Guía para tener una novia por contrato [1/3]
Este es el especial por llegar a 300k en lecturas, sé que querían un maratón, pero esta idea me pareció mucho mejor y adecuada, pues ahorita no puedo escribir un maratón como se debe.
Como ven en el título, serán 3 partes al ser 300 mil lecturas, de verdad que ni en mis sueños más locos me imaginé llegar a estos números, solo quiero que sepan que me encanta y las amo.
Esperemos llegar a las 400mil, pero por lo mientras, disfrutemos este momento y celebremos.
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Y para entrar en contexto, todo esto sucedió desde que se conocieron hasta antes de Mallorca
Lucía había estado en el mundo del marketing desde hace mucho tiempo, en cuanto se graduó entró a un despacho independiente donde conoció a la persona que le cambiaría la vida para siempre.
Ella comenzó a trabajar pensando que solamente se dedicaría al marketing de forma casual, llevar las redes de un negocio o de alguna persona famosa, pero su mentora, la señora Loughty, le demostró que estaba equivocada, y que había un mundo detrás de bambalinas al que ella acababa de obtener acceso.
Esa mujer llevaba el despacho con puño de hierro, le gustaba el orden y sabía siempre lo que quería, ¿y lo mejor de todo? lo obtenía.
Lucía aprendió en ese lugar a resolver problemas de gente del medio, no importaba si fueran actores, músicos, cantantes o hasta políticos. Si tenías una vida mediática y te veías enfrascado en un problema, la jefa de Lucía sabía como resolverlos sin que salieran a la luz o en caso de que ya hubiera salido, sabía arreglarlos con precisión.
Una vez que había aprendido todo lo que podía, se despidió y comenzó a conseguir clientes por su cuenta, para sus 25 años ya era conocida por todo Nueva York como la mujer que resolvía tus problemas.
Y cuando Hugo la llamó para solucionar el problema de drogas de Victoria supo que era la oportunidad perfecta para arrebatarle a la niña de sus manos estúpidas. Luego, todo salió como ella lo esperaba, aunque la verdadera sorpresa fue Victoria Ellis.
Desde que comenzó a trabajar con ella había sido un desastre, la niña además de ser adicta a ciertas sustancias llevaba un estilo de vida que nadie de 17 años debería de haber llevado. Lucía había salvado de demasiados escándalos a Victoria a través de los años sin saber que el peor sería Rogelio Castillo.
Y cuando creía que todo su esfuerzo para mantener la carrera de Victoria a flote se arruinaba y comenzaba a hundirse, Caco llegó a su vida como un salvavidas listo cuando ella estaba por ahogarse, Carlos era perfecto para Victoria. Era un joven atractivo de buena familia y que la gente quería, claro, él también traía arrastrando su basura, pero Lucía sabía que a Carlos lo perdonarían fácilmente. La castaña estaba feliz por haberlos encontrado.
Carlos Sainz iba a salvar la vida de Victoria Ellis.
O eso era lo que Lucía había pensado al inicio, después de todo, Victoria ya había tenido una relación por contrato y todo había salido de maravilla, pero en cuando juntaron al piloto y a la cantante chispas salieron por todos lados.
Focos de alarma se encendieron en la cabeza de Lucía, lo que sea que estuvieran teniendo, no podía suceder.
Pero por otro lado, los dos obedecían y se comportaban a la altura de la relación, sabía que tras bambalinas los dos habían tenido sus sube y bajas, pero frente a las cámaras siempre se habían comportado perfectamente.
O al menos eso es lo que ella se decía, porque lo que los dos subían en sus redes estaba a punto de matar a la castaña.
Carlos y Victoria no se tomaban en serio sus publicaciones y siempre hacían chistes y claro, si fueran una pareja normal podrían hacerlo, pero la gente no los toleraba.
A Victoria no la aceptaban como novia de Carlos por todo lo sucedido con Rogelio y cada que ambos subía algo, había opiniones mixtas y eso era lo que Lucía no quería. Lucía necesitaba que se comportaran y que los fans de Carlos comenzaran a aceptarla.
Y por más que les repetía que tenían que comportarse, ninguno de los dos parecía entender.
Es más, parecía que las dos estrellitas tenían una competencia para ver quien la hacía enojar más.
—Dime por favor que no acabas de llamar "tu princesa" a Carlos —Lucía preguntaba sabiendo la respuesta.
Victoria solo sonrió satisfecha.
—¿No se supone que querías que subiera algo que dijera que estaba con Carlos? Bueno, ahí está.
—¡No así! —La agente estaba tomando su puente de la nariz mientras negaba con los ojos cerrados.
—A ver, tú dijiste que subiera algo que les dijera a los fans que Carlos y yo estábamos en el mismo lugar sin mencionar su nombre, bueno, "mi princesa" no es su nombre.
Lucía respiró profundamente, no tenía caso que borrara la historia en ese momento porque sabía que los fans ya le habrían tomado captura, lo mejor sería esperar a ver como tomaban la "bromita" de Vic los fans.
—Ya llegó la princesa más guapa del reino —Carlos llegó gritando a donde las chicas se encontraban y Lucía quiso ahorcarlos ahí en ese mismo lugar.
Victoria tuvo que tratar de no reírse, pero le fue imposible.
—Está enojada —Victoria soltó al ver como Carlos fruncía el ceño.
—Ustedes dos son mi karma, juro que algo debo de estar pagando para tener que manejar a los dos —Lucía admitiría cansada sin poder verlos a la cara.
Carlos y Victoria se voltearon a ver y en cuanto sus ojos se encontraron las dos estrellitas tuvieron que aguantarse la risa. Lo lograron por algunos segundo antes de llenar el cuarto con ellas.
—Venga, chicos. Compórtense con Lucía —Caco los miraba mal pero Caco no era una figura de autoridad para ellos.
Al menos Carlos se comportaba un poco mejor y subía historias casuales que les decía a todos que Victoria y él estaban juntos, claro que a Victoria no le gustaba que le sacaran fotos desprevenida.
—¡¿Qué te pasa?! —Victoria le dio un manotazo en el brazo al madrileño mientras veía su celular.
—¿Qué? ¿Qué hice? —Carlos reaccionó antes el golpe de la cantante.
—¿A qué hora me tomaste esa foto?
