Capítulo 22 [GP de Mónaco]

Había pasado una semana desde que había visto a Carlos, esta semana era el gran premio de Mónaco, pero había un gran problema, no podía irse.

Tenía dos shows más, el viernes y el sábado, domingo descansaría, así que el domingo sería el día que tomaría el avión temprano, Carlos lo sabía y aunque trató de ocultar su decepción estaba algo triste de que ella se perdiera de una de las carreras con más historia y reconocimiento del mundo.

—Ya te dije que no me perderé la carrera, solo son tres horas de viaje, llegaré a tiempo. —Ella le dijo por teléfono.

—Pero te perderás la Qualy y toda la diversión. —Carlos le respondió.

—Lo sé, pero no puedo ir y abandonar el tour, además como están las cosas con Olive, estoy segura de que ella no dudaría en ponerse a cantar mis canciones si no aparezco. —Victoria fumaba mientras podía, sabía que cuando estaba con Carlos no podía hacerlo.

—¿Siguen en malos términos?

—Meh, algo así. —¿A quién engañaba? Las dos no podían ni verse, mucho menos estar en el mismo lugar. —Lo cierto es que no nos hablamos, pero eso no importa ahorita, ¿Emocionado?

—Si, demasiado, Mónaco siempre es divertido. —Victoria casi podía ver a Carlos sonreír detrás del teléfono. 

—Apuesto a que sí, bueno, no vayas a divertirte tanto sin mi ¿eh? 

—Ja, no podría hacerlo aunque quisiera, antes de que llegué estaré trabajando como loco. —Carlos dijo mientras se acomodaba mejor en su sillón. 

En ese momento, Lucía entraba a le hacía una seña con la mano avisándole que se estaba tardando para su siguiente actividad. 

—Carlos lo siento, te dejo tengo que ir a dar una entrevista. —El piloto aceptó y ambos se comenzaron a despedir. 

—Vale, nos vemos el domingo, con cuidado. 

—Igual, ya quiero llegar. —Y después de eso cortaron.

Lo bueno de esto, era que de nuevo, nada había cambiado entre ellos, se llevaban bien, claro solo había pasado una semana, y no se habían visto, pero las pocas veces que hablaron, todo estaba normal.

Victoria fue a dar su entrevista, lo hacía en todos los países a los que visitaba, decía lo feliz que estaba por estar ahí, y lo emocionada que estaba por el show, luego hacían dinámicas, se tomaba algunas fotos, firmaba alguna mercancía y listo, podía concentrarse en ensayar y prepararse para el show.

El show del viernes pasó y con él, el del sábado llegó, Victoria no sabía si era el estrés, el cansancio o simplemente que era, pero ella estaba cansada, demasiado, parecía que no había parado en todo el fin de semana, subir y bajar escaleras, fotos con los fans, sonreír para las cámaras, los cambios de horario, todo estaba afectándole,  después del sábado ella se fue directamente a dormir sin haber comido antes y con el maquillaje todavía en su cara, pero es que estaba tan cansada que aprovechaba cualquier minuto para dormir.  

Lucía está vez no vendría con ella a Mónaco porque se quedaría a cuidar que Olive no arruinara nada, así que de nuevo era momento que Caco fuera la niñera principal. 

A la mañana siguiente la rubia se despertó, se limpió la cara, tomó su maleta y se fue directo al aeropuerto, ya compraría algo de comer ahí. Llevaba esperando unas dos horas para abordar, el vuelo tenía un retraso por el mal clima, y eso arruinaba todos sus planes.

Pero ¿qué podía hacer la rubia? Solo se dedicaba a esperar y a morderse las uñas ansiosa mientras tamborileaba sus pies en el suelo. 

Por otro lado, Carlos se iba bajando del auto que lo llevó por el desfile de corredores y se encontró con Caco.

—¿No sabes nada? —La cara de Carlos se mantenía neutral.

—Hable con Lucía, ella ya se ha ido al aeropuerto pero están cancelando los vuelos por el clima en donde ella está. —Caco respondió con una sonrisa tratando de hacer sentir mejor al piloto, pero era claro que Victoria no llegaría a tiempo.

Carlos no tuvo otra opción que seguir el itinerario, la semana pasada, todo mundo gritaba su nombre, ahora era a Charles a quien todos querían ver, pues Mónaco al ser un principado pequeño, todos ahí lo conocían y todo mundo quería verlo ganar.

La carrera comenzó y todavía no había rastro de la rubia.

Victoria estaba corriendo por el aeropuerto de Niza, el más cercano a Mónaco, salió y pidió un taxi para que la llevara hasta donde estaba la carrera, pero justamente por la carrera, las calles estaban cerradas.

