Capítulo 20 [GP de España 1/2]
Caco estaba desesperado, ayer se había despedido de Carlos y él le había dicho que subiría a dormir, pero hoy que había entrado a su cuarto, la cama estaba tendida, había hablado con Rupert, pero su entrenador tampoco sabía donde se había metido el madrileño.
No quería llamar a los padres de Carlos y preocuparlos, porque apenas las cosas se estaban arreglando, así que no sabía dónde más buscar, hasta que un mensaje por parte de Lucía llegó a su celular.
No tenía tiempo para ella, pero parecía ser una urgencia, y normalmente la castaña no lo molestaba.
"Trae tu trasero para el cuarto de Victoria"
"AHORA"
Caco corrió hasta la habitación de la rubia, ay no, ¿si Carlos estaba ahí que haría? Se suponía que eso no debía de pasar, Carlos le dijo que no pasaba nada entre ellos.
Al llegar, la manager estaba de pie con una cara de pocos amigos.
—Creo que esto es tuyo. —Lucía señaló al piloto que estaba totalmente dormido en la cama de Victoria, tenía una cobija sobre él que le cubría todo el cuerpo.
—¿Está vestido? Dime por favor que está vestido.
—No lo sé, no me pagan lo suficiente, ve si lo está. —Lucía le ordenó.
—No quiero, es mi primo. —Caco volteó al otro lado, y debajo de la otra cobija estaba Victoria.
Los dos estaban completamente perdidos, Victoria le estaba dando la espalda a Carlos pero estaban lo suficientemente cerca entre ellos, para que la mano del piloto estuviera sobre el cabello de ella, Bodoque estaba dormido en sus pies.
—Tenemos que despertarlos, Carlos tiene que estar en el Paddock en una hora.
—¿Quiéres hacerlo divertido? —Lucía podía tener 30 años, pero todavía le gustaba jugarle bromas a su cliente.
La agente fue por una de esas tapas de comida de metal con la que entregan el servició a cuartos y una cuchara. Caco sabía lo que iba a hacer y apretó sus labios para que la risa no le ganara antes de tiempo.
—¡Despierten florecitas! ¡Ya amaneció! ¡El Sol ya salió! ¡Y ustedes no pueden seguir en la cama! —Lucía gritó todo eso a todo pulmón mientras golpeaba la tapa con la cuchara.
Las dos estrellas se levantaron de un brinco, mientras trataban de averiguar qué había pasado, Caco agradeció al ver que Carlos tenía la misma ropa de ayer y que Victoria tenía una pijama para nada halagadora.
—¿Qué carajos? —Carlos preguntó enojado mientras Victoria corría a arrebatarle los utensilios a Lucía.
—Eso me pregunto yo, ¿qué haces dormido aquí? Y por lo que vi esta mañana en tu cuarto, pasaste la noche aquí. —Carlos ya no dijo nada porque se sonrojó, a pesar de que no había pasado nada entre ellos.
Lucía lo miró mal.
—Será mejor que los dos bajen a desayunar algo, y regresen a SUS respectivas habitaciones. —Lucía siempre era más estricta que Caco y por alguna razón las dos estrellas le hacían más caso a ella. —SOLOS.
Así que así como estaban, se pusieron sus zapatos, Victoria tomó una sudadera y le aventó otra a Carlos lo suficientemente grande para que le quedara sin problemas y salieron al comedor a desayunar algo.
Al bajar al comedor, se encontraron con los Sainz terminando de desayunar, ellos estaban riendo junto con las hermanas de Carlos que ya habían llegado. Las dos estrellas se les unieron eligiendo su propia comida del buffet, todavía algo adormilados. Todos los de la mesa compartieron una mirada de interrogación entre ellos al ver que los dos parecían venir del mismo lugar, con Carlos y su ropa del día anterior y Victoria y su pijama.
—¿Ya estás listo para la carrera? —Su padre preguntó mientras Carlos se servía un poco de jugo de naranja para él y para Victoria.
