Detestaba su manera de tratar las situaciones. No eran comunes, tampoco eran pareja ni lo más parecido a una. Les gustaba tanto pasarla juntos que lo único en lo que pensaban era en ellos mismos. Sin embargo, ella se dio cuenta que a la vida le gusta jugar chueco, y que el haberse conocido era lo más difícil que la vida les hubiese puesto en su camino.

Eran como el día y la noche, alegres por fuera, pero oscurecidos por las heridas que tenían dentro.

—Entonces... ¿Ese video candente era para tú novio? —preguntó Ander juguetón.

Eda sonrió, recordando lo que había hecho y el lío en el que se había metido por ello. Sin embargo, le respondió.

—Era para ti, baboso —contestó con una risilla en su rostro golpeándole el hombro.

—Que afortunado soy —respondió entusiasta.

Eda volvió la mirada a sus ojos verdes oscurecidos. Lo premió con una sonrisa ladina dejándole un casto beso en la comisura de sus labios.

Se dice que la vida se vive una vez, pero... ¿Cómo vivirla en paz, cuando la persona que amas no quiere vivirla a tú lado? Para Eda y Ander, lo complicado de la vida llegaría apenas a sus 18 y 19 años.

—Mira, —apuntó Ander al cielo —este cielo me recuerda a la noche estrellada de Vincent Van Gogh —argumentó, para después posar su brazo junto al de ella. —Una noche abstracta, como nosotros dos...

Ander bufó. No le importaba lo patética que fuera ella. Ni mucho menos que estuviera engañando a su novio con él. Lo único que le importaba en la vida, era su compañía. Nada más que su agridulce y desconsiderada compañía, porque Eda Weber, lo hacía sentir bien.

—¿De qué te ríes? —preguntó enfadada. Su risa burlona no le causaba gracia.

—Me rio de ti, de tus ocurrencias, y de tu cara de ardilla traviesa.

Ella estaba segura que lo haría. Estaba segura que él cambiaria. Porque sus sentimientos, sólo a él le pertenecían.

—Hagamos una lista de sueños —anunció Eda segura de sí misma —. Una lista que terminaremos antes de que termine septiembre.

—Mejor dicho: Cuándo termine septiembre —él suspiró y argumentó —. Pronto nos iremos a la universidad.

—Lo sé —contestó chasqueando la lengua —. Entonces... Cuando termine septiembre, Ander.

¡HOLA!

Bienvenidas a esta nueva historia, LO SÉ he publicado tantas, pero TODAS y cada una ya están por lo menos a la mitad ♥ Gracias por el apoyo, y espero les ENCANTE:

*Cuando termine septiembre *