CAPÍTULO 53

Todo paso muy rápido, pero de manera resumida fue asi... no llegue al ascensor, baje escaleras lo más rápido que pude... el ascensor llego más rápido, corrí al estacionamiento... lo vi salir en un auto, le grite... me ignoro, busque mi auto... el desgraciado bajo mi neumático... volvi a gritar y todo eso con Caleb a mi lado.

Entonces, medidas desesperadas requieren acciones desesperadas. Solo hay una persona en el mundo que puede ayudarme y estoy hablando de Justin Garret. Y sus contactos.

—¿Cómo dijiste que era el auto?

—Azul— repito.

Resopla. —Necesito que seas más precisa.

Ya se que no tenemos la mejor relación ahora y la razón por la que esta aquí es su mejor amigo, pero no tiene que ser tan grosero.

Él conduce con Sky a su lado, no se que sucede entre ellos o si ya llame en un mal momento. Ella le da un golpe discreto y aunque agradezco que lo haga se que decir un color no ayuda mucho en una calle llena de autos de todo tipo y color.

Va a matarme. —Era ya sabes... mediano y de color azul oscuro— busco un modelo similar. —Como ese... pero más largo... creo.

No se nada de autos ¿ok?.

—¿Estás bromeando?

—No. ¿Tú estas bromeando?— le pregunta mi amiga ya molesta. —Es una estúpida fecha.

Miro a ambos y no es que quiera interferir pero si Justin sigue con las manos en el volante prefiero que sea viendo hacia al frente.

—¡Es una estúpida fecha de aniversario!

—Chicos...

—¡No estamos casados!

—¡Funciona en noviazgo!

—Chicos...

—¿Qué?— me grita Justin. Sky esta a punto de explotar y él vuelve a preguntar. —¿Ya recordaste el modelo?

—Cerato Sedán azul metálico de la marca Kia y si vuelves a gritarle te implantare hierba como para que no vuelva a jugar el resto de tu vida.

Volteo anonadada. Caleb tiene la madíbula ajustada. Es la primera vez que habla desde que salimos del hospital. Justin reduce la velocidad y estoy segura que va detenerse. Problemas.

—Basta ya— interfiere Sky tomando de su brazo para que continue. —Debemos buscar a Nate.

Justin ve a Caleb por el espejo retrovisor. No es mucho tiempo porque el pelinegro parece preferir la vista de su ventana. Suspiro cuando el auto vuelve a andar con normalidad.

¿Cómo llegamos a esta incómoda situación en la que coloque a Caleb?

Si, fui yo. Decidir por a quien seguir o quedarme no ha sido sencillo. A simple vista, todo se basa en tener que dejar a una persona y eso es algo que yo no quise hacer, pero no es por lo que se pueda pensar. No todo se trata de preferir a uno.

Primero, Nate tuvo mi amistad mucho antes que me gustara y esa parte de mí siempre lo va a querer y apreciar. Asi que, me importa pero no como antes.

Segundo, Caleb es el chico del que ahora me gusta y si somos sinceros yo no fui la única que le dio esa oportunidad. Él tambien me la dio a mi, yo también tengo esa oportunidad de conocerlo, quererlo y quien sabe que más. No me hubiera gustado que la pase mal por un malentendido. Una pareja es de dos y un paso es entenderlo.

O puede que si estoy loca y digo cosas sin sentido.

—¿Sigues molesto?— susurro acercándome a él.

Caleb exhala fuertemente. No le he explicado nada y entiendo que se encuentre pensando lo peor. Poso mi mano sobre la suya que descansa en su pierna, temo que la aparte pero en vez de eso entrelaza nuestros dedos. No voy a mentir, estoy aliviada.

—No estoy molesto contigo— ¿Entonces con Nate o Justin?. —Lo estoy conmigo. Por ser estupidamente celoso.

Una sonrisa se desliza por mi boca. No se porque me gusta que admita que esta celoso. Él me observa curioso, me estoy burlando de él y eso hace que se acerque hasta un lado de mi cabeza. 

—Pero me las voy a cobrar contigo— mi sonrisa se esfuma y la de Caleb nace casi de inmediato.

—Ya lo tengo— mi cuello gira tan pronto se escucha la voz de la otra línea. Casi olvido que Archie escuchaba todo desde una llamada. O casi todo. —Avenida Wooster y va hacia el Sur.

Tal y como había pasado con Justin el día que escapo. Archie nos ayuda ahora con Nathaniel.

