Capítulo 36 [Lucha de Egos]

A la mañana siguiente, Victoria estaba terriblemente cansada, moría de hambre y tenía que encontrarse con el equipo para desayunar y luego asistir a las prácticas, Lucía no la había dejado quedarse a descansar y llegar más tarde a la qualy, tenía que ir desde temprano.

Se había quedado dormida haciendo que su tiempo para arreglarse fuera menor, mientras se bañaba se dio cuenta que todavía tenía algunas marcas de las uñas de Cleo en sus brazos, así que se tuvo que poner una playera de manga larga, lo malo, le quedaba larga en la zona del escote y se bajaba de más, así que tenía que tener cuidado si no quería fotos de su brassier en todo internet.

Al abrir la puerta se espantó al ver a Carlos parado esperando por ella, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a regresar a ella, como Cleo la había marcado como si fuera de su propiedad, y aunque Carlos y ella no tenían nada que ver, los nervios de Victoria estaban presentes.

—¡Carlos! Que susto. —Victoria llamó la atención del piloto.

—Hola. —Carlos guardó su celular en cuanto escuchó la puerta abrirse y le regaló una sonrisa amable, había visto muchas por parte del madrileño.

—¿Pasó algo? ¿Por qué estás afuera de mi cuarto como si fuera a escaparme? —Victoria preguntó extrañada pero tratando de bromear con el piloto para aligerar el ambiente que solo ella sentía pesado.

—No quería bajar a desayunar ahora, así que decidí esperarte. —Ella se rió de él.

—Eso no responde la pregunta de qué haces aquí. —Victoria estaba analizando la situación, ¿Carlos sabía lo que había hecho? No, se veía tranquilo, nervioso pero tranquilo.

Carlos jugaba con sus manos y Victoria quería saber que era lo que él pensaba.

Porque por más que ambos quisieran negarlo, la química seguía ahí, la electricidad se sentía en el aire, era palpable, pero esta vez era la primera ocasión en donde Victoria se sentía culpable de sus acciones.

—No lo sé. —Carlos no tenía una verdadera razón para estar ahí, solo quería estar. —Solo quería hablar contigo antes de ir con los demás.

—¿Hablar? —Victoria seguía tratando de actuar como si nada hubiera sucedido, tal vez así no la descubriría.

—Felicitarte por la cita con la nueva disquera, te lo mereces. —Carlos guardó sus manos en sus bolsillos, Victoria no era la única nerviosa.

Ella sonrió sinceramente.

—Gracias, aunque todavía no resuelve mis problemas. —Ella dijo, no quería ilusionarse y terminar peor de lo que ya estaba.

—No pienses así, debes de pensar que vas a lograrlo. —Carlos mencionó y ella no pudo evitar sonreír de nuevo.

Las dos estrellas estaban a mitad del corredor, no había ni un alma a su alrededor, podrían entrar al cuarto de la rubia y terminar con esta tensión, pero Victoria se detuvo antes de hacer algo completamente estúpido.

¿Es qué acaso no había recibido suficiente atención ayer?

Además, ella había sido la otra sin saberlo y lo odió, la destruyó, no sería la amante de nuevo, porque ahora lo sabría desde el comienzo y sería peor, ella no era así.

Victoria veía a Carlos, estaba usando una playera blanca de la marca de ropa de Ferrari junto con unos jeans y tenis.

—¿Solo venías a eso? —Victoria preguntó esperando que eso lo impulsara a hablar más con ella.

—También venía a decirte que en verdad espero podamos volver a ser buenos compañeros. —Carlos miraba al suelo, tenía miedo de ser rechazado por la cantante, aunque sabía que ella estaba en todo su derecho para hacerlo.

Victoria estaba tratando de analizar sus palabras, sonaban sinceras.

—¿Lucía te hizo hacer eso? —La rubia conocía a su manager y sabía que por el bien de la relación pública, ella los haría a llevarse como antes.

—No, pero de verdad odio esta forma en la que nos hablamos parecemos robots, entiendo que puede ser complicado entre ambos por mi culpa y no te culpo si no quieres hacerlo, solo creo que sería lo mejor tratar de ser amigos. —Victoria se quedó callada, al parecer Lucía no estaba detrás de Carlos moviendo los hilos.

Ella había volteado hacia otro lado en el momento en el que Carlos había alzado su mirada hacia la cantante. Victoria comenzó a rascar su brazo sobre la manga como si los rasguños de Cleo le quemaran la piel.

—¿Amigos? Claro, puedo hacer eso. —Victoria sonrió hablando por impulso, no lo había pensado suficiente, pero así era ella ¿no?

—Gracias, sé que no lo merezco. —La incomodidad seguía ahí, pero Victoria sabía como romperla.

—Carlos, por favor deja ya de torturarte, solo porque no pudiste corresponderme no significa que tengas que martirizarte por eso, solo...olvídalo. —Victoria rodó los ojos, ella odiaba que Carlos siguiera hablando del tema, solo la hacía sentir más patética de lo que ya se sentía.

Prefería la indiferencia de Carlos que su lástima.

—Está bien, ya me callo. —Carlos alzó sus manos en forma de rendición haciendo que Victoria se riera de él.

—¿Sabes? Pensaba ver las pruebas en el garaje de Lando, me invitó la última vez que hablamos y no sé, creo que sería divertido. —Victoria había hablado con sus niñeras sobre eso y aunque a Caco no lo hacía muy feliz, le habían dado permiso.

—Claro, además podrías entrar y robar todos sus secretos. —Carlos bromeó tratando de mantener ese nuevo humor entre ellos aprovechando la oportunidad que Victoria le había dado al decir que lo olvidara.

—No creo que me dejen acercarme pero lo intentaré. —Las dos estrellas comenzaron a caminar hacia el elevador para ir a desayunar, pues a ambos les había llegado un mensaje en el grupo. —Prometo que te buscaré en cuanto terminen.

—Ok, seré el del auto rojo. —Carlos dijo en forma de broma.

—¿El del auto rojo? No podría confundirte con nadie más aunque quisiera. —¡Victoria cállate! Se dijo en su mente. —Además, con esos bonitos trajes amarillos, sería estúpida si no te encontrara.

—No te burles, ya tengo suficiente con todos los memes que nos hicieron. —Carlos rodó sus ojos fingiendo estar harto, pero en el fondo le gustaba que ella lo molestara, era signo de que entre ellos todo estaría bien.

El elevador se abrió y los dos entraron riendo recibiendo algunas miradas curiosas de los que estaban ahí.

—¿¡Qué?! No miento, en verdad creo que se ven hermosos de amarillo. —Victoria rió.

—¿Hermosos? —Carlos preguntó sin entender el plural.

—Claro, Charles también se ve bien.

—Ah claro, Charles. —Carlos fingió que ese comentario no le había molestado un poco, ya no podía hacer eso, pero la costumbre a veces le ganaba.

Después de eso, hablaron de una serie que ambos veían y compartían sus teorías hasta llegar al comedor, donde Caco, Lucía y Rupert los esperaban.

Lucía sonrió complacida al verlos entrar hablando tranquilos, al menos ya hablaban, todavía hacía falta trabajar con esa falta de contacto entre ellos y la forma en la que actuaban como si el otro les diera descargas eléctricas mortales.

Sin decir nada más, se sentaron a comer y a integrarse al grupo, era bueno recuperar esa familiaridad que ambos tenían.

—Vale, creo que ya deben de irse. —Lucía decía revisando la hora en la pantalla de su celular y asegurándose que no fueran tarde.

Los 5 estaban terminando de desayunar, luego irían al paddock de Monza, Victoria lucía un lindo outfit rojo (la playera de manga larga que no podía quedarse en su lugar, lo más seguro es que bodoque la hubiera estirado) que combinaría con el equipo, por otro lado, Carlos ya había cambiado su playera blanca por su playera amarilla, a la agente de la cantante no le agradaba para nada y la cara que puso al verlo por primera vez fue demasiado graciosa.

—Ay cariño, pareces un plátano. —Esa fue parte de la despedida por parte de la castaña mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla y acomodar su cabello como una madre lo haría.

—¿No vas a venir? —Carlos preguntó extrañado.

—Iré a la carrera, pero hoy no. Quiero descansar de ustedes dos, además, ayer aquella me hizo desvelarme.— Lucía señaló a Victoria que estaba perdida en su celular. —Y los dos hacen que me estrese con sus cosas, de todos modos, hoy le toca a Caco encargarse de ustedes, a ver si logra que no se maten. —Victoria y Carlos se rieron por el comentario de Lucía.

—¡Hey! Soy una excelente niñera. —Caco salió de la nada para defender su honor.

—Vemos. —Lucía dijo mirándolo con superioridad. Luego, fue a despedirse de su cliente. —Con cuidado y no sé te olvide que te quieren entrevistar, Caco estará contigo en todo momento.

—Estaré bien.

—Sabes exactamente que decir, no quiero errores de principiantes. —Lucía la señaló con un dedo, era casi una amenaza. —Bye Rupert, un placer como siempre. —Y con eso, Lucía se fue directo a comenzar su día en el Spa.

Las dos estrellas fueron al Lobby a esperar que el Valet trajera el Ferrari que le prestarían a Carlos este fin de semana. Rupert y Caco estaban hablando esperando su auto, ellos irían detrás de la pareja.

Victoria estaba viendo al piloto, quién tenía una cara de concentración, claramente sus pensamientos estaban muy muy lejos de ahí.

—Puedo sentir tu mirada, ¿qué pasó? —Lo dijo sin siquiera volteara verla, ella rió por su comentario.

—Nada, es que con ese bonito color amarillo no puedo dejar de mirarte. —Victoria lo dijo con tono inocente actuando ingenua.

—No te burles. —De nuevo lo dijo en tono serio.

—¿Qué? En verdad resalta tu piel bronceada. —Ella se puso frente a él y comenzó a acomodarle el cuello de la polo que estaba mal doblado.

Lo cierto era que aunque sabía que no debía, en su subconsciente la rubia buscaba formas de tocar al piloto, por ejemplo con algo tan simple como acomodar el cuello de su camisa, o tomarse de las manos, se sentía estúpida pero no podía controlar sus sentimientos por más que trataba y buscaba a Carlos como si de una polilla a una luz se tratara.

Una vez que estuvo listo ella se alejó y el auto llegó.

—¡No puedo creerlo! Ferrari te da sus mejores autos. —Victoria mencionó viendo con admiración al auto frente a ellos.

—Es un Ferrari F8. —Carlos presumía con su pecho inflado por el orgullo que representaba ser parte de la escudería.

