Capitulo 16
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Ino llegó al aeropuerto de Konoha donde ya la esperaban las dos personas que desde el día en que los conoció, no abandonaron sus pensamientos. Hana se había ganado un lugar muy especial dentro de su corazón y ni hablar de Neji, a quien amaba tanto como nunca creyó haber amado en el pasado.
—Por aquí—gritó Hana con mucha emoción, pues después de su padre y Hinata, Ino se convirtió en la tercer persona mas querida para ella. La niña corrió hacia la hermosa rubia y fue recibida por un material abrazó.
—¡Mi pequeña!—la Yamanaka la sostuvo en brazos hasta que llegó a su novio, el cuál no titubeó en besarla en los labios apenas la tuvo a su alcance.
—¿Como estuvo tu viaje?—Neji le quitó las maletas para llevárselas con él. Agradeció que tuvieran ruedas ya que eran muy pesadas, lo cual no le sorprendió dada la personalidad de su encantadora novia.
—Aunque duró lo mismo de siempre, lo sentí muy lento por las ganas que tenia de estar con ustedes—llegaron al auto del castaño donde Neji se encargó de subir el equipaje. Hana por su parte, no dejó de parlotear sobre todo lo que se había divertido con Jutsu.
—¿Te quedarás con nosotros? Ya no quiero que te vayas a otra casa—soltó Hana desde el asiento trasero. Ella quería que Ino se quedara a vivir con ellos para siempre, a la niña ya no le agradaba que la novia de su padre a veces se fuera, ya que los días que se quedaba en su casa, desayunaban juntos, le ayudaba a vestirse e imaginaba que Ino era su madre, tal como las describían sus compañeras de clase, mismas que llegaban a su escuela siendo acompañadas por ellas. Hana en cambio, la mayor parte del tiempo, llegaba con su tía, o con su padre y no es que no le agradará, sin embargo, nunca tuvo una madre y en las ocasiones en que la Yamanaka la iba a recoger, sonreía cuando sus compañeros le decían que su mamá había llegado. No es que su tía Hinata, no fuera maternal con ella, pero en el fondo sabía que ella no siempre los acompañaría, tal como sucedió cuando se mudó a Konoha y ellos se quedaron solos.
—Por supuesto que se quedara esta noche ¿no es así hermosa?—Ino se sonrojó ante lo dicho por su sensual Hyuga. Apretó la mano que llevaba unida a la masculina mientras él conducía.
—¿Sólo por esta noche?—la niña lo preguntó con tristeza, aunque trató de ocultarla, no obstante, los adultos lo percibieron.
—Si, pero te prometo que nos divertiremos mucho ¿de acuerdo mi niña?—Ino trató de persuadirla, sin embargo, Hana se dedicó asentir luego miró por la ventana. Neji suspiró con melancolía por el comportamiento de su hija y no pudo evitar sentirse culpable. Nunca debió involucrarse con una mujer como la madre de Hana, la cual no se tentó el corazón para abandonarla aún siendo un bebé. La pequeña era la luz de su vida, pero al ser su hija, seguramente heredó su forma de ponerse una máscara para no mostrarse triste y ella lo estaba haciendo mas a menudo desde que entró en la escuela y veía a otros niños acompañados por sus madres. Quizás era hora de tomar una decisión que terminara beneficiando a ambos. Sin decir nada, miró a su novia mientras esperaba en un semáforo. Imo se sintió observada y de inmediato se giró a verlo quedando atrapada en las atrayentes orbes perladas—¿Que?—cuestionó con curiosidad al no poder identificar esa pequeña sonrisa en el perfecto rostro masculino.
—Pensaba en el futuro—respondió antes de arrancar de nuevo, una vez que la luz caminó a verde. La Yamanaka arqueo una ceja sin entender, pero sabía que no iba a obtener respuestas de su amado, así que prefirió no hacer mas preguntas.
[...]
El clima en Suna no se parecía en nada al de la ciudad anterior y tampoco al de Konoha. No es que fuera malo, no obstante, era muy caliente. Acostumbrada a vivir en un lugar donde siempre nevaba, Hinata pronto resintió el cálido ambiente, aunque no dudaba que de quedarse un tiempo viviendo ahí, se acostumbraría, tal como los residentes de la cuidad.
