Carlos nos regala su primera exclusiva

Como bien lo dije, este es mi regalo para ustedes por llegar a las 200K, sé que muchas querían un maratón pero ahorita no podía dárselos, espero que este les guste y en verdad espero que lo disfruten.

Sin nada más que decir, disfrútenlo que sin ustedes no estaría aquí.

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La vida antes de Victoria Ellis

Descanso de Verano de la Temporada del 2021

Voy saliendo de una ducha que realmente necesitaba y comienzo a arreglarme porque hoy tengo planes, estoy terminando de afeitar mi barba de días cuando la pantalla de mi celular se enciende, es un mensaje por parte de mi padre.

"¿Cuándo vienes a la casa?"

No le hago caso y sigo en lo mío y antes de que pueda volver a empezar siento movimiento detrás de mí pero no tengo que voltear, sé quien es por el simple sonido de sus pisadas

—¿Vas a volver a salir? —Es Isa, la veo de reojo por medio del espejo.

—Sí. ¿Vienes?

—¿Para qué? ¿Para que me ignores toda la noche? —Carajo, está molesta y no tengo tiempo para pelear con ella y siendo sinceros, ya me cansé de pelear con ella cada vez que salgo.

—¡Ya te dije que no te ignoré! Solo estaba saludando a algunas personas. —Trato de seguir afeitándome pero no lo está poniendo fácil.

—¿Por dos horas? —Isa sigue sin moverse, recargada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y la verdad es que no quiero pelear.

Desde hace tiempo venimos así, yo salgo, la invitó, ella acepta, se enoja y peleamos y todo se repite, y aunque me encanta mis reconciliaciones con Isa ahorita no tengo tiempo ni ganas de pelear con ella, lo he dicho muchas veces pero es que de verdad quiero que quede claro.

—Vale, en ese caso me voy. —Salgo del baño pasando por un lado, ella no se mueve de su lugar solo se gira para mirarme.

Voy hasta el closet y comienzo a cambiarme, no tengo pena alguna frente a ella, pero Isa se ve diferente, creo que no quiere pelear al igual que yo, así que aprovecho eso esperando que lo cumpla.

—Me voy Carlos, ya no aguanto más. —Ok, ese comentario me detiene.

Para entonces ya me he puesto pantalones, así que la volteo a ver porque no me creo lo que me está diciendo.

—¿A dónde planeas ir?

—¿Acaso te importa? Me voy, ya no quiero estar contigo, no si te vas a comportar así. —Isa avanza hasta donde yo estoy y ambos nos estamos viendo directo a los ojos.

Yo tengo el ceño fruncido porque no creo que sea capaz, lo ha dicho tantas veces antes que sé que no se irá.

—¿A comportar así? —Pregunto burlón. —Amor, este soy yo.

—No eras así, ahora ganas unas carreritas con Ferrari y crees que tienes el derecho de tratarme como basura, pues no lo tienes y no te daré esa oportunidad. —Isa me señala y me ataca con su dedo.

—Lo dices como si ganar con Ferrari fuera fácil, ¿sabes lo que me ha costado llegar hasta donde estoy? —Alzo un poco la voz, Isa tiene que entenderme.

—¡Claro que lo sé! Porque he estado a tu lado todo este tiempo, no trates de hacerme sentir culpable porque no tolero tu nuevo estilo de vida.

—Solo estoy disfrutando lo que me he ganado. —Me excuso porque en verdad pareciera que Isa no sabe cómo me siento.

Ella rueda los ojos ante mi comentario y eso me enfurece más, sabía que esto sería un problema eventualmente.

—No has ganado todavía, que vayas a la cabeza no significa que ya está en tu bolsa y tú ya te crees el rey del mundo, ¡pues no lo eres, Carlos!

—¿Sabes qué? Si eso piensas de mí, adelante, vete. —Le sonrió burlón porque de nuevo, no creo que me deje. —Nunca te he retenido en contra de tu voluntad y no lo haré ahora.

Me termino de poner el desodorante, la loción y la camisa. Isa sale del cuarto sin decir una palabra, solo se cruza de brazos de nuevo y me mira con odio, ya se le pasará.

Me pongo los zapatos, voy por mis llaves del Ferrari y le doy una última mirada de reojo, está en la cocina tomando agua, sabía que no se iría a ningún lado.

Hemos estado juntos por años, hemos tenido nuestros momentos buenos y malos pero por más malos que hayan sido, Isa y yo somos un equipo, funcionamos, somos iguales y yo sé que ella no me dejaría, así como sé que yo no la abandonaría.

Vale, tal vez tenga un poco de razón y he coqueteado con varias chicas, algunas veces frente a ella, pero es que por fin la gente me está viendo por como soy, no por ser el hijo de alguien más.

Y ahora puedo disfrutar de toda esta atención y aunque tengo novia, creo que merezco disfrutarla, nunca la he tenido de esta forma. Isa debería de entenderlo, ella debería de entender que no importa que par de piernas u ojos se posen frente a mí, yo al final del día regresaré a ella, porque así funcionamos, porque la amo y porque sé que no encontraré a nadie igual que ella.

Después de lo que considero, ha sido una de las mejores noches de fiesta, excepto por los fotógrafos esperándome afuera regreso a casa, regreso a casa.  El Sol apenas va saliendo y trato de no prender las luces al llegar para no molestar a Isa. Camino tambaléandome y voy a la cocina por agua, me siento mareado y estoy seguro de que dejé un zapato en el club además de que apesto a mierda.

Pero la sorpresa es cuando entro a mi habitación, las cortinas están abiertas, la cama está tendida y me doy cuenta que Isa no está.

Regreso a la sala para ver si de casualidad está dormida en el sillón pero tampoco está, corriendo entró al cuarto y las puertas del closet están abiertas, ni siquiera me había dado cuenta de eso. Donde estaban todas sus cosas, ahora se encuentra vacío, revisó otros lugares donde ella ocupaba el lugar y tampoco hay nada.

De nuevo ese jodido mareo me detiene de buscarla, y me siento en la cama tomando mi cabeza entre mis manos.

¡Carajo! En verdad cumplió lo que dijo. Se fue.

—Bien. No la necesito. —Hablo solo, porque estoy putas madres solo y molesto.

Sé que debería ir a buscarla, pedirle perdón y poder arreglar esto, pero entonces un pequeño pensamiento cruza por mi cabeza.

"Eres libre"

Me siento culpable en cuanto pienso eso, pero sigo sin moverme.

No porque con ella me sintiera atrapado porque yo con ella jamás me sentía así, pero libre en el sentido de que ya no vamos a pelear todo el tiempo, ahora puedo salir con otras personas o embriagarme hasta caerme y considerando que voy en el primer lugar en el campeonato de pilotos voy a aprovecharlo hasta la última gota.

Es mi momento y nadie va a quitarmelo.

Prácticamente todos mis 20 's tuve novia, ahora es momento de hacer todo lo que no pude, nunca he tenido una etapa rebelde, siempre he hecho lo que quieren mis padres pero ahora, ahora puedo hacer cosas que nunca antes he hecho.

Saco mi celular con 5% de pila y mando un mensaje a mis viejos amigos de escuela.

"¿Qué plan para hoy?"

Luego, conecto mi celular y caigo rendido.

Después de dedicarme casi todo mi descanso de verano a andar de fiesta en fiesta, dando entrevistas a lo estúpido y saliendo con quien yo quiera, es momento de ponerme a trabajar.

Es difícil volver a entrenar y Rupert no tiene piedad conmigo, siento que está enojado que lo haya dejado plantado casi todo el verano pero no hay nada que hacer, lo he hecho y punto.

Voy saliendo del entrenamiento cuando recuerdo que tengo que ir a casa de mis padres a cenar, otras personas a las que he estado evitando por mis miles de compromisos y si soy sincero, porque no quiero ver a mis padres, ya sé lo que me espera.

Sé que no estarán felices de verme, pero son mis padres, ellos no pueden abandonarme como Isa lo hizo.

Al llegar a la casa saludo, mi padre está sentado en la sala leyendo unos papeles, en cuanto me escucha entrar baja la mirada para verme a través de sus lentes y me saluda con la cabeza mientras regresa a leer.

—Hola papá. —Lo saludo como si no supiera que he estado evadiendolo por días, casi semanas.

Camino hasta el jardín donde mi madre está arreglando sus plantas, ella adora su jardín, al salir la veo recortando hierba mala de algunos arbustos, no tiene que hacerlo pero es una actividad que disfruta.

Me acerco hasta ella y le doy un beso en la mejilla que no tiene llena de tierra.

—Tu padre está molesto contigo, Carletes. —Me dice en forma de saludo y asiento a su tono de reproche.

—¿Lo siento? —Le digo pero la verdad no siento que deba de disculparme de nada, no he hecho nada malo.

—Además, me encontré a la madre de Isa hoy, ¿puedes creer que me ignoró?

—¿En serio? Creí que eran amigas. —Le digo comenzando a quitar algunas de las hierbas malas para no tener que verla a los ojos.

—Eso pensé yo, pero supongo que desde que terminaste con su hija y te has estado paseando con no se cuantas modelos ya no quiere vernos. Insultaste a esa chica. —Me señala con sus guantes de jardinería llenos de lodo.

Me alzo de hombros como si no me importara, pero lo hace, solo que una parte de mí está disfrutando esta nueva vida y me siento un poco ligero.

—Madre...

—No voy a decir nada más, estoy segura que hoy tu padre se encargará sobre eso, pero quiero que sepas que no pienso meterme, tiene razón. —Ella regresa a su trabajo cortando hierba mala y sé que tampoco está contenta conmigo pero es mi madre y tiene corazón de pollo cuando se trata sobre sus hijos.

—¿No me vas a defender? —Le pregunto burlón y niega la cabeza tratando de no reírse.

—Ay Carlos. —Solo me dice.

Después de estar un rato con ella, mis hermanas llegan y comienza la cena, no es hasta ese momento que descubro lo enojado que mi padre está conmigo, durante la cena no me dirige una sola palabra y yo comienzo a ponerme nervioso.

Pasé de ser un imbécil de 27 años a ser un niño tonto de 11 años, claro que no demuestro como me siento, solo como mi cena en silencio y mirando para todos lados menos para la cara furiosa de mi padre.

Mis hermanas y mi madre tratan de amenizar la cena con plática ligera pero la tensión puede sentirse, mi padre solo habla si la pregunta va dirigida a él y si no, sigue comiendo sin despegar su mirada de mí.

No puedo soportarlo, mi padre es como un toro furioso y yo soy el torero inexperto temblando frente a él listo para su embestida.

—¿Papá? —Hablo y todo parece que se detiene.

Las chicas dejan de comer y de hablar para voltear a ver la reacción de mi padre ante mi voz.

Mi padre se toma su tiempo para verme, deja sus cubiertos en la mesa y clava su mirada en mí, yo trago saliva sintiéndose más y más pequeño.

