Capítulo 52

Leosville, 26 de Octubre del 2009

Gino inició tocando la guitarra. Arriba, abajo, abajo, arriba; tocaba con sus dedos las cerdas de la guitarra mientras Griffin le seguía con el bajo. T.J esperaba para entrar con la caja, querían iniciar primero con un acústico para luego convertirlo en la canción de rock que deseaban.

Axel tomó la libreta en donde tenían la letra y comenzó a cantar.

«La veo por mis sueños, y no quiero despertar,

Poco a poco siento, como ella está aquí,

La quiero tomar de la mano, la quiero ver sonreír,

Chicas como ellas solo suceden una vez.


Entonces me sentí acabado,

Como si un rayo me partiera en dos,

Porque su mirada me había deslumbrado,

Y deseé escribirle esta canción»

Se sentía feliz por lo que llevaba de la canción, deseaba que Jane lograse escuchar lo que tenían y así pudiese saber todo lo que Axel la extrañaba.

«Me quemo con el fuego que se esparza,

Parece que te extraño,

La euforia se apodera de mí y no me deja,

Ver el tiempo que poco se va evaporando.


Quiero gritarle al mundo que te amo,

Estoy tan feliz de estar a tu lado,

Pienso que quizás, eso es lo indicado,

Estamos los dos juntos, estamos enamorados»

Dejaron de tocar y el silencio que se apoderó del salón duró muy poco gracias a los aplausos de Griffin.

—Somos unos genios—habló—. Lo digo en serio, no hay nada mejor que nosotros.

—Más humildad—rió T.J.

—Humildad tengo, hay que ser muy humilde para aceptar que somos increíbles.

—Humildad y buena autoestima—murmuró Gino, Axel se rio por eso y se sentó en uno de los puf.

—Tenemos ya cuatro estrofas hechas—mencionó el rubio—. El coro que Griffin hizo y habría que terminar de alargarlo y agregarle la batería. ¿Seguimos o descansamos y vamos por un helado?

—Yo apoyo la opción del dulce—habló Griffin—. Uno necesita azúcar para poder seguir con la energía y las ganas que le ponemos a esto—T.J pasó su brazo alrededor de su cuello.

—Estoy con Griffin—dijo—. Yo invito.

—Es que debías invitar tú, eres el rico aquí—respondió Griffin ganándose las risas de sus amigos.

~•~

— ¿Saben por cuanto tiempo Howie estará fuera de la ciudad? —preguntó Axel.

Howie les había escrito una media hora antes para informarles que le había surgido un conflicto laboral, por lo que debía ir a Asderma a acomodar las cosas. Comentó que confiaba en ellos y en que podían crear solos la canción para cuando él regresara.

—Imagino que un par de días, pero tampoco lo suficiente como para volverse una semana—comentó Gino pensativo—. Debemos entregar la canción a la radio en unos días si no me equivoco.

—Claro—dijo Griffin, la chica que atendía en la barra de helados se acercó a ellos con sus pedidos—. ¡Gracias chica! —ella sólo le sonrió para marcharse e ir a atender a otro cliente.

T.J tomó su helado y abrió el paquete de galletas oreos que había pedido para echarlas dentro del helado y triturarlas con la cuchara.

—Que combinación más rara—dijo Gino.

—Es un McFlurry, o la imitación a ello—respondió con tranquilidad—. ¿Quieres probar? —Gino negó—. De lo que te pierdes—se llevó una cucharada a la boca.

—No soy fan de las cosas muy dulces.

—Por eso es que te gusta T.J porque de dulce no tiene nada—se burló Griffin, T.J lo miró con el ceño fruncido pero prefirió ignorarlo y seguir comiendo tranquilamente su helado.

Axel apoyó sus codos en la mesa.

— ¿Qué problema creen que tiene Howie? ¿Creen que puede afectarnos a nosotros?

—Lo dudo—respondió T.J—. Si fuese algo sobre nosotros, debería decírnoslo—Axel asintió y fijó su mirada en el grupo de chicas que estaban caminando hacia ellos.

—Hola—sonrió una de ellas al llegar frente a ellos. Griffin las saludó alegre como siempre lo hacía.

T.J las miró y las detalló un poco.

—Ustedes trabajan en el estudio—les dijo, ellas asintieron emocionadas.

—Me llamo Janen; Silvia trabaja en la cafetería y Nancy y yo somos parte de la recepción—respondió la del medio—. Sólo queríamos decirles que hemos escuchado de a poquito lo que tocan y es brillante.

—Es sólo un demo—respondió Axel restándole importancia, la chica de la izquierda (Silvia) negó rápidamente.

—No no, es más que un demo—le dijo—. Tu voz es hermosa, merece mucho más, merece todo.

Axel bajó la mirada sintiéndose sonrojado.

—Gracias—dijo bajo.

— ¿Tienen novias? —preguntó la chica de la derecha (Nancy), apoyó sus manos en la mesa y miró con una pequeña sonrisa coqueta a Axel.

—Sí—respondió, ella mostró un gesto de decepción—. Está en nuestra ciudad, está esperando a que regrese.

—Yo no tengo novia—confesó Griffin—, por si les interesa—Silvia lo miró con diversión, Griffin volteó a verla y ella se sonrojó bajando rápido la mirada.

—Novia no tengo—dijo T.J, le echó una mirada cómplice a Gino—, Gino tampoco tiene, por si les interesa—se burló de Griffin, éste volteó a verlo y le sacó la lengua.

Nancy asintió y miró a Axel.

—No es por ser pesada ni nada—aclaró—, pero no creo que sea conveniente para tu carrera que digas que tienes novia, no al menos al principio.

—Es cierto, tener novia nos quita la esperanza de que algún día podríamos estar juntos—agregó Janen—. En el caso hipotético de que uno tenga la oportunidad de conocerlos y que ustedes se llegasen a fijar en nosotras.

—Pero hay cantantes con novias. Incluso Kevin Jonas se va a casar en unos meses—mencionó Griffin—. No tiene mucho sentido.

—A nadie le importa Kevin Jonas—confesó Nancy—, pero no ves a Justin Bieber con novia, ¿o sí?

—Debe de tener.

—Son sólo rumores.

—Como sea, yo sí tengo novia—habló Axel—. Estoy con ella y soy feliz así.

—Deberías pensar en tus palabras—dijo ella—. No querrás ser famoso con tu novia de la secundaria; créeme. Todo siempre termina, la chica nunca lo aguanta.

Las chicas se fueron pero Axel permaneció callado por los siguientes veinte minutos. Estaba pensando en sus palabras, ¿sería eso verdad? ¿Los famosos se mantenían sin pareja para así conseguir más fans? ¿Perdían su felicidad amorosa sólo por fama?

Tenía cierto miedo de que sus fans no aceptaran a Jane, no quería tener que elegir entre ambas.

—Axel—lo llamó Griffin logrando que todos sus miedos se esfumaran por un momento—. ¿Todo en orden?

— ¿Por qué no estaría en orden? —respondió con otra pregunta. Griffin se encogió de hombros.

—Sólo estás demasiado pensativo—le dijo—. No escuches a esas chicas, Jane y tú no se perderán por la fama.

Axel sonrió sin saber que las palabras de Griffin eran ciertas; no se perderían por la fama, pero sí por lo que implicaba tenerla.

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