Capítulo 16
Coramora, 12 de Junio del 2009.
—Hey, ¿qué hacen? —saludó Gino llegando junto a Griffin, Axel y Jane en el almuerzo.
—Griffin nos está contando por milésima vez cómo eliminaron a Eva en la serie esa que él ve—respondió Axel.
—No es una serie, es un reality show.
—Son dibujos animados—lo miró Jane.
— ¿Y? —ella se rió y negó para luego concentrarse en su comida—. ¿Y T.J?
—Con sus amigos seguramente—rodó los ojos Griffin—. Es un idiota, en su casa se comportó agradable pero aquí es mi mayor pesadilla. ¡Estuvo toda la mañana riéndose en un tono muy alto y el profesor no le decía nada!
—Ah, seguro era Inés, ella nunca dice nada—respondió Axel—. De igual forma no le veo el problema, no se metió contigo.
—Eh sí, se la pasó lanzándome bolas de papel en clase. Mía estaba conmigo y ella no entendía cuál es su fijación conmigo.
—Es que te alteras y eso divierte—respondió Griffin, Axel estuvo de acuerdo pero Gino no pareció muy alegre por eso—. Ves, ya pusiste esa cara de pocos amigos. Eso es lo que a él le da gracia, pero estoy seguro de que le caes bien.
—Si le caigo bien y hace esto, no quiero imaginarme qué podría hacerme si le caigo mal—rodó los ojos y se concentró en comer.
— ¿Cuántos hermanos tienes? —preguntó Axel como si nada, Gino lo miró un tanto desentendido porque no se esperaba esa pregunta.
— ¿Por qué preguntas?
—Una vez dijiste que no podíamos ensayar en tu casa porque tenías muchos hermanos.
—Son seis.
— ¿Cómo se llaman?
—Paris, Uriel, Tatiana, Armando, Eric y Fernanda.
— ¿Eres el mayor?
—Soy el hermano del medio, en parte—respondió—. Paris y Tatiana tienen veinte, son gemelos. Luego les sigo yo y Armando con quince. Uriel tiene trece, Eric siete y la pequeña Fer tiene cinco.
—Me hubiese gustado tener un hermano—le dijo Axel.
—Te regalo a los míos si quieres—rió Gino en broma, Axel negó y luego se echó a reír acompañándolo—. Los hermanos sirven de ayuda siempre, más cuando necesitas que te cuiden la espalda, pero nos tienes a nosotros. Podemos ser como tus hermanos.
Axel le sonrió como agradecimiento y prefirió no seguir hablando del tema. Cuando era más joven deseaba siempre tener un hermano con quién jugar cada vez que se quedaba solo, pero luego fue creciendo y creyó que podía cuidarse solo, a pesar de que realmente era un chico indefenso caminando por la vida deseando la atención de sus padres. Su madre lo ayudaba muchas veces y estaba pendiente de él siempre, pero con su padre las cosas siempre fueron complicadas. Las cosas mejoraron cuando él aceptó su idea de estudiar leyes.
—Bueno, yo no tengo la mejor relación con mi hermana—habló Griffin—. Quizás es porque nos llevamos como diez años y ambos andamos en diferentes ondas.
—Yo me llevo muy bien con los míos—dijo Jane—, aunque a veces exasperan un poco. Damián casi siempre está en la universidad pero Selene es un poco molesta cuando quiere jugar y yo estoy pendiente de otras cosas.
—Tiene siete años, es un amor de niña—dijo Axel, Jane negó—. Una vez me metí en esos programas de ser el hermano mayor de un niño por un rato, fue genial pero luego a mi niño lo adoptaron y lo único que supe fue que sus padres se lo llevaron a otra ciudad.
—Hablo en serio cuando te digo que puedes tomar prestado a uno de mis hermanos—rió Gino, pero su risa paró al ver a T.J acercándose a ellos.
— ¡T.J! —dijo Griffin animado—. Ven, siéntate con nosotros—el chico hizo un gesto con su cabeza y se sentó al frente de Gino—.Hablamos de hermanos, ¿tienes alguna historia que contar?
—Pues tengo dos hermanas, Amanda y Cecilia, ninguna vive conmigo. Cecilia se casó hace como dos años y Amanda se fue a otra ciudad a estudiar—dijo—. No es divertido estar en la casa solo—bufó, Gino lo miró fijamente.