—No quiero hablar contigo ahorita, después de la cena lo haremos. —Me dice con una mirada que dice "párale".

—¿Así que tengo que soportar tus malos tratos hasta que te sientas cómodo para hablar conmigo? —Le respondo y puedo sentir mis huevos en mi garganta, porque si creía que mi padre estaba enojado, ahora parece completamente perdido.

—Creéme que lo único que evita que te diga todo lo que pienso es porque se lo prometí a tu madre, de no ser así ya hubieras escuchado lo que creo. —Me dice y yo volteo a ver a mi madre.

Ella me lanza una mirada que dice "Te lo dije", mis hermanas se miran entre ellas pero no se meten, solo miran a sus platos y juegan con la comida en ellos.

Desde que hemos sido adultos, rara vez nuestros padres nos regañan, a menos que de verdad hemos hecho algo verdaderamente malo. Antes, cuando éramos pequeños, mis hermanas y yo nos metíamos y defendíamos al que le estuviera yendo peor, ahora que es muy rara vez que nos griten, nadie se mete, porque sabemos que nadie quiere hacer más grande la situación y empeorarlo para el otro.

Estoy seguro que mis hermanas ya han escuchado lo enojado que ambos están.

—¿Pues para que esperar a después de cenar cuando ni siquiera puedes esconder tu enojo? —Le digo de nuevo sintiéndome más valiente de lo que en verdad parezco.

—¿Quieres escucharlos? Perfecto. Lo siento Reyes pero este idiota tiene que bajarle a sus humos. —Se disculpa con mi madre y ella asiente, sabe que no puede hacer nada más.

Mi padre aleja su plato, estoy seguro de que se le ha ido el apetito igual que a mí.

—Eres un cabrón, ¿quién te crees para ir por ahí como un payaso creyendo que el mundo te pertenece?

—Carlos. —Mi madre le habla a mi papá tratando de calmar el ambiente pero no va a ser posible. 

—No Reyes, tiene que escucharlo. —Mi padre se pone de pie y hago lo mismo, no creo que me golpeé, él jamás lo ha hecho pero la verdad es que todo esto me tomó por sorpresa, nunca, nunca en mi vida lo he visto así de enojado y mucho menos conmigo.

—Estás poniendo el nombre de la familia en vergüenza. —Me señala poniéndose frente a mí.

Yo me alejo mientras me rió de ese comentario, sonó tan dramático que no puedo evitarlo.

—¿Nombre de la familia? ¿Qué somos? ¿La familia real? —Para entonces ya estamos en la sala.

Detrás de mi padre puedo ver a mis hermanas y mi madre viendo la escena, no quieren perderse de nada, es como si pudiera ver los engranajes de su cerebro tratando de averiguar si deberían de meterse o no, espero que no lo hagan, esto es entre nosotros.

—Carlos, Los Sainz no viven de los escándalos, entiende que los Sainz siempre hemos sido una familia respetable y vienes tú y pareciera que quieres que seamos la burla con tus fiestas y tus majaderías de andar cambiando de mujer como si fueran desechables.  —Alza los brazos harto y estoy seguro que mi padre ha leído cada y una de las noticias que han aparecido sobre mí.

—¿Mis actitudes que tienen que ver con el apellido? Solo me estoy divirtiendo. —Trato de calmarlo y sé que nada lo calmará a menos que me disculpe y prometa que voy a comportarme, ¡pero no quiero comportarme!

—¡Divirtiendo dice tu hijo, Reyes! ¡DIVIRTIENDO! ¿Acaso te gustaría que tus hermanas fueran tratadas así? Dios, pensé que había educado a alguien decente no a una bestia. —Señala sin ver hacia donde están las chicas y usa ese argumento como si en verdad me fuera hacer cambiar de parecer.

—No soy una bestia, solo estoy haciendo lo que nunca hice en mi juventud. —Espero que lo entienda, pero mi padre nunca se rebeló de su padre, él no lo entendería.

—Embriagarse todas las vacaciones no es razón de enorgullecerse. ¿Y el campeonato?

—Estoy en mi descanso, he regresado a entrenar y créeme, esa cosa está en mi bolsillo. —Carajo, una parte de mí quiere callarse pero la otra está muy enojado como para pensar con claridad.

—Aparte de cabrón eres soberbio, te crees intocable pero no lo eres y ya va siendo hora que vuelvas a comportarte como si esta familia te importara algo. —Me señala y estamos a centímetros.

Puedo sentir cómo esta pelea avanza y crece como una bola de nieve que tiras desde lo alto de la montaña, para cuando aterrice será enorme y causará estragos.

—¿Sabes? No quiero, no quiero hacerlo, he trabajado toda mi vida para llegar a donde estoy y ahora tengo lo que quiero, así que no me comportaré como un "integrante de la familia".

Mi padre está tan furioso que se comienza a poner rojo pero sigue sin decirme nada.

—Estoy cansado que quieras manejarme como un títere, estoy cansado de que nunca pude disfrutar de mis triunfos y ahora lo haré. —Me cruzo los brazos como un niño estúpido y mis hermanas pareceque quieren enterrarse en el jardín de mi madre.

Mi padre me da la espalda y ve a mi madre, ella niega con la cabeza y mi padre lo suelta:

—Lo siento Reyes pero tu hijo no me está dejando opción. —Yo frunzo el ceño porque comienzan a hablar como siempre lo hacen.

Mis padres tienen esta conexión donde apenas se dicen pocas palabras pero es como si se entendieran de toda la vida, siempre me ha parecido extremadamente romántico pero en esta situación lo detesto.

Sé que ambos han pasado días y noches discutiendo qué hacer conmigo, el nuevo problema de los Sainz, porque al final del día, los Sainz no tienen problemas y si uno aparece, tienen que deshacerse de él de raíz, me rio en mi mente por mi estúpida comparación, trabajar en el jardín con mi madre me trae dichos de jardinería.

—Carlos, no te quiero ver hasta que hayas recapacitado. ¡Me tienes harto! —Eso es suficiente para que yo me calme aunque solo por dentro, sigo sin querer que vea como me siento en verdad.

—¿De qué hablas? —Pregunto como si de verdad no entendiera.

—Ya me escuchaste, no fue suficiente que alejaste a Isabel de tu lado, también lo has hecho con nosotros.

—¿Es una clase de broma de mal gusto? —Digo con un tono horrible, creyéndome intocable pero sigo molesto.

—No es ninguna broma, tu madre y yo siempre hemos tratado de darte una buena educación y hacer que te comportes a la altura, pero te has vuelto un patán y no sé qué hacer para que te comportes. —Ya no gritamos, mi padre se ha rendido conmigo. —Quieres seguir comportándote como un subnormal, adelante, pero no dejaré que afectes más a la familia.

—Dios, lo dices como si hubiera matado a alguien. —Espero que mi padre vea lo dramático que suena. —Prometo tener más cuidado cuando salga.

¡Ya callate, Carlos! Me grito pero es obvio que no estoy pensando correctamente.

—Entiende que ya no me importa, quieres perder la cabeza por estupideces y comportarte como un verdadero gilipollas es tu asunto pero no avergonzarás a tu madre y a tus hermanas así.

—¿Y qué? ¿Me vas a desheredar en público para que la gente sepa que no quieres tener nada que ver conmigo?

—No, pero eso no significa que tenga que soportarte ni ver como te caes de tu nube. —De nuevo se acerca a mí y me ve a los ojos, estoy seguro que no quiere que me pierda lo siguiente que dirá. —Y no estaré ahí cuando todo te explote en la cara, porque no te das cuenta lo mal que estás actuando y de verdad estoy cansado de mandarte mensajes y que los ignores. No quieres mi ayuda, excelente, pero no tendrás nada. ¿Quieres arruinar todas tus relaciones? Bien, pero no nos metas. ¡Cómo es posible que nos tuviéramos que enterar que habías terminado con Isabel por cotilleos en el club!

Yo ruedo los ojos pero no digo nada, esa era una de las razones por las cuales no quería ver a mis padres, para no hablar de ella.

—No lo sé, solo se me fue a avisar. —Me alzo de hombros indiferente

—¡Seis años de relación tirados a la basura! ¡Tu madre esperaba una boda no a Isa llorando por tu culpa!

—¿Boda? —Pregunto como si fuera una idea loca, pero ya sabía que ellos esperaban eso.

—Ya tienes 27 años Carlos, yo me casé con tu madre a los 30 y contigo no parece que tengas la menor idea de lo que estabas haciendo con ella.

—¿Podemos no meterla a esto? Después de todo, ya no forma parte de mi vida. —Le digo harto, este sermón era el que más buscaba evitar. 

—No, ahora lo único que forma parte de tu vida son las modelos y actrices que no te duran más de una noche.

—¿Terminaste? Creí que ya había quedado claro que no quieres nada que ver conmigo, no tienes que seguir diciéndome todas las cosas en las que te he decepcionado.

—De verdad que no entiendes nada. Vete de aquí Carlos y espero que entiendas tarde que temprano lo imbécil que estás siendo, mientras tanto, no te queremos aquí.

No digo nada más, estoy furioso y solo quiero salir de ahí, sin decirle nada me alejo de mi padre y sé que tengo que pasar por donde están mis hermanas y mi madre para salir de la casa.

—Gracias por la ayuda hermanitas. —Les digo con sarcasmo esperando hacerlas sentir mal por no defenderme. —Adiós mamá, nos vemos luego, supongo.

Y sin esperar nada más, salgo de la casa de mis padres azotando la puerta, al ser verano no me he dado cuenta que ha comenzado una llovizna ligera.

Caminó hasta mi auto y me subo, ese día tenía planes para salir pero estoy tan cabreado que no quiero ver a nadie, mi padre dice que no quiere tener nada que ver conmigo, sin saber que cuando gane este jodido campeonato será él quien regrese a mí a pedirme perdón.

***

Carlos investiga a su futura novia

No importaba donde vivieras, no importaba el idioma el que hablarás, todo mundo alguna vez en su vida había escuchado el nombre de Victoria Ellis y su música.

Y ahora, no sólo escucharía su voz en la radio o cuando a mi hermana le tocara escoger la música del viaje, Victoria Ellis sería mi novia (falsa).

Yo lo había escuchado y eso que no es el género que más escuchaba, sabía quien era Victoria Ellis, pero al parecer me había perdido del jugoso escándalo que la pequeña rubia había ocasionado, vaya que meterse con un hombre casado era demasiado, hasta para ella que era conocida por su vida sin control y llena de rebeldía, pero supongo que eso sucede cuando alguien está en ese medio desde corta edad, no tienen idea de los límites, claro que soy la peor persona para hablar de límites en estos momentos.

Caco no me había dado otra opción, tenía que salir con ella o él se largaba y como es la única persona que me queda, no tuve otra opción que aceptar.

