Capitulo 1

Los personajes, de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.



—¡Hola!—la ojiperla volteó, para encontrarse con esos ojos en tono violeta oscuro que tanto amaba—¿Acaso te escondes de todos?—preguntó acercándose a ella. Así era siempre, el la buscaba donde nadie podía verlos, según el, por seguridad de ambos, de esa forma, nadie podía iniciar chismes acerca de ellos dos. Eran muy pocas las personas que sabían acerca del romance.

—¡Hidan! Me asustaste—ella se acercó a el, con una pequeña cajita de regalo, pues era el cumpleaños del apuesto hombre y todos los compañeros de la editorial, donde ambos trabajaban, le hicieron una celebración.

Hinata, era escritora y cuando acudió a la editorial por sugerencia de una amiga, conoció a Hidan, el hombre que poco tiempo después, se convertiría en el amor de su vida. Aunque Hidan, era muy diferente a ella, la insistencia del joven finalmente dio frutos y meses mas tarde, comenzaron una relación amorosa, aunque para Hinata, era algo confusa, pues Hidan, se negaba a que todos lo supieran y ella no entendía muy bien, el porqué.

El joven se la pasaba diciendo, que todo era para mantenerlos a salvo de habladurías pero las malas lenguas, le decían que el, la estaba engañando descaradamente, con una de las compañeras laborales. Hinata se negaba a creerlo, porque se había enamorado y para ella, todo lo que su amado le decía, era la pura verdad.

Si bien es cierto, que en fechas importantes, el no estaba con ella, era por su trabajo, pues Hidan trabajaba mucho para poder en un futuro, formalizar algo con ella. Hinata por su parte también, se dedicaba a ahorrar la mayor parte del tiempo, pues también quería contribuir con los gastos que pudieran atravesar, llegando la boda y la luna de miel, incluso los últimos meses, le daba a Hidan, la mayor parte de sus ganancias, obtenidas de sus libros, las cuales eran considerablemente grandes. La idea fue de el, argumentando que se encargaría de buscar una propiedad para que ambos vivieran, cuando se casaran.

Neji, a menudo, se molestaba con ella, por ser tan confiada, esa era una de las razones, por las cuales, ellos dos se habían distanciado un poco, a pesar de sólo tenerse el uno al otro como única familia, ademas de Hana, la pequeña hija de cuatro años de Neji, la cual era la adoración de Hinata.

Neji, tuvo una novia y poco tiempo después, ella quedó embarazada. Apenas dio a luz, las cosas entre ambos, se salieron de control, hasta el punto de separarse, quedando el chico, con la custodia total de la pequeña hija. Entre ambos primos, la criaron y cuando entró en el jardín de niños, la situación entre los dos Hyugas, llegó a su punto de quiebre y todo grasias a Hidan, quien siempre se encargaba de poner a Neji en mal frente a Hinata, asegurando que era el, quien se quería beneficiar de las ganancias por sus libros.

Ahora cada uno vivía en diferentes, sitios, Neji y Hana vivían en la casa Hyuga, que pertenecía a los padres de ambos y la ojiperla vivía en una linda, pero solitaria cabaña, que le dejaron sus padre y que también, le traía la paz necesaria, para continuar escribiendo sus novelas. Con un poco de suerte, pronto, las ganancias serían suficientes, para poder formalizar su relación con el hombre que amaba.

—Grasias, pero yo aún te debo el tuyo—agradeció el chico, al recibir el regalo. La verdad era que durante toda la relación, Hidan nunca le regaló nada, argumentando que no era necesario hacerlo, puesto que, contaba con todo su amor y eso valía mas, que mil regalos costosos.

—No te preocupes—ella trató de restarle importancia, pero en el fondo, añoraba por lo menos una flor, o una tarjeta. No tenía que ser algo costoso, para hacerla feliz, simplemente le hubiera gustado el detalle.

—Hinata ¿estás aquí?—la llamo Ayame, una de las pocas personas, que podía considerar amiga.

—Debo irme, antes de que nos vea—el varón le dio un rápido beso y se escabulló sin ser visto.

—¡Aquí estas! Vamos, al parecer Hidan anunciará algo muy importante—las piernas de Hinata temblaron, ante la expectativa. Estaba segura que finalmente, su amado, iba a pedirle formalmente ser su prometida, frente a todos los compañeros de trabajo y amigos. Eso era lo que se había estado rumorando desde que comenzó la celebración, que Hidan haría un anuncio muy importante.

