Cuando todo cambio
En la vida hay muy pocas cosas que son seguras, y la muerte es una de ellas. Siempre he vivido una vida normal, con altas y bajas como cualquier ser humano. Mi nombre es Alex, y esta es mi historia, de como en la búsqueda de una respuesta, llegue a descubrir secretos que fueron destruyendo toda mi realidad. Todo comienza por dónde todo terminó, irónicamente "mi familia" véase entre comillas ya que nada era lo que pensaba.
Mi madre una abogada reconocida, con su propia firma, trabajaba para uno de los bufet más importantes del país y con una oficina hermosa en el edificio más alto e imponente de la cuidad.
Mi padre un ingeniero civil, presidente de una compañía familiar la cual era reconocida por toda la cuidad, fundada por mi abuelo quien se la heredó a sus hijos gemelos, pero fue mi padre (el mayor) quien llevaba las riendas y tomaba las decisiones más importantes.
Se podría decir que vivíamos bien, mis padres Laura y Robert, tuvieron 3 hijos Adrián, Ana y yo. Yo soy el menor de ellos, los otros dos son mellizos. Mis padres tuvieron a mis hermanos a solo un año luego de que se conocieron, yo por otro lado nací 7 años después. Mis hermanos se graduaron ya hace un tiempo, Adrián de Abogado como mamá y Ana de Ingeniero como papá. Y pues como era de esperarse cada uno de ellos trabaja en las áreas de nuestros padres.
Desde que nací todo era demasiado fácil, no necesitaba esforzarme demasiado para conseguir las cosas y no contaba muchas veces con la presencia de mis padres para corregirme. Por lo que llevaba una vida desordenada. Era muy popular en el colegio, obviamente ya que tenía dinero y casi siempre estaba solo en casa por lo que las fiestas y el derroche era cosa de rutina.
Pero a pesar de todas las personas que rodeaban mi vida, solo unas pocas eran importantes para mi, mis dos amigos (David y Paul) y mi novia(Victoria), gracias a ellos nunca me he sentido solo. Pues mi familia no es para nada unida, mis padres como ya mencioné, poco los veía y mis hermanos son 7 años mayor que yo y como siempre han tenido el chip de superioridad pocas veces hemos compartido los tres, además su forma de ver la vida es muy distinta a la mía.
Y esa era mi vida, nada especial como yo lo veía, nada importante ocurría, aunque muchos querían vivir a mi manera yo solo quería encontrarle un sentido a todo, hacer algo conmigo y que se notará que sin seguir los parámetros de mi familia yo podría ser igualmente importante. Pero durante veinte años nada paso.
Una noche todo comenzó a cambiar, estaba con mis amigos, en el bar de siempre, dónde nuestros padres se conocieron, era un lugar importante para nuestras familias, muchos sucesos y eventos habíamos vivido en ese lugar.
-¿Que vas hacer entonces? -Me preguntaba David, con respecto a mi decisión de cuál carrera universitaria tomar.
-La verdad no sé. -Respondí de la manera más desinteresada posible, mientras tomaba una fría cerveza. -Digo no es que quiera ser abogado o ingeniero. Nada me interesa en estos momentos en realidad.
-¿No deberías tomarte más en serio lo de demostrarle a toda tu familia lo que vales? -Enfatizó David con su ya recurrente tono de voz regañadora.
-Lo he pensando bastante y realmente quiero algo diferente, en todo sentido. Entrar en una universidad sería seguramente seguir en lo mismo y estoy muy convencido de que no estarás a mi lado está vez para salvarme jeje...
-Hermano sabes que conmigo si puedes contar -Interrumpo Paul. -No te dejes convencer por este idiota, el solo quiere que sigas los mismo parámetros de tu familia.
Cabe nota que, aunque eran mis mejores y únicos amigos, ambos no se agradaban en lo absoluto. Tanto David como Paul tenían visón diferentes sobre la vida, pero los sentía como mis amigos porque sus grandes diferencias contrastaban perfectamente con mi forma de pensar.
