Capítulo 39 [4 pilotos, 1 cantante y 5 resacas]

En cuanto las dos rubias llegaron a donde habían estado comiendo durante la semana, todas las miradas se dirigieron a ellas en forma de sorpresa al ver que no venían peleando, Isa fue hasta donde estaba Carlos y el piloto la envolvió en sus brazos para darle un abrazo y un beso.

Victoria pensó que si a lo mejor brincaba podía lanzarse desde el techo y terminar con su dolor, le pareció divertido su comentario, solo que no se lo diría a nadie.

—¡Amor! ¡Fue una increíble qualy!  —Fue lo que Isa dijo mientras que Lucía le daba un golpe en el brazo de la cantante. —En verdad te luciste.

—¡Oye!  —Se quejó Victoria.

—Deja de verlos así, parece que quieres asesinarlos.  —Lucía susurró así que Victoria relajo su ceño, ni siquiera se había dado cuenta de cómo los miraba.

—Lo siento. —La cantante decidió tomar asiento mientras la parejita terminaba su saludo, comenzó a hablar con el padre de Carlos y Caco.

La comida comenzó a llegar y todo mundo llenó su plato, más Carlos, que cada vez que terminaba de correr parecía que no había comido en días, el piloto estaba a punto de comenzar a comer cuando vio que Victoria no se había movido para nada, solo estaba sirviéndose agua con hielos y tenía la mirada perdida.

—¿No vas a comer?  —El madrileño le preguntó haciendo que todo mundo se detuviera y volteara a verlos.

Eran de las pocas palabras que las dos estrellas se habían dirigido que no fueran frente a las cámaras o frente a la gente que no sabía que eran por publicidad.

—¿Me hablas a mí? —Victoria preguntó saliendo de su transe mientras Carlos asentía con su plato repleto pero sin haber comenzado.

—Ah no, no tengo hambre.  —Dijo Victoria sonriendo mientras tomaba un poco de agua y luego dejaba el vaso en su lugar.

—Deberías comer algo.  —Carlos dijo insistente pero sin demostrarlo.

—Supongo.

—Pues, sírvete.

Isa volteaba la cabeza como si fuera otro partido de tenis entre los comentarios de Carlos y Victoria. Ella sabía que los dos no se habían hablado todo el fin de semana, Carlos seguía molesto por como Victoria la había tratado y por el golpe, aunque siendo sinceras, el golpe apenas y se notaba e Isa no buscó sacar ventaja de aquello.

Ahora, Carlos se preocupaba por la cantante al no verla comer, era como si su preocupación fuera más grande que su enojo contra ella. 

—No voy a hacerlo, quedé de verme con Yuki para cenar y quiero probar de todo.  —Ella sonrió amable explicando sus razones.

—¿A qué hora?  —De nuevo parecía que nadie más existía.

Todos veían a la pareja discretamente mientras trataban de servirse sin hacer ruido alguno.

—A las 8.

—Son las 4, creo que puedes comer algo, faltan 4 horas y no has comido nada desde la mañana. —De nuevo, el tono de Carlos fue serio sin apartar su mirada de ella, Victoria a pesar de eso no cedió.

Como siempre que ellos dos peleaban, el lugar se comenzaba a llenar de una tensión deplorable.

—Carlos...  amor, creo que ella ya está lo suficientemente grande para saber si come o no.  —Isa dijo esperando terminar con ese asunto para así calmar el ambiente y Carlos supo cómo se veía, como un demente, todo mundo pensaba que no era nada malo que ella no comiera, pero Lucía entendía porqué lo hacía.

Y Carlos ya conocía a la cantante, ella podía pasar bastante sin comer, hasta días, no quería que ella volviera a sus malas costumbres por todo lo que estaba pasando entre ellos y con la disquera, después de todo, en Monza le había confesado que se "sentía triste".

—Isa tiene razón.  —Victoria dijo concordando con Isa mientras le daba una sonrisa a la mujer frente a ella, porque si ella estaba de su lado no había forma de que Carlos la siguiera molestando y Victoria jamás pensó que ambas pudieran llegar a un acuerdo.  —Pero si te hace feliz, comeré algo.

Victoria se estiró y tomó un pan, solo un pan y lo puso en su plato.

Después de eso la comida transcurrió de forma normal, excepto que Carlos no dejaba de ver a Victoria, había pasado la hora de comida jugando con el pan y comiendo un poco, pero al final del día jugando con él.

En cuanto terminaron, Caco se fue, un rato después Lucía y al último Carlos con Isa.

En la mesa solo quedaban papá Sainz y Victoria, los grandes amigos de este fin de semana.

—¿En serio vas a comer al rato o...? —al parecer Carlos jr no era el único Sainz que se preocupaba por ella.

—Sí, es que Yuki y yo comemos mucho cuando estamos juntos y dice que me llevará a su restaurante favorito, y quiero disfrutarlo. —Victoria le dio otro trago a su agua, mentiría si decía que no tenía hambre pero estuvo esperando esto desde que lo hablaron en Mónaco y otra vez en Londrés. —Es solo que a veces me gusta sacar a Carlos de sus casillas.

—Y lo has hecho muy bien en este viaje. —El tono del padre de Carlos le decía todo lo que quería saber, no estaba de acuerdo en lo que sucedía y que se había dado cuenta de todo.

—Lo sé, lo siento pero juro que he tratado de comportarme estos días. —No era del todo cierto.

Él le regaló una mirada que decía "no te creo en absoluto" ¿acaso así se sentía tener papá? Victoria se preguntó, tratando de no reírse por lo que había pensado.

—¿Tengo algo en la cara? —El señor Sainz había notado la casi risa de Victoria.

—No, solo yo pensé algo. —Victoria sonrió. —¿Va a hacer algo de aquí en una hora?

—No, ¿por qué?

Victoria se sentía estúpida pidiendo que se quedara con ella, pero no quería estar sola, había estado sola todo el fin de semana y comenzaba a aburrirse sin la presencia del señor Sainz.

—Nada más, curiosidad. —La rubia desvió la mirada, no pudo decirle que se quedara ahí, se sintió tonta.

Pero el señor Sainz ya tenía experiencia de vida, y pudo ver a través de ella como si fuera de cristal, la niña se sentía desplazada por Isa y su primer instinto había sido atacar, el señor Sainz podía darle unos minutos de atención si con eso la ayudaba a comportarse mejor.

—¿Sabes? No quiero regresar a mi cuarto aún, y los chicos y yo nos juntaremos hasta la noche, ¿quieres hacer algo? —Victoria volteó a verlo con una sonrisa.

—No soy buena para los deportes. —Ahora era el señor Sainz quien reía. —Por favor ya no me haga ejercitarme.

—Oh claro que no, además, no quiero terminar con un ojo morado. —Ambos se carcajearon al voltearse a ver.

—Ya encontraremos algo que hacer. —Victoria sonrió mientras se servía más agua para calmar su hambre.

Y así fue, los dos descubrieron que tenían una facilidad para las cartas, específicamente, la póquer, y daba la casualidad que Carlos sr. traía una baraja en su maleta, a veces le gustaba jugar con su sobrino y su hijo.

Estuvieron un buen rato todavía en la mesa, habían pedido dulces, el señor Sainz había pedido pistaches como moneda de cambio y Victoria tenía sus lombrices agridulces como otro tipo de moneda de cambio

—Y dime Vic, ¿cuál es el plan ahora? —El señor Sainz quería distraer a Victoria hablando de algo que no fuera la situación actual con su hijo.

—Tuve algunos problemas con la disquera, pero estoy en pláticas con otra, espero que me ayuden y bueno, si todo sale bien, tendré un nuevo disco listo para el siguiente año.

—Excelente, escuché algunas canciones y aunque no son de mi gusto, puedo entender porque les gusta a los niños de ahora. —Ese comentario hizo reír a la cantante.

—¿Escuchó mi música? —Preguntó Victoria entre risas mientras acomodaba sus cartas frente al hombre y él solo se veía decepcionado porque acababa de perder de nuevo pero no dijeron nada por un momento.

