Capitulo LVI

Amy: ¿A dónde deberíamos de ir?

Galahad: Por desgracia ningún lugar es fiable, os afirmo que el Rey mandó a todo guardián de Kamelot a buscar a vos y sobre todo, a Lancelot, tenemos que ser circunspectos.

No había salvación alguna, las circunstancias los estaban acorralando y solo podían marcharse de ahí sin pensar en algo más, sin mirar atrás.

Amy: Galahad, necesitamos encontrar a Lancelot, tengo que estar con él, una vez reunidos podremos tomar acciones.

Galahad: Si, tenéis razón...andando.

Ambos erizos montados en Valiente anduvieron por el bosque analizando la posibilidad de hallar a Lancelot, necesitaban estar los tres para tomar una decisión. La posibilidad de encontrarlo era nula, el reino era muy grande, y podía estar en alguna de las cinco colonias o incluso en los alrededores merodeando por el inmenso bosque, ¿Cómo tener una idea de lo que está haciendo ahora?

Galahad se detuvo en un cruce también para dejar descansar un poco a su caballo, pero seguía muy intranquilo, tampoco quería ir a rondar por las colonias con Amy en su espalda, sabía que los cazarían, debía haber forma de hallar a Lancelot.

Galahad: *maniobrando sobre Valiente* necesito una forma de encontrar a Lancelot sin exponeros...

Amy: *mira a Galahad, extrañada* no, no os preocupéis por mi sólo...yo misma iría en su búsqueda si vos no queréis...

Galahad: No digáis más, no me permitiría dejarte en una situación como ésta...si tan sólo pudiera sentir su energía...

Amy en un abrir y cerrar de ojos bajó del caballo, Galahad la miró asustado por creer que correría pero Amy sólo se dispuso a andar con la mirada al cielo como si buscara y sintiera, como aquel animal silvestre que oliera a su presa, con una tensión en las manos y piernas...era una situación extraña para Galahad el presenciar aquello.

Galahad: *susurra* Amy... ¿Qué...?

Amy: *sufre de un espasmo y recobra postura* No lo sé, no me preguntéis porque...no lo sé, sólo... Siento que tengo la capacidad de hacer muchas cosas y...*cae al suelo de rodillas bajando la cabeza* necesito concentración...

Galahad bajó de su caballo rápidamente y se agachó a la altura de la pelirosa, la miraba con admiración y a la vez cierta impotencia pero...a los pocos segundos se tornó erguida y dando un suspiro, expulsó:

Amy: Lancelot estaba en la tercera colonia...huyó luego de causar una distracción pero...todavía sigue en esos rumbos, su energía está muy a la defensiva y puedo sentir como se mueve a toda cabalgata.

Galahad: *sorprendido* A este paso, Amy, todos te considerarían bruja.

Amy: *agacha la cabeza* sí, tenéis la razón pero la juro que no sé qué está pasando... ¿Qué me está sucediendo? Siento como si...como si otra persona estuviera dentro de mí...

Galahad miraba a Amy como si de alguien admirable se trataba, la eriza dejó de hablar y miró de igual manera penetrante a Galahad percatándose de su lacerante atención sobre ella, le incomodaba bastante; pero ver al caballero tan concentrado le permitió ver ciertas cosas en sus ojos. Agitó con rapidez su cabeza la eriza y a punto de expulsar palabra cargada de sorpresa Galahad la interrumpió acercándose a Amy de golpe y diciendo:

Galahad: Dejemos las dudas y preguntas para después, si Lancelot está cerca de la tercera colonia tenemos que hallarlo rápido.

La eriza con cierta tensión y confusión afirmó y se dirigió al caballo, Galahad le siguió y ya ambos con noción de lugar, volvieron a montar a Valiente para dirigirse a la tercera Colonia.

*TIEMPO DESPUÉS, EL SOL EMPEZABA A DESCANSAR PARA DAR PASO A SU AMANTE LA LUNA...*

Situado fuera del Reino, Sir Lancelot, luego de haberse alejado de la tercera colonia paró en la segunda y, para su sorpresa y cierto pasado, halló los terrenos de Gorca, habían pasado ya días y Gaia había cobrado lo suyo, todo era ceniza y terreno árido, algunos árboles y matas de flores crecían lentamente, ciertas zonas marcadas de un verde tenue que anunciaban la salida de pasto... Sentía que había sido hace meses cuando arrasó con aquél sitio pero no, tan sólo eran unos cuantos días fáciles de contar con sus propios dedos. ¿Podía sentirse nostálgico por lo que hizo? No, no encontraba arrepentimiento alguno, sólo sostenía que, sí no hubiera destrozado ese pueblo no hubiera Amy llegado a su lago y, por lo tanto, jamás la hubiera llevado a su castillo.

Bajó de Canalla y lo dejó descansar, ya había hecho un excelente trabajo su amigo ayudándolo a huir veloz de los guardias Reales, pero ahora, sólo le quedaba la duda al estar en ese sitio, ¿Donde está Amy? El atardecer llegaba y el caballero oscuro creía que sería sumamente peligroso estar expuestos, tanto Amy como él o Galahad. Lancelot comenzó a dar una caminata, sin dejar de lado la expectativa y sin evitar pensar que a Amy ya había sido capturada. Pasaron minutos perdido en una centena de posibilidades que su mente le mostraba cuando un sonido de cascos tenues golpear contra la tierra lo alertó; desenvainó su espada rápidamente y giró sobre sus talones para mirar detrás de él aquello que se le estaba aproximando...

