CAPÍTULO 36 🎃

Si hablamos de escabullirse, Caleb puede ser el mejor. Llevo varios minutos buscándolo por toda la universidad. Y adivinen que, está en el estacionamiento, en el mismo lugar que lo encontré el día del partido. Sentado en el último muro, al final de todos los autos, con las piernas colgadas a cada lado y la espalda apoyada en la pared.

 —Te he estado buscando— digo aproximándome a él.

—Si es por el dinero...

—No es eso.

—Entonces. ¿Para qué soy bueno?—  sus hombros se mantienen hundidos, mientras sus manos escoge algo entre los muslos. No soy experta en el campo, pero creo saber que los pedazitos verdes que lleva deshaciendo, son cannabis. Vaya coraje de seguir con eso.

—Esos son muchos— hay más de quince porros en filas. 

—Es Halloween. Los niños quieren dulces— las comisuras de sus labios se curvan hacia arriba, habla como si la noticia fuera buena. Muestra problemas. 

 —Y tú quieres volver de nuevo a tu celda.

—La banca ya tiene mi nombre— no sé en qué momento habia empezado a bromear, pero sonreí negando con la cabeza. 

Antes que se me olvidara de nuevo, jale mi bolso tomando el nylon negro de su gorro. —Gracias.

Caleb se limpia manos en los pantalones y se lo coloca en la cabeza. —Empezaba a sentir la insolación.

Bajo la sombra de la visera, sus ojos se ven muy oscuros. Y pensar que son grises.

—Y el verano recién empieza— me fijé en su polo de mangas. Si el clima es como el año pasado entonces lamentara tener muchos de esos.

—Me acabas de dar una idea— de su bolsillo saco una bolsita de cierre plegable y guardo cada envuelto que habia hecho en ella. Lo sigo con la mirada, su moto esta a unos pasos de nosotros. Se irá. Pero antes sus ojos me observan. —Siempre hay una playa para refrescarse— menciona dejando descansar sus manos sobre su motor. —¿Quieres venir?.

¿Ir con él? No es ni medio día, aún tengo una clase y un trabajo que entregar. Rememore el día de la fogata y el día de la gala. Definitivamente no,  Nate esta por aquí y quedamos en ir juntos a la fiesta de Halloween por la noche. No puedo cometer otro error. 

—En realidad, solo vine a devolverte eso

(...)

Cuando se trata de una fiesta en una hermandad, esta termina con los sillones volteados y el televisor roto. Imaginen un día como Halloween, no solo son universitarios. Todos están invitados, ingreso libre, alcohol gratis y jóvenes que terminan por olvidar como volver a casa. Es literal. Todo.

No hay tanta identidad cuando la gran parte de tu cara está coloreada, o la oscuridad te envuelve. No hay control, solo diversión, adrenalina y mucho... pero mucho sexo.

—Sé que lo puse por aquí.

Mi traje más elaborado sigue siendo el de mis seis años. El día que tuve la gran idea de ser Bella, la princesa, con mi cabello castaño. Fue en mi inocencia, creí que era perfecto ser la princesa de Nate, quien iba de príncipe. Mi príncipe. He ahí su insistencia en llamarme así.

Hoy no encuentro forma de aparecer con el maquillaje completo y cubierto. Si fuera posible, tampoco iría disfrazada —No voy a ponerme eso— señalo la diminuta prenda que ha sacado de su armario.

—Tienes que hacerlo. O no podrás entrar— bufo. En serio, esa es una estúpida regla. —Tengo una idea.

Mis sueños de ir más decente crecen al verla meterse en su armario de nuevo. Debí prevenir . Pero lo que saca no está mejor que el anterior. —¿Mini alas?

—Mira esto— la veo sacar uno de sus vestidos cortos. —Un hada.

Examino la situacion con una mano en el menton. —Elige— ordena viendo ambos conjuntos sobre la cama. —Porrista o hada.

—¿No es muy corto?— señalando su vestido rojo, es provocativo. Creo que le faltó tela.

—Te aseguro que verás muchos más cortos allá— si estoy segura de ello. —¡Vamos!

Su lanzamiento directo a mi cara me ciega por un minuto. —Odio Halloween.