Al parecer mi jodido primo había tenido una noche de copas y casualmente se había encontrado a la manager de la cantante en un bar de mala muerte en el centro de Madrid.

Y ahora, los dos agentes se habían puesto de acuerdo para hacer mi vida miserable, mejor solo se hubiera acostado con ella y listo.

Ojalá pudiera hablar con mi padre para que me aconsejara sobre toda esta situación, pero no podía porque mi padre no me habla en estos momentos y yo solo me siento más imbécil de lo que ya soy, no solo toda mi familia me ha abandonado, mi novia, la mujer que amo y con la cual he salido más de seis años se ha largado.

¡Bien! No los necesito, yo solito puedo regresar a lo que era antes.

Me levanto del sillón y fui hasta la cocina de mi departamento, tomo una cerveza patrocinada por Estrella Galicia, ruedo los ojos al pensar eso y me rió mientras la abro.

La temporada todavía no inicia y he pasado la mayor parte de las vacaciones tirado o saliendo por toda la ciudad en busca de la siguiente mujer que traeré a mi cama y luego no volveré a ver.

¿Desde cuándo me he convertido en esta persona?

Decido que debería de pensar en mis problemas porque la verdad es que no quiero y mejor me pongo a investigar a mi futura novia, porque podré "conocerla" pero lo cierto es que no sé absolutamente nada de ella.

Tomo mi laptop y busco su nombre en internet, todos los encabezados son sobre su escándalo, la razón por la que su manager la quiere hacer salir conmigo, como si de alguna forma saliendo por publicidad nos fuera a ayudar, busco noticias antiguas porque no quiero saber sobre su amorío por el momento, así que busco algún otro escándalo, ya que si hay algo que Victoria Ellis haga bien, son los escándalos.

Le doy click en la primera historia y me pongo a leer.

Victoria Ellis es llevada de urgencias al hospital

Como bien saben, el pasado 15 de junio de 2016, se vio una ambulancia detenida afuera del edificio donde reside la cantante y estrella pop Victoria Ellis.

Con tan solo 17 años cumplidos, la joven ya ha sacado su primer álbum el cuál ha sido todo un éxito y ha sonado en todos los rincones del mundo, pero como bien sabemos, el peso de la fama trae consigo grandes riesgos.

Victoria Ellis fue sacada de su casa inconsciente, según nuestras fuentes nos han informado que ha sido debido a un exceso de trabajo y un problema sobre su conducta alimentaria.

El equipo de Victoria nos ha informado que ella trabajará para mejorar su salud y que cancelará sus últimos dos shows de su pequeña gira por Estados Unidos.

Solo podemos decir, recupérate Victoria y esperamos tenerte en el escenario con nosotros pronto.

Victoria Ellis captada besando a una mujer en una fiesta

Victoria Ellis vuelve a encender las redes, la joven ha sido captada en una fiesta de su disquera besando a otro de los talentos, y no es nada más y nada menos que, Sophie Condor, quien pensamos sería la competencia de Victoria una vez que firmó con RCA Records.

Parece ser que no será competencia alguna, simplemente la nueva conquista de una noche de la joven.

Pues ambas abandonaron la fiesta en la misma camioneta, ya veremos si esto durará algo o solo será pasajero.

Victoria Ellis y Rogelio: El cuento de amor que no fue

Como bien les hemos informado en esta revista, la última noticia caliente ha sido el descubrimiento del novio de Victoria Ellis, la joven estrella pop.

Durante este último año habíamos estado especulando quién podría ser la persona que la tuviera tan enamorada, su más reciente álbum contenía muchas canciones de amor, y sabiendo que a la cantante le encanta escribir sobre su vida privada, solo podíamos ponernos a pensar quién era el afortunado o afortunada en obtener el corazón de Ellis.

Durante mucho tiempo no la vimos salir con nadie, desde su rompimiento con el actor Matt Wayne no se le había visto con nadie serio, solamente aventuras de una noche, aventuras que terminaron de un día para otro, de pronto, Ellis se mantenía tranquila sin darnos de qué hablar, hasta hoy.

Ahora, sabemos que era porque su corazón lo tenía el abogado corporativo Rogelio Castillo.

Aquí en tu revista favorita entendemos por qué Victoria estaba tan enamorada, solo véanlo, desgraciadamente, Rogelio Castillo era un hombre casado, ¡así como leyeron! El abogado lleva 5 años de matrimonio.

Hasta el momento, la cantante se niega a hablar y parece que ha desaparecido de la faz de la tierra.

—¿Faz de la Tierra? Está escondida en Madrid. —Termino de leer rodando los ojos por lo amarillistas que todos estos reportajes eran.

Luego cierro esa noticia y busco la siguiente, porque quiero saber quien es esta mujer.

Rogelio Castillo niega todo con el apoyo de su esposa

Rogelio Castillo es el hombre que ha estado en boca de todos o al menos así ha sido desde que salieron las fotos con la estrella pop Victoria Ellis.

El abogado ha salido en televisión aclarando la versión de los hechos.

Rogelio asegura que solo fue un error de una noche, así es como describe su encuentro con Victoria Ellis, su esposa, quien está a un lado de él mientras habla, asiente con la cabeza y sostiene a uno de sus hijos.

¡Victoria Ellis fue quien instigó el encuentro pues ella sabía que estaba casado!

Victoria Ellis y su equipo nos han dicho que no van a comentar nada sobre este asunto, haciendo que solo tengamos la versión del señor Castillo.

Y yo solo diré, Victoria Ellis, el silencio otorga.

—Así que ella sí sabía de esto, puff. —Dejo la laptop y me pongo a ver lo primero que encuentre de deportes que no tenga que ver conmigo.

Solo me relajaré hasta mañana, mañana es cuando la conoceré y todo este circo comenzará.

La verdad es que nunca he estado en una relación por publicidad, sé en lo que consisten, pero hasta ahí, nunca pensé que yo necesitaría una de esas, pero claro es que al final nunca sabes qué dirección tomará tu vida.

A la mañana siguiente, Caco viene por mí para irnos a verlas, supongo que debo de comportarme a la altura como tantas veces me lo ha repetido.

Es Enero y no dejo de pensar en las fiestas con mis padres, estaba claro que me invitaron por las apariencias, pero nadie realmente sabe lo mucho que mi padre me detesta en estos momentos.

Recuerdo haber estado en un rincón toda la noche, menos cuando me hablaba alguien, aunque la familia sabía de la pelea y se mantenía al margen, básicamente estuve solo todo el rato.

Mi madre me lanzaba miradas compasivas pero yo no podía dejar de pensar que estaban llenas de lástima, por más que quiso pasar tiempo conmigo, el ser anfitriona no se lo permitían.

—¿Todo bien? —La voz de Caco me trae de vuelta.

—Sí, solo pensaba... —Le digo girando el volante y doblando hacia la derecha como me indica el GPS. —No pude dormir anoche, ¿estás seguro que esto arreglará todo?

—Estrella Galicia es dirigida por un hombre de familia, dice que no le gusta tu comportamiento fiestero.

—¿Y si les digo a todos que me embriago con su cerveza? —Le digo en forma de broma pero Caco no está feliz por ese comentario. —Vale, novia seria será.

—Además es linda ¿no crees?

—Sí, supongo que es bonita. —Lo digo como si no me importara, pero la mujer en verdad es hermosa, ayer que vi todas esas fotos, algo que me quedó grabado fue esa sonrisa, estoy seguro que ilumina la habitación a la que entre y estoy seguro que deja un camino de corazones rotos por donde pase.

Después de seguir manejando por un rato, llegamos a donde el GPS nos dice y nos bajamos, no hay nadie, pero el vecindario parece como cualquier zona residencial de Madrid de familias adineradas.

—¿Aquí vive? —Pregunto y Caco se alza de hombros indicándome que no tiene la menor idea.

Caco está por llamar a la agente de Victoria cuando la mujer abre la puerta y sale de la casa con una sonrisa amable, he visto miles de esas en toda mi vida.

—Chicos, pasen. Estábamos esperándolos. —Nos indica y volteo a ver a Caco quien me hace obedecer con solo una mirada.

Al entrar me doy cuenta que la casa está completamente vacía y a lo lejos veo a quien creo es Victoria. Su agente la llama y voltea a vernos, ve a Caco y luego su mirada se clava en mí, trato de no lucir asustado porque la mujer frente a mí no se parece en absoluto a la mujer de las fotos y de los videos que he estado viendo.

La sonrisa no está, pareciera que no ha sonreído desde que todo mundo se enteró de su amorío.

Vale, sé que las fotos pueden engañarme y claro que he visto a mujeres sin maquillaje pero esto es completamente diferente, la mujer frente a mi parece una sombra de lo que Victoria Ellis era.

Trae una sudadera y pants que no son de su talla, mínimos son dos tallas más grandes, su cabello está en una coleta alta y en su cara no hay gota de maquillaje, pero lo que me asusta es que sus mejillas se ven hundidas y debajo de sus ojos hay una ojeras enormes al punto de que se ven moradas y se ve completamente pálida hasta cierto punto se ve enferma ¿estará enferma?

Trato de no hacer caras pero sé que las estoy haciendo cuando siento un codazo por parte de Caco.

Cuando extiende su mano para saludar a Caco, se alza un poco la manga de la sudadera y puedo ver lo delgados que se ven sus brazos, tal vez al final del día no se nada de Victoria Ellis, pero sí puedo decir algo, es que la mujer frente a mí no es ella. 

Después de que nos indican que es ahí donde viviremos juntos, nos dan las reglas de la relación y comienzo a sentirme atacado, Victoria no dice nada, así que si ella no hace nada, lo haré yo.

—¿Por qué siento que todas estas reglas son más para mí que para ella? Yo no fui quien se metió en una relación ajena —Grave error jamás debí haber dicho eso porque fue como si yo despertara a un gigante dormido.

Victoria me voltea a ver con fuego en sus ojos, la primera señal de que de verdad está viva.

—Bueno, pero al menos yo no fui la estúpida que chocó en estado de ebriedad o la imbécil que golpeó a los paparazzis y claro, no soy yo quien está a punto de perder su lugar en la Fórmula 1. —No digo nada, solo me le quedo viendo.

Trato de buscar ayuda de Caco pero mi primo está más ocupado tratando de no cagarse de risa, luego se mete para detenernos y la junta sigue.

Trato de poner atención pero no puedo dejar de ver de reojo a la mujer a mi lado, ha vuelto a su estado de zombie y no dice nada mientras escucha a la castaña como si fuera su madre, luego nos dicen que tenemos que ir a caminar que habrá "cámaras" y que tenemos que lucir amigables.

Mandan a Victoria a cambiarse y aprovecho para acercarme a Caco.

—Todavía podemos marcharnos. —Le digo en un susurro pero estoy seguro que la castaña está escuchando.

—Puedes irte Carlos, pero yo renuncio, ya lo he dicho.

