Capítulo 47 [Bebé a bordo 2/2]
Y mientras las chicas estaban en su mundo, con sus celulares apagados un pandemonio se estaba desarrollando sin que ninguna tuviera idea alguna.
***
¿Carlos Sainz tendrá que comprar un asiento de bebé para su Ferrari?
Según nuestras fuentes, Victoria Ellis, novia de Carlos Sainz (piloto de Fórmula 1) y estrella pop fue vista por las calles de Nueva York caminando, lo cual no es nada inusual, pues sabemos que ella reside ahí.
Pero en esta revista siempre nos preguntamos porque la joven no acompañó a su novio durante el resto de la temporada de Fórmula 1, creemos tener la respuesta a esa pregunta.
En esta foto de exclusiva*, podemos ver a la rubia saliendo de comprar nada más y nada menos que pruebas de embarazo ayer por la noche, parece ser que la pareja de Carlos (28 años) y Victoria (22 años) se preparan para el nuevo reto, el de ser padres.
Hoy por la mañana se nos ha confirmado que las pruebas han dado positivas.
¡Tendremos nuevo bebé corriendo por el paddock y los escenarios!
Eso sí, Vic, creo que tendrás que dejar los cigarrillos por un rato, o más bien, 9 meses y Carlos, bueno, siempre pueden comprar una minivan en lugar de usar el Ferrari.
¡Enhorabuena a la feliz pareja!
*Foto de Vic saliendo de la tienda de conveniencia
***
Era Viernes, Carlos iba despertando, e iba al encuentro con Caco y Rupert para ir a desayunar, como Victoria le había dicho, iba a disfrutar la comida mexicana lo más que pudiera, claro, esperando no enchilarse porque seguía sin tolerar tanto el picante como ella.
Había dormido poco, desde el último gran premio se sentía algo inquieto por lo que había sucedido en la pista y su necesidad de detenerse, desde ese día trataba de calmarse, pero estaba claro que lo estaba sufriendo en sus horas de sueño.
Lo único que quedaba era sacudirse esa mala experiencia y esperar que esa carrera fuera mejor.
Al llegar al cuarto de Caco, Rupert ya estaba ahí, no dijo nada además de un saludo, pero en su cara podía ver que algo sucedía, Caco mientras tanto estaba en el balcón hablando por teléfono.
Se veía ansioso, caminando por todos lados, su cabello despeinado y sus ojos un tanto desorbitados.
—Carlos, ya estás aquí —el tono de su primo le confirmó los nervios que ya sentía.
—¿Qué está pasando? —Ahora era Carlos quien actuaba de la misma manera, en verdad creía que estaba teniendo un gran día.
El clima en la Ciudad de México era bueno, estaba listo para subirse al monoplaza y comenzar con las prácticas.
—Tus padres quieren hablar contigo —Caco soltó, sus tíos estaban completamente en estado de shock, no sabían si era verdad o si era parte del circo de publicidad que su hijo había comenzado a principios de ese año, pero estaba claro que había demasiadas emociones en el aire.
—Bien, que lo hagan —No entendía lo que estaba pasando, sus padres no tenían que hablar primero con Caco para hablar con él.
Caco respiró profundamente, no podía dejar al piloto ser lanzado a los leones sin advertirle, ¿pero cómo lo hacía? Además, desde que llegó había tratado de averiguar si Carlos sabía algo.
A lo mejor Victoria se lo había comentado... pero verdaderamente, parecía que Carlos ignoraba el elefante en la habitación.
—Just tell him —Rupert se metió cortando el silencio desesperado.
—Ya voy —Caco lo fulminó con la mirada.
—Decirme ¿qué? —Carlos pasaba su mirada de un lado a otro, esperando que uno de los dos soltara la sopa —¡Hablen!
Nuevamente, Caco volteó hacia el suelo y después de unos segundos alzó su mirada para encontrarse con los ojos expectantes de Carlos.
—Carlos, Victoria está embarazada —El madrileño casi se iba para atrás de la sorpresa, ¿cómo podía saberlo?
El madrileño, de verdad, casi se cayó por el shock. Rupert tuvo que ponerse de pie para ayudarlo y obligarlo a tomar asiento, Carlos se tumbó en el suelo como si de un costal se tratara.
—¿De qué hablas? —¿Acaso estaba soñando?
¡Victoria embarazada! Y él fue el último en enterarse.
—Tengo que saberlo, ¿es tuyo? —Caco preguntó nervioso.
Carlos estaba con la mirada perdida en el suelo, sus dos brazos sobre sus piernas mientras que el piloto estaba tratando de buscar su respiración.
—¡No lo sé! —El piloto gritó, esperando que a lo mejor con ese volumen entendieran que no tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo. Estaba seguro que pronto despertaría e iría a ver a Caco a su cuarto —¿Cómo sabes que está embarazada? —Carlos estaba sintiendo como su corazón salía del pecho.
Rupert le pasó una laptop para que viera las fotos y las noticias.
Carlos
Victoria
Cartoria
Padres
Y bebé
Eran las palabras que se habían vuelto tendencia en ese momento.
—Está en todos lados, la vieron salir de una farmacia con unas pruebas de embarazo, y al parecer alguien revisó su basura, porque los rumores dicen que las pruebas salieron positivas, así que antes de que hagamos algo ¿Hay una posibilidad de que ese bebé sea tuyo? —Caco tomó a su primo por los hombros y lo sacudió mientras lo obligaba a verlo a los ojos.
Caco estaba desesperado, estaba siendo el peor día de sus días, el agente sabía muy bien que Victoria y Carlos se habían estado acostando y ahora esto.
Carlos se quedó callado, porque pensaba en la última noche que Victoria y él pasaron juntos, fue en Mallorca, haciendo cuentas, si en verdad era suyo, Victoria tendría como 2 meses de embarazo.
¡Carajo! ¡VICTORIA TENDRÍA DOS MESES DE EMBARAZO! Ese pensamiento lo golpeó y estaba seguro de que si no hubiera estado sentado en el suelo, lo hubiera tumbado.
—¡Carlos! Responde.
—Sí, puede ser mío —La voz del piloto apenas y se escuchó, pero tanto Rupert como Caco habían escuchado la respuesta fuerte y clara.
—¡¿Qué?! —Caco sabía que algo sucedía entre las dos estrellas, pero escucharlo de la boca de Carlos lo había vuelto real y odiaba ser él en ese mismo instante, pero odiaría más ser Carlos —¿Seguro que no puede ser de alguien más?
¡Por favor dime que puede ser de alguien más! Caco rogaba en silencio, dime que no embarazaste a la estrella pop más codiciada del momento, asegúrame que se protegieron.
Carlos de nuevo se quedó callado, no recordaba si Victoria se había estado acostando con alguien más, tal vez cuando ella viajó a Estados Unidos, o algo por el estilo, pero no, Carlos estaba seguro que si Victoria estaba embarazada, sería de él.
—No, es mío, aunque te juro que siempre usamos condón.
—¿Usamos? ¿Sucedió más de cuantas veces? —Caco estaba que se moría y para colmo Lucía no respondía su celular.
Además, ¿por qué preguntaba esto? Cuando claramente sabía que Carlos y Victoria se escabullían todo el tiempo. Llegó a un punto donde no les importaba, porque cuando Caco iba a verlo a sus habitaciones en los hoteles, la cama de Carlos estaba tendida o Victoria siempre estaba ahí y Victoria NUNCA llegaba temprano a nada, lo cual indicaba que habían pasado la noche juntos.
—No te voy a decir la cantidad, la última vez fue en Mallorca, antes de que regresara con Isa —Carlos admitió.
¡ISA! ¿Qué le diría? ¡Oh Dios! Esas dos mujeres iban a matarlo.
Ahora no solo tenía que cargar con el beso de Monza, tendría que cargar con el peso de un bebé. ¡Un bebé suyo y de Victoria!
Carlos vió su celular, justamente tenía una llamada de su novia, y un mensaje con las fotos de Victoria y sus pruebas de embarazo.
"No es tuyo ¿verdad?"
Carlos no respondió, primero tenía que hablar con la rubia y ver que estaba sucediendo antes de saber cómo actuar.
Ahora veía mensajes de sus padres, sus hermanas, primos y todo mundo que lo conocía, todos preguntando si Victoria estaba embarazada o simplemente felicitando al futuro papá, pero ninguno por parte de ella.
Rupert veía como los dos madrileños habían perdido todo el color de sus caras, ahora eran más pálidos que él.
Carlos no estaba pensando en otra cosa además de querer escucharlo de la boca de Victoria y no de una revista. Sin esperar más, le llamó y la llamada entró directo al buzón.
—Victoria tampoco responde —Confirmó el madrileño.
—Deben de estar igual que nosotros —Caco ya lo había intentado, con Lucía y con Victoria.
—¿Qué crees que esté haciendo Lucía? —Carlos preguntó esperanzado de que la castaña ya estuviera tratando de resolver todo este asunto.
—No lo sé, conociéndola, cortando cabezas de la gente que haya filtrado la información o tomado las fotos, ¡que se yo! —Caco entró en pánico y volvió a gritar.
—Le llamaré de nuevo, a lo mejor está dormida y no me importa despertarla —El piloto lo hizo de nuevo solo para recibir la misma respuesta, buzón.
