CAPITULO 18

Nos tomamos de la mano mientras caminamos hacia la mesa circular que reposa en el centro de velas. Tiene dos platos en cada extremo, muy elegante gracias al mantel blanco que tiene debajo de ellos.

—un bon diner, pour une jolie fille— dijo apartando una de las sillas hacia atrás.

—Eso si deberás traducirlo— escuche la risa de Nate.

Le di una mirada antes de doblar mis rodillas y la empujo suavemente con ambas manos en el respaldar.

Podía sentirme orgullosa de mi francés extremadamente mínimo. He tomado un curso medio por la malla de electivos de la universidad, sin embargo, Nate lo aprendió desde pequeño y ama usarlo en momentos como estos, no me quejo, su dicción es asombrosa al igual que la forma de mover sus labios cuando lo dice.

—Significa, una bonita cena, para una bonita chica.

Es cuestión de minutos cuando nos traen dos platos de los famosos rollitos de ternera, es un platillo que ambos encontramos agradable, por si no es obvio, Nate resulta bastante sano en comidas, en cambio yo, bueno el aceite no es algo que evite. Si bien se sabe que no es bueno comer tanta carne roja, comer ternera resultaría beneficio para el y consentida para mi, aunque llevara verduras a la vez.

—¿Cómo te va en el trabajo?— digo llevándome un rollito a la boca, el sabor de la tira de ternera asada sabe espectacular.

Por un minuto me siento como una pareja de casados, donde la mujer siempre usa esa frase. No soy  la única la que lo nota, pues el sonríe de forma divertida.

—Extrañamente bien. Mi padre me fue enseñando cosas bastante interesantes, aunque su paciencia y sus canas lo demuestren mejor— suelto una risa.

Nate sirve una copa de vino tanto para el y como para mi. Se el gusto que le da darse estos antojos saludables, lo demuestra en cada bocado que da.

—Sabes que resulte ser mas útil de lo que creí— alzo la cabeza.

—¿Creíste que no lo serias?.

—No creí que seria tan agradable. Se me da bien las juntas— alzo una ceja. El di un sorbo a su vino antes de dar mas detalles. —He ganado a cada inversor y escritor que me han designado.

Eso es asombroso, convencer a la gente es una de las cualidades de Nate, nada extraño pues también tiene la responsabilidad de dirigir a su equipo.

—Te has vuelto un empresario— digo con tono de orgullo.

—Tengo un buen equipo.

Equipo, me pregunto si su ex forma parte de el. 

—Y...— remuevo un rollito en mi plato. —¿Cómo le va a Katherine?.

Mi pregunta suena tan estúpida que no tengo tiempo en remediarlo, porque iba a preguntar algo sobre su ex pareja.

—¿Celosa princesa?— alza las cejas y yo lo imito.

—Sabes la respuesta— digo con una sonrisa segura, aunque quiera darme una bofetada justo ahora. El toma la servilleta y se limpia los labios.

—Va cuando quiere, hace lo que quiere..— mi sonrisa se borro. —No, a ver. Tu sabes que conmigo no.

Quiero reír cuando lo veo un tanto alarmado, se que no es porque hiciera algo malo sino por lo convincente que puedo ser con tan solo una mirada, bueno, se que funciona con él.

—Lo se.

Tomo un poco de vino. Bien quizás debería decirle ahora.

—Tengo algo que contarte— movió la cabeza intrigado. —Estoy adelantando un curso.

—¿En serio?.

—La de pasantía.

Abrió un poco sus ojos y se paro de su asiento. Por inercia hice lo mismo.

—¿Trabajaremos juntos?— dijo con una sonrisa. —Princesa que buena noticia.

No..

Alce mis manos a su pecho para pedirle que se calmara.

—Espera— sus cejas se hundieron. —Tu sabes que me gusta ganarme las cosas por mi esfuerzo.

Su rostro y cuerpo se descompusieron inmediatamente. 

—¿Qué quieres decir?.

—He buscado Editoriales...

Nate cerro los ojos y paso su mano por su cuello.

—Podrías postular con nosotros, yo no me involucrare lo prometo...

