capitulo 7
Dos semanas han pasado desde que llegué a este mundo, durante todo ese tiempo ese maldito sistema no volvió aparecer. Perdi mucha saliva llamándole pero nada de eso funcionó, no quedo de otra mas que adaptarme y tener la mínima esperanza de que sus palabras son ciertas.
Me rendí con respecto a llamarle nuevamente, y solo estoy esperando poder realizar otra de esas misiones a lazar, de esa manera podre hacerle más preguntas a ese armadillo.
Por tener tan poco tiempo se me olvidó preguntar una pregunta importante esa es; ¿Cómo es que murió la familia Reynolds? Tengo que encontrar la manera de poder evitar esa tragedia, ellos no merecen algo como eso, son personas buenas.
Faltan nueve años para cumplir 20 años, tengo bastante tiempo para prevenir tal tragedia y en los recuerdos que ví, cuando Brianna tenía 15 años. Aarush todavía seguí con vida, eso me da un tiempo exacto de cuando me queda para en ese entonces.
Sin embargo esas respuestas a mis preguntas me dejaron más perdido. Sigo sin saber quién era el hombre de pie junto a Brianna. Esa persona también debió ser importante para ella, y lo último que recuerdo es que le dijo; Recuperemos lo que nos quitaron.
¿Que les quitaron? ¿Se refería a mí? No quiero pensar en una idea tan descabellada, sin embargo siento que todas sus acciones como sacrificios apuntan hacía mi persona.
Eso es un tanto escalofriante cómo lamentable, porqué por mi muerte se desataron demasiadas cosas en la vida de Brianna.
Quién escribió la novela "Dulce obsesión" le puso mucha intriga como drama, no todo estaba centrado en la obsesión de Elisha por la protagonista femenina, Bianca.
Bueno, después de todo Berenice solo había leído un volumen completo y se encontraba por terminar el segundo volumen de tres que tenía la novela.
En ese último volumen podrían suceder muchas cosas, en ese tiempo ella ya había llorado por dos personas, ¿ Podrían ser esos persona Agares y Aarush? ¿Era por ellos por los que llorón tan adolorida?
Eso quiere decir que Aarush murió en la mitad del segundo volumen. De igual manera eso puede cambiar o acelerar el proceso de su muerte por el efecto mariposa.
¿Qué motivo a ese adolescente a convertirse en el villano? Uno de los motivos ya lo sé, fue porqué odiaba ver sufrir a Brianna. Sin embargo, ¿por qué llagar hasta al límite cuando podía solo ayudar de otra manera? También está la muerte de sus padres. "Suspiró" Hay tantas preguntas y cero respuestas.
Agares dejo de pensar en todo eso por un momento antes de que su cerebro se le funda por tantos pensamientos, quiere evitar alguna jaqueca.
—¿Quiere un poco más de chocolate, joven maestro?—Preguntó él mayordomo de cabello gris que oculta sus canas, parecía tener unos sesenta y tantos años. Estatura promedio, piel morena y unos bonitos ojos amarillos.
—Sí, por favor.
Este abuelo es Ramiro, su familia le ha servido a la familia Reynolds de generación tras generación, él es que a vivido por más tiempo que sus anteriores familiares.
Ramiro sirvió a los antiguos maestros, los padres de Saimon. Y sigue aún con vida sirviéndole felizmente a su maestro Saimon. Para él es un gran privilegio el poder llegar hasta este punto y ver feliz a su maestro.
Él es muy agradable al igual que los demás sirvientes de este lugar, no tienen ningún perjuicios. Me prepararé por nada porque estaba listo para discutir con ellos y ponerlos en su lugar cuando nos llamarán; sucios huérfanos. Algo que no sucedió.
—¿Ya no hay donas?—No me di cuenta en qué momento me las comí todas, son mis favoritas.
Berenice siempre que volvía a casa me traía más de una, solía esperarla como un niño pequeño en la puerta. Pronto podré ir contigo y te diré lo agradecido que estoy por ser tu hermano y que tú seas mi hermana, solo espérame.
—Le traeré dos más.
—No, dejarlo así.
Tengo que seguir la instrucciones del doctor Benito, no pudo comer hasta saciar mi hambre o por gula porque es contraproducente cuando a penas me estoy recuperando.
—¿Seguro? Puede comer solo una más.
Solo han pasado dos semanas pero su piel ya a mejorado mucho, su aspecto se ve más saludable que en ese entonces.
—Sí, muy seguro—Ve Brianna no muy lejos de dónde el se encuentra.—Traerlas para ella y un vaso de leche, le encanta la leche.