—Estoy segura que con este vestido te sentirás mas cómoda, ademas es excelente para la cultura de la cuidad ¿que te parece?—cuestionó Tenten al momento de mostrarle un vestido sin mangas que era sostenido por dos resortes anchos, los cuales se amarraban tras la nuca.
—Es perfecto, gracias Tenten—la Hyuga entró al baño y en minutos salió vistiendo la prenda. A ella también le gustó la elección de la castaña. Como lo habían estado haciendo, la maquillaron y peinaron de acuerdo a la ropa, en esa ocasión el maquillaje era muy suave y el cabello fue atado en una coleta alta. Era la primera vez que Ino no iba a estar con ella durante las entrevistas, pero afortunadamente, ya se sentía mas relajada, ya que Shikamaru estaría cerca supervisando las preguntas.
—Estas divina querida, estoy seguro que los lugareños quedarán flechados por tu belleza y por tu llama de la juventud—la ojiperla sonrió con lo dicho por Rock Lee, la verdad era que él siempre parecía estar de buen ánimo y en momentos como ese, la ojiluna lo envidiaba.
—Gracias chicos, no se que haría sin ustedes—ellos la consolaron en los momentos mas difíciles y lograban levantarle el ánimo, aunque fuera por cortos periodos de tiempo, pues al quedarse a solas en las habitaciones de los hoteles, no podía evitar la melancolía y el anhelo por Itachi. A menudo se preguntaba lo que estaba haciendo, si recordaba los momentos juntos, las promesas, los planes y todo lo que vivieron desde que comenzaron a estar juntos.
—Es hora de irnos ¿ya están listos?—Shikamaru los encontró en el restaurante del hotel y les dijo que ya el taxi los esperaba.
—Ya estamos, ademas como las entrevistas y la firma de autógrafos es mas temprano, tendremos mas tiempo libre ¿que les parece si vamos a uno de los bares que están cerca del hotel?—sugirió Tenten mirando directamente a Hinata, ya que su semblante mostraba que iba a negarse.
—Por mi esta bien, de todos modos Temari quiere que salgamos y estará feliz de saludarlas—lo dicho por Shikamaru hizo que la ojiperla se quedara en silencio dado que pensaba negarse con alguna excusa.
—Por supuesto que iremos ¿verdad Hina?—Lee también se veía muy entusiasmado con la idea y la ojiperla no tuvo mas remedio que aceptar salir. Quizás terminaba siendo buena idea, después de todo, no se dormía temprano y lo único que hacía en la habitación era llorar.
Llegaron al lugar indicado y las personas ya esperaban con sus libros en mano. La mayoría eran jóvenes adolescentes, aunque también habían adultos de diferentes edades. La linda escritora fue muy bien recibida y mientras firmaba, escuchaba un poco de cada lector, ella se sentía mas viva que nunca. Momentos como esos en los que le preguntaban por el libro, los personajes y los que vendrían, la mantenían feliz.
—¿Como te llamas?—le pregunto a la siguiente en la fila como lo hacía con todos.
—Sayuri—sonriendo autografío el libro y abrazó a la chica para la fotografía.
—¿Cuál es tu nombre?—recibió el libro y lo abrió con la pluma en mano.
—Gaara Sabaku—Hinata levantó el rostro encontrándose con las llamativas orbes del pelirrojo.
—¡Gaara! Que gustó verte—estaba por ponerse de pie, cuando recordó que no podía hacerlo ya que aún no terminaba—¿Que haces aquí?—le pregunto sorprendida pero sin dejar de sonreír.
—¿Que mas? Obtener un autógrafo en mi libro—el pelirrojo sonrió sin mostrar los dientes ante el comportamiento de la chica. Al terminar de escribir el autógrafo se puso de pie para la foto y miró un par de ojos esmeraldas y otros azules.
—Nosotros también traemos nuestros libros y nos quedaremos aquí para la entrevista—anuncio Sakura.
—Y después de terminar, nos iremos a divertir todos—esta vez fue Naruto quien lo dijo y tanto Shikamaru como Hinata, asintieron. La chica por no poder negarse y el Nara para que se fueran rápido, pues la fila todavía era larga.