—Claro.
—¿Qué tal durmieron, chicos? —Blanca preguntaba mientras Ana se reía, y Carlos le regalaba una mala mirada.
Victoria prefería no meterse y solo tomó su jugo en paz.
—No molestes a tu hermano. —Su madre fue quien se metió en esa rencilla para detenerla.
Victoria estaba comiendo su cereal y su fruta tratando de no reírse, de verdad que cada momento que pasaba con los Sainz era como ver una de esas películas de familiares amorosas, eran muy buenos y muy típicos para ser real. Solo les faltaba un perro.
—Oigan, ¿ustedes tienen perro? —Victoria preguntó, necesitaba saber con urgencia.
Toda la familia Sainz la volteó a ver sin entender, era lo primero que decía desde su saludo.
—Tenemos dos, uno se llama Oli, es un maltés hermoso. —Reyes sonrió sacando su celular y enseñándole una foto. —Y el otro es un perro de caza, llamado Piñón.
Ok, entonces si eran una típica familia de sitcom*.
—¿Por qué? —Ana preguntó.
—Curiosidad. —Ella sonrió.
—¿Bodoque está aquí? —Ana volvió a preguntar y ella sonrió y asintió. —Wuuu, ¿puedo verlo?
—Claro, iré a prepararme después de desayunar, puedes subir conmigo. —La hermana menor sonrió y el desayuno continuó.
Carlos y su padre hablaban de un partido de fútbol, al parecer nadie hablaba de la carrera para no poner nervioso al piloto, Victoria se unía de vez en cuando a la plática de su madre y sus hermanas, pero en general solo se dedicaba a verlos y analizar la dinámica familiar.
Después de eso, Blanca y Reyes se fueron con el padre de Carlos, Carlos se fue a su cuarto y Ana fue con Victoria por Bodoque.
Victoria y Ana habían entrado al elevador, estaban hablando de los shows de la cantante cuando este se detuvo y se abrieron sus puertas, dejando entrar a varios hombres hablando, ellas se hicieron a un lado. Uno de ellos les coqueteó a ambas, pero las dos lo ignoraron amablemente, luego, casi de inmediato se volvieron a bajar.
—¡Dios! Que molesto, ¿acaso no sabe que no es no? —Victoria fue la primera en hablar después de que las puertas se hubieran cerrado.
—No les importa, son unos patanes. —Ana comentó y Victoria le dio la razón. —De todos modos no importa, tienes a Carlos para ahuyentarlos ¿no?
—Supongo. —Victoria pensó. —Pero nunca he necesitado a nadie para mandarlos a volar.
—Claro, claro. —Ana habló, quería saber que era lo que en realidad pasaba entre la cantante y su hermano. —¿Y cómo llevan esto de la relación a distancia?
Victoria lo que menos quería hablar en ese momento era sobre una relación falsa, apenas se había contentado con Carlos, como para inventar que todo era color de rosa, pero tenía que hacerlo.
—¿La verdad? Mejor de lo que pensaba. —Muy bien Victoria, da una respuesta vaga.
—Si bueno, es bueno que en tan poco tiempo se lleven tan bien ¿no? Digo, pasaron la noche juntos. —Ana dijo tentando el terreno pero Victoria no dijo nada por un segundo.
Si ella sabía que eran "pareja" ¿por qué hablar sobre si habían pasado la noche juntos?
—Lo sabes. —Victoria la había descubierto y Ana que creía que estaba siendo muy inteligente se vio acorralada por la perspicacia de la rubia.
—No, yo, no. —Ana no engañaba a nadie y la mirada acusatoria que Victoria le había dado solo la ponía más nerviosa.
—Vamos, Ana, no soy tonta, además, tu padre lo sabe, él me lo dijo, supongo que tu madre también y ahora tú y si el patrón sigue así, supongo que también Blanca. —Victoria comentó seria.
—Sí, pero nos enteramos en diferentes momentos. —Ana confesó por fin.