Carlos sonrió divertido una vez que supo la razón del descontento de Victoria.
—Solo fue una foto rápida que tomé antes de subirme —El madrileño explicó con calma, pero sabía lo mucho que Victoria odiaba las fotos que le tomaban sin que ella se diera cuenta porque tenía esta terrible ansiedad a que se viera fea.
—Pudiste consultarme antes de que la subieras.
—¿Y eso que tiene de divertido? —Carlos preguntó entre risas —Vamos, ni siquiera te ves mal.
—Por suerte, odio que subas fotos mías sin decirme.
—Pero si esas son las mejores —Carlos habló regalándole una sonrisa engreída.
Caco y Lucía iban en los asientos de adelante escuchando la pelea, para los agentes era pan de cada día. Carlos y Victoria peleaban por las cosas mas insignificantes y competían de la misma forma, siempre uno tenía que ir primero o ganar o tener lo mejor de lo mejor.
—¿Ah sí? Tómale foto a esto.
Victoria se quitó sus zapatos y se recargó en la puerta para acomodarse de forma horizontal para luego subir sus pies directo al brazo de Carlos y comenzar a empujarlo contra la puerta, luego, subió uno de sus pies hasta empujar su cara contra el cristal.
—¡Lucía! —Carlos gritó como pudo, pues el tener su cara aplastada contra la ventanilla le impedía hablar normal.
—Carlos, Victoria. Más vale que se comporten —Lucía habló viéndolos desde el espejo retrovisor.
—¡Él empezó! —Victoria gritó aún empujando a Carlos.
—Será mejor que lo dejes jovencita, la foto no está mal —Lucía la regañó, pero Victoria no cedió —Victoriaaaaa, si me volteó les va a ir mal a los dos.
Eso fue suficiente para que la cantante se calmara.
—¿Escuchaste, loca? La foto no está mal.
Victoria tuvo que dejarlo ir y se volvió a sentar mientras se acomodaba los zapatos.
—Además, tú subes fotos raras todo el tiempo —Carlos se estaba acomodando de nuevo en su asiento.
—Pero esas las subo yo. Tú no puedes subir nada sin consultarme.
—¡Ja! —Lucía rió burlona —¿Ya viste lo que se siente?
Victoria se cruzó de brazos molesta para mirar hacia la ventana. Carlos, al ver que la rubia se había calmado, se acercó hasta ella y le susurró al oído sin que nadie más pudiera escucharlos.
—Solo espera lo que tengo reservado para ti y está relación —Era una amenaza y si había algo que a Victoria no le gustaba, eran las amenazas.
Carlos se separó un poco de ella solo para poder ver su reacción y para Victoria, ver la sonrisa engreída de Carlos la hicieron querer golpearlo.
—Dame tu mejor golpe, guapo, que te lo regresó 1000 veces peor.
Y antes de que Carlos pudiera decir algo, el auto se detuvo.
—¡Llegamos chicos! Será mejor que se preparen, la gente los espera —Caco anunció y ellos dos pusieron su mejor cara para salir.
—¿¡Enhorabuena tío?! —Lucía la había llamado por teléfono al ver lo que su cliente había subido —¿Qué haces? ¿Y si los españoles piensas que te estás burlando de él?
Victoria soltó una risita.
—¡Me estoy burlando de él! Habla muy raro, ¿no crees?
—Te juro que voy a matarte. No solo te estás burlando de Carlos, te estás burlando de todo un país.
Lucía le hacía ver a su cliente lo grave que eran sus elecciones de palabras.
—Vamos, Lucía. Es una broma ¿Acaso no has escuchado a Carlos imitando mi "acento" diciendo "¿qué onda, wey?"?
Lucía si recordaba a Carlos burlándose de Victoria y la verdad es que lo hacía muy bien, aunque Victoria lo odiaba y comenzaba a hablar como española terriblemente mal, de verdad que esa niña no sabía actuar.
—Pero eso privado, la gente no entenderá que es un chiste local, Victoria.
—Vale, lo borro.
—¡No! Sí lo borras van a creer que es peor —Lucía se detuvo a pensar que hacer —Mira, haremos que Carlos se burle de ti en un tweet o algo y listo.
La rubia rodó los ojos.
—Okey.
Y entonces, la furia de Lucía se dirigió a otra persona, a la persona que se supone que estaba a cargo.
—¿Qué hace Caco que no te está vigilando?
Victoria volteó a ver a Caco, el madrileño estaba celebrando el podio de Carlos con algunos mecánicos aprovechando un poco de la champaña de Carlos.
—Está trabajando —Victoria respondió viendo como Caco tomaba directo de la botella.
—Como sea, ya hablaré con él después —Lucía calmó su mal humor. —Diviértete y no lo olvides, deja que les tomen fotos juntos.
—Ya sé, ya sé. Enamorados. Lo tengo —Victoria rodó los ojos mientras revisaba sus uñas, siempre tenían que verse enamorados.
Y sin decir nada más, las dos chicas colgaron.
—¿Qué pedo, reinota? —Carlos llegó hasta ella espantándola mientras gritaba con el acento que tanto le gustaba imitar.
—¿En serio? —Victoria se giró a verlo mientras rodaba los ojos.
—¿Qué? ¿Ahora solo tú puedes burlarte de mi acento? —La rubia se rió al verlo sonreír divertido.
—No te preocupes, ya me regañaron, tío.
—Malísima tu interpretación —Carlos negó al escucharla —Ven, preciosa. Tenemos que tomarnos fotos.
Y sin esperar respuesta, la tomó de la mano para irse a un lugar más público a besarse y dejar que los fans pudieran verlos y fingir que los habían captado infraganti.
—Listo ¿Qué opinas?
Carlos le estaba enseñando la foto que acababa de tomarle a la cantante mientras ella sonreía satisfecha.
—Me encanta, me veo bien.
El restaurante estaba lleno, pero ellos solamente estaban concentrados en comer y relajarse. Lucía había planeado esta cita casual para demostrarles a los fans que ellos en verdad les gustaba pasar tiempo con el otro.
—¿Ya sabes que vas a poner? —Vic habló con la boca abierta para hacer enojar a Carlos y supo que había logrado su cometido cuando el madrileño le lanzó una servilleta.