Poco después comenzaron las entrevistas y todo salió mejor de lo que imaginaba. No sabía si se trataba de las preguntas dedicadas exclusivamente al libro, o a que Shikamaru dejó que los tres chicos entraran al salón, no sin antes advertirle especialmente a Naruto, guardar silencio. Lo cierto era que todo le parecía ligero y agradable hasta que se terminó. El Nara agradeció a todos y poco a poco, el salón quedó vacío.
—Eres muy profesional Hina, respondiste todas las preguntas sin dudarlo—Sakura se acercó a felicitarla y pronto también lo hicieron Naruto y Gaara.
—Sakura tiene razón, lo hiciste muy bien... que buena idea tuvo Gaara cuando dijo que vendría a verte—el pelirrojo se ruborizó ante la indiscreción del rubio y lo mismo sucedió con la ojiperla.
—Aquí ya terminamos ¿a donde sugieren que vayamos?—el Nara intervino para disipar la vergüenza de Gaara y al juzgar por las reacciones de todos, lo consiguió—Temari también ira con nosotros.
—Que bien, seremos un grupo grande—celebró Naruto mirando a Tenten y a Lee.
—El hotel donde se están quedando, está seguido del nuestro y en medio de los dos, se encuentran la mayoría de los antros y dicen que son muy buenos ¿que opinan de ir a uno de ellos? Así no tenemos que buscar taxi y nos podemos ir caminando—sugirió Sakura y todos estuvieron de acuerdo.
—Está bien... entonces nos veremos a las nueve afuera de los hoteles, debemos cambiarnos de ropa—añadió Tenten y en minutos todos se fueron retirando.
...
Dos horas más tarde, se veía a un rubio refunfuñando por no poder llegar a un acuerdo con el guardia de la puerta. Sakura mantuvo una mueca de molestia y no sabía si era con su novio por no lograr explicar, o con la intransigencia del guardia que parecía dispuesto a arruinarles la noche. La Haruno lucía un vestido rojo ajustado de arriba y suelto de abajo, quedando a medio muslo, mientras de arriba mostraba un pronunciado escote frontal, logrando destacar sus encantos. El guardia estaba accediendo a discutir con Naruto, sólo por estar fascinado con ella, de igual manera, su novio no parecía notarlo.
—Pero si las mesas están desocupadas ¿porque no quieres aceptar que nosotros las paguemos tebayo—el Uzumaki quería que todos pudieran sentarse juntos y pidió la mesa cercana a la que ya habían reservado.
—El que ha esta hora no tengan ocupantes, no significa que ellos no vendrán... ya se los dije, no puedo darles la otra mesa porque ya algún pago por ella—el tipo tenía razón, sin embargo Naruto trataba de convencerlo.
—Pagaremos el doble por ella—soltó el rubio.
—Déjame a mi—otro guardia se acercó para tratar de arreglar el conflicto que ya se había comenzado a salir de control, atrayendo la atención de los otros clientes—Aunque tómenos el dinero pensando que a veces las personas no llegan, si ya estando ustedes en ella llegan los ocupantes, se tendrán que levantar para dársela a ellos.
—No importa, de todos modos lo haremos, de igual manera pronto estaremos bailando y ya no la necesitaremos—el guardia resopló resignado y aceptó la oferta. Naruto le cerró un ojo a su novia mientras ella continuó con los brazos cruzados.
—¿Que les dirás a todos si de pronto llegan los ocupantes que la reservaron primero?—inquirió Sakura.
—No lo se, pero ya se me ocurrirá algo—por la convención hotelera que se llevaba a cabo en Suna, la mayoría de los lugares turísticos estaban muy llenos y ese fue el único antro donde lograron conseguir mesas.
—Espero que no tengamos problemas—murmuro Sakura, mirando el cabello rojo de Gaara en la entrada. Naruto también lo miró y levantó el brazo para que los mirara entre todas la personas que ya se hallaban dentro.
Gaara estaba por avanzar cuando escuchó que lo llamaban. Se giró para ver y se encontró con Temari, Shikamaru y Hinata. Mas atrás venían Rock Lee y Tenten.
—¿Donde están los otros?—preguntó Temari quien lucía un bonito conjunto de mini falda y blusa azul simulando cuero, logrando resaltar la belleza que poseía.
Hinata optó por un vestido hasta la rodilla en color plata. La prenda tenía una sola manga de tres cuartos y un cinturón grueso en color negro al igual que las sandalias de fino tacón... Tenten uso un vestido strapless entubado que le llegaba hasta medio muslo.
