Capítulo 46 [Vamos, guapo 1/2]
Debido a la extensión de este capítulo, me temo que ha sido cortado en dos
La segunda parte se publicará mañana por la mañana a las 11:00 hrs am México y estará lista para a ustedes.
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Carlos sabía que no había tenido una buena Qualy y lo cierto era que toda la semana se había sentido complicada, pero estaba listo para mañana y para eso tenía que irse a descansar, necesitaba liberar su mente de todo lo que estaba pensando, es por eso, que después de terminar de cenar se excusó.
—Chicos, me despido —Fue lo que dijo levantándose de la mesa y despidiéndose de todos a lo lejos —Necesito descansar para mañana.
Las últimas en quedarse fueron Lucía y Victoria. Caco y Rupert decidieron irse con él, a ellos también les venía un día pesado.
—¿Qué piensas? —Lucía le dijo a la rubia, quien se había quedado en silencio.
—En realidad nada, solo me quedé viendo a lo lejos —Victoria sonrió tomando un poco de su malteada.
—¿Te piensas quedar? Me siento algo cansada y Carlos tiene razón, debemos dormir.
—Creo que me voy a quedar un rato —Victoria le volvió a sonreír a Lucía para no asustarla.
—Está bien, no te desveles mucho, tienes que estar mañana apoyando a Carlos desde temprano —Lucía, como siempre, no se olvidaba de las responsabilidades de la rubia.
—No te preocupes, no lo haré.
Y ahora sí, se había quedado sola, este Gran Premio para ella había sido caótico, desastroso además de completamente estresante y un dolor en el culo, y eso que todavía no había sido la carrera, pero en Estados Unidos, los fans eran muy apasionados y a veces, no tenían respeto por la intimidad, a donde quiera que fueran Carlos y ella, los seguían, les pedían fotos, les soltaban comentarios inapropiados, necesitaba respirar, ella sabía que Carlos tampoco la estaba pasando muy bien y al parecer eso estaba afectando su rendimiento.
Se terminó su malteada, pero seguía sin querer irse a dormir, era muy temprano para ella, vio su reloj, eran apenas las 10.
Así que sin nada más que hacer, fue al bar que seguía abierto, no pensaba embriagarse, pero a lo mejor un trago le ayudaría a dormir.
Al llegar ahí se sentó en la barra y pidió otra malteada ganándose una mala mirada por parte del bartender, traía unos jeans y una sudadera, lo cual, claramente daba una impresión de que ella no quería hablar con nadie, aún así, un hombre se sentó a un lado dejando solamente un banco de distancia.
Victoria lo volteó a ver con su vaso en la mano, el hombre junto a ella bebía whisky en las rocas, tenía el cabello largo y de un color rubio sucio, como suelen decir, además de que en su cara lucía un bonito bigote de los 70's, le daba la impresión entre un vaquero y un surfista, algo muy hippie.
El hombre debió de haber notado la mirada de Victoria porque volteó a verla de vuelta.
—¿Soy o me parezco, lindura? —Preguntó en un tono molesto y burlón sonriéndole de una forma que no le agrado a Victoria.
—Lo siento —Ella quitó su mirada y siguió tomando, esperando que el tipo no volviera a dirigirle la palabra, pero debió de remorderle la conciencia porque le volvió a hablar, ahora en un tono completamente diferente.
—No, discúlpame a mí —Ella volteó a verlo, tenía su mano extendida —Soy Theodor.
Victoria sonrió mientras aceptaba su mano —No tienes cara de Theodore. Soy Julia, me puedes llamar Juls.
Victoria había dado un nombre diferente, no quería que alguien la reconociera, suficiente había pasado ese fin de semana para que saliera una noticia de ella sola en el bar la noche antes de la carrera de Carlos.
El hombre frente a ella sonrió.
—Tampoco tienes cara de Julia, pero está bien, Juls.
—¿Eres de aquí, Theo? —La rubia preguntó, el estar sola le quitaba la pena de hablar con extraños, además de que sin sueño, lo mínimo que podía hacer era distraerse un poco.
—¿Tú qué piensas?
—Que naciste en el sur, pero no vives aquí, tu acento no suena de ser del sur pero hay palabras que te delatan —Theo soltó una risa moderada, ¿acababa de terminar con una mujer interesante sin saberlo?
—Tienes toda la razón ¿tú?
—Yo nací más al "sur" —Victoria hizo comillas con sus dedos.
—¿Más al sur que Texas? —Ella sonrió al escucharlo sorprendido.
—México, pero mi madre es de Carolina del Sur —Theo asintió dando un trago a su bebida.
—¿Y que te trae a Texas? No me digas que vacaciones porque nadie quiere vacacionar aquí —Le gustaba el tono cínico del hombre a su lado.
Victoria rió bajito mientras pensaba, ¿qué la traía ahí? Cuando tuvo una respuesta lo soltó.
—Trabajo —Dijo la rubia dando un trago a su bebida, disfrutaba mucho las malteadas —¿Tú?
—Familia —Theo se alzó de hombros como si no fuera nada importante, Victoria movió su trago con su popote y lo miró, parecía ser que el tema le molestaba al vaquero porque su mirada se tornó triste —Mi padre... tiene cáncer, he venido a verlo.
La rubia se sorprendió al escuchar a un desconocido soltar sus problemas a una completa extraña, pero ¿qué no es eso lo que se hace en los bares? Soltar lo que te aflige con desconocidos.
—Siento mucho escuchar eso.
—Meh —De nuevo, fingió como si no fuera nada —Solo espero que disfrute lo que le queda de vida.
Theodore se acabó su trago de un jalón y ordenó otro, tal vez después de todo no era solo "meh".
—¿Ya no hay ningún tratamiento? —Victoria no sabía mucho de medicina, pero sabía que había opciones y medicinas experimentales.
—Me temo que ya no, es por eso que he venido al bar. ¿Tú, Juls? Cuando una mujer toma sola es por una razón.
—¿Ah sí? ¿Cuál es? —Victoria sonrió divertida.
—Un corazón roto —La sonrisa de la rubia se borró inmediatamente —Ja, tengo razón ¿no?
—No —Ella fingió que todo estaba bien, pero era claro que el vaquero no le creía —Solo que no puedo dormir y mis colegas se han ido a dormir.