Tuvo que bajarse, con su pequeña maleta en manos y terminar de caminar para llegar al paddock, Caco fue a recibirla, pues ella le había mandado un mensaje.

—La carrera acaba de terminar. —Fue lo primero que dijo. —Quedó en segundo lugar, van bajando del podio.

La rubia apenas podía respirar por la carrera que se acababa de echar ella solita, le había dicho a Carlos que no se perdería la carrera y había sido lo que había hecho.

—Debo dejar de fumar. —Fue lo primero que dijo como saludo con la respiración entrecortada y su corazón latiendo a mil por hora.

Caco tomó su maleta y ambos caminaron hasta el garaje, la chica estaba toda sudada, despeinada y moría de sed, pero aún así, en cuanto llegó las cámaras la tomaron, Caco tomó la gorra de Ferrari que traía y se la dio a ella para ayudarla a cubrirse un poco. 

—Gracias, me veo fatal. —Victoria apreció el gesto.

—No te ves mal. —Caco sonrió mintiendo solo un poco y los dos entraron a la zona del garaje.

Carlos ya había bajado del podio, ahora fue Charles quien había conseguido el triunfo.

En cuanto llegó al garaje fue felicitado por todos sus mecánicos, mientras Caco y Victoria esperaban pacientemente y ella trataba de recuperar su respiración. Carlos después de ser felicitado por su equipo vio a la recién llegada.

Estaba sonriendo esperando que él la perdonara por llegar tarde, y por el estado en el que estaba, Carlos estaba seguro que el viaje había sido toda una odisea. 

—En verdad siento que no pude llegar a tiempo. —Pero al castaño no le importaba la disculpa.

Sin decir nada solo fue a abrazarla.

—Estoy feliz de que pudieras llegar. —Ella estaba tan sorprendida que no se movió y dejó que los brazos de Carlos la rodearan, además estaba muy cansada para hacer algo.

El pobre piloto también se veía cansado y estaba completamente frío por estar mojado.

Al separarse, Caco lo felicitó.

Luego, Victoria se quedó con Caco, mientras él hacía sus entrevistas y se tomaba fotos con el equipo porque era el tercero uno y dos de la temporada de Ferrari.

Victoria estaba cansada y aunque había podido dormir unas horas no dejaba de bostezar.

—¿Mala noche? —Carlos preguntó en cuanto se reintegró con ellos.

—En realidad no estuvo tan mal, dormí lo suficiente pero creo que tanto viaje y tanto show me están agotando, mi cuerpo comienza a resentirlo. —Victoria ya se había sentido así, y sabía que era solo cansancio.

—No te preocupes. Podrás descansar un rato, en la noche iremos a la fiesta de Charles. —Victoria asintió y los tres salieron de ahí para ir directo al hotel.

Caco le entregó la llave de su habitación a la chica. Había conseguido que esta vez estuvieran en el mismo piso que ellos pues esta vez no estaba Lucía para cuidarla.

Carlos la acompañó hasta su habitación, Victoria en cuanto llegó fue directo a aventarse en la cama, era como caer en una nube.

—¿Bodoque no vino contigo? —La rubia sonrió con los ojos cerrados.

—No, Lucía se quedó con él, merece un poco de estabilidad. —Fue la respuesta mientras Carlos asentía y cambiaba de tema.

—Te dejaré dormir un rato, voy a comer algo ¿Vale? —Ella asintió aún con los ojos cerrados mientras tanto, Carlos salió del cuarto.

Victoria no sintió cuántas horas durmió, pero cuando Carlos abrió la habitación con la llave de Caco que tenía como manager, ella seguía dormida. Él ya estaba cambiado y listo para la fiesta de Charles, esperaba que ella también lo estuviera.

Carlos tocó la frente de la rubia, esperando que no estuviera enferma, y parecía ser que no era así, al hacerlo, la despertó.

—Hola ¿Qué horas son? ¿Ya debemos de irnos? —Estaba adormilada pero el cuarto oscuro la puso en alerta.

—Se supone que sí, pero ví que seguías dormida. —Carlos se sentó en la cama sonriendo y prendiendo una luz tenue a un lado de la cama. —¿Quieres ir a la fiesta? La verdad.

—No, quiero dormir. —Ella dijo tomando la cobija y metiendo todo su cuerpo debajo de ella.

—Vale le diré a Caco que te sientes mal, nosotros tenemos que ir a hacer acto de presencia. —Ella lo miró mal, se suponía que no debían de ir a fiestas sin el otro. —Prometo que voy a comportarme.