Todos los presentes, sostenían una copa de licor, incluyendo a la ojiluna, en el momento en que el joven platinado pidió la palabra. Días antes, le informó a la Hyuga, que haría un anuncio frente a todos, un acontecimiento, que terminaría con su soltería y ella imagino, que sucedería, lo que por tanto tiempo, había deseado.

—Grasias a todos, por acompañarme en este día—las orbes de Hinata se encontraron con las de su amado y eso logró ponerla más nerviosa—Como muchos de ustedes, saben, mi corazón fue robado, por la mujer mas bella y maravillosa de todo el mundo—dijo, mientras la Hyuga, sentía que se iba a desmayar—Es por ese motivo, que aquí frente a todos, quiero pedirle que se case conmigo y comparta su vida, con la mía—la morena, se quedó esperando, que Hidan estirará su mano hacia ella, pero en su lugar, fue hacia Shion, que estiró el brazo.

Todos comenzaron a aplaudir, en el momento, en que Shion aceptó el costoso anillo, que sostenía Hidan. Las perlas comenzaron a llenarse de lágrimas, ante la humillación. Ella nunca antes, se sintió tan estupida.

—¿Hinata estás bien?—Ayame la veía preocupada, pues ella era una de las pocas personas que sabía sobre la relación que mantenía con Hidan y también fue de las personas, que quizo advertirle, sobre el engaño... Cuando escuchó que Hidan, anunciaría algo, corrió a buscar a Hinata, para que también estuviera presente, lo que nunca imaginó, fue que hiciera semejante bajeza, frente a ella.

—D-Debo irme Ayame—la mirada de Hidan, se encontró con la perla, por unos segundos, siendo, el platinado, quien rompiera el contacto para regresar su atención, a la flamante prometida.

La morena salió de la editorial, con la intención, de jamás regresar, sin importar, que ellos eran quienes publicaban sus libros. Sin querer pensar mas, se dirigió a su hogar, para poder lamentarse por ser tan tonta.

Los días pasaron, convirtiéndose en semanas. Debía buscar otro lugar para publicar sus futuras novelas, ademas de las que ya tenían listas, sin embargo, no había vuelto a sentirse inspirada.

La humillación, fue demasiado para Hinata, tanto que se deprimió por semanas, negándose a salir de su cabaña. Los únicos que la visitaron y se negaron a dejarla sola, fueron Neji, Hana y Ayame. 

Ayame, le contó todo a Neji y este a su vez, le dio una golpiza a Hidan, de la cual, Hinata no supo. El Hyuga, le prohibió acercarse a su prima y le exigió regresar, todo el dinero que Hinata le entregó, lo cual no  sucedido, puesto que el platinado, ya se había gastado casi todo, en costosos regalos incluyendo el anillo de compromiso para Shion.

Solo por no involucrar mas a su prima fue, que no hizo mas en contra del cretino descarado y vividor.

—¡Vamos Hina!—la llamó Neji, al verla sentada frente al lago que tenía dentro de su propiedad. La ojiperla estaba con la vista perdida, sin mostrar ningún tipo de emociones—Hana quiere que tu también estes con nosotros, hoy que salga del kinder—ante la mención de la niña, Hinata reaccionó de inmediato, dado que esa niña, era su debilidad.

—Esta bien, solo dame un momento, para estar lista—el castaño asintió y suspiro aliviado, de poder sacarla de la depresión, aunque fuera por un rato.

...

Los niños salieron del kinder y Hana corrió a los brazos de Hinata. La niña, la quería mucho, porque para ella, la ojiperla era casi como su madre.

—¿Podemos ir a comer ramen?—pregunto la niña y Neji, miro a su prima, en espera de una respuesta.

—Esta bien, iremos a comer ramen, para complacer a esta señorita—le dijo a la pequeña y caminaron juntas de la mano.

Apenas entraron en el local y las perlas de los Hyugas, se dirigieron hacia la pareja, que derrochaba amor frente a todos. El corazón de Hinata se estrujo mas al ver a Hidan, besándose con Shion.

—Iremos a otro sitio—sugirió Neji, pero desde ese momento, la morena ya no dijo ninguna palabra, mas que para responder a su sobrina.

