Capítulo 49 [Se baja el telón 1/4]

- - - Lunes - - -

Victoria y Lucía estaban en primera clase repasando lo que vendría esta semana para ambas, iban de camino de Abu Dhabi, el vuelo eran 19 horas aproximadamente, si bien les iba.

—Mira, entiendo que las cosas no están bien entre ustedes, pero creo que esta semana debes estar en tu mejor comportamiento —Lucía le hablaba como si fuera una niña pequeña.

—Creo que después de estas semanas puedes darte cuenta lo mucho que he crecido —Victoria comentaba revisando una revista de las que había comprado antes de abordar.

—Lo sé, solo que es mi trabajo recordártelo —Lucía tomó otra revista.

—Entiendo, mira, no estamos mal —Victoria técnicamente no estaba diciendo mentiras, era cierto.

—No, claro que no —La castaña dijo con sarcasmo —Solamente no se han hablado en semanas.

—Considero que fue lo más apropiado, después de todo, tenemos que acostumbrarnos a estar separados.

Lucía rodó sus ojos, no es así como ella lo llamaría, pero si era así como Victoria lo veía, no había nada más que hacer.

—Solo, comportate. Esto es importante para él.

Victoria rió burlona pero ya no respondió.

¿Acaso Lucía creía que ella no sabía? Ganar el campeonato lo era todo para Carlos. La rubia podía verlo ser un manojo de nervios, sentado con su mirada perdida, perdiéndose en sus pensamientos porque lo cierto era que el tipo no se lo diría a nadie, se lo guardaría para él.

Se guardaría todo como siempre lo hacía.

—¿Sabes? Deberíamos pedir algo de comer, tenemos que hacer algo durante estás ... ¿Cuántas horas quedan?

—15 horas.

—Carajo —Victoria odiaba los vuelos tan largos.

Y mientras las dos chicas buscaban formas de distraerse, los chicos estaban ya en Abu Dhabi preparándose para la más caótica de las semanas.

Carlos estaba ya en Abu Dhabi, había llegado hace unos días, pues había habido otra semana de descanso entre Brasil y Abu Dhabi, y esos días los había aprovechado al máximo, había ido a nadar con Caco y Rupert, luego a jugar paddle con Lando, Charles y su padre, y si se aburrían del paddle, jugaban golf o tenis, pasaba tiempo con sus hermanas y sus cuñados y por las noches le dedicaba un tiempo a su madre para hablar.

El madrileño hacía lo que fuera necesario para desestresarse del resultado del campeonato, porque, claramente la vida no se lo pondría fácil, el resultado final se daría en la última carrera.

Lo gracioso, ni siquiera tenía que ganarla, solo tenía que terminar antes que Charles y en la zona de puntos.

Y eso lo volvía loco, durante las noches.

Desde el accidente en Japón, apenas podía conciliar el sueño, las noticias y rumores de Victoria y él no ayudaban, lo del bebé básicamente lo había roto por dentro y luego, esa visceral pelea con Isa fue la cereza del pastel. No había forma de que durmiera más de tres horas seguidas, así que buscaba formas de mantener su mente y cuerpo ocupados durante el día para que al final cayera rendido por el cansancio.

Y hoy, después de casi un mes, volvería a ver a Victoria, no habían hablado mucho desde esa vez que hablaron sobre el embarazo, ella le había mandado uno que otro mensaje deseándole suerte antes y después de las carreras, pero nada más.

Carlos podía notar que estaba poniendo distancia entre ellos, lo cuál era algo que él debió de haber estado haciendo durante ese tiempo, pero se recordó que tenía un límite, puesto por él y confirmado por Isa.

Abu Dhabi.

Después, todo se terminaba y los dos volverían a sus antiguas vidas.

El piloto estaba ahora en el restaurante del hotel con Charles, Lando, su padre, Caco y Rupert, todos venían del paddle, estaban cansados, sudados y listos para cenar e irse a descansar, mañana era martes, lo que significaba que les quedaban pocos día antes de que fuera día de prensa y el fin de semana para la última carrera comenzaría.

—Las chicas ya llegaron —Caco avisó a Carlos en la mesa, todos sonrieron y asintieron, diciendo que las habían extrañado, Charles y Victoria habían formado una linda amistad al igual que con Lando.

Minutos después, Victoria llegó hasta el comedor con Lucía a un lado.

Carlos la vio desde que entró, se veía exactamente igual, pero al mismo tiempo diferente. La comenzó a analizar, el pelo era el mismo, claro que está vez sus raíces castañas se notaban más, venía sin maquillaje y el cabello en una coleta de caballo alta, traía unos jeans y una de sus playeras gigantes. Claro que iba a venir así, durante los vuelos le gustaba estar lo más cómoda posible.

Entonces, si ella seguía viéndose exactamente igual, ¿qué era lo que la hacía verse tan diferente? Por un segundo creyó que sus pocas horas de sueño le estaban jugando una mala pasada porque hasta sintió que brillaba, como en la película de Hércules cuando lo convertían en un Dios.

Tuvo que dejar de verla ¡YA! y prefirió tomar un poco de agua para calmarse.

El trance se rompió en cuanto su padre se puso de pie para saludarla.

—¡Hija! Que bueno es verte —El señor Sainz fue el primero en recibirla con los brazos abiertos —Tendrás que disculparme, estoy algo sudado.

—No se preocupe, lo extrañé —Victoria correspondió el abrazo.

Carlos y todos los demás se pusieron de pie a saludar.

—¡Vic! —Lando prácticamente corrió hacia ella para darle un abrazo —Es bueno verte, por fin podrás distraer a este tipejo que parece que no se cansa, nos trae todo el día de arriba abajo.

Esas palabras solamente las escuchó ella y frunció un poco el ceño ¿qué era lo que traía tan inquieto al madrileño? ¿El campeonato? Probablemente.

—Ya vine a poner orden, cariño, puedes descansar.

Ambos se separaron y se sonrieron cómplices.

Luego fue el turno de Charles.

—Por favor, dime que todo está bien —Fue el saludo de Victoria, no quería escuchar más quejas sobre Carlos.

—Son los nervios, pero creo que no duerme nada —Charles le regaló un guiño y ahora era turno de Caco.

El saludo fue algo incómodo.

—Victoria.

—Caco.

Era claro que ambos tenían cosas que hablar, pero no era el momento ni el lugar.

Rupert los interrumpió y un poco de la incomodidad se fue.

Y ahora Carlos, el madrileño esperaba pacientemente su turno para saludarla, mentiría si no decía que podía sentir sus manos sudar. ¿Lo odiaría por no cancelar el contrato? Probablemente.

—Hola, amor —La cantante usó el apodo cuando fingía frente a la gente, Carlos sonrió falsamente al escucharlo —Te he extrañado.

Y sin decir más lo abrazó, técnicamente ese show era para Lando, todos los demás sabían de su situación.

—Es bueno verte, preciosa.

A diferencia de Victoria, él no tenía un apodo para ella para cuando fingían, siempre había sido preciosa, para bien o para mal.

Una vez que se separaron las invitaron a cenar, la mesa creció, ordenaron y cuando por fin trajeron la comida, Carlos aprovechó ese momento para hablar a solas con la cantante, quien estaba sentada a su lado.

—Te ves...

—¿Diferente? —Victoria lo interrumpió —No he pintado mi cabello si es lo que me quieres decir, no te preocupes las cámaras no me captarán de esta manera.

—No, me refiero a otra cosa, me da igual tu cabello.

—Gracias, eres un encanto —La rubia respondió con sarcasmo y Carlos rodó los ojos harto ¿acaso lo iba dejar hablar?

—Te ves feliz ¿Ok? A eso me refiero. ¿Algo que quieras contarme? —La sonrisa de Victoria se intensificó, nuevamente ese brillo en ella se vio.

—Lo logré, tengo nueva disquera —Carlos sonrió junto con ella sin importarle la gente a su alrededor.

