Capitulo 17

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

La ojiperla caminó con la vista perdida entre las decenas de personas dentro del aeropuerto de Konoha. A diferencia de las últimas veces que lo hizo, ahora nadie la esperaba, dado que no le avisó a su familia sobre su repentina llegada.

Las imágenes de la acalorada noche junto a Itachi, no abandonaron su mente y aún se cuestionaba como fue capaz de dejarse llevar por la pasión.

Flashback on

El repentino beso de Itachi rompió sus barreras y sucumbió al gran amor que sentía por él. No quería pensar en nada, sólo se dispuso a extinguir el calor que sentía por dentro al tenerlo cerca de ella, al percibir su varonil aroma, su voz y en sí, toda su imponente personalidad que tanto la había deslumbrado casi desde que se conocieron.

Cada vez que hacían el amor, él se comportaba con tacto como si temiera lastimarla, pero esa noche no fue así. Esa noche Itachi la tomó justo como ella quería, ya que su intención no era demostrar cuanto lo amaba, no, su intención era otra y él lo entendió. Debía reconocer que su rudeza la había extasiado a tal grado, que no tuvieron sexo una ni dos veces y en la tercera dejó de contar los orgasmos que le hizo sentir, hasta no quedar completamente exhaustos.

Esa mañana ella fue la primera en despertar y lo primero que sintió fue una punzada en la cabeza, la cual atribuyó a lo que bebió la noche anterior, sin embargo, el dolor en su cuerpo no se debía al baile como tampoco estar completamente desnuda con los fuertes brazos de Itachi rodeándola. En ese momento recordó todos los sucesos y no pudo evitar arrepentirse. Eso no debió de pasar.

Se deslizó sin hacer movimientos bruscos y se adentró en el baño donde tomó una ducha rápida. Salió y recogió sus pertenencias dándole una última mirada al hombre que amaba y antes de arrepentirse e ir a sus brazos, salió del hotel colocando el letrero de "no molestar" de ese modo evitaría que Itachi pudiera despertarse. Lo que menos quería era verlo, puesto que no era fuerte y después de lo que hicieron, se sabía muy vulnerable ante él.

Flashback off

Lo había dejado dormido y no podía evitar estremecerse ante lo tentador que se veía en ese estado. Era la primera vez que se comportaba de una manera tan imprudente ¿pero que podía hacer? Si ese hombre era quien ocupaba todos y cada uno de sus pensamientos, literalmente lo primero que pensaba al despertar era él, y lo último que venía a su mente antes de dormir, continuó siendo Itachi.

Lo escuchó queriendo contarle sobre su pasado, pero deliberadamente no lo dejó continuar, no quería que volviera a engañarla, no obstante, ahora tenía curiosidad por lo que le pensaba contar, ademas logró estremecerla cada vez que le decía "te amo"

Se sonrojó al recordar las marcas de uñas que le dejó sobre la espalda, ademas de las marcas sobre el perfecto pecho.

—¿Necesita un taxi señorita?—cuestiono el chico que empujaba su equipaje, al mismo tiempo que la saco de sus pensamientos.

—Si por favor—el chico asintió y desplazó la pantalla del celular. En el momento en que ambos se pararon frente a la entrada, el taxi ya la esperaba—Gracias por todo—se despidió del muchacho y le dio la dirección al taxista, mismo que se dedicó a conducir hasta la dirección marcada.

—¡Llegamos señorita!—el taxi se detuvo frente a su hogar y rápidamente el hombre de mediana edad le ayudó con el equipaje.

—Aquí tiene y gracias por todo—le pago al taxista y agradeció. Lentamente se apresuró a entrar, pero antes de poder abrir la puerta, Hana la abrió y se le lanzó a darle un abrazo. La niña estaba dibujando en una pequeña mesa de madera frente a la ventana del jardín frontal y desde ahí, logró ver el taxi estacionado frente a la puerta de metal que conducía a la entrada principal de su casa. Su padre, su tía e Ino, entraban dentro del estacionamiento que daba acceso por las puertas traseras. Pensando que se trataba de alguna visita se quedó enfocada para ver con curiosidad de quien se trataba. Pronto sus labios formaron una sonrisa y sin pensarlo, se levantó dispuesta a recibir a su tía que tanto extrañaba.

