CAPÍTULO 14
Si hubiera pensado en que esta salida se convertiría en un momento tan incómodo seguro me hubiera quedado en casa.
—Nate.
—Caleb.
Pues ya esta. Hora de irnos me dije a mi misma, pero no. ¿Cuánto tiempo mas seguirán mirándose?.
Estamos en la salida del cine con la intención de marcharnos, no obstante, pasa algo con el chico que de cazadora negra.
—¿Por que sonríes?— la pregunta de Nate lleva un tono de molestia. Y no es para menos. .
Él no sabe que este chico casi todo el tiempo esta sonriendo, es porque seguro fumo algo aunque no habia percibido ningún olor.
—Porque no eras un Photoshop.
Abrí lo ojos. ¿Creyó que había editado nuestra foto?.
—No te entiendo.
—Oh— dijo esta vez con un tono fingido y volteando a mi. —Es un chiste privado ¿Verdad Harriet?.
Mi garganta se seco tan rápido como las cincos cabezas giraron a mi dirección. Levante la cabeza.
—Yo diría que una tontería— logre articular.
Nate movió la cabeza en comprensión, sabia que el me estaba incomodando tan solo verme. Me fije en los demás y me di cuenta que mis amigos estaban tan confundidos como el Nate de hace segundos.
—¿Les gustaría comer algo?— se asomo a decir Cassie, al mismo tiempo que tira de Caleb hacia atrás.
—Debemos irnos. Sera para otro día— dijo tomándome de la cintura.
Un gesto que no paso desapercibido para los curiosos ojos grises de Caleb.
—Eso mismo— alzo la mano Justin para dar media vuelta al mismo tiempo que Nate.
Sky y yo sonreímos a Cassie en modo de despedida y pasamos por alto al chico de su lado, la morena nos movió su mano, por lo que llegue a ver empezaba a decirle cosas a Caleb apenas nos alejamos.
—No me agrada— mire a Nate esperando que las gradas eléctricas nos condujeran a la primera planta.
Bendito sea el que diseño este aparato.
—A mi tampoco— lo siguió Justin desde un escalón mas abajo.
—A mi si me agrado Cassie— dijo Sky, ella estaba a su lado. Al igual que yo y Caleb.
Cierto, Cassie y Sky habian tenido el mismo gusto en películas de terror que al poco tiempo de que Caleb se durmiera ellas empezaron a entablar una conversación amistosa. Si fuera celosa estaría muy molesta con ella, cosa que es injusto porque estoy segura que ella ya estaría haciendo una escena de su posible reemplazo de mejor amiga.
—Tengan cuidado con él.
—¿Por que?— pregunte a Nate.
Justin le dio una mirada antes de que respondiera.
—¿Recuerdas el lugar del ring?— como olvidarlo. —Él estaba ahí.
Recordé esa noche. Fue por el que yo fui a ese sitio, por mi teléfono, pero nunca lo vi.
—Yo no lo vi— dije siguiendo sus pasos al estacionamiento. Sky se había quedado en silencio como Justin. Ellos irían en el auto del rubio.
Nate tomo mi mano para sacar sus llaves de uno de los bolsillos de sus pantalones.
—Mejor. No nos metamos en sus asuntos.
(...)
¿Han sentido esos días donde uno lo espera con tanto nerviosismo que quiere estar lista mucho antes de lo que debería? Si pues yo estoy en uno de esos días, solo hay un problema, a veces no sale como esperamos. Aun estando lista una hora antes voy llegando tarde, ¿causa?, la desaparición de mis malditas llaves, ¿solución?, taxi, pero no hay milagros en las horas puntas de transito. ¿Efecto?, cave mi propio agujero e hice mi ataúd bien esperado por mi madre.
Me quito los tacones y corro descalza por el recorredor desierto, tenia que ingresar por la puerta grande, como no. Hay varias puertas blancas con distintos distintivos pegados en lo alto, mi respiración empieza ceder cuando ubico mi puerta, dice modelos.