—Sí —El piloto movió sus cejas de arriba hacia abajo mientras regresaba su atención a su celular y escribía lo que ya tenía planeado.
Antes de subirlo se lo volvió a enseñar a Victoria y ella rió haciendo que varios comensales voltearan a verlos.
—¿Tragar? ¡Oh Dios! Lucía va a matarte.
—Recuérdame el marcador, ¿quién va ganando?
Carlos preguntaba tratando de hacer memoria, una vez que los dos se dieron cuenta que hacían enojar a las niñeras con cada post que subían, comentario o historia comenzaron a hacerlo más recurrente y nunca miraron atrás.
—A mí la última vez me gritó por 5 minutos porque al parecer no le gustó la implicación de que tendríamos sexo en tu Ferrari.
Carlos soltó una risa nasal al recordar ese comentario en su post de Instagram.
—¿Entonces? ¿Vas ganando? —Victoria asintió mientras le daba un trago a su té helado —¿Estás contando la vez que te llame otro nombre a propósito para que pensaran que eras la otra?
Victoria frunció el ceño. —No, no había contado eso. Recuérdame que te dijo.
—Me dijo: ¿Acaso eres estúpido? No es como que Victoria no tuviera suficientes escándalos de infidelidad.
Victoria casi escupió la pizza se acababa de meter a la boca —¡Ya recuerdo!
—¡Su cara estaba tan roja! —Carlos completó la imagen para ella y ambos rieron a carcajadas.
—Sí, maldita sea, creo que eso y está historia que vas a subir te pone a la delantera.
Carlos sonrió satisfecho, tenían esta pequeña competencia para ver quien podía hacerla enojar más y hasta el momento, Carlos iba ganando.
—Tendré que subir algo verdaderamente preocupante para ganarte —Victoria comenzó a pensar que podía subir si de verdad quería hacer enojar a su agente, no dejaría que Carlos le arrebatara el liderazgo.
—Pero primero —Carlos enseñó su celular —Publicaré esto. ¿Cuánto tiempo crees que pase antes de que Lucía bombardee el grupo?
—Un minuto y me quedo corta.
—Averigüémoslo —Las dos estrellitas sonrieron mientras Carlos le daba publicar para luego dejar su celular en la mesa con la pantalla hacia arriba esperando los mensajes de la castaña.
Victoria estuvo en lo cierto, apenas y pasó un minuto cuando Lucía comenzó a bombardear el grupo que tenían con ella y Caco.
"¿Tragar?"
"¡Es tu novia Carlos Sainz!"
"NO TU JODIDO PERRO"
"¿TRAGAR? MÁS VALE QUE NO REGRESEN EN UNAS HORAS HASTA QUE ME CALME"
—Y con eso, está claro quien va ganando —Carlos alzó su vaso esperando chocarlo con el de Vic, pero ella no estaba disfrutando la Victoria del madrileño —Vamos, preciosa. Se buena perdedora y festeja mis triunfos.
—Por el momento, te advierto que mi siguiente post la hará querer matarme.
Y después de decir eso, los dos chocaron sus vasos y continuaron con su cita en paz.
—Sonríe, guapo —Victoria lo había captado a punto de irse.
Era uno de esos días de prácticas donde Carlos no estaba tan estresado y Victoria sabía que podía interferir un poco con el trabajo del piloto.
—¿Salí bien? —Carlos preguntaba dándose la vuelta y continuando con su camino.
Victoria estaba revisando la foto, lo cierto es que no se veía tan mal para ser una foto desprevenido, sin darse cuenta que el madrileño agitaba su mano para que ella la tomara.
—Vic.
—Perdón —La rubia corrió unos cuantos pasos y tomó su mano para caminar a su lado —Creo que te ves bien.
Carlos se asomó para verla y sonrió satisfecho —Eso no te pondrá a la delantera del marcador.
—Oh guapo, si tan solo aprendieras que no es la foto, son las palabras.
Y sin decir más, Victoria soltó la mano de Carlos para comenzar a escribir, el piloto quiso asomarse a ver lo que ella pondría, pero Victoria fue muy inteligente y se cubrió. Una vez que estuvo listo, lo publicó.
Los dos estaban en el motorhome de Ferrari, Carlos había ido a su cuarto a cambiarse y mientras Victoria esperaba, Charles salió del suyo.
—¿Saben? Siempre que suben algo me pregunto si está vez será algo romántico —Fue su forma de hacerse presente.
Victoria sonrió sin decir nada, pues estaba tomando café, una vez que se lo pasó, habló: —Charles, ¿de qué hablas? Carlos y yo somos la epítome del romance del siglo XXI.
—Sí claro —El monegasco rió rodando los ojos —No mentiré, me dan mucha risa sus historias.
—Gracias.
—Aún no entiendo como lograste que Carlos publicara cosas sobre su relación, suele ser muy privado —Victoria sonrió, Charles no tenía la menor idea del contrato en ese momento.
Victoria iba a responder cuando la puerta de la habitación de Carlos se abrió interrumpiendo a los dos.
—¿Qué me perdí? —Carlos preguntó con una sonrisa posicionándose a un lado de Victoria.
—Nada, guapo. Le contaba a Charles todos tus secretos —La rubia habló y reglándole un guiño y Charles sabiendo que eso sacaría de sus casillas a Carlos, y en efecto, como respuesta el piloto español solo rodó sus ojos.
Nadie más tuvo tiempo de hablar, porque alguien de Ferrari vino hacia ellos para informarles que ya debían de irse, Charles iba adelante de la parejita mientras Carlos le pasaba a Victoria sus guantes.
Antes de salir del motorhome, Victoria llamó al monegasco —¡Charles! —El piloto volteó a verla —Respondiendo tu pregunta, a veces puedo ser muy convincente.
Y Charles entendió de inmediato a lo que se refería soltando una risa y saliendo de ahí negando.
—¿Qué le dijiste ahora? —Carlos preguntó curioso ante la reacción de su compañero de equipo.
—Nada que te incumba.
Y sin decir más, los dos continuaron con el itinerario.
—En un minuto salen sus platillos —Y después de servirles vino, su mesero se retiró de ahí.
—¿En serio, Carlitos? ¿Usando el celular en nuestra noche de cita? —Victoria comenzó a negar mientras se estiraba para tomar su copa y comenzar a ingerir alcohol.