—¡Tía Hina...! Te extrañe mucho—Neji escuchó que la puerta principal fue abierta y se apresuró a verificar que su hija estuviera bien. Salió de su despacho y encontró la puerta abierta con Hana abrazada a su prima.

—¡Hina!—la llamó con el ceño fruncido y mirando el equipaje sobre el pasillo de cemento—Creímos que llegarías hasta la noche ¿porque no nos llamaste para ir por ti?

—Lo siento por no avisarles, pero ya tenía muchas ganas de verlos y cambié mi vuelo unas horas antes—cargo a la niña y Neji se ocupó del equipaje. Una vez adentro, también ellos se abrazaron—¿Y donde está Ino?—le extraño no verla puesto que era Domingo y por lo general, ella dormía con Neji.

—Ella... bueno—la ojiperla arqueo una ceja ante el ligero sonrojo que mostró el perfecto rostro de su siempre imperturbable primo—lo que pasa es que organice una cena para esta noche. La idea era recogerte en el aeropuerto e ir los cuatro a cenar—Hinata seguía sin entender el extraño nerviosismo del castaño.

—¡Cariño!—Hinata llamó a Hana intuyendo algo—¿Podrías traerme un vaso de agua con hielos?—la niña asintió y se dirigió a la cocina—¿Que pasa Neji?—lo instó para que continuara.

—Le pediré a Ino que se case conmigo—soltó sin mas rodeos—El Viernes compré el anillo y realicé las reservaciones en el nuevo restaurante al que aún no le he llevado—el Hyuga sonrió al ser abrazado por la chica, estaba seguro que ella lo iba a apoyar como lo hacía siempre—y ya que estás aquí, te mostraré lo que escribí para hacer la petición.

—No tienes idea del gusto que me da escucharte, Hana y tú se merecen otra oportunidad y estoy segura que Ino es la mujer perfecta para hacerlos felices, al igual que ustedes lo harán con ella—Hinata se sintió muy feliz al saber que las personas a quienes amaba, estarían en buenas manos, especialmente Hana, quien quería mucho a Ino—Pero ¿no sería mejor si fueran ustedes dos solos? Yo puedo cuidar a Hana, tu sabes que incluso puedes quedarte con Ino—ofreció lo que creyó mas prudente.

—Lo se, pero Hana y tú son mi única familia, por lo tanto, quiero hacerlas partícipes de ese momento tan importante en que haré la propuesta a la mujer que me robó el corazón—Hinata entendió y como siempre lo había hecho, lo apoyo en todo, sin embargo, le propuso que al final de la cena, ella regresaría a la casa con Hana y él podía quedarse con Ino. Neji estuvo de acuerdo y ya no pudieron continuar conversando pues la niña llegó con el agua que le pidió la ojiluna.

—¿De que hablaban?—los mayores sonrieron y de pronto la ojiperla pensó en las distintas posibilidades ¿y que pasaba si Ino por alguna razón no aceptaba? Sonrió para sus adentros desechando esa hipótesis, ya que Neji era demasiado inteligente como para haber previsto todo sin ningún margen de error, pero sobre todo, él jamás expondría a Hana. La niña estaba muy entusiasmada y todo iba salir muy bien.

[...]

Itachi se duchaba en su habitación sin saber si debía sentirse triste, o feliz por lo que había pasado la noche anterior. No era su plan que las cosas terminaran cómo terminaron, no obstante, la manera en que pasaron la noche y gran parte de la madrugada, lo dejaron mas enamorado de su luna de lo que ya estaba, aunque la decepción que sintió al no verla cuando despertó, le dejó una sensación agridulce.

La llamó innumerables veces y ella no le respondió, incluso pudo asegurar que tenía bloqueado su número. Lo único que le daba un poco de ánimo, era el hecho de haberla sentido vibrar entre sus brazos cuando le confesó lo mucho que la amaba. Ella todavía debía amarlo, de lo contrario no se hubiera entregado por completo a él. Esa era su única esperanza, no dejaría que ella pudiera olvidarlo.

Salió de su habitación con todo y su equipaje, no pensaba quedarse otra noche luego de lo ocurrido, ahora mas que nunca, debía indagar para saber quienes fueron los responsables de su separación.