—Te lo dije, serían estúpidos si no te contrataban —Victoria se sonrojó un poco pero no estaba gritando de emoción como Carlos hubiera pensado que ella lo haría —No mentiré, ya lo había leído en las noticias, pero quería escucharlo de ti.

La rubia nuevamente no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.

—Sí, la verdad es que desde que firmé el contrato he comenzado a trabajar en él, ¿recuerdas a ese hombre que nos encontramos en el GP de Texas? ¿Harry? —Carlos trató de recordar y después de unos segundo lo hizo, asintió en cuanto lo supo, ¿cómo iba a olvidarlo cuando supo que a Victoria le interesaba? La sonrisa del madrileño se apagó —Bueno, resulta ser que es Harry Carling.

—Preciosa, me dices como si tuviera que saber quien es, pero no tengo la menor idea.

—Carlos —Ella lo miró mal por su ignorancia en la industria musical —¡Es el mejor productor musical en años!

—Oh vale, en ese caso, ¿eso es bueno? —Sus platos de comida fueron puestos frente a ellos, mientras que las estrellas seguían encerrados en su burbuja.

Algo a lo que todos en la mesa ya estaban acostumbrados, era algo que se entendía, después de semanas sin verse, era obvio que las únicas personas con las que querían hablar era el uno con el otro.

—¿Bueno? ¡Es excelente! —La emoción de Victoria ahora sí se podía sentir a través de su voz —Además, tiene un muy buen gusto musical, tiene gatos y nuestro sabor de helado favorito es el mismo, es buena persona.

Carlos se detuvo un momento a pensar. Harry no solamente había conseguido su número en Texas, ¿también trabajaba con ella? ¿Cómo es que eso había sucedido? Decidió ignorarlo por el momento, ya le preguntaría después.

—¿Sabes que es buena persona por eso? ¿Esos son tus criterios para decidir si es buena persona o no? —Carlos rió mientras Victoria robaba una papa del plato del piloto y asentía mientras la comía en su cara —Yo no tengo gatos y soy buena persona.

—Lo sé, tal vez por eso no me caíste bien la primera vez que nos vimos.

—¿No te caí bien? —Carlos se sintió ofendido.

—Solo por unos días, eras tan serio y parecías un robot —Ella rió al ver el ceño de Carlos fruncirse más y más.

—Vale, tú tampoco me caías bien —Carlos tomó un poco de catsup para su hamburguesa y robó un poco del acompañamiento del plato de Victoria solo para hacerla enojar, para ese punto no funcionó.

Los dos estaban tan acostumbrados a compartir alimentos que lo veían como normal.

—Es válido, yo tampoco me caía bien —Y por un segundo ambos recordaron lo mal que Victoria lo pasó al inicio, pero eso se olvidó al momento, porque ahora, ella había cambiado para bien. Ambos sonrieron sabiendo que los dos habían pensado lo mismo.

Decidieron que era momento de reintegrarse a la conversación de la mesa.

—Y Vic, ¿qué harás ahora? ¿Cuál es el plan?

—¿A qué te refieres Lando? —Ella volteó a ver al piloto inglés mientras preparaba su comida robándole otra papa al madrileño y esté acercando su plato hasta ella.

—¿Después de la temporada van a regresar a Madrid?, porque sí no tienen planes, podrían ir a Londrés y no sé, salir de fiesta, les enseñaré los mejores lugares, a menos que no puedas ir, ya sabes... por tu condición —Todos en la mesa se miraron entre sí.

El silencio era completamente incómodo y Lucía, que no conocía a este muchacho además de la vez que lo encontró medio desnudo en la habitación de su cliente, quiso matarlo.

Victoria rió aligerando el ambiente.

—Lando, ya dije que no estaba embarazada, ¿no te enteraste? —El piloto se sonrojó solo un poco mientras los demás se reían del inglés.

—Está claro que yo le dije, todo mundo sabía —Carlos comentó furioso, lo que menos quería era pelear con Victoria y sabía que ese no era un tema cómodo para ambos.

—Sí, pero bueno, pensé que era mentira, o algo por el estilo —Carlos lo miró mal nuevamente, estaba a nada de asesinar a su amigo —¿Qué? Solo creí que lo anunciarían cuando se notara, eso hacen los famosos —Lando se alzó de hombros excusando su reacción.

—Ay mi amor, no empieces —Victoria dijo mientras se burlaba.

—Sí, mejor deja cenar a gusto —Charles habló lanzándole una servilleta.

Todos rieron mientras que Lando tenía un sonrojo apenas visible.

—Lo siento —Se disculpó el joven y la cena continuó.

Durante la cena todos compartían sus anécdotas de Brasil con Victoria y lo que se había perdido en el paddock de México, los pilotos excluyeron el baby shower, no querían hacerla sentir mal. Le dijeron que Yuki se había enfermado por comer de más y Vic sonrió orgullosa sabiendo que le hubiera encantado salir con Yuki a cenar comida mexicana, probablemente ambos se hubieran enfermado.

Después de cenar, cada quien subió a su habitación, Carlos se había ido con su padre mientras que Victoria iba en otro elevador con Caco y Lucía.

—Entonces... ¿Estamos bien? —Caco preguntó una vez que hubo un silencio, las dos mujeres se voltearon a ver y después al primo de Carlos sin entender a qué se refería.

—¿De qué hablas? —Lucía preguntó y aunque Caco no quería repetirlo, pero tenía que mencionarlo.

—El contrato...

—¡Oh! Claro —Victoria recordó la cancelación que ella había pedido —Estamos bien, no te preocupes, solo son unos días más ¿no? —La rubia fingió que no había sucedido nada.

Agradecía que Carlos no hubiera hablado del tema, y aunque Lando había mencionado, también agradecía que Carlos no le preguntara nada al respecto del bebé, porque aunque no había sucedido nada, había sido un tema que verdaderamente le había afectado, pero seguía sin entender, ¿por que se ponía tan triste por algo que nunca existió?

Los tres llegaron a sus respectivos pisos y se fueron a dormir, sería mejor que Victoria descansara lo mejor que pudiera porque los siguientes días serían un completo caos, no solo para ella.

- - - Martes - - -

A la mañana siguiente, a la mesa del desayuno, se habían unido Reyes, Ana y Blanca con sus parejas, que al parecer habían llegado desde antes, pero habían decidido dejar a los hombres solos la noche anterior.

Victoria, como siempre, fue la última en llegar.

Lucía había decidido desayunar en su habitación porque detestaba estar sola con los Sainz, para la agente era muy incómodo.

—¡Vic! —Todas la saludaron con euforia y abrazos —Que bueno que ya llegaste, ¿todo bien? ¿Qué tal el vuelo? ¡Felicidades por la disquera!

Carlos tuvo que interceder por ella, no era posible que aún no pasaran ni 5 minutos con su familia y ya la estaban agobiando —Chicas, déjenla respirar.

—No se preocupen, también las extrañe —Vic comenzó a saludarlas una a una —Y sí, todo perfecto —Ella dijo mientras recibía los saludos de todos.

Fue imposible para ella no pensar en la última plática que había tenido con su madre, pero aun así, prefirió ignorarlo o iba a ponerse de mal humor.

Victoria fue hasta donde estaba Reyes y con solo una mirada se dijeron todo lo que necesitaban.

Ambas no se habían visto desde Mallorca y no habían intercambiado palabras desde hace unas semanas, donde ella les confirmó a los Sainz que no estaba embarazada. Victoria pudo notar como Reyes le comunicaba discretamente "Está todo bien aquí" mientras ella asentía.

Lo cierto era que Vic estaba contenta de verlos, porque al final del día le gustaba pasar tiempo con ellos y está semana sería la última vez que los vería.

Durante el desayuno Victoria había estado más al pendiente de sus hermanas que de Carlos, lo cual no era ningún problema, así le daba tiempo para pensar en que decir, no quería tocar el tema del contrato, ni del bebé y ya habían hablado de su nueva disquera, ¿y ahora? Los temas se terminaban entre ellos y ninguno sabía qué hacer.