Ellos dos habían salido al patio trasero, en ese lugar los señores Reynolds construyeron una especie de invernadero al aire libre para disfrutar de la vista o descansar luego de un día agotador por el trabajo.
—Sí, enseguida.
—¡Hermano!—Mueve sus manos las cuales se encuentra rojas por estar jugando con la nieve.
Ella se encuentra arrodillada en la nieve que había caído en el patio trasero, disfrutado del invierno antes de que llegué la primavera.
Por el tipo de ropa abrigadora y orejeras para el frío que trae puesta, se veía como un lindo y pequeño pingüino sobre la nieve.
—¿Te gusta?—Sonríe—Somos nosotros, los señores Reynolds y Aarush.—Nunca imagine que jugar con la nieve fuera tan divertido, hace frío pero al mismo tiempo no.
Ella había hecho pequeños muñecos de nieves y cada uno le puso un pedazo de tela que eran los colores de sus ojos, para poder distinguir quien es quién.
—Parecemos pollitos—Una muy leve pero fugas sonrisa apareció en los labios de Agares, y así como apareció también se esfumó, sin dejar rastro.
No obstante estuvo lo suficientemente visible para el adolescente que venía llegando, Aarush logró presenciar y guarda esa sonrisa en su memoria.
¿No vi mal, verdad? Fue muy pequeña pero estoy seguro que esa fue una sonrisa. Sus hoyuelos sobresalieron al instante en que las esquinas de sus labios subieron un poco hacia arriba.
—¡No son pollitos!—A sus ojos eran figuritas de muñecos de nieve—Aarush, ¿verdad que no se ven como pollitos?
—¿Aarush?—¿Cuando llegó? Estába tan distraído viendo los pucheros de Brianna, que no me di cuenta de su presencia.
—Desde estás distancia se ven de esa manera—Si, lo son. Si los pintamos de amarillo sería una bonita familia de bollitos—De igual manera se ven bonitos, ve aquí.
—Voy—Sacude su ropa.
—¿Ya regresaron?—Habia salido a reunirse con sus amigos, no muy lejos de aquí.
Nos dijeron que podíamos ir con ellos, si nos encontramos preparados para hablar con otras personas, a mí no me importaba. No obstante, Brianna no sé siente cómoda socializando todavía a excepción de los empleados de este lugar.
Es por eso que yo me quedé con ella, tampoco tenía ganas de ir. Puede que si y puede que no, que esas personas nos vean extraño por ser huérfanos.
—Sí, solo yo volví—Tomo asiento a un lado de Agares, tomado la debida distancia—Nuestros padres se fueron a la empresa, tenían que solucionar un problema con respecto a una compra y transportación de petróleo.
—¿Todo está bien?—Preguntó Brianna.
Ella todavía no sabe muy bien como funciona los negocios, pero cuando escucho "problemas" entendió un poco y sabía que eso era malo.
—Nada de que preocuparse, ellos lo solucionaran rápido. De vez en cuando ocurre algo como eso.—Sus mejillas se encuentra muy rojas—¿Cuánto tiempo llevan fuera?—Acomoda la bufanda de Brianna
Me hubiese gustado darle mi bufanda a, Agares. Sin embargo, él ya traía una consigo que hacía juego con la de Brianna.
—Se pueden enfermar si se queda por mucho tiempo.
—Solo llevamos diez minutos máximo—Conteste.
—No vamos a enfermarnos, ahora tenemos ropa calientita.—Expresa Brianna con una sonrisa.
Todavía no me creo todo lo que estamos viviendo, sigo con el temor de que solo sea un sueño de los muchos que solía tener para salir de esa desesperación.
Cada vez que despierto tengo que pellizcarme para comprobar que es un nuevo día, o suelo ir a la habitación de cada uno para asegurarme que todo sigue igual.
Todavía no puedo decirles papá, mamá, hermano, a esta familia. No porque no quiera, solo presiento que si lo hago todo va a cambiar y no habrá vuelta atrás.
—Y creo que nuestros cuerpos tienen un poco de resistencia al frío por la manera en la vivimos en el convento—Calienta sus manos en el vaso de leche que fue dejado en la mesa junto a las donas.
La expresión de Aarush se volvió negra al recodar a esos despreciables seres humanos, le entraron una ganas de ir a la prisión.
—Come despacio—Limpie las esquinas de su boca—Nadie te está siguiendo, nunca más.—Dos semana en este lugar y ella sigue sin poder borrar ese hábito.