—Claro, Carlos luego pone algunas en el gimnasio y dice "esa es Vic". —La sonrisa de Victoria se apagó por un segundo, no quería hablar de Carlos y Carlos sr, quien había tratado de evitar el tema, se le había olvidado.

—No dejé que Carlos elija la música, ese hombre tiene muy mal gusto. —Victoria trató de reponerse con un chiste y seguir jugando con las cartas. —Le recuerdo que gané. 

—¡No puede ser! Estoy seguro que estás haciendo trampa, no puedes ser tan buena. —El señor Sainz era igual que su hijo, ambos odiaban perder, pero ella también.

—No sea un mal perdedor y deme mis pistaches. —Victoria se estiró en la mesa para tomarlos mientras el padre de Carlos refunfuñaba y dejaba que la rubia se los llevara.

Victoria rió fuerte mientras se comía de sus lombrices, en ese momento Caco y Carlos llegaron, al parecer harían algo juntos y fue una sorpresa encontrarlo riendo y jugando póquer con la cantante, al parecer desde la comida no se habían movido.

—¿Pa? ¿Vic? ¿Qué hacen? —Carlos interrumpió la diversión.

—Le estoy dando una paliza a tu padre en póquer. —Vic dijo mientras que el señor Sainz todavía tenía el ceño fruncido.

—Solo es suerte de principiante.

—Quisiera, señor. —Vic siguió comiendo las lombrices. —Pero he jugado durante bastante tiempo, solo admita que soy mejor que usted.

—Sobre mi cadáver. —Y por un segundo, Victoria pudo ver a Carlos jr en su padre. Ella solo negó riendo.

—Vale, ¿les falta mucho a su juego? Tenemos apartada la cancha de squash a las 7 y faltan 5 min. —Carlos dijo mirando su reloj.

—¿¡5 minutos?! —Victoria revisó su celular.

—Sí. —Caco respondió.

—Carajo, Yuki llegará en media hora. —La rubia comenzó a tomar sus dulces y guardarlos en su bolso, sin importarle dónde estaban. —Señor, fue un placer quitarle su "dinero."

Victoria le regaló un guiño y se despidió de los tres hombres mientras se iba corriendo, tenía que arreglarse.

—¿Llevas aquí desde la tarde? —Preguntó Carlos a su padre, mientras él asentía y comía un poco de los pistaches que la rubia había dejado.

—Victoria necesitaba un amigo y yo jugar cartas, todos ganamos, ahora irá a cambiarme y los veo en la cancha de squash.

—Vale, te vemos abajo, tío.

—Por cierto. —Su padre se regresó a hablar con su hijo. —Logré que comiera un poco de gomitas y pistaches, no es mucho pero no tiene el estómago vacío.

—Gracias papá. —Carlos sonrió algo apenado mientras su padre le regalaba un guiño.

En ese momento, quien se marchaba era el padre de Carlos, mientras que el piloto y su primo lo veían irse.

Victoria estaba terminando de arreglar su maquillaje, ya se había cambiado y se había puesto un conjunto que combinaba, falda, blusa, saco oversize y botas, se movía por todo el cuarto tratando de apurarse lo más que podía, ya se había dado un baño rápido.

Luego, le llegó un mensaje de Yuki.

"Estoy abajo"

"Voy"

Todavía le faltaba ponerse la labial, pero se lo puso con el reflejo del elevador, le había avisado a Lucía desde la mañana que saldría con el piloto japonés a cenar, y la agente no tenía ningún problema en que ella saliera sin Carlos, pues solo sería una cena tranquila y Lucía podía ver que Victoria necesitaba distraerse, además de que salir con Yuki le parecía inofensivo en caso de que alguien les tomara fotos.

Desde Mónaco el piloto la había invitado y se lo había recordado todas las veces que la veía, no podía quedarle mal, es por eso que no había comido nada además de pocas lombrices agridulces, pero a esas nunca les decía que no.

Por fin bajó al lobby y ahí estaba Yuki con una sonrisa en su cara.

—¡Vic! —Le dijo con su sonrisa creciendo en su cara.

—¡Yuki! —Victoria se apresuró a llegar hasta donde el piloto japonés estaba.

—¿Carlos no viene? —La rubia por un segundo no supo responder a la pregunta, pero pronto inventó algo.

—No, comió algo en mal estado y está enfermo... —Los ojos del piloto se abrieron por la sorpresa. —Tiene diarrea, no puede salir del hotel.

Yuki asintió mientras hacía una mueca de desagrado.

—Oh, lo siento mucho, en ese caso seremos solo tú y yo, ¿no se enojará conmigo? —Victoria sonrió.

—Por supuesto que no. —La cantante entrelazó su brazo con el de Yuki y salieron donde estaba el auto del piloto esperando por los dos.

—¿Sabes? Odio cuando me enfermo del estómago y más porque adoro comer.

—Estoy de acuerdo contigo Yuki, por eso le insistí que se quedara. —Vic sonrió sabiendo que este rumor podría llegar lejos si alguien lo escuchaba y la verdad, sería divertido hacerles creer a todos que Carlos no podía salir porque podría cagarse los pantalones.

No había cámaras, lo cual le agradaba, pero se encontraron con algunos fans muy amables que les pidieron unas fotos y también le preguntaron por Carlos, ella tuvo que decir que estaba descansando y luego, una bombilla se prendió en sobre su cabeza, fue ahí donde soltó que estaba enfermo del estómago y uf, twitter se encargaría del resto.

Después de atender a esos pocos fans, se subieron al auto y comenzaron.

Victoria dejó que Yuki pusiera su música después de todo, era una invitada, el japonés le enseñaba todo mientras manejaba, le contaba sobre los edificios, la historia, le contaba chistes, le agradaba él, y se habían hecho amigos muy rápido por la comida y porque ambos tenían la misma edad.

Una vez que llegaron al restaurante fue una sorpresa encontrarse a tres pilotos más, pues ella creía que solo serían ellos dos.

—¡Yukinoooo! —Era Pierre, junto con Charles y Lando.

Los tres pilotos estaban esperando por ellos y estaban arreglados listos para una salida, por el saludo a Yuki suponía que la mesa se tendría que agrandar.

—¿Los invitaste? —Preguntó Victoria en un susurro tratando de ocultar su sorpresa lo mejor que podía.

—Lo siento, tal vez se lo mencioné a Perrie, pero no pensé que vinieran. —La rubia sonrió ante la cara de Yuki, no le molestaba pero Yuki se veía apenado de que le arruinaran los planes.

—Hola chicos. —La cantante sonrió coqueta mientras se acercaba a los pilotos a saludarlos.

—Hola Vic, siento que interrumpamos su velada ¿y Carlos? ¿Cuál es el plan? —Todos hablaban al mismo tiempo y ella solo trataba de captar todo para después responderles.

—Hola, no pasa nada chicos, son bienvenidos y Carlos, bueno se enfermó del estómago está descansando y el plan es cenar. —La rubia respondió todo con facilidad, era como estar en una rueda de prensa y esas eran fáciles de controlar cuando se mantenía tranquila.

—¿Qué Yuki? Creías que podías quedarte a solas con ella. —Pierre molestaba a su compañero mientras que Yuki le soltaba un manotazo y se alejaba de su compañero de equipo.

—Cállate. —Dijo él mientras Victoria sonreía y se ponía a su lado, después de todo, había venido con él.

Los 4 pilotos y la cantante fueron escoltados hasta una mesa en una zona privada y Yuki comenzó a ordenar por todos, al parecer, el chef sabía que su mejor cliente vendría y había preparado un banquete, la comida comenzó a llegar por montones y Victoria agradeció el no haber comido nada en la tarde.

¡Todo se veía delicioso! Además, era como un buffet, en cuanto la comida terminó de llegar, salió el chef para saludarlos, Victoria tuvo la oportunidad de hacerle unas cuantas preguntas y luego comenzaron a comer.

Todos los platos volaban y todo mundo llenaba sus platos con todo, les habían servido una sopa también en pequeños pocillos y sake.

