Jos POV.

No podía dejar de ver bailar a esa rubia. Movia sus caderas al son de la canción.

Su vestido era demasiado corto, se veía muy caliente. Jamás había visto a una mujer así como ella por este antro bueno por la ciudad.

Todas las mujeres de mi edad me parecían incipidas pero ella tenía algo que me volvía loco.

Moria de ganas de besarla, de tomarla de su cintura y acorralarla en la pared para tocar su hermoso cuerpo.

Ella de vez en cuando me sonreía pícaramente y eso me ponía muchísimo. Mi amiguito había despertado con tan solo verla.

No aguante mucho y me acerque a ella, la tomo de sus caderas y la bese. Sus labios eran gruesos, sentía el cielo con sus besos.

Sin dejar de besarnos caminamos hasta que ella chocó con la pared, provocando que gimiera.

Mis besos bajaron por su cuello, una de mis manos empezó a acariciar una de sus piernas hasta subirla a mi cadera.

Bajé un poco el cordón de su vestido para seguir besando su piel, su sabor era embriagador.

--Ah.--gemia, sabía que le estaba gustado.

Volví a atacar sus provocadores labios que ya estaban un poco hinchados.

La falta de aire se hizo presente y me separé de ella lentamente.

--Perdón.--dije mientras acomodaba su ropa.--Desde que te ví moria de ganas de besarte.

--No te disculpes.--limpio mis labios.
--Creeme que te estaba provocando. Desde que te vi me gustaste.

--¿Enserio?--dije entusiasmado.

--Si, un gusto Aitana.--dejo un beso cerca de mis labios.

--Jos, no eres de aqui ¿verdad?

--No, solo vine por una semana. Pero ¿es encerio?

--¿Qué cosa?

--Pareces FBI, ya desperdiciamos tiempo en seguir besándonos.

Ambos sonreímos provocativamente y volví a atacar sus labios, esos labios que desde que los había visto me habían vuelto loco.

La cargué y está enredo muy bien sus largas piernas en mis caderas, mientras que con una mano acariciaba mi cabello y la otra mi espalda.

Por el momento no me importa si tiene novio, solo quiero besarla.

De un momento a otro mi pene la estaba penetrando fuertemente, nos encontrábamos en un cubículo de baños de mujeres.

--Aah, así maaas.--dijo sin parar de rasguñar mi espalda.

Ataque uno de sus pezones, sus pechos eran demasiado grandes. Estaba totalmente desnuda, yo solo de la cintura para abajo.

Minutos después ambos llegamos al climax, capture sus labios para que nadie escuchará nuestros gritos y que mejor callarlos con un grandioso beso.

--Fue genial.--dije agitado.

--Eres mejor que mi novio y no me importa haberle puesto el cuerno.

Y nuevamente la besé, sus besos se habían vuelto una droga para mi.

Quien iba a pensar que en una noche follaria a una mujer que sería mi todo, que sus besos me habían robado el aliento junto con su majuestoso beso.

Primer capítulo 😚