—Esperemos que las dos nos contacten pronto, mientras tanto me aseguraré que nadie mencione el tema, pero tienes que hablar con mis tíos, están igual que tú —Caco le dijo mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
—¿Lo hago ahora? —Carlos no quería hacerlo.
—Les dije que tenías junta con tus ingenieros en la mañana, que lo harás antes de las pruebas.
—Vale —Carlos agradecía que su primo le hubiera conseguido un poco más de tiempo.
Los tres salieron de ahí para ir a desayunar, aunque con esa noticia, Carlos no tenía nada de apetito.
Mientras caminaba hacia el comedor podía sentir como su mente se iba y trataba de recordar todas las veces que se había acostado con Victoria durante el verano, habían sucedido casi todos los días que pasaron esa semana juntos y luego, la última vez había sido Mallorca, no había forma de que las fechas no cuadraran.
¡Pero en todas habían usado condón!
Durante el desayuno pasó la mayoría del tiempo enviándole mensajes a la cantante esperando que alguno llamara suficiente su atención para que le respondiera. A lo mejor estaba dormida o simplemente no quería responderle.
De ser cierta la noticia, Victoria debería de traer un remolino en su cabeza y Carlos lo sabía porqué así era como se sentía él.
Después de desayunar, Carlos subió a su habitación para tener un momento a solas y poder hablar con sus padres, sabía que no tendría tiempo durante el día y lo mejor era quitar el curita de golpe.
Se sentó en una silla y dejó el celular sobre la mesita frente a él, el celular solo se tardó dos tonos antes de que sus padres respondieran y el Facetime comenzó.
Sus dos padres estaban sentados en la mesa del comedor de la casa en Madrid y al ver su cara del otro lado de la llamada fue como si los hubieran bañado con una dosis de café, porque ambos comenzaron a hablar al mismo tiempo haciendo que el piloto quisiera colgar y salir corriendo a buscar refugio.
—¿Carlos? ¿Es cierto? ¿Es cierto lo que dicen de Victoria? —Era la voz de su padre, a pesar de su tono de urgencia se escuchaba serio y se veía aún más, como si una parte de él estuviera decepcionado de ambos.
—Dinos hijo, ¿ya lo sabías? ¿Es tuyo? —Ahora era su madre quien presionaba por una respuesta.
Claro que todos preguntaban si era de él porque para sus padres solo eran una relación de "trabajo", ¿ahora como les decía todo lo que había sucedido con la cantante sin que quisieran matarlo?
—Hola papá, mamá —Carlos respiró fuertemente esperando que esos segundos le dieran una respuesta divina, pero dicha respuesta nunca llegó —No lo sé, no tengo la menor idea de lo que está pasando.
—¡¿Vamos a ser tías?! —Ana había gritado desde el fondo, pero el sr. Sainz rápidamente la había mandado a callar.
—Victoria no me responde, y no me dijo nada cuando estuvimos en Texas, así que no sé si solo sea un rumor estúpido como cuando anunciaron que íbamos a contraer matrimonio.
—Si crees que es un rumor, ¿por qué tienes esa cara, mi amor? —Reyes sabía que su hijo no estaba bien.
—Porque una parte de mí sabe que si fuera simplemente un rumor, Lucía o Victoria ya nos hubieran contactado, ninguna aparece —Carlos admitió acomodándose el cabello evadiendo la mirada de sus padres.
—Pero dinos, joder Carlos, ¿ese niño puede ser tuyo o no? —El piloto cerró los ojos, ¿qué no era esa la misma pregunta que él tenía en mente desde que se había enterado?
Carlos tuvo que ser valiente y mirar a sus padres a los ojos.
—Sí, sí puede ser mío. Es más, lo más seguro es que si está embarazada, sea mío.
Sus dos padres compartieron una mirada sin decir ni una sola palabra, pero entre ellos había esa conexión que sabía que se podían decir miles de cosas.
Carlos estaba esperando pacientemente las palabras de sus padres, era estúpido pensar que podían reaccionar mal porque él tenía 28 años y Victoria 22, eran adultos con carreras e ingresos más que estables. Y aún así, se sentía como si fuera un jovencito estúpido y hubiera embarazado a su novia de la secundaria.
—Vale pues, entonces es obvio —Reyes comenzó a decir con voz decidida y tomando las riendas de la situación —Dile a Victoria que debe de regresar a Madrid en cuanto pueda, nosotros le ayudaremos con el embarazo mientras tú estás trabajando. La puedo llevar con una ginecóloga excelente, y dile que no se preocupe por nada.
Eso sorprendió a Carlos por completo.
—Es más —Ahora era su padre quien tomaba la palabra —Dile que se mude con nosotros, así estaremos más tranquilos y si ocurre una emergencia estaremos cerca.
Nuevamente, Carlos se sintió en un sueño, sus dos padres estaban dispuestos a hacer un sacrificio con tal de que Victoria tuviera un embarazo seguro y no se sintiera sola o desplazada.
—Además, tenemos que ver lo de su gato, no creo que sea bueno que ella esté tan cerca de él mientras está embarazada. El pelo de gato es perjudicial para mujeres embarazadas, dile que digo eso —Reyes continuaba tratando de manejar todo y de ofrecer todos sus años de experiencia, al parecer sus padres ya habían planeado todo y él no tenía la menor idea.
—Madre, Vic no va a alejarse de Bodoque —Carlos rodó los ojos antes el comentario.
—Bueno, también dile a Victoria que tengo muchísima ropa de ustedes que guardé, podría desempolvarla, lavarla y para cuando el bebé llegué tendrá todo un guardarropa nuevo.
>>Está claro que la que tiene la palabra final es Victoria, a lo mejor no le agrada mi estilo, pero algo puede gustarle —Reyes sonrió a la cámara, quería que su hijo supiera que lo apoyaba.
—En cuanto Vic regrese a Madrid deberíamos ir comprando una cuna y una carriola —Blanca comentó a lo lejos mientras que Ana secundaba su idea.
—¡No te olvides del asiento para el auto! —Su padre se unía a la conversación.
—¡Oigan! ¡Gente! ¡Escuchen! —Carlos no pudo evitar soltar una risa sincera al ver a su familia tan emocionada —Todavía no he hablado con ella, por favor no quiero que se creen esperanzas, tal vez no sea mío, o tal vez ni siquiera esté embarazada.
Todo el alboroto del otro lado de la llamada se calmó al instante.
—Pues será mejor que lo hagas, de todos modos, aunque el bebé no sea tuyo, debería venir a vivir a Madrid —Su padre dijo mientras Carlos fruncía el ceño sin entender el razonamiento detrás de ese pensamiento —Por lo que tengo entendido, ella no tiene a mucha gente a su disposición y no es cercana a su madre, aquí al menos, tu madre y tus hermanas estarían al pendiente de ella.
Carlos soltó una risita nasal al escuchar a su papá preocupado por Victoria, y bueno, respecto a lo que decía, estaba seguro de que Addison iba a cuidar a su hija, ahora sí...
¡Addison! ¡Esa mujer iba a matarlo! ¿Cuántas veces le dijo que no podía embarazarla? ¿Que no hasta le había dado una caja de condones? Dios, Addison Ellis iba a matarlo y por como era Victoria sabía que iba a sufrir mucho.
—¿Carlos? —La voz de su padre lo regresó al mundo terrenal.
—Vale yo les aviso en cuanto hable con ella —Carlos regresó a ellos con una sonrisa fingida.
—Por favor, en cuanto suceda, estamos algo... emocionados —Su padre señaló a su madre discretamente y Carlos nuevamente rió.
—¿Papá? ¿Podemos hablar? —Si había alguien que podía ayudarle a organizar sus ideas era su padre y estaba claro que necesitaba una plática sincera con ese hombre, a ver si podía brindarle un poco de su sabiduría.
—Carletes —El sr Sainz se movió del lugar mientras su madre se iba a hacer otras cosas entendiendo que su hijo quería tener una charla de hombres.
—¿Papá? ¿No están molestos?
El mayor de los Sainz se quedó unos segundos en silencio tratando de formular sus ideas sin ofender a su hijo y que se entendiera todo lo que estaban sintiendo.
—Molestos es una palabra muy vaga y claramente no describiría todo lo que sentimos en estos momentos —Carlos reconoció los alrededores y vio que su padre se había sentado en su estudio —Mira, ya no tienes 16 años, ser padre a tu edad no afectará tu futuro a largo plazo, sin embargo no es así como nos hubiera gustado ser abuelos. Lo sabes ¿no?
Claro que lo sabía, sus padres esperaban una boda en una iglesia con miles de invitados y una novia de blanco, y luego, una vez que el matrimonio estuviera zanjado, vendrían los hijos.
—Entiendo, yo tampoco esperaba esto.
¿Y entonces por qué no se sentía mal con la noticia? Claro, existía un shock, pero no estaba molesto de que Victoria estuviera embarazada, hasta se podría decir que era todo lo contrario.
—Creo que nadie te ha preguntado esto, pero ¿cómo estás? —Su padre sonrió, ahora su hijo entraría a un mundo donde todo cambiaría para él.
Carlos se acomodó en la silla, porque ni Caco ni Rupert le habían preguntado cómo estaba.
—Estoy... —Carlos no tenía palabras para describir cómo se sentía.
Por un lado tenía esta noticia completamente apantallante y podría ser que nadie lo esperara, pero el no estar juntos como pareja complicaba todo. Y por el otro lado, nuevamente sentía como en su estómago crecía una piedra llena de culpa, Isa no merecía esto. Ninguno de los tres merecían nada de lo que estaba sucediendo.
