban ahí. Itachi se limpió un poco durante el trayecto, aunque de todos modos, las manchas en su ropa, al igual que los golpes sobre su rostro, lograban llamar la atención de todos a su alrededor.

—No logró verlas—soltó Kisame, mirando en todas las direcciones, pero el azabache ya había localizado su objetivo y sin esperar, caminó hacia ella sin dejar de ver a los dos tipos empeñados en acompañarlas. Nagato quien observó lo mismo, se apresuró a llegar al mismo tiempo y se paró frente a los intrusos de forma retadora.

—¡Lárguense!—las orbes de los varones, como la de las dos damas se posaron en Nagato y sin decir nada, los varones se alejaron.

—Nagato ¿que significa esto?—Konan se puso de pie con las manos en la cintura y en ese momento miró al azabache—¿Itachi?—la ojiperla se tensó y también se puso de pie.

—Hinata ¿podemos hablar?—la chica jadeo al verlo—Por favor acepta...—Itachi se sintió mareado y ya no pudo mantenerse de pie. Los últimos días no había comido casi nada y los tragos ingeridos, como la pelea con Hidan, lo debilitaron.

—¡ITACHI!—la Hyuga se asustó y lo llamó en voz alta.

Yahiko y Kisame lograron llegar a tiempo para sostener al azabache, luego lo llevaron afuera con la asustada ojiperla siguiéndolos.

Mas tardé, Konan, Nagato, Yahiko y Kisame se despidieron de Hinata, dejándola en el apartamento de Itachi. Nagato les explicó a ambas chicas lo que había sucedido con Hidan y la molestia de Konan se aminoró, sobre todo al ver el esmero de la ojiperla por atender al Uchiha mientras él se encontraba recostado sobre la cama.

—¿Porque lo hiciste? Te pedi que no pelearás con él por mi culpa—la morena le había limpiado todo el rostro al varón y en ese momento, se encontraba sentada a un lado de la cama. Se limpió las lágrimas y cerró la caja de primeros auxilios para ir a regresarla al mismo lugar de donde la tomó, pero antes de lograr levantarse, su muñeca fue sostenida por la gran manó masculina.

—Porque se atrevió hablar de ti y si lo hace de nuevo, no dudaré en volver a ponerlo en su lugar—para sorpresa de Hinata, él ya se hallaba sentado y muy cerca de ella.

—¡Itachi...!—lo llamó sorprendida y temblorosa por estar tan cerca de su cuerpo.

—¿Cuando tiempo más piensas castigarme? ¿Aún no crees lo mucho que te amo?—los labios del azabache besaron las lágrimas de su luna y finalmente se posaron en los temblorosos labios femeninos. Ella correspondió sin resistencia, a eso se debía que no hubiera querido verlo, pues sabía que no iba poder resistirse a él—Dame otra oportunidad, te juro que no te arrepentirás.

Sin esfuerzo, Itachi la recostó sobre su cama, quedando él sobre ella, sin dejar de besarla. La Hyuga no se resistió cuando fue despojada de sus prendas, ya que también deseaba estar con él. Su deseo era ponerle fin al anhelo que se había estado acumulando dentro de su ser debido a los últimos acontecimientos... la confesión de Madara, las declaraciones en público y lo mucho que lo amaba, inclinaron la balanza a favor de Itachi.

Continuara.

Lamento la demora y me disculpo por las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo. Para quienes siguen El cordero y La esposa del héroe, esas serán las próximas actualizaciones 💕😊

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