Capítulo 21 [Pelea de Divas]

Victoria tomó el avión a última hora, todo mundo se estaba preparando para el comienzo del show, ella llegó corriendo al lugar, entró a su camerino y se sorprendió al encontrarlo vacío, se suponía que su estilista debería de estar dentro.

Al salir comenzó a gritar, si no empezaba a arreglar ahorita el concierto no iniciaría a tiempo.

—¿Alguién ha visto a Julieta? —Abrió la puerta y gritó a la gente que estaba tras bambalinas.

Todos la miraron sorprendidos pero negaron, como si no quisieran hablar, y eso era lo que hacían, nadie decía nada.

Victoria bajó los escalones y fue hasta uno de sus bailarines.

—¿Dónde está Julieta? Mi estilista.

—Ella, ella. —Parecía que le costaba hablar, así que su compañero que estaba a un lado respondió por él.

—Ophelia la corrió, se pelearon y le dijo que no se le ocurriera poner un pie aquí de nuevo, aventó sus cosas al suelo. —El bailarín lo dijo calmado, él sabía que no había sido su culpa y eso solo había pasado en la semana que Victoria se había ido.

—¿Ella qué? —Victoria estaba demasiado sorprendida para decir algo coherente, pero ya no recibió respuesta alguna, con coraje fue corriendo al camerino de la joven para ver qué había pasado.

Victoria no estaba teniendo un buen día mientras esperaba como tonta en el aeropuerto porque solo a ella se le había ocurrido irse hasta último momento mientras fingía que era por trabajo cuando en realidad se la pasó enredada con Carlos y lo último que quería era tener que lidiar con más cosas. Ella no creía que Olive lo hubiera hecho, pero ya no estaba pensando claramente, solo quería saber qué había pasado y para salir a tiempo al escenario.

Lucía fue con ella, su manager venía corriendo, se había retrasado porque se quedó hablando por telefono.

—Era tu abogado, tenemos problemas Vic. —Lucía le explicó a grandes rasgos el problema y eso solo la hizo enfurecer más.

Después de eso, básicamente se fue corriendo y tocó fuertemente la puerta del camerino de Olive y quien le abrió fue Hugo, el manager de Olive.

—¡Victoria! Veo que si pudiste venir, comenzábamos a pensar que Ophelia tomaría tu lugar hoy en el show, se sabe todas tus canciones.

—Será mejor que no te hagas ilusiones. —Victoria lo empujó ligeramente y entró.

Al entrar, se percató que a Olive estaban terminandola de maquillar, ella salía en menos de 10 minutos.

—¿Qué pasó con mi estilista? —No la saludo, fue directo al grano y la cara de Olive se transformó.

—Yo la despedí. —Olive volteó su cara y dejó que le terminarán de poner el labial, se veía tranquila, como si Victoria fuera a aceptar esa respuesta y listo.

—¿Y tú quién eres para despedir a mi gente? —La castaña volvió a ver a Victoria, se había equivocado. —Tú eres parte del tour, sí, pero solo eres el show que lo abre, yo soy quien mando aquí y no puedes venir a humillar a mis trabajadores cuando yo no esté y esperar que yo no diga nada.

—¡Ella se lo merecía! —Olive se levantó de su silla, haciendo que su estilista se fuera a una esquina.

—Sí quieres que me calme, será mejor que me digas que está pasando.

—Señoritas, creo que debemos apurarnos, o comenzará tarde el acto de Ophelia. —Hugo las apresuró y fue un error.

—El show de Ophelia inicia cuando yo diga, sigo teniendo algo de poder. —Victoria estaba comenzando a echar humo por las orejas. 

—Hablaré con la disquera. —Hugo comenzaba a arruinar más su noche.

—Llámale a quien quieras, ellos no están aquí y yo mando. —Victoria vio como el manager salía del cuarto con el teléfono en la mano. —Habla, que ya escuchaste, no tenemos todo el tiempo. —Olive le pidió a su propia estilista que saliera y ella obedeció.

—Encontré a mi novio con ella, en ese maldito sillón. —La castaña señaló el sillón, que estaba ahí, repleto de cosas, era como si hubiera querido enterrarlo. —Cuando te fuiste, vine a ensayar, todo el mundo estaba trabajando para este show y cuando regresé del ensayo ahí estaban, revolcándose.

—¿¡Y eso te hizo despedirla?! ¿Sabes qué? Lo entiendo pero estoy a punto de recibir una demanda millonaria por un despido injustificado, la humillaste enfrente de todos y ahora soy yo quien paga las consecuencias de tu inmadurez. —Olive estaba seria, tratando de aguantarse las lágrimas.