Shikamaru se llevó a su novia de la mano impidiendo que avanzara sin su protección aunque estaba seguro que si alguien la tocaba indebidamente, no haría falta intervenir, dado que ella misma era aterradora cuando se molestaba. Lee pensaba hacer lo mismo con Hinata y Tenten, pero Gaara se adelantó y le ofreció su mano a la ojiperla. Ella la aceptó sin pensarlo, pues sabía que lo había hecho por ayudarla.
—Te felicitó Naruto escogieron los mejores lugares—lo felicito Tenten al mismo tiempo que se sentaban—Lee y yo buscamos en casi todos los antros y ya no tenían mesas disponibles—el rubio se rascó la mejilla y sonrió con nerviosismo.
—Claro, yo me moví rápido—Sakura lo miró y trató de no reírse por su comportamiento—y mejor pidamos algo de beber para aprovechar que nos reunimos todos por primera vez fuera de Konoha.
—Tienes razón, que brille la llama de la juventud—la música era muy movida y los primeros en irse a bailar fueron Shikamaru y Temari.
—¿Como estas Hinata?—la ojiperla volteó para encarar a Gaara.
—En cuanto al libro, me siento feliz de haber llegado hasta donde estoy. Gracias a Ino y a su equipo, se ha promocionando como no se hizo con los otros, ademas las ventas fueron muy grandes... te confieso que nunca espere que las personas lo recibieran tan bien como lo hicieron—el pelirrojo sonrió al ver que aún después de verse la tristeza en sus ojos, intentaba mostrarse bien.
—Me alegró mucho y no debería sorprenderte, eres muy talentosa, sin embargo, no te habían dado la oportunidad de sacar al máximo tu potencial. Aunque con la pregunta, yo me refiero a ti Hinata, a tu corazón, tus sentimientos—desde que conoció a Gaara, Hinata se sentía muy comoda con él. Podía hablar sin temor a ser juzgada, pero tampoco quería arruinar la noche con sus problemas.
—¡Es complicado!—intentó sonreír con poco éxito—No obstante, estoy segura que pronto lo iré superando.
—Sabes que te aprecio y en cualquier momento que necesites hablar, no dudes en buscarme, yo siempre estaré para ti ¿de acuerdo?—la Hyuga se conmovió y no pudo evitar pensar en el día que se conocieron, que fue cuando salió con Itachi... quizás si esa noche se hubiera quedado con Gaara, no terminaría perdidamente enamorada del Uchiha,
—Gracias Gaara, lo tendré en cuenta siempre—continuaron conversando sobre el motivo por el cual ellos también se hallaban en Suna. Pronto la ojiperla se sintió mas relajada, al igual que todos, dado que ya habían bebido varios tragos.
Sakura se puso de pie y sonriendo tomo la mano de Tenten y la de Hinata—Vamos a bailar chicas—Temari regresaba con Shikamaru y también se la llevaron con ellas, dejando atrás a los cuatro varones
Las cuatro chicas bailaron suelto tres de las canciones, sin embargo, al sonar la cuarta, Naruto observó cómo un tipo se acercó a Sakura y como era de esperarse, se levantó a ir con ella. Mas tardé, ellas regresaron y dejando a las dos parejas de novios, Hinata se llevo a Gaara, y Tenten hizo lo mis on Lee.
Los cuatro reían por el alcohol, como también por la energía de Lee, quien pronto dio un espectáculo digno de un profesional. Las personas, incluyendo a sus amigos, formaron un círculo fascinados por la flexibilidad al realizar esos complejos pasos de baile.
—Sin duda alguna, ese es un hombre seguro de si mismo—afirmó Gaara sin dejar de verlo.
—Y con gran flexibilidad—añadió Hinata.
—Así le pasa cada vez que bebe de más en este tipo de lugares—los tres sonrieron cuando las luces iluminaban al bailarín, avivando los gritos y los aplausos—Rock Lee se convierte en toda una estrella y créanme... lo disfruta mucho—agregó Tenten.
...
—No lo creó... Rock Lee ya está haciendo de las suyas—anunció Sakura al ver como todos los bailadores comenzaron a formar un círculo en la pista de baile.
—Quizás deberíamos unirnos a él Sakura—Temari y el Nara comenzaron a reír, mientras Sakura lo reprendía diciendo algo de mostrar todo con su vestido.