No puedo irme porque no puedo perderlo, no cuando es él único que no me ha abandonado durante estos seis meses.

En cuanto sale Victoria de cambiarse, salimos de la casa y ella comienza a fumar, odio el olor, lo detesto, tengo una tía que fuma, jamás me acerco a ella porque no tolero ese jodido olor y se lo hago saber pero no lo apaga, solo me mira divertida y me dice "fumo cuando estoy estresada", más vale mantener a esa mujer feliz porque no quiero tener que estar oliendola.

Mientras caminamos trato de no verla, pero si antes creía que esta mujer estaba delgada, con el vestido me lo ha confirmado, no quiero hablar de su apariencia pero es imposible no pensar que aquella mujer está en cosas feas, además he leído sus noticias, no sería la primera vez que ha tenido problemas con la comida, solo espero que no me meta a mí en sus cosas, aunque por lo que escuché la castaña mandona la mandará a terapia, bien, se nota que le hace falta.

Regresamos y cada quien se va para hacer sus cosas, ahora trato de comportarme a la altura y demostrarle a mi padre que en verdad he aprendido la lección, me voy a entrenar.

***

Viviendo con el fantasma de Victoria

Vivir con Victoria ha sido como vivir solo, literalmente, si no fuera porque su gato odioso está en la casa, ni siquiera me daría cuenta que ella está ahí.

Descubrí que solo sale durante las noches y eso porque cada que despierto lo primero que encuentro en la basura son las miles colillas de cigarro, le cambia la comida y el agua a su gato y limpia su arena, pero no hace más.

Se la pasa dormida todo el día y no come nada, lo cual tiene sentido por como se ve, le he dejado un poco de fruta antes de irme porque no puedo evitar sentirme mal por ella, sé que no debería, después de todo solo somos compañeros de trabajo, pero también sé lo que se siente estar solo, así que me apiado y lo hago esperando que en verdad la coma.

Después de eso, es como si las cosas cambiarán, ella come un poco más, a veces cocino para ambos, a veces ella cocina para los dos. Va a su terapia, duerme en el sillón por alguna razón, pero si tuviera que resumir mi experiencia de vida con Victoria sería esa, vivo con un fantasma que no me desagrada (solo su gato que dejó un pájaro muerto en mi cama).

Hemos hecho cosas del trabajo, como salir a comprar víveres y conocernos, que parece ser que para Caco y Lucía (la castaña mandona) es lo más importante.

Ahora, debo de ser 100% sincero, Victoria Ellis tiene un humor raro, dice chistes sobre sus traumas casi todo el tiempo, se burla de mí, no me deja poner música en MI auto, y aun así la considero una de las personas más chistosas que hay en el planeta, puedo reirme todo el tiempo con ella, y a su vez, ella me hace reírme de mí mismo, se burla de mí a cada rato pero lo hace de una forma que es tan graciosa que no me importa.

De verdad, la forma en la que le interesa muy poco la vida es impresionante, no hablamos de cosas muy personales, no le hablo de mi familia y ella no me cuenta sobre Rogelio, pero aún así nos llevamos bien y me agrada, no fingidamente, de verdad me agrada y creo que podemos ser buenos amigos.

El tiempo pasa y en estos momentos es hora de que tengamos nuestra primera cita oficial como pareja, nada complicado me asegura Lucía, pero toda esta relación es complicada para mí.

Es la segunda vez que saldré con Victoria, la primera fue al supermercado y ya sabemos que ocurrió, ahora estoy cambiándome porque al parecer a la agente de Victoria le gusta tener todo listo y a su manera.

Estoy descalzo y aunque no lo admitiré estoy leyendo las hojas que Lucía me ha dado para tener "la cita perfecta", me río porque es ridículo pero aún así no dejo de leerlas, supongo que esto saca mi lado perfeccionista, porque no quiero fallar en esto, odio fracasar, por más que sea una estúpida cita falsa.

—¡Oh que hermosa te ves esta noche! —Digo con una voz que no es la mía en forma de burla.

Bodoque, quien está acostado en mi cama y observa cada movimiento, maulla.

—¿Qué? ¿No te gusta? —Le pregunto como si el gato pudiera responderme. —¿Sabes? Serías muy afortunado si yo te sacara a pasear, gato tonto.

De nuevo, el gato gris frente a mí maulla y comienza a lamerse sus patitas.

Termino de abrocharme la camisa y sigo con mi lectura, ya no me queda mucho tiempo, sé que si me tardo aquella castaña vendrá por mí y me sacara de las orejas, como si fuera mi madre.

Leo cosas como, acomoda su silla, abre su puerta, deja que ella marque el ritmo del paso al que caminen, dale tu chaqueta...

—Sí, como sea, nada nuevo. —Me digo mientras dejo las hojas en mi buró y me preparo para salir. —¿Vienes o te quedas ahí? —He perdido la cabeza porque ahora no dejo de hablar con Bodoque.

No lo haría si el gato no pareciera que en verdad me entiende, porque lo hace, así que Bodoque sale del cuarto y yo apago la luz.

Al salir los dos agentes me dan su sello de aprobación y unos segundos después, sale Victoria.

Quiero decirle algo pero no lo hago, se ve increíble y creo que es la primera vez que la veo arreglada, se ve tranquila, me gustaría saber qué piensa de todo esto, ¿de alguna manera lo estará disfrutando? No creo, porque salir conmigo la obliga a arruinar su rutina de no hacer nada durante todo el día.

Me siento culpable al decirlo, sé que está pasando por un mal momento, así que prefiero no decir nada y ambos subimos al auto, supongo que mientras antes nos vayamos, antes terminará esto.

Uno pensaría que cuando dos personas son obligadas a salir, sería incómodo y terriblemente aburrido pero con Victoria nada es aburrido.

Claro, al inicio de la cita si se sentía incomodidad, creo que era más de mi parte, pero la verdad es que Victoria ha sabido como manejar la situación y hacer que no sea tan complicado, por lo que sé, ella ha tenido experiencia en esto.

Me confesó que salió con un actor como su barba, pero regresando a la cita.

Ella está frente a mí contándome su peor cita y juro que de verdad es mala, jodidamente terrible pero la cuenta de una forma que no puedo apartar la vista de ella y también la hace parecer más divertida de lo que creo que fue.

Y entonces, me río como desquiciado llamando la atención de las mesas a nuestro alrededor, pero de verdad ha sido una gran anécdota, y Victoria sonríe orgullosa al verme reír de esa forma.

—Por favor dime que no volviste a salir con él.

—¡No jamás!

—Dios Victoria, tienes que dejar de aceptar todas las citas que te piden. —Le digo ya más tranquilo mientras tomo un poco de mi trago.

Y mientras tomo pienso que si todas las citas y salidas serán así yo no tengo problema en fingir una relación con la mujer que está frente a mí.

***

Preciosa

Ahora ¿cómo surgió ese apodo para Vic?

Preciosa

Una palabra que use de forma de burla hacia ella, no recuerdo exactamente qué fue lo que me preguntó pero era algo sobre si me gustaba bailar, lo cual detesto.

Pero recuerdo que le respondí: Preciosa, lo último que harás, será verme bailar.

O algo por el estilo creyéndome todo un casanova, pero no recuerdo bien las palabras que use, la cosa es que yo usé esa palabra en forma sarcástica para hacerla enojar porque sé que puede llegar a molestar pero por alguna razón ya no puedo dejar de usarla cuando se trata de ella.

Es como mi pequeño secreto, solo yo la llamo así y en cambio recibo la palabra "guapo" por parte de ella.

Es como un chiste entre nosotros, porque sé que ella se burla de mí con la palabra guapo, pero al mismo tiempo no es burla, no lo sé, solo sé que comencé y ya no puedo parar.

***

Maranello no fue pan comido

Mi madre como siempre ha llegado a agitar las aguas justo antes de que haremos el primer viaje importante, pero le doy el beneficio de que nos ha hecho descubrir que no sabemos nada del otro.

Yo no tenía la menor idea de que Victoria no le hablara a su padre y ella no sabía que yo tenía hermanas, y pronto haremos nuestra presentación oficial como pareja y no nos pueden ver flaquear. Odio que alguien pueda descubrirnos porque no quiero dar explicaciones y no quiero quedar como un estúpido frente a todos, suficiente me siento así fingiendo una relación con alguien a quien apenas conozco.

—Mi color favorito es el rojo, siguiente. —Le digo porque estamos haciendo preguntas exprés de nuestras infancias, las cosas que una pareja debería de saber. —¿Cuándo es tu cumpleaños?

Ella agarra su gato gordo y retiene la información por unos segundos, como si no quisiera decirme.

—14 de Febrero.

—Es joda, ¿no? —Le pregunto creyendo que lo dice de broma.

—No, ese día nací. —Victoria responde con una sonrisa burlona en su cara, como si hubiera escuchado esa misma pregunta toda su vida.

—¿Y qué haces en tus cumpleaños?

—No los celebro. —De nuevo suelta algo completamente doloroso como si no fuera nada, como si estuviera acostumbrada.

—¿De verdad?

—Depende, si tengo pareja pues celebro con quien salga, si no, me espero una semana y celebro los días 21 de Febrero o cuando se puede, pero si te soy sincera, no me gusta celebrarlos. —Ella se alza de hombros y sigue acariciando a Bodoque.

—Pero si tienes pareja, ¿celebras San Valentín o celebras tu cumpleaños? —Victoria vuelve a sonreír como si la hubiera descubierto.

—Celebro San Valentín, mi cumpleaños no me importa.

—¿Y tu madre?

—¿Ella qué? —Me pregunta como si pasar el día de su cumpleaños con su madre fuera una idea descabellada. —Carlos, trabajo mucho, veo a mi madre cuando puedo. Siguiente pregunta. ¿Qué haces tú en tu cumpleaños? Si tanto te interesa el mío.

Comienzo a conocer a Victoria, no va a decirme que la he molestado, pero lo sé porque saca un cigarro, ahora, he descubierto algo que ella hace, no solo fuma cuando está estresada, fuma para alejarme, sabe que lo detesto y ella usa su barrera de humo para mantenerme a raya como diciendo "tú vas allá y yo me quedo por acá".

—Yo celebro con mi familia cuando se puede, es algo que hacemos desde que mi padre trabajaba tanto. —Me pone incómodo hablar sobre mi familia cuando apenas les hablo pero ver a mi madre este día, me agrada porque al menos sé que ella no me detesta por completo. —Una vez, mi padre nos llevó a sus carreras, no recuerdo el país, la cosa fue que era en año nuevo y como él tenía que levantarse temprano, apagó todas las televisiones y tocó las 12 campanadas, nos abrazamos y recibimos el año nuevo para luego mandarnos a dormir.

Victoria sigue fumando pero tengo toda su atención, sonríe sincera y no tengo la menor idea de lo que ella piensa.