>>No puedes presentarte así, entiendo que ella no debió de meterse con tu novio pero no puedes despedir a mi gente. —Victoria estaba que moría de coraje, Lucía fue quien le informó de la demanda, antes de venir hablar con Olive. —Más vale que entiendas algo, yo no te quería en este tour, estás aquí por órdenes de la disquera, así que no creas que tienes algún poder superior aquí.

Después de decir eso, Victoria salió sin esperar respuesta alguna, cerró la puerta de un jalón haciendo retumbar el lugar, al ver a la estilista de Olive casi casi gruñó.

—Si ya terminaste con ella te quiero en mi camerino, ahora. —No estaba para pedir cosas, el viaje, el cansancio, la demanda y el show la habían puesto en un pésimo humor, no era excusa, pero lo último que quería llegar era a encontrar un desastre.

El show para todos fue un éxito, la gente gritaba por Ophelia pero aclamaba a Victoria de una forma espectacular, nadie sabía nada de lo que estaba pasando tras bambalinas y sería mejor que así fuera.

Dos días después de ese show, el abogado de Victoria había volado hasta allá para reunirse con ella y el abogado de Julieta.

Victoria, su abogado y Lucía esperaban en una suite del hotel a Julieta y su abogado.

—¿Van a venir? —Lucía preguntó golpeando sus tacones en el piso haciendo que resonaran por toda la habitación.

—Eso dijeron. —Respondía John Branca, el abogado de Victoria, revisando por milésima vez su reloj.

La rubia estaba completamente en silencio, pensando en cómo resolver esto sin que tuvieran que ir a la corte, no podía permitirse otro escándalo. Julieta no se tardó mucho en llegar después de eso, Lucía los hizo pasar y salió de la suite a petición de la cantante.

—Julieta, buenos días. —Victoria se paró a recibirla y saludar, los dos abogados hicieron lo mismo, de esta forma podrían medir el nivel de encabronamiento de su estilista.

—Victoria. —Por el tono en su voz y el hecho de que solo usó su nombre como saludo, era demasiado.

—Por favor, tomen asiento. —La rubia los guió hasta la mesa y comenzó a servirles agua. —Lamento profundamente lo que sucedió en mi ausencia. —Su abogado le aconsejó que a lo mejor una disculpa resolvería el problema así que ella comenzó con eso.

—No sabía que cuando tú no estabas la mocosa mandaba.

—No lo hace, pero me temo que eso ella no lo sabía. —Victoria les entregó los vasos de agua y el abogado de ella aprovechó eso para hablar.

—Mi cliente quiere una indemnización por los daños a su persona, además del despido injustificado.

—Lo entiendo, pero claramente Ophelia no tiene derecho a despedirte, el trabajo es tuyo si lo quieres.

—¿Me estás insultando? ¿Crees que quiero estar cerca de esa niña estúpida? Ni hablar. —Vale, Julieta al parecer venía con todo y por todos. Julieta tomó una hoja de una libreta que tenía y anotó algo, luego lo pasó por la mesa. —Esta es la cantidad que quiero.

El abogado de Victoria lo tomó, lo revisó y se entregó a la cantante, vale no era un precio razonable tenía que intentarlo.

—Sabes muy bien que no puedo darte tanto dinero.

—No te preocupes, te veremos en la corte. —Julieta se puso de pie pero Victoria la detuvo.

—Julieta, te lo pido, por los años que llevas trabajando conmigo, debe de haber algo que podamos hacer que funcione para ambas, sin que la prensa se entere, ni que gaste millones. —La súplica era el último recurso de Victoria.

—Quiero mi trabajo de vuelta y un aumento de sueldo del 50%. —La mujer se cruzó de brazos, era claro que era eso o nada.

—No puedo darte el 50%, ¿el 10%?

—30% —Ok, estaban negociando, esto iba a buen camino.

—15% es mi última oferta.

—Que sea 20% y tenemos un trato. —Victoria volteó a ver a su abogado, las cuentas eran claras, podía darle ese aumento.

—Está bien, firmaremos un acuerdo de confidencialidad, ten. —El abogado le entregó el contrato a su contrario y este comenzó a revisarlo.

—No he terminado. —Julieta volvió a hablar. —Quiero una disculpa.

—Te la daré, de verdad esto no debió de pasar y por eso me disculpo enormemente. —La rubia podía rebajar su orgullo si con eso evitaba una demanda multimillonaria.

—Que linda. —Habló la estilista con tono condescendiente. —Pero no me refería a ti, quiero una disculpa en frente de todo el crew del tour, ella me humilló y no voy a permitirlo.

—Sí pero tengo entendido que besaste a su novio. —Victoria mencionó pero Julieta no cedió.

—Es eso o el trato se cancela y nos vemos en la corte. —Victoria se agarró el puente de la nariz, porque eso ya no dependía de ella, pero tenía que obligar a Olive a hacerlo, lo cual era otro problema.