—Hmm, y por supuesto, un poco de alcohol antes de dormir, siempre es bueno. —Ella podía notar el sarcasmo en la voz del hombre, pero decidió ignorarlo.
—No tengo otras formas y no estoy tomando alcohol, solo una malteada llena de azúcar.
—Vale, en ese caso, brindo por Juls y Theodor, dos casos perdidos que no pueden dormir —Ella sonrió y los dos chocaron sus vasos.
Siguieron hablando por un buen rato, hablaron de música, libros y de películas, parecía ser que tenían gustos muy parecidos en todos, fue divertido encontrar a alguien así, pocas veces le sucedía.
Victoria nunca le dijo quién era ella y esperaba que si él la había descubierto, no dijera nada, se sintió bien fingir ser una persona que no era, y fingir que era alguien regular. El bar, poco a poco se iba vaciando mientras que ellos seguían en la barra hablando de cosas sin sentido, Victoria había decidido dejar de pedir malteadas y tomar algo sin azúcar, como agua, mientras que Theo tomaba lentamente su whisky, ninguno estaba borracho y eso amenizaba la conversación.
—Te juro que la primera vez que vi Rocky cambió la química de mi cerebro, no me canso de esa película, podría verla mil veces.
—Apuesto a que ya te sabes los diálogos —Theodore comentaba divertido —¿Sabes? Me gusta mucho una canción del soundtrack de la cuarta película.
—¿Burning Heart? —Victoria preguntaba porque ella adoraba los soundtracks de las películas, era lo que les daba vida.
—¡Burning heart! Amo esa canción, me hace querer ir a Rusia y defender el honor de mi nación —El vaquero bromeó haciendo a Victoria reír por sus ocurrencias.
—¿Sabes que otra película tiene un gran soundtrack? —Victoria preguntó mientras Theodore negaba en silencio para dejarla terminar de hablar —La boda de mi mejor amigo. Me refiero, todo mundo sabe que Julia Roberts y Cameron Díaz pueden darte una película fenomenal, pero ese soundtrack es oro puro, cada canción fue perfectamente seleccionada, sin errores.
—Te sumo tu apuesta y te digo que Flashdance tiene también uno de los mejores soundtracks de la vida, hasta mejor.
—¿Qué opinas del soundtrack de Dirty Dancing? —Theodore miró hacia arriba tratando de acordarse.
—Espectacular —Victoria sonrió satisfecha ante aquella respuesta.
La rubia revisó su celular, ya eran las 2 de la mañana, eran los únicos en el bar, a pesar de que atendía las 24 hrs
—Dios, mañana tengo que pararme temprano y ya son las dos de la mañana —Victoria comentó y Theodore supo que la rubia ya quería irse, había notado uno que otro bostezo salir de su boca a pesar de que la plática había sido completamente entretenida.
—Entiendo, lo mejor sería que haga lo mismo, mañana tengo una salida con mi padre.
Agradecieron al bartender y salieron de ahí.
De camino al elevador, cada quien metió el número de su piso, nadie decía nada pero no era un silencio incómodo.
El elevador llegó al piso de Theodore, pero él se colocó en la puerta para que el elevador no se fuera y con todo el valor líquido que el whisky le había dado habló.
—¿Sabes? Podemos ir a mi habitación y terminar esta plática —Theo no iba a desaprovechar una noche con una mujer hermosa.
Victoria se quedó en silencio, sería tan fácil ir y aceptar la propuesta, poner una alarma y regresar a su habitación antes de que Lucía se diera cuenta de que ella no estaba ahí. Después de todo, tenía una caja de condones sin usar.
Pero ¿cuántas veces usaría el sexo con otras personas para minimizar sus sentimientos? ¿Además, lo haría para qué? ¿Para poner celoso a Carlos? Eso ya no funcionaba, y si lo hiciera ¿qué ganaba ella con eso? Que se enojaran ambos y se dijeran cosas horribles y hacía su trabajo más complicado, y lo único que ella quería era hacerlo bien y terminar lo más pronto posible para regresar a su antigua vida.
Lo había descubierto con Cleo y ahora era hora de que nuevamente lo pusiera a la práctica.
—¿Qué dices? ¿Vienes? —Theo volvió a preguntar, tenía la mano extendida esperando que la rubia frente a él la tomara, pero Victoria sonrió y dijo:
—Me temo que no, pero fue un placer —Theodore entendió y se retiró de ahí sonriendo como el caballero que era.
—Fue un placer, Juls —Se despidió el vaquero con un asentimiento de cabeza.
—Igualmente, Theodore.
Y entonces, las puertas del elevador se cerraron reflejando la cara de la cantante, había sido valiente y lo suficientemente fuerte como para resistirse a los encantos de ese hombre de metro ochenta. Luego, llegó a su habitación y se quedó profundamente dormida.
—¡Victoria! Te estuve llamando, no respondes y a Carlos casi se le hace tarde por estarte esperando —Lucía había entrado a su habitación haciendo un escándalo, abriendo sus cortinas mientras le gritaba para despertarla sin miedo a hacer todo el ruido posible.
La cantante había dormido tan profundamente, que no había escuchado sus alarmas ni las llamadas de su agente.
—Perdón —Fue lo primero que dijo la rubia mientras trataba de recordar dónde estaba. Victoria se sentó en su cama, bostezando y tratando de abrir los ojos.
—¿A qué hora te dormiste ayer? Te dije que no te desvelaras.
—No me desvelé —Mintió pero ya sabía que iba a descubrirla.
—No mientas, mira esas ojeras. Ahora, metete a bañar, y arréglate, que tienes que llegar a la carrera —Ella asintió y obedeció.
—¿Y Carlos ya se fue?
—Pues sí, se tuvo que ir sin ti porque si no iba a llegar tarde —Lucía se sentó en una silla a revisar el horario, ok ok, todavía tenían tiempo, pensó —Apresurate, no me gusta llegar corriendo.
—Ya voy, ya voy —Victoria gritó desde el baño, pero pareciera que el tiempo no estaba a su favor.
Luego de que salieran tarde del hotel, el tráfico era horrible y las había retrasado aún más, la cantante llegó corriendo al paddock, Lucía iba delante de ella abriendo paso, todas las cámaras comenzaron a tomar su foto, y algunos fans la saludaban y pedían fotos, después de todo, este Gran Premio era el hogar de ella, pero ella trataba de caminar lo más rápido posible, para llegar al garaje, ya faltaba muy poco para la carrera.