Parecía ser que Victoria había sentido la mirada del madrileño sobre ella, porque en un momento donde ella estaba escuchando a Ana, volteó a verlo y le sonrió amablemente, él respondió de la misma manera y continuó hablando con su padre.

Victoria se distrajo un momento viendo al madrileño, se veía un pelín más delgado y podía verlo en sus mejillas, sus ojeras abarcaban el resto de su cara y sus ojos parecían cansados, tuvo que dejar de mirarlo porque Blanca le estaba hablando, así que se concentró en ella y continuó comiendo.

Después del desayuno, Caco y Lucía se unieron diciendo que necesitaban una última junta familiar, y así fueron los cuatro al cuarto de Victoria, donde tendrían la privacidad que necesitaban.

—¡Bodoque! —Carlos fue corriendo a donde estaba el gato y lo alzó en brazos —¿Está más gordo?

Esa pregunta era para Victoria, quien se ofendió de inmediato.

—O tal vez tú estás más debilucho —Respondió la cantante con una sonrisa burlona.

—Muy graciosa, pero lo digo en serio, estoy seguro que está más gordo —Carlos decía mientras se balanceaba con el gato de un lado al otro cómo balanceas a los bebés, había extrañado a ese enemigo de la sociedad y no se había dado cuenta cuando hasta que lo vio.

—¡Hey! Chicos, dejen en paz al gato y vengan —Caco les gritó y fueron hasta donde estaban los post its pegados en las ventanas que les daban sus itinerarios.

Carlos no soltó al gato, quien estaba feliz de ver a su amigo que siempre le daba cariños, por más que el otro no quisiera.

—Como bien saben —Lucía comenzó —Esta es nuestra pièce de résistance, es el último fin de semana juntos y tienen que lucirse, es la carrera más importante para Carlos y es el último empujón para mejorar sus carreras, los fans tienen que gritar sus nombres —Carlos le dio una mirada rápida a Victoria, quien parecía estar muy atenta a lo que Lucía decía —Es por eso que tenemos planeadas algunas actividades para ustedes.

>>Mañana irán a desayunar, antes de que Carlos tenga que ir con Ferrari, y por la noche se les verá cenando solos, el jueves, que es el día de prensa, no estarán juntos, así que ese día Victoria saldrá con las hermanas de Carlos y su madre —Ella asintió —Queremos que vean que son un "fuerte unido" una pareja enamorada, todo mundo creer que están en su mejor momento después de los horribles rumores que hubo estas últimas semanas —Victoria volteó a ver a Carlos de reojo, el piloto podía sentir la mirada de la cantante sobre él, pero prefirió no voltear —El viernes, bueno, Victoria irá a las prácticas y básicamente te quiero pegada a Carlos, igual la Qualy y el día de la carrera también. Sin importar el resultado, tú tienes que estar a su lado apoyándolo.

—Algo melodramático si me lo preguntas —Victoria respondió con un chiste, era su forma de despegarse del asunto.

—No es broma, Victoria. Necesitas toda la publicidad posible para el disco que viene y lo sabes —Lucía le recordaba su trato, tenía que recuperar esos 150 millones a la disquera y generar una pequeña ganancia.

—Está bien, seré una garrapata en el cuerpo de Carlos.

—Pero sin que haya la necesidad de que Carlos se estrese, lo necesitamos listo para correr —Caco aclaró ante el comentario de la rubia y Lucía asintió.

—¿Y después? Cuando termine el campeonato —Carlos preguntó, Lucía y Caco se voltearon a ver.

A Victoria también le interesaba esa respuesta.

—¿Te refieres a cuándo ganes? —Lucía dijo sonriendo regalándole un guiño coqueto haciendo que Carlos se riera y un pequeño sonrojo se pusiera en sus mejillas —Supongo que sería bueno que los vieran juntos, pero primero hay que concentrarnos en estos días y luego improvisaremos antes de la ruptura.

Odiaba improvisar, pero no había nada más que hacer.

—La ruptura no tiene que ser pública ¿o sí? —El piloto preguntaba, pues no tenía la menor idea como se planeaban las relaciones.

—No —Lucía rió mientras que Victoria no podía evitar sonreír.

—Lucía dirá a alguna revista de chismes que tú y yo hemos terminado, que todo terminó bien entre ambos y que estamos listos para avanzar con nuestras vidas —Victoria sí que sabía cómo funcionaba ese show —¿O me equivoco?

—En absoluto, Victoria tiene razón, se manda una "exclusiva" y es suficiente. No tienen que actuar una pelea frente a las cámaras ni nada por el estilo.

—Correcto —Carlos respondió serio.

—Todo estará bien Carlos, solo concéntrate en la carrera —Caco nuevamente le recordaba el objetivo de la semana —Y deja a las chicas hacer lo que ellas saben.

—Sí, sí, solo era una duda.

Victoria ya no había dicho nada, ella estaba ahí para hacerle la vida fácil a Carlos, al menos por ese momento, así que había que obedecer, Lucía se lo había dejado muy claro en el avión.

"No pelees con Carlos, no lo molestes, no lo hagas enojar."

Y claro que ella había entendido, jamás haría algo para dañarlo.

—Suena a un buen plan —Victoria volvió a hablar esperando calmar al madrileño mientras le arrebataba a Bodoque a Carlos, ella necesitaba más a su gato que el piloto.

—Que bueno que te gusta, porque hoy estarás todo el día conmigo —Lucía dijo riendo burlona —Tenemos que planear todos tus atuendos, arreglarte el tinte, manicura y pedicura, depilación, todo. Servicio completo, señorita.

—¿Es broma? —Caco preguntó —¿No se supone que eso se hace antes? —El madrileño preguntó y Lucía le dio una mala mirada a Victoria.

—Tal vez lo hubiéramos podido hacer antes pero aquí mis ojos se la pasó sus semanas de descanso encerrada con cierto productor en el estudio —De nuevo, Carlos volteó a ver a Victoria y veía como no lo negaba.

—¿Encerrada? —Carlos preguntó sin creérselo.

—Meh, me temo que estamos haciendo cosas importantes —Victoria alzó sus hombros como si eso no importara, pero lo cierto es que había tenido una racha de inspiración y no iba a desaprovecharla.

—Vale, en ese caso, me llevo a Carlos, tiene que entrenar y grabar unas cosas para Ferrari, además tienes ese video del Santa secreto —Caco le recordó revisando la agenda del piloto.

Victoria sintió un golpe de energía al escuchar eso.

—Uy ¿quién te tocó? —Victoria preguntó emocionada, sabía a qué videos se referían.

—No te diré, pero, te cae bien —Carlos se puso de pie y fue hasta la salida con Caco.

—¿Yuki? —Carlos sonrió divertido negando, no iba a decirle solo para molestarla —¿Lando? ¿Charles? ¿Lewis? Maldita sea, Carlos, dime.

—¡Adiós! —El piloto salió gritando, sonriendo divertido y cerrando la puerta detrás de él.

El cuarto se quedó en silencio y Victoria se vio obligada a ver a Lucía, quien estaba guardando sus cosas.

—¿Lista? Porque reservé de todo y no quiero que nos cancelen las citas —Lucía le dijo a la cantante, ella asintió y se puso de pie, porque ahora le tocaba a ella lucirse.

Después de todo, ¿cómo podía ser una muñeca de aparador luciendo fea?

Victoria había estado a punto de reventar, después de una parada a todos los lugares, ya tenía sus raíces teñidas, sus uñas arregladas, su piel suave y sin vello alguno, además de que le habían puesto tantas cremas que olía como agua de rosas, Bodoque no iba a reconocer su olor.

Sentía su cuero cabelludo arder, sus cutículas estaban sensibles, había sangrado durante el pedicure y toda su piel se sentía rara, en resumen,  había sido un día de mierda.

Ahora estaba en su cuarto tratando de descansar por todo el contacto que había tenido con todo mundo, buscando recuperar su batería social y un poco de paz. Lucía había salido de compras, algo para ella y algo para la agente.