-Tu eres simplemente un vago Paul, nunca te has tomado en serio tus responsabilidades. -David siempre señalaba a Paul de un vago que buscaba mi amistad solo por mi dinero. -Por tu culpa Alex ya lleva casi 4 años sin hacer absolutamente nada con su vida, simplemente vagar sin rumbo igual que tú.
Así comenzaba una discusión más entre esos dos, en algunas veces tenía que intervenir para evitar los golpes y otras simplemente me reía de lo que llegara a suceder, en el fondo quería que ambos se entendieran, porque para mí eran mis hermanos, los que la vida me había regalado.
-Ha Vuelto a ocurrir. -Susurré.
-¿Que has dicho? -Preguntaron ambos al mismo tiempo.
-Nuevamente he tenido ese sueño dónde veo a mi padre morir... Pero esta vez hay algo diferente, alguien me habló. Un señor que nunca he visto en mi vida... Un tipo tan alto como un árbol, con una barba que cubria casi todo su rostro, el cual se notaba deteriorado y con muchos años ya vividos...
-"Todo en esta vida tiene un porque, una razón de ser, así que no intentes cambiar las cosas."
-Esas fueron sus palabras y le he dado muchas vueltas quisiera saber que significa todo eso. -Continue mientras David y Paul me miraban atentamente.
No era la primera vez que soñaba con eso, hace un par de semanas que este sueño llegó a irrumpir mis tranquilas y serenas noches. Cada vez se hacían más y más recurrentes, al punto que cada noche era seguro que soñara con eso. No entendía porque pero sentía que no era una simple pesadilla.
Cuando comencé a soñar lo mismo todas las noche les comenté a David y Paul, como era de esperar ambos me dieron explicaciones diferentes. Para David era un sueño y nada más, ya que es una persona muy escéptica, todo lo contrario a Paul, el pensaba que esos sueños eran visiones, las cuales querían decirme que mi padre estaba en peligro.
-¡Presta atención, todo lo que te he dicho con respecto a esos sueños es verdad! -Exclamó Paul -¿como puedes encontrarle una explicación normal a eso? ¿Cómo vamos a decir que es una simple pesadilla? -Cuestionaba.
-No podemos sacar una conclusión a la ligera Paul. El emocionalismo puede llevarnos hacer cosas sin sentido. -Refutaba David.
-Te Digo Alex, vayamos dónde la mujer que te dije, puede ayudarte. Puede explicar el porque de tus sueños y que debes hacer. -Paul me había comentado ma idea de ir donde una supuesta 'bruja', conocida de el.
-No se, a veces pienso lo mismo qué David, no quisiera hacer algo innecesario. Tampoco quiero darle importancia a algo que quizás no sea nada relevante. -Comenté.
-Solo tu sigues creyendo en historias de brujas y magos Paul. -Dijo en un tono burlón David.
-¿Que pierdes hermano? -Me pregunta Paul. -No perdamos tiempo, está misma noche podemos ir.
-No seas insistente Paul, sería un dinero perdido, además ya es muy tarde. -Insistía David mientas nos mostraba su celular para que viéramos la hora.
12:30 A.M, sentía la necesidad de buscar una respuesta, ya no quería seguir con esa intriga que, junto con ese sueño, no me deja dormir. Por lo que accedí hacerlo.
-Es verdad, nada pierdo con eso, igual no es que crea en esas cosas, pero será divertido. -dije.
-Sigo pensando lo mismo, no hay necesidad de hacer tal estupidez, es una total perderá de tiempo. -Resaltó David al mismo tiempo que se levantaba de la mesa para retirarse.
Paul lo observó con detenimiento, y con una risa sarcástica le dijo:
-Es obvio, eres un cobarde; un tipo incapaz de arriesgarse. Temes profundamente salir de tu zona de confort, y pensar que puedes perder tus comodidades y lujos...
David solo seguia caminando lentamente como si no le importara lo que decía Paul.
-¡¡COBARDE IGUAL QUE TU MISERABLE PADRE!! -Gritó con mucha fuerza Paul a la vez que golpeaba la mesa con la mano.
