Leosville, 23 de Octubre del 2009

T.J tocó el piano intentando buscarle un ritmo a la frase que Griffin había escrito. Llevaba unos diez minutos pensando en qué podía hacer para lograr sonar acorde y sentía que lo que hacía no era suficiente. Axel se acercó con la guitarra y siguió los acordes que T.J había escrito en una hoja.

Griffin los observó desde el otro lado de la habitación, estaba sentado en uno de los sillones puf del suelo y tenía su bajo sobre sus piernas mientras que pensaba en cómo podía continuar la canción. Al escuchar la melodía que Axel estaba tocando se le ocurrió una idea, tomó el lápiz que estaba detrás de su oreja y anotó la palabra estrofa en una hoja en blanco.

—No pares de tocar—le dijo—. Conocí a una chica que iluminaba al entrar—tomó el bajó y tocó un par de acordes al mismo ritmo de Axel—. Su rostro, su cuerpo, su forma de hablar.

—Hacían que yo no pudiese entender, que había sido de mí aquella vez—continuó T.J.

—Desde aquella vez—arregló Axel, los chicos lo miraron—. Suena más romántico.

Gino tomó su guitarra.

—Continúen y yo toco—les dijo.

T.J se levantó de la silla y se acercó a Griffin para tomar la libreta de sus canciones y el lápiz. Anotó lo que habían cantado hace unos segundos para que así no se les olvidara nada.

—Tenemos ya una estrofa—aseguró—. Cuatro tiempos, no necesitamos más que eso.

—La vi sentada en el parque y todo se frenó—cantó Axel.

—Una canción para Jane, perfecto—dijo Griffin—. Anota esto: ella siempre fue el sueño que quiero soñar.

—Eso no le rima a la canción—habló Gino.

—Ella siempre fue el sueño que deseo conocer—acomodó.

—Mmm me gusta pero no para el siguiente verso—habló Gino—. Esto de hacerle la letra a las canciones no va conmigo, pero sé que no combina. Le falta algo más.

—La vi sentada en el parque y todo se frenó—tarareó Axel—; ella me miró y desde ahí comenzó la historia de amor que todavía quiero tener—miró a Griffin—. Ella siempre fue el sueño que deseo conocer.

T.J aplaudió al instante, Gino lo miró con curiosidad y luego rió.

—Fue hermoso—mencionó el chico—. Ojalá yo escribiera canciones así de fácil; media hora y no pude hacer una melodía linda.

—Fueron como cinco minutos que estuviste sentado—recordó Gino.

—Pero lo sentí como si hubiese sido media hora—Griffin rió.

—Yo sólo quiero decir que si al público no le gusta la canción en las primeras dos estrofas pues que pésimo gusto tiene el mundo.

Gino iba a responder cuando el sonido del celular de Axel hizo aparición en la habitación. Axel corrió a buscar su teléfono y una sonrisa apareció en su rostro, era Jane quien llamaba.

Hizo una seña para que hicieran silencio y atendió la llamada.

—Hola Jane—dijo con entusiasmo.

—Dulce, ¿cómo estás? —escuchó—. Te extraño.

—Yo también te extraño—hizo el sonido como si le estuviese dando un beso.

T.J miró a Griffin e hizo un gesto de vómito, Griffin echó una carcajada por eso haciendo que Axel volteara a verlos y los mandara a callar.

— ¿Los chicos están ahí? —preguntó ella.

—Sí, estamos escribiendo una canción—respondió—. Ojalá la saquemos rápido, ya quiero que la escuches.

— ¿De qué trata?

—De ti, en cierto modo—le dijo—. O de ti, cada parte que yo escribí.

— ¿Algo lindo?

—Claro, ¿por qué no sería de esa forma? —rio, Howie entró a la habitación y se acercó a hablar con los demás.

—No sé, las canciones siempre son más exageradas.

—Las nuestras mostrarán siempre lo que sentimos—le dijo—. Sin exageraciones ni mentiras. Queremos música real, no canciones que cualquiera puede hacer.

—Eso es lo que más me gusta de ti—Axel sonrió al escucharla—. Eres siempre sincero con todo, puedo sentirme transparente contigo.

~•~

—Axel—lo llamó Howie—. Debo hablar contigo—Axel lo miró sin comprender y un tanto nervioso al no saber de qué quería hablarle.

Howie caminó hasta el sillón y se acomodó en él, Axel sólo le siguió el paso sin decir ni una palabra. Sentía que lo iba a regañar y no sabía cuál era la causa.

—Los chicos me dijeron que están sacando la canción—Axel asintió—. Me alegra mucho que lo hagan pero hoy cuando entré estabas más concentrado hablando por teléfono que en el tema.

—Estoy concentrado—respondió—. Sólo que Jane es mi novia y no puedo estar mucho sin hablar con ella.

—Te entiendo, yo pasé por tu edad y sé cómo se siente estar enamorado—Axel sonrió—, pero necesito que te enfoques, tienes una canción que espera que la termines, a la radio pidiendo lista la canción y a tus amigos también tienen sus cosas que hacer. No te digo que no hables con tu novia pero necesito que hables con ella en los tiempos en los que no estás trabajando.

—Lo sé.

—La puedes llamar en la noche o antes de ir a reunirte. Solo quiero que separes el trabajo de tu vida amorosa.

—Ella es quién me llama en ese momento y no puedo ignorarla; ella también está ocupada y...

—Le deberás decir que espere a que tú la llames—lo interrumpió—. Es lo mejor para la banda.

Axel suspiró, entendía que quizás no debía hacer eso durante los ensayos o las reuniones pero se le hacía difícil no hablar con Jane. Ella estaba siempre en su vida, y le gustaba que ella estuviese pendiente de todo lo que le sucedía en su vida.