Una vez que todo se tranquilizó un poco, la conversación comenzó.

—Entonces Carlos no tiene problemas que estés aquí con 4 guapos pilotos. —Pierre preguntó queriendo molestar.

Lando, Yuki y Charles rieron.

—¿Y quiénes son los 4 pilotos guapos? —Fue ahí donde las risas se detuvieron y todos la fulminaron con su mirada.

—Muy graciosa, Vic. —Charles le lanzó una servilleta que no llegó a su destino.

—Pero ya en serio, no creo, y si los tuviera no me importa, no es mi padre. —Victoria dijo sonriendo de la misma forma de Pierre mientras se metía algo de comida en la boca.

—¡Dios Yuki! Esto es lo más rico que he comido. —Charles dijo sirviéndose más de uno de los platillos principales. —Gracias por hacernos venir.

—¡Yo no los invité! —Todos rieron en la mesa.

—Pasenme lo que sea que no tenga pescado. —Victoria lo miró mal. —¿Qué? No me gusta.

—Lando tienes el paladar de un niño de 3 años. —Fue el comentario de la cantante.

—Y la mentalidad también. —Fue la respuesta de Charles y de nuevo todos rieron, bueno, todos menos el piloto británico.

La comida continuó entre chistes y risas, en un momento, Lando se comenzó a reír de algo que Yuki había dicho y Victoria escupió su bebida, la cuál también les estaba afectando a los pilotos, la cantante había probado el sake pero nunca así y ya se comenzaba a sentir algo mareada.

Ahora se encontraban en el postre y todo mundo sentía que iba a estallar, estaban ya más tranquilos hasta que Pierre habló.

—¿Sabes? No te creo. —Ese comentario fue dirigido para Victoria. —No creo que hayas cambiado tanto en tan poco tiempo.

Al parecer ella no era la única que se sentía con valor líquido.

—¿De qué hablas? —A Victoria no le encantaba la sonrisa burlona en el rostro de Pierre.

Era como si quisiera retarla a algo.

—Digo que no creo que te hayas vuelto tan sana y tranquila desde que estás con Carlos. —Pierre se metió un poco de postre en la boca para darle tiempo a Victoria de pensar lo que diría. —Me refiero, eres una gran estrella pop que salía de fiesta cada semana, es más, comenzabas de fiesta en un lugar y terminabas en otro país. ¿Y se supone que debo creer que el poder del amor te hizo dejar las fiestas?

Ese comentario hizo reír a Victoria, era una buena carcajada. Los demás pilotos los observaban.

Era un tema que en realidad habían hablado entre ellos, pero que ninguno se había atrevido a preguntarle, ni a ella, ni a Carlos.

—Vamos Pierre. —Victoria tomó más sake. —Si quieres un poco de coca solo tienes que pedirlo.

Ese comentario hizo a todos abrir los ojos de sorpresa, más al francés, no entendían que era una broma.

—¿Tú consumes? —Lando preguntó espantado.

—Era un chiste. —Victoria tuvo que aclarar al ver sus caras de espanto. —Pero en cierta forma tienes razón, no fue el poder del amor lo que me hizo cambiar, fue la mala publicidad que te trae meterte con un hombre casado.

Las inhibiciones se habían ido y a ella, el tema de Rogelio ya no le molestaba, podía hablarlo y bromear con él.

—¿Fue tan malo?

—Lo suficiente para que me disquera aprovechara eso y ahora se deshace de mí. —Victoria se alzó de hombros "indiferente."

—Pero entonces... ¿Sigues divirtiéndote como antes? —Pierre insistió.

—¿Por qué me preguntas eso? —De nuevo, los otros tres pilotos veían la conversación comiendo su postre en paz.

—No lo sé, siempre he querido salir de fiesta con una rockstar, y tú eres una leyenda, tus fiestas lo son. —Eso hizo sonreír a la cantante y a los demás pilotos que no se querían meter en la plática.

—No soy una rockstar. —Victoria aclaró entre risas.

—Lo dice porque Lewis nos contó de la vez que fue a tu fiesta número 18. —Charles le ayudó a Victoria los comentarios de Pierre. Era una fiesta de hace varios años. —Y dice que fue increíble, en una mansión de Los Ángeles y que llevaste a todo mundo a Las Vegas en tu jet privado a mitad de la noche.

Victoria comenzó a recordar su fiesta, ni siquiera sabía que Lewis Hamilton hubiera estado en su fiesta, ella no hacía las listas de invitados, y luego ¿Fiesta número 18? ¿Había sido el día de su cumpleaños? No debió de haber sido otro día. Además, ¿Las Vegas? Todavía no tenía edad para los casinos, pero eso no importaba porque si recuerda la cuenta del hotel a la mañana siguiente.

—No me acuerdo de mis 18, pero suena a una buena fiesta. —La rubia dijo por fin, tal vez había tomado demasiado y alguien le había dado esas pastillas mágicas que te hacen aguantar toda la noche, mezclar sustancias nunca era bueno y ella lo sabía de sobra.

—¡A eso me refiero! —Fue lo que Pierre gritó. —Mira, las fiestas de Fórmula 1 son buenas, pero quiero una fiesta legendaria.

Y entonces, Victoria sintió que Pierre la estaba retando y los retos no le gustaban.

—Pues yo tengo la noche libre, claro que ustedes mañana tienen carrera. —Comentó la cantante inocente, como si no supiera lo que estaba diciendo.

—Pierre no. No caigas en su trampa. —Charles se volvió a mater en la conversación.

Ya conocía a Victoria y aunque se había embriagado con ella cuando estaba triste y se lo había pasado increíble sabía que ninguno de ellos podía seguirle el paso, ellos se embriagaban muy rápido.

El siguiente día de la fiesta de Monza se odió a sí mismo y un poco a Victoria por todos los shots de tequila que le había dado y que él había aceptado, además de que se resfrió un poco por meterse a la fuente.

Lo que ellos no sabían es que al tener fiestas "legendarias" también hacía que tuviera mejor resistencia que todos, a menos que no comiera y ahora, acababa de comer lo suficiente y sueño no tenía.

—Carajo, iré a donde tú digas. —Fue la respuesta de Pierre, mientras que Lando reía y Charles se golpeaba la frente al saber que había perdido. —¡Oh vamos Charles! No es como que tengamos oportunidad de ganar el campeonato, eso lo tienen en la bolsa tú y Carlos, y la verdad no voy a desaprovechar esta oportunidad.

Victoria rió.

—Estoy dentro, mi auto esta temporada es una mierda, una noche de fiesta no me hará mal. —Lando dijo tomándose su trago de una.

—Van a sufrir. —Charles seguía diciendo.

Lando, Pierre y Victoria voltearon a ver a Yuki.

—Joder sí, estoy dentro. —Esa fue la respuesta del piloto y todos en la mesa brincaron de felicidad.

—¿Charles? —La rubia le preguntó al monegasco.

Victoria aún recordaba los audios de la mañana siguiente a la fiesta de Monza, donde Charles le reclamaba por haberle dado tanto alcohol.

—No, pero iré un rato con ustedes porque alguien tiene que cuidarlos y manejar. —Todos asintieron.

—Yuki, tú eres el anfitrión, dinos algún lugar donde podamos alocarnos. —Pierre le dijo a su pequeño amigo.

—¡Tengo el lugar perfecto! —La emoción iba en aumento, todos se pusieron de pie, querían salir lo más rápido de ahí y una vez que Yuki pagó se fueron.

—¡Vic! —Pierre le gritó antes de que se subiera al auto con el japonés, los otros tres se irían en donde habían llegado, Charles conduciría. —¡Una condición!

—¿Cuál? —Victoria se detuvo viendo al francés.

—No podemos salir del país. —Ella rió.

—Oh cariño, no podríamos aunque quisiera, mi jet no está aquí. —Pierre se rió y vio como la rubia se metía al auto.

—¿Tienes un jet? —Yuki le preguntó una vez que estuvieron solos en el auto.

—Algo así. —Vic sonrió y Yuki comenzó a conducir.