—Estoy, solo así, no me siento ni bien ni mal —Carlos respondió de un rato —Solo estoy y no sé cómo sentirme al respecto.
—Es normal, supongo que no es así como pensabas despertarte.
Carlos rió junto a su padre —No, no esperaba despertar con esta noticia.
—Mira, tu madre ya se creó toda una historia de que será abuela y está emocionada, quiso hablarle a Victoria pero como dices, no respondió ¿Todo bien entre ustedes? —Su padre siempre tenía ese sexto sentido a la hora que se trataba de sus hijos.
—Estamos bien, pero sí es cierto, debe estar vuelta loca con la noticia, no te preocupes, se comunicará conmigo en cuanto se sienta mejor, así es ella. Solo necesita un tiempo para pensar las cosas y calmarse —Carlos Sr. asintió y a lo lejos se podía escuchar a su madre hablando con sus hermanas diciendo:
"¿Se imaginan? Un bebé con los ojos de Carlos y la sonrisa de Victoria. Ese bebé será precioso, ¡ay, no puedo creer que seré abuela!"
—Está claro que tu madre no sabe qué has regresado con Isabel ¿Cuándo planeas decirle que esto es más complicado de lo que ella cree? —Nuevamente, su padre no dejaría que Carlos se olvidara de sus responsabilidades.
—Pronto —Una respuesta vaga, pero ¿qué decía cuando no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo con su vida?
—¿Ya hablaste con Isa? —De nuevo su padre recordando sus obligaciones —Carlos espero que esto no haya sido tú jugando con ambas chicas, ninguna de las dos se lo merece y no quiero decirte que no te educamos así. No es propio de los Sainz.
El piloto evitó rodar los ojos frente a su padre y dio un respiro profundo tratando de calmarse, odiaba que su padre pensara lo peor de él.
—No, para nada, fue antes de regresar con Isa, pero primero quiero hablar con Vic.
—Está bien, confío en que sabes que hacer —El piloto asintió ante el apoyo que le estaban brindando —Y sabes que cualquier cosa estoy aquí.
¡Ja! Eso decía antes, y luego procedió a dejar de hablarle meses cuando no le gustó su actitud, prefirió no decir nada.
—Gracias papá te dejo, ya tenemos que salir para el paddock —Los dos se despidieron y luego se despidió de su familia.
Carlos salió y se encontró en recepción con Caco y Rupert,
—¿Te van a matar? —Fue lo primero que Caco soltó al verlo,pero el piloto estaba más calmado desde esa plática con su padre.
—No —Carlos soltó riendo —Al parecer acabo de hacer a mi madre la mujer más feliz del planeta porque ahora no puede esperar para comenzar a sacar ropa de bebé.
—Ay no.
—Ay sí.
Los dos primos ya conocían a su familia, cualquier hijo que les diera nietos eran venerados y al parecer, Carlos era quien se ponía a la delantera.
—Creo que hasta se le ha olvidado que no estamos casados. ¡Joder! Que ni siquiera somos novios.
—Siempre puedes pedirle matrimonio —Rupert habló y Carlos se le quedó viendo con los ojos abiertos de par en par.
—Primero, me conformo con que me conteste el celular.
En el transcurso del camino le mandó un último mensaje a Victoria que encapsulaba todo lo que estaba viviendo en solo unas palabras.
"¿Estás bien? Llámame en cuanto puedas.
No me dejes fuera, te lo suplico."
***
Y mientras Carlos estaba atorado en el tráfico de la Ciudad de México, la noticia llegaba a todos los rincones del paddock.
Pierre y Yuki se habían enterado mientras iban de camino al paddock, Pierre seguía a unas cuentas de chismes de Fórmula 1 y estaba claro que aunque la noticia no tenía nada que ver con el deporte, todas las páginas estaban infestadas.
—¿Es una broma? —Yuki preguntó entre risas mientras el francés se lo comentaba.
Sin decirle nada más, le pasó su celular y el japonés perdió todo el color de la cara.
—Con las marcas que le dejaba cabrón Sainz no me sorprende —Pierre comentó divertido mientras Yuki trataba de ahogar su risa, pero también le había parecido chistoso el comentario.
—Lando va a morirse cuando se entere —Yuki soltó entre risas, el piloto japonés sabía bien que Lando tenía cierto enamoramiento por Victoria.
—¿Se lo mandamos?
Pierre sonrió con malicia porque el comentario de su pequeño amigo le había dado una idea.
Copió el link de la noticia y se lo mandó a su amigo junto con el mensaje:
"Creo que ahora sí perdiste tu oportunidad con la cantante"
Por otro lado, Daniel estaba tratando de controlar a Lando y sacarlo de su estado de shock, desde que había recibido aquel mensaje de Pierre, el joven muppet se había quedado con la boca abierta y sin moverse por unos minutos, solamente para cambiar su estado 180º y volverse completamente eufórico.
—Necesito respuestas. ¿Qué es eso? Salí con ellos hace días y ninguno mencionó nada.
—Te lo digo, Lando, va a ser la misma tontería que lo de la boda —Daniel trataba de hacer que su compañero de equipo se relajara, pero el británico estaba a punto de perder la cabeza.
—¡¿CÓMO VA A SER UNA TONTERÍA?! LAS FOTO DE VICTORIA CON LAS PRUEBAS DE EMBARAZO SON REALES —Lando estaba moviéndose por todo el lugar agitando sus manos —MÍRALAS.
Daniel le aventó la mano, pues le había puesto el celular casi al raz de los ojos.
Los dos pilotos de McLaren habían llegado desde temprano porque tenían que grabar y firmar mercancía para los fans, pero se habían distraído por completo por la noticia que Pierre les había enviado.
—¡Y para colmo, ninguno de los dos me contesta! —Lando se dejó caer sobre un sillón.
—Puedo comenzar a ver por qué no lo hacen —Daniel comentó divertido al ver como Lando parecía ser quien sería el padre, el británico solo lo fulminó con la mirada ignorando su comentario.
—¿Sabes quién podría saber? ¡Charles! —Lando nuevamente sacó su celular —Ese imbécil se lleva mucho con Victoria estoy seguro de que algo sabe.
"¿Qué sabes de esto? Escúpelo"
Charles iba abriéndose camino por el paddock cuando le llegó el mensaje de Lando junto con los ss del artículo, una confusión clara se presentó en su cara.
No había manera de que Victoria estuviera esperando un bebé de Carlos, porque él sabía la verdad.
Charles sabía que la relación entre esos dos no era más que una mentira y que no había forma de que fuera verdad. Además, lo más seguro es que fuera una de esas noticias falsas para hacerlos ver más populares.
Después de todo, ¿qué no apenas había salido un escándalo de Victoria? Sobre ella saliendo con un casado siendo menor de edad, bueno, esto sí que era una distracción sobre el otro tema.
No le respondió a Lando y decidió entrar al motorhome, tal vez Carlos estaría ahí, pero en cuanto entró supo que no estaba el madrileño y que al parecer la mayoría estaba aprovechando su ausencia para discutir del tema.
Lo mejor sería esperar por Carlos y que él mismo le dijera que era lo que estaba pasando.
Y por otro lado, había otro piloto que también se estaba enterando de la noticia.
Checo iba de camino al paddock, su esposa Carola iba a su lado y con dos de sus hijos, el más bebé se había quedado en casa con la madre de Sergio.
—¡No puede ser! —Carola se cubrió la boca y soltó un grito que hizo a sus hijos y a su esposo alertas.
—¿Qué? ¿Qué pasó? —Checo preguntaba con urgencia.
—No puede ser —La mexicana estaba que no se lo creía, tenía aún su boca tapada con una de sus manos.
—Amor, me estás espantando —Los niños veían a sus padres en completo silencio —Caro, estás espantando a los niños.
Sin decir nada más, le pasó el celular a su esposo y Checo vio lo que había puesto de ese humor a su mujer.
—¡No me chingues! —Fue lo que el piloto mexicano soltó al ver los titulares —¿Por esto te espantaste? Te recuerdo que Victoria tiene 22 años amor y bueno, tú fuiste madre casi a su edad, solo un poco más joven.
Carola fulminó a su esposo y supo en ese momento que la había cagado.
—No es la edad lo que me preocupa, me preocupa todo el alcohol que se tomaron para probar quien era "más mexicano".
—Yo gané.
—¡Sergio Michel Pérez Mendoza! —Oh-oh, su esposa había utilizado su nombre completo —¿Entiendes lo grave que esto puede ser? Tomar alcohol durante los primeros meses del embarazo puede causarle un aborto espontáneo o muerte fetal y no hablemos de todas las discapacidades. ¡LITERALMENTE HABLAMOS DE ESTO CUANDO ÍBAMOS A TENER A CHEQUITO!
Sus hijos abrieron más los ojos al ver a su mamá gritar de esa forma, por alguna razón la cara de perdido de su papá los hizo reír.
—No mames —Checo estaba completamente pálido, nunca pensó que una competencia "sana" podría terminar en eso —Te juro que no sabía
—Júralo por tu vida o no vas a correr.
—Mi amor, te juro que si hubiera sabido algo no le hubiera ofrecido mezcal —Checo alzó sus manos —Es más, ni siquiera creo que ella supiera algo.