Cansada de la situación mirando en lo que se había convertido, lloró de nuevo. No lograba concentrarse, nada le salía bien, entonces escuchó, el sonido de su computadora portátil. Al parecer, alguien estaba interesada, en su ofrecimiento, el que había olvidado, debido a los acontecimientos... Tiempo atrás, puso su cabaña de renta, para lograr ahorrar mas dinero y de esa forma poder casarse. "Que tonta" se dijo a si misma, mientras ingresaba a su correo electrónico y a las notificaciones, sobre la propiedad de renta.


[...]

—Con eso queda—afirmó Ino Yamanaka, luego de evaluar uno de los comerciales sobre un perfume, que contrató a su agencia.

—Eres la mejor—la palmeó Choji, uno de sus mejores amigos, y también compañero de trabajo.

—Choji tiene razón, eres como el Rey Midas, todo lo que tocas lo conviertes en oró—añadió Shikamaru, el abogado, también socio y mejor amigo, de la exuberante chica.

—Gracias, pero se que ustedes me lo dicen, porque me quieren—en realidad, también era cierto, aunque ninguno de los dos varones podía negar, lo creativa y exitosa que en realidad, era su mejor amiga.

Ino siempre se esforzó, por conseguir sus metas, hasta lograr superarlas. Quedando huérfana, desde los quince años, tuvo que madurar rápido y darle batalla a la vida. No es que sus padres, la hubieran dejado sin nada, pero en poco menos de dos años, ella logró duplicar, la fortuna de sus padres. Sin embargo, tanta dedicación, le había pasado la cuenta a la rubia, puesto que al ser tan perfeccionista y competitiva, apenas tenía tiempo para ella misma.

Nunca salía de vacaciones, las compras las hacía en línea y cuando salía a cenar, era porque se trataba de cerrar un negocio. Sus amigos a menudo, la reprendían, dado que apenas comía comida decente, que no se tratara de puros batidos, para no perder tiempo.

La chica, contaba con apenas 21 años y se sentía de 40 según ella. Aunque no lo admitiría frente a sus amigos.

—¿Que mas hay pendiente?—cuestionó antes de marcharse a su hogar.

—Los Uchihas, quieren, que seamos nosotros quienes supervisemos los comerciales, donde promocionarán la apertura de las sucursales bancarias—informó Shikamaru.

—Esta bien, yo misma hablaré con Sasuke, para que venga aquí mañana y nos pase la información...ahora me retiro, que quiero sorprender a Sai—se despidió de sus amigos y se dispuso a levantar algo de comida, para sorprender a su novio. Últimamente, lo tenia muy abandonado, aunque así era la mayor parte del tiempo, desde que comenzaron su relación, ocho meses atrás.

Sonrió mientras conducía recordando que también a Sai, lo conoció en una reunión de negocios, donde se mostraba una exposición de pinturas muy exclusivas. Se interesó en una de ellas, la cual hasta hoy mantenía en su sala y fue así que el pintor, se presentó con ella.

Sai era algo diferente a ella, pero luego de esa exposición, ambos comenzaron a salir y al poco tiempo, ya eran formalmente una pareja. Últimamente, su novio, le pedía pasar al siguiente nivel, refiriéndose a contraer matrimonio, pero ella aún no estaba lista, ademas no tenía tiempo, para planear una boda, con la gran cantidad de labores que debía realizar en su trabajo, le sería imposible.

Entró en su lujosa mansión, sosteniendo las bolsas con la comida, del restaurante favorito de su novio. El pasaba gran parte del día en la habitación frente a la alberca, en busca de una pintura digna del hermoso paisaje, así que sin hacer ruido, se dirigió hacia el, para sorprenderlo.

Al entrar en la habitación, sus planes se fueron al diablo y la sorprendida fue ella. Su novio, el mismo que le pedía matrimonio, estaba desnudó sobre la cama, con la que se suponía era su asistente y que ademas era mayor que el.

—¿Que demonios te pasa? Yo también vivo aquí...eres un imbecil Sai—la rubia salió a toda prisa, para tomar todas las pinturas y lienzos del varón. También tomó todas las pocas pertenencias que el tenía en su hogar y lanzó todo al jardín frente a su mansión. La asistente se había ido, apenas tuvo la oportunidad, antes de enfrentarse a la furia de Ino.

Sai, por su parte, mantuvo la calma y salió tras la rubia, vistiendo solo un boxer y una camiseta.

—No lo tomes tan personal, después de todo, sabes que tu eres la única mujer a la que amo—la chica lo veía todavía incrédula del descaro que mostraba.

