Capítulo 13 [Feliz San Valentín 2/3]
A la mañana siguiente Caco entró a la casa y se encontró con Carlos cocinando el desayuno y a Victoria que terminaba de maquillarse en la sala. Se habían levantado temprano por los nervios, sería la primera vez que cámaras que no fueran las de Tommy los verían y ya estaban listos, o eso creían.
—Me alegra verlos tan dispuestos. —Caco había entrado con dos cafés para ellos y el suyo a punto de terminarse, además traía unas rosas bajo el brazo. —Victoria para ti, feliz San Valentin.
Eso tomó por completo en curva a Carlos, vaya que era valiente su primo, intentando conquistarla.
—Oh muchas gracias, son preciosas. —La chica las olió y las dejó en la mesita frente a ella para continuar con lo que hacía.
—Son de parte de Carlos, Lucía dice que debes de subirlas a tu historia de Instagram. —Claro, eso lo explicaba todo, el piloto regresó a su cocina. —Sin etiquetas, solo súbelas, los fans sabrán de parte de quien son.
Victoria hizo lo que se le pidió y subió una foto a su historia, sin etiquetar a nadie y ninguna descripción.
—Desayunen rápido, tenemos que llegar temprano, veo que ambos llevan ropa cómoda, eso es bueno, porque hoy caminaran bastante, yo no estaré cerca para no salir en las fotos pero estaré lo suficiente para que me hablen si pasa algo. —Caco decía mientras le daba el último trago a su café y luego lo tiraba en el bote.
Carlos sirvió el desayuno y las dos estrellas comieron en silencio asimilado que todo el show comenzaría.
Después de terminar de alistar todo, salieron directo a la fábrica de Ferrari, donde al entrar Victoria se quedó sorprendida con lo enorme que era. Todo estaba en movimiento, bajaron del auto y vieron que no solo ellos habían llegado, la prensa comenzaba a alistarse para entrar, venían de todo el mundo.
—Bienvenida a Maranello. —Carlos bajó del auto primero y le abrió la puerta a la rubia para ayudarla a salir, tal y como las hojas de Lucía indicaban, no es que las necesitara.
Las cámaras aún no grababan pero la prensa estaba tomando nota, los veían con una sonrisa en el rostro, pero como una sonrisa cuando un depredador olfateaba sangre, pero como todavía no era tiempo, Carlos y ella entraron sin problema.
Caminaron mientras Carlos le enseñaba toda la fábrica, le decía donde estaban las oficinas, donde él trabajaba y más, estaba hablando cuando alguien llamó su nombre.
—¡Caaaarlos! —Podía identificar ese acento donde fuera. Su compañero de equipo acababa de llegar pero estaba muy lejos de la pareja así que Victoria aprovechó para hablar.
—¿Quién es el muñequito de pastel? —La cantante no era ciega y sabía apreciar a un hombre atractivo.
—Mi compañero de equipo.
—¿Charles? ¿Está soltero? —Carlos la miró de mala forma mientras ella fingía que no lo había notado.
—No para ti.
—Ay no te pongas celoso. —Ella estaba molestándolo, vengándose por sus comentarios de anoche.
—No estoy celoso, además es muy joven para ti. —Ajá, dos podían jugar ese juego.
—Por él, puedo hacer excepciones. —Y con este último comentario lo había dejado desarmado, además de que ya no le daba tiempo de responder nada porque Charles había llegado hasta ellos.
—Hello mate. —El principal idioma en el que ellos dos se hablaban era el inglés pues el monegasco manejaba más el francés que el español y Carlos manejaba más el español que el francés. Así que el punto medio era inglés como casi todos en el grid.
—¿Cómo te ha tratado este inicio de año? —Los dos pilotos se abrazaron.
—No me quejo. —Fue ahí que Charles se percató que Carlos no venía solo. Había escuchado los rumores y había visto las fotos y todo apuntaba a que eran verdad, Carlos se había conseguido a una estrella como novia.