—Tranquila, solo revisaba algo.
Carlos lo guardó sin decirle lo que acababa de publicar.
—No importa, solo sé que muero de hambre y más vale lo que haya pedido esté bueno o me apuñalaré con el tenedor —Victoria tomó dicho utensilio y pretendió clavárselo en el cuello.
Carlos rió por las caras de la cantante frente a él.
—¿Por qué siempre pides cosas que no conoces? —Algo que Carlos no entendía era la necesidad de Victoria por siempre pedir algo diferente.
Bueno, siempre, menos en el desayuno, el desayuno era sagrado para ambos, de formas diferentes, pero sagrado.
Carlos siempre comía de todo en el desayuno, el madrileño prefería tener un gran desayuno y no almorzar. Victoria lo veía devorar platillo tras platillo, pero a diferencia de ella, Carlos era un animal de costumbres. Al hombre le gustaba pedir comida con la que ya se sentía familiar, ir a lugares que ya conocía y nunca pedir cosas nuevas.
—Porque hay mucho por probar en esta vida —Victoria respondía la pregunta de Carlos
—Normalmente no te gusta o siempre terminas enferma del estómago.
Victoria sabía que Carlos tenía un punto, pero le gustaba su método, así era como encontraba nuevas recetas que recrear o investigar.
—Su comida —El mesero les entregó sus platos y ellos sonrieron agradecidos —Provecho.
Una vez que se retiró la parejita regresó a su cita.
—Pues ya sabes lo que dicen —Victoria tomó su tenedor y pescó un poco de todos los ingredientes en su plato para después olfatearlo.
—No. ¿Qué dicen? —Como Carlos ya sabía lo que había ordenado no tenía que preocuparse por otra cosa y comenzó a comer sin problema.
—Una aventura es más divertida si huele a peligro. Romeo Santos. 2014.
Carlos rió al escuchar el tono serio de Victoria, como si estuviera citando a un filósofo.
—Sabes muy bien que Romeo Santos no se refería al peligro de tener que correr al baño porque te dio diarrea por tercera vez en el mes —Victoria abrió mucho los ojos al escuchar como Carlos la exponía de esa manera.
—¡Carlos! Mis problemas gastrointestinales no son de tu incumbencia —Victoria comentó fingiendo molestia mientras probaba su platillo. Perfecto. Sonrió para sus adentros.
—Lo son cuando siempre me haces correr porque te andas cagando y no te gusta cagar en baños ajenos.
Victoria le lanzó un poco de pan mientras el piloto reía y lo esquivaba haciendo que el pan saliera volando hacia el suelo.
La cantante respiró y tomó un poco más de vino —Mira, con el sexo y la comida probaré de todo al menos una vez en mi vida.
Y mientras Victoria comentaba eso en el tono más tranquilo, Carlos se comenzó a ahogar con su comida.
La rubia sonrió satisfecha al ver las tonalidades de rojo en la cara de Carlos y después de asegurarse que el piloto no iba a morir, volvió a hablar como si nada hubiera pasado.
—¿Me pasas tu aderezo? Estoy segura de que iría genial con mi comida.
El medrileño lo pasó en silencio ya que todavía podía sentir su garganta cerrada.
—Ten, pruébalo. Te gustará.
Y de nuevo, sin decir absolutamente nada, Victoria le pasó un pedazo de su comida al plato de Carlos, ya con el aderezo que le había dado el toque perfecto.
—¡Dios! ¡Esto esta buenísimo! —Carlos se sintió como en el cielo.
Lo cierto era que Victoria la mayoría del tiempo se equivocaba con sus elecciones, pero cuando elegía bien, de verdad que lograba obtener obras de arte comestibles.
—Te lo dije. Tienes que probar de todo.
—¿Qué insinúas poniendo el texto en esa parte de mi anatomía? —Carlos le preguntaba divertido con una ceja levantada mientras se preparaba para el paseo que le daría a los invitados de Ferrari.
Victoria estaba sosteniendo el casco de su novio, porque al final del día no solo estaban dando una demostración del auto, también de su relación.
La rubia rió al ver la cara de Carlos.
—En realidad no insinuaba nada, pero ahora que lo pienso. Bien que la gente sepa a quien le perteneces.
El piloto se rió con fuerza logrando que varias miradas curiosas se dirigieran hacia él, Victoria sonrió porque desde que les habían presentado a los invitados de ese día, notó que la vista de una mujer no se apartaba de Carlos.
—¡Victoria! —Carlos soltó escandalizado colocando su mano en el pecho sorprendido haciendo que la cantante se alzara de hombros indiferente.
—Carlos, estamos listos.
Un trabajador de Ferrari lo llamaba, la actividad que realizaría sería darles un paseo a unos influencers en un triplaza.
—Ten —Victoria le entregó su casco y él se agachó para pedirle un beso en la mejilla.
—Deséame suerte, preciosa.
—Suerte, guapo —Victoria le dio su beso y lo dejo partir.
Ella estaba con Rupert a lo lejos viendo a Carlos interactuar, ser grabado y básicamente sacando a luz su personalidad pública que ponía.
El grupo se había dividido y serían dos recorridos los que harían, mientras tanto, Victoria seguía platicando con Rupert.
—¿Sabes? Me gusta el metro de Londres, tal vez solo un poco más que el de Madrid —Victoria tenía un ranking de los mejores metros en su celular, por alguna razón le gustaba hacerlo —Eso sí, jamás entenderé el "English breakfast", los frijoles no se comen así.
—Oh vamos, es cultura pura.
—Por favor, no. Rupert lo dices solo porque eres de Reino Unido.
Después de eso, los dos comenzaron a discutir de cualquier cosa buscando formas para distraerse mientras que todavía a lo lejos veían a Carlos correr con los invitados.
Una vez que todo terminó, todos esperaban para despedirse del madrileño, todos incluida cierta pelinegra que no le había quitado la vista de encima a Carlos desde que había llegado y esperaba su turno para hablar con él.
—Rupert, espérame aquí —Y sin esperar respuesta del entrenador, fue hasta donde estaba Carlos.
Para cuando llegó a donde estaban, los dos estaban hablando de lo que acababa de suceder.
