capitulo 61

"Badum, Badum" era el extraño sonido que Agares escuchaba retumbar en su oídos, un confundido al adolescente de ojos rojos, y sin darse cuenta esta haciendo una expresión no muy propia en él.

Sus mejillas se fueron sonrojando levemente al sentir la piel del otro rozandosé en sus hombros, (sin doblé intención) mientras los rostros brillantes de los otros dos adolescentes, siguen tan cerca del suyo.

Aarush y Elisha están sentados sobre las palmas de sus pies, con su pecho inclinado hacia adelante sosteniéndose con sus manos para no caer sobre Agares, pero sus hombros se rozan con los de Agares ya que, está emmedio de los dos adolescentes de ojos azules y ambarino.

‹¿Qué me está pasando? No es la primera vez que tengo tan cerca de mi cara el rostro de Aarush y Elisha, ¿entonces por qué no me atrevo a levantar mi mirada sin que me sienta raro? No quiero ver mi reflejo en mis miradas...mi rostro se siente caliente.

Esto se debe acusa de estar mucho tiempo expuesto a la luz, esa luz del sol filtrándose al interior de este lugar si. Eso está causando que mis rostro este ardiendo de alguna manera.› Decía eso pero seguían sin mirarlos a los ojos, su cerebro podría decir una cosa pero su corazón latiendo no estaba de acuerdo con ese pensar.

—¿Te estamos incomodando?—Preguntaron con preocupación.

Con el pasar del tiempo Agares fue superando de a poco su trauma, dejando y aceptando el cariño de sus padres adoptivos, o de sus tíos (padre de Elisha) todo comenzó con su terapia donde Elisha y Aarush jugaron un papel muy importante, y hoy en día Agares ya no siente náuseas ni sudoración cuando alguien se le acerca o se topa con alguna persona mientras va caminando.

Es por eso que ahora Aarush y Elisha suelen ser más encimosos, mostrando su afecto ya sea con un toque en el hombro, o abrazarse justamente como lo estaban haciendo en este instante.

—Estoy bien, dejen de ponerse así.

Sí, está cercanía no es cosa de otro mundo, no tengo porque pensarlo tanto. Una vez hasta dormimos juntos lo cuatro, (incluida Brianna) en una misma cama. Seguramente la rareza que estoy sintiendo se debe a un golpe de calor.

—Vayan a ponerse el bañado.—Lentamente fue levantado su rostro.—Para ir a nadar a la piscina...—Agares se quedó en silencio ante la sorpresa de ver su rostro reflejo en esas transparentes miradas. Rostro que tenía una expresión que el mismos Agares desconocía.

‹En el instante en que mi mirada cayó sobre esos brillantes color, algo en mi se tenso. No podía articular ninguna palabra por mas que lo quisiera, no cuando veía mi expresión en sus ojos como espejo. Volví escuchar ese raro sonido en mi pecho, haciendo eco en mis oídos...¿Me estoy enfermado de alguna enfermedad rara o que?›

Agares sutilmente iba a mirar a otro lado, sin embargo se estremecio al sentir unos suaves dedos pasando por sus mejillas, pinchando esa área donde se forman los hoyuelos.

‹Desde el instante en que hice contacto visual con sus ojos, me sentía agradablemente atrapados en ellos. No podía dejar de ver como la luz deslumbra ese color al mismo tiempo creaba una hermosa flor en sus ojos rojos.

Tan hipnotizado estaba en su mirada que no me di cuenta en que momento mis dedos ya se encontraban acariciando sus mejillas.› Elisha y Aarush tenían los mismos pensamientos mientras veían a Agares.

Los tres se encontraban en su propio mundo, mirándose uno a los otros que no se dieron cuenta de la repentina cercanía de alguien mas, yendo en su dirección.

‹Solo entraron me saludaron, me dejaron unas deliciosas gomitas para después salir corriendo donde mi hermano Agares.› Sonrió dulcemente. ‹Tengo que darle las gracias por traerme siempre cosas ricas para comer.›

Brianna hizo unos ejercicios de estiramiento antes de llegar lo suficientemente cerca de ellos tres, cuando ya terminó con esos ejercicios, ella corrió y se lanzó suavemente sobre las espaldas de Elisha y Aarush.