—¿Fue algo que yo hice? —La rubia quería saber si su actuación estaba empeorando, porque si era así, tenían que trabajar más en ello y en convencer al público.
—No, en realidad fue Carlos, se le olvida que su familia puede leerlo como un libro. —Victoria cerró los ojos y respiró hondo.
—Carlos es un idiota. —Dijo y las puertas del elevador se abrieron.
Al llegar a su cuarto, Lucía estaba esperándola para entregarle lo que usaría, pero se quedó en silencio cuando vio que venía acompañada.
—No puedes meter mujeres a tu habitación cuando estás trabajando. —Le dijo causando que Ana se sorprendiera.
—Es la hermana de Carlos, Lucía. —Victoria se rió mientras la agente cerraba sus labios y cerraba los ojos.
—Perdóname, no te reconocí. —Lucía se disculpó. —Apúrate que tienes poco tiempo.
—Hola Lucía, no te preocupes, yo solo vengo a ver a Bodoque. —Ana había sonreído apenada mientras corría a tomar al gato en sus manos.
—Claro, ya me apuro. Ana, puedes estar aquí en lo que me cambio. —Victoria fue y se comenzó a arreglar, Lucía iba detrás de ella.
—¡Perdón! Te juro que no la reconocí. —Lucía le decía en susurros.
—Ah no te preocupes. Además, creo que ya saben lo del contrato, todos, mejor para mí.
—No pueden hablar, Victoria. —Lucía le recordó.
—No lo harán, no te preocupes. Pero habla con Carlos, por él nos descubrieron. —La manager rodó los ojos, la inexperiencia de Carlos a veces la sacaba de quicio.
Después de salir del baño cambiada, comenzó a arreglarse, les había llegado un mensaje de Caco diciendo que se debía de apurar, así lo hizo y junto con Ana se vieron con el resto de la familia en el lobby.
Caco, Carlos y Victoria se fueron en un auto mientras que el resto de los Sainz en otro.
De nuevo, al llegar al paddock todas las cámaras se giraron a verlos, los fans corrían para poder conseguir una foto con Carlos o aunque sea un autógrafo, el piloto trataba de atender a toda la gente que pudiera pero simplemente eran demasiados.
Victoria está vez no iba de su mano, iba un poco más atrás, y poco a poco la gente la iba empujando, y mientras más trataba de llegar con Carlos, era como si más lo alejaran de él.
Mierda, lo mejor que pudo hacer era alejarse de la multitud que rodeaba al madrileño y llegar ella sola al motorhome, además, todo el mundo podía encontrar un jodido bloque rojo. Trató de buscar al resto de la familia de Carlos pero tampoco los encontró.
Estaba comenzando a caminar cuando escuchó que alguien la llamaba, esperaba que fuera alguien conocido, pero una vez que reconoció su voz siguió su camino, no podía arriesgarse a que hubieran fotos de ellos juntos.
No fue hasta que ambos entraron al motorhome que pudo confrontarlo.
—¿No entiendes que si me alejo de ti es porque no quiero hablarte? —Fue lo primero que dijo la rubia a Rogelio. —¿Qué haces aquí?
—Trabajo aquí, creí que eso había quedado claro. —Rogelio sonrió con una cara de que no rompía ningún plato. Y entonces, su sonrisa cambió a una como el gato de Alicia en el país de las maravillas y se comenzó a acercar a ella. —Vengo a ver la carrera, además, si así tengo la oportunidad de verte, ¿qué mejor?
—Por favor aléjate. —Ella se hizo para atrás.
—Tranquila no haré nada que no quieras. —Rogelio retrocedió pero ella sabía que le gustaba jugar. —Porque cuando regreses a mí, será por tus propios méritos, yo jamás te he obligado a nada y jamás lo haré, Tori.
Victoria frunció el ceño.
—Eres horrible.
—Soy el amor de tu vida, que no se te olvide. —Rogelio sonrió más y trató de tomar su mano pero ella la quitó al momento sin poder evitar un roce entre ellos. —Estoy seguro que tu teatrito de antes fue por las cámaras. No te atreverías a dejarte ver conmigo, no eres tonta.