—No me lo creo, Carlos. Es que ir a esa velocidad ¡ES INCREÍBLE! —La mujer hablaba emocionada y colocaba su mano sobre el brazo de Carlos sin abandonarlo —Me encantaría poder volver a subirme contigo.
—Y eso no es nada, el monoplaza va aún más rápido —Carlos hablaba de su auto como todo un nerd, estaba claro que no se estaba dando cuenta de nada.
—Dios, te juro que eres el mejor piloto.
—Ay, por favor —Carlos sonrió al escuchar el cumplido. Vic no lo soportó más y se acercó aún más todavía buscando el mejor espacio para intervenir.
—¿Cuando me llevas a dar otra vuelta? —La mujer sonreía coqueta y fue ahí que Carlos comprendió sus intenciones.
Carlos ni siquiera tuvo oportunidad de responder porque Victoria ya había llegado hasta ellos.
—Cuando no vaya yo como copiloto —Fue el comentario de Victoria.
Porque para marcar lo suyo, no era nada tibia. Claro que Carlos no era de su propiedad, pero ella no sabía nada.
Los dos se giraron a ver a la cantante que acababa de llegar. Estaba claro que no se veía de buen humor.
—Tranquila, solo quería repetir la experiencia, reina —No sabía que la hacía encabronar más, su fingida ingenuidad o el tono de niña estúpida que usaba.
—¿Batirle las pestañas y colgarte de su brazo es parte de la experiencia? —Victoria imitó ese tono exageradamente para que supiera que se estaba burlando de ella. —Vaya, no sabía que venía incluido en el paquete.
—Solo trato de ser amigable.
—Puedes serlo, no con él —El tono de Victoria había cambiado al igual que su ceño, ahora estaba completamente impenetrable.
Y Carlos trataba de no soltar una carcajada al ver a Victoria tan celosa, era la primera vez que ella se ponía así, normalmente había habido fans que le coqueteaban, hasta algunas chicas que trabajaban en las demás escuderías, ninguna parecía molestarle como la mujer frente a ellos.
Un brillo travieso se veía en los ojos de la modelo frente a ella, estaba orgullosa de poner a cierta rubia tan celosa y bueno, si no podía tener a Carlos, al menos se iba a divertir molestando a Victoria.
—No nos han presentado, Sarah, Sarah Davis —La pelinegra extendió su mano como forma de saludo con una sonrisa juguetona en su cara que le indicaban a Victoria sus intenciones con Carlos. Victoria no se movió.
—Un placer, Victoria Ellis —Y después de regalarse una sonrisa condescendiente se volteó hacia Carlo —¿Nos vamos?
—Sí, nada más déjame cambiarme. Con permiso —Carlos iba a alejarse cuando la voz de Sarah lo detuvo.
—Nos despedimos de lejitos, guapo. No quiero que tu novia piense que te sigo coqueteando.
Oh oh.
Carlos sintió miedo por la mujer frente a él, Victoria iba a destruirla. Estaba claro que no podía irse a cambiar hasta que se asegurara de que Victoria se alejara de ella o podrían tener otro escándalos entre manos.
Victoria, mientras tanto, estaba con su cerebro trabajando a todo lo que daba, se estaba enterrando sus uñas en sus palmas para no lanzársele a aquella mujer.
¡Llamarlo guapo! ¡NADIE LO LLAMA GUAPO!
—Vete a cambiar, Carlos —Victoria soltó entre dientes. No quería que escuchara lo que iba a decirle.
—Preciosa...
—Vete, Carlos.
Y por alguna razón, supo que era la mejor opción, no quería meterse con Victoria Ellis enojada.
—Te espero afuera del vestidor —Rendido salió de la escena.
Victoria volteó la cara hacia la dirección donde se estaba yendo el piloto —Será mejor que le des una buena mirada, porque será lo último que veas de él.
Ahora hablaba más tranquila, sabiendo que en esta ocasión ella tenía las de ganar.
—¿Tanta fe le tienes? No sería el primer hombre con novia que cae —Sarah sonrió divertida, era cierto.
Y eso le molestó aún más.
El hecho de que Victoria estuviera metida en esa categoría con las amantes que se enorgullecían de sus "proezas" la ponía a rabiar. Ella no era así, nunca fue así.
—Mira, no tengo nada más que decirte, porque esta noche cuando estemos solos, el nombre que dirá será el mío y tú solo serás una de las miles de chicas en sus DM's —Sarah no pudo responder nada, no esperaba que Victoria fuera tan directa —Así que espero que de verdad hayas disfrutado hoy.
Y sin esperar nada más, se alejó de ahí yendo a donde Carlos le había dicho.
Esa noche iba a cumplir lo que le había dicho a Sarah y tendría a Carlos gimiendo su nombre.
—¡Por tu culpa hemos perdido el vuelo! —Carlos se quejaba con Victoria.
La cantante estaba comiendo su pretzel de queso como si fuera lo más rico del mundo, después de todo, por ese pretzel habían perdido su avión.
—Sabes muy bien que no fue mi culpa. Salimos tarde —La cantante se defendía como podía.
—¡Por tu culpa!
Lucía se había ido a buscar una forma de poder salir del aeropuerto y llegar a tiempo a su siguiente destino. Caco estaba con ellos viéndolos pelear sin prestarles mucha atención.
—¿Qué no Ferrari tiene un patrocinio con un avión privado? —Victoria busco cambiar el tema
—Sabes muy bien que no lo usamos siempre, solo algunas veces —Carlos colocó sus manos en su cadera mientras la veía severamente —Además, ¿tú no tienes un avión privado?
—La disquera me prohibió usarlo desde que la cagué y les coste algunos (miles de) dólares.
Sin decir nada más, las dos estrellitas se alejaron, pero tampoco podían hacerlo tanto. Victoria siguió comiendo su pretzel en paz mientras que Carlos le veía hacerlo.
Al parecer su estómago le pedía que se doblegara y fuera con ella para ver si Victoria le ofrecía un poco de su pretzel.
Victoria parecía no hacerle caso y ¿cómo hacerlo? Cuando estaba desayunando exquisitamente, ese pretzel era su primer comida decente en días.
Carlos se movió discretamente hasta sentarse frente a ella.
—¿Ya te aburriste? —Victoria preguntó con la boca llena, justo como siempre lo hacía para molestarlo.
—No.
Vic se alzó de hombros indiferente.
