Capítulo 36
Coramora, 17 de Septiembre del 2009
—No pude decirle a Mía que me gustaba—suspiró Gino mientras caminaba junto a Axel y Griffin en el almuerzo. Le dieron una mirada a la mesa en donde T.J se encontraba sentado y estaba conversando con uno de sus tantos amigos.
Amigos que para él no eran amigos.
—Puedes intentar hacerlo en otra oportunidad—comentó Griffin, Axel asintió compartiendo su idea.
—No puedo—respondió—. Va a buscar a T.J luego de clases y se le va a confesar, dijo que ya no podía esperar más—suspiró y se sentó en la mesa. Se llevó ambas manos a su cabeza y permaneció en esa posición por unos segundos para luego levantar la cabeza y voltear a ver a sus amigos—. T.J seguro le dirá que él también se siente de la misma forma para joderme la vida.
—No todo lo que T.J hace es por ti, no eres el centro del mundo—dijo Griffin, Axel le dio un codazo leve para que se callara. Gino frunció el ceño.
— ¿Qué?
—Que estamos hartos de que siempre te vivas quejando de la mala persona que es T.J cuando tú no eres un santo tampoco—respondió el pelinegro—. Mira, tú me agradas y de verdad te considero uno de mis mejores amigos pero te comportas como un idiota siempre con el tema de T.J.
—No soy un idiota.
—T.J tampoco, sólo es una persona que se equivocó cuando tenía doce años pero no puedes estar recordando eso todo el tiempo; al único que lastimas es a ti.
Gino miró a Axel esperando una respuesta por parte del rubio pero él sólo se encogió de hombros, prefería no meterse en la discusión que estaban teniendo. Griffin se acomodó en la silla y habló.
—Pienso que estás en negación, T.J te agrada pero eres un tonto y no quieres aceptarlo. Sólo deja de ser tan odioso con él y sean amigos de una buena vez.
—Los amigos no se roban a la chica—respondió, Griffin rodó los ojos.
—Ella no es tu chica y él no te la robó—se levantó de la mesa y negó—. Mejor me voy, te veo cuando te des cuenta de que tengo razón—caminó hacia otra mesa, una en donde se encontraba varias chicas de su clase, y se sentó.
Axel permaneció en silencio hasta que luego de un minuto Gino habló.
—Tú no piensas igual que él, ¿verdad?
—Pienso que deberías volver a ser amigo de T.J, una chica puede ser grandiosa, pero no vale la pena si te hace pelear con tus amigos—respondió—. Si crees que T.J le dirá que siente lo mismo sólo para molestarte, entonces sé más listo y confiésate antes de que ellos se hablen—se levantó también—. Yo me iré igual, debo ir a ver a Jane.
~•~
Axel se quedó de pié en la puerta, Jane se encontraba sentada en una de las mesas del salón con la vista concentrada en su libreta, él sabía que se encontraba escribiendo y pensó que no había nada más bonito que verla de esa forma.
Así era ella en su máximo esplendor, con la inspiración al tope y la musa gritándole al oído lo que debía escribir. Era ella sin una máscara, sin un escudo o una armadura que la protegiese, era ella vulnerable y él se sentía incapaz de lastimarla.
Él quería ser el lápiz que la guiara a escribir, a redactar y a contar las mejores historias juntos, historias de amor, de deseo y de amistad que él quería gritar. Axel deseaba decirle al mundo entero que estaba con Jane y que nadie ni nada iba a cambiar el amor que él le tenía.
— ¿Te quedarás ahí parado o vendrás a darme un beso? —le dijo ella desconcentrándolo un poco, le dio una pequeña sonrisa y lo llamó con la mano.
—Te veías preciosa mientras escribías, los ojos te brillaban al hacerlo.
— ¿Sí? Es lo que amo hacer, escribir es mi arte y pasatiempo favorito—respondió ella—. En un par de años, luego de que me gradúe de la Universidad, estaré escribiendo segmentos de opinión y noticias para los mejores periódicos de la ciudad. Incluso podré escribir para periódicos internacionales, algo así como el New York Times.
—Podrías escribir una noticia de Kloss—sonrió Axel, caminó hacia ella y se sentó en la silla a su lado.
—Sería un honor escribir sobre ustedes—besó sus labios cortamente—. No tendrás que leer mi nombre para saber que seré yo.
—Estoy seguro de ello, de igual forma siempre sabré cuando escribas en algún lado, no te perderé la pista porque siempre estarás a mi lado.
—Puede que use un seudónimo, ¿qué tal? ¿No se escucha interesante? Así como en Diario de una adolescente; puedo ser la Is de mi Jamie—rió.
—Mientras que todo resulte bien al final...—pasó un brazo por su hombro y besó su mejilla—. Estoy feliz por ti, Jane.
—Y yo soy feliz por ti Axel—lo tomó del cuello y lo besó. Axel pasó una de sus manos hacia la mejilla de la chica y besó sus manos mientras acariciaba suavemente su mejilla.
Se separó un poco y sonrió para luego volver a besarla. Jane le gustaba mucho y esa sensación de estar enamorado, no quería vivirla con nadie más.