Victoria se había quedado callada, después de tanto tiempo seguía conociéndola como la palma de su mano.
—Es cierto lo que te dije en Maranello, estoy bien, y tú solo lo arruinas, por favor, vete. —Ella esta vez no estaba llorando, y no iba a hacerlo, había aprendido a lidiar mejor con sus emociones.
—¿Bien? ¿A eso se ha resumido tu vida? ¿A solo estar bien? Nunca fuiste tan conformista, Tori, me da tristeza.
Ella iba a responder algo más, pero escuchó una voz llamándola.
—¿Victoria? —El padre de Carlos había llegado. Los había estado observando a lo lejos, Carlos le dijo que fuera por ella, porque el piloto tenía que prepararse para el show previo a la carrera.
—Señor Sainz. —La rubia ahora se sentía aliviada de ver al padre de Carlos.
—Señor Sainz es un placer y honor conocerlo, me presento, soy Rogelio Castillo, nuevo miembro del equipo Ferrari. —Rogelio estaba como si nada pasara, extendió su mano y Carlos sr. la aceptó, pero Victoria pudo notar que había apretado de más la mano del abogado.
—Carlos. —Los dos hombres se soltaron. —Y me temo que he venido por Victoria, ya vamos al garaje. La carrera ya casi comienza.
—Oh pero qué coincidencia, yo también voy para allá, podría acompañarlos. —Victoria ya iba a negarse a eso, pero el señor Sainz la tomó del brazo y sonrió.
—No será necesario, esto es un evento familiar y Victoria es parte de la familia. Con permiso. —Y sin esperar otra cosa salió de ahí con la rubia. Rogelio se quedó en el motorhome, si quería recuperar a la cantante estaba claro que no solo debía alejarla de Carlos hijo, sino de toda la familia.
—Carlos me dijo que él te molesta. —Victoria asintió, las cámaras del paddock los captaron.
La gente en verdad creía que al señor Sainz le agradaba Victoria y no solo a él, si no a toda la familia, ya la habían captado varias veces con los padres de Carlos, o esa vez que salió con las hermanas de él después del concierto.
—Sí, él es mi ex, y no sé cómo consiguió un trabajo aquí, supongo que el mundo es verdaderamente un pañuelo. —Ella se alzó de hombros sonriendo, no podía dejarse ver triste hoy, la gente hablaría.
Los dos llegaron al garaje, las hermanas y la madre de Carlos ya estaban ahí en la zona de visitantes, cómo eran muchas personas, al final ellas deshicieron ir a ver la carrera en la zona VIP del paddock club, y dejarlos los lugares disponibles a Carlos sr., Victoria y Caco. A los tres les entregaron unos auriculares y entonces, se llevaron el monoplaza, Carlos comenzó a despedirse.
—¿Listo, hijo? No te preocupes por nada, lo harás bien. —Su padre le dio un abrazo con palmadas en la espalda y sonrió. —Les daré privacidad.
—¿Nervioso? —Victoria preguntó, ella lo estaba.
—Me dan más nervios al salir contigo. —Carlos admitió y Victoria se rió de él.
—Oh, yo sé que puedo ser intimidante para ti, pero no te preocupes, no muerdo. —Carlos se sonrojó y ella se burló de nuevo de él. "Oh esto no se quedará así" pensó el piloto.
—¿No muerdes? Claro, a menos que te lo pidan ¿no? —Carlos se había acercado a su oreja para decir eso y que solo ella pudiera escucharlo, Victoria abrió los ojos de sorpresa, toda su cara se tornó de un lindo color escarlata, casi como el monoplaza de Carlos y lo golpeó en el estómago causando que el español se hiciera para atrás riendo. —Valió la pena.
—Cabrón. —Ella dijo fingiendo molestia, pero en realidad le había dado risa.