—¿Puedo conducirlo? —Victoria preguntó sin dejar de ver al coche.

Carlos se vio sorprendido de que ella quisiera conducir, pero con un auto como ese frente a ella,  ¿cómo no querer hacerlo?

—No lo sé, ¿no lo vas a chocar?

—Oh vamos, la pista no está muy lejos de  aquí, además estuve practicando en Madrid cada que llevaba a Bodoque a revisiones a la veterinaria y mientras no encontremos una glorieta puedo hacerlo, por favor. Me lo debes por perder a mi gato. —Ella suplicó haciendo un puchero y poniendo sus mejores ojos de súplica, Carlos era un hombre débil pues nunca podía decirle que no a la rubia.

—¿Seguirás chantajeándome con eso? —Él preguntó esperando conseguir más tiempo.

—Sí sigue funcionando, sí. —Victoria sonrió inocente.

—Vale, te dejaré conducir, pero con cuidado. —Carlos le entregó las llaves y él se cambió del lado del copiloto.

—¿Qué creen que hacen ustedes dos? —Caco llegó con ellos al ver que ninguno se había subido al auto.

—Victoria conducirá, no te preocupes. —Carlos lo trataba de calmar.

—La última vez que condujiste tuve que ir por ustedes porque destruiste su golf. —Caco señaló a la rubia con autoridad, pero ¿a quién engañaba? A la única persona que las dos estrellas obedecían era a  Lucía. —Está bien, con cuidado, no queremos que nos lo carguen a la tarjeta.

—¡Yay! —la rubia dió un brinquito de felicidad y se metió al lado del piloto. —Será mejor que pongas google maps o no vamos a llegar. —Carlos la obedeció.

En cuanto encendió el auto, Carlos sabía que había sido una pésima idea haberle dado las llaves, la rubia había tomado un poco de seguridad a la hora de manejar y había comenzado a conducir por las calles de Monza como si ella fuera la única conductora.

—Escucha como este bebé suena. —La cantante decía acelerando haciendo rugir el motor.

—Creí que no te gustaba conducir. —Carlos la miraba divertido mientras ella disfrutaba de estar detrás el volante.

—Bueno, cuando se trata de una belleza como esta puedo hacer una excepción.

Victoria aceleró en cuanto el semáforo se puso de color verde y no dejó de hacerlo.

—¡Vic! ¡Frena! Frena, ¡Aaaahhh! —La cantante no le hacía caso y Carlos no quería morir ese día.

Ella iba rebasando por la izquierda, por la derecha, no le importaba, sabía que podían haberlos detenido y entregado una multa, pero al parecer la rubia tenía suerte porque ningún oficial de tránsito se había aparecido.

—Vic, en serio, frena por Dios. —Carlos se venía agarrando de su asiento o de donde pudiera mientras esperaba que esto terminara bien para ambos.

Se tardaron menos tiempo en llegar al estacionamiento que lo esperado, Victoria había llegado haciendo un ruido monumental con el motor del auto llamando la atención de todos en el estacionamiento y en cuanto llegaron algunas cámaras ya les estaban apuntando, la sorpresa del día fue verla a ella salir del lado del piloto.

—Creo que nadie se esperaba que fueras tú quien manejaba como desquiciada. —Carlos le dijo de tal forma que solo ellos escucharan y ella rió.

—¿Qué tal lo hice?

—Recuérdame llevar casco la siguiente vez que me suba a un auto contigo.

—Vamos, no manejo tan mal, exagerado. —Ella decía mientras le entregaba las llaves del auto, Carlos las recibió y la pareja se agarró de las manos para entrar al paddock como ya era costumbre.

—Manejas como si quisieras quitarme mi trabajo. —Victoria sonrió ante aquel comentario.

—Me halagas.

Por fin entraron al paddock con sus pases en el cuello y las pocas cámaras que los seguían se habían duplicado y conforme avanzaban, más se agregaban, además de los fans que los buscaban.

—Vamos. —Carlos no la soltaba, en ese mar de flashes y gente, podía perderla fácilmente, o alguien podría empujarla.

Los fotógrafos les hablaban para producir una reacción, al menos no eran groseros con ellos como los paparazzis, sumando a eso algunos fans se acercaban a ambos y pedían fotos o que Carlos les firmara sus gorras, en general pedían más la atención de Carlos.

—¿Carlos, ya listo para el día de hoy? —Un fotógrafo le gritó y él sonrió asintiendo.

—Vic ¿Qué tal se siente conducir un Ferrari? —Ahora fue ella quien sonreía.

—Es que yo ya sé como manejar a un Ferrari. —Victoria respondió riendo coqueta y regalando un guiño para las cámaras, estaba claro que ella no se refería al auto, algunos de la prensa lo captaron y se rieron mientras anotaban o graban los que ella decía.

—¡Victoria! —Carlos le susurró al oído algo sonrojado.

—Vic, ahora te tocó a ti ser chofer de Carlos. —Aseguro otro cambiando de tema.

—Solo porque este fin de semana es especial. —La rubia respondió con una sonrisa y en cuanto ella interactuaba con la cámara se podía escuchar los clicks a toda velocidad.

—Ya le tocaba a ella consentirme. —Carlos completó el comentario, la pareja siguió caminando hasta el motorhome.

—Carlos felicidades por la renovación del contrato. —Carlos agradeció con un gesto de cabeza y una sonrisa.

El tema del contrato había sido anunciado el día de prensa al que Victoria no había podido asistir.

Al entrar comenzaron a saludar y se sentaron en una mesa a esperar lo siguiente, 10 minutos después Caco y Rupert llegaron.

—¿Qué parte de con cuidado no entendieron? —Fue el primer regaño que recibían de parte del agente ese día.

—No me veas a mí, fue ella la que iba conduciendo. —Carlos respondió riendo, la rubia lo miró mal por dejarla sola por la borda. 

—¿Y quién le dio las llaves? —Está vez Victoria sonrió, al menos el regaño era parejo.

—Ay Caco, solo aceleré un poquito. —Victoria se excusó lo mejor que pudo esperando que Caco los perdonara como siempre lo hacía.

—¿Poquito? —Rupert dijo con sarcasmo. —Victoria, casi te subes a la banqueta.

Las dos estrellas se voltearon a ver y se rieron.

Charles que había llegado desde hace rato, se acercó a ellos al escuchar sus voces, él también traía puesta la bonita playera amarilla.

—Hello guys. —El monegasco saludó en general.

—¡Charles! Qué guapo te ves. —Victoria brincó hasta llegar a donde él estaba, lo saludó con un abrazo y un beso en la mejilla, Carlos no dijo nada de la proximidad de los dos pero los observaba casi sin parpadear.

—Gracias Vic, tú igual. —Los dos se separaron y Charles notó la mirada fúrica que el madrileño le lanzaba, la verdad la daba risa verlo fruncir el ceño cada que alguien se acercaba a la rubia. —No te enojes, mate, tú también te ves muy guapo, ¿Y qué hacen?

—Estábamos siendo regañados. —Ella respondió con una sonrisa burlona mientras veía a Caco.

—Claro, sí vi cómo llegaste, primero dije ¿Carlos? y luego me sorprendí al ver quien eras tú quien se bajaba. ¿Acaso quieres robarte nuestro lugar?

—¡Eso fue lo que dije! —Carlos habló y los tres rieron, Rupert se les unió. 

—Claro, estoy segura que lo haría mejor que ustedes dos. —Los dos pilotos se voltearon a ver ofendidos mientras Rupert y Caco eran ahora los que reían.

Los dos pilotos de Ferrari fueron a cambiarse, tenían que cumplir con algunos pendientes antes de calentar y comenzar las últimas prácticas antes de la Qualy.

Victoria vería las prácticas en el garaje de McLaren, al parecer Lando mandaría a alguien por ella, pero mientras tanto estaba esperando en la sala de visitas del motorhome de Ferrari.

Este fin de semana las cámaras de Drive to Survive estarían con ellos, así que la pareja tendría que ser más cuidadosa sobre lo que decían y lo que hacían, en una de esas, podrían darles demasiado material para la serie o podrían escuchar algo que no debían.

Victoria estaba sentada en uno de los sillones viendo su celular y subiendo algunas historias a su Instagram, órdenes de Lucía, luego se puso a jugar. Carlos llegó y la vio, trató de no hacer ruido hasta estar frente a ella para poder asustarla.

—Ya nos tenemos que ir. —Carlos habló pero Victoria no alzó la mirada de su celular, lo había escuchado subir las escaleras.

—Dame un segundo, estoy terminando una cosa. —El piloto se asomó a ver que era tan importante, rodó los ojos al ver como estaba jugando scrabble.

—Estás jugando. —El piloto en un movimiento rápido le arrebató el celular de las manos.

—¡Carlos no! —Ella se puso de pie de inmediato y se estiró para alcanzarlo, pero el piloto era más alto que ella y no podía lograrlo. —Lucía me va a ganar y me vas hacer perder, no he perdido en 5 partidas.

Victoria no lo pensó y se subió al sillón donde estaba sentada para por fin poder alcanzar el teléfono, Carlos se estaba riendo hasta que vio que en verdad podía lograr recuperar su celular, así que se dio la vuelta dándole la espalda y tratando de alejarla lo más que pudo del celular.

La cantante, de nuevo, sin pensarlo se subió a la espalda del piloto, quien con una mano intentaba no caerse.

—¡Carlos dámelo! —Ella seguía tratando de recuperar el celular.

—Oblígame. —Lo que había iniciado como una inocente travesura se convertía en una competencia a muerte por la necesidad de ganar de ambas estrellas. —¿Me acabas de morder el hombro? —Carlos preguntó sorprendido y algo espantado, sabía que no debía meterse con ella.

—No me importa jugar sucio. —Victoria no se disculparía por morderlo de forma agresiva.

—Sí, ya ví, estás loca, mujer.

Eso era lo malo de que ambas partes fueran así de competitivas, ninguno iba a ceder. Carlos estaba dando vueltas con la cantante trepando por su espalda.

Estaban a punto de perder el equilibrio cuando alguien más llegó hasta donde estaban, era Charles quien se había quedado congelado en su lugar al ver la imagen que se acaba de encontrar:

A Victoria trepada sobre la espada de Carlos como si de un mono capuchino se tratara.

—¿Chicos? —El piloto monegasco trató de obtener su atención de forma tranquila, no quería meterse en lo que fuera que estuviera sucediendo.

Pero verlos era como ver un accidente de tráfico, no podía quitarles la mirada de encima.

—Ahorita no Charles. —Carlos dijo como si nada estuviera sucediendo pero sin bajar la guardia y alejando más el celular.