—¿Me viste cara de niño explorador?— se queja Justin. Alguien sigue alterado.

Sky esta en su teléfono, seguro buscando la brújula. Caleb aprieta mi mano y veo como alza un dedo hacia adelante.

—Hacia el aeropuerto, Garret— dice Archie.

Como señaló Caleb. No digo nada pero sonrío.

La voz de Archie nos sigue guiando hasta que unas cuantas calles mas allá todos estamos atentos a los sedan azules.

—¡Ahí!— grita mi amiga.

Sigo su dedo confirmando que es el mismo auto que vi en el estacionamiento. Justin intenta acercarse pero este acelera por la autopista. Ya sabe que lo seguimos.

—¡No lo pierdas!— grito cuando nos quedamos atrás por el tráfico.

No me extraña nada que tengamos el tráfico alto, con ver la hora sabriamos que es hora punta.

—No pienso hacerlo.

Justin maneja sin miedo a nada y es que los autos se le han dado bastante bien por varias razones. La parte trasera se mueve a los lados cuando esquiva autos de un lado a otro. Caleb no se inmuta pero aún así con un brazo jala mi cinturón y lo engancha. 

—Se va a pasar el amarillo— nos avisa Sky desde el frente. Mis ojos se abren al ver lo que Nate esta haciendo a unos metros. 

—Nosotros también.

No. Nosotros no llegaremos.

—Detente— dice Caleb.

Ya está en amarillo. No vamos a llegar y el rubio no se detiene.

—¡Para Justin!— grito.

—¡Para ya!— le grita su novia.

Caleb coloca su brazo atravesando mi vientre. Mis nervios explotan con el miedo rebasándome. Los autos de la otra calle ya se estan moviendo.

—¡Para!

—¡Bien!— el impacto ocasionado por el freno de mano hace que mi pecho vaya hacia adelante, pero el brazo de Caleb me regresa a mi lugar.

Lo primero que reviso es mi regazo y mi lado, todo esta bien. Caleb se inclina entre los asientos delanteros y de un tirón quita la llave de su compartimiento. —Bájate—ordena.

Justin lo ve con enojo puro. El semáforo sigue en rojo y el sedán azul metálico va alejándose hasta doblar una esquina. Regreso a ver a Caleb pero él ya ha salido del auto en medio de la fila de autos que esperan la luz verde. Me quito el cinturón cuando llega a la puerta del conductor y la abre. Archie no deja de preguntar que sucede pero no logro responder, me preocupa lo que pasa afuera.

—¡Dame las llaves!— le grita abriendo la puerta de su auto. 

Caleb lo toma de la camiseta y lo saca con esfuerzo. No se donde gana fuerza pero lo estampa contra la ventana de mi lado.

—¿Ves a esa chica?— me señala por el poco espacio que ha quedado entre el cuerpo del rubio y la ventanilla. —Primero le gritas y luego la pones en peligro— Justin se remueve maldiciendo. —La chica de tu lado esta tan pálida que puedo asegurar que sigue en shock. ¿Y tú crees que valio la pena? 

Giro asustada por Sky. Es cierto y yo no me habia percatado si Caleb no se lo decia. Me acerco a ella lo que puedo por medio de los asientos.

Los autos empiezan a avanzar mientras que el nuestro se queda en media calle y unos montones activan sus claxon para que sigamos. 

—¿Estas bien?— me doy cuenta de sus ojos llorosos. Ha sido un susto. 

La ayudo indicando que tome respiraciones lentas.

—Es un imbécil— me susurra viendome solo a mi.

Concuerdo.

—Oigan— escucho a Archie de nuevo. Quiero decirle que espere pero me detengo con lo siguiente que suelta. —Nate me ha escrito.

Miro a los chicos. Justin sube a la parte trasera conmigo y Caleb entra encendiendo el motor. Todos dentro del auto guardamos silencio viendo como empieza a avanzar lentamente hacia un lado de la acera.

—¿Alguien me esta escuchando?

Me fijo en Justin, esta en silencio con los ojos puestos en el asiento del copiloto. Solo esta ahí como un ser que parpadea y respira.

—Si— respondo yo al saber que no dira nada.

Caleb termina por estacionar el auto. 

—He dicho que Nate me ha escrito.

—¿Dónde esta?

—Eso. Me ha amenazado y ya no los podre ayudar. Me ha dado un mensaje para ustedes— me preparo y empieza a leer. —Diles que me dejen tranquilo, solo quiero estar solo y pensar lo que hare con un hijo en camino.