—No me trates así, no cuando voy a correr, ¿qué tal que tengo un accidente y estas fueron tus últimas palabras para mi? —Carlos dijo haciendo un puchero.
—No te pasará nada, es más ganarás, lo sé. —Ella lo dijo con tanta seguridad que espantó al piloto.
—¿Qué? ¿Apostaste por mí? ¿Compraste a los demás pilotos? —Ella rió y rodó los ojos.
—No, solo lo digo porque yo no salgo con perdedores. —Victoria sonrió coqueta y alguien tocó el hombro a Carlos, era momento de irse. —Suerte.
Carlos ya no dijo nada más, solo se alejó y le regaló un guiño, al cual ella respondió rodando los ojos.
—Creído. —Murmuró solo para ella.
El señor Sainz y Caco habían visto de lejos esa interacción y su tío miró interrogante al agente de Carlos.
—¿Sucede algo entre esos dos? ¿O ese es el acto de la pareja por publicidad? —Carlos sr. preguntó.
—No lo sé, ellos dicen que no, pero ¿también lo notas verdad? Cuando están juntos es diferente, Carlos se ve diferente. —Caco respondió, esperando que nada de esto saliera mal. —No mentí cuando dije que ella le hacía bien; de cierta manera, los dos mejoran cuando están juntos.
—Se ve contento. —Caco asintió pero ya no dijo más porque la rubia había ocupado su lugar junto a ellos.
Después del himno, los monoplazas fueron acomodados en la pista, el auto de Carlos fue puesto en la quinta posición en la tercera fila.
Todos en el garaje estaban en silencio esperando la salida, y una vez que los autos salieron todos comenzaron a vitorear, pues Charles se había puesto en primera posición y Carlos había podido recuperar dos posiciones, haciéndolo quedar en tercero.
Victoria estaba emocionada, era la primera carrera a la que asistía y se había vuelto una fan, pues no se había perdido ninguna esa temporada, pero definitivamente verlas en persona era diferente, la emoción se sentían en el ambiente.
Ahora el padre de Carlos estaba diferente a como había estado en la qualy, ahora él estaba en silencio total viendo la carrera, Victoria podía notar que el señor estaba nervioso, pues jugaba con sus manos y ella también, pero en realidad ella se sentía llena de adrenalina, y eso que ella no corría.
Llegó el momento de la primera parada para cambiar neumáticos, el día estaba soleado así que eso era un determinante para la estrategia que Ferrari manejaría, primero Charles llegó a cambiarlos, haciendo que Carlos quedara en segunda posición, detrás de Max, el madrileño trató de rebasar, pero todavía no era posible.
La gente gritaba y al parecer los nervios del padre de Carlos se le habían contagiado a Victoria porque ahora ella estaba mordiéndose las uñas.
Después de unas vueltas más, Carlos entró a cambiar neumáticos, se habían tardado un poco pero no lo suficiente para arruinar su carrera, ahora había salido en sexta posición, todavía había tiempo para que Carlos rebasara y pudiera llegar mínimo a un podio.
Pero por la mente de Carlos no estaba un podio en mente, él no quería un podio, él quería todo, el primer lugar e iba a luchar por él, el agua ya se le había acabado, hacía un calor horrible y ahora peleaba por la cuarta posición, George Russell le estaba dando batalla, y sabía que a veces George, no era de los corredores más limpios. Si lo sacaba de la pista iba a estar muy enojado.
Trataba de escuchar las indicaciones del radio pero solo lo distraían, él trataba de hacer lo suyo, y por fin pudo rebasar a George, ahora, delante de él y su premio solo quedaba Checo, Max y Charles.
Victoria estaba viendo las pantallas sin percatarse que grabarían su reacción sin importar en qué lugar quedara Carlos, ahora él estaba detrás de Charles en segundo lugar y como apenas eran las primeras carreras del campeonato, a los dos se les dejaba seguir luchando por él, así que Carlos podía pelear con Charles por la posición sin que el equipo los detuviera.