—La cosa es que no eran las 12 de la noche, eran las 10 y nos había engañado. Así se resumen las cosas en mi familia, a veces celebramos cuando podemos. —Me alzo de hombros como si no fuera nada malo. —Pero celebramos.

Ella rueda los ojos porque sabe que la estoy juzgando pero por favor, ¿quién no celebra su cumpleaños? Aunque puedo entenderlo, tenía un amigo que había nacido el día de la madre, su cumpleaños para él no existía.

Después de eso me concentro tanto en el viaje a Maranello que ya no pienso en otra cosa, Lucía nos ha dado instrucciones a ambos de cómo debemos de actuar allá, considero que son lo suficientemente fáciles para no tener que preocuparme mucho por eso.

Estoy ansioso por llegar y ver el auto, he estado viajando a la fábrica para poder colaborar con el conocimiento que ya tengo, hablar con los ingenieros y mecánicos y para poder crear otro auto tan competitivo como la temporada pasada, para así volver intentar entrar a la lucha por el campeonato de pilotos, tengo que demostrar que en verdad soy capaz de lograrlo y no perder los pies del suelo, de nuevo.

Nos despedimos de Lucía y comenzamos nuestro viaje, Caco será la "niñera en turno" pero ha realizado algunos comentarios que me dan una perspectiva nueva.

A Caco le gusta Victoria y no tengo que preguntarle para confirmarlo.

Los veo durante todo el trayecto y me da risa como no ha sido para nada sutil, simplemente yo no me había percatado de la situación, pero seré honesto, soy algo estúpido cuando se trata de darse cuenta sobre los sentimientos de las personas.

Ahora, esto puede terminar o muy bien o terriblemente mal, porque alguien podría darse cuenta y sería un completo escándalo.

"Novia de Carlos Sainz le es infiel con su manager y primo"

Oh vendería tantos periódicos y ahora, no solo yo sería la burla de mi familia, Caco también, pero en el fondo, no solo eso me molesta, hay algo que me causa incomodidad como si fuera una pequeña piedra en mi zapato y no quiero aceptar que son celos porque no quiero que la relación con Victoria salga de lo profesional.

Esto es algo que no admitiré a nadie y me lo llevaré a la tumba, pero detesto que me sienta desplazado por ella y detesto aún más que me importe tanto.

Y esa piedra en el zapato solo crece cuando vemos a Charles, pero trato de ignorar el sentimiento lo mejor que puedo y me concentro en enseñarle mi mundo lo mejor que puedo.

Hay un momento donde no dejo de hablar y estoy casi seguro que ella ya se ha hartado de mí, así que la volteó a ver y cuando nuestros ojos se encuentran la veo sonreír y puedo estar seguro de que ha escuchado todo lo que he dicho.

—¿Todo bien? —Le pregunto mientras Victoria asiente.

—Eres todo un pavo real cuando estás aquí.

—¿Pavo real? —No entiendo pero a veces no entiendo la mitad de lo que Victoria piensa.

Siempre hace estás asociaciones, hace no mucho le dijo muñequito de pastel a Charles y por alguna razón puedo ver lo que quiere decir con eso, Charles en verdad es un muñequito de pastel.

—Sí, aunque no es burla, me gusta ver como te luces en tu ambiente, enseñas tus bonitas plumas y demuestras quien es el que manda. —Me dice aún con esa sonrisa que estoy seguro que en otros tiempo podría hacer a miles pelear por su atención.

Yo solo ruedo los ojos porque nunca sé cómo tomar sus cumplidos, seguimos con el tour y aquí es donde viene el primer problema del viaje.

He olvidado el cumpleaños de Victoria, recuerdo que días atrás hablamos sobre él y me hice una nota mental sobre que no debería de olvidarlo y voy y es lo primero que hago, aunque en mi defensa hemos estado tan ocupados, más yo y bueno, así es el trabajo.

—¡Caco! —Busco a mi primo en un momento que Victoria está distraída hablando con otros trabajadores de Maranello. —Necesitamos comprarle algo a Vic para celebrar.

—Claro, ahorita me encargo pero no sé si podamos conseguir algo para ahorita. —Mi primo ni siquiera me pregunta celebrar que, solo me hace caso.

—No le gusta el pastel, así que algo que no sea tan ceremonioso estará bien.

Después de que Caco se va, yo regreso hasta donde Victoria se encuentra para seguir el tour y entonces siento como el alma de Vic se sale de su cuerpo. Fue como ver a alguien que creías muerto reaparecer.

Y entonces, con nuestros directivos se acerca Rogelio, tengo que fingir amabilidad pero siento que en cualquier momento Victoria se pondrá a llorar o se encerrará a fumar como si su vida dependiera de ella.

Rogelio Castillo es una serpiente, sonríe como una serpiente y es peligroso como una serpiente y lo peor de todo, es que ve a Victoria como si de un bocadillo se tratara y él está hambriento.

En cuanto se va puedo escuchar a Victoria respirar, había estado reteniendo su respiración todo ese momento.

—Vic, tienes que calmarte, él no te hará nada, solo tienes que mantenerte a mi lado. —Le digo tomándola de los brazos y obligándola a verme a los ojos.

Sus ojos se ven tristes, como cuando la conocí y yo solo sé que Rogelio acaba de entrar a mi lista de gente que detesto y encabeza la lista.

—Sí. —Me responde pero no creo que me crea mucho.

Después de eso viene la presentación del monoplaza, varios periodistas han venido de todas partes solo para verlo, nos toman fotos a Charles y a mí con el auto y alzan sus manos esperando que respondamos algunas de sus preguntas, pero nos han dicho que nada de preguntas por el momento y la verdad es que lo aprecio porque creo soportar preguntas como:

¿Carlos, qué se siente haber cagado tu oportunidad de ganar el campeonato?

Al final, los periodistas salen y nosotros nos vamos tras bambalinas, Charles se acerca a mí.

—¿Victoria Ellis? ¿Es la chica en turno? —Me pregunta burlón, no es desconocido para nadie de mis compañeros del grid que me he formado una reputación de mujeriego, por no decir cabrón.

—Imbécil. —Le respondo riendo. —Es más que la de "en turno". —Hago las comillas con mis dedos y puedo ver la sorpresa en sus ojos.

—Eso si no lo esperaba, es linda. —Charles me sonríe amable.

—Lo sé, así que compórtate con ella.

—Lo juro, hombre, joder te ha pegado fuerte. —Se burla y yo solo ruedo los ojos.

No me ha pegado nada, literalmente hay un contrato que estamos obedeciendo.

—¿Y cómo es? —Charles me vuelve a hablar y yo me quedo en blanco.

¿Cómo describir a Victoria Ellis? Está claro que sé cómo podría describirla, ¿pero cómo le resumo a Charles la complejidad que es Victoria? Es todo un terremoto que ni siquiera sabes que te ha sacudido y te deja pasmado esperando por más, es tan cambiante, es como un día soleado aunque a veces se nubla, y aunque debo admitir que amo un buen día lluvioso, detesto cuando ella se pone de tal forma.

A veces solo me le quedo viendo esperando que pueda descubrir lo que piensa y cuando ella me descubre viéndola sonríe como si nada sucediera, quiere parecer fuerte para todos.

—Victoria Ellis es emocionante, talentosa y astuta, además de que atrae los problemas como un imán.

Le respondo a Charles y mi compañero de equipo se ríe como si le hubiera contado el chiste más gracioso del mundo, pero es la verdad.

—Y hablando de Vic, será mejor que vaya a buscarla.

Sin esperar respuesta por parte de Charles, me alejó y me voy directo a la puerta, abro solo un poco porque sé que del otro lado está toda la prensa y no quiero atraerla, en cuanto la localizo le hago señas para que se una a nosotros y corre hacia mí con urgencia.

Oh-oh el día se ha nublado.

Lo supe en el momento en que la vi, pero me llama mi jefe y no puedo hablar con Victoria a solas, al parecer quieren darnos algunas últimas indicaciones antes de la gala.

En verdad quiero darles toda mi atención, pero la tiene la cantante a mi lado, tiene la cara y los ojos rojos del llanto, nos separamos y salimos de ahí.

Victoria no dice nada además de un: Estuvieron genial chicos, de nuevo fingiendo que nada ocurre.

Durante todo el camino a mi departamento trato de hacerle plática pero Victoria no cede y eso es otra cosa que he aprendido de aquella mujer, cuando se cierra no hay manera de que se abra a menos que ella te quiera dejar entrar y te mira con una cara de "síguele y te mato"

Al llegar Victoria toma sus cosas y se va, no pregunta, solo nos avisa que necesita salir por más de los intentos de Caco por retenerla, ella no cede.

Yo me acerco hasta la orquídea que nos acaban de entregar y tomó la nota que viene atada a ella.

"Para Tori

Siento en verdad todo lo que dije esta tarde, estaba enojado y no fue lo correcto, en verdad espero poder arreglar las cosas entre nosotros. Me encantó verte. ¡Feliz cumpleaños!

De Rogelio

PF: Al menos yo sí sé cuales son tus flores favoritas"

—Es un bastardo. —Digo en voz alta y le paso la tarjeta a Caco.

Rogelio de verdad es una escoria, ¿cómo es posible que Victoria estuviera con él por un año sin darse cuenta de la persona que era?

—¿Para eso me pediste cosas para celebrar?

—Es su cumpleaños y no le gusta celebrarlo, por eso prefiere no decirlo.

—Vale, comienza a arreglarte, hablaré con Lucía a lo mejor ella puede decirnos qué hacer. —Caco saca su celular y marca el número de Lucía.

—Cuando termines con ella pásamela quiero pedirle un favor. —Caco asiente pero me ve con desconfianza, yo no le hago caso y me meto a mi cuarto a "arreglarme."

Minutos más tarde Caco toca mi puerta y me pasa el celular.

—Hola Carlos, me dice Caco que querías hablar conmigo. —Sonrío en cuanto escucho su voz.

—Lucy, Lucy hermosa, Lucy brillante. —Trato de hablarle lindo para convencerla de lo que tengo en mente.

—Corta eso dime que quieres que haga. —Parece ser que no funciona porque el tono suena más serio que de costumbre.

—Necesito un favor enorme y no puedes hacer preguntas. —Ahora el que  habla con seriedad soy yo.

—¿Ok? No desaparezco gente y no rompo la ley (a veces). —Me dice como advertencia y yo me río.

—Vale, necesito que cambies la cama de Victoria. —No hay respuesta del otro lado de la línea. —¿Aló?

—¿Es broma? Carlos no haré eso. —Me dice y yo ruedo los ojos.

—Venga, créeme que es más por ella que por mí. —Yo me siento en la cama porque hablar con Lucía me distrae.

—¿Por qué tengo que cambiarla? —Estoy segura que no confía en mí pero no quiero confesarle el secreto de Victoria porque ella confía en mí.