Se volteó un segundo para tomarse la foto con unas chicas que al regresar su mirada al frente descubrió que Lucía ya no estaba ahí, pero eso no importaba, porque ya había visto el garaje, estaba tan cerca que comenzó a acelerar el paso cuando sin ver, chocó con alguien haciendo que su bolso cayera y se abriera dejando caer algunas cosas que traía dentro.
—En verdad lo siento —Dijo la rubia acomodándose el cabello que caía sobre su cara y levantando su bolso que se había abierto.
—No la culpa es mía, es que perdí... ¿Juls? —Reconocía esa voz, era el hombre de anoche, pero se había olvidado de su nombre.
—¿Vaquero? —Preguntó ella, así era como lo ubicaba, él se rió por el apodo.
—¿Vaquero? ¿Así es como me llamas? —Theo rió, su nombre había regresado a ella —¿Qué haces aquí?
Ambos estaban agachados recuperando las cosas de Victoria, los fans se estaban alejando porque la carrera comenzaría en cualquier momento.
—Vengo a ver la carrera —Victoria sonrió, no podía decirle que su trabajo era ser novia de un piloto —¿Tú?
—Mi padre, él es fan de la Fórmula 1, te dije que haría que disfrutara sus últimos momentos —Claro, su padre estaba enfermo.
—¿Y dónde está tu padre? —Victoria preguntó, ya tenía de nuevo su bolso con ella con todo dentro.
—Es a quien estaba buscando, lo he perdido —Los dos rieron por la confusión de todo este asunto —¿Tú desde dónde verás las carreras?
—Sí, bueno... —Victoria dudaba en si decirle que ella tenía pases VIP, y antes de que ella pudiera responder escuchó a alguien llamarle.
—¡Victoria! —Ella volteó y Theo volteó con ella.
Carlos salió del garaje para gritarle y con paso apresurado se acercó hasta ella.
—Carlos, hola —Victoria sonrió al verlo mientras que Carlos al verla que estaba hablando con alguien se acercó hasta ellos para saludar.
Carlos llevaba su chaleco para que se enfriara, el clima era caluroso.
Antes de que Carlos llegara, un hombro gritó acercándose a ellos de la misma forma.
—¡Harry! Hijo —Un señor de la tercera edad parecía llamar a Theo.
Al parecer los dos habían mentido sobre sus nombres y ahora habían sido descubiertos, Victoria y Harry se miraron por un segundo sabiendo que su plan había fracasado.
—Aquí estoy papá —El vaquero alzó sus brazos y el hombre continuó caminando hasta ellos.
—¿Harry? —Victoria preguntó antes de que fuera demasiado tarde.
—Si bueno, tu nombre no es Juls ¿o sí?, cariño —Ella volteó la mirada apenada.
Al mismo tiempo, llegó Carlos y quien era el padre de Theo, perdón, Harry.
—Vic, Lucía te perdió, le dije que era mejor si yo salía a buscarte —Fue lo primero que dijo el piloto y luego extendió su mano para saludar —Un placer, Carlos.
—¡Carlos Sainz! Piloto de Ferrari. —Fue el padre de Harry quien habló claramente sorprendido —Soy Theodor, soy un gran fan de Ferrari, aunque debo de admitir que te conozco por tus días de McLaren.
Victoria volteó a ver al verdadero Theodore, tenía una playera del equipo papaya y una gorra igual, ahora entendía porque lo ubicaba de McLaren, era fan de ese equipo. El señor estaba en la tercera edad y se veía feliz, desgraciadamente Vic ya sabía que era lo que pasaba con él.
—Carlos, te presento a... ¿Harry? Y a su padre Theodore —Victoria hizo las presentaciones —Y bueno, creo que ya conocen a Carlos.
Los tres hombres se saludaron formalmente intercambiando saludos y estrechando sus manos.
—¿Y esta señorita tan hermosa dónde la conociste, hijo? —Theodore le preguntó al hombre quien estaba esperando que le presentaran a la rubia.
—Pa, ella es ¿Victoria? —La cantante asintió —Nos conocimos ayer, en el hotel, cuando tu te fuiste a dormir, yo bajé un rato al bar.
Carlos veía la interacción tratando de averiguar qué había pasado después de que él se había ido a dormir. ¿Vic había salido nuevamente de fiesta?
—¡Carlos! ¡Corre, tienes que entrar! —Un mecánico del lado de Carlos fue a apresurarlo.
Carlos y Victoria voltearon hacia el garaje y luego se vieron, él uno al otro.
—Corre, ve, yo ahorita entro —Victoria le dijo al ver que la urgencia se veía en la cara del madrileño. Carlos asintió y se metió de nuevo al garaje —¡Suerte!
—¡Forza Ferrari! —Gritó Theodor y Carlos sonrió mientras entraba dando las gracias.
—Será mejor que nosotros también nos vayamos, queremos ver la carrera —Harry dijo, su padre estaba sonriente.
—¿Desde donde verán la carrera? Porque puedo conseguirles mejores lugares —Victoria sonrió, no hacía esto a menudo, pero sabía que podía mover algunas influencias.
—Oh no te preocupes —El padre de Harry se apresuró a hablar —Nos iremos a las gradas, porque así es como se deben de apreciar las carreras, no hay otra forma.
—¿Seguro? —Ella preguntó de nuevo algo insegura, nadie rechazaría mejores lugares, o eso creía ella.
—¡Por su puesto! Ahora hijo, me iré adelantando porque mi paso es más lento. Victoria —Se puso frente a ella extendió su mano como despedida, ella la tomó sin problemas —Fue un placer.
—Igualmente —Victoria dijo y una vez que el señor se alejó lo suficiente volvió a hablar. —¿Con qué tu nombre real es Harry? Te dije que no tenías cara de Theodore.
El vaquero sonrió, mientras negaba con la cabeza y rodaba los ojos.
—Mi nombre es Harry, pero también es Theodore, es de familia. —La rubia asintió —¿Victoria? Tienes cara de Victoria, Juls, para nada.
—Sí bueno, ¿qué te digo? En verdad fue bueno verte, espero disfruten la carrera —Victoria comenzó a despedirse, ahora sí, esperaba no volver a ver a Harry.
—Igualmente —Y de nuevo, perdió de vista al vaquero.