—¡Charles! Quítale el celular y dámelo. —Victoria le ordenó al monegasco.

—¡Oh! ¿La princesa no puede sola? —Carlos dijo haciéndola molestarse más.

—¡Charles! Ni se te ocurra acercarte, le quitaré el celular yo sola.

—No planeaba acercarme, solo para decirles que tenemos que irnos ya y que alguien de McLaren esperando a la señorita Ellis para llevarla al garaje del equipo. —Después de decir eso, se fue de ahí dejando a la parejita con sus juegos raros.

Victoria tomó la gorra de Carlos y la aventó al suelo, para así poder poner una de sus manos alrededor de sus ojos y cegarlo, una vez que lo neutralizó, pudo quitarle el celular de las manos. Y una vez que lo había recuperado se bajó de la espalda del piloto.

—Eres una salvaje. —El madrileño dijo yendo a recoger su gorra del suelo.

—Y tú eres una mala persona, por tu culpa Lucía me ganó, ya estarás contento. —La rubia bloqueó su celular, ya no tenía caso.

—Fíjate que sí, estoy muy feliz de que perdieras, después de que me cegaste y me mordiste, eso fue trampa. —Victoria sonrió complacida con ella misma.

—Así es como le hago cuando Bodoque se mete cosas a la boca que no debería. —Carlos hizo una cara de estar ofendido al haber sido comparado con el gato de la cantante.

—No importa, trampa es trampa. —Carlos se acomodó su cabello y se colocó de nuevo la gorra.

—Yo jamás dije que jugaría limpio. —Victoria también se acomodaba su atuendo y su cabello.

Al haber estado cegada por la desesperación de recuperar su celular, no se había dado cuenta de que una de sus mangas de la playera se había alzado hasta su antebrazo y su escote se había destapado solo un poco.

—¿Acaso fui yo quien te rasguñó así? —Carlos preguntó espantado creyendo que su pelea por recuperar el celular la había lastimado.

Victoria se acomodó el escote primero y luego se odio por no cubrir bien sus brazos.

—No, no fuiste tú. —Victoria se puso pálida. —Fue Bodoque, ayer que llegué de la fiesta se enojó conmigo porque lo desperté y lo quise mover de la cama.

Carlos frunció el ceño, Bodoque nunca había lastimado a Victoria.

—¿Estás bien?

—Sí, solo que Bodoque anda algo sensible, no te preocupes, no me duele. —La rubia sonrió inocente y se acomodó la manga cubriendo de nuevo los rasguños.

Al estar tan distraída por estar jugando y luego por cubrir sus actos con sus mentiras, Victoria no se había dado cuenta que Carlos ya se había puesto su traje amarillo de piloto, lo tenía desabrochado hasta la cintura y tenía a la vista su protector contrafuego, había sido cambiado de rojo a negro.

Ella fue ahora quien se quedó congelada, ese color en verdad que le sentaba muy bien, no el amarillo pero el negro, los pensamientos de Victoria se estaban desviando pues se imaginó quitándoselo y aventándolo al piso de su cuarto de hotel, despeinado su lindo cabello y...

—¿Victoria? —La voz del piloto la trajo de vuelta.

—¿Eh?

—¿A dónde te fuiste? —Carlos se rió de ella, pero Victoria no respondió. —Que ya debemos de irnos. —Ella asintió, tomó su bolsa y comenzó a caminar detrás de Carlos.

—Deberías cambiarte la gorra hacia atrás. —La cantante mencionó casualmente.

—¿Y eso? —Carlos preguntaba con curiosidad.

—Te hace ver mejor, además hace que la gente disfrute tu cara, deja que los fans te vean, se lo merecen. —Ella sonrió y antes de salir del motorhome, de nuevo lo ayudó con su vestuario, está vez cambiando su gorra de lado.

Carlos no decía nada, solo obedecía, siempre obedecía cuando Victoria pedía algo, ¿Por qué? Ni él lo sabía, solo se dejaba manejar.

Después, la pareja salió para encontrarse con Charles quien se burló de ellos, pero las estrellas no le hicieron caso, solo siguieron caminando mientras fingían que las cámaras no existían.

La chica de McLaren estaba ahí esperándola con una sonrisa.

—¿Crees que podamos ir con ellos hasta el garaje de Ferrari y ya de ahí nos vamos? —Victoria preguntó y la mujer aceptó. —Gracias.

—Qué clase de juego previo tan raro tienen ustedes dos. —Charles se reía mientras hacía ese comentario sugestivo haciendo alusión a los juegos previos al sexo.

—Oh no tienes la menor idea. —Victoria respondió siguiéndole el juego y regalándole un guiño haciendo que de nuevo, Charles se quedara con la boca abierta y los ojos apunto de saltar.

—¡Victoria! —Carlos se había sonrojado por completo, tal vez los dos pilotos de Ferrari no traerían el rojo en sus uniformes pero era claro que no hacía falta, porque el rojo estaba en sus caras. —¡Las cámaras! 

Ella solo reía divertida y burlona al verlos, ninguno sabía qué responder.

—Suerte chicos, nos vemos en un rato.

Los dos pilotos se fueron riendo de ahí para comenzar las pruebas, y Victoria se fue al de McLaren.

Al entrar al garaje del equipo inglés, estaba claro que ella no era vista como la novia de Carlos Sainz, era vista como una estrella invitada, la hicieron tomarse fotos con los pilotos y algunos de los mecánicos e ingenieros le pidieron fotos y autógrafos.

—¿Qué te parece? Mucho mejor ¿no? —Lando le preguntó en un momento que pudieron hablar más tranquilos.

—Me encanta, muy lindo y muy limpio. —Victoria no sabía que decir, para ella que no sabía mucho del deporte los dos garajes eran iguales, solo de dos colores diferentes.

—No tienes la menor idea ¿verdad? —El piloto inglés preguntó burlón mientras ella negaba y ambos reían.

—Que salga con Carlos no significa que sepa de deportes, solo lo que él me dice. —Victoria confesó divertida mientras Lando rodaba los ojos riendo.

—Vale, te explicaré un poco antes de que tenga que ponerme a trabajar. —Lando era diferente cuando estaba a trabajando. —Pero primero, quítate esa gorra.

Victoria sonrió divertida quitándose la gorra de Ferrari y guardándola con cuidado en su bolsa, el británico le entregó una de sus gorras naranjas con el número 4 y como broma la firmó poniendo: "Para mi más grande fan. - Lando" y un bello corazón.

—Gracias, la atesoraré por siempre. —Victoria se la puso y estaba lista para la explicación.

—Estoy seguro que sí, es invaluable. —La cantante se rió burlona por ese comentario. —¡Lo juro! Gente mataría por esa gorra.

—Vale, ¿pero me vas a explicar o vas a seguir presumiendo?

—Ya voy, ya voy.

Victoria podía observar como Lando se tomaba las cosas con seriedad, era como entrar en otra mentalidad, le explicaba lo que podía y Victoria escuchaba regalándole toda su atención, el equipo de marketing aprovechó para grabarlos y tomarles todas las fotos que podían, después de todo, todo mundo sabía que una foto con Victoria Ellis hacía que la gente te volteara a ver.

Después de un rato, Lando se tuvo que ir y las prácticas habían comenzado.

Varias cámaras de Sky Sports la habían grabado ahí, estaba segura que cuando la entrevistaran preguntarían porqué se había ido con la competencia, pero no importaba, no estaba haciendo nada malo.

Estaba aburriéndose un poco, pues normalmente tenía a Caco o a Rupert para hablar con ella, pero esta vez estaba completamente sola.

Una vez que las prácticas terminaron, Victoria se tuvo que despedir, porque tenía que regresar con Carlos.

—Gracias, me encantó venir. —Victoria dijo quitándose la gorra y lista para salir de ahí mientras Lando le decía que la vería después y se despedía con un abrazo y un beso.

—Bye cariño, me saludas a los perdedores. —Ella asintió y se alejó.

Al salir del garaje del equipo inglés se fue a encontrar con Caco, que le había mandado su ubicación, estaba en un puesto de comida que se encontraba en el paddock.

Victoria caminó hasta ahí y fue con Caco quien ya estaba ahí, la cantante se puso a su lado como de costumbre.

—Hola, Caco.

—Hola, Vic, haciendo tu nombre tendencia como siempre, todo mundo te vio en McLaren. —Ella sonrió mientras le enseñaba su gorra. —Linda, pero tendrás que regresar a la del mejor equipo.

—Oh, pero no tengo la de Mercedes. —Ella respondió burlona mientras Caco la veía mal.

—Ja. Te vas solo a unas prácticas a otro equipo y regresas siendo toda una comediante.

Luego siguieron hablando tranquilamente, le dijo que las pruebas habían ocurrido sin problemas y que los dos pilotos se habían ido a grabar algunas cosas, conocer a algunos fans, hacer tiktoks lo que fuera que les pidieran antes de la Qualy.

—¿No comes la comida de Ferrari? —Victoria preguntó curiosa.

—Sí bueno, aquí tienen buen pan y se me ha antojado.

Caco y Victoria esperaban su comida para pasar el rato, cuando unos productores se acercaron con el español.

—Nos gustaría que Victoria dijera unas palabras para el show, en cómo ha sentido la temporada de Carlos o como manejan su relación con tantos viajes, algo por el estilo. —La cantante estaba tratando de escuchar desde donde estaba pero como estaba esperando su café no podía escuchar del todo bien.

—No lo sé, déjame preguntarle y te aviso ¿vale? —El productor se fue y Victoria fue con Caco. —¿Quieres hablar para DTS?

—No.

—¿Segura? Sería buena publicidad. —Caco aceptó el pan que la chica le había entregado.

—Caco, piénsalo, DTS sale hasta el siguiente año, Carlos y yo ya no estaremos juntos para entonces, no quiero que la gente vea eso. —Victoria le dio un trago a su café y de inmediato se sintió feliz, si no podía fumar al menos el café le ayudaba.

—Dios, soy malísimo en estas cosas de relaciones falsas, porque en mi mente parecía una excelente idea. —Victoria rió. —Lucía me hubiera matado.

—No creo que te hubiera matado, pero no le veo el caso, no cuando sale hasta después.

Los dos siguieron caminando para regresar al motorhome de Ferrari, algunas personas le pedían fotos a Victoria y ella trataba de hacer las más que pudiera, pero sin dejar de caminar porque si no, la podrían retener ahí por horas.

Al llegar, tanto Caco como Vic se fueron a sentar a unas mesitas que estaba afuera del motorhome a terminar de comer.