—Si si— empuja mi cuerpo para que así me de prisa.

Sky avanza a su tocador mientras yo me visto lo más rápido que puedo. Ella no logra estabilizar el collar que ira sobre su cabeza. Todo sus accesorios son dorados, como sus brazaletes. Su cabello negro y lacio cae perfecto con su disfraz. Faraona. 

—Creí que irían como Harley y Guasón.

—¿Y teñirme el cabello?— me miro con la cara de ¿estás loca?. —Nunca.

Ya no se ve tan mal el vestido, es decir, me llega a la mitad de los muslos. Y si Sky hubiera tenido el de Harley ahora mismo estaría siendo maquillada.

—¿Quieres que te coloque los brillitos?.

—¿Aceptar eso conlleva tu maquillaje?

—Quizas...

—Entonces no.

Cinco minutos despues, estoy siendo maquillada por Skyler Jhonson.

—Perfecta— alce una ceja. Entre las dos, ella se ve como una diosa. —Oh ten. Estos servirán— me aventó sus tacones.

Oh no. —Eso sí que no— me aleje buscando en el suelo mis aliados perfectos.

—¿Qué piensas usar?.

—Estos— levante mis zapatillas blancas. —Nadie verá mis pies.

—Malogras...

—¡No te oigo!— grito encerrándome en su baño.

En el auto de Justin, yo voy en el asiento trasero. La fiesta este año paso a ser organizada en casa de Archie. Estas fiestas siempre eran organizadas por los guerreros, chicos que quieren hacer la noche extraordinaria y memorable. De cierto modo era devolver el favor de cada organización que les armaban por sus partidos. El juego de media noche fue creado por chicos como ellos, años antes que cualquiera de nosotros llegáramos a Hasting. Ninguno podia revelar lo que se haria, pero el anterior año fue un juego de búsqueda del tesoro. El tesoro éramos chicas. Ahora no se lo que puede ser o si formare parte. Ni se si llegaremos a la casa de Archie.

—¿Dónde está la otra parte de tu traje?.

—Lo corte— Justin tiene todo el dorso descubierto. Por lo que supe, él insistió en tener el conjunto de pareja, la acertaron. Su cabello rubio le daba ese toque llamativo.

—¿En serio? Creí que tenías una camiseta con tus abdominales de estampado.

—¿Estás siendo sarcástica?— Sky bufo y paso a ver por la ventana de su lado.

Justin me dio una mirada disimulada por el espejo retrovisor.

—Estás celosa— burle a lo que me gane una mirada asesina. 

Justin sonrió victorioso, ver a Sky de ese modo le hace sentir bien al parecer. Ambos eran bastantes opuestos, pero aquí están, con trajes de parejas y... celos en el aire.

Muero de ganas de saber de lo que decidió ir Nate, al final no lo habia visto después de clases. Su mensaje explicó que tenía que ir a ver unos asuntos de la Editorial. Luego me entere que Justin nos recogería porque ayudaría con la planeación de la fiesta.

La noche es fresca, perfecta para soportar cualquier cosa que te pongas. La calle suburbana habia dejado de ser tranquila con los numerosos autos que se acercaban, adelante y atrás de nosotros.

Mensajes - Nate

Ya estamos llegando.

Los espero en la puerta.

—¡Idiota!— grito Justin a la vez que manubrio el volante.

Levante la cabeza del aparato sintiendo el salto de mi corazón, una motocicleta iba a gran velocidad con sus faros encendidos.

—Maldito ebrio— ruge mi amiga desde su asiento.

Tuve que acercarme un poco más al vidrio para ver mejor, esa motocicleta la reconocía, esa cazadora negra también. Me quede en silencio escuchando los murmullos de Sky.

Una vez llegamos, nos es difícil encontrar un lugar disponible, donde estacionar una camioneta como la de Justin. Ambas bajamos decididas a ir entrando. Me alise el vestido y acomode mis alas sujetas al sujetar caminando con cuidado por todo el jardín delantero, hay muchas calabazas encendidas en todo el ingreso. Es la casa con mejor esfuerzo en homenajear el día.