Ella entró de inmediato al garaje, Carlos ya estaba en la pista con el monoplaza esperando el inicio de la carrera, había todavía gente ahí.
—¿Dónde estabas? —Fue lo primero que le dijo Lucía al verla entrar, un mecánico de Ferrari le entregó sus auriculares.
—Encontré a un amigo afuera, lo siento —Y después ya no pudieron decir nada, porque la carrera había comenzado.
Carlos estaba en el lugar 8, y la vuelta de calentamiento había terminado. Otra vez, todos los monoplazas estaban en sus posiciones y listo, se dio la arrancada, todos salieron a toda velocidad.
Charles iba peleando la punta junto con Max y Checo, por otro lado, Carlos había perdido una posición con Lance. Era la carrera después del accidente, Carlos le dijo que se sentía confiado y que estaba listo, pero viendo la Qualy y ahora el inicio de la carrera, esperaba que no estuviera mintiendo y no estuviera lastimado.
Iban en la vuelta 20, Carlos había recuperado 3 posiciones, ahora iban en el quinto lugar, así era como le gustaba verlo correr, además, el madrileño tenía bastante tiempo para poder lograr un podio.
Llegó la primera parada a boxes, y no hubo problemas los dos Ferraris entraron, primero Charles y luego Carlos, al parecer la estrategia de hoy era tratar de solo tener dos paradas.
La carrera continuó y Carlos parecía que no podía avanzar más de la quinta posición, podía verlo pero no traía un buen ritmo y eso no le gustaba a nadie, ni a Rupert mucho menos a Caco.
—Vamos, guapo —Victoria dijo para sí misma en un susurro, como si Carlos pudiera escucharla desde ahí.
Llegó a zona de DRS para rebasar a Lewis pero fue como si un novato condujera su monoplaza, porque no pudo rebasarlo, después la segunda parada a boxes llegó, Carlos había dicho por el radio que no tenía agua, no le habían puesto.
Estaba claro que no se sentía cómodo ese fin de semana con el auto y a Victoria no le gustaba verlo así.
Nuevamente estaba tratando de recuperar posiciones cuando por un segundo se vio una maniobra extraña, Victoria no supo bien qué estaba pasando, por el radio, Carlos se disculpó
La carrera llegó a su fin, Carlos había terminado en séptimo lugar. Era la primera vez que a Victoria no le tocaba verlo en el podio. Charles era quien había ganado ahora. Ferrari fue a celebrar con el monegasco, pero ella se quedó en el garaje esperando por Carlos.
Lucía, Caco y Rupert también lo esperaban, además de algunos de sus mecánicos.
En cuanto llegó, Carlos saludó a todos, pero estaba claro que estaba molesto, no dijo nada y dejó su casco ahí, luego se metió en el laberinto que era el garaje. Rupert iba detrás de él.
—Lo mejor será darle un momento a solas —Caco comentó pero Victoria no había escuchado, así que fue a conseguir varias botellas de agua que había robado para dárselas.
Preguntando a varios trabajadores Victoria descubrió que Carlos estaba en un baño.
Ella fue hasta un rincón, donde el madrileño podía estar sin que nadie lo molestara, estaba claro que a Victoria no le importaba eso último.
Carlos y Rupert voltearon a verla en cuanto se apareció ahí.
—Los dejó un rato —El entrenador de Carlos mencionó saliendo de ahí, en parte porque no le gustaba estar con el piloto cuando estaba de mal humor y Victoria de cierta forma siempre lograba que él pusiera los pies sobre la tierra.
—Pensé que debías tomar agua —Vic dijo en forma de saludo.
—Ya me dieron —Carlos dijo serio, sin tratar de sonar grosero, pero no lo logró.
—Tal vez deberías tomar más —Victoria respondió en el mismo tono tajante de Carlos.
Ella se sentó en un pequeño escalón que había ahí para estar a la altura del piloto quien se encontraba en una tina para refrescarlo.
El agua no estaba fría, estaba simplemente templada, era para ayudar a sus músculos después del accidente y después de la carrera.
Victoria le entregó una botella y abrió otra para ella.
—Gracias —Carlos agradeció.
—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —En verdad estaba preocupada, después de todo, no se le había olvidado el aparatoso accidente de hace dos semanas.
—No me duele nada —A pesar de decir eso, se notaba que algo le ocurría.
—Entonces ¿qué pasó hoy? —Carlos no dijo nada y metió su cara completa al agua, luego, al salir, Victoria seguía viéndolo con esos ojos, que no decían nada pero decían todo al mismo tiempo.
—No lo sé —Admitió por primera vez.
Porque cuando Rupert le preguntó le dijo que todo estaba bien y que solo había sido un mal fin de semana, con ella no tenía porqué ocultar cosas.
—Mira, séptimo lugar no es tan malo. Todavía obtuviste puntos —Ella trataba de hacerlo sentir mejor de alguna manera.
—No los suficientes si quiero ganar el campeonato —Estaba claro que Carlos no estaba satisfecho con su actuación en pista y se lo haría saber a todos, y peor aún, se castigaría a sí mismo.
Y a eso, ella no sabía qué responder. Carlos después de un rato habló.
—Tuve miedo —Eso captó la atención de Victoria, porque Carlos no se abría con nadie y por primera vez lo estaba haciendo —Solo podía pensar en mi monoplaza dando vueltas, hubo un momento donde casi me congelo y detengo el auto —Victoria suspiró.
—Supongo que es difícil regresar como si nada después de ese accidente —Victoria sonrió esperando que eso ayudara un poco y no causara que Carlos se cerrara.
—Nunca en mi vida me había asustado de esa manera, la lluvia, el fuego, yo de cabeza. Es de lo peor que me ha tocado vivir —Victoria le dio una mirada de lástima y Carlos se sintió pésimo, porque lástima en Victoria era lo último que quería, odiaba que la gente le tuviera lástima, como si fuera un niño pequeño.
Odiaba que Victoria lo viera como un ser débil.
—Fue horrible —Ella tampoco había hablado del accidente y desde que ese video de ella rondaba, prefería que nadie más lo mencionara.
—¿Sabes? Nunca supe qué pasó contigo, nunca me dijiste nada —Carlos la miró a los ojos mientras dejaba la botella de agua que le había dado a un lado.