—No es sobre eso..

—Entonces..

—Tengo una entrevista— dije por ultimo.

Nate tiene los ojos expectantes y fijos en mi.

—¿Donde?.

Tomo aire.

—En Fiore.

El cuerpo entero de Nate se tenso frente a mis ojos.

—Es ¿broma?.

Negue.

Nate se dejo caer en su silla y yo me acerque a el a pasos lentos.

—No podre convencerte ¿cierto?— pregunto viéndome.

Sonreí negando.

El bajo la cabeza y pude ver su cabellera brillante y ondulado desde arriba. De pronto, Nate me envolvió la cintura con sus fuertes brazos, su rostro quedo en mi en el medio de mi estomago. Me di el gusto de pasar los dedos por su ondas castañas.

—Eres tan testadura— susurro.

—Es una de las razones por las que te gusto— algo me dice que sonríe pero no puedo verlo hasta que alza la cabeza.

Entonces aprovecho en agacharme para darle un beso en los labios.

(...)

Me fijo en el gran edificio, tengo minutos en la entrada, de pie a un lado de sus puertas.

Mensajes — Nate

Suerte princesa.

Leo el mensaje del aparato en mis mano.

Guardo mi teléfono sin responder su mensaje, quizás me iba mal y terminaba siendo un chiste dentro de unos años, comiendo yogurth claro.

Acomodo mi bolso pequeño de un lado de mi hombro, aliso mi ropa y entre por las enormes puertas de cristal, habia pasado varias veces por esta calle pero nunca antes habia entrado. Su recepción esta completamente limpia, desde tonos negros y plomos, me daba gracia recordar a Caleb por ese detalle.

—Buenos días. Vine a ver al Sr.Richard Lodge.— me asomo al mostrador.

Una chica con bastante maquillaje me sonrió, tenia una coleta alta al igual que la mayoría del personal femenino que habia visto caminar por aquí, todas con trajes de colores negro o blanco.

Mi atuendo era un poco mas colorido, tenia unos pantalones azules al igual que mi blazer y tacones. Me gusta el azul y era lo mas formal que encontré en mi armario. Me siento como el único pez diferente del mar.

—Sexto piso y puerta del fondo— agradecí de la amable atención y me dirigí al elevador.

Tuve la suerte de subir sola, eso me dejaba un poco mas para pensar, no tengo tanta experiencia en entre entrevistas, saco mi CV del mi bolso y reviso mi maquillaje antes de que las puertas se abran.

Salí para encontrarme con otro mostrador, la que supuse que era la asistente del Sr. Lodge. 

—¿Harriet Moore?— pregunto ella poniéndose de pie.

—¿Cassie?— dije pasmada.

La morena vestía igual que las otras chicas de recepción, saco negro y camisa blanca.

—¡Harriet! creí que no volvería a verte— aun en mi estado sonreí.

—Yo... vengo por la pasantía— digo desviando la puerta del fondo.

—Oh claro. El Sr. Lodge te esta esperando.

Me removí en mi lugar.

—¿Nerviosa?— moví una mano para decir maso menos. —Tranquila, lo harás bien.

—¿Algún consejo?.

—No dejes que te intimide— ok eso me puso peor. Su teléfono empezó a sonar y supe que debía volver a trabajar.—Puerta del fondo— señalo y me alzo un pulgar antes de tomar su llamada.

Camine un poco nerviosa, el piso era diferente, hay varios escritorios uno frente del otro de un lado, y una mampara enorme divide el estudio en dos, se puede ver una mesa larga y sillas como un proyector, esa debe ser la sala de conferencia.

Algunas miradas causan que sujete aun con mas fuerza mi carpeta. ¿Debería sonreír? bueno ya es muy tarde.

Es la única puerta con una placa en ella, lo que tenia grabado era evidente, Richard Lodge. Agarre el pomo y tome una bocana de aire antes de girar la perilla.

Lo primero que veo es el gran escritorio de metal, pintado en solo pintura negra y un vidrio que hacia de tablero, es bastante inusual y tiene un aspecto único en realidad. La enorme silla esta con el respaldar hacia mi, esta sentado de espaldas a mi. Pero solo es cuestión de segundos cuando gira.