—Por favor, mira no puedo decirte pero es mi regalo de cumpleaños para ella.

—¿Ella te dijo su fecha de cumpleaños? —Hay sorpresa en su voz.

—Sí.

—¿Ella te lo dijo? ¿A ti? —De nuevo parecía que no podía creérselo.

—Que sí. —Respondo harto.

Después de unos segundos en silencio ella responde.

—Está bien, cambiaré su cama ¿pero qué cambio?

—Bueno, cambiala por una matrimonial. —Le suelto como si fuera lo más fácil del mundo.

—¿Es en serio?

—Hazme caso, ¿o qué? ¿Quieres que siga durmiendo en los sillones? Solo hazme caso y listo. —Comienza a molestarme que no confíe en mí pero la entiendo, solo quiere proteger a Victoria.

—Está bien pero si ella me reclama, es tú funeral. —Después de eso corta la llamada y espero que en verdad cumpla lo que le he pedido.

Después de eso, me meto al cuarto de lavado porque Victoria llegará en cualquier momento y tiene que arreglarse así que le dejaré la habitación libre.

Ni siquiera me doy cuenta cuando ella llega, solo que cuando salgo Caco está sentado en el sillón con su celular en manos.

—¿Victoria si regresó? —Pregunto porque de verdad no quiero que salga nada mal.

—Sí, está arreglándose, le pase un poco de comida. —Ni siquiera me voltea a ver.

—¿Crees que pueda entrar? —Esa pregunta sí que me gana su atención y una sonrisa tonta se forma en su cara.

—Aléjate de ella Carlos, Victoria Ellis solo te va a traer problemas. —Me señala con su dedo delgado y yo ruedo los ojos.

—Solo quiero mis gemelos, mi corbata y peinarme. —Le aclaro y le señalo las partes de mi traje donde faltan esos accesorios.

—Como sea, voy por el auto porque se nos hará tarde. —Caco se levanta y toma su saco para salir de mi departamento.

Yo solo lo veo partir con el ceño fruncido, ¿a qué se refiere con que Victoria me va a traer problemas? A quien engaño, eso hasta yo lo sé.

Voy hasta la puerta y toco esperando a que Victoria me de permiso, y entonces entro al escuchar su voz.

Lo primero que veo es a Victoria sentada frente a un espejo que trajo con ella terminando de colocarse el labial, yo la ignoro y voy directo a donde deje mis accesorios y comienzo a ponerlos porque ya es tarde y tenemos que irnos en cuanto Caco llegue por nosotros.

Estoy arreglando mi cabello cuando la escucho hablar.

—¿Y Caco? —La voz de Vic suena mientras termino de arreglar un mechón que no queda en su lugar.

—Fue por el auto y ver que todo esté listo. —Ahora continuó con los gemelos —Ya solo faltamos tú y yo. ¿Te falta mucho?

Victoria niega y trato de ver su expresión, ¿acaso podrá con esto? Estoy seguro de que Rogelio estará en la gala y estoy seguro de que buscará cualquier excusa para acercarse a ella, parece ser ese tipo de ex.

—¿Estás bien? —Le pregunto tomando asiento en la cama y tratando de descubrir de qué humor se encuentra.

—Estaré bien, no ha sido mi mejor San Valentín, ni cumpleaños, pero bueno, el siguiente año siempre puede mejorar ¿no? —Ella me sonríe pero puedo adivinar que es una sonrisa para calmarse, para que no piense que ha perdido la cabeza. —¡Estoy lista!

La volteo a ver y tratando de no distraerme, pero ni siquiera puedo hacer eso, porque la visión que tengo ahora es completamente diferente a lo que he visto antes.

Me quedo pasmado porque aunque ya estoy acostumbrado a ella y a su belleza por alguna razón me siento abrumado y no se ni que decir, solamente me quedo ahí acomodando mi corbata fingiendo que no puedo quitarle los ojos de encima, porque ese era otro secreto que pensaba llevarme a la tumba.

Y entonces, mientras trataba dejar de verla y fallando épicamente me di cuenta de que traía el cierre abajo, cierre que se encontraba en su espalda. En cuanto me di cuenta me voltee sonrojado como un niño estúpido que acababa de ver su primer par de piernas, ¿desde cuando yo me sonrojo?

Ella ya estaba a punto de salir de la habitación sin darse cuenta.

—Vic. —Le hablo porque no puede salir así.

Y porque no quieres que nadie más la vea, pienso pero ignoro ese comentario como si no fuera yo quien lo hubiera pensado.

—¿Sí? —Ella apenas puede verme, ¿acaso está sintiendo lo mismo que yo? Porque yo estoy puta madres nervioso.

—Tienes el cierre abajo. —Victoria cierra los ojos como si supiera que algo se le había olvidado y debía resolverlo.

Estoy segura que ahorita su mente está trabajando a toda máquina porque no sabe qué hacer y entonces me pide lo que esperaba que no hiciera.

—¿Podrías ayudarme? Cuando me medí este vestido Lucía me ayudó con él y no pensé en eso hoy que estuviera sola. —Sonríe apenada y todavía sin poder sostenerme la mirada.

No quiero tocar a Victoria Ellis, no quiero hacerlo, me niego a hacerlo pero si no lo hago yo, le pedirá ayuda a Caco y por alguna razón eso es peor para mí.

—Claro. —Le respondo como si no quisiera salir corriendo de ahí.

Victoria sin decir otra cosa, se da vuelta y mueve su cabello para que no quede enredado en el cierre.

Yo trato de manejar mi respiración mientras me acerco a ella, el cierre está en la parte baja de su espalda, Victoria no sabe pero estoy temblando y mis manos se llenan de sudor como si fuera la primera mujer a la que voy a tocar.

Está claro que algo me sucede, pero no se lo hago saber.

Su perfume me inunda y trato de ignorarlo pero el jodido y diminuto cierre se me resbala. ¿Quién mierda hace estas cosas tan pequeñas?

—¿Ya quedó? —La voz de Victoria me distrae.

Parece que solo estamos ella y yo y siento como si estuviera sofocandome, puedo sentir el sudor no solo en mis manos, si no en todo mi cuerpo y yo solo quiero terminar con esta tortura.

—No, es que se resbala, espera. —Hablo sin darme cuenta que estoy susurrando y es un grave error porque puedo ver como Victoria se estremece, su piel se pone de gallina y eso me excita como no tiene una idea.

Como puedo termino de subir el cierre y me alejo pero no lo suficiente, solo doy un paso hacia atrás porque quiero seguir oliendola, ¿soy un pervertido? En mi defensa es la primera vez que no huele a tabaco, pero por alguna extraña razón siento que no huele a Victoria.

—Ya quedó. —Le digo y ella se voltea.

Ahora nuestras miradas se encuentran e inconscientemente doy un paso hasta donde ella está.

La puerta está detrás de Victoria y yo frente a ella, y la verdad es que no estoy pensando con claridad porque no quiero moverme, quiero tomarla entre mis brazos y llevarla hasta esa cama, la gala puede esperar, todo el mundo puede detenerse si eso me permite quedarme con ella, en esa habitación.

¿Nos regañarían si no vamos a la gala?

Tengo que dejar de ver sus labios y mejor volteo hacia otras partes de su cuerpo, de pronto mi calentura se ha ido porque noto un vendaje en su hombro.

¿Acaso Rogelio le hizo algo y ella no le dijo a nadie?

—¿Qué te pasó? —Mi voz suena diferente, no se si es el coraje de pensar en Rogelio o lo excitado que estoy.

—Ah, eso es un parche de nicotina. Te dije que no fumaría, sé lo importante que es para ti esto. —Victoria dice regalándome una sonrisa tímida

Dios, esta mujer me hace perder la cabeza porque ahora solo puedo pensar en besarla.

¿Me odiaría? ¿Me rechazaría? ¿Y sí me besa? ¿Y si me pide que nos quedemos? Está claro que para estos momentos haré lo que ella me pida.

—Deberíamos quitarlo. —Lo digo como una prueba, una prueba para ver si ella me acepta, una prueba para ver si ella siente lo mismo que yo.

—¿Hablas del parche? ¿Verdad? —Ella pregunta confundida y entonces estoy seguro que ella siente lo mismo que estoy sintiendo en esos momentos, ahora solo espero que Caco no llegue nunca, que la gala se cancele o que el cuarto salga disparado a un lugar donde nadie pueda encontrarnos.

—Sí. —Y sin esperar nada más, tomó una esquina del parche y lo quito con cuidado, lo último que quiero hacer es lastimarla. —¿Te duele?

—No. —Por fin lo quito y lo lanzo sin importarme a donde caiga.

Y entonces comienzo a acercarme a ella, lo hago despacio para darle oportunidad de que me rechace pero mi felicidad crece cuando veo que Victoria también se acerca a mí.

—Más vale que estén listos o voy a entrar por ustedes.

Estaba a punto de besarla cuando la voz de Caco nos llama y jamás en mi vida he estado tan enojado con él como en ese momento, arruinó el momento perfecto y entonces, la razón comienza a entrar a mi cuerpo.

¡No puedo besar a Victoria!

Parece ser que Victoria pensó lo mismo que yo y sale como un rayo de la habitación, lo cual aprecio porque necesito unos segundos para recomponerme, para aclarar mi mente y para hacer una lista de porque no debo de besar a Victoria.

Después de eso nos subimos al auto y ella no puede mirarme y yo no puedo mirarla.

Estamos en la camioneta que nos llevará a la gala de Maranello, ¿Victoria sabrá que odio este tipo de eventos? La veo de reojo, ella viene tamborileando sus dedos sobre su vestido, mientras su mirada está hacia la ventana, agradezco que ella no se de cuenta de que sigo sin poder quitarle la mirada de encima.

Mientras Caco y yo hablamos de un tema al que en realidad no estoy poniendo atención, pienso lo que pudo haber sucedido en mi departamento, el tacto de mis dedos sobre su piel, lo nervioso que estaba, ¡lo excitado que estaba! Solo espero que ella no se haya dado cuenta de mi estado, porque me avergüenza un poco.

Y también porque hablando con la verdad, ella me intimida como no tiene una idea, el poder que Victoria tiene sobre mí es algo que no quiero que descubra, porque yo me acabo de dar cuenta y me asusté.

—Chicos, me voy a bajar, en cuanto les den la señal salgan de la camioneta, y diviértanse. —Caco nos dice a los dos y la mirada de Victoria se dirige a él, mientras asiente.

Es experta en fingir que nada pasa, con ella nunca pasa nada y eso me molesta.

Caco se baja y ahora nos volvemos a quedar solos, quiero que ella me hable y me juro que me quedaré callado esperando a que lo haga, pero no puedo.

—¿Estás nerviosa? —Le pregunto y me voltea a ver, mejor me hubiera quedado callado porque sentir su mirada sobre mi me trae los recuerdos del cuarto.

—Solo un poco, ¿tú?