Detrás de ellos estaba el auto de Charles siguiéndolos.

—¡Lando! Hacernos su amiga ha sido lo mejor que nos ha ocurrido. —De nuevo, el francés estaba feliz por su gran hazaña.

¡Iba a salir de fiesta con una estrella!

—No fuimos nosotros, tarado, fue Carlos haciéndola su novia. —Lando rió desde su lugar.

—No puedo creer que aceptara. —Pierre volvió a hablar.

—Ahí es donde te equivocas, mon ami. —Charles habló hacia Pierre. —Si crees que fueron ustedes quienes la "convencieron de salir" están mal, si algo he aprendido de esa mujer, es que ella siempre hace lo que quiere y nadie la obliga a nada.

—Por favor, Charles, ella no iba a sugerir la salida. —El francés respondió confiado. —Además, Carlos pareciera que no la deja salir.

—Hablando de ese hombre, sí algo le pasa a Victoria, Carlos va a matarnos. —Charles dijo, aún no olvidaba la golpiza que el madrileño le había dado al abogado.

—Charles, nada va a pasar y no dejaremos que ningún patán la moleste, deja de ser tan aguafiestas, no es propio de ti. —Lando rió al ver que el comentario le había molestado a Charles.

—Mañana voy a estar desvelado para la carrera y los culpo a ustedes.

—No te enojes, de todos modos tu competencia esta cagándose los pantalones. —Lando volvió a hablar recordando lo que Vic les había dicho sobre Carlos. —Literalmente, estarán a mano.

—Si tu noviecito me gana, estas muerto, Norris. —Charles dijo mirándolo por el retrovisor haciendo que Lando se riera de él.

Charles seguía el auto de Yuki, el pequeño piloto manejaba como desquiciado, quería gritarle que todavía no era la carrera, pero no podía.

—Yuki, siento que nuestra velada haya sido secuestrada por Pierre. —Victoria le dijo a su amigo una vez que estuvieron juntos. —Pero quiero decir que me he divertido muchísimo y amé conocer la cocina de tu país, la verdadera.

—No te preocupes, así es él, pero no mentiré estoy emocionado por la fiesta, nunca había hecho algo así. —Vic rió. —Y que bueno que te gustó.

—¿Ir a una fiesta? —Preguntó algo incrédula.

—No, romper las reglas. —Yuki dijo doblando agresivamente, el japonés manejaba un poco parecido a ella. —Está en una lista que tengo para antes de morir, así que por eso acepté.

—Oh me gustaría saber más sobre esa lista, vamos dime qué más tienes. —Y Yuki obedeció, Victoria estaba impresionada, era una muy buena lista, tal vez cuando tuviera tiempo, haría una para ella.

—¿A dónde vamos? —Preguntó curiosa.

—Vamos a una disco, ¿bar? No lo sé, pero es conocida por su... discreción. —Victoria asintió. —Muchos políticos, famosos, quien sea que es alguien y quiera esconderse. Este es el lugar.

—Suena peligroso. —Victoria sonrió juguetona.

—No, pero supongo que alguien como tú no quiere fotos o que la molesten todo el tiempo. —Ella agradeció el gesto.

—Tienes razón, además de que si me ven saliendo sin Carlos me van a matar.

—¿Los fans? —Yuki preguntó sin entender porque alguien la mataría.

—Sí, los fans. —Vic le respondió sin decirle que Lucía daba más miedo.

No se tardaron mucho en llegar al lugar que Yuki mencionaba, eran famosos en Japón, Yuki dijo que era un buen lugar para comenzar, se bajaron y entraron con Victoria a la cabeza del grupo.

Los 4 pilotos caminaban detrás de ella, atraían a algunas miradas curiosas, pero nadie sacaba sus celulares y ella apreciaba eso.

Las luces neón iluminaban sus caras y por alguna razón, Vic se sintió con vida, como una muñeca recobrando sus sentidos, la cantante iba caminando como si fuera dueña del lugar, un joven pronto se acercó a ellos.

—Queremos una mesa en la zona V.I.P. por favor, además queremos dos botellas de champaña, una de tequila y mezcladores, mucho hielo también. —El mesero que los atendía asintió. —Cárgalo todo a esta tarjeta, gracias. ¿Y me puedes traer tu cuchillo más grande y afilado que tengas? ¡Gracias!

—Vic, ¿para qué es el cuchillo? —Preguntó Lando algo asustado mientras los llevaban hasta su zona.

—Ya lo verás. —Ella le regaló un guiño y siguió caminando.

Una vez que llegaron Victoria se sentía diferente, se sentía como la antigua Victoria, pero de alguna no sabía si eso le gustaba del todo. Revisó su celular por un segundo, tenía dos mensajes, uno de Carlos y otro de Lucía.

"¿Ya estás en el hotel?" Era el que decía el de Lucía.

Mintió

"Sí."

Y el de Carlos decía

"¿Cómo va la cena?"

¡Oh Carlitos! si tan solo supieras, pensó Victoria.

"Excelente."

Fue la respuesta de la rubia y luego regresó con los chicos, las cosas ya se las habían dejado. Victoria tomó el cuchillo y una botella de champaña.

—Chicos, es un placer para mí inaugurar nuestra noche con un trago, sé que ustedes abren de estas botellas siempre que ganan, pero en mi mundo, se abren cuando una noche pinta para ser increíble. Así que habiendo dicho esto. —Y de la nada, la cantante cortó la boquilla de la champaña con el cuchillo, la presión ayudaba y era uno de sus mejores trucos de fiesta. Los pilotos estaban sorprendidos, con la boca abierta.

La cantante sirvió y todos tomaron sus copas, inclusive Charles, quien había dicho que no tomaría, y antes de brindar, le devolvió el cuchillo a un mesero, no quería que hubiera un accidente, la noche no se trataba de matar a nadie.

—¡Salud! —Dijo el francés, quien era el más emocionado.

Y después de chocar sus copas, las engulleron como si fuera agua.

La fiesta comenzó con los chicos yendo a la pista de baile a mezclarse con la gente que ya estaba ahí, bailando y tomando, riendo porque ninguno bailaba bien y todos parecían más concentrados en tomar que en otra cosa.

Victoria en un momento miró todo a su alrededor y se dio cuenta que efectivamente todo ahí se veía muy exclusivo, tal vez no hablaba japonés pero conocía el idioma del dinero.

—¿Yuki? ¿Cómo pudimos entrar a este lugar?

—Tengo contactos, además yo puedo entrar cada que quiera y ustedes conmigo como mis invitados.

—Entonces eres toda una sensación, amigo mío. —Yuki asintió mientras sonreía orgulloso de ver que era considerado una sensación por un ícono de la música.

En ese momento se les acercaron un trabajador del bar diciendo que les podían ofrecer un lugar más privado, pero se negaron, según Victoria, lo divertido de las fiestas era conocer gente interesante que nunca volverías a ver en tu vida.

Pierre, Lando y Yuki se estaban divirtiendo al máximo, y eso había llevado a Charles a sentirse algo envidioso.

—¿Por qué la cara larga, Charles? —Vic quien era la que se estaba asegurando de que todos pasaran un buen tiempo se acercó al monegasco.

—Te odio y los odios a ellos. —Comentó molesto.

—¿Yo? ¿Yo que te he hecho?

—¿Cómo pudiste sonsacarlos de esa manera? —Victoria trataba de mantenerse tranquila y no reírse en la cara de Charles.

—Fue culpa de Pierre.

—No te hagas la inocente mujer, tú eres la mente maestra detrás de todo esto.

—¿Yo? Solo porque te embriagué una vez en Monza no quiere decir que soy la mente maestra.

—Eres una mala influencia para todos nosotros. —Charles se cruzo de brazos y desvió su mirada.

—Vale, de todos modos aprecio que vinieras y seas la voz de la razón. —Victoria en ese momento se terminó su trago.

—¡Ahí está! Lo haces de nuevo, quieres que tome con ustedes.