—Hola. —Charles la saludó haciendo que ella sonriera tímidamente.
—Hola. —Vic respondió de vuelta y se saludaron de mano. —Un placer, Carlos me ha hablado mucho de ti. —Y esta vez no mentía, Carlos en verdad le había hablado de él. Ambos habían hecho su tarea.
—A mi no, pero entiendo por qué. —Era todo un coqueto y estaba claro que sabía que era atractivo y lo aprovechaba.
—Bueno, bueno, deja a mi novia en paz. —Carlos los interrumpió haciendo a Charles reír alzando sus manos en defensa, era claro que Carlos no jugaba y su compañero no iba a retarlo.
—¿Qué hacen aquí? —El monegasco prefirió cambiar de tema.
—Le estoy dando el tour vip. —Carlos explicó
—Uy, excelente. Disfrútalo que no todos obtienen esos beneficios. —Charles le dio uno de sus característicos guiños. Ella asintió y los dos continuaron con el tour mientras Charles se iba a hacer otras cosas.
Llegaron al área de ingeniería, Carlos le presentó a sus ingenieros y todos la recibieron muy amablemente. Le enseñaban algunos de los diseños pasados y trataban de hacer quedar bien al español frente a ella comentando que Carlos había ayudado a desarrollar el auto de esta temporada y de todas las temporadas pasadas desde que había llegado a Ferrari.
La mayoría de los ingenieros hablaban un inglés con acento italiano muy marcado y fue una sorpresa cuando uno de ellos se le acercó a Carlos hablando en un perfecto italiano, pero mayor fue la sorpresa al escuchar a Carlos responderle de la misma forma.
La chica debió de poner una mueca porque Carlos le guiñó y le sonrió de forma divertida.
—Vic, aquí mi amigo Luca dice que si puedes saludar a su hija, al parecer es gran fan tuya y pensó que podrías venir porque sabe que salimos. —Victoria sonrió y asintió.
—Claro, me encantaría. —El ingeniero, a quien Carlos llamó Luca se dio la vuelta y regresó con una adolescente no mayor de 13 años.
La pequeña estaba con los ojos completamente abiertos de par en par, y traía con ella una carpeta decorada.
—Alessia, ¿me pediste que te trajera para que no dijeras nada? —Su padre le dio un empujón pero la joven siguió congelada.
—Alessia es un hermoso nombre. —Victoria fue quien tomó la iniciativa y extendió su mano mientras se acercaba a ambos.
—¡No puedo creer que en verdad seas tú! —La joven pareció salir de su estado de transe. —Amo tu música. ¡Creo que voy a morirme! Yo sabía que no eras una mujerzuela, cuando saliste y diste esa entrevista lo sabía, sabía que tú no podías romper un matrimonio, te defendí siempre. Aún cuando mis amigas dejaron de apoyarte hasta que vieron lo que en verdad pasó en esa entrevista que diste. —Ahora la que parecía estar en estado de shock era Victoria, no esperaba que una de sus fans tan jóvenes estuviera al tanto, y mucho menos que dijera que la había defendido.
Carlos estaba alerta al ver el cambio de actitud de Victoria, sabía lo difícil que era para ella abrirse y hablar del tema.
—¡Alessia! No puedes decir esas cosas. —Fue su padre quien la reprendió y eso hizo salir a Victoria de su estado.
—Oh no se preocupe. —Victoria le habló a Luca para después dirigirse a Alessia. —Creo que te debo una por defenderme, pero en serio, no tenías que hacerlo, no me gustaría que te hubieran dicho algo que claramente no mereces. Pero dejemos ese tema atrás, mejor dime que tienes en esa carpeta. —La rubia se compuso como siempre, sin problemas.
—Claro, es una carpeta que he estado haciendo, tiene todo tu trayecto en los escenarios, la primera vez que te presentaste en vivo, tus gustos y lo que no te gusta, además de datos curiosos. —La chica comenzaba a abrirla y a mostrarle su scrapbook 100% hecho por ella.