—¿De qué hablas? —Victoria frunció el ceño sin entender a qué se refería el piloto.
—En el hospital, mientras todos me decían cosas como: "Que susto, que bueno que estás bien." Tú nunca dijiste nada, nunca hablamos del accidente.
—No pensé que fuera algo de lo que quisieras hablar —Ella se alzó de hombros —¿Qué quieres que te diga?
—¿Por qué corriste? —A ella se le olvidaba que su ataque de adrenalina estaba en video y en el internet, lo que haría que nadie lo olvidará nunca.
Carlos no pensó antes de soltar la pregunta que se moría por hacer desde que había visto ese video. ¿Era engreído de su parte querer saber? Sí y se odió en cuanto la pregunta salió de sus labios.
Victoria se quedó en silencio un momento, tratando de recolectar todos sus pensamientos, tratando de que sonara coherente y que sus sentimientos en ese momento no quedarán al descubierto por completo.
—¿Quieres saber lo que pensaba? —Carlos asintió serio —Fue horrible, jamás en mi vida había presenciado algo como eso, me sentí culpable porque por un segundo rogué "que no sea, Carlos quien acaba de rodar por los aires, que no sea Carlos quien se incendia" y me odié más porque para ese punto ya sabía que era un Ferrari y quiero mucho a Charles, pero fue un pensamiento tan egoísta y me odié en el momento en que lo pensé...
Victoria tuvo que guardar silencio porque sintió la culpa en todo su cuerpo y un nudo formarse en su garganta.
—Espero jamás tener que presenciar algo como eso, de verdad, sentía que el corazón se salía de mi pecho y me quedé quieta sin moverme, congelada en mi lugar, y entonces, las cámaras dejaron de apuntarte, ¡pensé lo peor! pensé: "¿Por qué no lo apuntan?" Y otro pensamiento fugaz me dijo: "Es porque no sobrevivió."
—Vic...
—En verdad, fue lo más horrible y corrí, tenía que verte, verdaderamente no estaba pensado, porque corrí y de no ser por el video no recordaría que lo hice. Caco me dijo que tu padre gritó para que alguien me agarrara porque yo estaba en shock, ni siquiera me di cuenta que los autos estaban regresando y que yo me estaba empapando —Victoria se rió, tratando de aligerar el ambiente —Dime ¿qué más querías que dijera?
Carlos odiaba verla así y se odiaba a él mismo porque él le había pedido que reviviera eso, por su ego, porque quería saber que ella en verdad se había preocupado por él.
—Lo siento, siento haberte hecho revivir ese recuerdo, no fue justo.
—No, por favor, supongo que debí de decir algo, es solo que no sabía muy bien qué hacer —Ella sonrió, no le diría todo lo que pasó afuera de su habitación del hospital entre ella e Isa —Que bueno que nada pasó a mayores.
—Sí, pero hoy, me sucedió lo mismo que a ti, me congelé de miedo, pensé ¿qué pasa si vuelvo a tener un accidente? ¿Qué harán mis padres? ¿Qué sucederá con ellos? ¡Con mis hermanas! Isa...
Contigo.
Iba a decir, pero se obligó a quedarse callado esta vez para ahora sí, no hacerla sentir mal.
—No me gusta pensar ese tipo de escenarios, pero créeme mucha gente lloraría. Por favor, Carlos, no pienses más en eso y sí los nervios persisten, busca alguien que te ayude —Victoria dijo seria.
—¿Tú? —Carlos preguntó serio y ella rió pensando que era una broma.
—No, me refiero a ayuda profesional, no tiene nada de malo —Carlos asintió —En serio, me ayudó mucho a mí.
—¿De qué hablas? Sigues estando igual de loca que cuando te conocí —Carlos comenzó a bromear, lo que indicaba que el tema anterior había terminado.
—Eso viene en mis genes, ¿acaso no conociste a mi madre? —Carlos rió mientras negaba.
—No hables así de tu madre, tu locura no es heredada, está claro que es toda tuya. —Victoria frunció el ceño y le echó agua a la cara haciendo que Carlos cerrara los ojos y riera más fuerte.
—Cállate.
De nuevo se quedaron en silencio hasta que Carlos lo rompió —¿Qué pasaría si me retiro?
Esa pregunta tomó desprevenida a ambos, tanto a Carlos porque no sabía que iba a mencionarla como a Victoria que jamás esperó escuchar al piloto hablar de rendirse.
—¿De qué hablas?
—Nada, nada —Carlos desvió su mirada para otro lado, porque había sido solo un pensamiento fugaz, él en verdad no quería retirarse o rendirse, no cuando estaba tan cerca.
Victoria lo miraba, nuevamente sintiéndose mal por el piloto, sabía lo que esos comentarios significaban, no era que odiara su trabajo, significaba que algo no estaba funcionando.
—Sé a lo que te refieres —La rubia sonrió con tristeza, porque por un segundo se vio reflejada en él —Lo he pensado, tengo más dinero del que necesito, podría simplemente... desaparecer, nadie sabría de mí.
Carlos asintió, en esos momentos de frustración era el plan más viable.
—No quiero hacerlo —Carlos confesó nuevamente, esperando que ella entendiera que solamente había sido un comentario sin sentido —Solamente que toda esta semana ha sido un caos y luego no pensé que la carrera fuera a afectarme como lo hizo.
>>Sólo podía pensar que quería detenerme y regresar a boxes, pero si lo hacía Ferrari se molestaría y acaban de darme la extensión del contrato. No quiero que piensen que he vuelto a mis antiguos comportamientos.
Victoria asintió nuevamente en silencio tomando agua dejando a Carlos desahogarse.
—No quiero decepcionar a nadie —Carlos se volvió a echar agua en la cabeza —No puedo decepcionar a nadie.
—Sé que no quieres hacerlo, pero eso no significa que no vayas a hacerlo —Carlos la miró mal, aunque sabía que ella tenía razón —Solamente entiendo lo que es estar harto de todo, y más después de una carrera como la de hoy —Carlos asintió.
—Los fans, el equipo, los patrocinados, ellos esperan que yo esté a la altura y hoy fui un asco —Carlos volvió a regañarse como si de verdad hubiera sido la peor carrera de su vida, Victoria no pudo evitar reirse solo un poco, era un tanto dramático, pero no quería ofenderlo.
