Capítulo XXX
Galahad: *viendo a Amy de pié hacia abajo* ¿Cómo se siente ahora?
Amy: *frota su cuello extraña* Bien... *cof cof* dios, ya no me escucho ronca y ya no me lástima...
Galahad: *sonríe de soslayo* me alegra bastante oír eso.
Amy: *curiosa y emocionada* ¿son poderes curativos los que posees?
Galahad: Realmente no, es una forma de transferir salud propia a un tercero...no es gran cosa.
Amy: ¡Cielos! No me diga que usted...
Galahad: *la interrumpe negando con sus manos* No, no, no os preocupéis por eso, estoy bien y su herida y malestar no son gran cosa para mí.
Amy: *mira a Galahad mientras sonríe* Gracias por todo...
Galahad: No hay de qué, es preferible que tomes algunos tés para mejorar poco a poco vuestra garganta.
Amy: *se levanta de diván con cuidado* Sí, lo haré.
Percival salió de golpe de la cocina y luego, al patio, Lancelot tardó en salir pero salió pasado unos minutos, miró a Galahad y le preguntó:
Lancelot: ¿Te quedaras en el castillo o volverás?
Galahad: Depende, si Lamorak ya se va me voy con él.
Lancelot: Como queráis...
Galahad: Aun así, mañana a primera hora volveré para empezar a explorar las habilidades de Amy...mientras más pronto, mejor.
Lancelot: Dudo que pueda hacerlo mañana, estará ocupada conmigo.
Galahad: *extrañado* ¿en serio? ¿entonces...?
Lancelot: Venid dentro de tres días, *se acerca a la puerta que da al patio* también os digo por el asunto de la comida con el Rey.
Galahad: Como queráis, Sir Lancelot, entonces nos veremos en la comida...hasta pronto, Amy *pasa por su lado y sale*
Amy: *murmura* Adiós...
Lancelot: *la mira de reojo* Es mejor que vayáis a dormir, es de noche.
Amy: Vale, no hay problema,*camina para atravesar la sala hasta llegar a un lado del caballero* como ordenes Sir Lancelot...
Lancelot: *la sigue con la mirada* me alegra que puedas hablar ya.
Amy: Fue gracias a Galahad...no tenía por qué hacerlo...
Lancelot: *refunfuña* que considerado... Por cierto, mañana irás a la colonia central y compraras algunas cosas para vos.
Amy: *detiene su andar y lo mira asombrada* ¿en serio? pero... ¿por qué o para qué?
Lancelot: *se acerca a ella burlón* ¿pensáis andar siempre en estas fachas? *toma su vestido a lo que ella apenada se lo arrebata* ¡Ja! necesitáis algo mejor.
Amy: Pero realmente no creo necesitarlo...es decir... *mira su ropa* no es como que salga y ande por el reino siempre...
Lancelot: Lo harás, tendrás que ir al castillo del Rey y no podrás ir así.
Amy: *asustada* ¡¿Para qué?!
Lancelot soltó una pequeña risa indefensa por la preocupación y comportamiento de Amy; quisiera o no seguía teniendo miedo la eriza de lo que le pasara...pero lo que no sabía, era que las cosas cambiarían a partir de ese día.
Lancelot: No, no es para nada malo, ¿Oísteis lo que dijo Percival? tenemos comida con vuestro Rey dentro de dos días.
Amy: Pero ustedes, los caballeros, no yo...
Lancelot:*la interrumpe* El Rey quiere que llevemos gente, y vos seréis mi acompañante.
Amy se apenó (una vez más) y bajo la mirada un tanto ansiosa y avergonzada, no pensó que el caballero le diría aquello, pero... "dejad de tomarte todo a pecho, eres su moza todavía, así que tendrás que obedecerlo" se regañó entre sus pensamientos.
Amy: *hace una reverencia alzando su vestido* Como usted mande, Sir Lancelot.