Entró en la cafetería del hotel y pidió un café. Lo necesitaba para aclarar sus ideas. Apenas le colocaron la taza sobre la mesa y entró en la aplicación de viajes, donde consiguió un boleto con destino a Konoha. El vuelo saldría en dos horas y no le quedó mas remedio, que tranquilizarse, después de todo, tampoco tenía un plan para que ella lo escuchara.

—¿Que haces aquí con todo tu equipaje? ¿Acaso te piensas ir?—cuestionó Kisame, quien apenas lo divisó y fue hasta él para averiguar como había pasado la noche, luego de la mirada llena de celos que mostraba ante el acercamiento de la Hyuga y Gaara.

—Me voy, regresó hoy mismo a Konoha—respondió sin mostrar emociones, tal como lo hacía siempre.

—¿Tan mal pasaste la noche que volverás antes de lo planeado?—era evidente que su amigo no sabía dónde y con quien pasó la noche y sus suposiciones lo llevaron a creer que gracias a los celos, prefería regresar.

—No se trata de eso, ya terminó mi labor aquí y es mejor que regrese, de ese modo puedo continuar aclarando mis sospechas sobre la, o las personas responsables por filtrar la información a los medios—el azabache se llevó la taza a los labios y fue en ese movimiento que dejó visible su cuello del lado derecho. Kisame abrió la boca sin poder creerlo, luego apareció una sonrisa que fue difícil para Itachi ignorar—¿Dije algo gracioso?—su voz era hostil dado que no estaba para estupideces.

—No, a decir verdad no, es sólo que al parecer tuviste una buena noche y vaya que debió ser buena, ya que es la primera vez desde que te conozco, que muestras las evidencias de la pasión sobre tu anatomía... supongo que habrá muchos corazones rotos—añadió con sarcasmo y su buen humor aumentó cuando apreció el repentino desconcierto en el inexpresivo rostro de su amigo.

—¿Eh?—se palpó el cuello con incredulidad.

—En el otro lado—repuso Kisame al mirar que el azabache se palpaba el lado izquierdo—ahí exactamente—Itachi finalmente colocó la mano donde estaba el chupeton. Eso había sido épico, ya podía imaginar lo que iban a decir todos los integrantes de Akatsuki y como si los llamara con telepatía, levantó la mirada encontrándose con los sorprendidos ojos de Deidara, Sasori y Yahiko.

—¡Wow!—Deidara sonrió y le dio un codazo a Sasori--Al parecer hubo vampiros anoche.

--¿Eso significa que también tú te convertirás en el doncel de la vampiresa?--se burló Sasori, quien todavía no podía perdonar al azabache por los golpes que recibió, cortesía de Gaara.

--¡Que doncel ni que mi pito! Mas bien sería el puto de la murciélaga... este no tiene ni los pendejos cabellos vírgenes—Hidan comenzó a reír dándole golpes al brazo de Kakuzo. Itachi chasqueó la lengua y por más que fulminó al albino con sus orbes, no obtuvo absolutamente nada, ya que ninguno de ellos paraba de reír a costa suya.

—Veo que amanecieron de buen humor—Nagato llegó acompañado de Konan--¿Puedo saber de que se ríen?

—Pues nada, sólo parece que una vampiresa atacó a uno de nuestros compañeros y lo convirtió en su sumiso—ni siquiera Kisame logró contener la nueva ola de carcajadas. Incluso dejó caer las lagrimas al ya no poder permanecer serio ante las burlas dirigidas a su amigo.

—¿De que hablan?—inquirió Konan cuando miro a Itachi ponerse de pie y salir abruptamente arrastrando su equipaje, fue entonces que Yahiko apuntó en dirección al cuello del azabache. Konan salió corriendo tras él ¿como se suponía que Hina lo perdonaría si ya se estaba acostando con otra? Ese Uchiha era un irresponsable, además también era un descuidado--¡Espera Itachi!—logró alcanzarlo a las afueras del hotel.

—¿Que? ¿También tú vienes a burlarte de mí?—a decir verdad, le temblaban las manos por darles su merecido a todos sus compañeros, incluyendo a Kisame, quién también se burló, no obstante, su reputación estaba por los suelos y estando la cuidad de Suna abarrotada de reporteros, ya no quería dar mas de que hablar, después de todo, pronto se las cobraría cuando menos lo esperarán.