Estaba a punto de ponerle play a su película cuando su celular sonó, sin ver la pantalla respondió de mala gana.

—¿Qué pasó?

—Wow, uno pensaría que estar en Abu Dhabi te pondría de mejor humor —Era su productor Harry, Victoria se rió por el comentario.

—Lo siento, no tuve el mejor día —La rubia se sentó en la cama y puso el altavoz.

—Vale entiendo, es solo que estaba viendo el track 4 y estuve pensando en unos arreglos —Harry mencionó y Victoria vio la hora, en Nueva York probablemente eran las 11 de la mañana —Y como estoy solo en el estudio, supuse que sería bueno llamarte, claro, a menos que estés ocupada.

—No, aunque creo que pronto iré a cenar, pero dale por favor, necesito distraerme con algo bueno —Victoria sonrió, en verdad necesitaba hablar de su trabajo, extrañaba a Harry y sus pláticas.

Harry comenzó con la pista, y a mencionar las diferencias que quería colocar, Victoria escuchaba en silencio tratando de captar cada pequeño detalle.

—¿Qué opinas? —Harry preguntó una vez que terminó el demo.

—Me agrada pero preferiría hablarlo cuando regrese a Nueva York, espero no tardarme más de dos semanas.

—¡¿Dos semanas?! —Harry preguntó, no creía que fuera a tardar mucho —Vamos Vic, estamos grabando algo bueno aquí.

—Lo sé, pero ya sabes, Carlos... esto es importante para él —Victoria dijo, como le explicaba a su productor, que era parte del contrato —Es importante para mí también, pero en cuanto me libere prometo tomar el primer avión a Nueva York.

El productor se rasco la nuca dudoso, no quería que el novio de la cantante se interpusiera entre el trabajo, entre ellos, en realidad, ¿pero que decía? ¿Regresa? ¿Déjalo aunque nos acabamos de conocer? No era así cómo funcionaba, además, Vic se veía feliz cuando se trataba de Carlos.

—En verdad espero eso, porque estábamos teniendo una buena racha, esas rachas no hay que desaprovecharlas.

—Lo sé —Victoria quitó el altavoz y puso el celular cerca de su oreja.

—Pero bueno, cuéntame, ¿qué tal todo por allá? —Victoria volvió a recostarse.

Había descubierto que Harry era una persona solitaria como ella, tal vez no tanto, pero si era en extremo introvertido y no le gustaba salir mucho, pero le gustaba bailar.

—Meh, apenas llevo un día y el calor es impresionante a comparación de Nueva York, espero no enfermarme por el cambio tan repentino del clima —Harry rió del otro lado.

En ese momento, la puerta de su habitación fue golpeada, ella se paró a abrir, era Carlos, se veía feliz, pero antes de hablar se detuvo al ver que la rubia estaba por el teléfono.

—Aquí hoy llovió, ¿en noviembre? Dios, el mundo es un caos —Harry dijo dramáticamente.

—Vamos, que eso ya lo sé —Ambos rieron.

Carlos trataba de no ponerle atención a la conversación de Victoria pero esa risita lo hizo voltear a verla, ¿con quién hablaba? Carlos fingió demencia y fue hasta donde estaba Bodoque, lo tomó de nuevo y se sentó en un sillón a esperar que Victoria terminara su llamada.

—Mi padre decía que las lluvias en invierno eran mal augurio —Harry mencionó a su padre, lo hacía seguido desde que el señor Theodore había perdido la batalla con el cáncer hace unas semanas, pero según Harry se había ido feliz.

—¡Por favor, no! Odiaría que nuestro trabajo se fuera a la basura —Victoria mencionó pensando en el disco.

—Vamos, con lo que estamos haciendo es poco probable —Harry soltó tratando de hacerla sentir mejor, los dos se quedaron en silencio unos segundos.

Y en ese descanso, Victoria pudo ver a Carlos, quien estaba sentado con Bodoque peleando con él y molestándolo, haciendo enojar al gato mientras que Carlos se divertía.

—¿Sabes? No sé, tal vez tu padre pueda tener razón, no creo que noviembre sea mi mes —La rubia dijo pensando que sería el mes en el que se separaría de Carlos para bien.

—Pero mira, siempre existe diciembre y si sigue sin funcionar, tienes otro año, tienes todo el tiempo del mundo —Victoria sonrió mirando al suelo.

Algo que le agradaba de Harry era lo positivo que era.

—Gracias por llamarme, Harry me tengo que ir, creo que me llaman para cenar —Victoria dijo queriendo terminar la conversación, le daba pena que Carlos la escuchara.

—Vale, te dejo Vic, no puedo esperar para que regreses y sigamos con este álbum, se está convirtiendo en mis favoritos —Victoria rió al escuchar la emoción en la voz de Harry.

—De seguro le dices eso a todos con los que trabajas —La cantante comentó coqueta y escuchó como el productor reía del otro lado.

—Jamás.

—Es bueno escucharlo.

—¿Sabes? Creo que me afeitaré mi bigote, para iniciar diciembre con nuevos aires —Victoria soltó una risa divertida, no se imaginaba a Harry sin bigote, pero bueno.

De nuevo, Carlos se puso alerta, ¿quién la hacía reír así?

—Yo tampoco puedo esperar y no puedo esperar para verte sin bigote —Y con esa última oración colgaron —Carlos, ¿en qué puedo ayudarte?

Carlos había estado escuchando la conversación, ¿qué era lo que no podía esperar? ¿Y a quién no podía esperar para ver sin bigote?

—¿Con quién hablabas? ¿Una de tus conquistas del asilo? —Carlos preguntó en forma de broma, pero no había salido como él había esperado, el tono había salido algo fuerte y golpeado y se dio cuenta al ver la cara de Victoria.

La rubia alzó una ceja sin responder.

—Lo siento, era un chiste —Carlos se aclaró la garganta.

—Ya veo —La cantante recordó lo que Lucía le dijo, no peleas —No, no era una conquista del asilo, era Harry, me habló para ver unos arreglos de una track del disco.

—Oh —Carlos se sintió terriblemente mal al escuchar que era una llamada de trabajo —Lo siento yo...

—Vamos, ya me pediste disculpas, no importa, dime ¿qué pasó? —El piloto dejó a Bodoque y lo puso en el suelo.

—Bueno, te venía a decir que ya casi vamos a ir todos a cenar, te mandé mensajes pero como no respondías vine hasta tu habitación —Claro, Victoria no había visto los mensajes por su llamada.

—¿Crees que podrías decir que no me siento bien? La verdad es que pensaba cenar hoy en mi habitación —La cantante dijo algo apenada —Es que hoy fue un caos y estoy segura que el resto de la semana será igual, quiero estar lista para cuando eso suceda.

Carlos trató de no sentirse algo decepcionado.

—Claro, yo les digo a todos. ¿Segura qué estás bien con todo esto? —Carlos le preguntó poniéndole toda su atención en caso de que ella le mintiera.

—Sí, solo diles que me siento un poco cansada, además, el cambio de horario y todo eso —Victoria esperaba que Carlos aceptara esa respuesta y no insistiera más en el tema —Encima, mañana tenemos ese desayuno de pareja ¿no?

Ella rió un tanto burlona, pero parecía que a Carlos no le había parecido divertido.

Ambas estrellas parecían estar en canales diferentes, cada quien trataba de manejar esta situación lo mejor posible.

—Sí entiendo, no te preocupes, yo les aviso, descansa.

—Igualmente, nos vemos mañana —Victoria acompañó a Carlos hasta la puerta y la cerró una vez que él había salido.

Carlos estaba sumamente estresado, tenía que estar con su mejor mentalidad, sin embargo, se sentía sumamente perdido, uno era por la carrera, la temporada pasada había llegado hasta ese punto y había perdido, y había sido su culpa, ahora tenía todas las herramientas para lograrlo, pero tenía miedo de arruinarlo y la otra razón, tenía nombre y apellido, Victoria Ellis estaba ahí y por más que eso le agradaba, había notado que los simplemente estaban en otra sintonía, parecía que no concordaban en nada.