—Disculpa—uno de los guardias se acercó a Naruto—los ocupantes de la mesa llegaron y necesitan desocuparla—el rubio brincó de la silla en la que estaba, dado que ya se había olvidado de eso.
—¿Como que desocuparla? Creí que habías conseguido lugares para todos—inquirió Shikamaru, ya imaginando lo que en verdad había hecho Naruto.
—Después te explico, ahora ayúdame a traer los vasos y los bolsos de las chicas—el Nara negó con la cabeza y se puso de pie, mientras que Sakura le explicó a Temari lo sucedido.
[...]
—No salgas con eso Uchiha, todos saldremos a divertirnos y tu no te quedarás aquí como si fueras un anciano—afirmó Nagato, luego de las negativas del azabache para salir con ellos. Durante el día habían asistido a la convención hotelera y por la noche, los empresarios Akatsuki planearon salir a beber, no obstante, Itachi no tenía intención de salir ¿que sentido tenía? No tenía ánimos y lo único en su mente era su luna.
—Ustedes pueden ir sin mi, después de todo, no soy buena compañía en estos momentos—replicó ante la insistencia.
—¡Vamos Itachi! Si tu no vas con nosotros, el imbecil de Hidan no cerrará el pico en toda la noche—añadió Kisame en un intento de persuadirlo—No tienes que quedarte hasta la madrugada, acompáñanos por lo menos un par de horas, no pierdes nada.
—Anda, no arreglarás nada quedándote a lamentar tu mala suerte en la soledad de tu habitación, mejor acompáñanos y en cuanto regresemos a Konoha, yo misma te ayudaré a organizar una reunión entre Hina y tú—Konan estuvo muy molesta con el Uchiha, sin embargo, Kisame le contó todo lo que habló con la familia del muchacho y como él, aseguró estar muy enamorado de la ojiperla. Konan decidió escucharlo y le ofreció su ayuda para lo que pudiera necesitar.
—No tienes idea de cómo se quejó Kakuzu del dinero que gastó al conseguir las mesas, puesto que todo está abarrotado—Nagato le dejó ese encargo al mas tacaño del grupo y disfrutó mucho escucharlo quejarse—y como es su tarjeta la que usó, todo lo que gastémoos se le cargara a él... no te quedarás sin aprovechar todo lo que consumiremos.
—¿Y crees que no se dará cuenta?—Itachi sintió curiosidad ya que Kakuzu cuidaba muy bien sus finanzas, de hecho, era asquerosamente tacaño—Ya sabes que él siempre evita pagar por todo, como lo hacemos nosotros—cuando el grupo tenía reuniones similares, la mayor parte del tiempo eran Nagato, Kisame, e Itachi, quienes pagaban por todo, aunque en algunas ocasiones también lo hacían Deidara y Sasori.
—Claro que lo sabrá... pero hasta que le llegue el cobro a principios del siguiente mes. Él cree que es mi tarjeta la que se quedó como depósito para lo que pidamos, como también en caso de daños, pero yo no les llamé para hacer el cambio y es la suya la que usaran. Después le diremos que no sabíamos nada y de ser posible, grabaré su rostro cuando lo sepa.
—Sin dudas será épico—sonrió Kisame.
—¿Que sera épico?—Kakuzu llegó acompañado de Hidan, Sasori y Deidara. Todos ya se habían cambiado de ropa y se disponían a irse caminando para comenzar la noche de fiesta.
—¿Que va ser? Obviamente la noche que tendremos—respondió Kisame sonriendo.
—Entonces muévanse pendejos, ya se está haciendo tarde y muero por traer una puta a que me atienda toda la pinche noche—Hidan se adelantó y los otros lo siguieron.
—¿Nos vamos?—Yahico llegó y los incitó a caminar. Itachi suspiró derrotado y también fue con ellos. Afortunadamente, ninguno de sus compañeros había mencionado el incidente de Hinata, de lo contrario, hubiera desquitado su frustración con ellos. Lo que él no sabía, era que tanto Nagato, como Kisame y Yahiko, les advirtieron no tocaese tema, de lo contrario, las cosas iban a salir muy mal.
...
Tal como lo dijo Nagato, el lugar estaba muy lleno. Miraron a varios empresarios que también estuvieron en la convención mientras se abrían paso para llegar a sus lugares. Pronto escucharon a Hidan maldiciendo y argumentando con uno de los encargados del antro.