—No fuiste un asco —Carlos la fulminó con la mirada —Tal vez un poco, pero no fuiste un asco total. Tal vez fuiste un 47% de asco.
Carlos soltó una risa —¿Cómo alguien puede ser 47% de asco?
—No lo sé, pregúntatelo a ti, eso fuiste hoy —Nuevamente los dos se rieron —Te dejo en tu baño, por cierto, lindo patito. —Victoria dijo poniéndose de pie.
Carlos sonrió al ver a su patito flotando en su tina, lo llevaba a todos lados, y la sonrisa continuó al ver a cierta rubia irse.
Victoria había regresado con el grupo y nadie mencionó nada al respecto de que se hubiera escapado para ver a Carlos, ahora solo esperaban al madrileño para irse, pero entonces, un pensamiento fugaz entró en su cerebro.
¿Harry seguiría por ahí? Tal vez no, pero no había nada de malo si salía a ver, además, también podría ir a conseguir un Red Bull si se encontraba a Checo por ahí y le reclamaría por dejarla tomar tanto.
—Ahorita vengo —La rubia dijo sin darles oportunidad a los demás de preguntar a donde iba, solo la vieron irse a la salida del garaje de Ferrari y directo al paddock.
Victoria para estos momentos de la temporada ya sabía andar por el paddock y la mayoría de los trabajadores ya sabía que ella andaba por ahí, así que ya no era sorpresa para nadie, pero a Victoria se le olvidaba algo, y eso era que estaba en Estados Unidos, su casa, donde todo mundo la conocía y esperaba cosas de ella.
En cuanto salió, dio un vistazo general y caminó un poco asomándose por ahí en caso de ver a Harry con su padre, aunque ahora que lo pensaba, Harry le había dicho que su padre estaba enfermo, tal vez se habían ido temprano.
Iba a regresar al garaje cuando fue sorprendida por un hombre frente a ella haciéndola detenerse completamente de golpe.
Victoria se sobresaltó solo un poco.
—Victoria Ellis, Brad Edelman, un fan —Se presentó con una sonrisa que hizo a Victoria ponerse nerviosa de inmediato.
—Un placer —Dijo seria con una falsa sonrisa que se notaba, para que el hombre frente a ella supiera que en realidad no era ningún placer, ella todavía no sabía que era un reportero.
—¿Crees que puedas firmar mi gorra? —El hombre tenía una gorra de Ferrari y un plumón en sus manos casi al nivel de su cara, ella se hizo para atrás aún en shock.
—Lo siento, pero no debería, no soy parte del equipo —Victoria sonrió amable, claro que había firmado gorras y alguna otra merch del equipo, pero no se sentía bien haciéndolo en esta ocasión —Y lo siento, pero será mejor que me retire.
Victoria estaba a punto de irse, pero de nuevo, el hombre se movió al mismo lugar de ella para evitarle el paso.
—Si bueno, yo tampoco soy un fan, soy un reportero para Us Weekly —En cuanto el hombre dijo eso, Victoria agradeció no haber firmado nada.
La rubia no dijo nada, dándole pauta al hombre para seguir hablando.
—Mira, estoy trabajando en una historia y solo quería saber si podías facilitarme algunas preguntas o algún comentario para mi artículo.
—Lo siento, pero no estoy respondiendo nada —Ella sonrió falsamente y de nuevo, al moverse para escapar de ahí, el hombre hizo lo mismo.
—Prometo que no te quitaré mucho tiempo —Brad era insistente y ella no quería causar ningún escándalo, su única salvación era que Caco, Carlos o Lucía salieran, joder, inclusive Rupert servía.
—Oh, creéme que no es el tiempo lo que me importa —Victoria dijo apretando los dientes del coraje.
—Mira, solo quiero saber exactamente cuándo comenzó tu relación con Rogelio, porque en tu canción "Would've, Could've, Sould've" mencionas que lo conociste a los 19, pero Rogelio Castillo comenzó a trabajar como asesor legal para RCA Records cuando tú tenías 17, ¿acaso hubo algún encuentro contigo mientras eras una menor de edad? —Victoria creía que el tema de Rogelio había quedado zanjado, pero parecía que la seguiría hasta la tumba.
—¿Disculpa? —Victoria en verdad no iba a responder nada, pero esa pregunta la había sacado tanto de órbita que tuvo que expresarse de una manera.
Se sintió como un golpe directo a su garganta.
—Sí, mira, Rogelio Castillo comenzó a trabajar para RCA Records el mismo año en donde tú desapareciste dos meses de la faz de la Tierra, y considerando lo... discretos que ambos solían ser solo quiero saber si ese verano lo pasaste junto a él —Victoria quiso soltarle un golpe al reportero frente a ella.
¿Pero qué respondía? Normalmente Lucía le diría que no dijera nada, pero al no decir nada, ¿no le daba camino libre para crear la narrativa que él quisiera? Ella no había estado con Rogelio ese verano, pero no quería que nadie supiera dónde había estado, porque para Victoria eso era peor.
—Sin comentarios y será mejor que me vaya —Victoria está vez pudo rodearlo pero Brad era persistente, no por nada había viajado hasta Texas para conseguir respuestas.
Y él sabía oler esas historias como perro, sabía que algo había sucedido ese verano, así que, ¿qué mejor que preguntarle y ver la reacción de la rubia?, porque su trabajo estaba en peligro, esta era su última oportunidad para lograr algo.
Victoria se apresuró a llegar al garaje, después de todo, no se había alejado mucho y estaba a unos pasos de llegar cuando sintió como alguien tomaba su mano y la jalaba.
—¡Espera! —Era Brad quien apretaba su muñeca para evitar que se fuera, con fuerza la obligó a girarse y no la dejaba ir, por más que ella se trataba de alejar de él —Si no estuviste con él y no hiciste nada malo ese verano, ¿por qué no puedes responder? ¿Acaso no quieres que nadie se entere? ¿Hay algo que quieras decir?
—Suéltame, dije sin comentarios —Victoria intentaba soltarse, de nuevo, sin causar un escándalo porque no se podía permitir más de esos, ya suficiente había arrastrado a Carlos con ella en otros.
—Victoria... —Brad había apretado un poco más fuerte, no perdería su trabajo por ella, estaba desesperado.
La rubia podía sentir la mano de Brad rodeando su brazo con fuerza, no importaba cuánta fuerza pusiera ella no podía liberar sin hacer una revuelta y no quería eso, pero estaba comenzando a entrar en un estado de ansiedad bastante fuerte.