La empujo sin dudarlo y es donde encuentro el verdadero caos, muchachas bastantes delgadas van de un lado a otro, la mayoría están con solo lencería junto con otras personas del staff detrás de ellas, lo que si hay que destacar es que ya van maquillas, y yo ni llevo eso.
De pronto un hombre abre la puerta detrás de mi, lleva audífonos gigantes y un radio donde dicen cosas como Luces y equipo de sonidos. Ninguna se conmociona por que las vean casi desnudas.
Empiezo a sentir toda la tensión de la sala, sube desde pies hasta mi rostro.
—10 minutos— grita antes de volver hacia la puerta. No obstante, algo lo detiene. Es Ceci quien viene ingresando con los ojos bien abiertos.
Al verla directamente ella parece poder volver a respirar.
—Srta. Harriet es muy tarde— dice intentando no sonar tan alterada, pero falla.
Le digo que no se que es lo que debo hacer o a donde ir, pero ella ya esta tirando las prendas de una de las silla para invitarme a sentarme, todas cuentan con seguidos espejos de toda una recta de asientos.
—¡Ramon aquí!— grita Ceci. Es la primera vez que la oigo gritar.
Un hombre con los cabellos levantado y un peine incrustado en su cabellera llega a nosotras, tiene una ligera capa de sudor en su frente.
—Por dios angelito no has visto la hora que es— me dice levantándome el mentón. Quiero pronunciarme pero el me hace un gesto en negación, sigo la direcciones de segundos que dirige mi rostro, de perfil y de frente. Hasta que finalmente dice algo. —Los ángeles te han obsequiado un bello rostro, aunque algo pálido.
Sonrió en agradecimiento y tomo asiento, el se coloca detrás de mi, desde mi posición puedo ver como empieza a tomar cosas de una mostrador movible de su lado.
En este momento ruego porque mi madre no entre por esa puerta.
Desde los 5 años mi madre se había encargado de meterme a cursos de modelaje, no era buena pero sabia como realizar una caminata rezando por no caer. Al fin de cuentas, solo iba a esos cursos de los veranos cortos porque era de su compañía, y porque la dejaría trabajar en paz.
Aun con el poco tiempo y la presión que Ramon tiene de Ceci y del Staff, logra hacer un hermoso maquillaje de sombras verdes en los ojos, delineado fino y solo un poco de rubor en mis mejillas.
Me aprieto el estomago cuando veo el conjunto que debo usar, mi madre se ha lucido, es un enterizo verde esmeralda que lleva encaje en una pequeña parte del estomago y de la clavícula hasta los brazos, también tiene un corte desde la mitad de los muslos hasta el final de la parte baja, es revelador y muy sexy. El dolor se vuelve una punzada que aparece como se va, sabia a que se debía y ya tome mi calmante en el camino.
—¡2minutos!— grita de nuevo esa voz.
Aunque me preocupa romperlo, pues se que no sede por el encaje del vientre y la reducción de la parte de mi cintura que mi madre había solicitado. Me lo coloco lo mas rápido y cuidadosa que puedo, en el espejo veo como se ciñe a mi cuerpo, me encanta aunque casi no logre respirar.
—¡Es hora!— los chillidos de las chicas se hacen mas fuertes detrás del telón del cambiador, yo no estoy acostumbrada a la desnudes publica. Al salir hay una gran competencia en la puerta de salida, al igual que quien pisa mas fuerte con sus altos tacones.
Ceci me guía lo mas rápido que puede, mientras que avisa por su micrófono que ya estoy en camino.
En el detrás de pasarela se escucha al staff diciendo que todo esta listo. Hay pantallas por los costados, muestran un cronometro que empieza a bajar desde 10. En vivo.
La canción de Two Feet- Go F*ck Yourself empieza a sonar y la fila de modelos empieza a ingresar una a una.
—¿Estas bien?— pregunta Ceci a mi lado.—Estas pálida.
