capitulo 57

Las verdes ramas de los grandes árboles eran azotadas por el viento, al estar en el parque conectado con una parte del bosque, la brisa era mucho mas intensa y mas si estaban a principios del invierno.

Por eso mismos unos adolescentes de unos 14 años y 16 años llevan ropa de invierno. Parecían conejitos y osos con esos grandes abrigos, pero aun así no dejaban de divertirse. Pasado tiempo de calidad con su familia, amigos.

Sin embargo entre ellos estaba ese adolescente a lo lejos, solo. Con sus ojos cerrados y acostado sobre la verde y recortada maleza. Esas diferentes voces desconcertaron al joven de cabello negro, su mente en este instante es un pequeño caos.

—¿Qué es todo ese escandaloso ruido?—Susurró, arrugando sus ojos por la incomodidad del viento azotado su cara ferozmente.

‹¿Qué está pasando? ¿De quienes son esas diferentes voces? Desconozco un par, ¿desde cuándo hay una chica en mi círculo de amigos y familiar?› Se cuestiona, cubriendo su rostro con las manos para que el viento no sea impedimento y así poder mirar a su alrededor.

—¿Dónde estoy?—Se encuentra desconcertado.—¿Sigo secuestrado?—Abre en grande sus hermosos ojos azules.

¿Qué pasó con la celda andrajosa donde estábamos? Ya no puedo olor ese hedor a podrido, tampoco puedo ver ese maldito baño que estaba enfrente todo el tiempo y teníamos que hacer nuestras necesidades de esa manera...era repugnante.

—¡Agares!—Vocifero con desesperación.

Tras comprender lo que estaba pasando, él busca a ese joven de ojos rojos. En sus ojos azules de veía la preocupación y la ansiedad por querer encontrarlo.

—¡Agares..!—Su corazón y mirada tembló al hacer contacto visual con esos bellos ojos rojos.

—Estoy aquí, Elisha.—Mira con rareza al de ojos azules.—¿Por qué gritas?—Él también se encuentran acostado de lado. Cerca del adolescente contrario.

El de ojos azules no podía creer que ambos estaban ahí, libres y disfrutando de la espléndida vista en ese bello parque.

—¡A-Agares!—Sus dedos temblorosos se frotan en las suave mejillas del adolescente cabello plateado.—¿En serio estás aquí?—Posa su frente sobre la del contrario.—¡Estamos aquí!—No podía creer que todo había terminado.

Abrazando la figura del adolescente sin embargo, se aleja rápidamente como si lo que estuviera haciendo estuviera mal y no debería de hacer algo como eso.

—¿C-Como es que estamos aquí?—Pregunta.—¿Tú no viniste conmigo? ¿Por qué te quedaste ahí mientras me veías alejarme de ti?—Cada vez que habla sus cuerdas vocales tiemblan, incrédulo.—Se suponía que los dos saltariamos con el paracaídas, no sabes cuan triste fue ver cómo te quedabas ahí, solo mirándome.

Cuando ví por primera sus radiantes ojos rojos, fue entonces que por primera vez también logré ver los deslumbrantes colores, ”¿Es así como se ve el cielo? ¿Es solamente para mí ese hermoso eclipse en tan majestuoso cielo rojo?" Me pregunté.

En ese instante se me fue arrebatado el corazón, los latidos ya no eran sinónimo de estar vivo, no. Esos latidos tomaron un significado completamente diferente y Agares era el motivo de ese cambio.

Cuándo creí que jamás lo volvería a ver fue como; si dejar de ser daltónico tenía un alto precio, y ese era entregarle mi corazón a la persona que me permitió disfrutar de una vista maravillosa, una persona que no podría tener y eso me mataría en vida. Lo cual no me importaba, quería que él tuviera mi corazón. Pero no quería dejarlo ver.

Quería seguír viéndole por un largo tiempo o siempre. No obstante, en ese mismo instante en que me iba alejando cada vez más de él, deseé seguir viendo un mundo gris con tal de qué se me permitirá volverlo con él.

Solo quería seguir viendo esos hermosos ojos fríos, arisco. En ese entonces creí que no lo volvería a ver nuevamente, pero estamos aquí, y ahora sin cadenas y sin que nadie nos este perseguido.

—¿No lo recuerdas?—Sostiene el rostro de Elisha.

Elisha inconcientemente se alejó un metro de distancia de Agares, no sabía porque pero sentía que no estaba bien el estar invadiendo el espacio personal de Agares. Quería mantenerlo arrullado en sus brazos, sin embargo Elisha contuvo sus deseos e impulsos. No iba a incomodar al de ojos rojos.

—¿Elisha?—Lo vió confundido.

—Lo siento, solo me sorprendí un poco.

¿Estoy olvidado algo? ¿Por qué me siento raro? Mi corazón debería de estar enloquecido por verle y que me trate de está forma tan íntima, pero mi pecho en vez de estar feliz se siente sofocado.

Es como si estuviera frente a una copia de Agares, en sus ojos no puedo ver esa mirada que solía darme cada vez que lo intentaba agarrar de la mano. Y en ese momento antes de que lo subiera a mi espalda, él me dio un severo puñetazo.