—¡Hey! ¡Suelta a mi novia! —Victoria estaba de espaldas a la entrada del garaje, así que no podía ver quien era, pero por la voz sabía que Carlos había salido —¡¿Quién te crees que eres para tomarla de esa forma?!
Y por como se escuchaba se podía notar su coraje en su voz, la cual había sonado más grave de lo normal, Victoria nunca había escuchado a Carlos gritar de esa forma y por un momento se espantó, como si los gritos fueran para ella, pero el reportero frente a ella se veía igual de sorprendido y asustado, tal vez se había excedido con ella.
—No le he hecho nada malo —Brad la soltó de inmediato al escuchar la voz del piloto.
Carlos caminó rápidamente hasta donde estaba Victoria y se puso delante de ella cubriéndola, tomando la mano del reportero y apartándola del brazo, Carlos se enfureció aún más como había dejado una marca roja donde sus dedos estaban apretándola, el piloto se posicionó unos pasos hacia adelante irguiendo su pecho haciendo que Brad se moviera unos cuantos pasos hacia atrás, completamente cohibido.
—No sé si no escuchaste, pero ella te dijo claramente que la soltaras, es una orden simple, así que será mejor que te vayas antes de que llame a seguridad —Carlos seguía siendo la persona más intimidante que había visto, Victoria parecía no reconocerlo.
—No fue mi intención, solo le hice unas preguntas —Brad trataba de defenderse, estaba claro que el hombre esperaba un golpe en la cara.
—Pues no parecía —Carlos había tomado la mano de Victoria alejándola de él y volteaba a ver a Caco, como diciendo:
"Si no se larga, haces que lo saquen a rastras de aquí o lo hago yo"
—Lo siento, ya me voy —La voz de Brad había temblado por el miedo y en sus ojos se veían la sorpresa.
—Sí, más vale —Carlos de nuevo habló con coraje.
Victoria solo lo vio irse, parecía un cachorro recién pateado, sentiría lástima por él si no la hubiera asustado de la forma en lo que lo hizo.
—¿Qué quería, Victoria? —Ahora el tono de Carlos se había suavizado para hablarse a la rubia.
Ella solo miró al suelo y negó.
—Nada, solo molestar —Victoria fue hasta donde estaba Lucía y se puso a un lado de ella, como buscando refugio de la persona en la que más confiaba ahí.
—Será mejor que ya nos vayamos —Caco dijo mientras los demás asentían tratando de procesar lo que había pasado.
Caco, Rupert y Carlos iban caminando delante de las dos chicas, Lucía moría por preguntarle a su cliente que era lo que ese hombre había dicho para que Victoria se pusiera así, porque Victoria se veía claramente afectada, no lloraba pero estaba segura que una vez que se subieran a la camioneta, la rubia comenzaría a llorar.
—¿Qué quería? —Lucía susurró.
—Quería saber dónde había estado los dos meses de verano del 2016 —Lucía frunció el ceño volteando a ver a Victoria para ver que no mentía.
—¿En serio? —Victoria asintió.
—Él cree que los pasé con Rogelio, porque al parecer ese año comenzó a trabajar con mi disquera, se estaba creando todo un cuento —Las dos siguieron caminando susurrando entre ellas —Yo ni siquiera sabía que Rogelio trabajaba para RCA Records en el 2016.
—Carajo, cuando te ausentaste esos dos meses, nadie preguntó nada, ¿por qué hacerlo ahora? —Lucía hablaba con Victoria.
—No lo sé, pero estoy segura que no se detendrá.
—¿Le dijiste algo?
—¡No! Dije sin comentarios, pero no me dejaba ir, y cuando pude escapar fue cuando salieron —Victoria respondió de nuevo en secreto.
Ambas vieron el brazo de Victoria, lo rojo ya estaba desapareciendo, ninguna comentó nada sobre eso.
Las dos cuchicheaban y hablaban entre ellas procurando que nadie pudiera escucharlas, inclusive los dos españoles que iban delante de ellas, Carlos las veía de reojo y moría por saber qué era lo que discutían, porque ahora, Lucía se veía igual de afectada que Victoria.
En cuanto llegaron a la camioneta se subieron, Caco y Lucía iban adelante, Carlos y Victoria iban detrás junto con Rupert.
Victoria había peleado por la ventana, Rupert había quedado en medio, desgraciadamente para él, porque Carlos iba del otro lado, el piloto le soltó miradas curiosas a Victoria durante todo el viaje, pero Victoria parecía ir en su propio mundo.
Al llegar al hotel, cada quien hizo lo que normalmente realizaban después de una carrera, Carlos fue a darse un baño y a comer algo, mientras que Victoria y Lucía se reunían para ver que estaba sucediendo, y por qué razón alguien estaba investigando en el pasado de la cantante.
—Ok, llamaré a mi gente para ver quien es ese Brad, ¿cuál era su apellido? —Lucía comenzaba a sacar su celular.
—Edelman —Victoria decía mientras se mordía las uñas.
Un problema del cual nadie se había enterado era que Victoria en su juventud había tenido grave problema de drogas, no fue hasta que después de una sobredosis accidental, Lucía comenzó a trabajar con ella y Victoria prometió recuperarse, pero durante ese verano del 2016, Victoria había sido ingresada a una clínica para tratar su adicción, pero nadie sabía de esos problemas, es más, nadie supo de su sobredosis, ni siquiera su madre, porque Lucía lo había manejado a la perfección.
Y ella no quería que saliera a la luz, prefería mil veces que pensarán que había estado con Rogelio o con cualquier hombre mayor, a que supieran que había sido una drogadicta.
—Mira, esperemos que no avance a mayores, de todos modos, cuando estuviste internada te metimos con un nombre falso, no hay registro, que tú, Victoria Ellis hubieras estado en una clínica de rehabilitación —Lucía la había tomado por los hombros para obligarla a verla —Repítelo.
—No hay registro de que yo, Victoria Ellis hubiera estado internada en una clínica de rehabilitación —Victoria repitió con la mirada perdida.
—Venga, trabajaré en esto pero por favor no hagas nada tonto y no te alteres. —Lucía ya conocía a su cliente.
—Está bien —La rubia respiró tratando de calmarse pero estaba nerviosa.