Y ese pensamiento detuvo a Carola de golpe —Claro que ella no sabía. Dios, pobrecita, solo puedo imaginarme lo asustada que debe de estar.
Los dos esposos se miraron y luego a sus hijos, ellos ya sabían lo difícil que era tener una familia y un bebé siempre era trabajo.
—Creo que hablaré con Carlos, de hombre a hombre —Checo anunció, tal vez tenía uno que otro consejo que podía compartirle al madrileño.
—Sergioooo.
—Amor, créeme que a mí me hubiera gustado que alguien me dijera todo lo que le diré a Carlitos, además, ¿quién mejor que yo para entender lo que está pasando? Ser padre y piloto no es fácil.
Carola rodó los ojos cruzando sus brazos hablando con sarcasmo —Claro porque ser una estrella pop y crear un cuerpo desde cero dentro de ti es súper fácil.
—No dije eso, no empieces —Checo se defendió mientras su mujer le regalaba otra mirada de reproche.
Checo ya no quiso discutir con su esposa y se puso a ver lo que la gente decía de ellos, decir que había opiniones controversiales era poco, había de todo.
Estaba leyendo twitter cuando una notificación le llegó:
Pierre Gasly te ha añadido al grupo "Baby shower secreto shhh"
Lando: Nos vemos en Ferrari, el idiota de Leclerc no responde mis mensajes. Lo hará por la mala.
Y Checo estaba feliz de participar en este chisme.
Al llegar se apresuró a llegar al motorhome de Ferrari, lo más probable sería que fuera el último en llegar y efectivamente así había sido.
En cuanto divisó el enorme bloque rojo, pudo ver que estaban Pierre, Yuki, Daniel, Lando y Charles hablando, aunque estos dos últimos se veían agitados.
—¡Ya te dije que no lo sé!
—¿Entonces de qué me sirve que seas su compañero de equipo? —Lando preguntó ofendido.
—Tal vez ¿en qué vamos a ganar el campeonato de constructores? —Charles respondió con obviedad —¡Por segundo año consecutivo!
—Literalmente no me podría importar menos.
Checo se acercó hasta Daniel y lo saludó —¿Carlos no ha llegado?
—Nope, tal vez huyó del país —Fue la respuesta de Ricciardo y Checo se soltó a reír.
—Victoria no está en México —El piloto mexicano le informó mientras que los demás seguían discutiendo.
—¿Ah no? —Checo negó —Lo cierto es que no leí bien la noticia.
—Ella se quedó en Nueva York.
Daniel iba a decir otra cosa cuando la voz de Charles lo distrajo
—¿Por qué no te esperas a que Carlos te confirme si está o no embarazada? —Charles estaba harto, porque no creía que pudiera seguir manteniendo el secreto, quería gritarle a Lando que no había forma de que la cantante estuviera esperando un hijo de Carlos.
—¡YA LE DIJIMOS ESO! —Yuki, Daniel y Pierre soltaron al mismo tiempo mientras que Lando se quedó en silencio.
—Bueno, bueno y sí dice que sí, ¿qué haremos? —Lando ya se había calmado —¿Deberíamos comprarle algo a Victoria?
—Obviamente —Yuki soltó sin pensarlo, la cantante y él eran amigos.
—Yo compro —Pierre iba a soltar algo cuando Daniel le cubrió la boca al ver que Carlos había llegado.
—Será mejor que le saques la sopa, muppet —Y sin esperar más, todos los pilotos se dispersaron porque no querían incomodar al español.
Carlos en cuanto llegó al paddock sintió todas las miradas sobre él, estaba claro que la noticia se había corrido ¿y cómo no hacerlo? Cuando Victoria tenía a todo el mundo comiendo en la palma de sus manos.
—Enhorabuena, Carlos —Varios trabajadores lo felicitaron, mientras que otros solo le sonreían, mientras que la pareja no confirmara ellos no hablarían, pero a alguna gente no le importaba.
Conforme avanzaba escuchaba comentarios como
"Nuevo bebé Ferrari"
"Ya tenemos nuevo piloto español"
"Este bebé se ha ganado la lotería genética"
"Escuche que es niña"
"¿Niña? No, yo leí que es niño"
¿Cómo era posible que la gente ya estuviera discutiendo el género de su bebé cuando él ni siquiera sabía si existía uno?
Llegó hasta su motorhome y comenzó a cambiarse para las prácticas, pero solamente podía pensar en Victoria y lo que ella esperaría de todo esto.
¿Acaso esperaba una propuesta de matrimonio? ¿Esperaba que Carlos fuera su pareja en serio? ¿o solamente la figura paterna del niño?
¿Qué tal si no era un buen padre? Lo cierto es que en el fondo no se sentía listo para serlo, no así y la situación literalmente se había presentado de la noche a la mañana.
—Carlos, las prácticas —Su primó tocó la puerta, según el horario iban retrasados y faltaba que calentara.
Carlos se apresuró y salió, mientras calentaba su mente no estaba con él, se equivocaba en sus ejercicios de reflejos y sentía a sus pies enredarse con ellos mismos.
Revisaba su celular religiosamente con esperanzas de que Victoria hubiera respondido, pero nada de nada.
Y sin embargo su celular no estaba desierto, porque podía ver llegar miles de mensajes que querían "felicitarlo" ¿La verdad? Solamente querían confirmar la historia.
Charles llegó hasta él y se quedó en silencio, si Carlos no le decía nada, no iba a presionarlo y por la cara del madrileño supo que no estaba para bromas.
Su semblante era completamente serio y estaba seguro de que se veía pálido. Podía ver humo salir de su cabeza, estaba claro que Carlos estaba pensando y no dejaría de hacerlo.
Las primeras prácticas comenzaron y ahora no solo su mente estaba inundada por pensamientos de él chocando, ahora había un bebé en camino que lo necesitaría.
¡Joder! Si algo le pasaba, ¿qué pasaría con Victoria y el pequeño? Estaba claro que su familia no la dejaría sola, pero Carlos no quería recurrir a eso, él quería ver a su bebé crecer, quería estar ahí para él y enseñarle a andar en bicicleta, tal vez le gustarían los karts o algún otro deporte, o ninguno, como a su madre.
Carlos supo que no había rendido como le quisiera, y si seguía así, no solo serían dos carreras donde estaría fallando, con está ya serían tres y no podía permitírselo.
Pero, nuevamente, otras preguntas invadían su cabeza:
¿Cómo lo harían? Victoria jamás se mudaría si él se lo pedía, y probablemente ella querría criar a su hijo sola, pero no se lo permitiría, Carlos formaría parte de la vida del niño, le gustara o no, así se tuviera que mudar al horrible Nueva York.
Los dos Ferraris regresaban a su motorhome para repasar la telemetría de las primera carreras y ver en que se habían equivocado.
Carlos podía sentir la mirada de todos nuevamente, incluída la de Charles.
—Si quieres preguntar algo, será mejor que lo hagas ahora —Su tono no era el más amigable y lo supo en cuanto dejó salir esas palabras hacia el monegasco.
Charles de verdad había decidido no mencionar el tema a menos que Carlos dijera algo, pero parecía ser que su compañero se había encerrado en una caparazón y no pensaba salir, durante lo que llevaban del día apenas había abierto la boca.
—¿Estás bien? —Carlos volteó a ver a su amigo sorprendido, era la segunda persona que le preguntaba por él.
—Sí —Respondió serio y tajante.
—¿Debería felicitarte? —Carlos rió un poco mientras se acomodaba la gorra, pero esa risa no era para nada divertida, en ella se podía escuchar la frustración.
—No lo sé, no lo sé, porque ella no me dice nada, pareciera que no tiene celular, agggg —La verdad había estado calmado o más bien fingiendo que lo estaba, pero este silencio por parte de Victoria no le gustaba para nada y entre más pasaba el tiempo más se asustaba.
¿Qué tal si ella no quería tenerlo? Y ella abortaba ¡No! Victoria no sería así, le diría mínimo ¿no? Estaba seguro de que la cantante tendría la consideración de mínimo avisarle o esperar a decirle.
Los dos pilotos se detuvieron, parecía ser que llegarían tarde a la junta con sus ingenieros.
—Tranquilo, lo más seguro es que está igual de asustada que tú.
—Lo sé, sé que está asustada, pero para eso estamos ¿no? Se supone que somos un equipo —Carlos le dijo a Charles, porque con Caco no había podido hablar, no quería estresar más a su primo de lo que ya estaba.
—¿Es tuyo? —Esa pregunta lo tomó por sorpresa.
¿Qué clase de pregunta era esa? Y entonces, entendió todo... Charles sabía más de lo que decía.
—¿Lo sabes? —Charles asintió —¿Desde cuándo?
—Ella me lo dijo en Japón, cuando tuviste ese accidente, yo le pregunté por qué no estaba contigo, y no tuvo más opción que decirlo —Charles sonrió amable esperando que Carlos no lo golpeara como a Rogelio.
—Pues parece ser que sí es mío, pero ni siquiera sé si es cierto —Carlos se quitó la gorra de Ferrari y se peinó el cabello desesperado.
—Ella te lo dirá, solo ten paciencia, además no es como que sean unos adolescentes, los dos ya tienen su carrera, y el bebé sería muy feliz y muy afortunado de tener a ambos como padres —Charles le regaló una de sus sonrisas más sinceras y siguieron caminando.