—Vaya, creo que debería pedirte prestada esa carpeta, me salvaría mucho. —Carlos hizo un comentario haciendo que las dos chicas rieran.
—¿Qué harán hoy? —Victoria sabía que no debía de responder ninguna pregunta sobre su relación, pero Alessia era una fan tan linda que no se resistió.
—Bueno, no haremos la gran cosa, estaremos aquí para el anuncio del nuevo monoplaza y luego regresaremos a casa. —Ella sonrió pero parecía que eso no le gustó para nada a la niña.
—Pero es tu cumpleaños, por cierto, te hice esto. —Carlos se golpeó mentalmente, claro, mientras "estudiaban" él se había burlado de ella por nacer el 14 de Febrero diciéndole que era una horrible día para nacer y que nadie se acordaría de su cumpleaños y ahí estaba él, haciendo exactamente eso.
—Oh, la verdad es que casi nunca celebro mi cumpleaños. —Victoria tomó el pequeño paquete que Alessia le estaba dando. —Muchas gracias, pero venías muy preparada, ¿Cómo sabías que estaría aquí?
—Ayer vi tus fotos yendo de compras en Maranello y supe que tenía que venir, le rogué a mi padre que me trajera y me dejó venir, siempre y cuando no molestara a nadie incluyéndote ¿Te estoy molestando? —Victoria rió mientras su padre trataba de ocultar su vergüenza por los comentarios algo desatinados de la joven.
—Para nada, además eres de las primeras en felicitarme hoy, muchas gracias preciosa. —Victoria le dio un abrazo a la joven frente a ella y Alessia sintió que se desmayaba.
—¡Carlos! —Le gritó al novio de la chica que había pasado a segundo plano para ella. —¿Puedes tomarnos una foto? Si a Victoria no le molesta. ¿Te molesta?
—No. —La rubia con el regalo que le había dado la chica en las manos se acomodó para la foto, la abrazó como pudo porque Alessia había decidido que ella sería quien la abrazara con todas sus fuerzas.
La foto salió bien pero la joven tomó las riendas y sacó algunas selfies y la hizo firmar su carpeta, una playera y algunas fotos que les vendería a sus amigas por dejarla de apoyar, después de eso su padre le habló y se despidió de ambos, no sin antes desearle suerte en el tour y diciendo que ella ya tenía sus boletos para el show en Italia.
—Es linda. —Victoria comentó una vez que la joven se había ido, pero Carlos estaba terriblemente avergonzado.
—Vic, en verdad perdóname olvidé tu cumpleaños. No tengo excusas para eso. —Ella sonrió resignada.
—Entiendo, tienes miles de cosas en tu mente, no te preocupes, estamos trabajando, además, es cierto lo que le dije a Alessia, no suelo celebrar mi cumpleaños.
—Eso no es excusa para que la gente se olvide. —Carlos seguía molesto con él, pero más molesto porque Victoria parecía normal, un cumpleaños es sagrado pero para ella era un día de trabajo cualquiera.
Ella estaba por responder algo más pero entonces lo vio, creyó haber visto un fantasma, solo había sido un vistazo de reojo, pero al voltear su cabeza confirmó lo que en verdad había visto.
Frente a ellos venían unos directivos, quienes en verdad tomaban las decisiones por ahí, Carlos estaba a punto de decirle algo a Victoria pero la rubia lo había abandonado, se había puesto pálida como un fantasma y toda la tranquilidad se había esfumado de su cara.
—Carlos, es él. —Susurró ella apenas moviendo su boca.
—¿Él? —El español era lento porque Victoria estaba a punto de abofetearlo. —Espera, ¿él? ¿él?
—Sí, él maldita sea. —Los directivos cada vez se acercaban más a ellos.