En ese momento David se detiene, respiró profundamente, tratando de contenerse, empuñó sus manos y se regresó violentamente, agarró a Paul por el cuello de su chemise, por segundos solo lo observó, hasta que lo tiró de golpe nuevamente a su silla. Relajó su cuerpo y su mirada cambió de rabia a una mirada de desprecio total mientras le dijo:
-Por eso tú y yo jamás seremos amigos como nuestros padres lo fueron... Yo si pienso, yo no me dejo manipular como mi padre y no voy arriesgar mi vida solo por tratar de encajar.
-¡Ya es suficiente chicos! -Me levanté para evitar una pelea. -David sabes que pienso igual que tú, quiero que sea un simple sueño y nada más, pero necesito hacer esto, de verdad lo necesito.
-Haz lo que te plazca amigo, lo que necesites. Pero recuerda que yo no podré estar siempre allí para salvar tu pellejo y limpiar la mierda de este idiota. -Me dijo David con una mirada de decepción y se retiro del lugar.
Luego de eso Paul y yo nos fuimos a su casa, me dijo que necesitaba buscar algo primero y luego ir donde la mujer. También me dijo que para llegar a ese lugar necesitamos estar limpios, sin prendas caras y evitar en lo posible que alguien nos reconociera. Me preguntaba porque cuidarnos tanto de nuestra identidad si era ya media noche, lo más seguro era que no hubiera tanta gente en las calles.
Nos fuimos al sitio, quedaba considerablemente lejos de la ciudad, llegamos a un lugar donde ya el auto no podía llevarnos.
-A partir de aquí necesito que no te distraigas con nada, que no te dejes llevar por lo que veas y que te mantengas sereno. Advirtió Paul, jamás lo había visto tan serio, se notaba a la vez un poco nervioso.
Caminamos aproximadamente treinta minutos, luego de eso podía distinguir unas luces, ya habíamos llegado, me sorprendo que luego de un extenso bosque y nada de carretera hubiera un lugar así, era una zona pequeña, pero lo que más me sorprendió es que a esa hora de la madrugada 2:30 A.M. El lugar estaba lleno nosotros llevamos gorra y capucha, parecíamos unos delincuentes, pensé que la gente notaría eso e iban a pensar mal de nosotros, para mí sorpresa, nada de eso paso. Todo el mundo estaba en sus asuntos, era claramente un lugar de mala vida, prostitutas, drogadictos y demás aberraciones sociales que escasamente se verían en la cuidad.
Pero aún faltaba mucho por ver; todo lo que había visto era de esperarse de un lugar así, mis sorpresas comenzaron cuando a medida que avanzamos podía reconocer algunos rostros, chicos y chicas de mi colegio que se habían reportados como desaparecidos, otros de los cuales se decía se habían ido al extranjero. Personas importantes de la región, vi algunos conocidos de la familia, la verdad mi sorpresa era enorme, en un momento entendí porque Paul no quería que nos reconocieran. Después de pasar por el lugar más concurrido de la zona, empezamos a caminar por un sitio escalofriante, se sentía el aire más pesado, la luz era escasa, y en el ambiente se podía oler claramente un aroma a humo de tabaco, o cualquier otro tipo de droga. Nuestro recorrido termino en una casa pequeña, la más pequeña del lugar, nada especial, me refiero no era un lugar aterrador y en ruinas, era una casa normal, por lo menos por fuera.
Al entrar pude notar que si estábamos en la casa de una supuesta bruja, era un lugar sombrío, lleno completamente de humo y artefactos que nunca había visto, simbologías satánicas y un altar con figuras poco agradables a la vista, imágenes de vírgenes y crucifijos, todo en mal estado. Había otro lugar donde supuse hacían sacrificios. Todo me llenaba de terror, jamás había entrado a un lugar así y comenzaba a preocuparme y cuestionarme que podría ocurrir ahora.
-Espera un momento aquí. -dijo Paul. -voy a hablar con ella estoy convencido que te ayudará.
Me quedé en la que se suponía era la sala. El se fue a una habitación, por unos escasos 40 segundos no se escuchó nada hasta que de pronto un grito aterrador invadió el lugar.
-¡¿Queee?!