Nate nos vio desde el porche. Mis ojos se abrieron tanto al reconocerlo, su ropa es medieval, de las antiguas con camisones grandes y pantalones anchos de cuero marrón. Su boca insinúa una sonrisa, yo tengo serias dificultades para no ir y besarlo. 

—Te ves... wao— comenzó él recorriendo mi cuerpo. El darme cuenta ruboriza mis mejillas.

—Tú también...

—Ay por favor, llevan queriendo besarse todo este tiempo— las manos de Sky toman mi espalda y la de él, nos empuja a dar un paso, nuestros pechos chocan pero no de una manera brusca.

Debo levantar el mentón para verlo a los ojos. Nathaniel toma ambos lados de mi cabello, los deja detras de mis orejas y pasa a tomar mis mejillas, no se si solo yo las siento calientes pero el sonrie. Justo entonces se acerca a mis labios, estoy lista para recibirlo, encajar cada espacio y dejarme llevar. Él me pega nuestro labios, las maripositas de mi estómago crecen, es un beso dulce, lento y corto.

—Te extrañé— susurro Nate para ambos con nuestras frentes apoyadas entre si. Suspiro profundamente. Todo en mi se siente a reventar, debo controlar a la niña dentro de mi dando saltitos por todo el lugar.

—¿Que me perdi?

Nate tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos. Justin lo vio, ahogo un chillido mordiendo su puño. 

—Me debes quince dolares— dice Sky mostrando su palma.

Mi rostro se transformó, desorientada. —¿Apostaron?.

—Sabíamos que volverían— explico. Su novio saco los billetes, Sky lo guardo dentro de su sujetar y dio una palmadita en su pecho. —Pero no cuando.

No me lo puedo creer. Esta chica me vendio. 

Por ser parte del equipo ellos tienen previlegios, el area VIP. Al ser una fiesta masiva requerian espacios donde ubicarse. Nosotras estabamos dentro por obvias razones. Una esquina cerca del bar. Ahi estan todos los jugadores, o debo decir, un joker, un payaso de It, mosqueteros, calaveras y hasta momias. Las ideas este año han sobrepasado limites, ingresando me tope con un chico que solo traia una toalla en la cintura, y esos trajes verdes de una serie de Netflix.

Caigo luego de dar un saludo a distancia a cada uno de los muchachos. —¿Que opinas?— desde el sillón compartido con el vaquero, Archie, podia ver el esfuerzo de los muchachos.

Las telarañas en los cielorasos y escalera son abundantes, con esqueletos que van colgados y una pista de baile cubierta por humo en la parte de abajo, su casq ahora es mas una discoteca. 

—Que si tropiezo no podran encontrarme— Archie suelta una carcajada bebiendo de su botella de cerveza. —¿Porque no lo hicieron en tu patio?.

El patio trasero siempre era el ambientado para la marea de personas. Es que son demasiadas. —Ajaa...— señalo el gran salón. —Necesitabamos puertas.

—¿Que?— sus ojos se abren como platos pegando sus labios de forma exagerada.

—Tik tok— dice antes de levantarse y salir de la zona VIP.

No me molesto en pensar tanto lo que quiso decir. Puede que la cerveza ya le este afectando. Giro viendo como Nate conversa con los muchachos a unos metros de mi. Lo habian llamado apenas lo vieron entrar.

Quise sonreir viendolo caminar hacia mi, esta relajado apesar de tener asuntos. Pero de repente, Britney Spears lo agarra del camisón, lo atrae hacia ella y le planta un beso en su mejilla. Lentamente, Nate toma sus brazos alejandola. Katherine Collins.

Una parte de mi quiere ir a señarlarle al menos el metro que deberia respetar de espacio personal. Pero nada de eso serviria. —Baila conmigo— me pide Sky. Giro a verla, sus piernas inquietas saltan con las ganas de ir a la pista a mostrar sus movimientos. Vi una vez mas a la rubia de coletas que seguia manteniendo una conversacion con Nate. Los ojos de él se habian vuelto atentos y cautelosos a lo que sea que le estuviera diciendo. —No te preocupes por ella.