—¿A qué hora dijiste que me harían la entrevista? —Vic preguntó abriendo su pan.

—Supuestamente en este lapso, pero creo que no sucederá, todo mundo siempre está muy ocupado, a veces te dicen que te entrevistan y luego no sucede, no te preocupes. —Caco revisaba su agenda.

—Mejor para mí si te soy sincera, una cosa son las fotos y actuar frente a la gente que no te está grabando, pero decir algo en cámara, siempre es más difícil, porque siempre habrá pruebas de eso. —Victoria le daba otro trago a su café.

—No se como lo haces siento que yo ya me hubiera equivocado, o dicho algo mal. —Caco confesó y Victoria rió un poco mientras comía de su pan.

—Ya tengo experiencia y no sé, es sentido común Caco. —Ella rodó los ojos haciendo enojar al madrileño, él le lanzó su servilleta haciendo que ella riera.

—Eres mala conmigo, siempre me tratan mal ustedes dos. —El puchero en un hombre adulto no se veía bien porque Victoria rió aún más fuerte. —De verdad, siempre sufro con ustedes.

—No es mi culpa que seas tan malo en esto. —Ahora fue Caco quien reía.

Fue en ese momento que Carlos llegó con Charles, ya habían terminado y tenían tiempo antes de que debieran prepararse para la Qualy, así que se les hizo fácil ir a buscar a la estrella para pasar el rato.

Los dos pilotos habían llegado al intercambio de risitas y bromas entre ellos, la cara de Carlos se tornó seria al momento.

Esos dos habían estado hablando mucho desde Mallorca, en realidad, ambos se habían desaparecido por horas y ¿ahora esto? Una vez Carlos se preguntó si Caco sentía algo por Victoria pero ahora la pregunta era ¿Victoria podría llegar a sentir algo por Caco? Ahora que no sucedía nada entre ellos, el camino estaba libre...

—¿Qué nos perdimos? ¿Qué es tan gracioso? —Carlos llegó hasta ellos preguntando con una sonrisa falsa en el rostro.

—Carlos está de mal humor porque ya se hartó de firmar gorras. —Charles dijo haciéndose presente y tomando asiento robando del café de Victoria sin preguntar.

—Hey, eso es mío. —Victoria se quejó y Carlos tomó asiento en la otra silla.

Caco y Victoria guardaron silencio y porque Charles estaba ahí y no podían hablar libremente frente al monegasco.

—Nada, tu noviecita me está molestando como siempre. —Caco dijo mientras la cantante trataba de recuperar su café de las manos de Charles.

—Tu primo no aguanta nada. —Carlos asintió serio.

Charles había decidido quedarse con ellos y los 4 siguieron hablando de cómo había mucha gente y creía que en una de esas serían secuestrados por los fans, de como ya se habían hartado de las fotos y estaban ansiosos por comenzar con la Qualy.

Los 4 vieron a lo lejos a Lando acercarse con una sonrisa en el rostro.

—¿Ya les enseñaste tu hermosa gorra? —Lando se había llegado hasta ellos y los pilotos y Victoria fueron a donde él estaba, pues sabían que Lando no podía entrar por mucho tiempo a la zona de Ferrari, por reglas estúpidas pensaba Victoria.

—No. —La rubia rodó los ojos mientras sacaba la gorra color papaya que le habían regalado y se la enseñaba a su novio.

—¿Para mi más grande fan?¿Es en serio? —Carlos preguntó divertido. —Tú eras él que no dejaba de pedirme que la trajera.

Charles se rió con fuerza al ver la como la sonrisa de Lando había desaparecido de su cara.

—No es gracioso. —El británico dijo golpeando a Carlos en su ingle haciendo que Carlos se doblara y le lanzara una patada. —Yo soy el más grande fan de Victoria, y ella es el mío, lo juro, eso me dijo.

—¿Eso dije? —Victoria preguntó como Lando admitía con seguridad.

—Sí claro, eso dijiste. —El británico le regaló un guiño mientras Victoria asentía para no ser grosera.

Caco se tuvo que retirar para hablar con unas personas que querían entrevistar a Carlos por su nuevo contrato y los 4 se quedaron platicando a un costado del paddock.

—Sí eres su más grande fan, ¿por qué no fuiste ayer a su último concierto de la gira? —Charles preguntó divertido tratando de hacer quedar mal a Lando.

—Siento haberme perdido tu último concierto Vic, pero necesito estar en mi mejor forma para este fin de semana sí quiero vencer a los ferraris en su casa. —Lando decía con cierto aire presumido, como cualquier otro piloto.

—No te preocupes, Lando. Ya habrá más. —Vic sonrió amable.

—Lando, no creo que tu auto pueda con nosotros, por favor no me hagas insultarte. —Charles decía burlón causando las risas del grupo menos la del joven piloto de McLaren.

El británico iba a insultar al monegasco cuando Pierre llegó corriendo robándose toda la atención del grupo.

—Carajo, la mujer de mis pesadillas está aquí. —Fue así como se anunció y las caras de los tres pilotos cambió en un santiamén.

Todos parecían haber entendido menos Victoria.

—¿En serio? ¿Qué hace aquí? —Lando preguntó extrañado. —Ella nunca vino a las carreras, siempre la invitabas.

—Supongo que es tu fin. —Charles se burlaba de su amigo.

—Ni siquiera creo que se acuerde de ti. —Carlos declaró seguro tratando de hacer sentir mejor a su amigo.

—¿De qué hablan? —La cantante los interrumpió, ella quería saber el chisme.

—Mi ex está aquí, en el paddock, esa mujer me destruyó de formas que no tienes idea, Vic. —Si alguien sabía de exnovios dementes era ella, pero optó por burlarse de Pierre al igual que todos. —Esa mujer metió su mano en mi pecho, tomó mi corazón y lo estrujó con su mano.

—Algo exagerado si me lo preguntas. —Lando mencionó todavía con tono burlón.

—Puedes esconderte en tu garaje, si tienes tanto miedo. —Victoria sonrió divertida mientras los demás chicos sostenían su risa y veían la cara de ofendido de Pierre.

—Muy graciosa Victoria, pero Pierre Gasly no se esconde. —El francés estaba indignado, no necesitaba burlas, necesitaba verdaderas soluciones.

—Esta bien, te creo, mira no puede ser tan mala, ¿por qué dices que te destruyó? —Victoria preguntó un poco más seria.

—Pierre se enamoró de la idea de ella. —Charles dijo burlón.

—No fue así, en verdad creí que ella y yo tendríamos algo serio, todo fue muy hermoso y yo quería establecer algo con ella, pero después de unas semanas rompió mi corazón y se fue sin decir adiós. —Pierre era igual de dramático que todos los pilotos.

—Es una actriz. —Lando dijo riendo por el dramatismo del francés.

—¿Actriz? Yo he salido con actrices, casi nunca fue nada serio, siendo sinceras, con ninguna he formalizado una relación y la verdad, no te conviene, son algo volátiles, no solo ellas, pero los actores también. —Vic seguía buscando la forma de encontrar las palabras para hacer sentir mejor al piloto. —Y como alguien que ha tenido problemas con su ex en el paddock, puedo decirte que lo mejor es afrontarlo con la cabeza en alto y no dejar que ella vea lo mucho que te ha lastimado y lo mucho que te afecta.

Victoria esperaba que esas palabras hicieran sentir mejor al hombre frente a ella a punto de tener una crisis de nervios.

—¿Solo así? —Los demás pilotos estaban atentos a los consejos de Victoria, pues parecía ser la única que sabía que hacer.

—Pues sí, además podrías presumir que ya tienes novia, que encontraste a alguien que en verdad te quiere y sabe apreciarte por quien eres. —Vic sonrió divertida acomodándose su cabello.

—Vale haré eso, tienes razón —Pierre respiró profundamente para calmarse. —Por cierto tortolitos, veo que se divirtieron anoche. —Pierre se burló al ver como la playera de Victoria se había movido mostrando un chupetón en la zona alta del pecho de la cantante.

Victoria abrió los ojos por la sorpresa y se cubrió nuevamente lo más rápido que pudo, Lando y Charles compartieron una mirada divertida entre ellos tratando de no reírse.

Carlos no se había percatado del chupetón en el cuerpo de Victoria, pero había visto los rasguños en los brazos y ninguna de las dos marcas en el cuerpo de Victoria le pareció gracioso.

Con esas señales, era claro que Victoria había tenido sexo, pero claro, por el bien del contrato tenía que fingir que había sido con él con quien lo había hecho.

—Pierre, no te metas. —Carlos dijo mientras Victoria trataba de dejar de sonrojarse pero era imposible, Carlos ya la había descubierto y lo sabía por el tono serio de su voz.

—No importa, solo recuerdo que ella era así, Vic esa mujer en verdad me destruyó pero me dio mis mejores noches, siempre me dejaba sus uñas marcadas, cuando quise que tuviéramos algo más serio dijo que ella no tenía novios y dejó de responderme. —Pierre decía volviendo al tema que le molestaba.

Y entonces, el cerebro de Victoria se puso a trabajar.

Actriz.

No le gustaban las relaciones serias.

Marcas durante el sexo.

Carajo, Pierre Gasly estaba sufriendo por Cleo Moore.

¡Y ELLA ESTABA EN EL PADDOCK!

—¿De pura casualidad la chica que te rompió se llama Cleo y es castaña? —Victoria preguntó nerviosa mientras se rascaba sobre las mangas largas de su playera, esperando que de verdad no fuera ella, pero era prácticamente imposible que fuera otra persona.

—¡Sí es ella! ¿La conoces? —Pierre preguntó y entonces, todos pudieron notar como el color se iba de la cara de Victoria y sus ojos parecían haber querido salir de su cara.

—¡Carajo! —Charles dijo riendo cubriendo su boca, pues se había dado cuenta de lo mismo. —¿Ella es una de las actrices con las que saliste?

Todas las miradas se volvieron a dirigir a la cantante, Lando, Charles, Pierre y Carlos esperaban la respuesta, pero la rubia se había quedado callada.

—¿Victoria? —Pierre preguntó con su marcado acento. —No, no me digas que tú también caíste en sus redes.

—¡A diferencia de ti yo no me enamoré! —Victoria gritó al aire confirmando las sospechas de todos. —Además, somos amigas.

¿Pero entonces por qué estaba tan nerviosa? Claro, porque la noche anterior se había acostado con ella, y ahora ella estaba ahí, en el paddock y Carlos estaba ahí, de nuevo sus parejas (si es que Carlos y Cleo se podían considerar parejas) se juntaban.