—¡Carlos! —Saludó el presidente con una sonrisa de oreja a oreja. —Que bueno es verte, justo le estamos enseñando las nuevas instalaciones a nuestro nuevo integrante, Rogelio Castillo. —El hombre dio un paso adelante y en su cara se podía ver una sonrisa divertida. —Rogelio será nuestro nuevo apoyo como abogado corporativo.
—Un placer. —Rogelio extendió su mano en forma de saludo al piloto y este tuvo que tomarla, Victoria parecía invisible.
—¿Y quién es la dama que te acompaña? —El presidente de nuevo habló poniendo su atención en Victoria, que parecía querer salir corriendo de ahí y vomitar.
—Claro, les presento a mi novia, Victoria Ellis. —Carlos tomó la mano de Victoria y entrelazó sus dedos. —Amor, él es mi jefe, Benedetto Vigna, el director ejecutivo de Ferrari.
—Un placer. —La rubia saludó de manos a todos, cuando fue el turno de Rogelio, esté la vio como si un león viera a su presa, mandó escalofríos a la espalda de la cantante.
—Carlos, te veremos en la presentación, nosotros los dejamos, tenemos que seguir con las indicaciones para el señor Castillo. —El jefe de Carlos se fue mientras Rogelio se despedía con un asentimiento de cabeza.
—Señorita Ellis, Carlos. —Fue lo que dijo antes de seguir su camino y darles la espalda.
Victoria no se había dado cuenta de que había estado reteniendo su respiración hasta que Rogelio se apartó lo suficiente.
—Vaya, es un imbécil. —El madrileño frunció el ceño.
—Carlos no digas esas cosas ¿Qué está haciendo aquí? —Ella parecía que iba a vomitar. —Tengo que hablar con Lucía.
—No, tranquila, podemos con él, no dejaremos que se acerque a ti. —Claro que este día no podía empeorar, además de todo el trabajo que tenía, se le acababa de agregar dos tareas más, uno, hacer algo por el cumpleaños de Victoria y dos, mantenerla lejos de él antes de que tuviera un brote psicótico.
—Vale, sí, sí podemos. Es solo que no esperaba verlo aquí. —Victoria se trataba de recomponer, en su bolsa metió el regalo que Alessia le había dado y continuaron con el tour.
Por la tarde, Carlos se estaba terminando de cambiar a uno de los trajes de Ferrari, Victoria ya se había cambiado su ropa cómoda a algo más casual pero aún así perfecto para la ocasión.
Ella no dejaba de mirar por detrás de su hombro en caso de que Rogelio se apareciera, pero nunca lo hizo, Charles salió del otro cuarto haciendo que Victoria brincara del susto.
—¿Todo bien? —Le preguntó con su característico acento en inglés.
—Sí, solo espero a Carlos, por cierto, fuimos al museo de Ferrari y me enseñó tu auto ganador. —Ella sonrió, Carlos le había dicho que había sido Charles quien había quedado en primer lugar la temporada anterior y que ambos se habían llevado el campeonato de constructores. —Felicidades.
—Gracias, gracias, espero repetir eso este año. —Ella sonrió junto a él.
—No lo sé, creo que apostaré por Carlos. —Eso hizo sonreír más al piloto.
—Tiene sentido, será un año divertido. —Charles se despidió y se alejó, él iba a donde el evento comenzaría.
Algo que Carlos le había comentado era que Charles y él se llevaban bien, había cosas que había aprendido de él, tanto cosas que Charles aprendía de Carlos, la competencia era sana y estaba feliz de que su compañero hubiera ganado el primer lugar, pero que este año sería el suyo y ella confiaba en él.
Carlos no se tardó más tiempo en salir, si Charles se veía bien con el traje de Ferrari, Carlos podía quitarle el primer puesto. Su traje consistía en un saco con el logo de Ferrari y pantalón de vestir con una camisa blanca, camisa blanca que estaba abierta dejando a la vista un poco de velludo pecho. No solo eso lo hacía irresistible, sino también su barba recién rasurada y su cabello de príncipe perfectamente peinado.