—Lo siento, en verdad, sé que no era así como querías pasar el día. —Pero es que el cansancio era demasiado.

—No te preocupes, estoy seguro que mañana podremos hacer algo. —Carlos le dio un beso en la frente.

El piloto se puso de pie y salió de la habitación, para cuando Carlos había cerrado la puerta, ella ya estaba de nuevo completamente dormida. 

Caco entendió, estar viajando tan seguido como ella no era fácil, además de que la cantante hacía un esfuerzo extra porque entre sus conciertos aún así se hacía espacio para cumplir con el contrato de ser novia del piloto, por otro lado Carlos estaba algo decaído, esperaba poder pasar una buena noche con Victoria.

—¿Estás bien? —Caco le preguntó a su primo.

—Sí. —Él negaría todo.

Al llegar, entraron por el edificio que era un club, pero la terraza era donde sería la fiesta, al subir, vio que todo mundo ya estaba ambientado, él llegó a saludar a sus amigos y de nuevo felicitar a su compañero de equipo.

—¡Mate! ¿Y Victoria? Creí que vendría a verte. Estoy seguro que la vi en el garage hace rato.

—Se sintió un poco mal. —Charles asintió. —Pero disfruta tu fiesta.

—Claro claro, es tuya también. —Charles les entregó un trago tanto a Carlos como a Caco y fue a atender a sus demás invitados.

Habían pasado dos horas, Carlos apenas había bebido, estaba hablando con Lando pero su amigo ya estaba lo bastante ebrio como para seguirle el paso, se estaba aburriendo, Caco también estaba por ahí hablando con unas chicas en la barra.

Se acercó hasta él tratando de no interrumpirlo. —Ya me voy, también estoy cansado. —Caco lo miró interrogante, era raro el humor en el que estaba Carlos pero así era esto.

—Pues vámonos.

—No no, tú quédate aquí, yo me voy, disfruta la fiesta. —Carlos sonrió y se despidió de su primo, luego salió del club caminando, lo bueno de Mónaco es que podía recorrer la ciudad en a pie, así que así fue como regresó al hotel.

La fiesta había sido sumamente aburrida, no sabía si era por él o por la ausencia de una cantante rubia, ¿estaría despierta? Carlos llegó al hotel y fue directo a la habitación de Victoria, y cuando iba a tocar la puerta se detuvo, ella quería descansar, y lo único que haría él sería molestarla, mejor aprovechó la noche y fue a su cuarto a planear un buen día para mañana.

***

A la mañana siguiente Victoria despertó con el amanecer, trató de ver su celular pero la pila se había acabado, al prenderlo se dio cuenta de los mensajes de Lucía, al parecer estaba algo molesta porque ella no hubiera ido a la fiesta con Carlos, pero luego vio mensajes preocupados de la castaña, porque ella no respondía.

Por fin, cuando tuvo suficiente pila, le respondió diciéndole lo cansada que se había sentido, y que había tomado un pequeño descanso, al final del día Lucía lo entendió, dijo que se verían pronto y le deseó suerte.

Después decidió que aprovecharía el día, así que se metió a bañar, cuando por fin se decidió a salir vio que ahora tenía un mensaje de Carlos y una llamada perdida.

"¿Qué pasó? ¿Todo bien?" 

Fue la respuesta de la rubia y de inmediato Carlos respondió: 

"Te veo en el lobby en 20 minutos, haz una maleta para poder ir a nadar."

"Ok"

Victoria se cambió y de su pequeña maleta, agarró un poco de ropa, bloqueador y todo lo necesario para ir a nadar y los metió a una bolsa para los planes de Carlos, luego, cuando todavía faltaban 5 minutos para ver a Carlos decidió bajar.

Ella estaba buscando a Carlos pero al parecer él la vio primero, así que fue hasta ella.

—¡Vic! —Carlos llamó su atención y ella sonrió al verlo.

Él estaba usando unas bermudas, tenis, una camisa veraniega y lentes de sol, fue hasta él para saludarlo.

—Hola. —Ella sonrió, esa siesta había hecho milagros con ella.

—¿Ya te sientes mejor? —Él sonrió entregándole una botella de agua.

—Mucho mejor. —Victoria la aceptó y la abrió, no había comido nada desde el día anterior y el hambre comenzaba a molestarla, así que esto aplacaría a su estómago por un rato. —¿Esperamos a alguien? ¿Caco?

—No, vámonos, él no vendrá, tiene resaca. —Ella rió.

Las dos estrellas salieron del hotel donde afuera los esperaba un auto Ferrari convertible.