—Ay no. —Pierre dijo asustado mientras se cubría la boca, pero la rubia estaba muy ocupada sobando las sienes de su cabeza para prestarle atención.

—Ya sé, Pierre, lo siento. —Victoria se sentía mal por haberse acostado con la mujer que le había roto el corazón al francés mientras ignoraba la mirada de Carlos que no se apartaba de ella. —Siento haber salido con ella.

Estaba claro que esa oración no era para Pierre, pero nadie sabía lo que significaba.

El madrileño la estaba analizando de pies a cabeza y ella quería salir huyendo, no del paddock, ¡DEL PAÍS!

Por otro lado, Carlos conocía a la mujer por la que tuvo que ver a Pierre sufrir antes de encontrar a su actual novia, y no le agradaba, era cínica y grosera y al parecer, había salido con Victoria.

—Carajo, ¿qué haremos Pierre? —Victoria ahora era la que parecía morir de nervios.

—No creo que puedan hacer nada Vic, ella viene hacia acá. —Lando dijo eso viendo a lo lejos, pues Pierre se había quedado congelado y entonces, Victoria volteó a verla con la misma expresión que Pierre.

Cleo Moore parecía tener un resplandor por todo su cuerpo, como si brillara ella sola, había varios fans pidiéndole fotos y varios fotógrafos siguiéndola, su cabello estaba perfecto igual que su maquillaje y su atuendo, hasta parecía que caminaba en cámara lenta, con sus lentes de sol cubriendo sus ojos pero con una sonrisa que enamoraría a varios.

—Mierda. —Pierre y Victoria dijeron al mismo tiempo.

El piloto y la cantante estaban enfrente del grupo, no había forma de que pudieran esconderse, cada quien tratando de calmar sus nervios, bueno, lo mejor que podía hacer Victoria era escuchar sus propias palabras y actuar con seguridad y naturalidad.

Carlos solo podía verlos a ellos y a la mujer que se acercaba hasta donde estaba, Charles y Lando también observaban la escena muertos de curiosidad por como terminaría, era lo más interesante que había sucedido ese día y parecía que apenas comenzaba.

—¡Vic! —Fue el nombre que Cleo gritó al verla, corrió hacia la cantante sonriendo de oreja a oreja y abriendo sus brazos para poder tomarla entre ellos.

La actriz se acercó hasta Victoria y brincó para abrazarla, mientras tanto Pierre trataba de recuperar su compostura y no verse tan nervioso.

—¡Cleo! —Victoria saludó con ese tono fingido que una hace cuando quiere convencer a la otra persona que está feliz de verla, pero no es cierto.

Sabía que Carlos odiaba que ella mintiera pero ahorita era su única salvación, siempre lo era.

Las dos mujeres se separaron, Lando y Charles le regalaban miradas furtivas a Carlos, quien estaba más y más callado con el ceño fruncido y los brazos cruzados, parecía que quería matar a alguien, pero prefería no moverse.

—Hola chicos, Pierre, ¿cómo estás? —Cleo preguntó amablemente, sin malicia en la cara mientras se acercaba para darle un beso en la mejilla, el cual, el francés recibía sin moverse demasiado pues seguía muerto de nervios.

—Bien, todo tranquilo, trabajando, ya sabes. —Fue su mejor respuesta para la actriz y el piloto se golpeó mentalmente por su respuesta tan estúpida.

—Excelente.—Ahora que había sido amable con Pierre, la atención de Cleo volvía a Victoria. —Vic ¿cómo estás? ¿Hace cuánto que no nos vemos? —Bueno, la malicia en la cara de Cleo se había hecho presente.

Victoria sintió todo un escalofrío en su espalda, porque Cleo podría decir algo no debía, y aunque podría lidiar con Carlos, no quería meter a sus amigos en ese embrollo, no quería humillar al madrileño frente ellos.

—Años, ¿no es así? —Victoria respondió tajante fingiendo amabilidad esperando que Cleo siguiera la historia que la cantante estaba poniendo sobre la mesa.

—Tienes razón, aunque si te soy sincera siento como si hubiera sido ayer. —Victoria tragó en seco, Cleo Moore iba a joder todo.

—¿Qué haces aquí? —La cantante prefirió cambiar el tema. —Pierre nos dice que nunca te gustaron las carreras.

—Ya ves como son las cosas, la gente cambia, además Red Bull me invitó, estaré hoy y mañana por acá. —Cleo sonrió inocente mientras le regalaba un guiño juguetón a Victoria y ella no pudo controlar su sonrojo. —Deberías venir conmigo a su garaje, estoy segura de que podría hacer que Max o Checo te den una de sus bebidas, después de todo, sé lo enérgica que eres y lo rápido que puedes cansarte.

Lando en ese momento abrió mucho los ojos, todo mundo entendía el doble sentido con el que la actriz se estaba manejando y Carlos en verdad estaba hecho una furia, además de Rogelio, él no había conocido ninguna de las ex parejas de Victoria, ¿todo mundo era así de cínico?

Pero claro, Victoria le había dicho que ella no salía con gente decente y ahora podía entenderlo, Cleo estaba marcando territorio y no se iba a ir de ahí sin hacérselo saber a todos en ese grupo.

—No gracias, no voy a ese garaje. —Victoria sonrió furiosa, no le gustaba que Cleo jugara así con ella, por otro lado, se odiaba a sí misma por sentirse más atraída a la castaña.

—Claro, porque ahora te gustan los deportes ¿no? ¿o si no que otra cosa te traería aquí? —Cleo decía ignorando a Carlos, no pensaba voltearlo a ver a pesar de que el madrileño no dejaba de fulminarla con la mirada, como si eso fuera a intimidarla. —Al parecer no soy la única que cambió.

Y en ese momento Victoria recordó que había más gente observando su interacción.

—Claro que no cambié, los deportes siguen sin ser lo mío, pero yo vine por Carlos, mi novio. —Y Victoria se acercó hasta él tomando el brazo del piloto de Ferrari, pero Carlos estaba estático como una escultura de mármol que se negaba a moverse. —Carlos, Cleo, Cleo, Carlos.

Fue la presentación más incómoda de la vida. Victoria se preguntó si tal vez Pierre la recibiría en su garage, porque no quería estar con Carlos en ese preciso momento.

—Ya nos conocemos. —Carlos dijo serio sin dejarlas de ver.

—Oh ya lo conozco, Pierre nos presentó hace unos meses, pero corazón, ¿qué es lo que tienes ahí? —Cleo se había asegurado de volver a señalar el jodido chupetón que ella había dejado en su piel la noche anterior.

—Nada que te importe. —Victoria lo cubrió de nuevo.

¿Esa puta perra playera no podía quedarse en su jodido y bastardo lugar?

—Veo que no eres para nada aburrido, Carlos. —Cleo sonrió divertida hablándole a su novio.

—¿Qué te puedo decir? Yo sí sé lo que a Victoria le gusta. —Carlos mintió tomando a Victoria de la cintura y acercándola a su cuerpo mientras Victoria solo deseaba que le cayera un rayo encima.

Cleo soltó una carcajada llamando la atención de algunas personas a su alrededor., Cleo se aseguraría de que hubiera fotos de ese bello momento.

Victoria casi se le va encima, la pregunta era, ¿la besaría o la ahorcaría?

—Estoy segura que sí. —Cleo respondió y Lando puro jurar que vio al mismo demonio sonreír en el brillo de los ojos de Cleo. Victoria cerró los ojos mientras miraba al suelo.

—Sí todos ya nos dimos cuenta de eso. —Charles se burló creyendo que de verdad ese chupetón lo había hecho Carlos y tratando de desbaratar la tensión que se estaba formando entre ellos.

Y entonces Carlos lo supo en cuanto vio las uñas largas de la actriz, Victoria había tenido sexo con Cleo Moore la noche anterior, y no solo eso, la actriz se estaba burlando cínicamente en la cara del piloto.

Carlos estaba a punto de decir algo que probablemente nadie debería de escuchar pero Pierre lo interrumpió.

—Tengo novia. —Pierre soltó el comentario como si fuera vómito verbal y no pudiera guardarlo. —Y soy muy feliz.

Pero estaba claro para Lando, Charles, Carlos que la actriz no estaba prestándole atención al francés, ella estaba más interesada en la cantante y en un juego de poder con Carlos.

—Oh, eso es muy bueno Pierre, me alegra de que encontrarás a alguien. —Cleo sonrió verdaderamente feliz esperando que el tipo dejara de hablar para que ella pudiera seguir con su objetivo.

—¿Tú no vienes con alguien? —Lando preguntó curioso.

—Oh no, bueno, tenía compañía pero ayer fuimos a una fiesta en Milán y supongo que no le gusto que me desapareciera por media hora y que regresara con el cabello hecho un desastre y labial por todo mi cuerpo. —Cleo sonrió cínica a los pilotos, a uno en específico y estaba amando ponerlo celoso.

Cada vez que Carlos fruncía más el ceño, era como aplausos para Cleo y la castaña quería hacerlo enojar hasta explotar y por la cara de Carlos estaba segura que así lo lograba. No tenía nada en contra de él, pero la actriz era algo territorial y ayer Victoria la había dejado con ganas de más.

Tal vez si hacía enojar a Carlos lo suficiente, el madrileño terminaría con la cantante y ahí estaría ella para recibir a Victoria con los brazos abiertos y poder sanar su dolor y su jodido libido.

—Ya veo. —Charles no supo qué responder, pues todos veían como Carlos y Cleo no miraban a nadie más y Victoria estaba en medio de su enfrentamiento de egos.

Victoria quería enterrarse en el pavimento, tal vez que la grúa la atropellara.

—Vic, ¿me acompañas a buscar un baño? Estoy segura de que eres experta en moverte por estos lugares, y en verdad necesito ir.

Victoria sonrió fingidamente y asintió, ella también quería ir con Cleo para poder decirle todo lo que en verdad pensaba.

—Claro, hay uno por acá cerca. —Victoria señaló a quien sabe donde, Carlos no dijo nada y por reflejo tomó el brazo de Victoria, esperando que ella no se fuera, que no se fuera con Cleo Moore a un baño.

Cleo vio eso como un nuevo reto, tenía al piloto donde ella quería y él no podía hacer nada para evitar que Victoria se fuera con ella.

—No te molesta que me la robe, ¿verdad Carlos? —Cleo preguntó fingiendo inocencia.

—Para nada. —Pero ese para nada había sonado como un "lárgate y aléjate de ella, déjala, es mía."