Dos semanas que también llevamos hablando con un Psicólogo, algo que es un reto para mí. En vez de abrirme con él, me cierro todavía más. Por alguna razón levantó un enorme muro entre ambos, es como si no quisiera abrir las puertas y dejar salir lo que se encuentra en mi interior.
—Se va ensuciar tu guante.—Deben de ser caros, son negros de cuero. Fue un regaló de la señora Cassandra Reynolds.
Y no es que quiera comer de está manera solo que es algo que sigue penetrado en mis huesos, el comer rápido por miedo a que los adultos del convento nos castigarán por no terminar nuestra comida a tiempo.
Había ocasiones donde nos daban comida preparada de una forma tan desagradable que el solo olerla te revolvía el estómago, hay comidas que Agares y yo no podemos tolerar sin vomitar.
Por ejemplo una fruta; Odiamos el olor a durazno, es una fruta de aspecto bonito y al principio nos gustaba su olor. Eso cambio desde un día qué la directora nos hizo comer por una semana veinte duraznos podridos, por el simple echo de que sin querer dejamos caer un plato y se quebró.
Nuestras manos estaban demasiado congeladas por el frío y al tocar el agua fría mientras lavamos los platos, se volvían peor hasta el punto que no podíamos sostener los platos.
—No te preocupes, se pueden lavar.
—Sí, Agares tiene razón—Palmea con ternura la coronilla de Brianna—Si se arruinan solo compramos otros y listo.
—Entiendo—Aarush es muy amable, él me agrada mucho.
Hay momentos en que al verlo siento un sentimiento de familiaridad, casi como estar viendo a un hermano mayor. Es un sentimiento que solo mi hermano Agares, suele transmitir.
—¿Quieren ir al colegio?
Mis padres no saben cómo sacar el tema, no quieren presionarlos pero tampoco quieren que vivan con miedo de salir al exterior.
En dos semanas empiezan las clases, queremos que vayan al mismo colegio que asisto, de esa forma podré estar para ellos si resulta algún problema inesperado.
—¡Sí!—Expresó emocionada.
Brianna siempre había tenido envidia de los niños que solía ver cuando salía a vender galletas. Ella solía visualizarse como se vería vistiendo esos bonitos y elegantes uniformes.
—Tambien me gustaría—Cumpliré el deseó del anterior dueño de este cuerpo, trasmitir sus sentimientos con el arte.
No es arrogancia sin embargo en mi mundo soy un buen pintor y me gustaba dibujar en mi cuaderno en mi tiempo libre. Si embargo no me considero un Pablo Picasso. No obstante, si llego a pulirlo más mis habilidades podré pintar algo decente que pueda causar impacto en las personas que aprecian el arte abstracto y no abstracto.
—Nuestros Padres estarán muy feliz.
Aarush sabía que los mellizos aún no están listos para llamar "papá y mamá" a los señores Reynolds, sin embargo en todo momento siempre resalta el "nuestros padres" para que los mellizos tenga en cuenta que para él, son sus hermanos y sus padres también lo son para ellos dos. Sin importar que por el momento solo les digan señores Reynolds.
—Entremos, se está volviendo más helado aquí afuera—Se pone de pie—Jugaremos en otro momento—Ve su reloj—Es hora de almorzar.
Le hace saber a Ramiro, que alimentos agregar a la mesa. Comida que no sea muy pesada para los mellizos, ya que siguen adaptándose a comer saludable.
—Mañana puede que vengan unas personas—Comentó—Son amigos de la infancia de mis padres y dos chicos de mi edad que también son mis amigos.
Aunque hay momentos en los que quiero golpearlos, por desgracia o buena suerte tenemos el mismo carácter y hasta personalidad se podría decir, solo que uno es más retorcido que él otro.
—¿Crees que nos acepten?—Agarra con firmeza su abrigo.——No queremos poner incómoda la atmósfera cuando nos vean.—Confiesa Brianna.
Las personas adineradas suelen ser muy frías y despiadadas, tal vez estoy encasillado a todos por como nos trataron en unas cuantas ocasiones, solo por ver tocado su ropa sin que fuera nuestra intención en ese entonces.
—No, nada de eso—Ve a cada uno—Se cual es tu miedo, Brianna. Pero no tienes que tenerlo, ellos son buenas personas.
—Dime Bri—Expresa tímida—Como suele llamarme mi hermano, Agares.
—Bri—Sonrío alegré. Para Aarush eso ya era un gran avance.
Brianna se a encariñado un poco más con Aarush, quizás se daba a que inconcientemente le hace sentir familiaridad. Solo espero que jamás recuerde esa primera vida, sería demasiado doloroso para ella volver a revivir esas heridas.
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