—Sonríe Vic. Deja que todo mundo sepa que perdimos nuestro vuelo por ti.
Victoria lo hizo porque de verdad no le importaba, ya habría otros vuelos, pero Carlos creía que era lo peor del mundo, si había algo que odiaba era eso, tener que cambiar sus planes o ir en contra del itinerario.
—Ahora, dame un poco —Y sin esperar más, le arrebató un pedazo de pan a Vic.
—¡Oye! Mi pretzel.
Eso, eso sí que le molestaba a la cantante.
Carlos estaba presenciando uno de los conciertos de Victoria, y está vez había obtenido el mejor lugar.
Normalmente se quedaba en la carpa VIP, pero está vez había peleado con Lucía para estar hasta delante y había sido una maravilla.
Victoria tenía esa presencia en el escenario la cual era imposible de ignorar, Carlos se había divertido demasiado y las fans a sus lados estaban muy ocupadas viendo a Victoria que ni siquiera le prestaban atención al madrileño.
El concierto estaba por terminar y sabía que tenía que tomar una foto, no había sacado su celular para nada.
En cuanto la tomó supo que era lo que tenía que hacer, esto le ganaría muchos puntos en el mundial de "Quien hace enojar más a Lucía"
Una vez que terminó el concierto, Carlos fue llevado a tras bambalinas con seguridad, saludaba a algunas fans y sonreía para sus cámaras, ahora que Victoria había salido del escenario, ahora era cuando le prestaban atención a él.
—Guapo —Vic corrió hacia él en cuanto llegó —Gran show ¿no crees?
—El mejor hasta ahora.
—Tuviste los mejores lugares del mundo —Victoria sonrió y antes de que pudiera responder algo, fueron interrumpidos.
—¡Carlos Sainz Jr! —Era Lucía con su celular en sus manos.
—Hola Lucy —La sonrisa de niño bueno que le estaba dando a la agente no se la creía ni su mamá.
—Ni se te ocurra —Lo señaló con su dedo antes de que quisiera poner una excusa y Victoria frunció el ceño.
Ese maldito había hecho algo para ponerse a la delantera de la competencia.
—¡Carlos! Déjame pasar —Victoria golpeaba el cristal con fuerza llamando la atención de la gente fuera y dentro del motorhome.
—¿Perdón, preciosa? No te escuchó estás afuera y el cristal no me deja escucharte.
—¡Carlos! —La cantante odiaba eso —Solo fueron dos latas de RedBull.
Victoria se había escapado antes de las prácticas al motorhome de RedBull con Checo, quien le había prometido unas latas para animarse un poco y ahora, Carlos le jugaba una broma dejándola afuera de Ferrari.
Los trabajadores le estaban ayudando y de verdad que no la dejaban pasar.
—Carlos vas a morir —Victoria lo amenazaba desde afuera.
El madrileño se despidió con su mano y se alejó de la entrada, donde Victoria todavía pedía a gritos que la dejaran entrar, Lucía está vez no estaba cerca para que pudiera intervenir.
Sabía que los fans los estaban grabando, pero ahora ellos no importaban, lo que importaba era que ella lograra entrar.
La rubia se sentó en las escaleras esperando que alguien se apiadara de ella y sin importarle nada más, abrió otra de las latas que Checo le había dado. Después de un rato se aburrió completamente y decidió rodear el gran cubo rojo con esperanza de encontrar una entrada alterna.
Fue ahí donde lo encontró.
Carlos estaba sentado en una mesa con algunos trabajadores repasando información de ese fin de semana, telemetría que le serviría muchísimo para armar si estrategia en carrera
Victoria llegó captando la atención de todos, y de nuevo se burlaron de ella.
—¿En serio? —Carlos le preguntó señalando la lata que tenía en las manos.
No lo escuchó pero leyéndole los labios sabía que había dicho eso.
Victoria sonrió satisfecha y comenzó a tomar de la bebida energética como si fuera lo mejor de la vida mientras Carlos rodaba los ojos hartos.
Luego, tomó un cuaderno que tenía por ahí y escribió: "Así menos vas a entrar"
Victoria le enseñó el dedo medio mientras se cruzaba de brazos y entonces por el reflejo del cristal vio su boleto de entrada.
Toto Wolff caminaba detrás de ella sin percatarse de la pelea de las estrellas, estaba hablando con otro trabajador de Mercedes como para prestarle atención.
Y sin decir nada, Victoria sonrió comenzándose a despedir de Carlos con la mano y fingiendo que iba a ir tras el austriaco.
—¡Victoria! ¡No! —Carlos soltó sabiendo que no podía escucharlo, pero ella no le hizo caso y comenzó a caminar hacia la dirección donde Wolff se había ido.
Carlos corrió al paddock al ver que Victoria iba tras el director de Mercedes, tenía que detenerla porque a esa mujer le gustaba jugar sucio.
Victoria, por otro lado, si estaba caminando hacia donde estaba Mercedes, pero lo hacía lento, lo suficiente para que Carlos pudiera alcanzarla, no se tardó mucho en escuchar pasos apresurados y sonrió para ella.
Luego, un Carlos Sainz despeinado y con la respiración entrecortada apareció frente a ella.
—Ah no, sabes muy bien que no puedes ir con él —Ni siquiera eran indicaciones de él, eran de Lucía.
—No veo a Lucía por ningún lado y míralo, se ve tan bien con su camisa blanca arremangada, sus pantalones, los cuales estoy segura que son hechos a la medida, porque su trasero se ve increíble y es un hombre muy alto —Victoria veía a Toto con ojos de amor y Carlos no iba a tolerarlo.
—Victoria —El madrileño alargaba la última a advirtiéndole que debía tener cuidado con sus palabras.
—¿Qué quieres que haga? Lucía entenderá que tú me dejaste afuera de Ferrari y bueno, Mercedes pudo haberme acogido en su garaje, después de todo, estoy segura que debe de haber videos de mí rogando por que me dejaras entrar. Además, sabes muy bien que detesto rogar —Ese comentario había sido en doble sentido y ambos lo sabían —Aunque, no me molestaría rogarle a un hombre como Toto W—
El nombre del director de Mercedes se quedó a la mitad, porque en ese momento, Carlos la había tomado en sus brazos y puesto sobre su hombro como un costal de papas.