La miro y luego a la fila que sigue avanzando. Por un minuto veo todo borroso, muevo mi cabeza estabilizándome.
—Son los nervios.
—Lo harás bien— me anima tocando mi brazo.
Cuando me deja sola por revisar los últimos arreglos veo a mi madre en un traje completamente de blanco al fondo del lugar, esta al lado de otra mujer que habla en un micrófono, ella se percata de mi y me da una rápida mirada de pies a cabeza, luego gira como si fuera otra de sus decepciones. Trago saliva abrazándome a mi misma.
Me pregunto si Nate estará afuera, tenia entrenamiento y me pidió disculpas de no poder venir. Y Sky tenia clases de diseño, un curso imperdible para su carrera. No podía esperar verlos y justo ahora me encantaría tenerlos cerca.
Toco mi frente, siento calor y empiezo a transpirar, me ventilo con las manos todo lo que puedo.
—Tu turno— escucho como le dicen a la chica que va 2 turnos antes que yo.
Vamos falta poco.
Finalmente, escucho tu turno, trago saliva antes de salir a los fuertes reflectores que casi me ciegan, me repito mentalmente lo que aprendí hace varios años.
Pasos suaves, estira la espalda, endereza los hombros, relaja los brazos y serena.
Voy de esa forma hasta llegar al frente de todos, se la conmoción que cree desde que ingrese, los flashes salen disparados seguidamente hasta que sonrió solo un poco hacia la cámara que pasa en frente de mi. Entonces giro, y regreso sintiéndome aliviada, pero aun peor que antes.
Apenas paso el telón tanteo mi enterizo, empieza a sofocarme cada vez mas llegando al punto de querer romperlo. Empiezo a escuchar la música mucho mas lejos de lo que esta, esto no esta bien.
Busco a Ceci con la mirada hasta verla con el hombre que pasa a la siguiente ronda de modelos, no puedo mover las piernas hacia ella, lo último que logro es intentar agarrarme de algo pero mi vista termina nublándose y empiezo a caer. Todo es oscuridad.
(...)
—¿Debería llamar a su madre?.
—¿No dijiste que la bruja se fue a su celebración?.
Escucho la voz de mi mejor amiga aunque es muy bajo.
—Solo mándale un texto, aunque dudo que responda.
Es Nate
—Te juro que apenas despierte iré a arruinar su dichosa celebración.
—La vas a despertar Sky.
—Ya estoy despierta— digo yo abriendo los ojos.
Me adapto a luz viendo como me encuentro acostada en una habitación, una de paredes blancas y una ventana pequeña a un lado, también están las tres voces que estaba escuchando hace unos segundos.
—¿Qué me paso?— pregunto tomando mi cabeza.
—Eso mismo queremos preguntarte señorita—Sky toma la posición autoritaria con las manos en su cintura conmigo.
Miro a Nate quien ya se acerco a mi lado.
—Te desmayaste pero logre sostenerte.
Frunzo mi ceño. ¿Nate fue al desfile?
—Queríamos sorprenderte— explica Sky señalando el ramo de rosas y un oso de peluche a un lado de la habitación, encima de la única mesita del lugar.
Asiento asimilando la situación.
—¿Quieres explicarnos porque no ...
—Sky basta— le reprende mi novio.
—Nada de basta mundano— sonrió.—Esta chica es como mi hermana y casi se muere por no comer.
—Estas exagerando— le digo con las mejillas encendidas de vergüenza.
Sky mira a Nate pero rueda lo ojos, recorre la habitación hasta ver a la asistente de mi madre.
—Tú— le dice. —¿Crees que exagero?.
Quiero decirle que no moleste a Ceci cuando alguien mas ingresa a la habitación.
—Veo que nuestra paciente despertó— interrumpe el doctor ingresando con una enfermera.
Tiene la típica bata blanca al igual que su estetoscopio colgado al rededor de su cuello, sus lentes protegen sus ojos pero nos mira como si intentara descifrar que sucede.