—Eres un Sol Carlos, bueno chicos suerte los dejamos, que Victoria y yo tenemos que ponernos al corriente. —Cleo entrelazó su brazo con el de Victoria separándola de Carlos y Carlos se mordió su mejilla para no hacer lo que estaba pensando.

¿Qué tan mal se vería y jalaba a Victoria para alejarla de Cleo y se la llevaba cargando al motorhome de Ferrari para encerrarla en su cuarto y dejarla ahí hasta asegurarse que Cleo Moore se hubiera ido?

Carajo, Carlos tenía que controlarse, ¡Victoria era una mujer soltera! ¡Una mujer soltera sexy que podía hacer lo que ella quisiera y él no debía de interferir con sus decisiones!

—¿Quieren que las acompañé? —Lando preguntó esperando que eso ayudara a la situación al ver que el ambiente se sentía tenso.

—Gracias cariño, pero Victoria y yo somos niñas grandes, sabemos como llegar hasta el baño, aunque no creo que importe si nos perdemos un rato. —Victoria volteó a ver a Cleo fulminándola con la mirada, pero sonriendo diciendo "eres increíble" de forma burlona.

Para Carlos, quien estaba nublado por su coraje, solo vio a su novia falsa reír con la actriz y perdió la cabeza, el piloto apretó sus puños, no iba a golpearla, no era pendejo, pero estaba furioso, verdaderamente furioso, se estaba mordiendo la lengua para no gritar: LÁRGATE DE AQUÍ MOORE, PERO SIN VICTORIA.

—No puedo perderme mucho tiempo, la qualy comienza en un rato y tengo que estar con Carlos. —Victoria dijo tajante.

—Correcto, entonces no nos tardamos. —Cleo sonrió. —Y Carlos, no te preocupes, te la regreso en un santiamén, ni te darás cuenta que te la robé.

"Ni te darás cuenta que te la robe"

Cleo estaba básicamente gritándolo a los 4 vientos y Victoria no iba a permitirlo, así que la jaló y se fueron de ahí a paso apresurado.

Carlos vio eso, claro que Victoria se quería ir con ella, ¿tendrían un revolcón en los baños? Posiblemente y no había nada que él pudiera hacer para detenerlas.

—No sé que acaba de pasar pero me siento acalorado ¿Acaso soy el único? —Lando dijo viendo como ningún piloto comentaba nada. —Lo siento, no me siento orgulloso de lo que pensé pero tenía que decirlo.

Carlos no dijo nada porque no dejaba de ver el lugar donde las dos chicas habían desaparecido.

—Lando, cállate. —Charles dijo por Carlos, pues el monegasco había notado el mal humor que Carlos se cargaba.

Era casi la misma mirada que Carlos tenía cada vez que Rogelio se acercaba a Victoria.

—Carajo, esa mujer es un terremoto, pero me alegra ya no ser su objetivo. —Pierre fingió limpiarse el sudor. —No puedo creer que tengo el mismo gusto en mujeres que Victoria, es un orgullo para mí, de verdad que buen gusto tiene esa mujer.

Lando y Charles no querían reír pero lo hicieron, Carlos solo esperaba que Victoria no se tardara demasiado.

Mientras tanto, una vez que se fueron de ahí y estuvieron lo suficientemente lejos de los pilotos, la rubia jaló a Cleo del brazo hasta meterse al baño, y así Victoria pudo hablar con libertad.

—¿Qué mierda fue eso? —Victoria preguntó tomando a Cleo de los hombros y sacudiéndola mientras Cleo reía.

—No dije nada que no pudiera, he firmado suficientes acuerdos de confidencialidad para saber que no hable de más, por cierto, ¿acaso a tu novio no le pesan esos cuernos enormes que se carga? Me pregunto cómo entra por las puertas. —Cleo se rió de su propio chiste mientras imitaba a un toro que chocaba con la puerta.

—No sabes nada. —Victoria dijo rodando los ojos y cruzando los brazos. —Eres una inmadura, hablar así frente a los amigos de Carlos, no seas mierda.

—Él que no sabe nada es otro y la mierda aquí eres tú por engañarlo. —Cleo señaló a Victoria enojada, por mucho que quisiera volver acostarse con la cantante no se iba a dejar insultar por ella.

—Él sabe, y créeme que sabe lo de ayer. —Victoria se recargó sobre el lavabo para luego sentarse sobre él. —Y no soy mierda, es complicado.

—¿Le dijiste? —Esa declaración había tomado por sorpresa a Cleo, no creía que la pareja tuviera ese tipo de confianza.

—No, Carlos no es tan estúpido como crees que es, en realidad es muy inteligente. —Victoria vio a los ojos a la castaña para que supiera que hablaba en serio.

—¿Y no le molesta?

—No.

—¿No? Mi amor, estoy segura que el madrileño quiere que este dentro del circuito para que pueda atropellarme a toda velocidad. —Cleo había captado todos los celos que emanaban del cuerpo de Carlos. —Creéme que le molesta.

—Ya te dije que es complicado, él no puede decirme nada. —Victoria también se había percatado de la molestia de Carlos, pero él había escogido, sabía que Carlos no podía decirle nada y tendría que tragarse lo que sea que hubiera sentido, pero eso no significaba que no le afectara.

—¡Ajá! Entonces si es un contrato, lo sabía. —Cleo sonrió divertida.

—No. Es real. —Victoria no le iba a contar la verdad a Cleo, no después de como se había comportado frente a Carlos y los demás pilotos. —Solo que tenemos un acuerdo, ¿sabes? Es una relación... algo abierta.

—No me jodas, no te creo. —Cleo negaba energéticamente.

—Claro que sí, estamos pasando por un bache, es algo complicado, solo tratamos de solucionarlo.

—Ya sé, él te dijo que abrieran la relación pero en cuanto alguien te hace ojitos se pone como loco. —Cleo habló y por el silencio de Victoria supo que había un poco de verdad en lo que decía. —Ya veo, que imbéciles son los hombres.

—Algo así, Carlos es decente, solo es complicado entre nosotros.

—Ya lo dijiste tres veces, ya ni siquiera suena como una palabra real, suena como un jodido mantra que te dices para creer que es cierto. Venga Victoria, no debería de ser complicado, es tu novio no un puto examen de matemáticas. —Ahora era momento de que Cleo le diera un poco de claridad a la cantante. —Si no te da lo que quieres, deberías dejarlo.

—Lo haré, supongo que tengo un límite de tiempo. —Si claro, por ley estoy obligada a estar con él hasta noviembre, Victoria pensó divertida para ella pero de nuevo, no quería hablar del contrato con Cleo.

—Si Carlos no se da cuenta que la está cagando contigo merece todo lo que le dije hace rato. —Victoria sonrió divertida, no podía enojarse con Cleo, porque Cleo así era. —¿Te apoya al menos?

—Lo hace, ya te dije, le das menos crédito del que merece, es buena persona. —Victoria sonrió tímida. —Y lo quiero, por más complejo que sea.

—Meh, puedo entenderlo, he salido con bueno hombres pero he salido con otros que se deleitan al saber que me gustan las mujeres pero en cuanto saben que les presto más atención a ellas, se enfurecen. —Victoria rió pues conocía el sentimiento. —Imbéciles, como ya dije.

—Sí, conozco de eso.

—De verdad que son una patada en el culo. —Cleo sonrió viéndose en el espejo arreglando su maquillaje.

—Por eso, deja a Carlos en paz, no más comentarios sugerentes, ¿hecho?

—Hecho, solo por ti preciosa. —Cleo sonrió volviendo a ver a Victoria a los ojos mientras las dos mujeres sonreían.

Victoria se sintió rara al escuchar esa palabra en alguien más que no fuera Carlos.

Después de eso, las dos mujeres se quedaron en silencio hasta que Victoria lo rompió.

—No puedo creer que te acostaras con Pierre Gasly. —Victoria se rió cambiando de tema.

—Yo tampoco, creía que era un tipo mujeriego, pero en cuanto comenzó a hablar de una relación seria corrí hacia el otro lado. —Victoria rodó los ojos. —Oh no me veas así Vic, ¿dime que te han traído tus relaciones además de corazones rotos y mala prensa? Supe lo de Rogelio, ese cabrón era un jodido bastardo, y ahora Carlos te hace sufrir, porque yo sé que tú jamás aceptarías una relación abierta, no eres tan liberal como la gente cree.

—Ya te dije que no lo entiendes, hay más de lo que crees, así que por favor no te metas. —Victoria habló con autoridad para que quedara claro.

—Está bien. —Cleo alzó sus brazos en forma de rendición. —No me meteré, ahora salgamos de aquí.

Después de eso, la qualy estaba por comenzar, Victoria tuvo que irse al garaje de Ferrari y Cleo se fue al de Red Bull.

De camino, Victoria se encontró con Carlos que estaba esperándola de nuevo, estaba recargado con los brazos cruzados mientras su mirada estaba perdida en el suelo.

—¿No debería estar en tu garaje? —Fue así como Victoria llamó su atención.

—Estaba esperándote, viendo que no te metieras en problemas. —Carlos trataba de ocultar su molestia pero sabía que Victoria podría detectarla de inmediato.

Él solo quería asegurarse de que Cleo Moore se alejara de la rubia.

—Tranquilo, no hice nada malo. —Victoria dijo entrelazando su mano con la de Carlos para comenzar a andar.

Las dos estrellas comenzaron a caminar, había fans que les deseaban suerte y no los detenían porque sabían que tenían que llegar, además de que ya iban un poco tarde.

Al llegar, Carlos y Charles se fueron a hacer calentamiento con sus entrenadores, en lo que comenzaba la Qualy, Caco y Victoria de nuevo se fueron al lugar donde siempre, y fue en ese momento que la increíble entrevista tendría lugar.

Caco y ella se voltearon a ver con miradas de sorpresa, que se tuvieron que ir en el momento en el que vieron las cámaras. Caco se hizo a un lado para no salir a cuadro y Victoria se quedó congelada por un segundo, quiso gritarle traidor al madrileño pero eso lo haría después.

Un periodista de Sky Sports llegó junto con una cámara ya lista, no le darían tiempo de prepararse o de si revisar si tenía el labial mal puesto, no, ellos la querían emboscar y lo habían logrado.

—Estamos aquí con Victoria Ellis, cantante de talla internacional que también resulta ser novia del piloto de Ferrari, Carlos Sainz, Victoria un placer tenerte en el paddock.

—Oh, muchas gracias, es un placer estar aquí. —La rubia sonrió, ya había entrado en su papel de la mejor novia del mundo.

—¿Nerviosa por la carrera?

—No creo, yo no soy quien va detrás del volante. —Hubo risas por parte de ambos.