No hay dudas de que eso me asustó, el golpe y lo repentino de ese grito que abarco todo el lugar me impacto. Seguido de eso hubo otro silencio momentáneo. No me atrevía a sentarme, pensé que había cometido un error el haber ido a ese lugar. Luego de par de minutos escuché que se abrió la puerta de la habitación donde había entrado Paul. Salió y detrás de el una anciana lo acompañaba; una mujer que parecía ya había vivido un siglo, su cabello era de un tono blanco grisáceo, el cual le llegaba a los muslo, quizás por lo largo o por qué ya estaba encorvada, su rostro reflejaba que los años no le habían pasando en vano, una nariz enorme y los ojos hondos rodeados de unas grandes ojeras, arrugas, rasguños y cicatrices eran abundantes también. Se podían ver perfectamente todo los huesos de su cuerpo los cuales era cubiertos por una leve capa de piel. Supe en seguida que está era la famosa bruja de la cual me había comentado Paul, trate de disimular la impresión de ver el deteriorado aspecto de la anciana.
Mi amigo había salido con cara de decepción y obviamente yo no entendía que estaba pasando y mucho menos que iba a pasar ahora que la mujer había salido, no quería seguir en ese lugar, me sentía incómodo y más confuso de lo que ya estaba.
-No pienso ayudarte Paul. -Comento la anciana, mientras me observaba de manera despectiva. -Se supone que el no debería conocer este lugar.
-Pense en ti porque eres la única persona de confianza que tengo en este lugar. -Dijo Paul.
-No seas idiota, sabes claramente que no cometeré el error de meterme con este chico. Hay cosas que no se pueden cambiar y el destino de alguien como el es una de esas cosas. -Le replicó la anciana a Paul sin quitarme la vista de encima.
-Solo te diré una cosa joven, presta mucha atención a esos sueños. Y sobre todo recuerda que «Todo en esta vida tiene un porque, una razón de ser, así que no intentes cambiar las cosas.» Y no, Paul no me ha comentado absolutamente nada. Pon en práctica eso, ya que al estar vivo es ganancia para ti, aunque de alguna manera Él te está castigando.
¿Que demonios? Me pregunte, pues la anciana me había dado la misma advertencia que aquel tipo me dio en el sueño. Mi asombro fue mayor al saber que Paul no le había comentado nada. ¿A qué se refería con eso que me dijo al final?, ¿Quien es Él y porque me está castigando?. Allí donde fui a buscar respuestas termine teniendo más dudas. Jamás en mi vida había visto a esa mujer y a pesar de eso, se notaba que ella ya me conocía y por una extraña razón que desconocía, odiaba que yo estuviera en su presencia. La anciana le insisto a Paul marcharamos del lugar y que jamás volviera a ir conmigo. Mientras nos íbamos, eche la mirada hacia atrás y la anciana estaba llorando y seguía mirándome, nada fue lo que yo esperaba y nada logre resolver.
Al llegar a casa Paul no me dijo ni una sola palabra, por unos minutos ambos estuvimos callados, cada uno en sus pensamientos, yo en mi confusión por todo lo que había visto, por todo lo que la anciana me dijo, y Paul, no se la verdad en que estaba pensando, en ese punto ya no sabía absolutamente nada.
-Necesito que me expliques ¿Que acaba de pasar?, ¿Que era ese lugar? y sobre todo ¿Quien era esa mujer? -Pregunté.
Paul se mantuvo en silencio ante mis inquietudes, por lo que volví a preguntar, esta vez un poco más molesto.
-¡Haber Paul! Salimos a buscar respuestas, según tu esa anciana me ayudaría, no entiendo, dónde fuimos y porque al parecer ella no le agradaba que yo estuviera allí. Lo que me deja aún más dudas, ¿Hay algo que tú sabes sobre mi?, Porque ella fue clara cuando dijo que tú sabías algo.
Pero mis preguntas no fueron respondidas, Paul se mantenía en silencio, así que enojado lo tome por el cuello y le volví a preguntar, pero a pesar de mi insistencia no recibí ninguna de respuesta.
-Perdón amigo-, susurro Paul-. He comido un error al llévate a ese lugar... la verdad es que lo que debes hacer es... Prestar atención a lo que dijo la anciana...