Carlos sonrió por el intento de hacerlo sentir mejor.
—Gracias.
Al llegar fueron regañados por llegar tarde, la junta continuó como todas las demás y tiempo después era hora de regresar al garaje para las segundas prácticas.
Carlos para este punto traía audífonos, estaba cansado de tener que escuchar todos los comentarios que la gente hacía cuando pasaba, como si no se dieran cuenta de que podía escucharlos.
La canción de Carlos fue interrumpida por una llamada de su madre, respondió de inmediato aún con sus airpods .
Lando, por otro lado, supo que era el momento o después no podría preguntarle.
—¡Mate! Que sorpresa es encontrarte por aquí.
—Hola, ¿qué pasó? —Fue la respuesta de Carlos.
—¿Puedes hablar?
—Claro, solo unos minutos —Nuevamente, Carlos no le estaba respondiendo a él, pero Lando estaba tan nervioso que no se había percatado que su amigo no hablaba con él.
—¿Todo bien?
—No —Su madre le acababa de preguntar si Victoria había respondido.
—Yo sé que puede ser difícil todo este rumor, ¿por qué es un rumor? ¿verdad? —Lando desvió la mirada para no encontrarse la de Carlos completamente furioso.
—No, Dios, no —Ahora su madre preguntaba si tal vez deberían ir buscando donde vivirían, porque la casa de Madrid no tenía cuartos suficientes para un bebé.
—¿No lo es? ¿Entonces Victoria si está embarazada?
—Si, pero ella puede con eso —Carlos respondió nuevamente a su madre sobre si Vic podría dejar los cigarros por nueve meses.
—¡Oh mierda! Gracias, Carlos —Y sin esperar más se fue corriendo de ahí.
El madrileño vio como su amigo salía corriendo para su garaje sin entender qué era lo que había pasado, Carlos se quitó un airpod y le gritó a Lando.
—¿Mate? ¿Me hablaste? —Pero el británico ya estaba muy lejos como para escucharlo, Carlos lo ignoró, ya luego hablaría con él —¿Mamá? ¿Qué me decías?
Y así su llamada continuó.
Lando, por otro lado, mandó un mensaje al nuevo grupo, para este punto habían agregado a Vettel (qué era padre) y a Fernando (que era un modelo a seguir para Carlos).
Lando: Carlos me lo acaba de confirmar, vamos a tener un pequeño en el paddock.
Charles: ¿¿¿QUÉÉE??? No hay manera de que él te dijera eso.
Pierre: ¿Celoso?
Charles: ¡Cállate! Victoria no está embarazada. (Charles seguía manteniendo la idea de que existía la posibilidad de que no lo estuviera)
Lando: Sí lo está.
Daniel: ¿Seguro?
Lando: Lo que escucharon, el plan continúa. Checo, tienes que llevarlo tú, los demás ya saben que hacer.
Checo: Copy.
***
Carlos, nuevamente se estaba preparando para las prácticas cuando sintió un golpe en el hombro, eran Hamilton y Vettel.
El piloto alemán se acercó hasta él y le dio un abrazo —Bienvenido al club, se vienen tus años donde el sueño es inexistente.
—No lo espantes —Lewis golpeó el brazo de Sebastian mientras reía —¿Qué no ves su cara? Ya está lo suficientemente asustado.
—Te vas a divertir, no te preocupes por eso —El alemán trató de reconfortarlo después de su mal chiste.
—Gracias —Fue lo único que Carlos pudo formular en ese momento.
—Felicidades hermano —El británico estiró sus manos y se dieron un saludo chocando sus pechos, Carlos no tuvo la oportunidad de negar nada porque cuando vio, Lewis y Sebastian ya se habían retirado a sus respectivos garajes.
Nuevamente, Carlos se subió al monoplaza y por primera vez quiso bajarse del auto en cuanto salió a la pista, de verdad que su cabeza no estaba tranquila, no estaba pensando en nada además de correr, pero era como si todo su cuerpo se sintiera intranquilo.
Solo quería regresar al hotel y dormir un poco, a lo mejor durmiendo todo se arreglaría, tal vez de verdad todo era un mal sueño.
Al terminar, agradeció a todos y se fue prácticamente corriendo al motorhome, necesitaba salir ¡Ya!
Solamente que Carlos no contaba con que Checo estaría esperándolo a la hora de salir.
—¿Quieres que te lleve al hotel? —El mexicano se acercó hasta él.
—No te preocupes, me voy con Caco y Rupert.
Checo negó riendo —Vamos, cúmpleme el capricho, tal vez pueda ayudarte con toda esa maraña de pensamientos que traes en tu cabezota.
Carlos volteó para todos lados y sin pensarlo mucho, aceptó. Le mandó un mensaje a Caco y Rupert de que los veía en el hotel y sin esperar más salió de ahí con Checo.
Ambos subieron a la camioneta que Checo conducía, en el portavasos pudo ver cómo había dos carritos de hot wheels, estaba claro de qué tema quería hablar, Sergio era de los pocos padres del grid.
—¿Y Carola?
—Se fue antes con los niños, se hartaron y prefiero llevárselos a la casa, además ella también ya quería ver al bebé —Carlos asintió ante tal información.
¿Victoria llevaría al bebé al paddock? Probablemente no.
—Siento mucho lo de la cena, no pensé a la hora de ofrecerle el mezcal —Checo había intentado localizar a Victoria para disculparse, pero como todos, no había recibido respuesta alguna.
—No fue tu culpa, no creo que ella hubiera sabido.
Carlos veía la ciudad, pero en su mente la imagen de Victoria borracha se hacía presente, la cantante no tomaría ni fumaría estando en ese estado ¿o sí? Tal vez, sí no quisiera tenerlo.
—Supongo que debes de estar cagándote de miedo. Ambos, en realidad —Checo comenzó a hablar y soltó su comentario antes de reírse.
—No ha sido sencillo todo este día, lo puedo admitir.
—¿Sabes? Cuando Carola me dijo que estaba embarazada no lo creí al inicio, creo que no dormí esa noche —Carlos no dijo nada, solo lo escuchaba, estaba claro que Sergio se estaba sincerando con él y estaba compartiendo algo sumamente íntimo —No fue hasta que sostuve a mi hijo en mis brazos que fue real para mí, recuerdo que me sentía invencible hasta que él llegó, cuando estuvo con nosotros sentí el miedo apoderarse de mí.
—¿Se supone que tratas de hacerme sentir mejor? —Carlos le dijo en forma de broma y los dos pilotos rieron.
—Lo que quiero decir es que ese miedo e incertidumbre que estás sintiendo las vas a sentir siempre, pero eso es lo que te hace ser buen padre y creeme que cuando una de esas criaturas chillonas vaya dando sus primero pasos y lo recibas con los brazos abiertos, será uno de los mejores momentos de tu vida —Checo le sonrió por un segundo para luego regresar su mirada al frente.
—¿Y si no soy un buen padre? —Vale, si el mexicano estaba abriendo sus miedo con él, Carlos podía hacer lo mismo.
—Ese es un secreto que todos los padres aprenden —Checo dobló haciendo el camino más largo —Nadie sabe cómo ser un buen padre.
—¿Y qué? ¿Debería solamente improvisar con un recién nacido? —La exasperación de Carlos salió a relucir, Checo no pudo evitar burlarse del madrileño.
—¡No! Pero me refiero es que la van a cagar y tendrás que hacerte a la idea, pero al final del día, todo será genial porque habrá una personita idéntica a ti o a Victoria sonriendo y estirando sus bracitos para que los cargues.
>>Y eso te hará sentir como el campeón del mundo.
Carlos sonrió, por alguna razón la plática con Checo había logrado hacerlo sentir más tranquilo, durante el resto del camino, el mexicano estuvo compartiéndole tips de crianza, como que funcionaba para sus hijos y que no.
—Y cuando estén enfermos no temas en darles uno que otro dulce pequeño —Checo se bajó de la camioneta junto con Carlos, pues ya habían llegado al hotel —Posiblemente Vic te odiará, pero para los niños será genial, algo bueno dentro de lo malo.
—Gracias, de verdad, no sé si recuerde todo esto para cuando el pequeño Sainz llegue, pero de verdad lo agradezco, hermano.
—No te preocupes, cuando llegue puedes llamarme. ¿Te acompaño? —El mexicano comenzó a caminar hacia la entrada del hotel y Carlos frunció el ceño.
Estaba seguro de que no necesitaba una escolta y de que Checo no se estaba hospedando en ese lugar.
—¿Acompañarme? Esto no es una cita, puedes irte, cabrón.
¡Carajo! ¿Ahora cómo lo llevaba a donde los demás le habían dicho.
—Déjame acompañarte, mierda. No me molesta —Su mejor opción era darle órdenes y no dejarle tiempo a Carlos para pensarlo.
Checo comenzó a caminar y al madrileño no le quedó otra opción que seguirlo, no dijo nada mientras lo hacía, pero una vez que llegaron al elevador, no pudo quedarse en silencio.
—¿Qué es lo que está pasando?
—Nada.
—Vamos, Checo. Estás actuando raro y sé que no te estás quedando en este hotel.
El mexicano respiró, ni modo, tendría que soltar la sola.
—Los chicos prepararon algo ¿ok? Yo era el encargado de llevarte, pero todo lo que te dije fue cierto —El madrileño rodó los ojos, no quería eso.
