Llevaban más de tres años planeando este viaje, y ahora ¡podrán viajar a Japón! Tú mejor amigo está feliz por el viaje, tu en cambio, tienes un mal presentimiento del viaje. Se montan en el automóvil que los llevara al aeropuerto; por alguna razón todo esta sucediendo demasiado rápido. Duran menos de media hora en el automóvil, cuando normalmente tardan dos horas en llegar al lugar. Pagas. Bajan. Toman las maletas.

Caminan ambos mientras que hablan de cualquier tema, siempre les ha ha fascinado la idea de ir a Japón. La cultura, el ambiente y todo lo demás es único, quieren romper la rutina de estar estudiando durante tanto tiempo. Se acaban de graduar de la universidad, ¿por qué no tomar un descanso? Sacas tu celular y miras la hora. Aún faltan más de dos horas para que el avión despegue. Son casi veinte horas de viaje. Tu mente sigue pensando en todas las cosas que pueden suceder en el viaje, y tu amigo te mira con una cara de preocupación. Te pregunta. Tu respondes. Sigue insistiendo, tu sigues respondiendo. No quieres preocuparlo.

Haces algo que él no esperaba, le das un abrazo. Él lo responde, pero te susurra al oído que te calmes, que todo saldrá bien. Tu sonríes y no le dices nada. Terminan de hacer la fila, ya no tienen los maletines. Tienen los tiquetes de abordaje. Caminan a almorzar. Aún faltan dos horas, así que ¿por qué no comer algo? Ambos piden una hamburguesa, papistas y gaseosas; se sientan y esperan que les lleven la comida. Mientras que esperan, ambos llaman a sus padres para decirles que ya están en el aeropuerto esperando que pase el tiempo. Cuando terminan de hablar, llega la comida. Comen. Pagan. Se quedan sentados mirando a las personas pasar por el lugar. Tu amigo está mirando a una chica de cabello negro y al parecer de la misma edad que ustedes. Al principio no logras reconocer quien es esa chica; ahora lo sabes. Te levantas de la silla, caminas hacia la espalda de tu compañero y lo jalas de la camisa, haciendo que se caiga de la silla. Todos te comienzan a ver cómo un loco y casi llaman a los guardias, pero tu amigo les pide con un movimiento de manos que se calmen. Nada pasa. Ella es la ex de tu amigo y el aún siente cosas por ella, por eso lo hiciste despertar a la fuerza.

Mientras caminan hacia la sala de espera, el celular de tu amigo comienza a sonar. El contesta y habla mientras que caminan. Tu te colocas tus audífonos y escuchas cualquier canción aleatoria que sale. Comienzas a tararearla. Es la canción favorita de los dos, así que el comienza a tararearla mientras que sigue el ritmo de tu voz y la llamada. Ambos sonríen, el finaliza la llamada, te quita un audífono y se lo coloca. Él saca el celular de tu bolsillo y pone la canción desde el principio. Comienza a hacer lo que siempre hace cuando estás enojado con él, cantar la primera voz de la canción. Tu, tu no te resistes y comienzas a cantar la segunda voz. Todos los ven, a ustedes no les importa, son felices. Llegan a la sala de espera, ya faltan menos de una hora para que el vuelo salga. Los es están escuchando la canción que salga de tu celular. Comparten los mismos gustos; la música en especial.

Cierras los ojos, y cuando los abres tu amigo te está mirando con cara de: ¿cómo das para dormir en cualquier lugar? Miras la hora, faltan cinco minutos para entrar. Notas que él tiene tu celular y los dos audifonos. Te levantas y vas al baño corriendo. Haces lo que tienes que hacer y vuelves. Cuando llegas él está de pie, mirando de donde vienes. Las personas ya están entrando al avión. Entras cuando llaman tu fila. Te sientas, te abrochas el cinturón y esperas. Luego de quince minutos el avión despega. Ambos están sentados juntos. Pagaron demasiado por estos puestos, los más cómodos y demás. Hablan de cualquier cosa. Ya va una hora de vuelo, el avión comienza a sufrir turbulencias. Es como un viaje cualquiera... ¿no? Tu mente comienza a preocuparse de las cosas que pueden pasar. Comienzas a hacer los peores escenarios posibles. La turbulencia empeora. Las máscaras de aire caen y todos se las colocan. Miras a todos lados. Tu amigo mira por la ventana y te dice que el avión está perdiendo altura. ¿Está asustado? No, está tranquilo... ¿será una broma de mal gusto hecha por el? Lo dudas, sino no estuvieran las máscaras para respirar. De un momento a otro, se escucha una explosión en la parte de atrás del avión. Te golpeas con la silla de al frente.

De un momento a otro, las cosas empeoraron. Luego se escucha otra explosión del lado derecho del avión. De un momento a otro, la parte donde ustedes estaban comienza a desprenderse del avión... ¿es acaso eso posible? No lo sabes, tu mente está trabajando a mil por hora. No has volteado a ver a tu amigo, ¿estará bien? Volteas a verlo, y no, no está bien. Un objeto que quien sabe dónde salió, le atravesó la garganta. Gritas, miras hacia al frente y ves algo extraño. ¿Desde cuando la cabina desapareció? Ves un paisaje hermoso, un bosque que espera matarte. Cuando notas, tienes algo atravesando tu pecho, ¿una rama? ¿En que momento estás siendo atravesado por una rama y no en tu silla? ¿Por que no sientes dolor? ¿Acaso esto no es real? Poco a poco tu visón se vuelve oscura, luego simplemente todo está negro. Una voz en el fondo comienza a llamarte, pero no logras reconocer la voz, ¿acaso así es la muerte? Tratas de pensar o hacer algo, pero, la oscuridad no te deja. De un momento a otro, sientes que te mueven, ¿como sientes? No lo sabes, es más, no sabes si estás muerto. Alguien te obliga a abrir los ojos. Sigues en el avión, espera, ¿Todo fue un sueño? Al parecer si. Acaban de llegar a donde van a hacer la escala de vuelo... solo fue una pesadilla.