—En ese caso ¿nerviosa por Carlos? —El micrófono estaba frente a ella. Victoria dio una mirada al monoplaza de su "novio" y respondió.

—No, para nada, Carlos es un excelente piloto, y sé que se muere por salir a la pista a donde pertenece y sé que lo hará excelente. —Victoria sonrió de oreja a oreja.

—Parece ser que los Tifosi te han aceptado aquí en Monza como uno de los suyos, ¿alguna vez habías venido?

—No, debo admitir que es mi primera vez y no podría ser mejor, la emoción y dedicación de los fans es impresionante, de verdad que pocas veces se ve esa clase de devoción a un equipo. —Excelente, Victoria. Se dijo a sí misma, sabía que se ganaría a miles de personas con comentarios como esos.

—Sabemos de primera mano que tienes ascendencia mexicana, tu padre nació en ese país y tú también, a lo que me lleva, ¿apoyas al piloto mexicano, Sergio Pérez? —Uh, pregunta con trampa, sería una mala entrevista si no metían una de esas.

—He tenido el enorme placer de conocer a Checo y a su esposa, él sabe que por su puesto, parte de mí lo apoya y quiere verlo triunfar, pero Carlos y Ferrari son los número uno en mi corazón y no puedo esperar para que ganen esta carrera. —Sonrió mientras el entrevistador hacía lo mismo, solo que un poco más fingido, estaba claro que no había caído con su pregunta.

—¿Aunque también hayas estado en el garaje de Lando Norris durante las prácticas de hoy? —Vale parecía que hoy la gente quería verla tropezarse y caer.

—Fui invitada por parte del equipo y por parte de Lando y no fue un impedimento para mi ir, ya que fue Carlos quien me presentó a su antiguo compañero de equipo, Lando. —Victoria de nuevo decía. —Además, fue Carlos quien me impulsó a ir, tal vez así conseguía información valiosa.

El entrevistados y ella rieron por su broma.

—Pero ya en serio, Carlos sabe que yo lo apoyo este donde este, ya sea en otro país o en otro garaje, el 55 siempre va primero. —Joder Victoria, que buena respuesta acabas de dar, de nuevo se felicitó en su mente.

—Victoria, un placer que hayas hablado con nosotros. Te estaremos viendo y disfruta mañana la carrera. —Ella sonrió y se despidió.

—Muchas gracias, igualmente.

Después de eso, la prensa salió y Caco regresó hasta ella.

—Estuviste magnífica, te digo, eres muy buena en esto, demasiado diría yo. —Ella lo vio mal.

—Y tú eres malo, me dejaste sola, pudiste haber respondido unas preguntas. —Victoria le dio un pequeño golpe en el brazo.

—Oh no, ese es tu trabajo, pero hey, en verdad salió muy bien. En un rato Lucía nos dirá todo lo que dijeron de nosotros en redes.

—¿Nosotros? —Victoria lo miró con una ceja levantada en señal de inconformidad. —Dirás de mí, no te robarás el crédito después de que me dejaste sola.

—Ya, ya, no llores. —Caco le dijo molestándola un poco más.

Carlos estaba, otra vez llegando y justo se topaba con esa interacción, se acercó hasta ellos para detenerlos, suficiente había tenido con la actriz, no podía soportar más por ese día.

Claro que tenía que comportarse, pues las cámaras de DTS seguían con él.

—¿Todo bien? —Preguntó el piloto abrochándose el traje amarillo.

—Sí, Victoria aquí acaba de dar una entrevista increíble. —Caco dijo poniendo su mano en el hombro de la cantante, acción que no pasó desapercibida por el madrileño.

¿No había sufrido suficiente hoy? Pero la verdad, es que Caco parecía ser indefenso a comparación de la castaña, el apodo que Pierre le había dado como la mujer de sus pesadillas, le quedaba como anillo al dedo.

—¿Qué les puedo decir? Yo hago mi trabajo excelente. —Ella sonrió engreída. —¿Ya estás listo? —Carlos asintió.

Las cámaras los estaban grabando, si Victoria no hablaría con las cámaras, al menos aprovecharían su presencia.

—Los dejo solos. —Caco dijo dándoles un poco de privacidad yendo con Rupert.

—Tú y Caco se ven... amistosos. —Carlos comentó sabiendo que en realidad quería preguntar por alguien más, no por su primo.

—Bueno, es de las pocas personas con las que hablo en la carrera, en realidad es la única persona con la que habló cuando no estás, me aburrí mucho en McLaren por lo mismo. —Ella sonrió incómoda, no quería darles material a las cámaras y que piensen que estaban peleando.

—¿Ya me vas a decir que estaban hablando hace rato?

—No vas a dejarlo en paz, ¿verdad? —Él negó con una sonrisa inocente. —Solo me burlaba de Caco diciendo que era malo en su trabajo.

—¿Nada más? —Carlos no le creía por alguna razón.

—Vamos, si piensas que estoy coqueteando con tu primo de alguna manera, deja de hacerlo, no soy esa clase de persona, pero Caco es mi amigo. —De nuevo, las sonrisas falsas. 

—Nunca dije eso. —Carlos se molestó un poco de que ella lo hubiera descubierto, ¿cómo es que fuera tan buena en eso?

—No tienes que decirlo, puedo verlo en tu cara, ahora, ya, basta de discusiones y ve a correr. —Ella cerró el tema pero Carlos no quería cerrarlo.

—Además, no necesitas coquetear con nadie para que la gente se interese en ti.

—Carlos... —Victoria habló en un tono de advertencia que decía "Hay una línea, la cruzas y te asesino".

—Solo digo que entendí todo lo que Cleo decía. —Carlos dijo tratando de hablar con Victoria, pero ahora, hablar con ella era como caminar sobre hielo, no sabía si era seguro o si daría un paso en falso y terminaría rompiéndolo para caer y morir congelado.

—No deberías de hacerle caso, a Cleo Moore le gusta hablar de más y presumir. —Victoria no quería hablar de la castaña, Carlos tuvo que dejar el tema ahí porque de nuevo ya tenía que irse.

—¿Debería de darte un beso? —Eso la tomó como sorpresa, sorpresa que no la pudo ocultar ante las cámaras.

—¿Por qué preguntas eso? —Victoria trató de recomponerse y verse tranquila.

Porque quiero que Cleo Moore vea lo que es un buen beso, pensó Carlos.

—Por la relación, ya sabes, antes lo hacía antes de irme y ahora, bueno, no sé qué hacer. —Victoria lo pensó un momento.

—¿Ya regresaste con Isa? —Victoria no pudo evitar preguntar, en parte, de eso dependía su respuesta.

—No en sí, salimos pero estamos tomándolo con calma. —La rubia asintió ante aquel respuesta, bueno, al menos no era su novia oficial.

Y Carlos se odió, era un estúpido, había estado tan cegado por los celos que no había pensado en Isa, pero Victoria estaba ahí para recordárselo. Carajo.

—¿Qué te parece un beso en la mejilla y un abrazo? No creo que haya problema con eso. —Por más que ella deseara que Carlos la tomara entre sus brazos como antes, ya no era tan fácil.

—Vale. —El piloto fue hasta ella y la abrazó con sus dos brazos alrededor de ella mientras le daba un beso en la mejilla.

Podía ver como los camarógrafos sonreían, los habían captado en primer plano.

—Suerte. —Victoria dijo como despedida.

—Gracias.

Y luego, la Qualy comenzó.

Carlos quería concentrarse en verdad quería hacerlo, pero había una imagen que no salía de su cabeza y esa era Victoria en los brazos de Cleo Moore.

La actriz era una de las mujeres más hermosas que había visto, o al menos eso pensó Carlos cuando Pierre se las había presentado meses atrás, pero ahora, odiaba su belleza, odiaba que Moore hubiera pasado la noche con Victoria, odiaba que la hubiera marcado como suya.

Carlos jamás lo había hecho porque Victoria le había dicho que no le gustaba.

¡¿De qué jodidos privilegios gozaba la castaña para que ella si pudiera hacerlo?!

Estaba manejando y sabía que no estaba dando el 100% porque un pedazo de su mente se había quedado con Victoria en el garaje.

¿Hoy volvería con Moore? Sabía que Victoria tenía la noche libre y bueno, la castaña se veía que no era de las que se quedaba sentadas esperando una invitación.

Carlos tuvo que dejar de pensar en ellas porque no estaba funcionando, así que sería mejor ponerse a trabajar en serio.

Pero entonces, otro pensamiento inundo su mente, no era Victoria Ellis, ni Cleo Moore, era Isabel Hernaéz, la mujer por la cual debería de estar pensando y como la lastimaría saber todo lo que estaba pensando, no podía permitirse hacerlo.

Pero es que no ponerse celoso era algo complicado para él, no era por amor, era algo de poder, literalmente, Cleo lo hizo sentir como un perdedor y por eso había sido su enojo. Sus burlas y su cinismo, no otra cosa, solo un maldito juego de poder.

Así que Carlos trató de calmarse y conducir lo mejor que podía y poner las cosas en orden.

1. No le importaba lo que Cleo y Victoria hicieran detrás de puertas cerradas siempre y cuando nadie se enterara.

2. Él estaba con Isa, él la había escogido.

Después de la Qualy Carlos no iría a la rueda de prensa pues había quedado en cuarto lugar después de sus pensamientos que lo habían distraído, así que solo tenía que decir unos comentarios rápidos y listo, terminó antes de lo que creía y estaba por regresar al motorhome de Ferrari cuando afuera del de Red Bull vio a la actriz recargada viendo hacia lo lejos.

Siguiendo su mirada podía ver que estaba viendo a Victoria respondiendo a otra entrevista.

Carlos se tragó su molestia y fue hasta donde estaba la castaña, tal vez podía alejarla de Victoria sin necesidad de gritarle, solo para ganar el segundo round del juego de poder entre ellos.

—¿Disfrutando de la vista? —Carlos preguntó burlón y grosero.

—No sé de qué hablas. —Moore cruzó sus brazos en forma defensiva.

—No te preocupes, no contaré tu secreto a nadie. —Carlos sonrió divertido, después de todo, él también entendía el sentimiento de no poder dejar de ver a Victoria.

—No sé qué hiciste para que ella quisiera salir contigo, juraba que eras un idiota aburrido y soso. —Cleo habló sin pelos en la lengua.

—Tal vez tengo mis encantos pero estabas tan enredada en los ojitos azules de Pierre que no te diste cuenta. —Carlos se recargó a un lado de la actriz, ambos viendo a Victoria.

