Capítulo L

|•Amy•|

—¿Qué es lo que haces?, debes de esperar, Amy.

—¿Esperar qué? No me digas que hablas de...

—Él te prometió, te suplicó que lo esperarás del otro lado.

—...¿Quién es vos para decirme algo como eso?

Amelia, soy tu vos interior.

—Mi voz interior siempre a expulsado rebeldía...

—Sí, porque vuestra voz terrenal es así, tu espíritu es libre y quiere serlo, y cuando lo logre me conocerás a mí.

—... No tiene sentido, no puedo creer en alguien o algo que ni siquiera veo y dice ser mi vos interior, y...

La eriza distinguió en aquel extraño lugar separado por puentes colgantes y neblina árboles como el que vio en el jardín real, esos árboles le habían maravillado, y deseaba ir a con ellos aunque sólo los admirara. Corrió entre un puente y otro, eran tres espacios de tierra y dos puentes, los árboles se encontraban en medio y una vez se encontró allí, junto a ellos, comenzó a reír y a mirarlos con mucha felicidad... Sintió que podía quedarse en aquel lugar, pues ya no tenía nada que hacer...nada en lo absoluto.

—Oye, mirad detrás de ti.

Hizo caso sin pensarlo de esa voz que decía ser suya, al voltear de donde venía pudo ver a su familia, a su padre y tía que sabia, estaban muertos. Sonrió de lado mientras se apartaba de los árboles y quedaba al pie del inicio del puente, notó presencia extraña y lograba ver una silueta difusa por la neblina apartada del resto de sus familiares...pero no le tomó importancia; tenía intensiones de cruzarlo, pero a medio camino...

Amelia, por favor, recordad sus palabras...

—¡Callate! ¿Falsas promesas? Eso fue, yo...yo no creo...

Detuvo su andar en seco, bajó la mirada dándose cuenta de lo que estaba pasando...ese lugar no podía ser a donde iban los muertos, no lo creía, y más, por tener dos extremos de tierra a los cuales ir y ella, atraída por la tranquilidad que le transmitían los árboles decidió mantenerse en medio.

—Si dices ser mi voz interior...decidme, ¿qué haré ante lo que me pides?

—Esa respuesta la conocéis perfectamente, porque somos uno, Amy.

—¡Quiero que me la digáis tú!

—...Esperar, eso harás; verás su silueta y...correrás ante él porque sabrás que no te mintió ni jugó contigo.

Amy retrocedió, su familia empezó a saludarla (¿o acaso era una despedida?) desde lo lejos con su mano en el aire, movimientos de izquierda a derecha, un movimiento lento con el brazo que a la eriza le hizo soltar unas lágrimas de melancolía. Cuando volvió a sentir sus pies en la tierra de esa isla flotante, continuó mirando a su familia hasta que la extraña neblina se hizo más y más espesa, ya no entendía qué iba a ocurrir, no podía ver ni siquiera sus pies o las palmas de sus manos, hasta la noción y visión del límite de la isla y de donde se encontraban los puentes.

—¿Sigues ahí? — preguntó con temor ante lo que se le estaba atravesando, no tuvo contestación alguna, sólo pudo pensar que todo dependía ahora de ella, de sus decisiones, su instinto, de todo lo que pudiera brindar y dar.

—No te marches por favor, sólo espera, por favor quedate...

—¿Qué? ?Lancelot? ¿Lancelot eres tú?— No hubo contestación otra vez, pero no podía dudarlo, esa voz que creía ella provenía del cielo se trataba de Lancelot, Pero, ¿Donde estaba?

—Lancelot...por favor...vos...

—Sé que no tienes idea de lo que siento...de lo mal que sigo sintiendo en lo profundo de mis adentros...os juro que si me estáis escuchando, no sabes lo mucho que te necesito, Amy, por lo que más quieras, regresa.

¿¡Cómo?!— gritó desesperada, sabía que no le diría el cómo pero tampoco se quería rendir, no ahora que sabía estar en lo cierto...intentó averiguar ese enigma sobre que lo esperara "del otro lado" ¿Cuál lado? Ya no veía, pero..., su vos interior mencionó algo sobre una silueta...él no estaba ahí... ¿O sí?

Todavía impaciente y pensativa miró los árboles...los árboles "eso es" pensó victoriosa; se acercó con cuidado de no tropezar con las raíces del árbol y lo tocó, frotó el tronco con cierta nostalgia y, creyendo por un segundo que sería absurdo vio las flores del árbol iluminar la isla, después hizo lo mismo con el otro árbol, consiguiendo para su fortuna el mismo resultado.

—No es tarde...sé que no lo es, joder por favor...por favor regresa...

Y luego, creyendo por alguna razón que todo funcionaría, sopló hacia las flores causando que algunas de estás se desprendieran y flotaran a lo largo, pasándose en los árboles y esparciendose por el entorno, la luz que emanaba cada una fue suficiente para que se viera entre la neblina el camino hacia los puentes y, aquellas flores que llegaron más adelante de ella iluminaron la otra porción de tierra. Su alegría se plasmó en curva al ver la silueta identificable de Lancelot en esa porción de tierra.