—Creí decir que necesitaba reposo.
Todos se quedaron callados.
—Doctor ya me siento mejor— me anime a decir intentando levantarme.
—Nada de eso señorita—dice acercándose.—ves la intervenosa— señala el líquido que va bajando a mis venas por medio de un tubo delgado.
—Si.
—Son vitaminas. Que no has obtenido los últimos días. Supongo que sabes el porque.
—Si doctor.
—Una chica como tu no debería matarse de hambre, podrías provocarte una gastritis.
Baje la mirada, sabia que mi dichosa dieta estaba mal, después de todo yo la había creado.
—Te quedaras aquí hasta mañana ¿Entendido?- dice esta vez dirigiéndose a todos.
Todos asienten.
—Y se que no es tu situación pero deberás ir al psicólogo— volví a levantarme para protestar. —Son formalidades del hospital, no esta bien dejar de comer de la nada.
Quise maldecir pero sabia que era yo la que me metí en esto, termine de escuchar que el sábado tendría la cita medica y que podía explicar todo.
Solo dejo de comer, no intente suicidarme maldición.
Después de que el doctor se marchara Ceci fue detrás de el por lo papeles, ella se encargaría del registro, por otro lado Sky se mantiene en raya de no reprocharme mi estúpida decisión de no comer por que me quede un lindo enterizo. Aprovecho en pedir que me ayuden con la cabecera para no estar completamente echada.
—Díganme que no hay fotos de lo que paso— ruego a los dos pares de ojos.
Ellos se miran entre si antes de responder. Temo lo peor, un escándalo que mi madre me recordara los próximos años de mi existencia.
—Tu madre cubrió todo, me detuvo y me hizo salir por una de las puertas traseras.
Suspire, no habia escandalo.
Las horas pasan y dado que no puedo ingerir sólidos, solo tomo agua para hidratarme.
El suero ayudara pero aun así me gustaría saborear algo, no quiero ofender a los amantes del agua pero que sabor ven en el. Ahora se me apetece algo donde si encuentre un sabor dulce.
—Debes irte— vuelvo a repetir a los bonitos ojos verdes.
Sky ya se ha ido al entender que todo estaba en orden.
—No quiero dejarte sola.
—Tengo a Teddy— digo moviendo a mi osito de felpa.
Es un osito de tamaño medio de color celeste. Si, un celeste inusual que me encanta y eso Nate lo sabia.
Él ríe y yo lo sigo.
—¿Crees que te cuide bien?— dice refiriéndose a Teddy.
—Claro que si. Míralo— digo haciendo que el osito parezca terrorífico con sus cejas inclinadas hacia abajo.
No pasa mucho cuando por fin convenzo a Nate de marcharse y dormir en su cómoda cama, debía descansar pues sabia que mañana a primera hora entrenarían por la postergación de hoy. Mientras espero que el liquido del suero deje de caer busco algo en la televisión.
Dos horas después dejo caer una lagrima, Logan, esa película encontré y el final sigue destrozándome el corazón, ¿Por qué tenia que morir? ¿Qué pasara con su hija?. Apago el televisor con la intención de seguir molesta con Marvel.
Mi suero se acabo y se que es momento de usar el botoncito que me ha estado tentado desde que lo vi, de llamado. Lo toco una vez, dos veces, tres veces, pero ella sigue sin llegar. Bajo de la camilla, increíblemente me siento bien cuando doy pasos hasta abrir la puerta de mi habitación, no puedo caminar sin jalar el tubo metálico que me conecta aun con la aguja clavada en mi, el modulo de atención esta a unos cuatro metros de mi.
Ahí esta, una mujer dormida sobre su escritorio. Olvide que son pasados las 12.
—Disculpe.
Nada.
—Señora.
—Es inútil— salto al escuchar otra voz a mis espaldas. —Lindas bragas loca.
En el siguiente capítulo ...
👀👥
060721
Atte. ASP
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