~•~
Coramora, 18 de Septiembre del 2009
Axel, Griffin y T.J se encontraban en la sala de la casa de T.J comiendo un par de emparedados que Martha les había preparado. Habían estado practicando para la presentación de esa noche y no sabían cómo iban a poder hacer con las canciones que llevaban un solo de guitarra.
Axel era buen guitarrista, pero estaba sólo empezando. Le costaba hacer alguna que otra progresión y no sabía cómo lograría hacer un solo como Gino podría hacerlo.
—No vale, yo pienso que todo saldrá bien—dijo Griffin respondiendo el comentario negativo de Axel sobre la presentación—. Mientras que no te de un ataque de nervios y tengamos que parar la presentación, nadie se dará cuenta de que no sabes cómo rayos hacer ese solo—T.J rió por la expresión de miedo que Axel había mostrado.
—Si lo dices de esa forma, harás que el chico se muera de los nervios desde ya—respondió T.J tomando un poco de su coca cola.
El timbre de la casa sonó y Martha apareció por la sala para ir a abrir. Axel volteó curioso al escuchar una voz conocida en la puerta y su boca se abrió un poco de la sorpresa al ver a Gino ahí de pié. Llamó la atención de sus amigos quiénes voltearon también a ver.
—Joven Tomás—lo llamó Martha caminando hacia él—. Lo buscan en la puerta, ¿lo hago pasar?
—Yo me encargo, Martha. Gracias—le sonrió y le levantó del sillón para ir con Gino—. Entonces...—habló T.J con los brazos cruzados, Gino suspiró.
—Mía me contó todo lo que sucedió ayer entre ustedes—dijo bajo, T.J volteó a ver a Axel y a Griffin que no disimulaban en lo más mínimo que los estaban mirando.
—Mejor hablemos de esto afuera—lo tomó del brazo y lo llevó hasta las escaleras de la entrada de su casa. T.J se sentó primero para luego ser seguido por Gino.
Griffin y Axel no podían perderse esa conversación, por lo que ésta vez disimulando, se acercaron hacia la ventana y se taparon con las cortinas para poder observar sin ser vistos.
—Mía me dijo que se confesó y que tú la rechazaste—habló Gino, T.J asintió—. ¿Por qué?
— ¿Cuál es el problema? Ella no me gusta—confesó—. Yo sé que siempre crees que haré algo para joderte la vida, pero no soy un mal chico, Gino.
—Pero ella dice que siempre la estás mirando, y es verdad, lo he notado cuando estoy con ella.
—Sí la he mirado, pero eso no significa que me gusta—respondió—. Me manda notas en clase, tú lo sabes; sólo tenía curiosidad de cómo es que lo hace. Además hay un código, no te puede gustar la chica de tu amigo.
—Tú y yo no somos amigos—frunció el ceño Gino.
—Quizás yo no sea tu amigo, pero para mí tú si lo eres—respondió. Le dio una mirada al cielo y luego volvió a fijarse en Gino—. Sé que no soy el mejor amigo del mundo pero intento hacer las cosas bien, al menos intento hacerlo contigo.
—Mis amigos no me molestan, ni le dicen a todo el salón que soy becado, ni me lanzan papeles en clases, ni se burlan de mí...
—Bueno, quizás no sea el amigo ejemplar—lo interrumpió—, pero hay una causa para todo.
—Ajá, ¿y cuál es?
— ¿No es obvio? —Gino negó con la cabeza a lo que T.J sólo suspiró. Era mejor no decirle nada.
Permaneció callado por un momento, Gino lo miró expectante y le dio un leve empujón al hombro para que continuara hablando.
—La primera vez que me acerqué a ti fue porque mi mamá me lo pidió, es cierto; pero la segunda, la tercera y las otras diez veces que intenté ser amable contigo fue porque yo quería hacerlo.
— ¿Por qué?
—Quería ser tu amigo—respondió—. Siempre estás haciendo todo bien, los adultos creen que eres un ejemplo a seguir, eres listo, respondes siempre en clase y todo lo que haces parece salirte como deseas. Has logrado demasiadas cosas sin ayuda de nadie, sólo tú y tú esfuerzo, creo que es algo que siempre te he envidiado.
— ¿Tú envidiándome? —se rió—. ¿Cómo puedes envidiarme? Tú lo tienes todo, tocas como diez instrumentos, sabes hablar con las personas sin ponerte nervioso, tienes una vida estable, no debes trabajar para poder comer o cuidar a tus hermanos todas las tardes. Además tienes a la chica que quieras con sólo decirle hola; tienes a Mía y lo peor es que no hiciste para conseguirlo.
—Esa chica no me gusta, ni siquiera me agrada un poco. Es chillona, siempre quiere llamar la atención, es muy extravagante y siempre estás tras ella a pesar de que ella te ignora—respondió—. No la quiero a ella y a ninguna de las otras chicas iguales.
—Pues actúas de otra forma.
—No podría estar con ella ni siquiera para hacerte molestar, no soy esa clase de chico por mucho que tú creas que sí lo soy.