Faltaban tres vueltas para que terminara y por fin, Carlos pudo rebasar a Charles, ahora solo quedaba mantener la posición y defender, Victoria había brincado en cuanto Carlos había logrado esa hazaña, luego abrazó a su padre, estaba claro que era muy pronto para celebrar, pero fue la emoción.
Las cámaras gozaban con Victoria, la gente quería ver su relación por todos lados, no importaba si les gustaba o no, ellos querían contenido y ella brincando en el garaje de Ferrari por Carlos les daba ese contenido.
La última vuelta comenzó y la bandera a cuadros fue visible para el madrileño en menos tiempo de lo que pesaba, cruzó la línea de meta, la bandera ondeaba y por la radio le habían dicho que había terminado en P1, lo había logrado.
Después de eso, estacionó el auto donde iba el auto ganador, después de él, Charles llegó y los dos pilotos salieron para ir a correr a abrazar al equipo de Ferrari, habían logrado el segundo 1 y 2 de la temporada, está vez con Carlos en la punta.
Max había quedado tercero, los tres pilotos comenzaron a realizar todo lo que sucedía en los podios, pesarse, tomar agua y dar una pequeña entrevista.
Carlos no podía creerlo, había ganado el GP de su casa, por fin, todo el lugar gritaba su nombre.
Fueron un rato al cool down room y Carlos se colocó la gorra que le correspondía y tomaba agua.
—Maldito bastardo, no puedo creer que me rebasaras, pensé que no lo lograrías. —Charles le dijo con una sonrisa en el rostro, en verdad se alegraba por el madrileño, ganar en casa era importante.
Max también lo felicitó y comenzaba a hablar de la carrera, Carlos trataba de ponerle atención pero se había quedado perdido pensando en todo lo que acababa de pasar.
Después de estar un rato ahí, era hora de ir al podio. Primero salió Max, como un buen tercer lugar, luego Charles y por último él, toda la gente gritó, estaban felices de tener un español como campeón de su GP.
Les entregaron los trofeos y sonó el himno, y mientras estaba ahí, había una persona que Carlos no dejaba de buscar por la multitud, sabía que su familia estaba ahí, Victoria debería de verlo también ¿no?
Siguió buscando como desesperado, hasta que la encontró, estaba a un lado de sus hermanas, estaba sonriendo y le estaba tomando fotos, en verdad se veía feliz y por estarla viendo se distrajo y los otros dos pilotos lo comenzaron a bañar con champagne.
Carlos se unió a la celebración y luego tomó un poco, se lo había ganado y sabía a gloria.
Bajó corriendo a abrazar a sus padres, ellos lo recibieron con un enorme abrazo, y lo llenaron de besos, luego sus hermanas, ellas también lo celebraron y le revolvieron el cabello y por último Victoria.
—Entonces, ¿cómo está eso que no sales con perdedores?
—Te lo dije, ¡Muchas felicidades!, te lo mereces. —Carlos sonrió y la abrazó, era un abrazo sincero, las cámaras captaron todo, por suerte no escucharon lo que hablaban.
—¿No merezco un beso de victoria?
—¿Hablas de un beso por ganar? ¿O un beso de Victoria, yo? —Ella se había perdido un poco por el significado de la palabra, y el rió más fuerte.
—¡Ambos! —Y sin preguntar más tomó la cara de la rubia en un beso, Carlos estaba todo empapado y la cantante prefería no saber si era champaña o sudor, solo siguió con el beso.
Todas las cámaras apuntaron hacia ellos, los adoraban y no podían esperar más para ver más de esos dos en los premios.
No sabía Carlos si era la adrenalina que sintió por toda la carrera o los labios de Victoria lo que electrificó su cuerpo, pero se sentía como si pudiera volar, el beso tuvo que ser corto, pero era claro para todos, ellos estaban perdidos.
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2/3
Hello, ahora sí lo subo a la hora y el día correcto, espero les guste esta segunda parte .
Y nos vemos mañana para la tercera parte, espero les guste
Las quiero.
<3
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