—Préstamo de la escudería. —Carlos dijo abriendo la puerta del copiloto para ella con una sonrisa engreída en su cara.

—Oh por Dios, necesito aprender a conducir. —Victoria se subió admirando el auto frente a ella, desde que comenzó hablar con Carlos comenzó a conocer de autos, y le gustaba aprender cosas nuevas.

Él se subió y comenzó a manejar, había dos paparazzis afuera del hotel, al parecer Carlos los había llamado porque Lucía le dijo que casi no había material de ellos porque Victoria había llegado tarde a la carrera y no había asistido a la fiesta, así que las dos estrellas se rieron para la cámara y lucieron más enamorados que nunca mientras los dejaban atrás. 

—Mejor que nos tomen fotos aquí que a donde vamos. —Carlos dijo guiñandole un ojo y comenzando a conducir.

—¿Y a dónde vamos? —La rubia volteo a ver, el aire los despeinaba pero se sentía libre. 

—Es una sorpresa. —Victoria aceptó esa respuesta mientras conectaba su celular para poner música, Carlos rodó sus ojos, ya sabía que solo pondría lo que ella quisiera. 

Carlos no tardó mucho tiempo en llegar, se estacionó frente a uno de los dos puertos que había en el principado. Las dos estrellas bajaron y Carlos aseguró el auto.

Luego fue hasta ella y la tomó de la mano para guiarla, comenzó a buscar algo, y por lo que parecía sería un barco.

—¿Tienes un yate? —Carlos rió ante la pregunta de Victoria

—No, ¿Acaso tu tienes un yate? —Preguntó sarcástico jugando con ella sin esperar su respuesta.

—No es un yate pero tengo un jet. —La seriedad con la respondió hizo que Carlos la mirara con sorpresa.

—Bueno no tengo un yate pero he rentado uno por el día, solo que iremos con más gente. —Ella sonrió, le agradaba el plan. 

—¡Hellooo mate! —Era Charles, venía llegando con una mujer de la mano.

—Invité a Charles y a Lando. —Carlos le dijo antes de que Charles llegara hasta ellos.

—Me parece perfecto.

—Hola Vic. —Charles sonrió y saludó a la rubia, luego presentó a su compañera, se llamaba Jolie, la presentó como una amiga, las dos mujeres se saludaron.

—¿Sabes cuál es el barco? Tiene nombre de Alba. —Carlos preguntaba tratando de contactar al capitán del barco.

—No, mejor llama. —Charles se alzó de hombros desinteresado, él estaba mandando mensajes.

—¡Eso hago! —Carlos dijo molesto mientras se alejaba del grupo.

—Que genio tiene tu novio. —Charles le dijo a Victoria y ella rodó los ojos con diversión.

—Es que no ha comido, cuando no duerme se pone peor. —Los dos rieron.

—Hello guys. —Lando había llegado mientras Carlos hablaba por teléfono. Traía lentes de sol y un gorro de playa y su cámara colgada del cuello.

—Hola Lando. —Todos los saludaron y Charles hizo la presentación.

—¿Y Carlos? —Victoria señaló con la cabeza donde Carlos seguía buscando el barco. —¿Cuándo llegaste? No te vimos ayer. —Esa pregunta fue dirigida para Victoria.

—Llegué ayer, pero no llegué a la carrera y luego dormí todo el día, de verdad que estaba cansada. 

—Necesito una de esas siestas. —Lando dijo y Victoria sonrió.

—Ya, el barco está por acá. —Carlos saludó al recién llegado.

—Espera. —Charles habló viendo su celular y deteniendo al grupo. —Invité a Pierre.

A lo lejos, el joven rubio venía de la mano con su novia y hablando también por teléfono.

—Ok ¿Falta alguien? —A Carlos no le agradaba mucho que sus planes fueran cambiado, le gustaba el orden después de todo.

—Guuuys! —Pierre llegó a saludar a todos y por tercera vez las presentaciones comenzaron.

—Vale, si ya no esperamos a nadie más, será mejor que vayamos al barco. —Carlos insistía, Victoria supo que le estaban arruinando los planes al hombre más perfeccionista del mundo y trató de no burlarse de él.

—Bueno. —Pierre habló haciendo que todo mundo lo viera. —Yo invité a Yuki.

Carlos no dijo nada pero estaba claro que estaba algo molestó. Victoria se rió de él. El madrileño respiró y dijo:

—Está bien, esperamos a Yuki. —La rubia gozaba hacerlo enojar y también cuando alguien más lo hacía por ella.

El piloto de alpha tauri no se tardó nada en llegar, a lo lejos vieron a su auto estacionarse, Lando se acercó a Victoria para decirle algo en secreto.