—¿Qué tal? ¿eh? Muy guapo ¿no crees? —Carlos salió dando una vuelta enseñando todo su atuendo.
Ella sabía que él tenia razón, pero si había algo que no haría Victoria era inflar su ego.
—Te ves bien, pero Charles salió antes y se veía bastante decente también. —Eso molestó de nuevo al madrileño.
¿Por qué ella jugaba así con él? ¿Y por qué carajos a él le importaba tanto? Primero Caco y ahora Charles.
—Chicos. —Justamente el hombre de sus problemas. Caco llegó a buscarlos. —Será mejor que nos apresuremos, el evento está por comenzar.
Carlos y Victoria caminaron juntos, ella tuvo que irse del brazo del madrileño porque el piso empedrado no era adecuado para los tacones que traía.
Al llegar al lugar, todo estaba lleno de prensa y de gente que previamente había visto en el tour de la fábrica. Caco le explicó desde donde podía ver todo sin que nadie la molestara y así lo hizo, se fue hasta atrás del lugar dándole espacio a la gente que en verdad quería ver la presentación.
Los dos madrileños se fueron a seguir con su itinerario.
Desde donde estaba podía ver todo, a lo lejos vio a Alessia siendo regañada por su padre y ella haciendo un puchero. Seguía observando a todos en ese lugar, pero no mentiría estaba esperando encontrar a Rogelio para poder huir en caso de que estuviera cerca de ella, pero el hombre nunca apareció.
La presentación comenzó, primero mandaron a llamar al jefe de mecánicos de esa temporada, el cual dio un discurso muy emotivo, dando el típico mensaje de que este era su año, luego él llamó a los pilotos y detrás de la cortina salieron Charles y Carlos saludando y sonriendo como dos niños en Navidad.
Charles comenzó con sus palabras para la prensa y el equipo y en cuanto terminó le entregó el micrófono a Carlos y fue entonces que Rogelio apareció junto a ella.
—Tori. —La llamó solo como él la había llamado siempre, fue en un susurro pero eso fue suficiente para hacerla voltear hacia donde él estaba. —No respondes mis mensajes.
—No sabía que debía de hacerlo. —Ella desvió su mirada de nuevo a Carlos.
—No seas así conmigo, Tori. —Estaba fingiendo dolor por su rechazo. —Estás siendo maleducada.
—¿Cómo está tu esposa? —La cantante le recordó, tanto a él como a ella, lo que los había separado.
—Eso es irrelevante.
—Oh ya sé que para ti lo es, pero para mí no, ahora cállate y déjame escuchar a mi novio. —Ella en verdad trataba de alejarse.
—¿Novio? ¿Ese niño? ¿Es que acaso sales con la caridad? —Victoria lo volteó a ver mal. —Y vamos, ir a un programa a decir que ahora sí encontraste el amor, es bajo, incluso para ti.
—¿Bajo? ¿Quieres hablar de cosas bajas? ¿Por qué no hablamos de todo lo que tú y tu esposa fueron a decir sobre mí en cada canal de Estados Unidos? —Había explotado y en susurros pero con la voz llena de coraje, le reclamó. —En todo caso, ¿qué haces trabajando aquí?
—Mi Buffett comenzó a trabajar con la marca Ferrari y me mandaron a mi como representante. —Lo hizo con un aire engreído. —Y no sabes la felicidad que me dio al saber que salías con mocoso ese, fue como un regalo del universo para mí. Al menos así tendrías que verme en lugar de esconderte en Madrid.
—¿Quién se esconde? Estoy ocupada con las preparaciones del tour.
—Y aun así te diste un tiempo para conseguir juguete nuevo ¿Dónde se conocieron? ¿Lo tenías desde antes?
—No, a diferencia de ti, yo jamás fui infiel. —Estaba llegando a su límite, pero podía soportarlo, por el momento.
Carlos seguía hablando de lo increíble que era correr otra temporada en Ferrari y lo mucho que estaba interesado en poder traer a casa muchos podios.