—Está bien, no hablaré con Jane mientras ensayemos o compongamos la canción

—Es por el bien de la banda—le dijo Howie—. Ya puedes marcharte.

Axel asintió y se levantó del sillón para salir de la habitación. Griffin estaba sentado en una de las mesas de la recepción del lugar mientras se comía un pedazo de pastel de chocolate. Se acercó a él y preguntó por Gino y T.J.

—Gino fue al baño y T.J está hablando con una de las trabajadoras de la barra—señaló a T.J; Axel volteó a verlo—. Ella le está haciendo ojistos desde hace rato y T.J no pierde el tiempo, ese le sigue la corriente.

—Que Gino no lo vea.

—Ya lo vio, por eso está en el baño llorando.

—¿Está llorando? —preguntó Axel exaltado, Griffin negó y se rio.

—No, sólo quería verte aturdido—volvió a reír—. Él fue el que le dijo que se le lanzara a la chama para tener cafés gratis.

Gino salió del baño y se acercó a ellos.

—Así que usas a tu novio para conseguir cosas gratis—Gino sonrió.

—Es que aquí el café está caro y quiero comer eso y una galleta—se sentó.

—Howie dice que debo no hablar mucho con Jane en el trabajo.

—Oye, la verdad es que a nosotros no nos molesta que lo hagas—le dijo Griffin—. Yo haría lo mismo con novia—se llevó un pedazo de pastel a la boca.

—Sí—apoyó Gino—, el amor debe darse siempre y no hay una hora para ello. Aunque puede que entienda que Howie piense que te distrae; recuerda que antes llegabas tarde a las reuniones con los compositores por estar hablando con ella.

—Lo reconozco, pero no sé si pueda hablar con ella sólo en las noches.

—De poco a poco—sugirió Gino—. No es como si de una ya no hablas con ella por horas, puede hablarle durante los descansos.

Griffin asintió estando de acuerdo. T.J se acercó a ellos y se sentó con una sonrisa en el rostro, Gino lo miró esperando a que hablara pero entendió todo cuando la chica de la barra llegó a ellos con una bandeja con cuatro cafés y una galleta de chocolate grande.

—Espero que les guste el café—sonrió—. Invita la casa hoy—miró a T.J y se sonrojó un poco, éste le sonrió de forma coqueta.

—Que empalago—susurró Gino y sólo Griffin escuchó.

—Bueno, seguiré trabajando—miró a T.J—. Espero verte por aquí más tiempo.

—Me verás, linda. Hay que grabar una canción—ella asintió y se despidió de los cuatro para luego irse.

T.J esperó un momento hasta que ella llegó a la barra lejos de ellos.

—No puedo creer que me prostituyas por un vaso de café y una galleta.

—Es una galleta de chocolate—respondió Gino—. Oye, si tengo un novio guapo debo usarlo a mi favor.

—ME gusta la idea de Gino—habló Griffin—. Podemos usar a T.J para lo que sea, como es el guapo aquí.

—Gracias pero no gracias—respondió.

Axel rió por todas las ocurrencias de sus amigos, sin duda no se había equivocado en tenerlos.

~•~

—Axel anota esto en la libreta—dijo Griffin volteándose a su dirección mientras estaban regresando al hotel—. Entonces me sentí acabado, como si un rayo me partiera en dos—hizo un baile en medio de la acera y se volteó para continuar caminando.

Para la mala, o quizás buena, suerte de Griffin, chocó con una persona logrando que ella se tambaleara un poco.

—Disculpa chica—dijo rápido—. No te vi y sólo hacía el ridículo en la calle y—se fijó en ella y no supo cómo continuar la oración. La chica se lo quedó mirando también y él pudo observar las pecas que tenía en sus mejillas—. Eres muy bonita, digo digo, emm, yo, em.

Ella rió. T.J codeó a Axel y alzó sus cejas divertido.

—Soy Griffin—habló rápido—. Emm, yo em, disculpa.

—No no, también discúlpame a mí—le dijo—, estaba escuchando música y no me fijé. Yo soy Iris.

—Iris, así como el ojo—ella rió—. O sea, no como que bueno, ja ja—volteó a ver a T.J—. Él es T.J es mi compañero de banda.

— ¿Estás en una banda?

—Sí, bueno estamos empezando.

—Oye Romeo debemos irnos—habló T.J tomándolo del brazo.

—Nos vemos Griffin—le dijo ella, Griffin asintió—. Oh espero verte un día en televisión.

— ¡Lo harás! —sonrió, T.J lo jaló del brazo—. Creo que me enamoré, esa chica era preciosa.

—Con calma compañero, no sabes si la volverás a ver—T.J le recordó, Griffin suspiró.

—Espero que sí, no quiero ser el único Kloss solo—gruñó—. Es genial y todo pero me gustaría estar con alguien que me quisiera sin ser famoso.

—Veremos que dice el tiempo, mientras nos enfocaremos en la banda y en nuestra música—le dijo Gino—. Tú encontrarás a alguien que ames y lo harás de una manera tan fuerte que te marcará. Sólo relájate y espera, las cosas siempre son a su tiempo.

—Oye pero no quiero dar mi primer beso a los veinte años o más—hizo una mueca—. Debo besar a alguien antes de ser famoso, así tengo algo divertido que contar en las entrevistas.

T.J rodó los ojos.

—Como quieras—le dijo—. Si eso no pasa pues te contratamos a alguien para que lo haga—rio.

Axel sonrió y vio su teléfono. Quería escribirle a Jane, aunque quizás debía seguir el consejo de Gino y no escribirle tanto a Jane, luego todo sería peor.

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#JuevesDeKloss