—¿Qué prepararon?
—¿Una sorpresa? No lo sé, fue idea de Lando.
—Está bien, vamos —Los dos pilotos salieron del elevador y se dirigieron a su propio cuarto que había sido secuestrado por los demás.
Estaban por llegar cuando Carlos sintió su celular vibrar y el tono escucharse por todo el lugar: ¡Victoria!
Sin ver la pantalla contestó y se detuvo a mitad del pasillo
—¡CARLOS SAINZ VÁZQUEZ DE CASTRO! UNA COSA, TE PEDÍ UNA COSA —La voz del otro lado del teléfono, no era la de Victoria, pero si de alguien muy parecida a ella —Te dije que NO la embarazaras tan joven y ve lo que haces.
Carlos sintió como se ponía pálido, claro que Addison iba a matarlo. ¿Cuántas veces se lo había recalcado?
—Hola Addi —Checo acababa de ver como un hombre adulto se encorvaba de miedo.
—No soy Addi y mucho menos Addison, señora Ellis para ti.
Vale, eso era toda la señal que necesitaba para saber qué Addison Ellis estaba por tomar un avión desde Los Ángeles y asesinarlo.
—Ambos me aseguraron que se estaban cuidando —Nuevamente, la mujer no le dio oportunidad de decir nada más.
—¡Lo hicimos! —Carlos se defendió como pudo, pero mamá leona estaba atacando.
—¿Y ENTONCES POR QUÉ MI HIJA ESTÁ ESPERANDO UN HIJO TUYO? ¿ACASO SON IDIOTAS? ¡TIENE 22 AÑOS! POR DIOS.
—Amor, tienes que calmarte —A lo lejos, Carlos escuchó a Wes, estaba seguro de que el pobre había estado sufriendo la furia de su esposa.
—Calmarme, nada —La madre de Victoria le respondió a su marido —Carlos, no tienes la menor idea de lo furiosa que estoy, CON AMBOS.
—¿Ya hablaste con Victoria? —La voz de Carlos tembló por un segundo y Checo trató de aguantar una carcajada ganándose una mirada asesina por parte del español.
—¡No! No me responde, pero en cuanto lo haga esa niña va a sufrir la furia de su madre —Carlos al menos supo que no estaría solo en esto.
—En verdad lo siento, señora Ellis. Le juro que siempre nos cuidamos, claramente debió de haber habido un error, pero quiero que sepa que me haré responsable de ella y del bebé —Carlos sintió su estómago en la boca —Me encargaré de que a ella no le haga falta nada y si usted quiere, nos casaremos.
El mexicano se volteó a ver el papel tapiz del hotel, ¿acaso eran flores lo que veía?
—No es lo que yo quiera, Carlos. ¡Es lo que ella quiera! Siempre, ¿escuchaste?
—Claro que sí, cumpliré cada uno de sus caprichos, seré su compañero.
Checo cada vez se pegaba más a la pared esperando fundirse en ella y desaparecer de ese lugar, se estaba sintiendo incómodo escuchando a Carlos.
—Sé que lo harás y lo serás, pero Carlos. ¿Acaso están listos? ¿Ella lo está? Me dijiste que quiere una familia, pero ¿y su carrera? ¡Eso le importa a ella! —Addison había bajado su tono, estaba tan asustada porque no quería que Victoria viviera lo mismo que ella.
—No lo sé, a mi tampoco me responde —Ese comentario sí que captó la atención del piloto mexicano, ¿entonces Lando cómo sabía que Victoria estaba embarazada?
—Ay Carlos —El madrileño escuchó a Addison respirar pesadamente —Claro que es decisión de ustedes que hacer respecto al pequeño y voy a apoyarlos en todo lo que necesiten.
—Pero no quieres que Vic sea madre.
—No ahorita, no sé si ella está lista —Addison se odió al tener que decir eso, pero con Carlos tenía esta relación donde sabía que podía confiar en él y claramente era más maduro que su hija.
¿Y la verdad? Es que Carlos pensaba lo mismo.
—Claro, mire señora, en cuanto Victoria y yo hablemos, le prometo que será la primera en saber.
—Ya me puedes decir Addison de nuevo, mi niño —A pesar de que eso debió de calmarlo, no lo hizo, pues podía sentir la voz desanimada de Addison en su oído.
En verdad la había defraudado y no solo a ella, a la cantante también, Carlos estaba arruinando la vida de Victoria y ahora su carrera también.
—Addison, te juro que saldremos adelante y no defraudaré a Victoria.
—Yo lo sé, por favor dile que se comunique conmigo en cuanto te responda. Debe de estar cagándose de miedo —El madrileño soltó un sí en un susurro —Ay no si de por sí esa niña sufre de vómito nervioso, no quiero ni saber lo que está pasando. Lucía tampoco responde.
—No sé qué haya pasado.
—Solo esperemos que Victoria no haya salido del país y se haya escapado a una isla desierta donde nadie pueda localizarla.
Ese pensamiento llenó de miedo a Carlos ¿Victoria no sería capaz de eso? ¿o sí? Pero, ¡claro que era capaz de hacerlo! Cuando sucedió lo de Rogelio fue cuando ella se fue a esconder a Madrid.
—Esperemos no —Carlos rió nervioso.
—Te dejo mi amor —Addison se despidió nuevamente con ese tono maternal con el que él ya estaba tan familiarizado.
—¡Felicidades, Carlos! —Wes soltó a lo lejos y luego colgaron.
El madrileño volteó a ver a Checo a su lado.
—La madre de Victoria —Fue lo único que dijo y el mexicano entendió de inmediato —Cuando la visitamos hace dos semanas me pidió una cosa y literalmente acabo de hacer lo único que no quería que hiciera. Embarazarla.
Ahora no solo había decepcionado a sus padres, también a la madre de Victoria. ¡Todo lo que tocaba respecto a Victoria lo terminaba arruinando! Y a la cantante ni se diga.
Carlos se recargó en la pared y con sus manos en su cara se dejó caer en el suelo, estaba a nada de explotar y ahora, había pilotos en su habitación esperando por él.
Podía sentir cómo todo su cuerpo estaba por apagarse, se sentía cansado, desgastado y completamente débil. Impotente de no poder localizar a Victoria.
Si por Carlos fuera, ya hubiera tomado un vuelo para Nueva York para ir a verla, para saber cómo estaba ella, probablemente estuviera igual que él, sin saber que hacer, sin saber cómo afrontarlo, pero quería que Victoria supiera que no estaba enojado, todo lo contrario.
***
Y hablando de Nueva York, las dos chicas ya estaban en el departamento de Victoria.
Las dos habían decidido tener un día de spa, se habían puesto mascarillas, exfoliado la piel, se hicieron tratamientos hidratantes para el cabello y se pintaron las uñas.
Y en este momento estaban comiendo toda clase de porquerías viendo un maratón de películas de terror, ninguna quería ver nada relacionado al romance.
—¿Sabes? Siempre pensé que abortar iba a ser doloroso, pero el hecho de que me pusieran anestesia fue genial —Lucía confesaba tomando una cucharada repleta de helado.
—Nunca he abortado, pero creí que lo harían con pastillas.
—Eso creía yo, pero por las semanas que tenía fue mejor intervenir "quirúrgicamente"
—Que bueno que todo haya salido bien —Victoria tomó más helado para ella y unas galletas —¿Sabes? No sé qué haría si yo fuera madre a esta edad.
—Para empezar tu madre te mataría —Lucía la señaló con su cuchara antes de tomar más helado.
—Dios, si, Addison Ellis se muere y resucita solo para matarme ella misma —Ambos chicas se soltaron a reír —¿Te imaginas? Carajo, no estoy lista para ser mamá.
—Serías una buena madre —Lucía le regaló una sonrisa sincera.
—Gracias, les compraría tanta ropa que estoy seguro que el padre perdería la cabeza —Victoria hizo ademanes sobre la ropa minúscula —Amo los zapatos para bebé, ¿por qué los hacen? Ni saben caminar, aún así compraría miles de ellos.
—Dios Vic, que alguien se apiade del padre de tus hijos porque vas a ponerlo a sufrir.
—Donde quiera que esté, que Dios se apiade del pobre, no sabe lo que le espera.
Y nuevamente ambas rieron y continuaron viendo su película de terror.
***
Checo no sabía qué hacer, Carlos había pasado unos 5 minutos en el suelo, encorvado con las manos en su cara y sin haberse movido, ¿debía de darle un abrazo? Y si estaba llorando ¿qué haría?
El mexicano se acercó hasta él esperando encontrar palabras para tranquilizarlo.
—Entiendo que la noticia te ha llegado como un madrazo, pero créeme que luego las cosas se calman —Checo colocó su mano en el hombro del piloto español, pero parecía que ni el Sol calentaba a Carlos.
—Gracias, espero que se calmen porque ahorita no veo salida del túnel.
—Pero la hay, no te preocupes por eso.
No quería llorar frente a Checo, así que se puso de pie y se limpió la cara —Ahora dime que tienen planeado, por favor, no creo soportar más sorpresas.
—Solo querían felicitarte sin que la prensa se diera cuenta, espero no hagan nada muy escandaloso, ellos dijeron que sería tranquilo porque mañana es día de qualy —El mexicano le soltó el plan y Carlos asintió comenzando a caminar nuevamente hacia su habitación —Por favor finge sorpresa o van a matarme.