Lucía salió de ahí con una misión en mente, mientras que Victoria tomaba a su gato y lo abrazaba, Bodoque se dejaba recibir cariño, hasta que se hartó y se alejó de la cantante para ir a morder unas plantas de la habitación.
Victoria seguía pensando en esos tiempo de su vida mientras fumaba (se suponía que no debía de hacerlo con su historial, pero era lo único que la mantenía cuerda), pensaba en esos años de juventud donde en realidad parecía que no le importaba mucho lo que sucediera con ella, cuando la puerta sonó.
—¿Lucía? —Victoria abrió casi corriendo —Ah, hola Carlos.
Carlos rió y se tocó el pecho actuando ofendido.
—Wow, ¿ah hola Carlos? Dios, si quieres me largo —La rubia rodó los ojos y sonrió divertida.
—No lo quise decir así —Victoria comenzó a excusarse —Solo creí que eras ella, ¿todo bien?
La cantante se movió para darle el paso a Carlos, quien venía recién bañado oliendo delicioso, y cerró la puerta una vez que él entró.
—Pues en realidad venía a eso, a preguntarte si todo estaba bien —Carlos fue hasta un sillón de la habitación y se sentó, se sentía molido después de la carrera.
—Oh sí, todo correcto. —Victoria sonrió y vio cómo su gato iba a donde Carlos estaba.
¿Qué no se había alejado de mí porque no quería más cariño? Victoria se preguntó al verlo, Bodoque parecía amar a Carlos y en el fondo se puso celosa, pero no iba a decirlo.
—¿Segura? —Carlos preguntaba ya con Bodoque sobre sus piernas —Ese reportero... en verdad te afectó.
—No tanto —Ella mintió pero Carlos la miró mal.
"No más mentiras Victoria" Recordó el acuerdo entre ellos.
—Bueno, un poco —Victoria fue hasta donde estaba su cenicero y apagó su cigarro.
—¿Qué fue lo que te preguntó? —Victoria quería a Carlos, y confiaba en él, pero no sabía si estaba lista para contarle todo sobre su vida.
—¿Aceptarías la respuesta de que no estoy lista para hablarlo? —Victoria dijo esperando no molestarlo —Mira, no es nada malo, creo, pero si llegara a salir a la luz estoy segura que no te afectaría en absoluto.
Lo cierto es que si era malo y claro que podría afectar al madrileño, ¿la gente creería que seguía consumiendo? y lo más importante ¿La FIA lo creería?, no quería que Carlos se viera involucrado con un escándalo que no tenía nada que ver con él. Literalmente había sido hace 6 años.
Carlos no quería molestarla pero no estaba seguro de su respuesta.
—Confía en mí, no te escondería algo que pudiera perjudicarte, no de nuevo —Victoria sonrió suave y Carlos no pudo hacer otra cosa que aceptarlo.
—Está bien, confío en ti.
Y eso era un gran paso para ambos, porque Carlos estaba aceptando esa respuesta a pesar de que no tenía que hacerlo por el historial de Victoria.
—¿Qué harás ahora? —Victoria preguntó tratando de cambiar el tema.
—Pensaba salir con Lando —Victoria vio el reloj, ya eran casi las 8 de la noche —¿Quieres venir?
—Oh no, no quiero arruinar su cita —Carlos volteó a verla mal y le lanzó un cojín del sillón mientras ella reía.
—Es más, yo te invito, y estoy segura que a Lando le encantará tenerte, pero hay un problema, vamos a jugar golf —Victoria abrió mucho los ojos, pues ambos sabían lo que ella pensaba del golf.
—¿De noche irán a jugar golf?
—No es jugar, en realidad solo vamos a hacer unos tiros, el dueño de un club nos invitó y nos dijo que es mejor ir a estas horas, entonces ¿qué? ¿Vas a quedarte aquí sola o vienen con dos guapos pilotos de Fórmula 1? —Carlos preguntó coqueto.
—Voy con ustedes, pero ¿quiénes son los guapos pilotos que irán? —Victoria preguntó mientras Carlos le lanzaba otro cojín pero está vez ella pudo esquivarlo.
Carlos estaba esperando en el sillón mientras Victoria se ponía algo para salir.
—Ya estoy lista, vámonos —Carlos dejó a Bodoque y las dos estrellas salieron de ahí dejándole una lámpara encendida al gato.
Lucía en ese momento, estaba saliendo del comedor del hotel, donde había estado trabajando, haciendo llamadas para descubrir que era un simple periodista que estaban a punto de despedir y necesitaba algo jugoso, Lucía decidió que la mejor forma de tratar a ese tipo de personas era simplemente ignorándolas.
Ahora estaba por subir y darle la noticia a Victoria cuando vio a Carlos y a su cliente saliendo del elevador riendo como niños.
La castaña se quedó en su lugar, observándolos, como salían y como evadían a algunos fans cubriéndose la cara con las gorras que ambos traían, un truco simple pero que funcionaba, luego salieron hasta donde estaba un auto esperando por ellos, Carlos debió de haber hablado con anticipación, el piloto la ayudó a subir al auto y luego él se subió y salieron de ahí.
Lucía disfrutaba de verlos juntos, pero se preguntaba qué pasaría con su cliente una vez que este contrato terminara, probablemente nada bueno, pero debía de tener fe.
—¿Has visto a Carlos? Le hablo pero no me responde. —Caco llegó hasta donde estaba Lucía con la mirada en la salida del hotel.
—Se acaba de ir —Ella sonrió divertida.
—¿Ir? ¿A dónde? ¿Con quién? —Caco estaba todavía sobreprotegiendo a Carlos.
—¿Con quién crees? —Lucía respondió con una pregunta diciendo "tú sabes con quien"
—¿A dónde fueron? ¿Te avisaron?
—No sé a dónde se fueron, pero los acabo de ver riendo como tontos saliendo a toda velocidad, estarán bien Caco —Lucía se acomodó su bolsa —Ven, te invito la cena.
A este punto, los agentes ya estaban acostumbrados a quedarse solos la mayoría del tiempo y había desarrollado una buena amistad entre ellos.
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Como bien comenté, está fue la primera parte del capítulo, espero que les haya gustado y nos vemos en la siguiente parte mañana a las 11:00 am Mex centro, donde todavía hay mucho más por descubrir
Fer<3
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