—Seguro tienes muchos amigos con los cuales pasar el rato.
— ¿Hablas de los patanes con los que me junto? Son agradables pero estoy con ellos por mis padres, no es muy divertido que te digan con quién juntarte sólo porque sus padres tienen negocios con ellos.
—Oh sí, debe ser muy jodido la vida de un rico—T.J miró a Gino serio.
—Quizás más jodida que la de un tonto sabelotodo.
— ¡Deja de llamarme sabelotodo, imberbe!
— ¿Imberbe? ¿En serio? ¡Eso ni siquiera es un insulto! —lo retó, Gino volteó a ver a Griffin e intentó ignorar al chico.
—Estuve practicando canciones de All Time Low, ¿crees ellos son como nuestro estilo?
—Bueno, no sé. ¿Cuál es el estilo que queremos ser realmente? ¿Los rock funk que dijimos? —respondió él—. Pensé también en componer nuestras propias canciones.
—Yo estuve escribiendo algunas letras, no son muy buenas pero creo que podemos acomodarlas un poco—habló Axel.
— ¿Te gusta componer? —le preguntó T.J, Axel asintió—. Genial, yo a veces saco algunas melodías en piano y le pongo letras tontas sólo para ver, Podemos un día reunirnos y escribir algo, o darle música a lo que tienes ya escrito.
—Wow—intervino Jane, los cuatro chicos la miraron y ella se sonrojó un poco—. Ustedes son tan clos y componer los hace aún más clos.
— ¿Qué es clos? —preguntó Griffin.
—Chico lindo obviamente sexy—respondió Axel recordando lo que ella le dijo una vez, Griffin se echó a reír y Jane lo pateó por debajo de la mesa.
— ¡Axel controla a tu chica!
—Clos—repitió T.J—, me divierte el nombre. ¿Funciona también para las chicas?
—Yo le pregunté lo mismo—rió Axel.
—Sí, quizás sin funcione con chicas, pero es un código secreto. Nadie puede saberlo—aclaró Jane, los tres cuatro chicos asintieron y continuaron hablando sobre cómo podían componer algunas canciones en grupo.
~•~
—Mucha gente cree que Disney es sólo para los niños pero realmente me encanta ver estas series—dijo Jane mientras tenía la cabeza apoyada en el hombro de Axel. Ambos estaban en la casa del chico viendo un especial que Disney Channel había hecho de Hannah Montana.
—Yo amo esta serie—se rió Axel—. ¿Nunca te has puesto a pensar que la gente a veces es tonta? O sea, los que conocen a Miley deberían haberse dado cuneta del increíble parecido entre ella y Hannah, tanto físicamente como con su voz. ¡Es la misma! —Jane rió.
—Siempre me pregunto eso. Es como Clark Kent y sus lentes, son esos misterios de la vida que nadie puede entender.
Axel se movió un poco y Jane quitó su cabeza de sus hombros, volteó a verla y le sonrió. Acarició su mejilla con la yema de sus dedos y se acercó a ella para besarla. Los labios de Jane estaban tibios y sus movimientos eran torpes, pero eso no era un problema porque él estaba en la misma situación.
Sostuvo una mano la parte de atrás de su cabeza y con la otra su cintura para acercarse un poco más a ella, como ambos estaban sentados, se les era un tanto incómodo al inicio pero luego a los segundos todo se volvió cómo entre ellos.
—Tengo otro significado para Clos—le dijo ella luego de separarse.
— ¿Ah sí? ¿Cuál?
—Chico, besas condenadamente bien—él se echó a reír, Jane se acercó nuevamente a él para recostarse un poco en sus piernas y en el sillón—. Sigamos viendo Hannah Montana.
—Jane Sanders, la chica que te deja loco con un beso y luego te hace ver Disney Channel—jugó con su cabello y ella sólo rió. Jane cerró los ojos y Axel pensó que debía tomarle una foto para recordar ese momento, pero tristemente no tenía una cámara cerca para hacerlo.
Se la quedó mirando hasta ver que se había quedado dormida con sus caricias en el cabello. El chico sonrió y deseó que ese momento no se acabara nunca, no quería alejarse de ella y esperar toda una noche para verla al día siguiente, quería verla a cada momento y eso ya era decir mucho.
En la actualidad, cuando a Axel le preguntan sobre el amor verdadero, su mente regresa a ese momento y responde siempre con una sencilla palabra:
Jane.
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