—Sí claro, la siempre perfecta Victoria. —Se burlaba de ella y estaba disfrutándolo —De todos modos tu nueva treta para llamar la atención no durará más de un año, escuché que lo quieren fuera.
—Eso lo veremos. Carlos va a obtener una renovación de contrato tenlo por seguro. —Ella no tenía la menor idea de cómo funcionaban los negocios en el deporte, pero apostaba por Carlos.
—Por favor. Quién es el favorito de Ferrari es Charles. Carlos no es más que el número dos. —El hombre hizo una pausa como si acabara de revelarse un gran secreto. —Oh vaya eso sí que lo tienen en común ahora entiendo porque te gusta.
Golpe directo. Las lágrimas comenzaban a formarse en los ojos de la rubia, ¿cómo era posible que por tanto tiempo Rogelio había sido el hombre que la llenaba de amor y de felicidad? Y ahora con cada palabra que soltaba era como recibir una puñalada en la espalda de un ser amado.
La atención de ambos se desvió porque acababan de sacar el monoplaza. Todo mundo hizo una exclamación de sorpresa y los fans que habían sido invitados al evento se emocionaron.
El abogado iba a decir otra cosa pero pudo ver en la cara de Victoria que había ganado este round, dejaría que ella se fuera a lamerse sus heridas y reponerse, Victoria había causado que su esposa le pidiera el divorcio con su entrevista en la televisión inglesa porque Rogelio le había asegurado a su ex mujer que Victoria había sido cosa de una noche, pero al ver como la cantante había salido al público a admitir que habían tenido una relación de un año fue lo que terminó por romper su matrimonio.
Y Rogelio había perdido un poco su cabeza, quería venganza, así que si su vida se iba a la mierda trataría de llevarse a la cantante con él.
—Será mejor que te deje, Tori. Estoy seguro que quieres disfrutar a tu novio, feliz cumpleaños, encanto. —Ella no lo miró porque estaba conteniendo lo más que podía su llanto, y aunque n funcionaba al menos trataba de no hacer ruido.
Y con eso se alejó, Victoria se quedó ahí, estática con lágrimas corriendo por su cara. Si alguien la veía así todo se arruinaría.
Como pudo salió de ahí tratando de que nadie la viera y si la veían que no le tomaran fotos y fue directo a los baños de señoritas para terminar de llorar. Limpiarse las lágrimas y arreglarse el maquillaje.
Acababa de recibir un mensaje de Carlos preguntando por ella así que decidió que era hora de ir a buscarlo.
Al salir, la prensa estaba afuera platicando de lo que acababan de ver. Mandaban toda su información a los editores y productores. Grababan videos y esperaban conseguir alguna entrevista.
De una puerta la cabeza del madrileño se asomaba buscándola y cuando la vio le hizo señales para que fuera ahí, ella corrió hasta él y se metió al cuarto donde estaban Caco, Charles, el representante de Charles y el jefe de mecánicos hablando con el jefe de mecánicos, Fred Vasseur.
Aparentemente, la presentación había sido un éxito, y no solo eso, el auto en verdad estaba en excelente calidad, otra vez se sentían confiados por cómo resultaría la temporada. Carlos en verdad trataba de darle toda su atención a su jefe, pero de reojo podía ver que el ceño de Victoria estaba completamente serio y si se fijaba bien, sus ojos estaban algo hinchados, su nariz roja, había estado llorando pero ella trataba de poner atención a lo que sea que se estuviera hablando.
—Nos veremos en la gala. —Con esas palabras se despidió de todos su jefe y todos se fueron yendo poco a poco.
—Estuviste excelente. —Victoria le dijo una vez que se quedaron solos con Caco.
—Será mejor que vayamos a comer y a comenzar a arreglarnos para la gala. —Caco comenzó a poner orden y los tres se fueron.
Durante el viaje al departamento de Carlos, Victoria no dijo nada a menos que le hicieran una pregunta directa, Caco le hizo señas al piloto diciendo "Dale tiempo", al entrar y cerrar la puerta, la cantante se cambió de ropa y tomó unos lentes de sol.