—¿Burlarme?—se hizo la misma pregunta hecha por él—Por supuesto que no, yo vine a decirte que no te mereces a Hinata—el azabache cambio su expresión a una de duda—Eres un descarado ¿como se te ocurre acostarte con otra cuando según tú quieres a Hinata de regreso?—las dudas de Itachi se aclararon y espero a que su amiga se tranquilizara.

—No estuve con otra—afirmó sin dudarlo—estuve con la única mujer a la que amo, con Hinata—Konan negó con la cabeza y encaró al Uchiha en busca de la mentira, sin embargo, él sostuvo lo dicho—y si no me crees, puedes preguntárselo directamente a ella—la molestia de la fémina se transformó en alegría, aunque aún le resultaba increíble que la ojiperla lo hubiera perdonado tan rápido.

—¿Se reconciliaron? ¿Volvieron a ser novios?—sin esperar respuesta le dio un ligero abrazo al varón—Me da mucho gusto por ambos, pero mas te vale no volver a arruinarlo.

—No volvimos, ni siquiera me dejo explicarle nada.

—Pero dijiste que pasaron la noche juntos.

—Y lo hicimos, incluso llegué a pensar que ya me había perdonado, pero cuando desperté en su habitación, no había rastro de ella... Me dejó solo, no se despidió y como no aclaramos nuestra situación, estamos igual, o peor que antes—eso si había sido una gran sorpresa para Konan, sin embargo, no diría en voz alta sus pensamientos acerca del poderoso cazador, siendo cazado y sometido por la frágil presa.

—Me resulta increíble—Itachi estaba de acuerdo con ella, puesto que también él se había resistido a creerlo. No fue hasta que no hizo una investigación en las aerolíneas, que comprobó lo que se negaba a creer... Su luna lo había dejado atrás sin una sola explicación, ella ni siquiera se molestó en dejar un mensaje sobre la pequeña libreta blanca que descansaba sobre una de las mesas a los lados de la cama—Hina comportándose así, me refiero a que literalmente, te hizo lo que ninguna otra chica te había hecho... ponerte en tu lugar—Itachi bufo molesto por la aclaración de Konan, pero ¿que podía argumentar para defenderse? Todo era cierto y lo soportaría muchas veces mas, si con eso obtenía su perdón, si con darle su merecido la tenía de regreso.

—Lo se—replicó sin ánimos—pero haré todo lo que este a mi alcance para que me perdone—aseguró al mismo tiempo que se detuvo un taxi frente a ellos.

—Después de lo que pasó anoche entre ustedes, estoy segura que Hina te ama igual que tu la amas a ella, pero la herida que le dejaste no es fácil de sanar... Demuéstrale que la amas haz que vuelva a confiar en ti—la fémina le palmeó el hombro antes que él se marchara, luego caminó de regreso al hotel donde apenas se abrieron las puertas, escuchó las risas de sus compañeros. Al parecer, aún se estaban burlando de Itachi.

...

Con algunas horas de diferencia, Itachi arribó al aeropuerto de Konoha. Como siempre sucedía con él y con todos sus parientes, las miradas de admiración no se hicieron esperar. Ignorando todo, se mantuvo con la vista al frente hasta que llegó a las puertas donde rápidamente localizó el auto de Sasuke.

El menor mantuvo silencio aunque moría por preguntar el motivo de su regreso antes de tiempo.

—¿Hay algo nuevo en cuanto a ese tipo? ¿Han sabido algo sobre su paradero?—cuestionó rompiendo el silencio que se había formado dentro del auto.

—Shisui mencionó algo sobre tus sospechas, pero no dijo nada con claridad, lo que terminó por enfadar aún mas al tío Madara—Itachi frunció el ceño y trató de recordar que le mencionó a Shisui de las distintas teorías que tenía, luego recordó la que mas relevancia iba tomando con los días y asintió—¿Se trata de algo importante?

—Es sólo una corazonada, pero aún no puedo asegurar nada hasta no tener completa seguridad—Sasuke supo que ya no lograría obtener mas respuestas sobre el tema y decidió abordar otro.

—¿Y como estuvo la convención? Supongo que debes haberte encontrado con el dobe, él y Gaara, también asistieron.