Tiene razon. Katherine podria resultar dramática solo para que la vean, si su camisa amarrada en su pecho y su minifalda no lograba eso iria a un plan b. Nos hicimos caminos y levantamos las manos en el momento en que la música sono mas fuerte. Puse todo mi empeño en moverme como lo hacia Sky, sin preocuparse en recibir los empujones y peligrosos codazos que los chicos de nuestros lados podrian darnos. Tiempo después, mi vestido ya ha empezado a desubicarse por lo que tengo que acomodarlo con tirones. Y mis pequeñas alas, han resultado ser perfectas en ese tamaño, de esa manera no incomodo a nadie.

—¿Vamos por algo de beber?— le grito a Sky.

Pero ella se niega agitando aun mas las caderas, no esta dispuesta a dejar la pista de baile. —Dile a Justin que si no viene por mi, buscare a alguien a quien moverle este trasero— saco la cadera señalando los gluteos que se marcaban en su vestilo de tela fina. Sus palabras no pasaron por alto, el chico de nuestro lado ya tenia la mira en ella cuando volvio a levantar los brazos.

Me acerque a la barra. —Una soda por favor— el chico me dio una mirada con el ceño fruncido. Es que aun hay personas que beben soda en fiestas. Mire a un lado de barra, esta repleto.

—Te llenara de gases— no se si fue la palabra gases, o el hecho de que me respiraran en la nuca. Pero se me hizo un nudo en el estómago.

—Seguro— digo y volteo para tenerlo de frente. Caleb examina mi vestido escotado. Sus ojos estan oscuros como el mismo cielo nocturno, una inquietante expresión contemplativa. 

—lo rendi difficile— <<lo haces difícil >>

—¿Como dices?— pregunte insegura por la música alta. Caleb regreso a verme a los ojos, su ropa es la de siempre, completo de negro. —¿Te dejaron entrar entrar asi?.

Una sonrisa aparecio en su rostro. —Con esto— saco la gorra que esta mañana le devolvi. —¿Sabes de que vengo?

Me lo pienso. Un chico de negro puede ser... , pero con gorro...

—¿El acosador de YOU?

Caleb inclino la cabeza a un lado, suelto una risa nerviosa. Creo que las posibilidades de que él vea ese tipo de series es casi nula.

—Debo ver esa serie y me enterare de tus gustos— mis mejillas se calientan de manera irreparable.

Voltee a ver a un lado encontrandome a dos organizadores. En el area VIP esta Justin y Nate, su conversacion los tiene concentrados en sus teléfonos. Si Sky sigue sola entonces si hara lo que me dijo. —Debo irme.

—Si. Yo tambien— ahora el tambien ve su teléfono. ¿Es que ahora la tecnología tiene a todos asi?

—¿Pasa algo?— pregunto recordando la última vez que vi a varias personas viendo su telefono a la vez.

—Solo negocios.

Asentí. Me miro unos segundos en silencio y finalmente se fue. Tome mi lata helada dando un largo sorbo. Al menos mis zapatillas me hacian andar sin dificultad.

—Hey princesa— dice Nate colocando un brazo sobre mis hombros. La mesita entre ellos mostraba algunas latas de cervezas. —Yo apenas voy con esta— levanto la de su lado.

—Sky dijo que si no ibas a verla buscaria a alguien mas con quien bailar— le digo al chico vestido de faraon. Este reacciona como si le acabara de decir que su casa se esta incendiando, desesperado por llegar a la escena.

—¿Esta pasando algo?— pregunto viendo que sigue viendo su teléfono.

—Nos enteramos de algo...

Espero que continue pero decide responder primero al mensaje que le acaba de llegar.

—¿Enterar de que?

—Alguien queriendose pasar de listo— frunci el entrecejo. Otro mensaje llego. —Ya cayo. Vamos— les aviso a otros dos chicos que conversaban en el sofá. Con ellos también esta Amber, con otro traje de Britney.

—¿A donde iran?

—Quedate con ella porfavor— dijo antes de salir.

En un movimiento rápido atrapo a uno de los chicos del brazo. Un jugador de béisbol. —¿Qué esta sucediendo?.

El chico se lo penso. —Alguien esta vendiendo drogas.

¡Primera parte!

----Gracias @lenasletters ----

Atte.ASP

251021

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