—Vale, haré que se disculpe antes del siguiente ensayo. —Julieta sonrió maliciosa, había ganado.

Después de firmar el contrato, después de que sus abogados se hubieran ido y que Lucía la dejara de molestar con más entrevistas, se quedó sola en su suite, Bodoque estaba por ahí dormitando frente al sol.

Ella estaba ahí, acostada en su cama como un costal de papas, fumando cigarro tras cigarro y tomando algo de vino,  no lo suficiente para ponerse borracha, pero si lo suficiente para hacer lo que tenía que hacer.

"Dile a Ophelia que venga a mi cuarto lo antes posible."

Vic había mandado ese mensaje a Lucía, en menos de media hora alguien tocaba a su puerta, ella fue a abrirla y ahí estaba Olive, con ropa cómoda y la cara sin maquillaje, así se veía más infantil.

—Toma asiento, Olive. —Victoria le indicó donde, ella no tomó asiento.

—¿Qué pasó? —Estaba claro que la chica no estaba pasando por un buen momento, ahora que ella y su novio habían terminado.

—Necesito que en el ensayo de mañana, antes de que comience, te disculpes con Julieta, enfrente de todos. —Lo había soltado, mejor así, era como arrancarse una bandita.

—¡No voy a hacer eso! —Olive se puso de pie completamente ofendida. Victoria suspiró y cerró los ojos.

—Pues que bueno que no te estoy preguntando. —La rubia no gritaba, no planeaba hacerlo.

—No me voy a disculpar, ella es una zorra y merece lo que le hice. —Victoria no podía decir que no lo entendía.

—Lo sé, pero conseguí que no demandara, y esa fue una de las condiciones, además de que volverá a ser mi estilista, por el resto de la gira. Y de nuevo te repito, no te estoy preguntando.

—¡Pues no lo haré y hazlo como quieras! —Victoria estaba perdiendo la paciencia. —Te odio.

—¿Crees que me importa lo que tú pienses de mí? Puedo vivir con tu odio. —Era como escuchar a una niña de 4 años haciendo una rabieta por un juguete.

—Eres una basura, dijiste que eras mi amiga y me traicionaste por ella, no lo haré. —La castaña había comenzado a ponerse roja del coraje.

—En primer lugar yo jamás te dije que éramos amigas, y en segundo lugar, lo harás.

—No, y no puedes obligarme. —Esto se estaba tornando en un chiste.

—Que bueno que dices eso, porque ya hablé con Hugo, tu manager, y a la vez con la disquera, estas ya no son órdenes mías, son de los jefes y sé que te crees intocable porque ahorita eres la pequeña linda estrellita de ellos, pero no eres más que su juguete y si ellos dicen que saltes lo haces, así que salta y discúlpate.

—Tú no eres más que una zorra como ella. —Olive había insultado a Victoria usando su escándalo. —Por eso la defiendes, por eso le diste el trabajo de vuelta. Tú eras la otra y te identificas con las de tu clase.

—¿Sabes qué? Mocosa malcriada, por tu culpa estamos en este embrollo, si tu estúpido cerebro no hubiera actuado sin pensar, pudiste haber venido conmigo y yo pude correrlar sin problema de otra forma que no perjudicara a nadie pero tu ego lo arruinó todo.

—Pues no me importa, que hable la zorra esa, que grite, no me disculparé, porque al final del día no soy yo quién pierde con esto, eres tú, ¿Crees que no sé? La disquera me quiere a mí, tú eres un vejestorio. Hugo me lo dijo.

Victoria se quedó callada, no esperaba que es niña peleara tanto, pero lo hacía. Si no fuera menor, tal vez le soltaría una cachetada.

—Que no se te olvide—La chica iba a volver a hablar pero Victoria no se lo permitió.

—No, que no se te olvide a ti dónde estás parada. —Victoria comenzó a ponerse frente a la cara de Olive, eran casi de la misma estatura pero le ganaba por unos centímetros. —Estás todavía en mi sombra, actúa como tal.

>>Tal vez no sea una coincidencia que estés en este tour para tomar todo lo que puedas de mí como sanguijuela, la disquera te quiere convertir en una versión mía. Tú eres su premio de consolación.

Después de eso, Olive no dijo nada, solo sus ojos se llenaron de lágrimas y salió corriendo de ahí, azotando la puerta.

En ese momento, Victoria no hizo la mímica intención por buscarla, esperaba que se le bajara el coraje y entendiera que ella no era quien la estaba obligando, pero la verdad, estaba siendo egoísta, porque prefería ver a Olive humillarse a que ella tuviera problemas de nuevo. 

—¡Hija de...! —El gritó de Victoria se vio interrumpido por un ruido.

Estaba tomando su botella de nuevo cuando su celular comenzó a sonar, no estaba de humor y sin ver respondió.