—¿Será buen momento para decirle que yo invité a Daniel? —Eso hizo que la cantante se le escapara una risa con Lando, una que solo ellos dos compartieron causando unas miradas de curiosidad por parte del grupo.

Al bajarse Yuki, Daniel venía con él. Carlos volteó a ver a Lando, quien volteó su mirada fingiendo ver otra cosa.

—A ver, ahora sí. —Carlos dijo una vez que todos estaban reunidos y se habían saludado. —Si ya no falta nadie, lo mejor será ir al barco.

—¡El último en llegar es un huevo podrido! —Lando y Daniel dijeron al mismo tiempo que todos corrían, Carlos por estar concentrado en explicar donde estaba el barco, se quedó al último.

—¡Huevo podrido! —Carlos miró mal a sus compañeros de grid cuando le dieron su apodo.

Al subir al barco, el capitán se presentó él y a su equipo de trabajo, dieron unas cuantas reglas de seguridad y les dió un pequeño tour, una vez que todo se había aclaro, el yate zarpó adentrándose al océano, el mar estaba calmado y el clima era perfecto, así que todo estaba correcto.

Victoria y Carlos aprovecharon que todo el mundo se repartió los cuartos para cambiarse, para tener un rato a solas.

—Gracias por esto. —Ella sonrió tomando la mano de Carlos para llamar su atención y ver si el mal humor se iba del madrileño.

—Se suponía que sería algo tranquilo. Por eso solo invité a Charles y Lando. —Carlos se sentía algo decepcionado, no quería que hubiera ruido y forzar a Victoria a convivir cuando a ella le gustaba estar encerrada y tranquila.

—Lo sé, pero ellos me caen bien, así que todo bien por mi parte, ahora quita esa cara larga y disfrutemos esto, recuerda que yo me voy mañana. —Ella puso sus brazos alrededor del cuello del madrileño y una sonrisa automática se formó en su cara.

Carlos la abrazó por la cintura y junto sus caras.

—No me lo recuerdes, que en ese caso no hubiera invitado a nadie. —Victoria negó riendo.

—¡Hey! Sepárense ustedes dos. —Pierre salió con su novia ya cambiados con el traje de baño. —Vamos a comer algo, mejor.

Las dos estrellas los siguieron, durante el almuerzo les sirvieron toda clase de alimentos, Victoria se había sentado junto a Yuki porque la última vez que lo había visto en España habían compartido una gran plática sobre comida. 

Había una silla vacía a un lado de la rubia que el madrileño pensaba ocupar, pero Lando fue corriendo hasta ella sin tirar su comida empujando a Carlos actuando completamente inocente al hacerlo.

—Lo siento amigo, pero tú la tienes todo el tiempo. —Victoria interrumpió su plática con Yuki para volver a burlarse de su "novio" y alzar sus hombros como diciendo "Ni modo, así es la vida."

Carlos rodó los ojos hartos y fue a sentarse a la silla a un lado de Charles.

Durante todo el almuerzo, Yuki y Lando pelearon por la atención de la chica, pero ella podía con ambos, por un lado, hablaba con Lando sobre música, pues a él le gustaba ser DJ y hacer sus mezclas y por el otro lado, hablaba con Yuki sobre la comida y se pasaban cosas para mezclar y compartir.

—Yuki prueba esto. —Victoria le puso un canapé de mariscos en su plato y le pasó un aderezo. —Pruébalo con esto ¿qué crees que tenga?

—A ver. —El piloto japonés puso la comida cerca de su nariz antes de comerla y después de saborearla, entre ella y él trataban de adivinar los ingredientes. Era como ver a dos niños jugando a ser chef. —Definitivamente tiene eneldo y orégano.

—¿Eneldo? Yo siento que es albahaca.

—Y Victoria. —Daniel habló desde su lugar captando ahora la atención de la cantante. —¿Tienes planes de sacar otro disco?

—He estado trabajando en algunas canciones, en julio o agosto iré a hablar con la disquera. —Eso era una completa mentira, ella no había escrito nada.

—Si necesitas a alguien, puedes llamarme. —Lando se ofreció y ella sonrió amablemente.

—Claro Lando, yo te aviso si el disco tendrá música electrónica.

—¿Tú? Victoria hace buena música, no como tú. —Daniel se burló de su compañero y Lando aventó una uva a su cara con bastante fuerza.

Después cada quien volvió a lo suyo, Lando comenzó a hablar con Carlos mientras Victoria comía algo que Yuki le había dado.

—Creo que te roban a tu chica.

—¿En serio? Pensé que eso lo estabas haciendo tú. —Carlos respondió y Lando sonrió inocente.