—¿Que sucede?—preguntó Konan.
—Que estos hijos de puta le dieron uno de nuestros lugares a alguien mas—Konan y Nagato se adelantaron para mirar que una de las tres mesas tenía vasos dejando claro que alguien la estaba ocupando, a pesar de no tener ninguna persona en ella.
—Tranquilo señor, ahora mismo corregiremos el error—antes que Hidan lograra decir mas palabrotas, el tipo se dirigió a una mesa cercana y le dijo algo a uno de sus ocupantes. Deidara, Sasori, Kakuzu y Kisame pasaron a sentarse. Itachi también avanzó dispuesto a dejar que Hidan continuara haciendo su rabieta, sin embargo, sintió curiosidad por lo que harían los ocupantes de la otra mesa y al mirar al varón se sorprendió.
—¡Naruto!—lo llamó y pronto el Uzumaki sonrió nervioso mirando a ambos lados. Naruto sabía que él se hallaba en Suna, dado que también se encontraban en la convención, pero no creyó que habiendo tantos antros, tuvieran que coincidir precisamente en el mismo y no sólo eso, sino que la mesa donde se sentó Hinata con los otros, les pertenecía a ellos. No sabía si eso era una señal para que se encontrara con la ojiperla, o simplemente se trataba de pésima suerte—También tú Shikamaru—el Nara asintió con la cabeza mientras recogía los bolsos.
—¿Como estás Itachi? Que coincidencia—habló Naruto al percatarse de cómo Itachi comenzó atar cabos y sus orbes barrían el entorno en busca de algo, o mejor dicho, en busca de alguien.
—¿Ustedes son quienes ocupaban la mesa?—inquirió Konan.
—Si, pero Naruto no nos dijo que ya estaba separada—respondió Shikamaru, murmurando algo de ser problemático. Temari y Sakura se unieron a sus parejas al ver a quienes pertenecía la mesa
—¿Entonces nos tendremos que ir?—cuestiono Temari luego de saludar.
—Bien hecho Naruto, acabas de arruinar la noche—lo reprendió Sakura. Naruto veía en todas las direcciones y no sabía si agradecer a Lee, quien estaba siendo el centro de atención, o lamentarse por también explicarles a ellos en cuanto regresarán. Total, los dilemas no terminaban.
—No es necesario que se marchen... podemos compartir el lugar con ustedes, después de todo, nos sobran lugares—ofreció Nagato.
—¿En serio?—Naruto se emocionó—Te lo agradezco tebayo, yo pagué el doble por ella pero con la condición de dejarla cuando llegaran quienes la pidieron primero—los que lo escucharon se echaron a reír.
Pronto llegaron a un acuerdo, ya que Naruto quería pagarles de nuevo y Nagato se negó diciendo que quien pagó por ella era muy generoso. Shikamaru no lo pensó dos veces y se apresuró a sentarse en esa mesa para que Hinata ocupara la mas alejada del Uchiha, quien luego de buscar, no encontró su objetivo y se fue a sentar con Kisame.
Sakura estiró a su novio y también ocuparon el lugar donde se hallaban el Nara y Temari.
—Te salvaste Naruto y ya no tendrás que decirle a los otros lo que sucedió aquí—repuso Temari.
—El problema será cuando Hinata noté la presencia de Itachi, pues es evidente que él ya intuyó que ella está con nosotros—añadió Shikamaru.
—Es un hecho que tardé o temprano se tenían que encontrar, además ambos son muy civilizados y no harán nada imprudente—añadió Sakura.
—Eso fue increíble Lee... yo nunca había visto a alguien bailando así, ni siquiera en los concursos de baile que trasmiten por televisión—la voz de Hinata se escuchó captando la atención de sus amigos, como también la del Uchiha.
—Gracias Hina y cuando quieras te presentaré a mi mentor y él te enseñará, tal como lo hizo conmigo—Gaara sostenía la mano de Hinata para girarla entre todas las personas y lo mismo sucedía con Tenten y Lee.
—No te lo recomiendo, Gai su mentor es muy exigente y no acepta que sus alumnos se rindan—el chico de gruesas cejas miró a su mejor amiga y se encogió de hombros, pues no mentía, luego enfocó a sus compañeros en el lugar que ocuparon ellos, no obstante, Shikamaru les señaló la otra mesa restándole importancia y ellos lo ocuparon sin pensarlo mucho.