Victoria se sentía una persona diferente, no para mal, solo diferente, se veía más tranquila, más concentrada en el trabajo y ahorita, lo que Carlos necesitaba era esa familiaridad y amistad que había encontrado con la cantante en el último año, no necesitaba cambios entre ellos.

Esperaba que el desayuno de mañana fuera lo suficientemente bueno para que ambos pudieran romper el hielo y la incomodidad se fuera.

Por otro lado, Victoria estaba tratando de actuar más seria, más madura, no podía arruinar esto para Carlos, y no solo porque Lucía se lo había pedido, si no porque conocía a Carlos, él quería ganar esto y ella no iba a hacer que lo perdiera, no después de las veces que había arruinado las cosas.

Carlos era un adicto a su trabajo como ella, era su prioridad y Victoria no iba a molestarlo, dejaría que Carlos se luciera, pero eso significaba ocultar todo lo que sentía por el piloto madrileño, ser una completa profesional, y para eso necesitaba prepararse, descansar y analizar cada movimiento, no lanzarse de cabeza sin pensarlo como normalmente lo hacía.

Y para eso, necesitaba tiempo, ya mañana todo saldría bien,

Carlos excusó a la cantante frente a todos, y aunque se vieron un tanto decepcionados de no tenerla ahí, no dijeron nada, Lucía, por otro lado, le mandó un mensaje preguntando si todo estaba bien, Victoria respondió que sí, que estaba cansada, Lucía con esa respuesta se quedó más tranquila.

Después de responderle a su agente, Victoria pidió de cenar y cenó tranquilamente con Bodoque a un lado tratando de robarle comida, luego, los dos se fueron a dormir, Victoria estaba necesitada del cariño de su gato y lo dejó dormir con ella sin problemas.

- - - Miércoles - - -

Victoria se había despertado temprano y se había arreglado, había quedado de verse en el cuarto de Carlos para recibir las indicaciones de donde desayunaría la pareja.

Fue hasta la habitación y entró sin tocar, suponía que ya todos estaban ahí, porque ella normalmente llegaba tarde a todo, así que fue una sorpresa para la cantante encontrarse el cuarto vacío, estaba por gritar el nombre de Carlos, cuando lo vio saliendo del baño con una toalla cubriendo solo lo esencial.

Carlos se sorprendió al verla de pie frente a él.

—¡Carajo, Victoria! —Fue el grito que Carlos propició en cuanto se dio cuenta de que ella estaba ahí.

—¡Puta, lo siento! —La cantante agachó la mirada y al tratar de salir chocó con algo tropezando y haciendo que se lastimara —Creí que íbamos a vernos aquí.

Victoria estaba completamente sonrojada, hacía mucho tiempo que no había visto así a Carlos, y el verlo casi sin nada fue un recuerdo de sus previos encuentros, fue casi como cuando lo vio en casa de su madre en toalla, pero en esa ocasión estaba tan concentrada en su pelea con ella que no le importaba Carlos, esta vez estaban los dos solos en una habitación.

—Sí, pero en media hora, retrasaron la reunión —Carlos dijo viendo como Victoria trataba de salir pero lo hacía con los ojos cerrados, una vez que el espanto se le fue, se rió por cómo estaba la rubia —¿No leíste el grupo?

—Ok, es que no revisé el grupo, lo siento —Victoria abrió los ojos pero dejó su mirada en el suelo —Regreso al rato.

Carlos se rió mientras ella parecía una gallina sin cabeza moviéndose por todos lados buscando la puerta.

—Está por allá —Carlos tomó su brazo y la dirigió hasta ella y Victoria quiso solo salir de ahí, porque el simple hecho de que Carlos la tocara, la ponía como una desquiciada.

Una vez que tocó la manija, agradeció y salió de ahí, tratando de recuperar su respiración.

Victoria regresó 35 minutos después y ahora sí, llegó después que todos para asegurarse que un acto como el de la mañana se repitiera, Carlos en cuanto la vio no pudo evitar reírse un poco, recordando su encuentro mañanero.

—Siento la tardanza, pero había llegado temprano —Ella dijo con un poco de molestia en su voz defendiéndose.

—No te preocupes —Caco le dijo mientras tomaba asiento, todo esto sin ver a Carlos, no quería verlo porque sabía que iba a sonrojarse como una niña de secundaria —Comencemos.

—Van a ir a desayunar, lo cierto es que aquí en Los Emiratos Árabes Unidos, están prohibidos los paparazzis, así que no habrá gente que los moleste, por eso contamos con los fans —Lucía explicaba entregándoles unas fotos de algunos restaurantes que los famosos frecuentaban —Esperamos que alguien los vea, normalmente aquí son muy relajados en comparación a otros países, pero no duden en sacarse fotos con ellos.

Ambas estrellas asintieron, les dieron la información más técnica, también sobre la cena, donde ya tenían reservación y una vez que todo estuvo claro, salieron de ahí.

Caco había pedido un auto para ellos, en cuanto llegaron al lobby, ya los estaba esperando.

Carlos se acercó hasta la puerta del copiloto y la abrió para Victoria, ella sonrió amablemente y entró, todo esto evitando todavía su mirada, ¿desde cuando ella se había convertido en una jodida mojigata? Se preguntó Victoria, enojada con ella misma.

Tal vez si debía de tener sexo con alguien para que dejara de actuar como una virgen.

Carlos entró al auto y comenzó a conducir.

—¿No vas a cambiar la música? —Carlos le preguntó a la chica, al ver que no se había movido en absoluto.

Victoria estaba absorta en su mente pensando con quien podría acostarse sin que ella se sintiera mal y la otra persona no esperaba una salida, ninguna persona le venía a la mente, ¿y la verdad? solo pensaba en la imagen de Carlos en toalla de la mañana.

—No, dejaré que escuches lo que quieras —Ella sonrió viendo por la ventana a la gente.

Todo era muy lujoso y exclusivo, por alguna razón se sentía fuera de su espacio, claro, sería hipócrita decir que ella no disfrutaba de ciertos lujos, pero esto se sentía ¿excesivo? Inclusive para ella.

—¿Qué piensas? —Carlos le dijo mirándole de reojo, de nuevo podía sentir como Victoria estaba actuando de forma diferente.

—Nada, solo comparaba la ciudad —La cantante dijo con voz queda, apenas audible.

—No creo que aquí haya tantas ratas como en Nueva York —El piloto nunca desaprovechaba para insultar la ciudad de la cantante. 

—Tal vez sí haya, solamente que tendrán sus mansiones —Victoria respondió imaginándose que inclusive las ratas de esta ciudad tenían más capital que las ratas de Nueva York.

Carlos siguió manejando, las dos estrellas iban en silencio escuchando la música de Carlos, y mientras que Victoria creía que era un silencio para nada incómodo, Carlos estaba por perder la cabeza.

¿Había hecho algo mal? ¿Victoria estaba enojada con él? ¿Era porque le había dicho que se mudara a Madrid en cuanto pensó que estaba embarazada? ¿O por qué no había cancelado el contrato? ¡Odiaba esto! Quería a la antigua Victoria, a la que no pensaba las cosas y hacía lo que ella quisiera, la que cambió su música desde el primer día, la que lo sacaba de quicio con sus ocurrencias, y no este robot que tenía a su lado, porque inclusive, hoy por la mañana que lo había cachado en una posición comprometedora, solo se había sorprendido, no se había reído, no había dicho un comentario estúpido o gracioso, nada por el estilo, solo había pedido disculpas y había salido de ahí.

Y luego, cuando pudo burlarse de él, no lo hizo, no se había burlado de él en todo lo que llevaban cuando antes lo hacía todo el tiempo y eso lo descolocaba de sobremanera.