—Necesito salir.
—Necesitas prepararte para la gala. —Caco le recordó, no pensó que la situación se pusiera tensa, pero Carlos le contó a quien se habían encontrado en su recorrido por la fábrica y sin Lucía ahí con ellos, era él quien tenía que ser el responsable de los dos niños tontos.
—Solo necesito 15 minutos a solas, necesito pensar.
—¿Vas a ir a fumar no es cierto? —Carlos habló desde la cocina.
—¿Por qué te importa tanto? No, no lo haré, quedamos en eso pero si quiero incendiar mis pulmones, tirarlos al suelo y bailar sobre ellos no debería de importarte, solo eres mi compañero de trabajo. —Ahí estaba la razón por la cual quería estar sola, cuando explotaba no importaba a quien le hacía daño. —Ahora, saldré, no es una pregunta, volveré y todo será perfecto.
—¿Y si las cámaras te ven? —Carlos volvía a preguntar.
—Que me vean, no estoy haciendo nada malo, no quiero buscarlo, pero carajo, si quiero fumar un poco en mi cumpleaños al menos debería, todo esto es una jodida broma, encerrada cuando podría estar festejando. —Los dos hombres la veían, entre enojo y lástima, estaba teniendo una crisis y solo ella sabía lo que sentía. —Vamos, Carlos ¿qué te parece si tu ex llegara de sorpresa y comenzara a hacer todos esos comentarios estúpidos contra ti?
—Vic, ¿cuándo te habló? —Eso no lo sabía, con razón estaba tan afectada y había llorado.
—Cuando ustedes dos se fueron al evento. Ahora, les repito, saldré.
La cantante tomó su bolsa pero antes de que abriera la puerta, sonó el timbre.
—¿Esperamos a alguien? —Caco y Carlos negaron, ella vio por la mirilla y vio a un mensajero.
—Caco abre tu, en caso de que sea un paparazzi disfrazado, en Estados Unidos me hacían eso cuando pedía comida. —La chica se quitó del camino y el manager fue a abrir.
—Hola, buenas tardes, ¿Se encuentra Victoria Solares? —Caco negó. —Bueno, ¿podría recibir este paquete para ella? —Caco firmó y lo recibió, al darse la vuelta Victoria pudo ver una orquídea preciosa en su maceta.
La flor tenía una tarjeta atada a ella y era de color rosa con blanco.
—No tengo que leer esa mierda, me voy. —Sin esperar respuesta alguna, corrió a la puerta y salió para cerrarla con un poco más de fuerza de la que debería.
Caco puso la planta en la barra de la cocina y Carlos tomó la tarjeta.
"Para Tori
Siento en verdad todo lo que te dije esta tarde, estaba enojado y no fue lo correcto, en verdad espero poder arreglar las cosas entre nosotros. Me encantó verte. ¡Feliz cumpleaños!
De Rogelio
PD: Al menos yo sí sé cuales son tus flores favoritas."
—Es un bastardo. —El piloto dijo en voz alta y le entregó la tarjeta a Caco.
—No sabía que era su cumpleaños. —Caco respondió y Carlos se alzó de hombros indiferente.
—No le gusta celebrarlo y prefiere no decirlo.
—Arréglate, hablaré con Lucía, a lo mejor ella puede decirnos qué hacer. —Caco siguió con el itinerario, con esperanza de que las cosas mejoraran.
—Cuando termines con ella, pásamela, quiero pedirle un favor. —El agente asintió y Carlos se metió a su cuarto para prepararse.
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2/3
Hello, bueno, pues aquí esta la segunda parte de este maratón, espero que les haya gustado porque esto apenas empieza.
Otra cosa, me he dado cuenta que jamás me he presentado así que, hola, mi nombre es Fernanda, un gusto.
Nos vemos mañana y no puedo esperar para leer sus reacciones
Las quiero
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