Mirándome con ferocidad mientras vomitaba, ya cuando se calmo me explico que yo no tenía la culpa de eso, que era su cuerpo el que reaccionaba de esa manera por cosas sucedidas a su persona.

Su cuerpo temblaba y aun así me pidió que me fuera, que lo dejara ahí. Sin embargo, no podía hacer eso por lo que le dije lo siguiente; "Nos iremos juntos, te llevaré en mi espalda así tengas ganas de vomitar sobre mi no importa, solo hazlo. Eso se solucionará con un baño de burbujas y aromatizante cuando ya estemos en casa.

Fue en ese instante que logré ver un pequeño sobresalto en él, mientras tomaba la iniciativa de agarrar mi mano, controlando a mas no poder sus traumas y hiperventilación. Pese a eso, tengo un raro presentimiento ante esta situación, ¿Agares no está sudando ni nada por el estilo y eso que ha sido él quien me a tocado?

—No te disculpe, es mi error por tocar tu rostro tan de repente.—Comento.—Como te decía, lograste encontrarme luego de que te ayude a escapar, tú viniste por mí.—Sonríe.

—¿Qué?—Una punzada se hizo presente, taladrando mi cráneo.—¿Cuánto tiempo ha pasado?

‹Recuerdos de lo sucedido están viniendo a mí, el paracaídas fue traspasado por dos tiros de los maleantes, lo que me llevó caer bruscamente al suelo, golpeándome contra los escombros de esos grandes barrancos hasta que caí al río y terminé por estrellar mi cabeza con una roca, provocando que perdiera completa del conocimiento.

Luego de eso al parecer mis padres y el personal lograron dar conmigo, llevarme al hospital. Ya estando ahí desperté asustado y lo primero que hice fue preguntar por Agares. Gritando desesperadamente que tenía que ir por él, encontrar a su hermana Brianna...¡¿En serio logré salvarle?! ¿En verdad es mi Agares?› Seguía con las dudas, ese mal presentimiento seguí ahí.

—Han pasado tres años ahora tienes 16 y yo 14 años.—Viniste por mí y también me ayudaste a encontrar a mi padre, mi hermana Brianna.—Sus miradas siguen fijas en el otro.—Gracias por venir por mí, por salvarme.

—¿Esto no es un sueño?—Sigue creyendo que es muy bueno para ser cierto.

Algo no se siente bien del todo, ¿Agares fue siempre así de cariñoso? Todavía recuerdo que cuando estuvimos cautivos, él era mas feroz y huraño que un esponjoso gatito...

—No es un sueño.—Deja de estar acostado para poder sentarse, ver hacia el frente.—Esta es la vida real.—Sostiene la mano de Elisha.—Puedo disfrutar de esto todo gracias a ti.

‹¿En verdad se terminó todo aquél sufrimiento? Si eso es así, ¿entonces por qué no me siento completo? Siento que me estoy olvidando de algo importante, me siento extraño...›

—¿Qué hacen ahí sentados?—Pregunta Aarush.—Los demás dicen que se acerquen, ya es hora de comer...

—¡¿Aarush?!—Era como si fuera la primera vez que lo ve luego de mucho tiempo, lanzándose sobre el adolescente.—Creí que no volvería haberte.

Esos día en ese lugar no dejé de pensar en mi mejor amigo, si mal no recuerdo discutimos un poco...¿Por qué fue que discutimos? No lo recuerdo...

—¿Qué estás haciendo?—Se aleja de él.—¿Qué mosca te pico?—Cuestiona al adolescente de ojos azules.—¿Ese golpe en tu cabeza te sigue afectando?

—Hermano mayor, deja de molestarle con eso.

—¿Hermano mayor?—Ese azul brillo aun mas con desconfianza.—El Agares y el Aarush que conozco no actuarían así, ¿qué está pasando?—Susurró.

‹Mis suposiciones estaban en lo correcto, algo extraño está sucediendo aquí. Por más que lo desee esto no puede ser cierto, Agares no es alguien que muestre abiertamente sus emociones, mucho menos me vería con esa mirada.

Aarush tampoco vería a Agares como su hermano menor...¿Por qué creo con firmeza que Aarush no ve de esa manera a Agares?› Sostiene sus cabeza.

El dolor se ha vuelto mas insoportable y todo por querer buscar las respuestas, por no saber del porque no quiere que Agares y Aarush se traten como hermanos. Entender porque su mejor amigo lo ve con tanta frialdad, sin una pizca de emoción, eso le hizo sentir triste.

—Elisha. ¿Te duele algo?—Agares toma las manos de ojos azules.—¿Qué sucede?—Logra que lo mire a lo ojos.—Estoy aquí, contigo. ¿No estás feliz?—En sus ojos se muestra una lamentable tristeza.

—No es eso, yo...—Mira a su alrededor y todo le parece falso, unas sonrisas que no llegan a sus ojos.—¿Quién eres?—Aprieta con fuerza la manos de Agares.