—Lo prometo.
Ambos pilotos llegaron a la puerta de su cuarto y Carlos comenzó a abrirla lentamente, en cuanto lo hizo el ruido se hizo presente.
Hubo bombas de confeti que le soltaron casi en la cara, gritos y alguien estaba jugando con las luces prendiéndolas y apagándolas, brincando en la cama y lanzando serpentinas.
Checo se quiso matar porque le había prometido a Carlos algo tranquilo y el pobre parecía que estaba a punto de lanzarse desde el helipuerto con la noticia.
—¡Felicidades!
Una vez que el asunto se calmó, Carlos pudo ver quién estaba ahí.
Lando, Daniel, Yuki, Pierre, Fernando, Charles, Caco y Rupert lo esperaban.
Los últimos tres eran los más tranquilos, pues sabían que Carlos no se estaba tomando la noticia para nada bien y aún así fingía estar tranquilo.
Lando fue el primero en acercarse a darle un abrazo.
—Mate, ¡vas a ser el primero del grupo en ser papá! Ya estás viejo —Lando fue empujado por Alonso.
—Grande Carlitos —El otro español fue hasta él, lo abrazó y sacudió su cabello como un pequeño —Veo que ya te me adelantaste.
Carlos rió por el comentario y asintió.
Poco a poco se estaba contagiando del ambiente, los chicos lo habían felicitado uno por uno y todos se veían sumamente emocionados.
Todo el día había estado tan preocupado que se le había olvidado que al final del día, un bebé era una nueva vida y que de verdad podía con esta tarea, claro, sólo si Victoria estaba de acuerdo.
—Les trajimos cosas —Yuki anunció y en la mesa de su habitación había montones de cajas.
Carlos caminó poco a poco hasta ella y pudo notar como había zapatitos para bebé, ropa para recién nacidos, gorras de cada equipo de sus compañeros, algunos juguetes, abrigos, cobijas.
—Pensamos que cuando el bebé diera sus primeros pasos podríamos poner las gorras del otro lado y que él decidiera a qué equipo apoyar —Pierre fue quien le contó sobre el contexto de las gorras.
—¡O ella!
—Claro, o ella —El francés se corrigió —Daniel cree que será niña.
—Pero claro que será niña —Fernando había apostado ya por ello.
Carlos nuevamente sintió un nudo en la garganta, ¿cómo les decía a sus amigos que él no sabía sobre el estado de Victoria?
—Lando inició una apuesta, para ver qué es —Yuki soltó de nuevo y todos los pilotos lo fulminaron.
Un "Cállate, Yuki" se escuchó por toda la habitación.
—Yo digo que será niño —Su mejor amigo se acercó hasta él nuevamente con una sonrisa en la cara.
Carlos soltó una risa y se acercó hasta Rupert, Caco y Charles.
—¿Sabían de esto?
—Lando dijo que tú le confirmaste el embarazo de Victoria —Caco soltó completamente molesto —Para la próxima, un mensaje hubiera bastado, cabrón.
—Yo no le dije nada a Lando —La confusión en Carlos era palpable.
Charles frunció el ceño —¡Norris! Ven acá —El británico llegó prácticamente corriendo —Dijiste que Carlos te había confirmado la noticia.
—Lo hizo.
—¿A qué hora? No hemos hablado en todo el día, mate.
—Cuando estabamos caminando al garaje, te pregunté si eran rumores o si era verdad y me confirmaste que era verdad —Lando estaba totalmente perdido, pues él recordaba la plática a la perfección
—Lando, estaba con audífonos, estaba hablando con mi madre, cuando te pregunté qué querías, saliste corriendo.
—No me jodas —La cara de Lando se tornó pálida —Entonces ¿ella no está?
—No lo sé, no hemos podido hablar —Todos los pilotos comenzaron a ver las reacciones.
—¿Entonces? ¿Qué hacemos? —Daniel preguntó asustado.
Fernando y Checo estaban con los brazos cruzados pensando que debían dejar de llevarse con gente que no era de su edad.
—Nada, mmm de verdad no quiero que esto arruine el gesto —El madrileño habló —No tienen una idea de lo mucho que lo aprecio y sé que si Victoria estuviera aquí, ella también estaría encantada con todos.
—Vale, en ese caso, lo mejor será dejarlo solo —Fernando soltó y Checo estuvo de acuerdo, desde que lo había visto perder la poca serenidad que tenía en el pasillo.
Estaba claro que la noticia no eran pétalos sobre hojuelas, Carlos y Victoria tenían muchas cosas que solucionar antes de anunciar su embarazo, desgraciadamente para ellos, la noticia ya había salido.
—En verdad perdóname, estaba tan emocionado que de verdad quería que fuera verdad —Lando se disculpó completamente apenado, por su cabeza nunca pensó que a lo mejor era una idea descabellada.
—No te preocupes, prometo que en cuanto sepa, les diré —Carlos no podía enojarse con su amigo.
Uno a uno, los pilotos se fueron despidiendo y saliendo de la habitación, Carlos nuevamente les agradeció por todo.
—Te dije que no estaba seguro —Charles se burlaba de Lando conforme se encaminaba a la salida.
—Cállate, Charles.
Carlos se rió al verlos salir, Rupert y Caco fueron los últimos en despedirse y una vez que Carlos estuvo solo, fue como respirar nuevamente.
Se tumbó en la cama con la cabeza boca abajo siendo sofocado por su cobertor.
Y entonces, como si de un mal chiste se tratara, su celular sonó, era un mensaje de Victoria:
Carlos le marcó y ella respondió de inmediato.
—Perdoname en verdad, es que se me olvidó cargar mi celular y luego Bodoque lo escondió, hasta apenas lo encontré —Victoria dijo con la boca llena —y luego, tengo miles de mensajes, ¿qué mierda pasó? No he revisado nada, solo los tuyos.
Carlos estaba tranquilo de escuchar que Victoria no había huido o realizado una tontería.
—¿Estás comiendo? —Preguntó con una risa nerviosa, él a punto de tener un colapso y ella estaba comiendo como si nada.
—Justamente estoy terminando de cenar y se me antojó un poco de pan de plátano, así que horné uno hace rato —Antojos, ya tenía antojos. —Voy llegando a mi departamento, es que...
—Antes de que vayas a decir algo, me toca a mí —Carlos la interrumpió, ya había pensado todo lo que le iba a decir durante el día —Quiero que te mudes a Madrid.
—¡¿Qué?! —La cantante casi se cae de la silla al escuchar esto.
—Escúchame, quiero ser parte de la vida de ese bebé, y la única forma en la que puedo hacerlo es sí tú estás cerca, aun no he hablado con Isa pero estoy seguro que encontraremos una forma de que esto funcione.
—¡¿Eres el padre?! —Victoria quería vomitar toda su cena, no, Lucía jamás le haría eso, acostarse con Carlos, no.
—¿Pues sí no? No sabía que había otros —Carlos estaba ofendido, que ella no supiera quien era el padre de su hijo le molestaba.
—Carlos ¿Cuándo te acostaste con Lucía? —Ahora sí que no entendía lo que estaba sucediendo.
—¿Lucía? ¿De qué me estás hablando? ¿Ella que tiene que ver en todo esto?
—¿De qué estás hablando tú? —Parecía ser que cada quien hablaba de cosas diferentes.
—Pues de nuestro hijo, ¿quién más?
—¿Hijo? ¿Vamos a tener un hijo y no lo sé? —La rubia soltó entre risas, Carlos debía de estar borracho o la altura de la Ciudad de México ya le estaba afectando.
—Victoria te juro que si es una de sus cosas de la relación falsa me voy a enojar muchísimo con ustedes dos, ¿Para quién eran las pruebas? Con las que te tomaron fotos y luego fumando. Por cierto, ¿Fumando mientras estás embarazada? No me parece aceptable —Carlos estaba a punto de reventar. ¿Estaba o no embarazada?
—Carlos, las pruebas no eran para mí, ¿Cómo sabes lo de las pruebas? ¿De qué fotos hablas? —Victoria no había visto redes sociales desde ayer por la noche, así que no estaba enterada de todo esto, además porque Lucía y ella habían ido al doctor, y como Bodoque había escondido su celular, pues eso explicaba todo este embrollo.
—Corre a tu computadora, están en todos lados —Eso hizo ella, mientras que Bodoque le tapaba la pantalla porque quería sentarse en su laptop.
—Ay no.
Twitter estaba repleto de su supuesto embarazo, sin colgarle regresó a su app de mensajes y se encontró con mensajes de:
Caco, Rupert, Lando, TODOS LOS SAINZ, Charles, más pilotos... su madre.
Ahora entendía porque tantos mensajes.
—Entonces... ¿Vamos a ser padres? —Carlos preguntó mientras que del otro lado se escuchaba un silencio absoluto, silencio que fue interrumpido por una carcajada, una carcajada sonora, pocas veces había escuchado a Victoria reír así, y por alguna razón su risa era tan contagiosa que él también se comenzó a reír.
No fue hasta que escuchó como no podía respirar y la risa no hacía ruido que Victoria se detuvo.
—¿Si me puedes responder? Por qué me has tenido a punto de tomar un vuelo para verte y confirmarlo yo mismo —Carlos preguntó de nuevo completamente exasperado —Vic necesito escucharlo de ti.