— ¿Entonces por qué vives siempre molestándome? Si quisieras ser mi amigo no actuarías de esa forma.
—Porque soy tonto y sólo quiero llamar tú atención—respondió, Gino frunció el ceño.
— ¿Por qué?
T.J lo miró serio por un momento y suspiró.
—Es tonto que creas que tengo a cualquier chica con tan solo un hola, más cuando lo que quiero no es una chica sino un chico.
Gino frunció el ceño y se levantó de las escaleras. T.J hizo lo mismo y esperó a que él dijera algo. El muchacho sólo permaneció serio, no sabía realmente qué decirle ni por qué T.J le había confesado algo tan íntimo como eso.
— ¿Qué? —dudó, aunque sólo necesitaba confirmar si había escuchado bien lo que él había dicho.
—Soy un tonto, eso es algo que tengo bastante claro. No soy muy bueno con las palabras cuando me pongo nervioso, tiemblo aunque nadie se dé cuenta y mi corazón late rápido cada vez me acerco a ti—dio un paso hacia él—. Me gustas, Gino. Y discúlpame por lo que haré en este momento—dijo y tomó su rostro con ambas manos para tenerlo cerca y besarlo.
Axel y Griffin permanecieron estáticos al darse cuenta de que el chico que T.J había hablado varias veces con ellos, era Gino. Griffin colocó una mano en el hombro de Axel y éste sólo asintió. Se acercaron más al vidrio intentando ver qué más sucedía.
La respuesta de Gino ante el beso fue quedarse quieto lleno de sorpresa, T.J movía sus labios sobre los labios tensos del chico esperando que éste no lo empujara y lo golpeara. Se separó con miedo a lo que se vendría y dudó en mirarlo a los ojos, así que optó por bajar la mirada y alejarse.
Gino lo tomó de la quijada y la alzó para que sus miradas se encontraran, permaneció unos segundos viéndolo para luego soltarlo y suspirar.
—Disculpa—dijo T.J rápido—, no debí besarte.
—Yo... ¿qué fue eso? —respondió Gino, T.J bajó nuevamente la mirada intentando no sonrojarse, no quería darle una explicación porque ni siquiera él sabía por qué lo había hecho.
Lo quería, sólo que había aceptado que permanecería queriéndolo en silencio.
Pero ya lo había arruinado, lo había besado y debía darle una explicación. Sabía que tendría un rechazo pero no le quedaba de otra, él había lanzado las cartas.
—Me gustas Gino, es estúpido porque no deberías gustarme, pero se siente tan bien cuando te veo que sólo quiero que me mires como miras a Mía y me da rabia que ella guste de mí y no se dé cuenta de lo grandioso que eres—confesó sin elevar la mirada, Gino permaneció a su lado todavía un poco confuso con todo—. Es tonto molestarte porque sólo quiero tú atención, pero era la forma más fácil que tenía.
»Regresa a la banda, no lo hagas por mí, sé que no lo harás por mí. Pero te necesitamos en ella, no estamos completos sin ti, eres una pieza importante en todo esto y Kloss no sería nada sin su guitarrista estrella—le sonrió—. Los ensayos sin ti son vacíos, Griffin intenta bromear un poco pero todos sabemos que no es eso lo que nos falta sino tú. Y sólo quiero que ignores mis sentimientos, sé que no debí decirte que me gustabas pero era algo que debía hacer para poder soltar todo y darte una explicación de lo imbécil que soy.
—Te gusto—susurró—. ¿Qué?
—No se lo digas a nadie, por favor—pidió—. Axel y Griffin saben que me gusta un chico pero no pude decirles quién era porque tenía miedo, miedo a que en una de sus tantas bromas, a Griffin se le saliera ese dato y tú me rechazaras. Pero ahora te besé y sé que me vas a rechazar porque a ti te gustan las chicas y yo soy un chico que realmente no...
Gino lo calló tomándolo del cuello y atrayéndolo a él, sus labios se encontraron con los de T.J y éste se sorprendió por un segundo. ¡Gino lo estaba besando y aunque no sabía por qué, debía disfrutarlo! Así que no dudó en responderle a su beso.
Era algo tímido por parte de Gino, nunca había besado a una persona antes, bueno, realmente sí lo había hecho pero no contaba si había sido jugando a la botella. No había besado antes a una persona que quisiera. Se separó de T.J y antes de que él dijera algo habló:
—Tu secreto está a salvo conmigo.
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YO SÉ QUE TODAS SOSPECHABAN DE T.J PERO A VER DÍGANME QUIÉN IMAGINÓ QUE GINO LE DEVOLVERÍA EL BESO
Muchas escribieron que ojalá T.J rechazara a Mía como si existiera la posibilidad de que él correspondiera a sus sentimientos. Oigan, yo sé que no tienen nada de fe en mí, pero creí que confiaban un poquito más en T.J xd
¿Qué les pareció el capítulo? A mí me encantó el final ahskdhdfks
Dejen sus votos y comentarios, los estaré leyendo <3
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