—Si, los saludé ayer por la noche en un antro cercano al hotel—prefirió no añadir nada sobre la presencia de Hinata, pues ya no tenía ánimos de explicar sobre lo sucedido.

—Ya veo—el menor condujo a casa de sus padres y cuando llegaron, miraron que Madara se encontraba con ellos.

—¿Como estuvo tu viaje cariño?—Mikoto fue a su encuentro y el chico le dio un beso en la mejilla, luego saludó a su padre y a su tío.

—Que bueno que llegaste antes, me urgía hablar contigo sobre lo sucedido—explicó Madara.

—¿Que pasa? ¿Encontraron a Kabuto?

—Aún no, pero luego de hablarlo, llegamos a la conclusión de dar una entrevista a la prensa para aminorar los rumores en torno a nosotros ¿que te parece?—Itachi lo pensó por un momento y la idea le resultó buena, de ese modo pondrían fin al acoso de los medios.

—Me parece una buena idea, tú sólo dispón el día y yo estaré presente—Madara hizo algunas llamadas y aseguró que pronto tendría noticias.

—Te veo muy pensativo ¿sucedió algo en tu viaje?—cuestionó Madara al momento de ir a su auto. Itachi lo acompañó para dejar claros los puntos a tratar en la rueda de prensa.

—Hinata estaba en Suna promocionando su libro y...—un suspiro escapó del menor mientras veía la luna en el cielo.

—¿Se reconciliaron?—Madara sonrió genuinamente al imaginar que su sobrino finalmente había logrado obtener el perdón de la joven que amaba.

—Ya no se que pensar—confesó y se animó a contarle un poco de lo sucedido, excluyendo por supuesto, la parte en la que se quedaron juntos haciendo el amor durante toda la noche.

—¿Entonces no te dejó explicarle nada?—el mayor miró con asombro el cuello de su sobrino y de inmediato su rostro se iluminó con una sonrisa cargada de cinismo, puesto que ahora entendía mejor el estado de ánimo del muchacho.

—Intenté decirle que tenía un pasado tormentoso, quise abrirle mi corazón a ella como no lo he hecho con ninguna otra y no me lo permitió... me dejó creer que todo marcharía bien, sólo para dejarme sin ninguna explicación y sin responder a mis llamadas—Madara sonrió internamente, quizás iba siendo hora de intervenir, después de todo, él era mas culpable que el mismo Itachi.

—Ya veo, pero tranquilo, tal vez después de dar la rueda de prensa, su opinión hacía ti cambié, sin embargo, todo dependerá de lo expresivo, o de lo hermético que seas al momento de responder—el menor asintió y ambos se despidieron.

[...]

Ino sentía ganas de volver el estómago debido a los nervios que sentía. Neji le pidió ir a cenar y ni siquiera se ofreció a ir por ella. Tenía días de notarlo raro y su corazón se estrujó al pensar en varias teorías, las cuales no le gustaban ¿Quizás ya se había cansado de ella y quería terminar? Se llevó la mano al pecho al imaginar que ya no volvería a estar con Hana. Al igual que lo hizo el padre, esa niña le había robado el corazón y pensar en tener que alejarse de ella, le daba una enorme tristeza.

¿Como se suponía que logrará superar una separación de ellos? Inevitablemente, las lágrimas mancharon sus mejillas y se apresuró a limpiarlas, dado que el taxi que pidió Neji para ella, ya la estaba esperando.

Suspiro y avanzó al auto con la frente en alto. Independientemente, de lo que Neji quisiera decirle, Ino era una dama que siempre se caracterizaba por su elegancia y buen gusto al vestir, lo cuál en esa noche, no iba ser diferente.

Durante todo el trayecto estiró la tela de su elegante vestido y en ocasiones se llevaba la mano al corazón, puesto que de continuar latiendo de ese modo, pronto le fallaría y no podría evitar un paró cardíaco.

—¡Llegamos señorita!—la rubia salió de sus pensamientos cuando escuchó al conductor del taxi avisando que ya habían llegado a su destino. En cierta forma agradeció que Neji le enviara un taxi, dado que en su estado de nervios que se encontraba, le iba ser difícil conducir.