—Debes ser Harriet— me estremezco al escuchar su voz.

Es bastante gruesa. 

El hombre frente a mi tiene el cabello negro igual al de su hijo y sus ojos son tan intimidantes y negros, como el de esas personas que pueden hacerte callar sin mostrar emociones. Ya veo a que se refería Cassie.

—Así es Sr. Lodge. Un gusto conocerlo— sonrió lo mas amable que puedo acercándome a él.

El se levanto dándome una mirada que no entiendo, creí que me diría que me fuera de su vista pero no fue así, en vez de eso camino hacia un lado sin decir ninguna palabra.

Me quede en silencio viendo como se serbia un vaso de wisky, tenia una propia mesilla llena de diferentes licores.

—¿Te conozco verdad?— fruncí el ceño.

¿Conocerme? Yo solo lo había visto alguna veces en...

—Eres la chica que estaba con el hijo de Gregory— los eventos de Editoriales.

Por supuesto, como no lo habia pensado antes.

—Lo soy señor.

Mis esperanzas se reducen aun mas mientras el camina de regreso a su silla.

—Entonces vamos al punto. ¿Por que estas aquí?— Ahora creo que su hijo es mas agradable.

¿Por que demonios estoy pensado en Caleb?.

—Yo busco una pasantía, ver mi campo laboral..

—¿En la competencia de la familia de tu novio?

Abrí la boca y me prepare para responder recordando las palabras de la morena.

—Señor con todo respeto, mi relación es con Nathaniel Archer, no con su empresa familiar. Yo vine aquí por la recomendación de mi maestra, quería buscar algo por mi misma pero ella puso su nombre al recomendarme, no pienso defraudarla. Si me permite— digo alzando mi Cv. —Puedo demostrar el porque fui recomendada.

—Buena respuesta— dijo dando un trago e ignorando mi currículo. Habia tenido la mirada en mi todo el tiempo como si analizara cada expresión, otro detalle. —En lo personal creo que el amor joven es tan irreal como el que una portada no influye en la compra de un libro.

Entendí lo que quiso decir, podía ir en contra de lo que habia dicho. Sacar buenos argumentos para defender lo que opinaba pero no era el momento, no era esta situación la que podía desaprovechar. Por mas que no quisiera admitirlo, Fiore era una muy grande oportunidad.

Se inclino a tomar la carpeta, la abrió y dio lectura rápida. Sin mostrar emoción alguna.

—¿Tres meses?— dijo alzando los ojos de los papeles.

Es el tiempo que pide la universidad.

—Así es Sr. Lodge.

—Bien— dijo dejándome perpleja. —Mi secretaria se comunicara contigo.

Comprendo. Es la usual forma de decirte que largate ya. Me despedí y salí con tristeza, no debí hablarle así, quizás fui demasiado imprudente.

—¿Dijo que no?— pregunto Cassie interpretando mi rostro.

Hice una mueca.

—Que llamarían— pero sabemos que significa.

—No te desanimes— me dio una mirada con media sonrisa.

Asentí dejándola volver a su trabajo. Cuando por fin estuve afuera del edificio me dispuse a esperar un taxi, arrepentida de no traer mi propio auto.

En este punto quizás debía ver mis opciones, Nate ofrecería su ayudar nuevamente y se que me quedo sin tiempo. No se como dar la cara a la Srta. Morgan. Cerré los ojos con fuerza.

Justo entonces mi teléfono empezó a sonar, espero que no sea Nate.

Llamada desconocida.

¿Hola?

¡Harriet!

¿Cassie?

Dijo girando mi cuello al edificio.

Él dijo que te llamara mañana pero no pude aguantarme...

¡Estas dentro!

¿Que?

¡Tienes la pasantía!

Tengo que sostener mi teléfono con mas fuerza para no dejarlo caer. Quise dar un salto de emoción y seguro lo habria hecho de no tener lo tacones que me hacian parecer mas alta. 

En el siguiente capítulo ...

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140721

Atte.ASP

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