—Será mejor que te largues, o llamare a las autoridades—amenazó.

—¡Espera! Tu sabes que en parte esto es culpa tuya—la culpo sin dejar de sonreír, lo que logró enfurecer aún mas, a la Yamanaka.

—¿Como que mi culpa? ¿Que demonios estas diciendo?

—Se sincera, admite que no tienes tiempo para nada, ni siquiera para tener relaciones sexuales conmigo, lo único que haces es trabajar y si continúas así, te vas a volver vieja—la rubia dejo de escuchar los argumentos de Sai y su cerebro quedó con la última palabra que le dijo...vieja... vieja.

—Eres un descarado, el que yo trabajé mucho, no te da derecho a encamarte con otra mujer, ademas ¿porque con ella?—reclamo, ya que la asistente de Sai era diez años mayor que ella. Sai tenía 26 años y la asistente, tenía 31, esto era demasiado humillante para alguien como ella.

—¿De verdad quieres saber porque con ella?—cuestiono el chico y la rubia asintió—Porque ella aún con diez años mas que tu, es más divertida y en verdad, siento que estoy con una mujer y no con una muñeca sexual—la Yamanaka abrió la boca, pero Sai todavía no terminaba—Aunque te amo, no puedo negar, que eres mas fría que el hielo y para muestra, basta ver que ni siquiera estás llorando, como lo harías si perdieras un contrato laboral... tu trabajo se esta quedando con toda tu vida.

La rubia se quedó en silencio, asimilando la información dada por ese imbecil y tuvo que admitir, que tenía razón. La traiciono y no era eso lo que dolía, sino las verdades, que le escupio en la cara.

Lentamente camino hacia el—Tienes razón, soy todo lo que dices, pero tu no tienes que estar conmigo, para admirarlo—sin mas palabras, la rubia le propinó un fuerte puñetazo, logrando que el joven cayese al piso, frente a los empleados—Que esta persona no vuelva a entrar aquí...Por favor, ayuden a que salga lo antes posible—les ordeno a los empleados y entró a su hogar, sin dejar de repasar, lo que dijo el imbecil.

Permaneció parte de la noche, pensando en todo lo que había hecho con su vida. No tenía vida social, no salía a divertirse, como lo hacía la mayoría de personas de su misma edad, lo único que hacía era trabajar, sin pensar en lo sola que en realidad estaba.

No podía engañarse, no amaba a Sai, solo se mantuvo con el, para aliviar la soledad y tratar de aparentar que su vida era normal. Sin embargo, lo que le dijo, si le dolió y mucho mas de lo que podía imaginar ¿que estaba haciendo con su vida? Si continuaba igual, terminaría muriendo a temprana edad, por alguna enfermedad cardiaca, causada por tanto estrés.

Luego de pensarlo mucho, decidió mandar un mensaje para sus amigos. Los quería ver a la mañana siguiente, en la oficina. Tomó una decisión y no pensaba dar marcha atrás.

...

—Sera un placer, hacer negocios con ustedes Sasuke—la rubia estrechó la mano del Uchiha menor, luego de firmar el contrato—Los encargados de llevar a cabo todo, serán Choji, Shikamaru y por supuesto, mi mentor, Asuma Sarutobi—informó dejando al Uchiha, desconcertado.

—Me parece muy bien, confío en ti, pero como tu amigo, quiero saber ¿donde estarás tu?—inquirió sabiendo que ella jamás se había retirado, de la agencia.

—Es una larga historia ¿que te parece si cenamos esta noche?—el azabache, acepto de inmediato, todavía incrédulo, de la actitud de Ino. Ella nunca salía con nadie, a menos, que se tratara de cerrar un negocio.

—Entonces me retiro y pasaré por ti, a las ocho en punto—el Uchiha salió, dejando a la chica, con sus amigos. Sin dejar de pensar, en que fue lo que ocasionó un cambio tan radical en la vida de la joven. El la conocía de años atrás, como también conocía a su novio, a Sai, de hecho, el joven era cliente de los bancos Uchiha y al parecer ya no estaba con Ino. Lo supuso, por la fotografía de ambos que la chica, mantenía en su oficina y ahora estaba en el cesto de basura. Nadie decía nada, por lo que las dudas sólo iban en aumento—quizás Itachi sabe algo—se dijo, cuando subió a su auto. Su hermano mayor, era el que mas contacto tenía con Sai y en ocasiones, salían a beber juntos.