—¡Sir Lancelot!— gritó con euforia al mismo tiempo qué corría atravesando el puente y llegando ante él, apenas y pisó porción de tierra y todo se volvió blanco, un color y resplandor tan brillante que forzó a que ella cerrara los ojos y de pronto todo se detuvo para la pelirosa...; no creyó que su voz terminara prediciendo tan bien aquél acontecimiento...fue una transición increíble e inesperada hasta qué...

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|•Lancelot•|

A prisa, no perdió el tiempo en detenerse a dar explicaciones o a resolver percances, sólo quería llegar, era su única alternativa, su posibilidad y esperanza para que su vida no fuera hecha mierda por culpa de un superior, de un egoísta. Sobre Canalla atravesaba todo el bosque sin importar qué o quién lo viera, sólo estaba interesado en llegar a un lugar, un lugar que se le asignó y dio desde que fue un niño: el lago.

Cuando le enterró la espada lo hizo de forma horizontal, queriendo evitar darle en un lugar que la matara al instante, pues para ejecuciones rápidas la garganta o el estómago, el pecho o directo al corazón, no en un costado. Los cascos del equino eran fuertes y sonoros, levantaba tierra y polvo ese trote poderoso y rápido pero era un trote limpio para que el cuerpo de Amy situado detrás de Lancelot no fuera a caerse. Cuando se hubo dentro del bosque, Canalla frenó por si solo a las orillas del lago, de un salto bajó y tomó a Amy al estilo nupcial; no había movimiento alguno, respiración, aura o palpitación que lograra captar el caballero en señal de que no todo estuviera perdido, pero poco a poco sus ojos se seguían humedeciendo y decidió retirarse la visera. Canalla se alborotó, se paró sobre sus patas traseras y relinchaba nervioso, el ambiente lo ameritaba, no cabía duda que ese caballo era muy listo y sentía el momento, además de que compartió los sentimientos de su dueño...estaba igualmente preocupado.

No lo pensó dos veces, mientras seguía en camino a las orillas del lago con el cuerpo de Amy entre brazos, sin retirarse nada de la armadura se lanzó al agua, el lago no era tan profunda, pero si era más que la estatura del caballero; con el peso de la armadura se mantuvo abajo del agua por algunos segundos, pero el caballero no se inmutaba por ello, sostenía a Amy mirándola con compasión hasta debajo del agua. Ya saliendo a flote, el Caballero mantenía todo el cuerpo de Amy debajo del agua y sólo con la cabeza a flote, parecía que flotaba por si sola. El agua de sus alrededores se tornó carmín, esparciendo y diluyéndose una sangre que estaba entre sus ropas y que seguía saliendo de la misma herida todavía...le ponía nervioso ver esa escena.

Lancelot: No te marches por favor, sólo espera, por favor quedate...

La pegaba contra su cuerpo, manteniendo a ambos a flote no tenía paciencia alguna para esperar a que sanara rápido, ya lo había echo una vez y no dudaba el que podría volver a sanarse esa herida aunque fuera un poco más grave...pero, el que ella hubiera perdido toda señal de vida...no lo sabía con claridad, no sabía si su lago podría revivir a la mujer que le cambió por completo, pero Lancelot estaba dispuesto a probar.

Lancelot: *mirándola* Sé que no tienes idea de lo que siento...de lo mal que me sigo sintiendo en lo profundo de mis adentros...os juro que si me estáis escuchando, no sabes lo mucho que te necesito, Amy, por lo que más quieras, regresa.

Su razón le decía que le hablaba a un cuerpo cualquiera, algo que ya no podía realizar acción de un individuo, pero el caballero estaba en Shock por todo, seguía en la espera, en la espera de que la eriza Rosa estuviera en aquél lugar que se dice "entre la vida y la muerte" y que no siguiera el camino sola...que realmente, ella lo esperara del otro lado...

Minuto tras minuto, el color rojo fue absorbido por el lago y Lancelot frotó por debajo la herida de Amy que, sentía cicatrizar, pero de nada serviría que su cuerpo estuviera intacto si sus párpados no se abrirían mostrando sus ojos musgo llenos de vida y brillo. Creyendo que había progreso, con la voz suave y cortada al borde de la desesperación, pronunció una vez más:

Lancelot: No es tarde...sé que no lo es, joder por favor...por favor regresa...

No lo soportó más, sabiendo que podría ser una falta o un movimiento desesperado el caballero del lago entre las aguas besó los labios de la eriza, besó y disimuló aprovechando que sus lágrimas ya escurriendo por sus mejillas se confundían con su cara húmeda y, entre lo que parecían ser sollozos, repetía la palabra "lo siento" apartándose de los labios de su querida, mirando hacia otro lado queriendo ahora evitar el rostro inexpresivo de Amy; creyendo haber fallado en su misión y en su promesa...oyó:

—Gracias...Lancelot.







Os avisé del salseo! Se que partí muchos de vuestros corazones pero...de verdad, era necesario n.n xD gracias por todo chicos y chicas, me siento muy contenta de poder traeros capítulos ya muy seguido hasta el punto de ser diario...espero seguir así hasta terminar :3 también pronto entre semana abriré el apartado de especial 200 seguidores con dinámicas nuevas UuU, por ahora, leed, votad o comentad si os ha gustado, nos leemos pronto. ^^

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