—¿Cuándo dije eso? —Victoria trataba de no burlarse de Charles. —Charles, no quiero que tomes con nosotros a menos que tú quieras.

Charles la fulminó con la mirada mientras Victoria se servía más para ella.

—Ya estarás contenta, voy a tomar. —Charles entre enojado y feliz tomó un vaso y se sirvió de lo que sus amigos habían ordenado.

Así que comenzó a tomar como si su vida dependiera de eso, para nivelarse con sus amigos.

Y Victoria los veía con una sonrisa, ella también estaba tomando, pero Charles tenía razón, cuando ella comía podía tener una muy buena resistencia al alcohol, y aunque ella sabía que su noche no estaba cerca a sus antiguas fiestas, para Pierre lo era, era una auténtica fiesta de Rockstar, o al menos así se lo había gritado al oído hace rato.

—¡Vic! ¡Canta con nosotros! —Lando la jaló y le entregó un micrófono el cual ella no tenía la menor idea de donde había salido.

La canción era "I don't want to miss a thing" de Aerosmith.

Ella lo compartió con el británico, y Lando sentía que cumplía uno de sus más grandes sueños, pero también Lando estaba hundido, así que se recargaba en ella y cantaba algo apenas entendible mientras todos reían.

Durante la noche dejaron de cantar, los 4 pilotos y ella, platicaban con las mesas a su alrededor, luego se metían a cantar con extraños, habían bailado, brincado, corrido y reído, Lando, Yuki y Charles coqueteaban con lo que se les ponía enfrente, y lo hacían bastante mal, Pierre lo hacía por diversión, pero en cuanto la cosa se ponía más seria se alejaba, al final del día, él tenía novia.

Y bueno, Victoria por más que quisiera coquetear y tontear con alguien no podía, no enfrente de los amigos de Carlos o de la gente, así que ella se mantenía con los pilotos y se reía de sus estúpidos intentos de conseguir algo.

Victoria había regresado a su mesa, donde estaba Pierre tomando algo de agua, los dos se sentaron y ella decidió que era hora de ver su calificación como anfitriona.

—Y bueno... ¿Qué tal lo hice? —Dijo la rubia mientras le sonreía al francés.

—Nada mal, la verdad esperaba menos con tan poca preparación, pero excediste mis expectativas. —Pierre dijo chocando sus vasos. —Pero creo que hasta aquí llegué, no soy una estrella de rock, soy Pierre Gasly, el piloto más guapo de la parrilla, pero piloto al final del día.

—Y también el más humilde ¿no? —Los dos rieron.

—Eres increíble, Carlos tiene suerte de tenerte. —La cantante sonrió amable. —Y no lo digo por la fiesta, me refiero, pones buen ambiente, es solo que de lo poco que te he conocido, puedo verlo, entiendo por qué funcionan tan bien. 

Vaya, parecía que Pierre había tomado la sal que les habían dado para el tequila y se la estaba poniendo en una herida abierta.

—Gracias, somos afortunados de habernos encontrado. —La rubia mintió como siempre y antes de que uno de los dos pudiera decir algo, Lando y Charles llegaron corriendo.

—¡No encontramos a Yuki! —Fue lo que los dos dijeron al mismo tiempo y lo bueno fue que les entendieron, pues Charles ya estaba hablando en francés y el inglés de Lando apenas era entendible.

—¿Cómo que no encuentran a Yuki? —Victoria preguntó mientras ella y Pierre se ponían de pie. —Pero si se los dejamos a ustedes.

—¡Es que Lando me distrajo! —Charles ya estaba completamente ebrio.

—¡No mientas! ¡Estabas coqueteando con esa chica! —Pierre se agarró el puente de su nariz harto. De sus amigos pilotos, él era el menos ebrio.

—Vale, buscaremos a Yuki, ustedes vayan a buscarlo en la barra, yo iré al baño, a lo mejor fue a cagar, ese niño siempre anda cagando. —Todos asintieron y se dispersaron por el lugar para buscar al piloto japonés.

Victoria revisó su celular, eran las 2 de la mañana y tenía varios mensajes de Carlos.

"¿Ya llegaste al hotel?"

10:55

"Vic, pasé a tu cuarto y no estabas ¿ya llegaste?"

11:13

"¿Te quedaste dormida? Estoy afuera de tu cuarto ¿todo bien?"

11:20

Y muchos más, pero ella no se había dado cuenta de ninguno, como pudo respondió algo, sabía que Carlos no estaría despierto, pero a lo mejor cuando despertara lo vería.

"Sñ¡oi, estoñy bien, hablemos despois"

Carajo, seguía muy ebria, o al menos lo suficiente para no ver su teclado.

La rubia decidió concentrarse en el problema actual ¡Encontrar a Yuki! Tenía que devolver a todos los pilotos en una pieza antes de la carrera o iban a matarla, al menos Carlos y Lucía lo harían.

Victoria decidió que buscaría a Yuki pero primero tenía que hacer una parada en los baños, al entrar la sorpresa fue encontrarlo ahí.

El pequeño niño, como Pierre lo llamaba, estaba con su lengua en la garganta de  una mujer con la falda un poco más arriba de lo apropiado, sentada en los lavabos, sin importarles nada, porque las manos de Yuki la recorrían por todos lados, por un segundo se sintió envidiosa, ella hace tiempo que no tenía sexo.

Victoria se mordió los labios para no reírse y salió de ahí, al salir chocó con Pierre que la detuvo de caerse.

—Creo que ya lo encontré. Ven. —Y sin importarle, lo jaló al baño de mujeres, pero sin darse cuenta que Lando y Charles estaban atrás y no habían escuchado las palabras de la cantante, solo vieron como se perdían detrás de la puerta del baño de mujeres.

—¿Crees que ellos...? —Lando preguntó y Charles sabía a lo que se refería.

—No, Victoria no le haría eso a Carlos. —Respondió el monegasco con seguridad.

—Pero estaban muy borrachos. —Los dos pilotos se miraron serios, ¿qué pasaría ahora? A Lando no le importó encontrarlos en una posición comprometedora, no dejaría que la relación de Carlos y Victoria se arruinara, se metió al baño para detener lo que sea que estuviera sucediendo.

Charles no tuvo otra opción que seguirlo.

Pero la sorpresa fue que no eran Pierre y Victoria quienes se estaban besando, si no, Yuki con una completa extraña.

Pierre y Victoria estaban ahí de pie observando tratando de no cagarse de risa, Lando y Charles se sorprendieron al punto de abrir sus bocas.

—Fue mi reacción exacta. —Pierre dijo al ver que sus amigos habían llegado.

—Voy a mear, sostén esto. —Victoria le dio su bolsa a Lando y entró a uno de los cubículos.

Al salir, los tres pilotos estaban separando a Yuki de su chica, mientras que la mujer le anotaba su número en el brazo y Yuki se iba enojado, Victoria salió después de ellos regalándole una sonrisa a la conquista del japonés y entregándole papel para que se limpiara el maquillaje corrido.

Victoria, una vez que ayudó a la mujer a recomponerse, salió junto con ella, pero lo que encontraron fue una escena que había presenciado varias veces en algunas fiestas.

—¿Es su amigo? —Dos hombres enormes estaban frente a los pilotos luciendo completamente aterrados.

—Sí, ¿por? —Pierre respondió poniendo al pequeño japonés detrás de él.

—Su amigo se metió con la mujer de alguien importante. —Los 4 hombres se voltearon a ver y luego a la chica que parecía querer salir de ahí.

—No es mi culpa que ella me deseara. —Yuki habló desde atrás de Pierre y todos lo fulminaron con la mirada.

—¡Yuki cállate! —Le gritaron los demás, pues sabían como se escuchaba eso y como se veía, el hombre importante había mandado a sus matones.

Victoria trató de que la mujer con la que Yuki se estaba besando les explicara a esos hombres que todo había sido un malentendido pero cuando volteó a donde ella estaba, la castaña ya había desaparecido.

—Chicos, creo que esto fue un mal entendido. —Vic comenzó a hablar y a sonreír coqueta esperando que sus encantos femeninos sirvieran de algo, pero no estaba usando nada revelador que pudiera ayudarla.