No se tardaron mucho en llegar al restaurante, Carlos salió y rápidamente se dio la vuelta para abrirle la puerta a Victoria, quien ya lo estaba haciendo por ella misma, Carlos solo llegó a terminar de abrirla y ayudarla a salir.

—Gracias —La cantante mencionó con una sonrisa tranquila y después de entregar las llaves al valet entraron.

Las dos estrellas caminaron siguiendo a la hostess para que les diera su mesa, y una vez que se sentaron, les entregaron los menús y cada quien comenzó a verlos.

—¿Sabes? Creo que pediré salmón ¿tú? —Carlos seguía buscando la forma de que Victoria dijera una oración con más de 5 palabras.

—Creo que pediré waffles —Vale, eran 4, eso no había funcionado.

—¿Está todo bien? —Carlos le preguntó con molestia.

—Sí, ¿por qué lo preguntas? —Victoria le respondió sin dejar de revisar el menú.

Carlos lo tomó y lo bajó, para que ella siquiera lo volteara a ver, no importaba si se enojaba, solo quería que reaccionara ante él, lo que fuera pero que ella no fuera indiferente hacia él.

—Podrías mínimo mirarme ¿no crees? —En ese momento, Victoria entendió que había hecho algo mal, lo que justamente había tratado de evitar.

—Si te veo, Carlos —Ella sonrió mirándolo a los ojos sin entender de dónde venía la molestía del madrileño.

—Si, porque básicamente te he quitado el menú de la cara—El piloto rodó los ojos.

—Lo siento, ¿está bien? —Victoria de nuevo, dijo sin querer pelear.

¿Acaso no iba a pelearle? Ella nunca huía de una pelea.

—¿Por qué te estás comportando tan raro? —Carlos preguntó pero Victoria no pudo responder en ese momento porque su mesero se había acercado a darles su orden.

Carlos pidió rápido, quería volver a su conversación con la cantante, Victoria hizo lo mismo y los dejaron solos de nuevo.

—No sé a qué te refieres con raro... estoy siendo yo.

—Estás siendo una completa extraña —Carlos terminó por ella —¡No eres así! No eres tan seria y mucho menos callada

Victoria frunció el ceño, tal vez su plan no había funcionado.

—Lo siento, no es tu culpa, solo quería ser una buena "novia" ¿sabes? —Ahora quien se veía confundido era Carlos.

—¿De qué hablas? Hemos sido "novios" por meses, ¿desde cuándo te importa parecer una "buena novia"? ¿por qué cambiar ahora? —Carlos rió por lo absurdo que eso sonaba, ¿acaso Victoria quería ser una buena novia una vez que el contrato estaba por terminar?

—Pues por tu última carrera, Lucía me dijo que debía de comportarme a la altura y eso estoy tratando de hacer, además, tuvimos suficientes escándalos —Victoria sonrió tratando de tranquilizarlo.

—¿Es por eso que querías terminar el contrato antes? —Carlos preguntó algo que se había guardado por semanas.

Victoria abrió sus ojos por la sorpresa, aunque sabía que era probable, no pensó que Carlos le preguntaría la razón de porqué quería cancelar el contrato y aunque Carlos no estaba ni cerca de saber la verdad, Victoria pensó que podía colgarse de ahí.

—Sí, esa es la razón por la cual quería cancelarlo. Siento que te meto en problemas sin siquiera intentarlo —La rubia sonrió triste.

En ese momento llegó su comida, pero ninguno le hizo caso.

—No me has metido en problemas, desde las fotos con Rogelio en Londres—Carlos mencionó sin entender a lo que la cantante se refería.

—¿Ah no? ¿Qué hay sobre las noticias de una boda secreta cuando visitamos a mi madre? ¿O qué tal sobre los rumores de que seríamos papás? ¿Crees que necesitas ese tipo de sustos cuando estás concentrado en ganar el campeonato? —Carlos entendió que ese era otro tema complicado para ambos —¿Cómo es posible que yo salga a comprar a la farmacia y mis compras terminen en la primera plana de los diarios? ¡La gente se metió a revisar mi basura por una respuesta! No necesitas ese tipo de atención ahorita.

No necesitas ese tipo de atención nunca. Victoria se dijo a sí misma, recordando la clase de persona que Carlos necesitaba para su vida, la que Reyes le había dicho a ella, la que Victoria nunca sería.

Carlos no dijo nada, en primer lugar porque él no consideraba esa noticia un escándalo o bueno, sí había sido un escándalo y había sido horrible tener que decirle a los chicos que Victoria no estaba embarazada, más a Lando, pero no era su culpa.

—No fue como que tú la soltaras al mundo ¿sabes? —Carlos trataba de hacer sentir mejor a Victoria, estaba claro que se sentía mal por él.

—Eso no importa ¿o sí? —Victoria sonrió triste nuevamente —Mira, solo trato de no complicarte las cosas, aunque veo que ni siquiera eso puedo hacer bien.

Carlos sonrió al ver como él había entendido mal toda la situación, Victoria no estaba enojada con él, ella solo quería ayudar, y aunque no le había salido como ella quería apreciaba el esfuerzo.

—Victoria, tú no me complicas las cosas, pero la verdad es que necesito que seas tú, no quiero un robot —Carlos dijo comenzando a comer ahora que estaba más tranquilo —Necesito nuestra... amistad.

Victoria asintió, amistad, claro.

Y como ella seguía empedernida en darle a Carlos lo que necesitaba con tal de no estresarlo, eso haría.

—Está bien, prometo regresar a ser yo —Victoria dijo robándole un pedazo de salmón y sonriendo mientras se lo metía a la boca y masticaba relativamente con la boca abierta para molestarlo.

—Pues tampoco te costó tanto —Carlos dijo rodando los ojos mientras reía.

—¿Waffles? —Victoria le ofreció a Carlos mientras él asentía y robaba un pedazo del plato de Victoria —Cambiando de tema, te gustará escuchar que me metí al gimnasio.

Ese comentario sorprendió a Carlos, para bien.

—¿En broma?

—¡No! —Vic rió sirviéndose más miel —Encontré un gimnasio cerca de mi casa y voy todas las mañanas a nadar.

—Eso es genial Vic —Carlos estaba sonriendo sinceramente, de verdad estaba orgulloso de que la cantante estaba haciendo cambios buenos en su vida.

De lo poco que habían convivido también se dio cuenta que no olía a tabaco, o al menos no como antes, que el olor era prácticamente penetrante.

—Sí, te juro que es muy divertido y me ayuda a desestrezarme.

Durante el resto del desayuno, regresaron a como siempre habían sido, decidieron seguir robando comida uno del otro. Carlos le preguntó sobre el álbum pero Victoria no quería decirle nada, no cuando había una que otra canción sobre Carlos, así que prefería contarle sobre Harry, pues era con la única persona que había convivido durante esas semanas que no se vieron, pero ese tema no le gustaba a Carlos, ¿por qué hablaba tanto de su productor? ¿Acaso eso era normal? Para Victoria, era simplemente una vía de escape para no tener que hablar de su trabajo.

Una vez que terminaron, Carlos tenía que ir al hotel a dejar a Victoria y recoger a Caco, para que se pudiera ir a entrenar, y por la noche se verían para su "cena", tal como Lucía les había dicho, había varios fans que les pidieron una foto muy amablemente, ellos aceptaron y Carlos de nuevo la ayudó a entrar al auto.

Ahora, sin decirle nada a Carlos, Victoria quitó la música del piloto y puso la de ella, aunque para este punto, Victoria tenía una playlist con canciones que le gustaban a ambos y así podían escuchar sin problemas, para Carlos verla cambiar la música fue como respirar aire limpio, todo había vuelto a la normalidad.

Porque esa normalidad entre ellos era lo que necesitaba.

Mientras Victoria había pasado el resto de la tarde con Ana, Blanca y Reyes disfrutando del buen clima y poniéndose al corriente, estaban de acuerdo que el desayuno no había sido suficiente para ellas.

Carlos, por otro lado, estaba a punto de morir de nervios.