Camino a la entrada del elegante lugar y un mesero ya la esperaba. Paso a paso atravesó el lugar atrayendo las miradas de admiración de quienes cenaban en las mesas visibles, no obstante, el mesero no se detuvo hasta que no llegaron a un lugar separado donde también se encontraban pocas mesas. Era un sitio mas privado y antes de poder continuar pensando, se sintió tomada de las piernas por una pequeñas manos.

—Que gusto verte...—Hana lucía un hermoso vestido lila y tenía el cabello peinado con una trenza en forma de diadema.

—¡Mi niña te vez preciosa!—se agachó y le dio un beso en la mejilla.

—Tía Hina me arreglo igual a ella—Ino enfocó a su amiga, quien se veía igual a Hana, incluso en el cabello, luego enfocó al causante de todas sus dudas. Él se veía impresionante con el traje gris a la medida. Verlo tan apuesto, tan perfecto e inalcanzable, le causó un nudo en la garganta.

—Bienvenida Ino—Hinata notó que algo andaba mal en el semblante de Ino y temió que la noche no resultara como su primo la había planeado.

—Estás de regreso—francamente, la Yamanaka no esperaba ver a la ojiperla, pues creyó que regresaría hasta el día siguiente.

—Si, luego te cuento—la Hyuga se hizo a un lado, dejando el camino libre para Neji, quien no dudó en abrazar a su amada.

—¿Sucede algo?—el varón sintió que Ino parecía haber llorado, ademas temblaba entre sus brazos.

—Neji...—no terminó de hablar, pues el mesero llegó con una botella de champán y cuatro copas. La botella fue destapada y se llenaron tres de las copas. Hana frunció el ceño al notar que la suya era llenada con jugo de frutas, pero guardó silencio al mirar los rostros serio de los mayores, especialmente el de Ino.

—¿Están listos para ordenar señor?—ante la seriedad de Ino, Neji tuvo un mal presentimiento y prefirió actuar rápido antes de perder mas tiempo.

—Esperaremos unos minutos mas—el chico asistió y los dejó a solas—No era de esta manera como quería que sucediera, pero verte así me llena de inseguridad y prefiero saber tu respuesta de una vez—Ino creyó que le diría lo que no quería escuchar, sin embargo, al verlo hincarse mientras abría una cajita negra donde se mostró un hermoso anillo, la dejó al borde del colapso—Ino, desde que te conocí, no haz abandonado mis pensamientos, eres la única mujer a la que quiero a mi lado por lo que me queda de vida, si me aceptas, yo cuidaré de ti hasta mi último aliento... Ino Yamanaka ¿quieres ser mi esposa?—el discurso del Hyuga, fue improvisado y ni siquiera se acercó a lo que planeaba decirle, no obstante, ya no quiso esperar—Ino comenzó a llorar, lo que puso tensó al chico y ni hablar de las dos espectadoras de ojos color perla.

—Parece que no quiere—murmuro Hana para que sólo su tía pudiera escucharla. Hinata le limpió las lágrimas y la cargó para consolarla sin llamar la atención del hombre hincado y la rubia llorando.

—Si no estás lista, o no quieres dar ese paso, sólo tienes que decírmelo, pero no llores—Neji estaba por levantarse con el corazón roto cuando la joven habló.

—Creí que ibas a dejarme—otra oleada de lágrimas salió de los bonitos ojos azules—Si quiero casarme contigo—el Hyuga se puso de pie con el ceño fruncido.

—¿Dejarte? ¿Que te hizo pensar eso? Si como ya lo dije, lo único que hago desde que te conocí es pensar en ti y en el día que formémoos una familia—sin hacerlo esperar, ella se arrojó a sus brazos luego de tomar el anillo.

—Estuviste muy distante conmigo y encima, no pasaste a buscarme—Hinata se tapó la boca aún con lágrimas en los ojos.

—Yo, bueno, creo que no me di cuenta, estuve tan enfocado en planear esta cena, que quizás te hice pensar algo diferente... perdóname, yo no soy romántico y te descuide sin ser consiente, ademas, arruine lo que había pensado hacer para ti.

—¿Bromeas? Esto es lo mas romántico que me pudiera haber imaginado, soy yo quien lo hizo mal gracias a mis inseguridades.

—¿Eso quiere decir que si te casaras con mi papá?—la niña se acercó a ellos y de inmediato fue levantada por la rubia.

—Así es ¿me aceptas como la esposa de tu padre?