—Ni siquiera lo pienses.
Carlos había comenzado a caminar con la cantante sobre él gritando para que la bajara.
—¡¿Cómo te atreves?! ¡Bájame en este mismo instante.
—Sobre mi cadáver, muñeca.
Y a pesar de las quejas de Victoria, Carlos entró al motorhome de Ferrari soltándola bruscamente en un sillón.
—Aquí te quedas y no me molestará volver a decirles que cierren la puerta, está vez para que no te dejen salir —La intensidad en la voz de Carlos y en su mirada, la habían descolocado y el hecho de que ese hombre se atreviera a darle órdenes la excitaba de maneras que ella no tenía la menor idea.
—Volveré a buscar a buscar a Toto si eso hace que me trates así está noche —Victoria sonrió coqueta sabiendo que si Carlos podía excitarla, ella haría lo mismo.
—Compórtate —Carlos se acercó hasta quedar a solo centímetros de su cara —Tengo trabajo que hacer.
—Estoy segura que Toto no me trataría así —Carlos apretó su mandíbula.
—Sigue hablando que siempre es un placer dejarte callada. Solo que tendrá que ser después de la carrera y después de que deje arrastrando a los Mercedes de Wolff.
Y Victoria sonrió sabiendo que había logrado su cometido, Carlos se alejó de ella para seguir trabajando, pero estaba claro que ahora su mente estaba por otros lados.
—A ver. Fuck, Marry, Kill con Caco, Rupert y Lucía —Carlos le preguntaba a la cantante en cuanto se sentaron en otras de sus citas programada por Lucía.
—¿Uff, Marry Lucía, Fuck Caco y Kill Rupert? —Victoria respondió con duda, lo cierto es que era una pregunta difícil.
—¿Fuck Caco? —El madrileño preguntó impresionado por la decisión de Victoria.
—Mira, me caso con Lucía porque sé que me cuidaría de todo, Fuck Caco solo porque Rupert no es mi tipo, los rubios no son lo mío —Las dos estrellitas se rieron ante la explicación de la cantante —Te toca, Toto Wolff, Zak Brown, Cristian Horner.
—Te odio, pero a ver —Carlos tomó un poco de su comida y se la pasó a Victoria porque ella quería probarla —Fuck... No Vic, no puedo hacer esto.
—Tienes que responder, yo respondí.
—Sí, pero tú eres bi.
—¿Y eso qué? —Victoria preguntó ofendida, no por ser bisexual le gustaban todas las personas.
—Bueno, bueno. Me caso con Cristian porque sé que cuida mucho a su esposa, Fuck Toto porque bueno... considero que es el mejor de los tres y siento que me tratará bonito después del acto y kill Zak, lo siento no hay manera de que pase algo entre nosotros.
Victoria soltó la carcajada más ruidosa de la noche. Este juego era el mejor.
—Vas tú. Lando, Charles y Pierre —Carlos preguntó con una sonrisa divertida.
—Siento que... Ay no, es que ninguno es mi tipo —Vic pensó en sus amigos pilotos.
—Ok, me caso con Lando porque es mi fan y me trataría como reina —Carlos asintió aguantándose la risa —Me cojo a Charles porque tengo curiosidad y tendré que matar a Pierre. Mi curiosidad puede más conmigo.
—¿Es porque es rubio? —Vic asintió comiendo un poco.
—Te toca. Lucía, Margot Robbie y Emma Watson.
—¡No! ¿Cómo me puedes hacer escoger entre esas dos bellezas? —Victoria lo miró mal.
—¡Lucía también es una belleza!
—Sí, pero sabes que Margot y Emma son mis crushes.
—Responde Carlitos.
El piloto se tomó un tiempo para pensar en su respuesta —Me caso con Margot porque tendríamos hijos hermosos y me acuesto con... Lucía.
—¿¡Lucía?!
—Es que también tengo curiosidad.
De nuevo, los dos soltaron risas llamando la atención de los comensales, pero no importaba, nunca les importaba.
—Dios, eso sí que no me lo esperaba.
—La última, venga. Yo, Charles o Toto.
Y Victoria quiso matarlo al escuchar que había puesto su nombre como una opción.
—Me doy a Toto, jamás perdería una oportunidad de pasar una noche con ese hombre (siempre y cuando esté soltero) —Y luego se quedó callada, ella ya sabía la respuesta, pero por orgullo no quería soltarla —Mato a Charles y me caso contigo.
La cara de Victoria había tomado tonalidades rojo carmesí y Carlos rió como desquiciado.
—Dios, Vic. Es tan obvio que quieres un pedazo de esto —Carlos se señaló a sí mismo —No te juzgo, preciosa, provoco cosas inexplicables en las damas.
—Por eso no quería decirlo. Te odio —Victoria rodó sus ojos mientras se cruzaba de brazos.
En ese momento, Carlos sacó su celular y abrió su cámara —Tenemos que conmemorar esta noche, donde tú, Victoria Ellis ha admitido que se casaría conmigo, Carlos Sainz.
—¡Carlos no! —Y con su mano y entre risas trató de evitar esa foto.
Sin saber que luego la subiría a sus historias, pero eso sí, nadie entendería el contexto.
—Lucía va a matarte —Carlos le dijo en cuanto Victoria le compartió su idea para su nueva historia.
—Me vas ganando y está claro que tengo que hacer algo drástico para ponerme a la delantera.
—¿Tienes alguna otra idea? —Carlos manejaba sin verla, ocasionalmente ponía su mano sobre la pierna de Victoria, pero ella estaba tan acostumbrada que lo veía como algo completamente normal.
—Una foto en lencería etiquetándote —Victoria comenzó a buscar la foto, pero Carlos le había apretado el muslo haciendo que ella se retorciera un poco por la sorpresa —¡Carlos!
—No.
—Oh vamos, eso sí que me pondría en la delantera.
—No.
Carlos era claro, no quería una foto de Victoria en lencería, corrección, no quería una foto de Victoria en lencería en sus historias donde todo mundo iba a verla y mucho menos ahora que sus amigos y los pilotos la seguían. Era una visión que se negaba compartir con el mundo.
Victoria rodó los ojos —He subido fotos en traje de baño.
—No es lo mismo y lo sabes.
