Intento de participante del 5to desafio relámpago con la temática de clichés, de la página Es de fanfics.

No. 3: Pasado Trágico (intento de)

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N

o quiere hacer otra cosa más que quedarse ahí, de pie en la nada, frente a las letras talladas en aquella gris y fría piedra, que no parecen estar haciendo otra cosa más que burlarse en su cara cada vez que decide leerlas. Lleva un año haciendo lo mismo, todos los días sin falta, con la mirada vacía y la gente lamentándose a la distancia.

Hoy su madre se ha cansado, y le permite ir sin oponer resistencia, solo acaricio su espalda y le pidió un regreso seguro, recalcando lo más tarde que podía llegar a cenar.

Hoy sus amigos también han decidido no detenerlo, lo dejan avanzar sin problema, algunos lo miran y otros prefieren evitarlo, pero no lo detienen. Lo dejan avanzar hacia el camino que decidió marcar hace un año.

Un año desde que ya no siente, ya no vive, donde todo es vacío y la luz que le permite sonreír ya no está, esa que se esfumó junto a sus sueños, sus metas... Su futuro.

-¿Ash?

Escucha que alguien lo llama a sus espaldas, una voz cálida que se niega a abandonarlo, pero que él ha decidido ignorar cada día de su vida.

-No puedes seguir así. No está bien.

Eso era una mentira, y una muy mal dicha. Porque si podía seguir de esa forma, sin ningún problema, algo que podía realizar por el resto de su vida y -al menos para él-, no tenía nada de malo que decidiera hacerlo hasta poder terminar de la misma forma.

-¡Ella no va a volver! -exclamó la insistente chica al no recibir ninguna respuesta, cansada de ser ignorada.

-¡Eso ya lo se! -grito enojado y finalmente mirando de frente a la joven, con la ira supurando de cada uno de sus poros, temblando. Habia tocado una fibra sensible, demasiado sensible- ¡¿Acaso crees que estoy ciego?!

El silencio se hizo una vez más en aquel tranquilo lugar, el de cabellos negros intento normalizar su respiración, antes de volver a mirar aquello que todos los días observaba, deseando siempre que solo fuera una mentira, que no fuera real.

-¿Ash...? -y ella insistió, repitiendo su nombre una vez más, con los ojos casi bañados en lágrimas por un simple grito que se tenia mas que merecido.

-Vete, Serena -pidió en un susurro, sin siquiera girarse, cansado de tener que tratar con su insistencia-. Tu ni siquiera tienes derecho de estar aquí.

La de ojos azules de quiso hacer la ofendida, pero en el fondo sabía que era verdad. Ellas nunca habían sido verdaderas amigas, pero ese dia en especial Misty -la prometida del chico que ella amaba-, le había pedido su compañía para la prueba de su vestido de novia.

Hace un año iba a ser aquella prueba, una a la que nunca llegaron, debido al accidente de tráfico donde se habían visto envueltas.

Todo había pasado tan rápido que incluso tardó horas en asumir las consecuencias, hasta que vio cómo quedó el automóvil en el cual viajaban. El lado de copiloto quedó casi intacto, porque ella hizo lo posible por salvarla... A cambio de que el lado del conductor, quedará prácticamente destruido.

Todo por una selfie que ella había insistido en tomar. Una que no les permitió ver al conductor borracho del otro vehículo.

¿Quien tuvo la culpa?... ¿Eso importaba?

Culpar a alguien, no les regresaría a la chica que yacía allí enterrada.