—Te aceptó si me dejas llamarte mamá—esa petición, causó que ambos Hyuga se estremecieran. Hinata no contuvo los sollozos y Neji se obligó a no llorar, pero quien más afectada se miró, fue Ino. La rubia se abrazó a la pequeña asintiendo una y otra vez, sin dejar de llorar. Para quienes los veían, el entorno parecía extraño, a decir verdad, parecía un desastre de corazones rotos, sin embargo, ellos no lograban escuchar las conmovedoras palabras que se dijeron—Entonces si te aceptó—la niña extendió los brazos y fue sostenida por su padre—Gracias papá, gracias por darme la mejor mamá—el varón la abrazó contra su pecho y con el otro brazo atrajo a su futura esposa.

Hinata no pudo evitar pensar en Itachi, aunque ellos nunca hablaron de casarse, su mente la traicionó imaginando lo que hubiese sentido si él se lo hubiera propuesto. Seguramente también estaría en un mar de lágrimas.

—Aunque no dije todo lo que memoricé para la petición, estoy feliz de que me aceptaras—soltó Neji, ya cuando los cuatro se habían acomodado para cenar.

—Lo siento tanto y no te miento cuando te digo, que en verdad me tomaste por sorpresa—Ino veía su anillo sin borrar la sonrisa, pero al mismo tiempo, se reprendió mentalmente por ser tan insegura, después de todo, Neji no le dio ninguna señal de querer terminar con ella, fueron sus miedos a perderlos, los que la condujeron a pensar de manera descabellada.

—Terminando la cena, Hana y yo nos iremos a casa, creo que todavía puedes decirle a Ino todo lo que te encargaste de memorizar—la ojiperla se tapó la boca para no reírse debido a la mirada llena de reproche proveniente de su primo.

—Si, es una gran idea Hina—Neji suspiró derrotado y asintió, de todos modos, nada arruinaría su felicidad y si diciendo su discurso, hacia feliz a su prometida, lo haría gustoso.

...

Mas tardé, Ino y Neji se despidieron de ambas ojiperlas para irse a continuar la mágica noche planeada por el castaño. Hinata salió con Hana tomada de su mano. Ambas llamaban la atención por verse tan similares, ya que la ropa y el peinado, eran casi iguales.

—Señorita Hyuga ¿verdad?—apenas salieron y se encontraron de frente con cuatro personas, tres mujeres pasaron siguiendo al recepcionista y un apuesto castaño se detuvo frente a ambas Hyuga.

—Usted es...—se llevó el dedo índice a sus tentadores labios tratando de recordar exactamente quien era el atractivo hombre frente a ella—el señor Utakata, la persona que me ayudó con mi auto—el castaño asintió sonriendo y al mismo tiempo deslumbrado. La mujer frente a él, le pareció muy bella cuando la conoció, pero esa noche se quedó sin palabras ante su aspecto. Se saludaron y al contemplarla, se percató de otra presencia tomando la otra mano de la joven.

—¿Y esta linda señorita es su hija?—era lo mas probable luego de verse tan similares, no obstante, las últimas semanas se hablaba de ella en diferentes medios informativos y no se mencionó que fuera madre, sin embargo, era su vida privada y quizás logró mantenerla a salvo.

—¡Oh! Ella es Hana Hyuga, mi sobrina, hija de Neji—el varón se agachó para saludar a la niña, quien respondió el saludo con las mejillas sonrojadas.

—¿Esperan a alguien? Si están solas quizás les gustaría acompañarnos, sólo esperamos a un par de amigos para cenar—aunque la cena era en parejas para hablar de negocios, no iba dejar pasar la oportunidad de invitarlas, de igual manera, no conocía a las féminas que invitaron sus amigos y tampoco perdía nada con intentar pasar mas tiempo con la mujer de exóticos ojos color luna.

—Se lo agradezco mucho, pero nosotros ya cenamos, estuvimos aquí con mi primo y su prometida... acabamos de salir—declinó con amabilidad, pues además de ya haber cenado, no le pareció correcto unirse a quienes no conocía y por último, Hana le pidió pasar por la pastelería para comer helado con pastel.

—Es una pena, en ese caso, permítame acompañarlas hasta su auto ¿que me dicen?—miro a ambas y le sonrió a la menor.