Estaba en una junta con sus ingenieros repasando sus resultados de la temporada pasada en Abu Dhabi, junto con los de Charles, estaba viendo que era lo que Charles había hecho mejor que hizo que le ganara, además tenía los datos del simulador.

Carlos podía admitirlo, Charles tenía talento, además de que trabajaba y se esforzaba igual que él, pero Carlos estaba decidido a vencerlo, no quería que Charles se equivocara y por ese error él ganara, quería que Charles estuviera en su mejor momento y vencerlo, quería verdaderamente ser él mejor.

No había nada más que hacer por ese día, ya había entrenado, ya había revisado toda la telemetría que tenía en sus manos, pero su día de trabajo no terminaba. Ahora tenía que ir a esta cena con Victoria, donde tenían que tomarse fotos entre ellos, publicarlas, sonreír a los fans, firmarles lo que ellos quisieran y listo, ahora si podía irse a dormir.

Llegó casi corriendo a su habitación y se cambió, la ropa ya se la había elegido Lucía, se puso colonia, arregló su cabello y fue directo al cuarto de la cantante, donde seguramente estaba terminando de arreglarse.

Tocó y entró en cuánto le dieron la indicación que lo hiciera, sonrió al ver a Victoria, aunque de nuevo estaba al teléfono, ella lo saludó desde lejos y siguió con su llamada.

—¿Con quién habla? —Carlos preguntó a Lucía como saludo.

—Que guapo, Carlos —Lucía exclamó viendo al piloto —Con su productor, se pusieron a hablar desde hace un rato.

—Oh —Carlos dijo, no pudo decir nada más porque en ese momento Victoria colgó y se acercó a ellos.

—Lo siento, estaba viendo algo del álbum —Victoria se disculpó con una sonrisa, pero Carlos no estaba muy seguro si eso era en serio.

—¿Lista? —El piloto preguntó mientras ella asentía.

Tanto Carlos como Victoria estaban pensando, mientras esto más pronto termine, más rápido podemos regresar al hotel y descansar.

Salir a una cita era muy íntimo para ellos, a pesar de que no pasaría nada, simplemente era demasiado para ambos.

—Por favor, no olviden tomarse fotos —Lucía les decía al verlos partir.

Las dos estrellas bajaron hasta la entrada platicando casualmente, donde un Ferrari los esperaba, de nuevo, préstamo de la escudería, era buena publicidad cuando uno de tus pilotos conducía un auto de tu empresa y más si llevaba a su hermosa novia con fama de talla mundial con él.

—¿Cómo te fue? ¿Ya estás listo para las prácticas? —Victoria preguntó mientras terminaba de enviar unos mensajes a Harry.

Carlos respiró fuertemente mientras reía un poco.

—Creo.

—¿Crees? —Victoria rió un poco —Esa no es la respuesta que espero de un futuro campeón de Fórmula 1.

—Victoria... —Estaba claro que Carlos no se sentía a gusto hablando de ser campeón, no quería mufarlo.

—Vale, cambio de tema —Victoria miró por la ventana tratando de pensar que decir, pero no tenía la menor idea de qué decir.

—¿Entonces? —Carlos habló interrumpiendo sus pensamientos —Creí que ibas a cambiar de tema

—Lo siento, Carlos, es que trato de pensar en algo —Antes nunca se les había dificultado tanto sacar un tema de conversación.

La pareja siguió en silencio escuchando música hasta llegar al restaurante, mientras llegaba, Victoria había decidido ponerse a cantar bajito la canción que saliera, y Carlos disfrutaba ese silencio, pero solo esperaba que la cena no fuera igual de incómoda, creía que habían terminado con esa incomodidad en el desayuno, al parecer se había equivocado.

Al igual que en el desayuno, Carlos la llevaba de la mano hasta que los sentaron, las dos estrellas sintieron como algunos comensales les habían tomado fotos mientras caminaban, luego, una vez que estuvieron en la mesa, Victoria tuvo flashbacks de su primera cita, en cómo ambos se veían igual de nerviosos y había sido difícil sacar un tema de conversación, pero lo habían logrado.

Les entregaron los menús y ordenaron bebidas, Carlos pidió agua natural con un toque de limón y Victoria, que no tenía restricción alguna ordenó un cosmopolitan.

—Pasaré las fiestas con mi madre y Wes, o al menos ese es el plan —Victoria soltó tomando un poco del pan de la mesa para después comer un pedazo esperando que ese fuera un buen tema de conversación para ambos.

—¿En serio? —Carlos sonrió divertido. Le gustaba que Victoria en verdad intentara mejorar su relación con su madre y su padrastro.

—Ya sé, Addison quiere seguir con el papel de familia estable y Wes hasta me invitó a jugar golf, por alguna razón —La rubia sonrió burlona.

—¿Tú? ¿Golf? ¿Otra vez?

—Es lo que dije, pero supongo que es su forma de acercarse a mí, así que supongo que aceptaré —Victoria dijo alzándose de hombros, como si no importara —No lo sé, tal vez sea igual de buena que en top golf y lo destroce como lo hice con ustedes.

—Me gustaría ver eso —Carlos se rió un poco mientras tomaba su agua.

—Sí bueno, Harry cree que debo de aceptar, y Lucía también piensa lo mismo, así que supongo que lo haré, estoy segura que a mi madre le encantará —Victoria no estaba viendo a Carlos porque trataba de que su trago no se cayera de su copa, así que no se percató del ceño fruncido del piloto.

—¿Harry? —Carlos preguntó como si el nombre le diera asco ¿Desde cuándo un productor se metía en la vida de sus artistas?

—Aja, es que a la parejita se les ocurrió ir a un baile de caridad en Nueva York y como yo estaba en el estudio, decidieron pasar y bueno, lo conocieron y así —Victoria lo decía como si no fuera importante, pero Carlos sabía que Victoria no le presentaba a cualquier persona a su madre —Luego cenamos en mi departamento y nos invitaron al baile ese, pero la verdad es que no tenía muchas ganas de ir y Harry tampoco.

Carlos tuvo que cerrar sus puños debajo de la mesa ¿Harry había visitado el departamento de Victoria? ¿Había cenado con sus padres?

—¿Y tú madre qué piensa de él? —Carlos sabía que preguntaba eso con doble intención, quería saber qué tanto contacto Addison había tenido con el productor.

—Oh, mi madre estaba encantada, más cuando le enseñó unos pasos para el baile de caridad, estuvo coqueteando con él toda la cena y Wes sólo se reía y hacía bromas —Victoria sonrió de oreja a oreja recordando esa cena —Debiste de verlo Carlos, en verdad parecíamos una familia funcional, ni yo podía creerlo.

—Mmmm —Carlos dijo robando un poco de pan, porque si de verdad decía lo que pensaba pelearían aquí frente a todos —¿Harry baila?

Y entonces Carlos sintió como en su estómago una piedra había aparecido, porque Victoria había abierto los ojos con ilusión y sorpresa.

—Sorprendentemente lo hace, viene del sur así que sabe baile de salón, su madre lo hizo practicar de niño —Carlos asintió —Y tiene varios trofeos y aunque ya no lo hace profesionalmente, aún dice que lo disfruta.

—Vaya —Si Carlos pudiera dejar de preguntar sobre él lo haría, pero le era imposible, quería saberlo todo sobre Harry Carling.

—Es una gran persona, estoy feliz de trabajar con él —Victoria no tenía ni la menor idea de lo que Carlos estaba pensando en ese momento, pero podía ver como su humor no era el mejor.

Y entonces Carlos pensó algo, Victoria había encontrado a su Isa y ella no tenía la menor idea.

La cantante había encontrado a un hombre que era muy parecido a ella, por lo que Victoria le había contado, el tal Harry, amaba la música y las mismas películas que ella, tenía gatos y su sabor de helado era el mismo que el de Victoria, además, el hombre sabía bailar y no solo sabía, le gustaba hacerlo.