—Oh, ya veo que si hay celos en ese cuerpo. Se me olvidaba lo intensos que son los españoles.

—No son celos, pero ninguno de ustedes me deja estar en paz con mi novia. —Carlos se metió la comida a la boca manifestando su molestia.

Desde sus lugares, Carlos y Lando veían a Victoria bromear con Pierre y Yuki, robar el bucket hat del japonés, y seguir comiendo.

—Me alegro que finalmente estés tranquilo, feliz. —Lando habló. —No me quiero poner sentimental, pero es bueno verte como antes.

—Gracias. —Carlos sonrió algo incómodo, no quería hablar de su comportamiento previo.

Después del almuerzo, cada quien fue a cambiarse a su cuarto, Pierre y su chica ya lo habían hecho así que ellos se quedaron en la sala que estaba ahí.

Victoria y Carlos bajaron a su cuarto, en cuanto llegaron, la chica se aventó a la cama.

—Ay no, no me digas que te vas a dormir de nuevo. —Carlos se burló de ella.

—Dios no, pero no debí de comer tanto.

—No pareció importarte hace rato. —Carlos fue directo al baño para cambiarse, pero dejó la puerta abierta para hablar con la rubia.

—Es que Yuki sí que sabe comer, no inventes, no entiendo como no sube de peso. Dice que si voy al GP de Japón podría llevarnos a su restaurante favorito.

—¿Me incluyó en el plan? Vaya sorpresa. —Carlos rodó los ojos desde dentro, sabiendo que la chica no lo vería pero su tono de sarcasmo si que fue detectado.

—Claro, le caes bien. —Ella decidió ignorarlo.

Al salir del baño, Carlos había salido nada más con su traje de baño, Victoria volteó a verlo pero estaba muy llena para moverse.

—¿No te cambiarás?

—Ya voooooy. —Dijo ella estirándose, Carlos al ver que no tenía otra opción. Se recostó con ella y la tomó en sus brazos. —No me vayas a apretar o vomitaré sobre ti.

—Que asquerosa eres. —Él rió aún sosteniéndola. —Corre ve a cambiarte, o se preguntaran por qué no salimos.

—Ni que estuviéramos haciendo algo malo. —Ella se puso de pie y fue a meterse al baño.

—Así es, ni un besito me has dado. —Carlos hizo un puchero y puso sus mejores ojos para dar lástima.

—Ay pobrecito niño abandonado que nadie lo quiere. —Ella se burló de él.

—¡Mira como me tratas! Soy tan bueno contigo y solo recibo tus desprecios. —Victoria se asomó para encontrarse a Carlos recostado con una mano en su frente siendo la persona más dramática del mundo.

—¿Sabes? Apuesto que Yuki o Lando no serían tan dramáticos como novios falsos. —Y con las manos en forma de cazuelita, le echó agua justo para salir corriendo de ahí dejándolo completamente en shock. —¡Mucho menos Charles!

—Oh, esto no se queda así.

Carlos se levantó y corrió hacia donde escuchaba los pasos de la rubia pero al llegar arriba fue recibido con agua por parte de sus amigos. Al parecer lo habían planeando con la rubia a sus espaldas.

—Eres el ser más maligno que he conocido en la vida. —Carlos dijo mientras se limpiaba el agua de los ojos.

Victoria se había puesto una playera enorme sobre su traje de baño. Al ver al pobre piloto español, ella le tendió una toalla. Ya todos estaban afuera en la sala. Pierre, Charles y sus compañeras habían salido a una "terraza" donde estaban tomando el sol.

Yuki, Lando y Daniel se habían puesto a jugar futbolito, lo cual, al estar en el mar lo complicaba todo más pero eran necios y decían que era mejor así y más divertido.

Victoria regreso al cuarto por su bolsa mientras Carlos se secaba. De ahí sacó sus lentes de sol y su bloqueador solar, junto con una gorra que robó de la bolsa de Carlos. Era de mezclilla y tenía un bello chilli bordado.

Carlos ya se había secado y se había acercado a su "novia".

—¿Necesitas ayuda con eso? —Ella rodó los ojos por la falsa cara de inocencia de Carlos.

—No por ahora. —Ella abrió el bloqueador y comenzó a ponerse en todos lados.

—Pareces un fantasma. —Carlos se burló de ella arrebatándole la botella de bloqueador.

—No todos tenemos tu hermosa piel caramelo. —Carlos puso su mejor cara sintiéndose halagado. —Además, nunca puedo broncearme, solo me pongo roja. Ahora sé un caballero y compórtate mientras me pones bloqueador en la espada.