—Si, que nos acompañe ¿verdad tía?—Hinata pensaba negarse, pues el auto estaba a unos cuantos pasos y no tenía caso hacerlo perder el tiempo, pero Hana ya se había adelantado.

—Espero que no hayamos llegado tan tarde—Utakata se giró al escuchar a uno de sus amigos—¡Hinata!—la ojiperla levantó la vista encontrándose con Obito y con Izuna.

—¿Como están?—la joven saludó a ambos Uchiha al igual que lo hizo Hana.

—¿Ustedes se conocen?—preguntó Izuna con suspicacia.

—Así es, Utakata fue quien me ayudó a escoger mi auto y se portó muy amable conmigo, a pesar de lo indecisa que fui—aclaró la chica—¡Bueno! Me dio mucho gusto saludarlos, que pasen buenas noches.

—Hasta luego—se despidió Hana y el castaño las siguió hasta el lugar donde estacionó. Luego de verla irse, regresó con los dos azabaches quienes no se perdieron ni uno solo de sus movimientos. El castaño no les prestó atención, ya que sabía a que se debía la molestia de ambos, sin embargo, hasta donde él sabía, la joven había terminado su relación con Itachi y por ende, no estaba ofendiendo a nadie.

[...]

—Sasuke me dijo que tenías información para mí—fue lo primero que soltó Itachi apenas se encontró con Shisui en su oficina.

—Buenos días para ti también—reprochó con sarcasmo—y en cuanto a la información... tengo fuertes sospechas para creer que detrás de Kabuto está Izumi.

—Esa no es noticia, ya te lo había dicho—Itachi puso los ojos en blanco pues no había nada que no supiera ya.

—Lo se, pero lo que no sabes es que no sólo se trata de Izumi—Shisui sonrió al obtener la atención de su primo—mi informante a quien dejé para seguir los pasos de Izumi, me envió estas fotografías—el mayor abrió un cajón de su escritorio y sacó un folder con fotografías, mismas que le entregó a Itachi.

—¿Yugao?—el azabache menor apretó una de las fotografías en la cual aparecía la mujer mencionada al lado de Izumi—el tío Madara tenía razón—así era, Madara le había dicho que se cuidara de Izumi, dado que tenía parentesco con Yugao, en ese tiempo estaba tan molesto, que ni siquiera le presto atención, pero ahora todo tenía sentido.

—Y hablando del viejo, me pidió que te informara que hoy a las tres se llevara a cabo la rueda de prensa en la sala de juntas de aquí de la empresa.

—¿Donde está él?—Shisui se encogió de hombros puesto que no tenía idea. Su tío llegó a ordenar todo para la rueda de prensa, luego salió sin decirle a nadie a donde iba.

[...]

Ino y Neji habían avisado que pasarían otro día juntos pues Neji tenía el día libre en los juzgados. Hinata se levantó temprano, hizo el desayuno para Hana y se encargó de ayudarla a vestirse para el día de escuela.

Luego de dejarla regreso a su hogar y no tenía pensado salir hasta que tuviera que recoger a su sobrina. Lo primero que hizo al quedarse a solas fue limpiar a fondo, luego desempaco las maletas que aún tenía llenas.

De pronto tomó el,celular para bajar el volumen de la música y se percató de los sonidos del timbre. Pensando que se trataba de algún repartidor, abrió con todo y el delantal.

—¿U-usted?—cuestionó al ver la persona parada en la puerta de su hogar. Si era sincera con ella misma, él era la última persona a quien esperaba ver.

—¡Hola Hinata! ¿Podemos hablar? Es importante y te aseguro que si después de oírme, me pides no volver a molestarte, me iré sin causar molestias—la joven soltó un suspiro y dejó que el otro Uchiha involucrado en la cruel apuesta entrara a la sala. Aún no sabía porque lo dejó entrar, pero desde que conoció a Madara, le causó buena impresión y optó por escucharlo por última vez.

Continuara.

Lamento mucho la demora y también las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que pudiera verlas, apenas las encuentre y las iré corrigiendo. La historia ya se acerca a los últimos capítulos, los cuales son como cinco, o algo así. Las siguientes actualizaciones serán las mas atrasadas, como El cordero y Amar o ganar, aunque también esta No quiero ser ella, en fin, la que salga primero 😊💕

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