—No lo fue, ¿acaso tu niño no sabe con quien se metió? —Ese comentario fue directo a Victoria.

—No, ya lo dijiste tú, esta que se cae de borracho, deja que nos vayamos y jamás nos volverás a ver. —Pierre se volvió a mater mientras Lando y Charles estaban escondidos junto con Yuki y trataban de mantenerlo calmado.

Sabían lo agresivo que podía volverse.

—Sí, a menos que quieran un pedazo de esto. —Yuki salió detrás de Pierre y los amenazó con sus puños, pero se detuvo al ver lo altos y fuertes que estos hombres parecían.

Luego comenzó a hablar en japonés esperando que así se pudiera comunicar mejor.

Los pilotos y la cantante lo veían con miradas ansiosas esperando que funcionara, pues nadie sabía lo que hablaban, pero esperaban que fuera suficiente para calmar los humos.

Un rato después supieron que no había sido suficiente.

—¡Corran! —Yuki dijo empujando a sus amigos y dejándolos solos.

Pierre, Charles y Lando se quedaron congelados mientras que Victoria comenzaba a empujarlos, esos hombres no parecían querer meterse con ellos pero si perseguir a Yuki.

—De verdad lo siento, es que ya pasó su hora de dormir. —Lando gritó mientras salían corriendo de ahí.

Los 5 llegaron a la mesa, pidieron la cuenta y salieron de ahí, ninguno estaba en posición de conducir, pero decidieron que Pierre lo haría mientras que Victoria sería su copiloto y no lo dejaría chocar, sabían que era mala idea pero solo se querían ir de ahí antes de que fueran atacados por esos matones gigantes.

Pierre mandaría mañana a alguien por el auto de Yuki, pero ahora tenían otro problema, a dónde los llevarían. Lando, Charles y Yuki no sabían donde estaban sus llaves del hotel.

—¿Lando? ¿Seguro que no está en tu pantalón? —Victoria preguntaba a los tres pilotos que estaban sentados en los asientos traseros.

—Soy el rey del mundo. —El inglés comentó sacando la cara por la ventana. —No me dirás que hacer.

Victoria cerró los ojos, no había manera de que esta noche se tornara más complicada que eso.

—Será mejor que los lleves a donde me hospedo, los dejamos en mi cuarto y listo. —Victoria dijo, después de todo, ellos estaban así por ella.

—¿Segura?

—Sí, mientras menos manejes será mejor. —Pierre asintió y después de un buen rato llegaron al hotel de la rubia.

Pierre llevaba a Charles de un brazo y a Yuki cargando como un costal. Victoria se había quedado con Lando, quien traía la bolsa de la rubia colgada. Había dejado el auto en el valet y con trabajos llegaron al elevador.

Lando se había querido echar a correr tres veces y la rubia había tenido que perseguirlo mientras buscaba una forma de que ya no se escapara.

Los tres pilotos, Charles, Lando y Yuki eran unos costales de papas, y hacían mucho ruido, Victoria creía que se habían tardado más en llegar del elevador a su cuarto que del bar al hotel, pero una vez que Victoria abrió su puerta se sintió a salvo.

Bodoque estaba profundamente dormido en su cama, lo cual fue otro problema, porque al gato no le gustaba que lo molestaran mientras dormía, así que Victoria, con todo el dolor de su corazón, tuvo que moverlo, Bodoque estaba molesto, pero se movió. Más cuando vio que los invitados de su dueña no dejaban de hacer ruido.

Pierre puso a Charles y a Yuki en la cama, y Victoria fue hasta el otro lado y aventó a Lando a la enorme cama.

—Tengo calor. —Charles decía mientras intentaba quitarse la ropa.

—¡No, Charles! —Pierre lo detenía cada vez pero Vic y él estaban que se morían de risa.

—Lo bueno era que él nos iba a cuidar. —Victoria dijo siendo abrazada por Lando, parecía un niño pequeño que no quería dejarla ir.

—Es un imbécil. —Pierre dijo una vez que logró ponerle la camina de nuevo a su amigo.

—¡Oh Vic, yo siempre te he admirado mucho! —Era Lando hablando, pero Victoria no le estaba prestando mucha atención, trataba de acomodarlos de tal manera que durmieran bien.

—Gracias, Lando. —Dijo ella con esfuerzo porque todavía lo estaba moviendo.

Victoria se movió hasta el otro lado de la cama donde comenzó a acomodar a Lando, Charles ya estaba acostado en medio y Yuki en la esquina completamente dormido, de verdad parecía que se había rendido.

—Vic, si no estuvieras con Carlos me hubiera gustado invitarte a salir, soy mucho más guapo que él. —Pierre se rió fuerte al ver la cara de Victoria.

—Ay cariño, mañana te vas a arrepentir de todo lo que me estás diciendo, pero lo aprecio. —Vic le respondió amablemente a Lando.

—No, debes de saberlo, eres hermosa y yo podría ser mejor novio que Carlos. —Lando dijo, el alcohol le había quitado todas sus defensas.

—Hermano, mañana por la mañana te vas a odiar, mejor ya cállate. —Pierre se burló y de nuevo, el británico se quedó en silencio.

—¿Deberíamos quitarles los pantalones? —Ese comentario sorprendió a Pierre.

—No lo sé.

—Lo digo para que duerman más cómodos, todos traen jeans y carajo, los jeans de Charles se ven muy apretados, ¿nadie le ha dicho que los skinny jeans ya no están de moda? —Pierre rió. —¿Sabes qué? No me importa, voy a quitarles los jeans, ayúdame, pobrecitos.

Algo que aprendió esa noche de Victoria, era que a esa mujer no se le podía decir que no era tan fácil, es más, no se le podía decir que no y punto, comenzaba a compadecer a Carlos.

Así que Pierre no tuvo otra opción que quitarle los jeans a los dos pilotos mientras ella ayudaba con Lando y luego les quitaba el edredón y los cubría con una sábana.

—Debí de haber tomado una foto de ti bajandos sus pantalones, Lando estaría encantado. —Pierre comentó mientras ella rodaba los ojos.

—Cállate, pobres diablos. —La rubia dijo volteando a ver a los costales de papas.

Los tres estaban completamente dormidos.

—Ten, una sábana, ahí está un sillón, puedes dormir ahí. —La rubia le señaló el sillón que estaba al fondo, era para dos personas.

—¿Y tú dónde dormirás? —El francés preguntó y Victoria maldijo en su mente.

Ahora no podía ir a meterse al cuarto de Carlos como antes, no podía llegar y decirle a Isa "¿Me hacen un espacio en su cama?"

—A todo esto. —Pierre habló de nuevo trayéndola de nuevo al mundo. —¿Qué no duermes con Carlos?

¡Puta madre! Era cierto.

—Sí, pero no antes de las carreras, porque me gusta desvelarme, entonces, él duerme solo. —Todavía tienes el toque Vic,  se dijo al ver lo rápido que había inventado esa mentira. —Yo dormiré aquí. —La rubia señaló otro pequeño sillón al cual le quitó los cojines y los acomodó en el suelo.

Y luego se metió a su pequeño baño para también ponerse algo más cómodo, salió con una playera oversize y unos pantalones de pijama.

Pierre asintió una vez que la vio salir y entró al baño, luego fue a donde le habían indicado que podía dormir, Victoria se había robado el edredón para ella, así la cantante dormiría más cómoda.

Y así fue como terminó su noche, así era como terminaban algunas de sus noches antes, pero a veces despertaba con extraños. Al menos le había dado la experiencia completa al francés, ¿eso era lo que quería no?

Bodoque, una vez que todo mundo guardó silencio, comenzó a inspeccionar a aquellas criaturas que le habían robado el lugar en la cama de la cantante, y decidió, por alguna razón que dormiría sobre ellas.

A la mañana siguiente, una jodida alarma despertó a la rubia, era la de Charles, el maldito celular había sonado a las 7 de la mañana y al parecer, solo ella lo había escuchado, así que fue hasta donde estaba y fue a apagarlo.