—Traes una playera. —Ella lo miró mal mientras se la quitaba.

—No pienso jugar con el melanoma. —Carlos no dijo nada, y solo le ayudó.

—¿Te importa el melanoma pero no dejas de fumar? —Ella lo miró mal.

—¿Me has visto fumar en lo que llevamos de este fin de semana? —Victoria admitió con una sonrisa satisfecha.

—Si bueno, considerando que has dormido la mayoría del tiempo... —Eso hizo que Vic lo mirara mal.

—Tocuhé. —Tuvo que admitir que Carlos tenía un punto. 

Carlos sonrió mientras hacía voltear a la cantante comenzaba a ponerle el bloqueador en la espalda, ella se estremeció al contacto del bloqueador frío en las manos de Carlos, pero prefirió actuar como si nada.

—Podríamos terminar esto abajo. —El piloto le dijo dándole un pequeño beso en el hombro pero solo se ganó un golpe en el estómago por parte de Victoria.

—Compórtate, hay niños presentes. —Ella dijo señalando a Lando y Yuki a lo lejos peleando por quien jugaría contra Daniel después.

—Vamos, nadie notará que nos hemos ido. —Carlos era muy persuasivo y ella podía aceptar su propuesta, pero si lo hacía ya no saldrían y ella no quería eso.

Después de un rato, que ya habían reposado lo suficiente, todo mundo comenzó a meterse al mar, les habían dicho que podían nadar siempre y cuando tuvieran un chaleco salvavidas pero tan pronto como estuvieron un rato en el mar, los pilotos comenzaron a quitárselos. 

Todo mundo se estaba divirtiendo, buscando formas nuevas de molestarse entre ellos, hubo varias ocasiones que Victoria había tragado agua de mar y Carlos al verla se burló, lo que hizo que ella fuera a hundirlo. 

Pasaron el tiempo suficiente para cansarse y salir de ahí, y volver a comer.

El sol ya se estaba ocultando, el cielo se estaba tornando naranja y el clima era fresco, era perfecto.

Victoria se excusó de ir al baño mientras todos comían en la terraza, pero Carlos la estaba conociendo lo suficiente como para saber que no iría al baño; él también se excusó y aunque todos se burlaron de él, no le importó.

—Uhhhh, si claro vas a ver si está bien. —Pierre dijo en tono burlón.

—Creo que ella sabe como usar un baño, Carlos. —Ese fue el comentario de Daniel mientras todos reían.

Fue a buscar a Vic y la encontró con sus pies en el agua, sentada en la popa.

—Creí que habías ido al baño. —Ella brincó un poco por el susto de la voz del piloto.

—No, pero ya me engenté, necesito un rato a solas.

—¿Se agotó tu batería social? —Ella asintió. —¿Quiéres que me vaya? —Ella negó.

Carlos sonrió tomando asiento a su lado.

—¿Qué escribes? —Preguntó en cuanto vio que tenía una libreta con una pluma.

—Nada que te incumba. —Victoria sonrió amable, solo porque no le gustaba enseñar sus canciones cuando no las tenía terminadas, esa vez que la encontró en la casa trabajando tuvo que hacerlo porque correrlo sería de mala educación, pero está vez no estaba obligada a nada.

—Mala. —Ella cerró su libreta y colocó su pluma en su cabello, el sol había bajado hace rato, ahora estaba por atardecer y pronto volverían a tierra. —Hace mucho que no te escucho cantar.

—No es como que vaya por la vida cantando ¿sabes? Normalmente la gente paga por escucharme cantar. —Ella rió al ver la cara de Carlos.

—Otros tal vez sí, pero yo no. Espera. —Sin que ella pudiera responder algo, Carlos se fue y regresó en menos de cinco minutos.

—¿Trajiste una guitarra? —Ella no había visto ningún estuche.

—No es mía, la vi colgada en una pared, solo la pedí prestada. —Él se la entregó. —Vamos cántame algo dulce sirena.

—Si con eso prometes seguirme al fondo del océano.

—Claro, lo prometo. —Ambos sonrieron y ella comenzó a sentir la guitarra.

Después de arreglar un poco sus cuerdas, pensó en algo que pudiera cantarle, no fue hasta que vio el mar un rato se decidió por una canción.

Te conocí un día de enero —Los dos se habían conocido en ese mes. 
Con la luna en mi nariz
Y como vi que eras sincero
En tus ojos me perdí
—Porque si algo le gustaba de Carlos era verlo a los ojos, podía pasar todo el tiempo viéndolo.

Qué torpe distracción
Y qué dulce sensación 
¿Estaba acaso hablando de más con está canción? 