—¡Chicos, vamos al agua!—Los abrazo por la espalda, al mismo tiempo que los empujó hacía adelante.

Al ser sorprendidos de esa manera los dos adolescentes, Aarush y Elisha, no pudieron detenerse, impactado sus labios sobre de Agares. Una vez más sus labios habían vuelto a recrear el beso que se dieron hace años atrás.

Solo que en este instante ya podían entender un poco mejor la emoción y sensación que sintieron aquella vez. Sobre todo, sus ojos se cerraron e inconcientemente como sus manos buscando sostenerse entre ellas.

‹Es momento que me retire lentamente.› Brianna con una sonrisa juguetona en sus labios, se retiró lejos de ellos tres. ‹Sino les doy un empujón solo se quedarían embobados estúpidamente mirándose, con la gran tensión a su alrededor.

Solo ellos no se dan cuenta de sus propios sentimientos, y es por eso que padre, los envío a casa lo mas antes posible por ser muy obvios. Pero al parecer solo ellos tres no se dan cuenta todavía.

No me opongo a esa relación porque no hay nadie mas digno de Agares, que ellos dos. No sé cómo funciona una relación de tres personas, sin embargo estoy segura que se gustan por igual los tres. Por lo tanto estarán bien, y estaré ayudando de vez en cuando para que se den cuenta de que se gustan.› De alguna manera se sentía alegre por ser de ayuda de alguna manera.

Desde hace un tiempo que aceptó y se dió cuenta de la rara atmósfera que traían esos tres, llegando a un punto en que se sintió frustrada porque su hermano parecía estar ciego cuando se trataba de captar indirectas. Podría ser inteligente y capaz para otras cosas pero no para darse cuenta de los sentimientos de él mismo y de los de Aarush, Elisha.

Y mientras ella se estaba dirigiendo a la salida del invernadero, los tres adolescentes seguían con sus manos entrelazadas.

‹La textura es suave, cálido y dulce al entrar en contacto con los labios de ellos.› Fue el pensar de los tres, abriendo ligeramente sus labios, con la intención de profundizar y de gustar un poco mas de ese beso.

Fue un movimiento torpe, era tanto el nerviosismo y aceleración de sus corazones ante la emoción, que no podían mover sus labios como lo querían.

‹¡Sus...sus labios se están mezclando con los míos! Puedo sentir la temperatura cálida y torpeza en ellos...¿También están nerviosos?› Agares se estremecio y sintió el estremecimiento de los otros dos.

Tanto Agares cómo Aaruhs no se dieron cuenta en que momento sus manos se movieron para atraer a Elisha, enmedio de ambos, apoyándole en sus brazos al mismo tiempo que sus labios iban en busca de los del ojos azules.

Ya no eran sus labios contra los de Agares, ahora eran sus labios contra los Elisha, el cual con sus manos rodeó el cuello de cada uno.

‹No sé en qué momento termine siendo sostenido en los brazos de ambos, no puedo pensar con claridad con el hormigueo en mi corazón y en todo mi cuerpo.›

—Elisah.—Susurran cariñosamente al unísono, quedándose hipnotizados en esa mirada azul nublada y con sus labios entreabiertos respirando entre cortado.

—¿S-Si?

Elisha al enfocar su mirada en la de los dos chicos, su pecho se contrajo, no se esperaba ver esas miradas tan brillantes y con una intención de querer tener todo de Elisha.

—Verte de está manera tan deslumbrante con esa mirada azul, solo me hace querer ocultarte de todos.—Hablan una vez mas al unísono, Agares y Aarush tienen los mismos pensamientos.

Dicho eso un vez más fueron hacia los labios de Elisha, en este instante parecía que ellos tres se encuentra hipnotizados, aprovechado cada segundo porque cuando salga de ese transe de emociones, puede que se cuestionen muchas cosas con respecto a lo que está pasando entre ellos.

Sin embargo en eso Brianna vió que su papá, venía en dirección al invernadero. Ya había salido por la puerta por lo que no podía volver o se vería sospechosa, mas cuando su papá es muy perspicaz.