...

—Confió plenamente en ustedes y por ese motivo, les dejare el manejo de la agencia, por tiempo indefinido—las bocas de los tres varones, se abrieron.

—¿Te sientes bien? ¿Acaso tienes fiebre?—Shikamaru le tocó el rostro, para saber, si ella estaba bien, puesto que el comportamiento, que mostraba, no era normal. En otra ocasión, Ino, jamas hubiera dejado de lado, un negocio con los Uchihas, ya que eran una de las familias, más acomodadas y poderosas de la cuidad. Esta era la primera vez, que requerían de sus servicios y la rubia dejaba todo de lado.

—Estoy mejor que nunca... y desde mañana, me ire de vacaciones—la joven, les contó todo lo que sucedió con Sai y aunque los tres querían romperle la cara, debían agradecerle por hacer, que Ino abriera los ojos y tomara tiempo para ella.

...

Luego de cenar con Sasuke, regresó a su hogar y prendió su computadora, para buscar un buen lugar, donde vacacionar. Nunca antes lo había hecho, así que no sabía como empezar.

Hizo una nota mental, de lo que buscaba...Tranquilidad, paz, belleza natural y por último, soledad para encontrarse a si misma.

—Ven aquí—llamó a su gato llamado Jutsu, para que subiera a sus piernas, mientras buscaba el lugar correcto. Estuvo al rededor de veinte minutos, cuando las fotografías de un hermoso lugar situado en Yukigakure, aparecieron en la pantalla. La propiedad era una cabaña, alejada de todos y con vista a las montañas nevadas. En las fotografías, mostraba todo por adentro y lo que más llamó su atención, fue verla por fuera. El lugar contaba con un lago, en el patio trasero, donde se podía apreciar el hermoso atardecer, reflejado en los trozos de hielo que permanecieron en el agua—¡Bingo!—le dijo Jutsu y mandó un correo, para ponerse en contacto con los dueños.

Mi nombre es Ino Yamanaka y estoy interesada en rentar su propiedad, por tiempo indefinido ¿todavía esta disponible?—pregunto entusiasmada.

Mucho gusto Yamanaka-san... mi nombre es Hinata Hyuga y soy la persona que puso la cabaña de renta—respondió, apenas recibió el mensaje—Lamentablemente, mi cabaña, no esta en renta, sino en intercambio, lamento mucho los malos entendidos—la Hyuga, se jugó su última carta, para tratar de desanimar a la persona interesada, pues, ya no tenía necesidad de rentar su propiedad.

—¿Que significa en intercambio?—ella no pensaba desistir.

Que usted tendrá que vivir en ella sin pagar nada a cambio, pero yo ocuparía su propiedad, en donde usted resida—estaba a punto de cerrar la computadora, cuando la otra chica, respondió.

Me parece perfecto—aseguró Ino—¿Podemos arreglarlo, para hacer todo mañana mismo?—la ojiperla, se sorprendió con la aceptación de Ino.

—¿Donde tiene su domicilio?—preguntó antes de continuar.

Claro, disculpe mi descuido, vivo en Konoha ¿ha estado aquí anteriormente?—pregunto Ino.

No, pero es el lugar, donde nacieron mis padres—la Hyuga, se sorprendió por la coincidencia y no pudo evitar sonreír—Sera un verdadero gusto, viajar a ese lugar.

—Lo mismo digo...Por cierto, debo avisar, que mi gato viajará conmigo ¿lo puedo tener dentro de la cabaña?

—Por supuesto que si—las dos chicas pasaron a dar, las direcciones incluyendo información personal, sobre sus vecinos, hábitos mascotas y vicios.

No tengo parientes, no uso drogas ilegales, tengo 21 años y soy soltera—aclaro la Yamanaka—Además, estoy prácticamente huyendo de Konoha, debido a una decepción amorosa y me caerá bien el cambio de ambiente.—la Hyuga casi grito ante la similitud entre ambas.

Tengo un primo y una sobrina...ellos no serán problema para usted, porque viven algo alejados de aquí...tengo 20 años, tampoco uso drogas y también estoy huyendo de mi fracasada vida amorosa. Creo que este cambio, ayudará a que el dolor pase y sea más llevadero—confesó y a diferencia de ella, Ino si grito, por las coincidencias.