—Sí. —Admito porque es más fácil que intentar mentirle.

—Creo que podemos hacerlo, me refiero, todo saldrá bien. —Sé que me lo está diciendo a mí, pero en verdad creo que más que nada se lo dice a ella misma.

—Claro que podemos. —Le sonrío y ella me sonríe de vuelta.

—Respira profundo, inhala, exhala. —Me dice, pero de nuevo, se lo dice a ella misma.

Pareciera un ritual que conoce a la perfección.

Salgo de la camioneta y los flashes son demasiados, más de los que he visto en mi vida, aún así, estiro mi mano y Victoria la toma, siento una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y quiero quitarla, pero no puedo, porque ahora, Victoria está saliendo de la camioneta y parece que las cámaras se han triplicado.

Caminamos por la alfombra roja y los nervios se han apoderado de mí, porque todo mundo nos grita cosas, y quiere que volteemos a verlos y respondamos sus preguntas, de reojo la veo y ella se ve segura, la Victoria nerviosa que estaba en el auto ha desaparecido, pareciera que ella pertenece frente a las cámaras.

Y durante toda la alfombra roja me concentro en ella y los nervios se van.

Durante el comienzo de la gala todo marcha a la perfección, saludamos a quien tenemos que saludar, yo hablo con gente, Victoria los maravilla con su actitud de princesa que finge para el público, Charles se burla de nosotros.

Cenamos y de nuevo, todo marcha viento en popa, de verdad que Victoria sabe como moverse en estos casos, es natural lo bien que le sale fingir que no odia cada segundo de esta noche.

—Iré al sanitario. —La rubia se excusa y le indico donde están para que no se pierda.

Me quedo parado un rato hasta que mi jefe y su esposa se acercan a mí.

—¿Disfrutando la noche, Carlos? —Me hablan en italiano y yo sonrío volteando disimuladamente para ver si Victoria regresa.

—Claro que sí.

—Oh Carlitos me dijeron que trajiste a una chica. —La esposa del jefe es como una típica mujer italiana sin caer en los estereotipos.

—Es mi novia. —Respondo sonriendo delicadamente esperando que el tema se quede ahí.

—Me alegra saber eso, ¿ya listo para la temporada?

En ese momento volteó hacia donde están los baños y puedo ver a Victoria parada tratando de averiguar qué hacer después, sonrío en cuanto la veo verse tan  perdida. Alzo una mano para que sepa que puede venir y así lo hace. Ahora viene hasta donde yo estoy y me siento tranquilo.

Victoria llega y saluda a todos aún con su acto de la novia perfecta, debo de admitir que es muy convincente y me agrada que no hayamos tenido algún problema en esos momentos.

Y entonces como si mis pensamientos los hubiera leído un Dios furioso conmigo, en mi campo de visión se cruza Rogelio, y lo peor de todo es que viene hacia nosotros.

Al llegar hasta nosotros, me gustaría poder decir que le presto atención pero cada vez que Rogelio abre la boca en mi cerebro se escucha como una jodida serpiente de cascabel y el único cambio que noto es como la cara de Victoria se ha ensombrecido.

Sin pensar en nada más, tomo la mano de Victoria y la acerco a mi cuerpo, para que sepa que puede contar conmigo y Rogelio lo nota, porque sus ojos van directo a nuestras manos y me sonríe como diciendo "Buen intento chico, pero mira esto"

Y sacándome una sorpresa, le pide a la esposa de mi jefe bailar con ella, la cual se niega riendo apenada por los coqueteos de Rogelio, ¿acaso no ve sus colmillos? Tal vez después de todo si los ha visto porque aquella mujer se niega y yo trato de no sonreír divertido, pero la sonrisa desaparece de mi cara cuando la mujer señala a  Victoria. 

Al parecer no soy el único que sufre con esta decisión, porque siento como la rubia a mi lado se tensa y me aprieta el brazo como si no quisiera despegarse de mí.

Me siento mal por Victoria al verla dar patadas de ahogado por intentar zafarse de esa, pero llega un momento donde se rinde y acepta, porque al igual que yo, ella sabe que en estas cenas se hace lo que el jefe dice.

Me cuesta soltar su mano y me doy cuenta que todos han mirado como no quiero soltarla.

—Ay estos jóvenes que no quieren separarse, no te preocupes Carlitos, ella no dejará. —Mi jefe de nuevo me dice en forma de broma pero eso es lo de menos, le dije a Victoria que no dejaría que Rogelio la molestara y ahora lo ha hecho dos veces.

Debí de haber dicho algo, debí de haberle pedido que bailara conmigo antes, pero fue un idiota. Me río del chiste de mi jefe pero mi mente se ha ido del lugar, ahora busco a Caco porque necesito que alguien la aleje de ese hombre.

No me jodas, digo en mi mente en cuanto lo encuentro, porque Caco se está embriagando con unos hombres en el bar. Como puedo localizo a Charles en la pista y le envío un mensaje.

"Baila con Victoria de inmediato"

Veo que Charles se disculpa con la señora con la que está bailando y revisa su celular, luego comienza a buscarme por el lugar, en cuando se encuentra con mi mirada tiene el ceño fruncido y le señalo con la cabeza donde Victoria está bailando con Rogelio.

Charles asiente y solo espero que cumpla mientras mi jefe me arrastra por el salón a hablar con otros hombres dejándome solos.

Escucho su conversación y como todos están emocionados por la nueva temporada, digo uno que otro comentario para hacer reír y la verdad es que no me relajo hasta que veo como Charles ha comenzado a bailar con Victoria.

Una vez que los veo juntos respiro tranquilo, pero mi tranquilidad solo dura un segundo, porque Charles y Victoria comienzan a llamar la atención de todos sin que ellos lo sepan. 

—Uff, ¿quién es la dama que trajo Charles? No la había visto. —Uno de los mecánicos dice sin dejar de ver a Victoria con ojos de lujuria, yo solo lo miro mal cuando este no se da cuenta.

—Esta para chuparse los dedos.

—Esta para —Y antes de que digan otra cosa los interrumpo.

—Más respeto, caballeros que es mi novia. —Se ven asustados en cuanto lo digo y se callan de inmediato. —Ahora tendrán que disculparme que Charles se ve muy cómodo con mi dama y no se si voy a permitirlo.

Sin esperar su respuesta y sin que la canción termine entro a la pista de baile y puedo sentir como miradas curiosas me siguen, las detesto pero detesto más como me siento al ver reír a Victoria con Charles.

—Charles, gracias por ayudarme pero  me gustaría bailar con mi novia. —Demando no sonar desesperado, pero lo estoy y ya no me da pena.

—Claro mate. —Charles me sonríe y luego se acerca a susurrarle algo al oído provocando una carcajada por parte de ella.

Voy a matarlo, no me importa, estoy seguro de que Giovinazzi podría ser mejor compañero.

—Con permiso, fue un placer, linda. —Ruedo los ojos ante su despedida, estoy seguro que Charles lo hace para molestarme y si les doy más tiempo, Charles y Victoria se podrían unir para formar el club de "Sacar de sus casillas a Carlos"

—¿Me permites? —Le pregunto y ella sonríe asintiendo con la cabeza.

En el momento que paso mi mano por su cintura siento como si solo estuviéramos ella y yo.

Comienzo a guiar el paso como debe de hacer y estoy seguro que vi sorpresa en los ojos de Victoria, pero no me dice nada, solo lo disfruta, aunque después de un rato me habla.

—Gracias por mandar a Charles.

Supuse que preferías al niño bonito antes que a Rogelio. —Ella se ríe bajito indicándome que yo tenía razón.

—Definitivamente Charles resultó ser mejor compañía.

—Espero que no mejor compañía que yo, preciosa. —De nuevo suelto esa palabra como si me pagaran por llamarla así mientras le ofrezco mi mejor sonrisa seductora porque comienzo a disfrutar el coquetear con ella en público donde todo se mantiene amigable.

Por favor Victoria, no digas que Charles es mejor que yo o me harás ir a perseguirlo para empujarlo sobre la torre de copas de champaña, una parte de mí detestó ese pensamiento.

—Oh en absoluto, tú me caes mejor guapo. —Ahora es ella quien me sonríe coqueta y me guiña divertida.

Ahora mi necesidad de tomarla en mis brazos se incrementa, estoy jugando con fuego y estoy quemándome pero no me importa.

Volvemos a quedarnos callados, yo doy una mirada rápida a nuestras manos entrelazadas y como ella me toca el hombro ligeramente, pero la mano que me preocupa es la que tengo en su espalda baja.

Le doy una vuelta para poder respirar y alejarme de ella, pero solo es un segundo porque ella regresa a mí y seguimos bailando.

—Creí que no sabías bailar. —Parece ser que nada se le escapa a esta mujer pues me recuerda una de nuestras primeras pláticas.

—No es que no sepa, es solo que odio bailar y sentirme observado.

Le doy de nuevo otra vuelta para distraerla y descubro que comienzo a verla bajo una nueva luz.

—Entonces mentiste.

—Solo un poco, además aprendo de la mejor. —La sonrío porque aunque odio las mentiras, estoy descubriendo que Victoria es la reina de los mentirosos.

—Deberías bailar más seguido porque eres un excelente bailarín.

Vale, oficialmente el alcohol me había afectado porque me siento raro, no me gusta perder el control de la forma en la que Victoria me hace perderlo.

Yo jamás me habrá puesto tan posesivo como ahorita y jamás había actuado como un niño tonto enamoradizo, pero ahora solo pienso en tomarla y correr a un lugar donde nadie pueda encontrarnos, desaparecer por un rato y eventualmente regresar a la civilización, me río por el escenario que me he creado.

Victoria me trae de regreso a Maranello pidiéndome que nos vayamos y accedo porque alguien tiene que separarme de ella, vamos por Caco y mi jodido primo está tan borracho que apenas se puede poner de pie.

—Carajo, ¿puedes buscar la llave de donde se está quedando? —Le digo a Victoria una vez que logramos subirlo al auto.

—No se donde está, en su saco no.

—A ver. —Me meto por el asiento del piloto y lo busco por su pantalón, tampoco está. —Mierda, de seguro ya la perdió, Caco es experto en perder llaves.

—O la dignidad. —Victoria me dice al verlo babear y yo solo me río. —¿Qué haremos con él?

—No podemos dejarlo en la calle por más que me eso me gustaría, tendrá que venir con nosotros.

—¿Y dormirá contigo? —Victoria me pregunta divertida. —Porque yo no pienso darle mi sillón.

—Venga preciosa, no voy a dormir con Caco.

—¡Ah! ¿Entonces yo dormiré contigo? —Me pregunta como si fuera una proposición loca y yo sonrío para ponerla nerviosa.

—¿Me lo estás sugiriendo? —Le pregunto divertido y ella rueda los ojos.

—Cállate y vámonos. —Sin mirarme me lanza el saco de Caco a la cara y se sube al asiento del copiloto.