—¡Papá!—Saluda con sus manos, ese gritó volvió en sí a los tres chicos no muy lejos de la salida del invernadero.

‹Creo que no debí hacer esa travesura sabido que si son atrapados, mis padres los enterraran o los lanzarán a la fosa no muy lejos de nuestra casa. En esa parcela donde se cultivan uvas.› Sus padres creían que ellos no sabían en que trabajaban, lo que significa tal organización.

Pero estaban bien equivocados, los mellizos ya lo sabían. Agares fue quién le explicó las cosas a Brianna. Señalado que sus padres solo castigan a las personas malas, y ayudan a las personas que lo necesitan.

—¿Nos trajiste comida?—Abraza el brazo de su papá, frotándose en el pecho de su papá, de vez en cuando.—Estaba por ir a decirle a alguien que nos trajeran unos aperitivos.

Laín no podría saber si andaba algo mal, o si había pasado algo “extraño” que involucra a su hijo, Agares. Todo porque Brianna es muy cariñosa y cada vez que ve a sus padres sale corriendo hacia ellos, abrazándolo. Con decir que, durmió con ellos ese tiempo en que Laín estuvo en reposo. Era su manera de mantener a su padre con las manos quitas, lejos de su papá. Por lo menos durante ese tiempo de reposo.

También porque quería recuperar su tiempo perdido, experimentar como se sentía compartir la cama son sus padres, sentir esa protección, calidez. Y una vez le pido Agares que también durmiera con ellos, como la familia que son y Agares cumplió el deseo de su hermanita.

—Te hice tu tarta de manzana, tu favorita.—Besa la coronilla de Brianna.—¿Ya llegaron los jovenes maestros?—Tengo que cuidar de mis pequeños, de cualquier lobo hambriento o vestido de abeja.

Cuando Dereck se enteró que su tarta de manzana favorita, fue echa por Laín todo esté tiempo. Una oleada de felicidad lo inundó, creyendo que moriría asfixiado pero de felicidad, muchas emociones y recuerdos de sus infancia, adolescente, juventud, llegaron a él en un solo segundo. Apunto de hacerle llorar.

—Si, ya llegaron.—Espero que me hayan escuchado.—Fueron a ponerse su bañado, teníamos pensado jugar en la piscina.

A Brianna le gusta subir al cuello ya sea de Agares o Aarush, luchar con el rival de enfrente y ver quién cae primero. Al vencedor se les cumple un deseo y al perdedor un castigo.

—Es así.—Mira que enfrente de la piscina solo está su hijo, mirando la revista en sus manos.

‹¿Comió algo para que sus labios se volvieron rojos.› Laín estaba por pegar el gritó al cielo, pero en eso vio el jugo rojo no muy lejos de Agares, entonces creyó que eso había pintado de rojo los labios de su hijo.

—Papá, viniste.—Maldición, porqué mi corazón sigue la tiendo de esta manera, tan fuerte.—¿Padre no vino contigo?—Dejo la revista a un lado.

Agares dejó de respirar al ver la mirada minuciosa de su papá, mirándole. Buscado algo fuera de lugar, sin embargo está vez no podría encontrar nada porque ese beso no dejo lastimado las esquinas de sus labios como aquella vez.

—¿Papá?—Se pone de pie.—¿Pasa algo...?—El chico de ojos rojos se quedó sin palabras, su papá le había puesto una camisa que traía consigo, llevándole hasta las rodillas.

—Asi está mejor.——Sonríe.—Dereck tenía, fue bueno que aceptará su sugerencia.

‹Lo sabía, sabía que esto tenía que ser obra de mi padre. Es el único que se le ocurren estás cosas, y no sé porque. Lo mismo pasa cuando vamos a un parque turístico, o la playa. En ese momento hasta a Brianna la cubre de pie a cabeza para que nadie vea su cuerpo.

Hay si estoy de acuerdo con él. No podemos dejar que nigún pervertido haga de las suyas, por eso preferimos ir a una playa privada pero siempre protegiendo bien a mi hermana.›

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