Luego de un rato mas, mostrando fotografías de los lugares, ambas quedaron complacidas. Ino se ofreció a comprar los boletos de avión, puesto que se sintió muy identificada con la otra chica.

Hinata por su parte, también sintió mucha empatía por Ino y ni siquiera fue algo planeado. Ese mismo día, se dedicó a comprar todo lo necesario, para que Ino, no tuviera problemas, incluso compro comida para gato. Luego se dispuso a preparar su equipaje. No tuvo el valor, para despedirse de Neji, en su lugar, le envió una carta, que le llegaría al día siguiente de su partida, para que también, le avisara a Ayame.

...

Al día siguiente, ambas chicas en lugares diferentes, se hallaban esperando por su vuelo en los aeropuertos correspondientes.

Yukigakure, era el destino de Ino, mientras que Konoha, era el de Hinata.

Cada una de ellas llegó a su destino y la sorpresa, fue mutua por así decirlo, ya que para Ino, fue increíble mirar todo el paisaje nevado, incluyendo las hermosas montañas también nevadas. Con el equipaje dentro del taxi y Jutsu, en una elaborada jaula, respiró profundo, deseando encontrar en ese lugar, lo que no pudo encontrar en Konoha, por tomar malas decisiones—Aquí estaremos en paz Jutsu—le dijo a su gato, mientras veía el camino hacia la cabaña.

—Este es el lugar señorita—el taxista, le ayudó a bajar, la exagerada cantidad de equipaje y lo coloco en el porche de la cabaña.

La rubia entró, acompañada de Jutsu y se quedó encantada, con el acogedor lugar. Encontró una nota con las instrucciones, de como prender la chimenea en caso de necesitarlo, o si lo deseaba.

...

Hinata por otro lado, llegó toda abrigada, puesto que no se tomo el tiempo de pensar, el el diferente estado del clima. Aunque también en Konoha nevaba, en ese momento hacía calor.

—Fíjate por donde caminas esquimal—la ojiperla se sonrojó, cuando accidentalmente chocó con otra chica.

—Lo siento— en seguida se disculpó por su torpeza. Levantó el rostro, para encontrarse con la chica y dos hombres. La elegante mujer, la veía con despreció y lo único que hizo fue desviar la mirada.

—Deberías regresar al polo norte—soltó de nuevo con burla.

—Ya basta Izumi—una voz fuerte hizo que la mujer, se silenciara por un momento.

—Tienes razón Itachi, para que perder el tiempo, con esa tonta esquimal...vamos Kisame, ven con nosotros—los tres se marcharon, dejando a la ojiperla, con un sabor amargo en la boca.

...

Olvidando el mal rato, se dispuso a observar todos los alrededores sonriendo fascinada, con el paisaje, donde predominaba el color verde, con los hermosos pétalos de sakura, los cuales eran rosados.

—Este lugar es precioso—se dijo para si misma, dado que no podía dejar de admirar todo. Ahora entendía a sus padres, cuando hablaban de Konoha, diciendo que era mágico.

Subió a un taxi, ya con todo el equipaje dentro.

—¿A donde la llevó?—pregunto el taxista y ella le entregó una hoja donde anotó todos los datos.

Ella y la rubia, quedaron de hablar, cada vez que necesitarán algo, usando vídeo llamada. Llegó al lugar indicado y su sorpresa simplemente, aumentó. El domicilio de Ino, era una enorme mansión, en una de las zonas más ostentosas de la cuidad.

Los empleados, que ya sabían acerca del intercambio, se acercaron para ayudar a la ojiperla, con el equipaje, ella en cierta forma, se sintió culpable, con Ino, pues ella no contaba con empleados a su servicio y su cabaña, era demasiado pequeña, comparada con la gigantesca, propiedad de la chica.

Los empleados, se presentaron con ella y todos fueron muy amables. Le mostraron toda la propiedad y también se ofrecieron a acompañarla para conocer la cuidad, cuando ella lo quisiera.

Entró en una de las habitaciones, de invitados, para no alterar la privacidad de Ino y se dispuso a darse un baño.

Todavía con el corazón roto, por la decepción que sufrió, supo que podía llegar a superarlo, con distancia de por medio, le sería mas fácil.

Continuara.

Este es el primer capítulo y debo decir, que fue inspirado en la movie Holiday vacations, aunque solo es la inspiración, porque no es igual y solo es el primer capítulo, porque lo demás, es totalmente diferente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top