Hinata se sentó junto a Tenten quedando de espaldas a los Akatsuki, de modo que no se dio cuenta de su presencia. La nula iluminación, también contribuía para permanecer sin ser vistos, a quienes preferían no dar señales de su presencia.
—Dale un poco de tiempo, de lo contrario querrá marcharse y perderás la oportunidad de hablar con ella—sugirió Konan al ver que Itachi tenía la intención de levantarse e ir hacia ella cuando ya no resistió mirarla con otro. El azabache no aparto sus orbes de ella, especialmente en la cercanía que estaba teniendo con Gaara. Apenas miró al Nara, su corazón se aceleró, ya que el joven era parte del equipo de Ino, mismo que acompañaba a su luna. Pensaba indagar el nombre del hotel dónde se hospedaban y acto seguido, conseguía el número de la habitación de ella. Estuvo por avisar que debía hacer una llamada, cuando escuchó su melodiosa voz acercándose. Inevitablemente sonrió levantando su rostro y en cuanto enfocó la unión de la mano con la del pelirrojo, su buen humor se esfumó, dando paso a la furia.
—¡Vaya vaya!—soltó Hidan disfrazando su molestia y mirando lo mismo que veían todos sus compañeros—Te remplazaron rápido Uchiha y te mandaron a la chingada—ni los mal intencionados comentarios de Hidan lograron distraerlo. Kakuzu se puso de pie sugiriendo ir a buscar compañía femenina antes que el Uchiha se molestara y se desquitara con el bocón de su amigo.
—No le hagas caso a ese imbecil, sólo habla por ardido, porque de una cosa puedo estar seguro, hay muchas mas probabilidades de que te de otra oportunidad a ti, antes que a él—las palabras de Kisame tenían mucho de verdad, sin embargo, en ese momento sólo podía tensar la mandíbula ante la vista de Gaara atendiendo a Hinata y para empeorar las cosas, ella le agradecía sin dejar de sonreírle.
Luego de abandonar la mesa, se mantuvo en el mismo lugar durante casi dos horas sin revelar su identidad desde lo lejos de la barra, donde se quedó en el lugar mas oscuro, a pesar de que ella miró a sus amigos, incluso a Hidan, no logró verlo. Fue evidente como al encontrarse con Konan, miró en todas las direcciones para cerciorarse que no se hallaba entre los otros y obviamente tampoco les preguntó a los Akatsuki.
Pasada la medianoche la miró salir con Gaara y se apresuró a seguirlos. Camino el corto trayecto hasta la puerta del hotel, donde se despidió del pelirrojo. Espero unos momentos hasta que él se marchara y apenas lo hizo, se apresuró a entrar tras ella.
...
Hinata se fue una vez más a bailar y cuando regresaba con Lee, se encontró de frente con Nagato y Konan. Por instinto, buscó el paradero de los Akatsuki, dado que Nagato dijo que estaban cerca de ella, sin embargo, Itachi no se hallaba con el grupo. Sus orbes se encontraron con las de Hidan y rápidamente rompió el contacto visual.
Konan se sentó un rato con ella y se dedicó a contarle lo que hacían en Suna, también la felicito por el éxito de su libro.
Había tratado de distraerse, pero verlos a ellos le trajo todos los recuerdos y ya no se sentía con ganas de quedarse, así que se despidió de sus amigos diciendo que estaba cansada y debía regresar a Konoha el día siguiente. Gaara se opuso a dejarla ir sola e insistió en acompañarla.
Caminaron por la concurrida avenida que los conducía a su hotel y giró encarando a su amigo.
—Gracias por todo Gaara, fue una noche divertida—agradeció con una pequeña sonrisa.
—Ni lo digas, ya sabes que puedes contar conmigo siempre, ademas estamos cerca, quizás podamos venos mañana en el desayuno, después de todo, nos quedaremos un día mas.
—Me encantaría, pero yo si debo regresar mañana a Konoha—Gaara asintió diciendo que quizás en otra ocasión. Ambos sonrieron y él se quedó esperando que la chica entrara.
