031; Narrado

Aitana

Me encontraba en los casilleros de la universidad, sacando los libros que me tocarían.

Cuando estaba a punto de cerrarlo sentí una manos en mis caderas, era Jos.

--Hola muñeca.--dijo mientras besaba mi cuello y restregaba su pene en mi trasero.

--Hola nene.--dije mientras echaba la cabeza hacia atrás.

Me giro rápidamente y atacó mis labios ferozmente. Mis manos se fueron a sus hombros.

Mientras que el manoseada mi trasero, colo sus manos por adentro de mis jeans.

--Mmh.--dije al separarse del beso.

--Estas muy húmeda.--dijo mientras mordia mi labio inferior.

--Asi me pones nene.--dije en un gemido.

Discretamente colo una mano por delante, tocando mi intimidad. Nuestros labios se volvieron a juntar, esto era muy fuerte y caliente.

Lo bueno que casi no había gente por el pasillo, sus dedos comenzaron a masajear mi clítoris.

--Jos....--jadee.--Paraaa.

El siguió sin importar mis palabras, estaba en un éxtasis. En cualquier momento me iba a correr en sus dedos.

--Es.... mejor en otro lado.--dije apenas audible.--Nos pueden ver aquí.

--Nena....--dijo gimiendo.

Lo bueno de todo es que sonó el timbre y este se separó. Discretamente se llevó sus dedos a su boca saboreandolos.

--Vamos a clase.--lo bese cortamente.
--Despues nos vemos ya sabes dónde.

--Muero por follarte.

****

Me encontraba en el baño, me estaba lavando la cara. Tenía un sueño terrible, no teníamos clase era lo mejor.

Me enfrió un poco, hasta alguien me asusta colocando sus manos en mi cintura y su cuerpo se pega a mi trasero.

Era Jos.

--¿Qué haces? ¿Alguien puede descubrirte?--pregunte alarmada al verlo.

--Nadie lo ha hecho, aparte coloque seguro.--responde pícaramente, apretándome contra el lavamanos. Puedo sentir su erección.

--Alguien puede venir.--contesto, mientras mi calentura aumenta. Mientras que sus manos recorren todo mi cuerpo.

--Nena, todo mundo está en exámenes.
--susurra besando mi cuello y provocando que cierre los ojos con un suspiro.

--En el salón se extrañarán de no vernos.
--digo mientras echo la cabeza hacia atrás y apoyarla en su hombro. Dándole libertad.

--Estan todos distraídos.--murmura mordiendo suavemente mi oreja y colando una mano traviesa en mi pantalón.

--Pero....--gimo sintiendo de nuevo sus dedos en su clítoris.

--Estas muuy húmeda, nena.
--dijo pícaro mientras me miraba por el espejo.

--Asi me dejaste en la mañana.--le digo, mientras recibo un azote en mi trasero.

--Lo siento nena.--dice mientras me inclina.

--Ah.--gimo, necesito su pene dentro mío.

--Voy a tener que terminar con lo de esta mañana.--dice Jos, mientras desabrocha su pantalón.

--Termina nene.--le imploro ante el placer que siento, dejando que me baje la ropa hasta las rodillas e inclinandome sobre el lavamanos para quedarme expuesta a el.

Con rudeza me azote y comienza a bajar su pantalón para dejar libre su gran y duro pene. Apoyando mis codos en el frío mármol, levantó mi culo, soltando el aire retenido cuando se introduce en mi mojado culo con fuerza.

Rápidamente comienza a embestirme con dureza mientras que con una mano me tapa la boca para silenciar mis gemidos. Deleintandome de sus fuertes penetraciones, me dedico a disfrutar viendo por el espejo a mi nene follandome con fuerza.

--¿Estas esperando que yo lo haga todo?--comenta Jos.

--¡Dale! No pares nene.--me quejo, cuando sale de mi y se aleja.

--Te toca a ti, nena.--responde con cara de diversión, mientras entra a uno de los retretes y se sienta en la tapa, bajando aún más sus pantalones.

Con la respiración acelerada, voy hacia el. Cerrando la puerta, me deshago de mis incómodos pantalones y bragas, sentándome a horcajadas en las piernas de Jos.

--Me encantas nene.--gimo cerrando los ojos cuando me dejó caer encima de su duro pene.

--Me fascinas nena.--responde agarrando mis caderas mientras atacamos nuestros labios.

Apoyando mis brazos en sus hombros, comienzo a saltar como una loca el pene de Jos. Este comienza a lamer mis pechos que se mueven delante de su cara.

--Me encanta tu pene.--jadeo en su oido, recibiendo un azote.

--Y a mi me encanta cuando hablas así.
--susurra de igual forma.

--Eso es cuando me pones caliente.
--respondo mientras aceleró mis saltos.

--Tu siempre lo estás.--se burla Jos sonriendo.

--Tu me pones así.--comento dando circulos con mis caderas a la vez que le muerdo el labio ligeramente.

--Lo sé....--contesta Jos callandose al instante que oye que alguien toca la puerta y detengo mis movimientos.

--Aitana, ¿Estás bien?--pregunta Kristan, provocando que me tense.

--Si cariño.--respondo intentando calmar mi respiración.

--¿Segura? Llevas mucho tiempo ahi
--contesta preocupada.

--Si, solo creo que me callo mal la comida.
--miento reprochando a Jos con la mirada cuando me besa un pezón.

--Oh vale, ¿necesitas algo?

--Solo un par de minutos, ahorita voy al salón.--contesto notando la cadera de debajo de mi, moverse lentamente.

--Esta bien.

--Gracias cielo.--respondo comenzando a moverme nuevamente.

Cuando ya no escucho a Kristan, retomo la tarea de saltar en el duro pene de Jos. Sintiendo sus manos agarrar mis nalgas, aceleró la velocidad echando la cabeza hacia atras con un suspiro.

¡Joder!

--Ya mero llego, nena.--dice con una mueca de placer.--Me estas apretando..

--Ni se te ocurra córrete aún, nene.
--digo mientras siento el orgasmo cerca.

--Ok.

Restregandome contra su cuerpo, empiezo a hacer mis movimientos mucho más fuerte mientras que con una mano comienza a acariciarme mi clítoris. Segundos después sintiendo mi respiración muy acelerada, junto mis labios con los de Jos para gritar cuando me corro entre espamos encima de su pene.

Su duro y bendito pene.

--Ha sido fantástico.--suspiro sonriendo agotada y dándole un beso cuando mis temblores cesan.

--¡Eh! Aún no me corro.--me reprocha Jos cuando me salgo de el.

--Tranquilo nene.--comento riendo, mientras me agachó entre sus piernas.--No quiero ir goteando tu semen.

--Pues ya sabes que hacer.--contesta en medio de un jadeo cuando me meto su pene a la boca.---Joder....

Degustando de sus fluidos, agarró la base de su pene para atacarlo mientras Jos se retuerce de placer. Metiéndome todo lo que puedo a la boca, comienzo a darle una mamada magistral a la vez que sus manos rodean mi cabeza para marcar el ritmo que le gusta. Volviendo a rodear la punta con la lengua, empiezo a acariciarla sorprendiendome cuando su esencia llena mi boca, escuchando un gruñido de placer, esperando a que acabe de correrse para separarme, lo miro para para tragarmelo con fuerza, relamiendole y limpiando los restos de su gran pene.

--Podrias avisar.--comento riendo, mientras me pongo de pie para vestirme.

--Te dije que estaba a punto.--se defiende mientras me roba un beso y comienza a vestirse.



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