—No, no estoy embarazada. ¿Puedes guardar un secreto? —Carlos dijo que sí. —Era Lucía, ella llegó a mi departamento llorando y bueno, me tomaron esas fotos cuando fui por pruebas para ella.
—Vaya, tiene sentido —Carlos desvió su mirada a la mesa llena de regalos, tal vez podría dárselos a la agente... pero no quería.
—Me ofende muchísimo que creas que fumaría estando embarazada —Victoria soltó con molestia y Carlos apenas rió.
Por alguna razón su humor había cambiado.
Todo el día esperó que la noticia no fuera cierta y cuando Victoria de verdad le confesó que era así, fue como si no se sintiera bien.
Carlos quería contarle todo lo que había vivido ese día.
—¿Puedes guardar un secreto? —Ahora ella fue la que respondió que sí —Mis padres querían que te fueras a vivir con ellos, pensaban cuidarte mientras yo estuviera viajando, mi madre ¡Dios! mi madre no se tomará esto con calma, ella ya quiere nietos al parecer.
Victoria no dijo nada, solo estaba escuchando, Carlos debió de haber vivido un infierno con este rumor y Lucía no tenía la menor idea porque ella también había apagado su celular, todavía estaba así.
>>Mi padre dijo que no importaba si el hijo no era mío, que lo correcto sería que fueras con ellos, que ellos te cuidarían. Mi madre hasta comenzó a buscar la ropa de bebé que guardó de nosotros. ¿Vic? ¿Sigues ahí? —Carlos se detuvo al escuchar que del otro lado ya no había ruido.
—Sí, perdona. Siento haber puesto a tu familia en esta posición. —Victoria estaba en silencio, el amor que la familia Sainz le demostraba era completamente incondicional y se sorprendió al escuchar como los dos padres de Carlos habían actuado —Tu mamá se sentirá muy triste cuando se entere que no era yo.
—Sí, ya les avisaré mañana.
Las dos estrellas se quedaron en silencio, solo las respiraciones se escuchaban. Victoria se puso de pie y caminó hasta su ventanal, desde ahí podía ver la ciudad y la amaba pero ahorita desearía mil veces estar en México en los brazos de cierto español.
—De todos modos hablaré con ellos, creo que merecen una explicación de mi parte, nunca pensé que mi vida los dañaría también a ellos —Victoria dijo aún de pie —Tengo que explicarles a todo el mundo ¿no crees?
—Me sorprende que Lucía no lo hubiera resuelto antes —Carlos mencionó —A todo esto, ¿cómo está ella? ¿sabes quién es el padre?
—Pues hoy no fue fácil para ella, mira, ella no quiere hijos ¿Lo entiendes no? Justo está dormida en mi cama, fue un día pesado y solo quería descansar —Claro, Carlos lo entendía —Le dije que no viera su celular y que nos encontraríamos en arreglar su situación, es porque eso que no estuve todo el día en casa.
>>Y no, no sé quién es el padre y de todos modos, eso ya no importa, porque ella abortó.
Carlos sintió nuevamente como su estómago se hizo un nudo, si Victoria hubiera sido quien tendría el bebé, ¿ella haría lo mismo que Lucía? Abortar sin decirle nada, de todos modos, se guardó ese pensamiento para él.
—¿Estará bien? —Carlos no podía imaginarse lo que estaba pasando allá.
Claro que Carlos había tenido un día de mierda, pero sonaba como que las chicas tampoco la habían pasado genial.
—Claro que sí, es Lucía por favor —De nuevo compartieron una pequeña risa.
—Me alegro y me alegro que estés con ella ayudándole, odiaría que alguna de ustedes estuviera sola.
—Somos un equipo, Carlos. Ella me apoya y yo a ella, así funciona esto —El piloto asintió a pesar de que sabía que Vic no podía verlo.
—Los pilotos estaban emocionados también...
—Ay —Vic pensó en sus amigos, lástima haberse perdido sus reacciones, pudo haberse burlado de ellos como nunca —Lando debió de volverse loco.
—Creo que más que nada, estaba listo para que le pidiera ser el padrino —Carlos y Victoria rieron.
—Me imagino, ¿no les dijiste que no sabías si era cierto o no? —La rubia preguntó, ¿cómo es que todo se había salido de control?
—Lo intenté, pero bueno, ya sabes como son —La cantante asintió —Y tu madre creo que quiere cortarme el pito. Por favor habla con ella.
—¡Carajo! Mi mamá me va a matar —Victoria se golpeó la frente.
El humor de Carlos nuevamente era desganado.
El piloto se levantó de la cama y fue hasta la mesa de regalos, comenzó a analizarlos uno a uno, sin decir nada comenzó a llorar.
—Será mejor que me vaya a dormir —Soltó de golpe porque no quería que Victoria lo escuchara.
—¿Ya estás más tranquilo? Al menos ahora sabes que no serás padre en un futuro cercano —Victoria dijo tratando de hacerlo sentir mejor sin saber que era como clavarle un cuchillo en el pecho —Además, no es como que podamos ser padres ahorita, no estoy lista para serlo, todavía tengo planes con mi carrera y estoy segura que no soy yo quien quieres para ser la madre de tus hijos, seríamos un desastre, Carlos. Yo sería un desastre.
Victoria estaba soltando verdades sin saber que cada palabra estaba lastimando al madrileño al punto de que se sintió como un boxeador en la lona y podía ver a Victoria alzando los brazos festejando por haberlo vencido.
—Sí, más tranquilo, bueno, me voy, descansa y me avisas si Lucía necesita algo —Carlos colgó sin dejar que ella se despidiera.
Pero es que estaba a punto de tener una crisis nerviosa gracias a una rubia en Nueva York. Esta mujer hacía que se le subiera y se le bajara la presión como un hombre de tercera edad, ningún momento era tranquilo con ella.
Cuando pensó que Victoria tendría a su hijo sintió como el miedo lo inundaba pero mientras más pensaba en eso más se le quitaba, él sabía que ambos podrían con el trabajo, tal vez tuvieran que poner un poco más de esfuerzo pero todos ayudarían, ahora solo se sentía vacío, él se había imaginado todo un futuro con Victoria, futuro que se le había arrebatado en cuanto ella le negó los rumores.
Se odió porque al pensar que Victoria había quedado embarazada por accidente le daba el pretexto perfecto para pedirle matrimonio y comenzar una familia.
En ningún momento pensó en ella o en su carrera, en sí era lo que ella quería, solo pensó en él, en lo que él quería.
Había sido un cabrón egoísta, tratando de atraparla con un bebé inexistente, la iba a obligar a mudarse a Madrid, a casarse con él por un bebé, cuando la rubia le había dicho que no se sentía lista para ser madre.
Y todo esto no importaba, ¡PORQUE NUNCA HABÍA HABIDO UN BEBÉ, EN PRIMER LUGAR!
Eso le recordaba que no había respondido el mensaje de su novia, así que lo hizo.
"No, ella no está embarazada.
Isa creo que tenemos que hablar, te he estado ocultando muchas cosas y no te lo mereces."
Sabía que tenía que hacerlo, ya era momento.
Ahora sus padres, decidió hacerlo en el grupo familiar porque no quería enfrentarlos.
"Ya hablé con ella, esas pruebas eran para una amiga suya, Vic no está embarazada, por favor, ya no quiero hablar más del tema.
Lo siento ma, tendrás que guardar esa ropa."
Luego nuevamente se paró frente a la mesa de regalos y en un ataque de enojo, de impotencia y de tristeza aventó todo al suelo.
Se arrepintió de inmediato y comenzó a alzarlo y acomodar todo en una maleta que tenía libre ¿Ahora que hacía con todo eso?
¿Ahora que hacía con todo lo que había planeado a futuro?
Sin decir nada más, se fue a dormir, sentía como la cabeza le palpitaba y como se tardaba en calmar su llanto ¿desde cuando lloraba tanto?
Mientras que en Nueva York, después de colgar Victoria había ido hasta el cuarto de Lucía a ver cómo estaba, el doctor decía que a lo mejor podría experimentar fiebre. La cantante fue a tocar su frente pero parecía estar bien.
—¿Todo bien? —Lucía preguntó apenas despierta al sentir la mano de Victoria en su cara.
—Sí, solo quería ver como estabas, te traje agua —Vic puso el vaso en el buró —¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?
—Me siento mejor, ¿tú?
—He estado mejor —La rubia bromeó.
Quería decirle a Lucía todo lo que estaba pasando, pero no quería arruinar su paz de ese día, ya mañana resolverían el problema.
—Te dejo, Lucía. Descansa —Y sin decir más salió nuevamente a la sala.
Desde ahí podía observar la ciudad y pensó que todavía no estaba lista para ser madre.
Ya llegaría su tiempo pero todavía no.
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UNA DISCULPA POR LOS ERRORES, ESTA COSA ESTA CALIENTE, VA SALIENDO DEL HORNO
Ahora sí, la segunda parte de este capítulo ha llegado a su fin, espero les haya gustado.
Quiero decir que me he divertido mucho escribiendo esto, siento que al final fue un desastre, pero es que Dios, todo por un maldito mal entendido
Me gustaría saber sus opiniones, ¿ustedes que pensarían que sería de haber sido verdad? ¿Niño o niña?
Como siempre estaré en Instagram
JavaddMad
Escuchándolas, leyéndolas, recibiendo sus finas y memes.
Y nos vemos la siguiente semana,
Las amo, Fer<3
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