Lancelot: *sonríe de soslayo* No, Amy, sino queréis ir no te obligaré... Pero que quede en vuestra conciencia que yo si deseo tenerla ese día a mi lado de buena voluntad.
Amy: Lo hago de buena voluntad, es decir, nunca me negaría a algo suyo...no tengo por qué.
Lancelot: Entonces, os espero mañana en la entrada del castillo temprano...descanse lo suficiente.
Amy: De acuerdo, *hace otra reverencia* con su permiso...
Lancelot: adelante *se quita de la puerta y Amy sale despacio en dirección a su torre*
La eriza se fue a dormir, el caballero Lancelot salió a ver a los caballeros para saber que harían, y pareció ser que se irían a su respectiva fortaleza, tendrían que recorrer mucho, pero era lo de menos... Se volvería a ver en la comida del Rey.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE...YA HABÍA AMANECIDO*
Amy estaba intentando arreglarse lo más pronto posible, el sol ya había salido y no sabía si Lancelot la estaría esperando o no a esa hora...tampoco quería llegar tarde al mandato del erizo azabache.
Cuando Amy bajó y se dirigió a la puerta del castillo la vio abierta de par en par, creyó que había tardado pero cuando se fue acercando poco a poco y se asomó hacia afuera lo vio de pie con Canalla a unos metros de él pastando; la eriza rosada se escondió en la puerta y dio un suspiro cargado de miedo y algo de "aquí voy".
Amy salió del castillo dando pasos lentos y suaves sobre el pasto, no dio ni tres pasos cuando el caballero volteó a verla de reojo y le dijo:
Lancelot: ¿Ya estáis lista?
Amy: *se detiene temerosa* S-si, perdonad la tardanza...
Lancelot: No hay problema, *voltea a verla de pies a cabeza* os daré esto.
El caballero le extendió la mano a Amy y esta se acercó a recibir lo que el caballero le estaba dando: un pequeño costal con runas.
Amy: ¿Cuánto hay aquí? Y sobre todo... ¿Para qué?
Lancelot: ¿Acaso se te olvidó lo que haremos? Irás a la colonia central a adquirir algunas cosas para vos.
Amy: Si pero... *mira la bolsa apenada* no creí que vos me daría el dinero...
Lancelot: Eres mi moza, yo tengo que mantener tus gastos ya que no tienes nada.
Amy afirmó con la cabeza y metió el pequeño costal entre sus ropas, luego, Lancelot acercó a Canalla y se subió en él para después decir a Amy:
Lancelot: Anda, dame tu mano.
Amy: *lo mira hacia arriba con miedo* ¿Qué?
Lancelot: *ríe de soslayo* andad, dejad de comportarte como tarda y sube conmigo... ¿O piensas irte a pie?
Amy: Es que...no lo sé, no pensé que no iríamos a caballo.
Lancelot: Está algo retirado, vamos, subid detrás de mí *le extiende la mano*
Amy bajó la mirada y se subió al caballo con torpeza, pero el caballero le ayudó para que no fuera a caerse; cuando Amy se subió detrás del caballero, Canalla relinchó y se aculó un poco, a lo que Amy asustada sin pensarlo abrazó a Lancelot rodeando su armadura, luego de unos segundos pegada caballero, esta se soltó avergonzado y roja diciendo:
Amy: Lamento eso *pega su cabeza agachada contra la armadura del caballero* no quería incomodaros...
Lancelot: ¿Te dan miedo los caballos, Amy?
Amy: Nunca me he subido a uno, es...es la primera vez que estoy encima me de uno y me da miedo a que me tire...tal vez no le agrada la idea de que esté encima de él.
Lancelot: Para nada... *tira de la rienda* no suele ser tan agresivo con damas...hasta incluso parece que le agradas.
Amy: *risa penosa* no creo...
Lancelot: Bien, sujetaos de donde quiera, vamos a galopar lento para que no sienta pánico.
Amy asintió y con la cabeza escondida entre la armadura y ella el caballero comenzó a trotar de manera lenta por el bosque en dirección a la colonia central.
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