—¿Qué? —Era un tono para nada agradable.

—Wow, preciosa, ¿qué te hice para que me respondas así? —Era Carlos. 

Se calmó un poco pero de todos modos no quería hablar mucho con él. 

—Ah. Hola Carlos, lo siento, ¿qué pasó? —La rubia mejoró su tono, solo un poco. 

—Nada más te hablaba por... pues por hablar. —Carlos sonrió y Victoria hizo lo mismo aunque ninguno podía ver al otro. Al menos está vez el piloto cumpliría, no se escondería en su trabajo. 

—Gracias. —Odiaba comportarse así con él pero en verdad la había llamado en un mal momento.

—¿Estás ocupada? 

—No, es solo que tuve unos problemas. —Victoria admitió, si eran amigos, a lo mejor podía hablarlo con él. 

—¿Qué pasó? —Carlos preguntó, era obvio que cualquiera que fueran sus problemas, estaban afectándole. —Puedes contarme, no tengo nada que hacer por el momento. 

Victoria le contó todo, desde que llego, la pelea en el camerino, lo que la disquera le había dicho si arruinaba otra cosa hasta esta pelea en su habitación. 

Carlos se quedó unos segundos en silencio tratando de asimilar todo. 

—Vaya...

—Lo sé, no tienes que decir nada, solo me alegra que me hayas escuchado. —Victoria le dio otro trago a su botella de vino y prendió otro cigarro. 

—¿Cómo estás? Con todo eso que te dijo. —Carlos sabía que el tema de Rogelio era uno del que no hablaban. 

—Estoy bien, yo sé que no soy lo que ella me dijo. —Pero en el fondo le molestaba. 

—Está bien. —Carlos de nuevo guardó silencio y luego volvió a hablar —¿Sabes? Las estrellas pop se ven tan tranquilitas pero son unas fieras. —Ese comentario hizo reír a Victoria.

—Oh no tienes la menor idea, solo es cuestión de no dejarte intimidar por ellas. —Victoria había tratado con muchas chicas peores a Olive, podía con ella sin problemas. La rubia sacó humo y Carlos aprovechó eso para hablar.

—Deja de fumar, no creo que sea bueno para tu voz. —Victoria rodó los ojos. 

—¿Desde cuando eres coach vocal? —Eso hizo reír un poco a ambos.

—Desde que vi un documental en la tele. 

—A todo esto ¿cómo sabes que estoy fumando? ¿Me vigilas? —Victoria preguntó. 

—Se te olvida que comienzo a conocerte. —Carlos admitió y era cierto, el madrileño comenzaba a conocer todas sus tretas y jugarretas. 

—Vaya, debo de hacer algo diferente porque odio ser predecible. —Victoria rió mientras apagaba su cigarro.

—Si hay algo en esta vida que no eres, es ser predecible, preciosa. —Que bueno que Carlos no podía ver el sonrojo en las mejillas de la cantante. 

 —¿Está bien si te dejo? —Ella quiso ignorar ese comentario, porque en realidad no sabía que responder. —La verdad es que estoy algo ebria y me estoy quedando dormida. ¿Hablamos después? 

—Claro, quiero saber como termina esto. —Carlos dijo con su característico buen humor.

—Oh guapo, esto no terminará bien, lo sé.

—No me importa, mantenme informado. 

—Lo prometo. —Victoria dijo ya más tranquila.

—Bye, descansa preciosa. 

—Descansa, guapo. —Y colgaron.

Al día siguiente, fue doloroso ver a Olive pedirle disculpas a Julieta enfrente de todos, nadie sabía en sí lo que había pasado y nadie podía hablar, pero los chismes volaban así que en realidad, todo mundo sabía lo que había pasado, además al chisme ayudaba el hecho de que el novio de Olive había desaparecido de ahí.

Después de la disculpa, todos volvieron a su trabajo, Victoria y Lucía veían el show desde lejos, al pasar cerca de ella, Olive le susurró como si nada pasara entre ellas:

—Zorra barata.

Solo para que Victoria le respondiera de la misma forma:

—Bastarda malcriada.

Lucía volteó a ver sorprendida a las dos damas.

—Vaya, parece que hoy hemos decidido quitarnos los guantes para pelear. —La castaña comentó mientras ella solo se alzaba de hombros indiferente.

—Será mejor que continuemos con este ensayo. 


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Hello

ANUNCIO:

Si les gusta como escribo, vengo a promocionar mi nueva fanfic, es de Lance y espero le puedan dar una oportunidad, será más corta y se llama:

ALGO NUEVO, ALGO VIEJO Y ALGO PRESTADO

Ya está publicada

Se que este no estuvo muy emocionante, ni muy romántico pero espero que les haya gustado

Las quiero y nos vemos el siguiente viernes, espero estén disfrutando sus vacaciones

Fer <3

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