Al llegar al departamento con ayuda de Victoria dejamos a Caco en el sillón, mi primo es un bulto, no hay forma de despertarlo y yo solo espero que no vomite porque estoy seguro que tendré que limpiarlo yo.

—Puedes usar el baño primero, tomaré algo de leche, ¿quieres un poco?

—Sí, gracias.

Una vez que me aseguro que Victoria se ha ido, comienzo a sacar el cupcake que Caco pudo conseguir a duras penas y la velita que encontramos en uno de los cajones de la cocina cuando celebramos mi contrato con Ferrari.

Apago las luces y prendo la velita en cuanto escucho la puerta del cuarto abrirse.

Poco a poco, Victoria llega y en sus ojos hay sorpresa, yo sonrío porque estoy seguro que no esperaba nada, y aun así, sé que adora el detalle.

—Sé que técnicamente ya no es tu cumpleaños, pero solo a ti se te ocurre nacer en uno de los días más atareados del mundo. —Ella me sonríe sinceramente y yo me derrito (solo un poco). —Feliz cumpleaños, Vic. Sopla.

Yo me siento orgulloso porque aunque es algo mínimo, sé que no soy como los demás patanes que han olvidado su cumpleaños y bueno, tal vez si lo olvide al inicio pero trate de arreglarlo.

Compartimos el cupcake en silencio mientras los ronquidos de Caco nos acompañan y yo Victoria se le queda viendo como si de un niño pequeño se tratara.

—Se suponía que él estaría en la pequeña celebración. —Victoria sonrió y limpio sus manos en su vestido.

—No lo molestes, se ve cansado. —La rubia va hasta donde estan las cobijas que ella había estado usando y estira una para ponérsela a mi estúpido primo, luego se agacha y le quita sus zapatos, se apiada de él porque también le quita el reloj y lo deja en la mesita de cafe.

Los dos caminamos hacia la habitación, yo por costumbre y ella porque sus cosas están ahí.

Al llegar le doy paso libre al baño y entonces las cosas comienzan a ponerse incómodas porque es aquí la escena del crimen.

Volteo a ver la cama y comienzo a preguntarme si podemos dormir juntos sin problema, la respuesta es sí, yo jamás la obligaría a nada pero no quiero que Victoria se sienta incómoda de alguna manera, tal vez si pongo almohadas y me quedo muy quieto podemos lograrlo.

—¿Carlos? —Ella me sonríe apenada y entiendo de inmediato que de nuevo tiene problemas con el vestido. —Por favor, te juro que no busco molestar y para la siguiente preveré esto.

Yo me acerco hasta donde esta ella y está vez no siento mis manos temblar o llenarse de sudor, localizo el cierre y lo bajo, y la visión de su piel me encienden como arbolito de navidad, fue de inmediato y sin precaución, creí que estaba a salvo de ella, pero no.

—Ya quedó. —Le digo y pero ahora no me muevo, porque ya es hora de que la bese.

Porque si lo hago el asunto quedará zanjado, la besaré y listo, no tendré que comportarme como un chiquillo frente a ella, porque al besarla me daré cuenta que solamente es una mujer hermosa no una diosa y podré superar esto que siento cada vez que la veo.

Victoria se voltea de nuevo encontrándose con mi cuerpo, pero lo he decidido, voy a besarla y luego saldré del departamento para evitarme de problemas.

"No tengas miedo Victoria, sé que sientes lo mismo que yo, solo tienes que besarme y esto quedará en el olvido"

Y entonces, Victoria subió su mirada y eso fue suficiente para que entienda lo mucho que la deseo, está vez no pido permiso para acercarme, estoy seguro que con verme a la cara es suficiente para saber que quiero hacerlo.

Sin decir nada cierro la distancia y es un enorme placer para mí encontrarle a  Victoria a mitad del camino, por fin esa enorme tensión que se había estado formando durante todo el fin de semana desaparece y ambos dejamos a nuestros cuerpos relajarse.

Sentía que la estaba besando como un maniático desesperado pero es que así me sentía, sabía que debía de parar pero entonces en mi mente se escuchó:

¿Por qué?

¿Por qué debía de parar? Yo soy un hombre soltero y ella también y estaba claro que la atracción entre nosotros ahí estaba.

Victoria estaba tomando mi cuello de una forma que me hace querer desfallecer y yo solo buscaba la manera de acercarla más a mí, el roce de mis dedos sobre su piel desnuda fue suficiente para hacerme saber que no quiero parar y lo confirmé en cuanto Victoria suspira con sorpresa sobre mis labios.

La hago callar porque no quiero que nadie se entere, no quiero que Caco nos interrumpa porque ya me lo ha dicho, Victoria Ellis solo me traerá problemas, pero en estos momentos no me importa.

La sigo besando pero ella se separa de mí y junta su frente con la mía, al verla a los ojos estoy seguro de algo.

Esto es una locura y ella piensa lo mismo pero estamos en un punto de no retorno porque acabo de descubrir que un beso no es suficiente para mí, quiero más, la quiero a ella debajo de mí.

Victoria comienza a desabotonar mi camisa sin dejar de besarme y yo sonrío entre besos sabiendo que no soy el único que se muere de ganas.

Sus labios son más suaves de lo que pensé y tienen ese sabor a chocolate del muffin de cumpleaños. Luego paso una de mis manos por su cabello y me encuentro con algunos pasadores que le quito delicadamente y los aviento esperando que no vayan a ser un problema más tarde.

Comienzo a caminar hacia atrás sin soltar a Victoria porque no quiero que esto sea un sueño, si la suelto tengo miedo que ella desaparezca frente a mí. En cuanto siento la orilla de la cama abro las piernas para que Victoria pueda posicionarse entre ellas y no se separe de mí, no me importa que sepa lo excitado que estoy.

Es más, prefiero que lo sepa, que sepa lo mal que me tiene, que sepa que me tiene a sus pies y voy a dejarla destruirme.

—¿Estás segura de esto? —Pregunto con el último gramo de razón que me queda.

—Sí, pero si te soy sincera no estoy pensando claro.

—Yo tampoco, pero si no te sientes segura podemos parar en cualquier momento. —De nuevo, no quiero que se acueste conmigo por compromiso, quiero que se acueste conmigo porque así lo desea ella.

—Vale, pero no quiero parar. —Y yo puedo jurar que se está escuchando música divina.

Deje de besarla en ese momento y comencé a bajar el vestido desde sus hombros, era una belleza y esa noche sería toda mía.

Parece ser que ella está igual de impaciente que yo, porque en el momento que su vestido toca el suelo, ella arranca la camisa de mi cuerpo, nos reímos al ver que un botón sale volando.

—No es justo, aún tienes más ropa que yo. —Se queja burlándose de la situación ¿y quien soy yo  para negarle lo que quiere?

—No te preocupes, eso se puede arreglar. —Le sonrió pícaro y sin dejarla de ver me quito los zapatos a patadas y con desesperación peleo con mi cinturón para apresurarme a quitarme el pantalón. —¿Mejor? 

La forma en la que me mira me vuelve loco.

—Mucho mejor.

Al ver que la he hecho feliz, regreso toda mi atención a ella, la tomó con cuidado y me levanto para después ayudarla a acostarse en la cama.

En cuanto reviso que la puerta tenga seguro regreso a Victoria y comienzo a besarla por todo el cuerpo, quiero marcarla para que si alguien más la ve sepa que es mía, pero me detengo porque no la conozco lo suficiente y no quiero arruinar esta oportunidad.

Una vez que la he besado por todas partes regreso a su boca y las manos de Victoria comienzan a recorrer mi cuerpo, con sus dedos comienza a jugar con el resorte de mi boxer y con su pierna roza mi erección, está provocándome y ¡joder! sí que sabe lo que hace.

—Victoria no me tortures de esa manera. —Mi voz sale más ronca de lo normal pero es el deseo apoderándose de mí.

—Dime lo que quieres. —Esta vez su pierna es sustituida por una mano y yo que me quería tomar las cosas con calma.

La miró y niego divertido, maldita sirena.

Me estiro hacia el buró y juro que soy el hombre más suertudo en el momento que encuentro condones disponibles ahí, juraría que me los había terminado.

¡Gracias Carlos del pasado!

Le enseño el preservativo a Victoria y ella sonríe, sabe lo que sigue, aunque de verdad es una desgracia que no pueda hacer todo lo que de verdad quiero hacerle.

Aun así, es momento de vengarme, ella estuvo provocándome, es mi momento.

Sin apartar mi mirada de ella, comienzo a jugar con el resorte de sus pantis, Victoria se estremece por las cosquillas que mi piel provoca en ella, delicadamente comienzo a bajarlas hasta quitarlas y poder tenerla desnuda frente a mí.

—Sigo diciendo que podemos parar en cuanto me lo pidas. —Victoria rueda sus ojos harta.

—Carlos, ya cállate. —Me dice molesta en un susurro mientras me arrebata el condón de las manos y lo abre, luego me lo entrega como si hubiera hecho mi trabajo más fácil. —Que chistoso, Caco me dijo que este departamento solo era para dormir, y mira lo que me encuentro, una caja de condones.

Debería molestarme que Victoria se burlara de mí, pero solo me excita más.

—Victoria cállate, lo último que quiero pensar es en mi primo y más vale que tú tampoco pienses en él. —Le digo autoritario y ella se sonroja haciéndola más irresistible para mí.

—Contigo aquí no hay manera que eso pase. —Sonrío porque me encanta que diga eso.

—Perfecto, de todos modos me aseguraré de que eso no suceda.

—Por favor hazlo. —Victoria me dice juguetona y yo me pongo el condón.

Y esa noche fue la primera noche que pasamos juntos, yo estaba disfrutando cada momento, era divertido y una parte de mí sabía que estaba mal pero eso era lo que más estaba disfrutando.

Disfrute esa noche como si hubiera pasado años sin tener sexo, pero es que por un momento así se sintió el sexo con Victoria, estaba claro que no solo nos llevábamos bien, también teníamos excelente química sexual pero esto debía de parar ahí.

Y bueno, Maranello era el lugar perfecto para que esta aventura se quedara en esas cuatro paredes y ambos pudiéramos regresar a casa y fingir que nada pasó.

Pero lo que yo no sabía, era que esa noche sería el principio de algo más grande que yo mismo.


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La segunda sorpresa es que se publicará una segunda parte a este POV de Carlos, este atentas y bueno, el viernes continuamos con el capítulo de rutina.

Sé que querían ver muchas cosas más pero no podía meterlo todo, así que les traigo una propuesta, si llegamos a 300K en lecturas les doy otro POV de Carlos recapitulando lo que faltó en este y en el que se publicará(?).

Espero les haya gustado y nos vemos, además, de que estaremos discutiendo el POV en el insta para quien quiera.

Instagram: JavaddMad

Las amo

Fer<3

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