Victoria estaba llena de odio a sí misma, no volvería a tomar, pero era mentira, eso se decía siempre.

—Buenos días. —Era Pierre, al parecer él también había escuchado la alarma.

—Hola. —Victoria respondió casi en un susurro, se dio cuenta que al parecer el francés también había entrado en confianza y se había quitado sus jeans y su camisa, ella sabía que era guapo, pero en ese momento solo podía pensar en un piloto en especial y no estaba en ese cuarto.

—Jodidos cabrones, siguen dormidos y apestan a madres. —La chica fue hasta la cama, era cierto, pero lo que era más gracioso era que los tres estaban casi casi abrazados y con Bodoque sobre ellos. —Ven, tomemos una foto, así podré chantajearlos con algo.

Victoria sonrió y se colocó frente a la cama con los tres niños atrás completamente perdidos y con Pierre por delante tomando una selfie.

Una vez que terminaron, alguien tocó a la puerta, Pierre fue a abrirla, pero antes se asomó para ver quien era por la mirilla, decidió que podía abrir sin problema porque era Carlos, pero lo que Pierre no pensó era que Carlos, el novio de la cantante, lo encontraría casi desnudo en la habitación de su dama. 

La cara de Carlos se contrajo y perdió color al ver ahí a Pierre sin ropa, con olor a alcohol y el cabello despeinado.

—¡¿Pierre?!—Fue el grito que hizo que Victoria se pusiera de pie.

—¡Carlos, Carlos, Carlos! Cállate. —Victoria se metió entre el francés y el español, si estaba en lo correcto, la historia nos diría que no eran los mejores amigos.

—Shhhh. —Fue Pierre ahora quien hablaba mientras se alejaba de Carlos.

—¿Cómo que cállate? ¿Qué hace Pierre aquí en tu cuarto casi en pelotas? —El enojo de Carlos era palpable.

—Si me dejarás explicarte. —La rubia no tenía cabeza para un ataque de irá de Carlos, no tenía cabeza para nada, tenía resaca y un horrible dolor de cabeza.

—Yo jamás me metería con tu chica. —Pierre explicó mientras comenzaba a ponerse los jeans.

—Ayer nos fuimos de fiesta. —Dijo la rubia susurrando.

—Sí, lo noté por tu mensaje a las 2 de la mañana, apenas y podías escribir. —Por eso Carlos había ido a verla tan temprano, quería saber que estaba bien, porque ella le había dicho que solo era una cena y cuando la rubia no le respondió los mensajes se preocupó, solo para descubrir que su noche había terminado en una borrachera con los pilotos.

Y por los close friends de Lando, había sido toda una Odisea.

—Ven. —Y sin esperar nada más, jaló a Carlos hasta su cama, donde vió a sus amigos completamente dormidos.

La cara de Carlos se llenó de sorpresa, si es que eso era posible. 

Los tres seguían completamente dormidos, Charles había jalado a Bodoque para abrazarlo como si de una almohada se tratara y el pobre gato no podía moverse. 

—¿Ves? No pasó nada, a menos que creas que Victoria y yo y ellos... todos juntos... —Pierre dijo haciendo que las dos estrellas lo voltearan a verlo mal. —Mejor me calló, pero no pasó nada.

—Carajo, dijiste que solo era una cena. 

—Y así comenzó. —Ella sonrió. —Además, no puedes decirme nada, y no quiero pelear enfrente de Pierre.

Y Carlos sabía a qué se refería cuando ella decía "No puedes decirme nada", Carlos y ella ya no eran nada, Victoria podía hacer de su vida lo que ella quisiera.

—Vale, no te molestaré más. ¿Y qué haremos con ellos? —Carlos señaló a los tres pilotos en la cama de su "novia".

—Despertarlos duh, necesitan darse una ducha y tomar algo de café, además tienen que alistarse para la carrera. —Victoria fue hasta donde estaban y les quitó la sábana dejando a los tres hombres desprotegidos.

—¡¿Ellos también están en bolas?! —Carlos preguntó al ver que sus amigos no tenían jeans.

—No sé si estás ciego o qué, pero se ve que claramente todos traen boxer. —Victoria aclaró.

—Ah no, no me veas a mí, fue idea de ella diciendo que así dormirían más cómodos. —La cantante volteó a ver a Pierre de mala manera.

—Cobarde. —Ese comentario fue para el francés. —Ahora, ayúdenme a despertarlos.

Y  como pudo, los tres levantandos comenzaron a mover a los bultos, poco a poco se fueron despertando.

—¿Es qué no viste cómo dejó la cara de tu ex novio? Sé cuando no debo de meterme. —Pierre no dejaría que Carlos lo golpeara como lo había hecho con Rogelio.

Carlos le dio una mala mirada al francés, el cual ya tenía ropa y Carlos lo agradeció, y mientras los dos pilotos comenzaban a mover a sus compañeros, Victoria comenzó a pedir servicio a la habitación. Parecía que iba a alimentar a un ejército, pero sabía que los pobres despertarían hambrientos.

—¿Dónde estoy? —Fue lo que preguntó Yuki que fue el primero en despertar.

—Buenos días, Romeo. —Pierre se burló de él mientras Victoria le daba un golpe en el brazo cómplice.

A Carlos no le gustó, no porque pensara mal de su amigo o de Vic, si no por esa complicidad que se veía que tenían, pero no dijo nada, comenzó a mover a Lando y a Charles.

El monegasco entendió que debía levantarse y también se sentó en la cama soltando a Bodoque, el cual aprovechó la situación y salió corriendo de ahí. El que dormía profundamente era Lando, pero eventualmente lo lograron poner de pie.

—Buenos días, bellos durmientes. —Victoria dijo al verlos y entonces la puerta sonó. —Amor, ¿puedes ir a ver? A lo mejor es la comida.

Carlos asintió y fue a abrir la puerta, pero quien estaba del otro lado, no era nada más y nada menos que Lucía. Carlos sonrió divertido y la dejó pasar, ¡oh ya quería ver como la agente regañaba a Victoria por desobedecer! 

La castaña entró y fue una sorpresa encontrar que en la cama de Victoria había tres hombres en bóxer, del baño salía otro con la camisa abierta y el cuarto olía a perro muerto orinado por zorrillos.

—Hola, Lucía. —Fue la respuesta de Victoria, que sostenía el bote de basura en la cara de Lando, porque parecía que el pobre iba a vomitar.

—¿No se supone que era solo una cena? —Y antes de que la rubia respondiera algo, volvió a hablar. —¿Sabes qué? No quiero saberlo, te he encontrado en peores posiciones, al menos está vez traes ropa.

Eso hizo reír a Victoria, pero no tranquilizó a Carlos, él esperaba un regaño, pero Lucía parecía tranquila con esto.

—Recuerden que tenemos que salir a las 10:30 de aquí, me avisan cuando estén listos. —Ese comentario era para ambos.

La agente salió, quería aire fresco, y Carlos fue detrás de ella.

—¿No le vas a decir nada? —Fue lo que la hizo detenerse.

—¿Debería?

—Creí que no podíamos salir de fiesta sin el otro. —Lucía trató de no sonreír, claramente le había afectado a Carlos que Victoria hubiera salido con sus amigos.

—Carlos, ya no tiene 15 años, además, dime por qué trajiste a Isa a Japón. —El madrileño se quedó en silencio. —¿Acaso no es porque sus políticas de paparazzis son estrictas? Y sabías que no iban a molestarlos tanto como si la hubieras llevado a Miami.

No era esa la razón, era la culpa de haber besado a Victoria, pero no lo admitiría frente a Lucía.

—Pero pudieron verla. —Carlos no iba a desistir a pesar de que estaba mal.

—¿Y qué iban a ver? ¿A una cantante salir con los amigos de su novio? ¿Sabías acaso que le dijo a todo mundo que estabas enfermo del estómago y que tenías diarrea? Porque eso es lo único que se sabe de su noche, además de que fueron a cenar, no hay nada sobre su fiesta, porque creo que esos idiotas se aseguraron de ir a un lugar privado.