Y ahora que andamos por el mundo
Como Eneas y Benitin
Ya te encontré varios rasguños
Que te hicieron por ahí 
—Victoria no sabía mucho sobre la vida de Carlos, pero podía notar que al igual que ella, tenía algunas cicatrices que la vida les había dado.

Pero mi loco amor
Es tu mejor doctor

Voy a curarte el alma en duelo
Voy a dejarte como nuevo
Y todo va a pasar
Pronto verás el sol brillar
Tú, más que nadie, mereces ser feliz

Ya vas a ver
Cómo van sanando poco a poco tus heridas
Ya vas a ver cómo va la misma vida
A decantar la sal que sobra en el mar

Y aunque hayas sido un extranjero hasta en tu propio país
Si yo te digo, "¿cómo dices?"
Tú aún dices, "¿qué decís?"
—Ella se burló de él, porque a veces lo hacía cuando hablaba con su marcado acento de España.
Y lloras de emoción
Oyendo un bandoneón

Y aunque parezcas despistado
Con ese caminar pausado
Conozco la razón que hace doler tu corazón 
—¿Conocía la razón? Tal vez no pero podía averiguarlo.
Por eso quise hacerte esta canción*

—¡Ta da! —Ella había dejado de tocar, y sin cantar los últimos versos de la canción.

—No es justo, esa no es tu canción. —Carlos dijo mientras ella ponía la guitarra a un lado para que no fuera a mojarse.

—¡Ja! ¿Qué esperabas? Que te escribiera una canción mientras componía la música al momento? Pides mucho para alguien que no pagó un solo dólar por mi presentación. —Ella le salpicó agua a la cara con su mano.

—Tramposa.

—Ah no, tu pediste que te cantara, eso hice.

—¿Nunca me vas a dejar ganar? ¿verdad? —Ella negó mientras se acercaba a él y lo tomaba de las mejillas para depositarle un beso casto en los labios. —¿Algún día escribirás una canción sobre todo esto?

Carlos preguntaba por mera curiosidad, cuando habían hablado de su música Victoria decía que siempre escribía sobre su vida, y bueno, en estos momentos, esa era su vida. 

Victoria volteo a ver al mar, ¿lo haría? Estaba claro que con Carlos se comenzaba a sentir diferente, ya no era más que un simple trabajo para ella, había más ahí, ¿qué era? Todavía no sabía, o más bien, no quería nombrarlo, pero sabía que existía. 

—No lo sé, pero por lo mientras Día de Enero de Shakira puede ser tu canción, te la regalo. —Ella sonrió viéndolo a esos hermosos ojos color avellana.

—¿Eso significa que me la dedicas? —Carlos preguntó también viendo la cara roja de Victoria por el sol, no importó todo el bloqueador que se había puesto. 

—No, te la regalo, dedicar, no lo sé, se escucha muy formal y si estoy segura de algo, es que no debemos de navegar en esas aguas de la formalidad. —Ella dijo dejándolo de ver de nuevo para volver a admirar el paisaje.

Por un momento, los dos supusieron serios, ambos sabían a lo que la cantante se refería cuando decía "Las aguas de la formalidad" Ellos no eran una pareja de verdad, y actuar como tal, hasta cierto punto los estaba afectando, ¿dónde acababa la fantasía? ¿Dónde estaban sus sentimientos verdaderos? Victoria estaba tratando de poner límites, para él y para ella.

Porque ella aun no olvidaba lo que él le había dicho antes, él quiere recuperar a su antigua novia, y sería una tonta si lo olvidaba, porque si algo esta segura es que Carlos podrá disfrutar el sexo con ella y la dopamina que eso le trae, y eso lo estaba confundiendo, pero al final del día había una mujer en su corazón y no era ella, así que antes de que ella resultara herida, prefería poner paredes.

—Será mejor que entregues la guitarra, iré con Yuki a ver si me recomienda algo para comer. —Victoria se puso de pie dejando a Carlos sentado, con la guitarra a un lado, con la mirada perdida en el horizonte y la mente hecha un revoltijo.


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*: La canción que se utilizó fue Día de Enero - Shakira.

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1/2

Hellooo, hoy lo subo antes porque no creo aguantar hasta las 12 como normalmente y me quiero mimir 

Esta semanita si hay extra y la verdad quería tomarme un tiempo para agradecerles a todos los que han leído mi fanfic y agradecerles por las  más de 38 k lecturas.

Me encanta ver como han recibido esta historia y esperemos sigan creciendo, 

Las amo y espero hayan disfrutando este capítulo. 

Fer <3 


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