Además había conocido a Addison y la mujer le había coqueteado, por alguna razón eso le dolió al madrileño, porque antes, él había sido el único hombre que la madre de Victoria había aceptado, y ahora, había alguien más listo para ocupar su lugar en cuanto él desapareciera de la imagen.

Verdaderamente Victoria había encontrado a alguien igual a ella, alguien que valía la pena, pero entonces ¿por qué él se la estaba pasando tan mal?

—¿Carlos? —La voz de Victoria lo trajo de vuelta al mundo —¿Ya sabes que vas a ordenar?

Carlos se dio cuenta que había un mesero esperando, el piloto pidió lo primero que vio, ni siquiera sabía si iba a gustarle.

—Suena un tipazo ese Harry —Carlos dijo poniendo su mejor cara, pero a diferencia de Victoria, él no sabía fingir a la perfección.

—Es buena persona, ya lo dije —Victoria aceptó satisfecha, pues ella solo veía en Harry a un buen amigo —Y es gracioso, hace chistes muy bobos, ya sabes ese tipo de chistes que son tan malos que dan risa.

El piloto se mordió el interior de la mejilla, ¡ahora hasta payaso había resultado el tal Harry! Haciendo reír a Victoria con sus chistes malos, su cabello perfecto y su altura.

—Pregunta, ¿le gusta cocinar? —Carlos preguntó tomando más pan y destruyéndolo con sus dedos en lugar de comerlo, era la ansiedad.

—Oh no, es malísimo —Victoria dijo y Carlos sonrió satisfecho, al menos no era perfecto, Harry Carling sangraba como un simple mortal —Pero, conoce muchos restaurantes, en verdad, come y prueba de todo, siempre me recomienda lugares a donde ir y cuando trabajamos hasta tarde en el estudio siempre pide comida de lugares que jamás he escuchado y prueba de todo.

Carlos de nuevo se puso serio, vale, en verdad aquel hombre era perfecto para ella.

—¿Tiene novia? Porque joder, suena al hombre perfecto —Carlos dijo entre dientes mientras Victoria reía por el mal humor de Carlos.

La rubia podía ver que no estaba acostumbrado a que alguien más lo opacara, pero no tenía la menor idea de los celos que Harry Carling estaba provocando en él.

—No, o bueno, no lo sé, casi no hablamos de nuestra vida privada, casi siempre es de trabajo —En ese momento sus platos llegaron y las estrellas agradecieron con una sonrisa —O de nuestros gustos, pero no de la vida privada, aunque él sabe que salgo contigo.

—¿En serio? —Eso sí que puso una sonrisa en la cara del madrileño.

—Pues claro, te recuerda de Texas y a diferencia de ti, yo no voy por el mundo contándole a la gente del contrato —Victoria comentó burlona y Carlos le lanzó un pedazo de pan que no se había comido mientras ella reía.

Los dos estaban comiendo tranquilos, al parecer la conversación seguía.

—Le dijiste a Charles —Carlos la señaló con su tenedor.

—Tuve qué, ¿cómo sabes que le dije a Charles? —Victoria preguntó con suma curiosidad, no creía que el monegasco le contara a Carlos.

—Me preguntó si el bebé que tendrías sería mío —Victoria asintió entendiendo lo que había sucedido, ese tema del bebé sí que había arruinado muchas cosas.

—Tiene sentido, le hubieras dicho que no, le hubieras dicho que era de Lando —Carlos abrió mucho los ojos. —¿Qué? ¡Hubiera sido divertido!

Victoria rió imaginándose la escena.

—No hubiera sido divertido —Carlos dijo serio pero Victoria seguía creyendo que era divertido —Además, discúlpame que no pudiera hacer una broma, porque yo me estaba muriendo de nervios creyendo que seríamos padres.

Victoria asintió entendiendo el punto de Carlos, luego se quedaron en silencio comiendo cada quien sus respectivos platillos.

—La pasaste tan mal ¿eh? —La cantante se dio cuenta cómo el humor de Carlos empeoraba cuando el tema del bebé salió a la luz.

—No fue tan malo, pero digamos que el hecho de que no respondieras y me dejarás solo lidiando con todo no ayudó.

—Lo siento, ¿ves lo que digo? Solo causo problemas sin querer hacerlo.

Carlos volteó a verla, la rubia estaba jugando con su comida pasándola de un lado a otro en el plato, y entonces lo supo, el tema del bebé tampoco había sido fácil para ella, claro, al final del día a quien más criticaban era a ella.

Victoria siempre sufría más con los rumores.

—¿Sabes? Me alegro que no vieras tu celular ese día, merecías ese descanso —Carlos confesó —Supongo que me tocaba manejar la situación a mí.

La cantante sonrió conmovida sabiendo que Carlos estaba haciendo lo mejor posible por seguir teniendo una buena convivencia.

Luego lo volteó a ver y nuevamente pudo ver esas horribles ojeras que lo hacían parecer enfermo, se sintió mal por él.

—Carlos, tengo que volver a preguntar, ¿te sientes listo? —Victoria en verdad quería saber como se sentía, era una semana importante para él.

—No te preocupes por mí, estoy bien —Pero Carlos no era tan buen mentiroso y ambos lo sabían.

Victoria solo tuvo que quedarse callada mirándolo directamente para que el piloto se confesara.

—Estoy de la mierda —Carlos escupió sincerándose con la rubia, pues era algo que no podía confesarle a su padre, no quería defraudarlo o estresarlo con sus propias preocupaciones.

—¿Nervioso?

—Lo que le sigue —Carlos respondió y ella asintió con un poco de lástima —Cada vez que pienso lo que sucedió la carrera del año pasada, en cómo perdí, ¡Dios! Quiero arrancarme el cabello —Carlos hizo un ademán como si en verdad fuera a hacerlo.

—No tu cabello, es hermoso —Victoria bromeó aligerando el ambiente —Pero puedo entenderlo.

—No sé si es igual, Vic —El piloto mencionó sin afán de ofenderla —Si pierdo, no sólo pierdo yo, la gente que me apoya, mi familia... mi país.

>>La gente siempre ha apoyado más a Fernando y lo entiendo, él les dio dos títulos, y cuando tuve la oportunidad fui yo quien lo arruinó, tenían fe en mí y lo arruiné. Ahora vuelvo a tener esa oportunidad y no puedo defraudarlos, no de nuevo.

—Carlos... —Victoria no sabía qué decir para ayudarle, ambos ya habían dejado de comer.

—No he dormido casi nada desde llegué y sé que debería de hacerlo, pero veo a Charles y ¡joder! Es muy bueno, tiene un talento nato, yo no tengo ese talento, yo he tenido que trabajar más, no es que Charles no trabaje, solo que en verdad es talentoso.

Victoria iba a decir algo cuando Carlos sacó su celular y vio la hora.

—¿Crees que podamos irnos? En verdad quiero ver si puedo dormir algo —La rubia asintió, no importaba que no hubieran terminado de cenar.

Carlos pidió la cuenta y salieron de ahí lo más rápido posible.

El regreso fue igual de tranquilo, Victoria siguió en silencio, pues no sabía que podía hacer para ayudar a Carlos y ella en verdad quería hacerlo, odiaba verlo así, al llegar al hotel, cada quien se fue a su habitación y ella comenzó a pensar en qué podía hacer para mejorar la situación.

Estuvo buscando algunas palabras de aliento, pero no había nada de lo que ella pudiera decirle que lo hiciera sentir mejor, ella no sabía cómo ser novia de un deportista y si algo había descubierto en los últimos meses es que las novias eran fuertes, soportaban mucho y a veces más de lo que deberían. 


- - - - - - - 

sooo, está es la primera parte del hermoso maratón que les he preparado, sé que se llama "Se baja el telón" pero si pudiera ponerle otro nombre sería "olla de presión"

Aunque no pasó mucho espero que les haya gustado y nos vemos mañana para la siguiente parte. 

Las amo

Fer 

Y si gustan ir a comentar el maratón una vez que termine, no se olviden que pueden hacerlo en instagram 

JavaddMad

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top