Lucía respiró y volvió a hablar, al ver que Carlos seguía claramente afectado.

—Carlos me caes bien, pero tú y yo sabemos que algo pasó entre ustedes, y no me estoy metiendo, y no quiero meterme, pero si vas a andar de noviecito al menos no critiques la forma en la que Victoria trata de manejarlo. 

—Entiendo, no voy a hacerlo. —Carlos se sentía como un niño regañado, la agente de Vic tenía razón, como siempre. 

Y siempre lograba hacerlo entrar en razón. 

—Ahora, me voy, voy a desayunar con tu padre, Caco e Isa, si quieres venir eres bienvenido, pero creo yo, que esos 5 necesitan tu ayuda. —Y con eso se despidió.

Al momento en que el elevador se abría, sus carritos de comida iban llegando, Victoria había pedido demasiado, Carlos los hizo pasar, ya todos estaban hablando.

Los tres pilotos seguían sentados sin moverse.

—Hola Carlos, ¡Carlos! Mate. —Todos lo saludaron al notar su presencia.

Mientras que Pierre y Victoria les servían café y se los entregaban.

En cuanto Victoria fue con ellos, Pierre aprovechó para acercarse a Carlos.

—Espero que esto no cause una pelea, pero solo quiero decir que fue mi culpa, yo insistí en hacer que saliéramos de fiesta. —El francés le dijo discretamente mientras Vic le ponía azúcar al café de Yuki.

—No te preocupes hermano, si de algo conozco a mi mujer es que no puedes obligarla a nada, y no habrá pelea, estamos bien. —Ambos pilotos asintieron y Pierre le ofreció café como ofrenda de paz.

—¿Por qué no tenemos pantalones? —Charles preguntó al entender por qué sus piernas estaban desnudas.

—¿Y por qué estamos en este cuarto? —Fue ahora Lando quien preguntó.

—¿Y de quién es este número? —Yuki terminó y Victoria y Pierre no pudieron contener su risa.

—Lando, Victoria dijo que lo mejor sería traerlos todos aquí, pues cuando les preguntamos por sus hoteles dijeron "Soy una persona del mundo, déjenme en la calle y lárguense" solo para después quedarse completamente inconscientes. —Pierre tomaba un pan del carrito. —Y Charles, Victoria también dijo que deberíamos quitarles los jeans para que durmieran más cómodos, no se preocupen, se los quité yo, malditos bastardos.

>>Menos el de Lando, ese lo quito Vic. —Pierre comento mientras el inglés se ahogaba con su café y derramaba un poco sobre Charles.

—¡Imbécil! —El monegasco se quejó en cuanto le cayó el café. 

Eso de cierta forma hizo sentir mejor al madrileño que no se movía de su lugar mientras veía al nuevo grupo de amigos interactuar, se divertía viéndolos actuar como tontos.

—Y Yuki, ese número es el número de una chica que te estabas besando en los baños de mujeres, casanova. —Pierre le dio unas palmadas al chico mientras se sonrojaba un poco. —Que por cierto, casi nos golpean por eso. 

—¿Pues qué tanto hicimos? —Lando volvió a preguntar,no se acordaba de mucho.

—¿Acaso no recuerdas cuando le dijiste a Victoria que tú serías mejor novio que Carlos? —Pierre había querido sacar ese comentario desde que vio entrar al madrileño y ahora lo habrá hecho.

—¿Yoooo? —Lando estaba muy apenado y aunque sí se acordaba, prefirió fingir demencia.

—Oh sí, fue la mejor declaración de amor que me han dicho. —Victoria quiso seguir molestando al británico.

—Eso no suena a mí porque yo respeto mucho su relación, pero es verdad, soy un romántico de corazón. —Todos rieron mientras Lando trataba de fingir que no se estaba muriendo por confesar su amor a su crush de años, que además le había visto sus bóxers del Mario Bros. 

Carlos solo estaba ahí, viéndolo "mal" y negando con la cabeza, pero en el fondo se sentía molesto por no haber ido, Victoria le había dicho en Mónaco que Yuki los había invitado, y se lo repitió en Londrés, pero él había preferido a Isa, y ahora parecía que se había perdido una gran fiesta.

Victoria fue hasta donde estaba Carlos tomando un poco de café, se mantenía alejados para no molestar al grupo, pero aún así, Victoria lo buscó.

—¿Te divertiste? —Fue lo que le preguntó Carlos a Victoria mientras que sus amigos comían de lo que ella había pedido.

—Sí. —Las dos estrellas se habían mantenido lejos para tener un poco de privacidad. —No fue así como lo planeé pero me divertí.

—Que bueno. —Entendió que no iba a torturarla por salir de fiesta, ella también merecía diversión. —Siento no haber ido contigo.

—Oh no te preocupes, tenías planes ya y bueno, los chicos me cuidaron muy bien. —Victoria le dio un trago a su café.

—Sí, apuesto a que sí, más Lando ¿no? —Eso hizo reír a Victoria.

—Vamos, no seas malo con él, es un niño.

—Es un año mayor que tú. —Carlos dijo, haciéndole ver que no era un niño.

—Sí bueno, es muy joven para mí, a mi me gustan más viejos. —Ella sonrió haciendo que el madrileño lo hiciera también.

—No dejaré que te quedes sola con mi padre de nuevo. —Victoria abrió la boca con sorpresa.

—Eres un cabrón, jamás me metería con tu padre. ¡Dios! Carlos aleja esa imagen mental de mí. —Esa reacción hizo reír al madrileño, al menos le gustaba que él siguiera siendo el único Sainz en su vida.

Una vez que ellos dos se calmaron, Carlos rompió el silencio.

—Le diré a Isa sobre Monza después de la carrera. ¿Te molesta? —Victoria no lo volteó a ver mientras pensaba. 

—Me incomoda un poco, sin embargo creo que es lo mejor que puedes hacer. —Victoria tomó de su café. —Y si quieres que le diga algo, solo dímelo.

—No, esto es algo que tengo que hacer. Te lo digo porque tienes razón.  

—Yo siempre tengo razón. —La cantante dijo mientras veía a Bodoque huir de Lando. 

—La culpa... solo no debí. —Victoria en ese momento volteó a ver a Carlos y sonrió. —No me arrepiento del beso, pero si un poco de la forma en la que sucedió. 

—Sí, yo también, no quiero volver a meterme en otra relación, no por como me vaya a ir a mí. —Carlos la volteó a ver. —Más bien, porque no quiero lastimar a nadie más. 

—Comprendo. 

—Gracias por quedarte con nosotros, no iba a poder sola con esos 4. —Vic sonrió sincera. —Te los regreso.

Carlos sonrió mientras con su brazo empujaba un poco a Vic y ambos sonreían.

—¡Es cierto! Casi se me olvidaba. —Victoria gritó poniéndose de pie y entregándole agresivamente la taza de café vacía a Carlos.

Todos los pilotos la vieron con sorpresa.

—¿Qué? —Preguntaron al unísono.

—¡Yo tengo gomitas! —Y Victoria fue hasta su bolsa, donde tenía las gomitas de lombrices sueltas, habían dejado un montón de azúcar y estaban algo duras, pero estaban buenas.

La rubia comenzó a comerlas al instante, mientras Carlos negaba con la cabeza y le regalaba una mala mirada.

—No puedes desayunar eso, ahí hay comida, escoge algo y todo mundo termine  de comer que tienen que volver a su hotel, darse dos baños e ir a correr. —Los pilotos con resaca lo vieron mal. —Vamos chicos ¡Es día de carrera!

Todos se quejaron en voz alta, el hombre tenía mucha energía, pero obedecieron, después de todo, ellos sabían que tenían carrera y habían accedido ir con la rubia. 


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Bueno gente, como siempre espero que les haya gustado y si ven errores fue porque, como últimamente lo he hecho, lo terminé a la mera hora. 

Como siempre las invito a platicar en el instagram:

JavaddMad

Y nos vemos el siguiente viernes, las amo

Fer <3   

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