¡LANCELOT!— Una voz llena de vida y gozo escuchó el azabache, mientras, destensando todo su cuerpo de los nervios y alargando un suspiro, sintió la energía blanca de la eriza como si de una luz en las penumbras se tratara.

La silueta de una joven chica corriendo se acercaba a él desde lo poco visible del bosque y Lancelot sólo guardó su espada para tener la más grata oportunidad de abrir los brazos y detener a la eriza en un abrazo correspondido por ella al punto de sonar en choque de la armadura metálica contra su cuerpo débil de Amy que, no tardó en tornarse débil y exhausto en brazos del caballero oscuro. Un sollozo leve por parte de la pelirosa que expulsaba palabras no entendibles se escuchaba, Lancelot seguía firmemente de pie y luego de percatarse de los llantos de Amy que intentaba ocultar en su pelaje blanco de él, apartó sus manos del abrazo y tomo su delicado y húmedo rostro de Amy entre sus manos para obligarla a que viera sus ojos; en acción rápida se levantó la visera y pegando sus narices, pronunció:

Lancelot: Estoy bien, y vos también...me alegra que lograrás salir de ese lugar.

Amy: *cerrando levemente sus ojos* No sabía donde estabas, pero temía por vuestra vida...me alegra que estéis a salvo.

Galahad se apartaba de la escena llevando de la rienda a Valiente junto a Canalla. Mientras que, Amy y Lancelot juntaron sus bocas en celebración de verse y estar juntos otra vez, luego de haberlo echo Lancelot se separó y frotó sus palmas en las mejillas de la eriza y pasó sus dedos pulgares por los costados de su nariz limpiando esas minúsculas gotas que seguían saliendo de sus ojos jade.

Lancelot: Dejad de llorar sea por felicidad, no me gusta verte así.

Amy: *sonríe de lado apartándose un poco y pasando ambas Palmas por todo su rostro* Bien, lo intentaré, Sir Lancelot.

Lancelot: *sonríe de soslayo* dudo que sea todavía Sir, soy tan ingrato al desafiar al Rey.

Amy: Para mí vos seguís siendo un Sir tan único.

Lancelot atrajo a la eriza a su cuerpo tomándola de la cintura, Amy expulsó un suspiro cargado de emociones mezcladas con aire de satisfacción por estar de vuelta con Lancelot. El azabache giró su cabeza para ver a Galahad que ya se acercaba a ambos.

Lancelot: De verdad, ¿habéis decidido venir con nosotros?

Galahad: *se encoge en hombros* En efecto, no tengo problema, todo encaja a la perfección y sé que es mejor encontrarme de este lado que por parte del Rey.

Amy: *se aparta de Lancelot y se acerca a Galahad* Sir Galahad, no entiendo nada de lo que habláis ya, desde que estábamos en el pasillo no logro comprender nada, ni tampoco logro entender lo que me pasa.

Lancelot: *extrañado* ¿que os pasa, Amy?

Amy: *voltea ahora mirando a Lancelot, confundida* No lo sé, quisiera saberlo pero, he utilizado mi energía de otra manera y también he sentido que poseo conocimientos que ni yo misma sabía que tenía, llegamos aquí con vos porque con ayuda de la tierra y la fauna pude sentir vuestra energía y movimiento...no sé cómo lo he estado haciendo...

Lancelot tomó a Amy de sus manos para tranquilizarla, se notaban los nervios y la confusión en sus ojos por lo que pasaba, y las extrañas afirmaciones de Galahad y sus palabras sólo le torcían más la mente.

Lancelot: Yo te entiendo, y entiendo lo que está pasando.

Amy miró asombrada a Lancelot y con solo su sonrisa y cara de éxtasis le pedía a gritos que hablara y le contara lo que sabía, a lo que Lancelot soltó a Amy y le contó:

Lancelot: Desde que te habéis ido al Lago por primera vez y te habéis aliviado supe que tenías algo en particular, y el lago también lo supo; vuestra madre a quien mataron por creer que era bruja puedo asegurar que no lo era, ella tenía poderes y habilidades como cualquier de nosotros y que provenían de la tierra, no de seres malignos, Tú *toma a Amy de los hombros* heredaste los dotes de tu madre con más fuerza, y tu madre te ha pasado su magia viva misma con espíritu propio.

Amy: *murmura* ¿Pero qu-? ¿Cóm-mo?

Lancelot: *la interrumpe* El lago tiene vida propia, Amy, el lago te trajo a la vida porque sabe que vos es alguien más que una simple plebeya en este reino, sus aguas abrieron ya por completo la puerta a tus herencias antiguas y no dudan en salir una a una a esta realidad.

Galahad: *se para a un lado de Amy* Lancelot tiene razón, es exactamente eso que ha hablado...Amy, vos tenéis un poder magnifico que ayudará a cambiar esto.

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—¿Cual es vuestro plan, Merlina? Ya es de noche y no veo avance.

—Señor, le pido que no se desespere, para la mañana mi pacto estará completo.

—¿Pacto?

—Así es, su majestad, dijo que no quería matarlo, así que...confíe en mí; mañana debe de planear una emboscada y yo me encargo del resto.

—Bien, hablaré con los caballeros, confío en ti, Merlina.






Me había tardado porque empleé muchos cambios en mi vida y afortunadamente mi mano ya sanó c: actualizaré pronto y mientras tanto, leed, votad y comentad que os a parecido UuU

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