—Ya no me lo recuerdes. —Cleo dijo soltando una risita divertida.

—Entonces ¿ella te dijo? —Carlos estaba tanteando el terreno sobre que tanto podía saber la actriz.

—¿Sobre qué? ¿Tu estúpido trato de relación abierta? —Vaya, eso sorprendió a Carlos, pues Victoria no le había dicho la verdad.

Pero a quien engañaba, Victoria siempre mentía excelente.

—Eres un estúpido, Carlos. —Cleo le dijo aprovechando que el piloto se había quedado callado y normalmente él estaba acostumbrado a los insultos de la chica de cuando ella salía con Pierre, pero este lo descolocó.

—¿Disculpa? No creo haber hecho nada para recibir este trato de tu parte. —El madrileño pidió una explicación.

—De verdad que no lo entiendo, la tienes solo para ti y ¿quieres una relación abierta? Eso te hace estúpido. —Cleo señaló a Victoria a lo lejos, al parecer la cantante había dicho un chiste que había hecho reír a los entrevistadores.

—¿Por qué te molesta tanto? A Victoria y a mí nos funciona. —Carlos tenía que seguir con la mentira que Victoria había iniciado, así funcionaban las cosas en su relación falsa.

—Oh porque yo sé que ella no se merece eso.

—Y sí sabes lo que ella merece, ¿por qué no es tu novia? ¿Eh?—Carlos preguntaba algo engreído, la actriz no tenía la menor idea de lo que sucedía en sus vidas, pero no dejaría que una completa extraña lo insultara y se metiera en cosas que no le incumbían. 

—Porque estoy en mis 20 's, porque no quiero una relación seria, y porque no podría darle la familia que ella quiere, ¿feliz? —Cleo respondió enojada.

Carlos entendía esa frustración, entendía lo que significaba saber lo que Victoria necesitaba y saber que no podía dárselo, saber que de cierta manera, no podía ser suficiente para ella.

Cleo habló de nuevo, y en su voz se escuchaba la frustración que la actriz sentía.

—¿Sabes? Creo que ella es una jodida princesa que se merece el mundo, y tiene una sonrisa que ilumina a quien va dirigida, y es increíble y todo mundo quiere que ella te regale un mínimo de su atención porque cuando lo hace te mira con esos ojos brillantes y te sientes como el centro del universo pero ¡ella es el Sol! ¡Ella es el centro del universo!

Carlos asintió, Cleo Moore acababa de describir lo que él llamaba el efecto Victoria.

—¿Crees que ella es perfecta? —Carlos comentó como forma de defensa, él tenía que recordar que Victoria no era perfecta por su salud mental, y Cleo le estaba reafirmando de cierta forma que Victoria lo era.

Cleo no le ayudaba a dejar de sentir algo por Victoria, la actriz solo reforzaba los sentimientos de Carlos que él quería detener, lo hacía querer actuar posesivo con la cantante y eso no podía ser, no después de lo que habían vivido las últimas semanas, no después de que habían dicho que serían amigos.

—Oh, yo sé que no lo es y nadie lo es, tiene sus problemas pero también hace cosas maravillosas, por más pequeñas que sean. —Cleo sonrió algo tímida. —Una vez prefirió no dormir por ver la jodida boda real, ¡Ella detesta la monarquía inglesa! Pero es una romántica empedernida que adora las bodas, porque le recuerda que el amor existe. —Cleo decía recordando las veces que había estado con ella mientras fingía ser novia de Matt.

—Sí, yo sé que no lo es también. Es tan chistoso verla trabajar, porque cuando escribe música o lee algún libro saca su lengua y frunce el ceño y sabes que está 100% concentrada y no quieres interrumpirla pero no puedes dejar de verla. —Carlos dijo mientras los dos veían a lo lejos a Victoria interactuar ahora con unos fans. —Además, no importa el frío que haga, jamás dormirá con calcetines y tiene esta manía de que a cada lugar que va, busca puestos de comida callejera para probar algo nuevo y no importa las veces que se enferme, porque lo sigue haciendo, come gomitas de gusano agridulce hasta que su lengua le duele y habla sola cuando cree que nadie la escucha y bueno, otra cosa es que usa ropa interior de hombre para estar más cómoda.

Cleo soltó una carcajada sincera.

—Sí, apenas vi unos bonitos boxers de spiderman.

—No me jodas, esos son míos. —Carlos exclamó escandalizado. —Los llevo buscando desde hace meses.

—Pues ya los encontré por ti y déjame decirte que se le veían espectacular. —Cleo seguía viendo a Victoria, que no podía ir a donde ellos estaban por los fans, ya los había cachado hablando y quería separarlos de inmediato.

—No me hace feliz que los hayas encontrado. —Carlos dijo molesto y Cleo lo ignoró. —Y por favor no quiero saber lo que hiciste con ella, suficiente tengo con tener que ver las marcas de tus uñas en su cuerpo y el chupetón en su pecho.

Cleo sonrió satisfecha al escuchar la voz de Carlos llena de celos, adoraba ponerlo celoso, pero la actriz había hecho una promesa de no molestarlo más, así que cambió de tema.

—Cuando Vic salía con Matt. —Cleo volvió a hablar, Carlos estaba ya familiarizado con quién era él. —Siempre se aseguraba de que él se sintiera seguro, no importaba donde estaban, nunca dejó que Matt sufriera por su sexualidad, porque el pobre era algo que lo hacía sentir mal por haber crecido en una familia en extremo religiosa, lo defendía a capa y espada de los comentarios que le hacían, porque la gente no se tragaba el show de que él era heterosexual.

—Así es ella. —Carlos asintió. Victoria nunca le había contado esa historia, pero el madrileño sabía que era cierta, así era Vic. —Ya en serio, ¿por qué nunca le pediste una cita? —Carlos preguntó viendo a la castaña a su lado.

—Mi trabajo, el de ella, siempre estábamos ocupadas, y cuando ella insinuó el hacerlo más serio, yo no acepté, soy joven Carlos, no me gustan las relaciones, me gusta divertirme, tener sexo y conocer gente nueva. —Cleo sabía sus razones y no se pondría a llorar por las decisiones que había tomado, pero se encontraba algo sensible.

—Ya veo, supongo que puedo entenderlo, nuestros trabajos... sí, entiendo lo complicado que puede ser. —Carlos no iba a hablar de más, no confiaba en la actriz.

—¿Sabes Carlos? Todo sería más fácil si ella hubiera escogido Los Ángeles para vivir, pero escogió Nueva York en su momento y ahora Madrid, me pregunto qué fue lo que la hizo llegar hasta allá, me pregunto qué es lo que la hace quedarse.

Pero Carlos sabía que Victoria no había escogido Madrid, ella estaba esperando para regresar a Nueva York.

—No sé porque me escogió si te soy sincero, no he sido el mejor con ella. —Carlos admitió algo que le oprimía el pecho.

Él se refería a "no se porque me ama, no sé qué hice para merecerlo cuando no debo"

—Algo bueno tendrás o ella no te defendería como lo hace. —Era la primera sonrisa sincera que Cleo le daba al piloto.

—¿Defenderme?

—Estoy segura que quería matarme cuando le dije que eras un imbécil. —Cleo admitió y supo que no tenía nada más que hacer ahí. —Dile que me voy, que me llame cuando se aburra de ti.

La actriz volvió a su actitud divertida y despreocupada.

—No le diré eso. —Carlos negó con el ceño fruncido.

Y antes de que Carlos pudiera decir algo más, Cleo ya había corrido al motorhome de Red Bull.

—No sé que te dijo esa mujer pero le dije que se mantuviera alejada de ti y que dejara de molestarte. —Fue lo primero que dijo Victoria al llegar a donde estaba Carlos.

—No dijo nada que no supiera. —El piloto sonrió ya más tranquilo, no lo suficiente, pero tenía que hacerlo.

Y por primera vez pudo ver el chupetón que la castaña había dejado en el cuerpo de Victoria.

—Bodoque no te rasguñó, ¿verdad? —Carlos preguntó serio señalando la marca morada.

—No. —Victoria admitió derrotada, no había forma de escapar de esa pregunta mintiendo.

—Bueno, supongo que merecías una noche de diversión, después de todo, yo dije eso y sería hipócrita de mi parte enojarme.

Pero Carlos estaba fingiendo y se estaba convirtiendo tan buen mentiroso como Victoria, porque durante todo ese día quería morirse, al saber que Victoria había pasado la noche con alguien más, que alguien la había tocado como él lo había hecho.

—Así es, no puedes reclamar nada. —Victoria sonrió cubriendo de nuevo su pecho, tiraría esa puta playera llegando al hotel.

Era algo a lo que se tenía que volver a acostumbrar, pero tenía que sufrirlo en silencio, por su bien en la relación falsa y en la amistad que buscaba construir con la rubia.

—Venga, te invito algo de comer, lo que tú quieras. —Victoria sonrió mientras empujaba a Carlos para entrar al motorhome y así terminar con esa jornada laboral.

—Excelente porque me muero de hambre y podría comerme un caballo. —Carlos exageró como siempre lo hacía después de conducir.

—Yo te llevo por él si me dejas conducir de nuevo.

—No hay forma que te deje volver a manejar el Ferrari. —Carlos dijo mientras entraban al bloque rojo enorme. 

—Vamos, no lo hice tan mal. —Victoria se ofendió al escuchar a Carlos negarle el Ferrari.

—Victoria, quiero llegar vivo a la carrera de mañana, gracias.

Las dos estrellas se caminaron buscando a Caco, en ese momento el celular de Victoria sonó.

"¿Cenamos? Prometo cortarme las uñas?"

"Vale, en mi cuarto a las 10"

"¿Cenas tan tarde?🤔"

"Cleo, guarda silencio😒🙄"

—¿Seguro que no me vas a prestar el Ferrari? —Victoria preguntó en un último intento por convencerlo.

—No. —Carlos dijo tomando asiento completamente cansado, la cantante se sentó a un lado igual agotada por ese día tan desgastante.

—Eres un aburrido. —La rubia se cruzó de brazos molesta.

—Y tú un peligro para la sociedad.

Y para mí, pero eso último no lo dijo.


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Si hay EXTRA y déjenme decir que están buenísimo los memes, ya los tenía hechos antes que el capítulo.

Hello, espero que les haya gustado este capítulo, no sé si hubo mucho dramaaaa, pero a mi me gustó como quedó.

como siempre, feliz de leer sus comentarios y si quieren irse a desestresarse, el Instagram estará abierto.

Insta: JavaddMad

Puedo asegurar que ahí nos la pasamos cool. 

las amo, Fer <3  

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