Carlos recordó sus conjuntos favoritos que Victoria tenía y el solo pensar que alguien más iba a verlos lo hacían ver rojo.
El viento los despeinaba, Victoria tenía una coleta de caballo porque de otra forma iba a tragarse algún cabello, pero aun así disfrutaba de esos momentos con Carlos.
—Además, no me molesta ser el chofer al que le pagues con cuerpo —Carlos rió haciendo que Victoria hiciera lo mismo.
—En ese caso —Y sin decir nada más, le dio publicar a su historia —Pondré mi celular en no molestar, quiero unos minutos de tranquilidad antes de reunirnos con las niñeras.
—Eso. Toma el mío y haz lo mismo. Porque en cuanto no respondas Lucía va a ir contra mí.
La rubia tomó el celular de Carlos y realizó lo mismo, ahora disfrutarían del recorrido y el regaño llegaría después.
***
—¡Ya! Ya no puedo tolerarlo —Lucía estaba paseándose por el cuarto completamente molesta —Les di muchas oportunidades, pero simplemente no entienden que lo que ustedes ponen tiene un impacto más grande de lo que creen.
—Lucía, vamos, nos estamos divirtiendo —Victoria fue la primera en salir a defenderse —De por sí mantener esta relación es estresante, al menos déjanos divertirnos un poco.
—¡No! No es para divertirse, es trabajo, Victoria.
Carlos estaba sentado tratando de ver en que momento intervenir, Caco estaba sentado del otro lado haciendo lo mismo, él había sido quien había soportado todas las quejas de la castaña.
—Sé que es trabajo, Carlos lo sabe también.
—¿Ah sí? No pareciera, cada post que suben es peor que el otro. Entiende, a la gente no le agradas como novia de Carlos.
Victoria agachó la cabeza, sabía como la llamaban, una interesada, una fame whore, mala influencia y cada grosería habida y por haber. Era tanto el acoso que recibía por algunas personas, que mejor optaba por subir lo que tenía que subir y no volver a abrir sus redes, porque si comenzaba a leer todo lo que decían de ella no iba a haber marcha atrás.
—Pero mis fans pensarán que nos llevamos bien —El piloto supo que era hora de intervenir.
—No, créeme que no lo hacen, Carlos —Lucía habló con más calma —Claro que algunas les agrada, pero a la mayoría lo consideran falso.
Las dos estrellitas se voltearon a ver, claro que era falso.
—Les funciona a Ryan Reynolds y Blake Lively —Victoria señaló, tal vez si daba pruebas de que funcionaba para otras parejas, Lucía los dejaría seguir bromeando entre ellos.
—Ustedes no son ellos. Blake y Ryan llevan más de 10 años juntos —Lucía respondía con datos —A ellos les funciona porque la gente ya está acostumbrada a verlos y lo cierto es que Blake no tiene tu...
—¿Reputación? —Victoria terminó por ella. Lucía asintió seria —¿Y qué quieres que hagamos? —Victoria preguntó del mismo modo, era momento de dejarse de jueguitos.
—Desgraciadamente es muy tarde para comenzar a subir cosas de forma diferente, o creerán que algo ha pasado. Por el momento no subirán nada y mantendrán un perfil bajo como pareja —Lucía explicaba el nuevo plan —El único contenido que obtendrán sus fans serán por parte de otras personas.
—Ok.
—Sí.
Los dos hablaron serios.
—Y me van a tener que prestar sus celulares y darme total acceso a ellos —Victoria ya iba a decir algo cuando Lucía la interrumpió —Ya sé que yo ya tengo todas tus contraseñas, pero también necesito las de Carlos.
Victoria volteó a ver a Carlos, era obvio que no quería hacerlo, así que trató de interceder por él —¿Segura? ¿No es suficiente con el mío?
—Por el momento no. Solo quiero hacer unos posts que considero que pueden cambiar la perspectiva de algunos y luego tú podrás irte a su casa y Carlos continuará con sus carreras antes de que se reencuentren en Madrid para sus vacaciones de verano.
—Está bien —Carlos asintió y soltó un suspiro.
Ellos solitos se habían metido en eso, Lucía les había dado mucho libertad y como Ícaro, se acercaron mucho al Sol haciendo que sus alas se derritieran.
—Victoria, tú primero. Revisaremos que es lo que puede servir.
La rubia asintió.
Lucía se alejó un poco para discutir unas cosas con Caco y mientras las niñeras estaban distraídas, la rubia se acercó a Carlos para poder susurrarle en el oído sin que nadie pudiera escucharlos.
—Para que conste, yo gané.
—¿De qué hablas? Yo tenía más puntos —Carlos se quejó hablando un poco más fuerte llamando la atención de sus agentes.
Las estrellitas se acomodaron de nuevo en el sillón sonriendo inocentemente siendo nuevamente ignorados.
—¿De quién fue la historia que provocó todo esto? La mía, exacto. Eso significa que yo gané.
—No es justo.
—La vida no es justa y la verdad es que no habló con perdedores —La rubia sonrió burlonamente mientras Carlos se cruzaba de brazos frunciendo el ceño y haciendo un puchero.
—¡Victoria! —Lucía la distrajo, la castaña ya estaba en la puerta esperando por ella —Vamos a revisar que nos puede servir. Corre.
La cantante asintió y se puso de pie para despedirse y salir de ahí.
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Sooooo, así es como terminar la primera parte del maratón, espero que les haya gustado.
Y antes de poner algo más, pregunta para ustedes, ¿Les damos algo de spicy a este maratón? Claro que sería todo antes de que Isa llegara, porque por el momento es lo que puedo ofrecerles
La verdad es que no le busquen mucha lógica a los posts porque yo tampoco sé específicamente en que momento ocurrieron, denme esa licencia creativa para darles este especial
Mañana nos veremos con la segunda parte y espero que les guste.
No sé que opinen de este maratón especial, la verdad ya no sé si les gusta cuando me desvío de la historia original, pero lo cierto es que sí quería celebrar de cierta forma las 300K lecturas, nunca esperé llegar a tanto.
Y una forma para mí de celebrarlo con ustedes es darles lo que quieren (A Vic y Carlos juntos), pero como no puedo hacerlo en el timeline original, tengo que encontrar formas diferentes.
Bueno, nos vemos mañana.
Se cuidan mucho, las amo
Fer <3
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