-No entiendo Paul, tu estabas muy interesado en ir, estabas seguro que ella tenía las respuestas a todo, ¿Que demonios te dijo la anciana para que estuvieras así? ¿De que hablaron? -pregunté molesto.
Lo único que recibí de Paul fue un silencio total, ni una sola palabra, ni la más mínima intención de hablar, solo mantenía una mirada perdida, Había estado así desde que salió de la habitación con la anciana. Por más que insistí no recibí respuesta, ni otra reacción que no fuera la misma que había mantenido desde entonces. Molesto y con miles de preguntas me marche se su casa. Al llegar a mi casa no dejaba de pensar en lo ocurrido, la cabeza me iba a reventar no podía dormir, lo intente para ver si un nuevo sueño me daba alguna respuesta, al cerrar los ojos solo tenía la misma imagen, el rostro de esa anciana y la mirada perdida de Paul. Sin darme cuenta amaneció, nada había cambiado yo necesitaba alguna respuesta.
Había pasado todo el día pensado, con las misma imágenes en mi mente y con aquella frase que retumbaba una y otra vez "Todo en esta vida tiene un porque, una razón de ser, así que no intentes cambiar las cosas." A eso del medio día recibí una llamas de Victoria. Había estado conmigo desde siempre que yo recuerde, al igual que David. Siempre estaba corrigiendome, yo podía dudar de cualquier cosa en esta vida, menos de su amor. Ella fue la primera persona en saber de mis sueños y le preocupaba que por mi forma de ser me tomara muy a pecho el buscarle una respuesta a eso, pues pensaba que eso sería la causa de mi perdición.
-Hola amor, ¿como estas?. ¡Has podido tomarte un tiempo en todo lo que va de día para escribir o llamarme! Supe que saliste con Paul no se para donde, ya hemos hablado de eso y lo mejor será que dejes eso así-. Se notaba molesta, nunca le había gustado que le ocultar cosas o no le contará que iba hacer.
-David siempre hablando de más-, le respondí-. Disculpa por no contarte nada y no haberme comunicado contigo antes, tenemos que hablar, lo que pasó realmente me va a volver loco. Nos vemos en la heladería.
Terminamos de hablar, me aliste para salir, tenía que hablar con alguien y no había mejor persona que Victoria. Estando en el auto listo para salir me llegó un mensaje de Paul. Me asombre porque había intentado llamarlo y me salía fuera de servicio.
[No le cuentes a nadie lo que pasó, ni lo que viste, mucho menos a Victoria. Será mejor que mantengas a los demás al margen, sino quieres que se vean involucrados y esto pueda afectarlos]
No podía creer que luego de un misterioso silencio, Paul me había escrito para advertirme de la manera más confusa. ¿Porque y de que forma iba afectar a los demás saber lo que había pasado?Seguidamente intente llamarle, pero nunca contesto, insistí varias veces hasta que su número me arrojaba fuera de servicio. Sin ninguna respuesta, decidí hacer caso omiso a sus palabras y me dirigí con Victoria como habíamos quedado, además le escribí a David para que también estuviera al tanto de lo ocurrido. Pero sin saber las advertencias comenzaron a pasar factura.
De camino a la heladería, lo peor estaba por comenzar, mi celular comenzó a sonar, sorpresivamente para mí era mi hermana. Se suponía que ella estaría de viaje con papá así que no esperaba su llamada, además rara ver eso ocurría. Al momento que me inclino para agarrar el celular, el cual había dejado en el asiento del copiloto, sentí como violentamente un golpe apareció de la nada, todo ocurrió tan rápido, pero podía sentir como el tiempo se detenía. El golpe de aquel otro auto y dar vueltas para terminar estrellado en un póster electrónico, fue como capturas de segundos. Había quedado atrapado pues del impacto mis piernas quedaron aplastadas con el auto, así que no podía moverme, el aún empezó a incendiarse así que no podía esperar más que mi muerte. En ese momento pensé que mi sueño solo era una advertencia de mi propio final y no el de papá como lo había pensado. Lentamente mis visión se desvanecía, sentía como mi respiración se cortaba y así todo se quedó en total oscuridad.
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