Mi respiración se corta y creo que todos estan igual que yo. Ha sido positivo. Nate Archer va ser padre. Nate va tener un hijo con Katherine. El chico que un día tuve a mi lado va tener su propia familia.

—¿Tú lo sabias?— me pregunta directamente su mejor amigo. 

No respondo. Apenas logro mantenerme centrada en tierra y es mas por Caleb quien se ha quedado quieto en el asiento del conductor. 

—¿Qué hacemos?— pregunta Sky mas tranquila.

Justin pasa una mano por sus mechones y inhala. —Nada. Quiere estar solo.

Asiento de acuerdo con él. Solo necesita pensar acomodar sus ideas, descansar y... volver. 

—Tenemos que decirle al coach— escucho desde la otra línea.

La final del partido.

—No. Lo cubriremos nosotros.

—¿Y si no vuelve para ese día?

—Lo veremos ese día.

Miro de soslayo a Sky. Ella se mantiene pensativa en su lugar y Caleb sigue guardando silencio. Puede que este atando los hilos.

—Te veo en el entrenamiento— y corta.

Justin revisa su reloj y maldice. —Olvide el entrenamiento.

—Tenemos que llevarlos al hospital— le dice mi amiga cuando intenta bajar.

Justin gira a verme. —Podemos tomar un taxi.

Para cuando quiero decirselo a Caleb el se me ha adelantado bajando mucho antes que yo o Justin. Sky tambien baja y me alcanza.

—¿Segura que no quieres que te llevemos?— niego.

—Tenemos mucho que hablar— le señalo a Caleb.

Ella me entiende.

—Yo ire con él—señala el auto de su novio. —Tengo algunas cosas que decirle.

—Ponte el cinturón— pido con preocupación.

—Descuida. Yo conducire.

Sonrío. Le doy un abrazo y retrocedo para verlos irse. 

Me pongo al lado de Caleb, tiene sus manos metidas en sus bolsillos de sus pantalones. —Creo que ya te has hecho la idea de lo que paso.

—Una idea que no se si es la acertada o no.

Bueno. Tiene que saberlo ahora. —Cuando fui a comprar las cosas para Locky lo encontre en el supermercado, me pidio hablar y acepte. En mi departamento me conto la probabilidad que habia con que Katherine estuvira embarazada— Caleb frunce su ceño. —La noche de Halloween— aclaro esperando que esa sea su duda. —Hoy le harian la prueba y él estaba... muy confundido con la idea de ser padre. No tenia con quien hablarlo...

—Dijiste que no podias quedarte— me corta. 

Bajo la cabeza pues se que es cierto. Me pidio que me quedara y yo me fui porque sabia que Nate estaría esperando. —Me habia comprometido.

Caleb saca las manos de sus bolsillos frustrado. No me gusta verlo asi. 

—¿El insistió?— pregunta dejandome sin entender. —En el hospital dijiste que no volviera a decir algo.

—Dijo que si salia negativo lucharía por mi.

Caleb sonríe de mala gana y niega con la cabeza. Temo que realmente este molesto.

—Pero yo lo detuvo y le pedí que se marchara— continuo. —Solo acepte verlo porque me preocupo verlo asi.

Él se detiene y vuelve a fijarse en mi. No se que esta pensando porque se a puesto inexpresivo. 

—Y por eso lo has perseguido por la ciudad.

—¡Si!

—Esta claro que te sigue importando. ¿No es asi?

Quiero negar en cierto modo y decir que la razón por la que lo traje conmigo, por la que lo jale a seguirme no es como esta pensando.

—Dime que no te duele nada de lo que esta pasando

Silencio. Tengo sus ojos clavados en los míos con una lucha interna suya que amenaza con decir o no algo más. Mi mentón va bajando. No se que decir.

Se que no seguira con esto cuando ve la calle en vez que a mi. —Tomemos el taxi.

Mi fuerza decae viendo como da el paso a la ras de la acera peatonal. Antes que alce la mano por uno de los autos amarillos doy un paso hacia él.

—Le dije que estoy enamorada de ti.

Sus hombros se colocan rígidos al igual que toda su espalda. Regresa a verme.

—¿Qué dijiste?— sus ojos parpadean y de pronto hay sorpresa completa.

Me siento pequeña porque ahora si me esta viendo. Mis dedos palmean los lados de mis jeans como un tic nervioso. Tomo aire recordando la mañana que tuvimos en la azotea, las gardenias, Locky. Él.

Lo haré. Se lo diré

—Estoy enamorada de ti.

080222

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