Hinata entró en el elevador luego de sacar una botella de agua de la máquina. A pesar de ser tan tarde, las personas deambulaban como si fueran las ocho de la noche, incluso el elevador estaba lleno cuando subió. Pronto la incómodo la manera poco apropiada de varios hombres al mirarla y evitó moverse para no tocar a nadie hasta que llegó al quinto piso y se apresuró a salir junto a una pareja y un perro. Camino buscando la tarjeta en su bolso y en segundos la encontró.
El pequeño foco rojo de la cerradura se volvió verde y la puerta estuvo lista para abrirse. Entró suspirando con tristeza y cuando arrojó la puerta con el pie volteó para poner el cerrojo, no obstante, lo que encontró la hizo gritar del susto.
—¡Itachi!
—Tenemos que hablar—le dijo avanzando lentamente hacia ella.
—No creó que se haya quedado algo pendiente entre nosotros—evitaba verlo a los ojos, ya que no era tan fuerte para continuar rechazándolo, ademas los consejos de Jiraya continuaron dando vueltas en su mente.
—No me iré hasta que me escuches, intenté darte un poco de tiempo, pero eso no significa que piense rendirme para conseguir que me perdones—las lágrimas de la chica finalmente cayeron y de inmediato las limpió—Estuve soportando los celos durante toda la noche mientras estabas con otro y ya no puedo mi luna. No puedo ni quiero continuar estando un día mas sin ti.
—¿Y como crees que pueda confiar en que no es una nueva apuesta?—preguntó con tristeza.
—Esto nunca debió pasar, se que me porte como un canalla al dejarme tentar por esa apuesta, pero te juro por lo mas sagrado, que todo entre nosotros se fue desarrollando sin el pesó de la competencia, incluso hablé con mi tío y le dije que me retiraba, ya no me importaba perder ante él, tampoco me importaba que se burlaran de mí, porque lo único realmente puro y bueno que tenía eras tu mi luna... la mujer de la que me enamore.
—Me lo estás diciendo sólo por haber sido expuesto, de lo contrario, no me lo dirías.
—Tienes razón, yo no pensaba decirte nada, quería olvidarlo y continuar contigo nuestro futuro sin mirar atrás—la miró sorprendida por lo que estaba aceptando, ya que Itachi pensaba hablar con la verdad, ya no ocultaría nada—Al igual que tú, yo también tengo un doloroso pasado que me impidió volver amar hasta que tú llegaste—el azabache ya no pudo soportar verla tan frágil y la envolvió entre sus brazos, acto seguido le levantó el rostro dando inicio a un necesitado beso.
La morena sucumbió y el beso fue subiendo de intensidad siendo ella la primera en querer despojar al azabache de su ropa. Itachi no perdió el tiempo y con gran avidez la condujo a la cama, una vez que también la despojó de sus prendas.
Ambos jadearon al momento de unirse y sin intercambiar palabras de amor como las intercambiaban en el pasado, se perdieron en el placer.
Aquello continuó durante gran parte de la noche. Ellos no hacían el amor, ellos se estaban saciando, dándole paso a sus necesidades. Itachi quería que lo escuchara, le pensaba contar su pasado cuando fue engañado, pero viendo la necesidad de su luna, prefirió esperar. Ella se comportó como no lo había hecho antes, no parecía querer delicadeza y pronto le dio lo que buscaba. Horas después la miró durmiendo entre sus brazos y sonrió mientras le confesaba en el oído lo mucho que la amaba. Por la mañana le explicaría todo y haría que lo perdonara. Lentamente cerró los ojos sintiéndose en paz y se durmió de inmediato.
Por la mañana suspiró sintiéndose renovado y feliz, sin embargo, al palpar el cuerpo de Hinata encontró la cama vacía. Abrió los ojos de golpe intentando enfocar con claridad y cuando logró hacerlo, se percató de su ausencia. La puerta del baño estaba abierta y el equipaje de Hinata ya no estaba. Se llevó las manos al cabello cayendo sobre las almohadas. Lo había abandonado sin decir nada... Lo dejó solo en una habitación de hotel. Una sonrisa triste se formó en sus labios, eso no se lo esperaba y realmente lo sorprendió.
Continuara.
Lamento mucho la demora, como también las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin verlas, apenas las encuentre y las iré corrigiendo.
Para quienes siguen Acorralada y La esposa del héroe, esas son las siguientes actualizaciones 😊💕
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