—¿Qué?—Sus ojos rojos tiemblan.—Elisha, me estás lastimando. Tal vez sigas confundido por....

—¡¿Dime quién eres?!—Exclamó fríamente.—¡Cómo te atreves usar la parecía de Agares de esta manera!—Ese azul se volvió tempanos de hielo.—No lo ofendas con tu intento de querer ser él. ¡Nunca podrá haber otro Agares! Podrás tener su apariencia pero no eres él. ¿Dónde está Agares?

—¿De que estás hablando?—Aarush obliga al contrario a soltar ha Agares.—¡Te estás comportado como un idiota!—Exclamó Aarush.

—Ustedes dos no son mis...no son mis amigos.—Con el dolor de su alma los derribo de un solo puñetazo.—¡Con que desecho se atreven a usar su aparecía y humillarlos de esa forma! ¿Que ganan?—Grito.—Agares es frío y es algo que me gusta de él, porque cuando demuestra un poco de cariño es un sentimiento abrumar y muy agradable. Aunque es mucho más lindo cuando se avergüenza y sus mejillas se ponen rojas.

—Debes de calmarte, solo tienes que tomarte el medicamento.—Agares vuelve agarrar las manos de Elisha.—Sueles ponerte de está manera por las secuelas de los golpes que te diste al caer del para caídas.

—Hazle caso a Agares, Elisha.

—¡Sigues queriendo actuar de una forma en la que el verdadero Agares y Aarush no actuarían.—Se niega aceptar que son las misma personas que conoce.—Aarush es alguien de aspecto serio, quiere aparentar tener más años y es por eso que usa ese peinado formal, sin embargo sigue viéndose atractivo de ambas formas. Pero también me gusta su lado amable, cuando él y Agares me miran yo...—Sus mejillas hirvieron por la vergüenza.

——Tomarte tu medicamento.—Aarush lo sujeta por la espada.

—Soltarme...—Los vellos de su nuca se erizan al ver la sonrisa de ese adolescente que finge ser Agares.

—Elisha, aquí estaremos juntos. ¿Por qué quieres irte y dejarme?

Mientras Elisha está siendo retenido en su subconsciente, en la habitación de hospital yacía Ryu, haciendo todo lo que está en su alcance para que el de ojos azules se quede así, dormido. Mientras no muera todo estaría bien.

Ryu luego que salió de la habitación con Aarush, cuando llegaron los padres de Agares, Ryu fingió volver a su casa pero no hizo tal cosa.

Él subió al piso siguente para luego cuando no hubiera nadie en la habitación de los dos adolescentes, bajaría. Entraría con la intención de manipular la mente del ojos azules y es justamente lo que está haciendo en este instante.

Si hubiera sido otra persona entonces Agares hubiera sentido su llegada, pero estamos hablando de Ryu, una entidad peligrosa y escalofriante con habilidades.

‹¡Maldición, creí que sería fácil el poder retenerlo en su mente! Quién hubiera pensado que el muy maldito podría darse cuenta que eso no era verdad, fue mi error por hacer de esa manera a Agares.

Creí que si le ponía a Elisha los recuerdos de su vida pasada y borraba los actuales no se daría cuenta, de que ese mundo solo está sucediendo en su cabeza. Porque en sí, en su primera vida no conocido tan bien a Agares, solo convivieron por unos días. Me confíe y ese fue mi error pero si logro que Elisha en sus sueños tome ese medicamento todo estará bien.›

Está muy concentrado en eso que no se percató que Agares lo está viendo, asustado y ansioso de esa persona descubra que se había despertado. No iba hacer nada, hasta que se fuera pero entonces vio que los signos vitales de Elisha se encuentre perturbados, si no de escuchará el sonido Agares podía ver de como el ritmo cardíaco del ojos azules va bajando.

El adolescente como pudo se levantó de la cama, tan despacio que no se escuchaba ninguno de sus movimientos. Agares aprovecho cada segundo, agarrando el florero donde se encuentran sus tulipanes. Tenía toda la intención de estrellarlo con esa persona.

—¿Qué le estás haciendo a Elisha?—Impacto el florero contra el desconocido conocido.

Ryu se desequilibrio cayendo de la camilla al suelo, ahí se retorció un poco por el dolor. Sin embargo no tuvo tiempo para calmarse o que ese dolor pasará porque Agares tenía toda la intención de rematarlo para que no se levante.

—¡¿Joven maestro?!—El guardi que cuida de la seguridad de Agares, entró a la habitación tras escuchar un ruido.

—¡Agarrarlo!—Vociferó al ver que Ryu intentaba huí por donde había entrado.

El guardia de seguridad alertó a cada persona custodiando el hospital, describiendo al sospecho que subió por medio de un arnés al piso de arriba.

—¿E-Elisha?—Sus manos tiemblan al sostener el rostro del ojos azules, quién en estos momentos tiene la presión muy alta.—¡Elisha!—Suavemente lo sacude.—¿Por qué...por qué estás tan frío?—Su pecho se hundió.

—¡Agares, Elisha!

Tanto Dereck cómo Aarush y los demás enteraron corriendo a la habitación, los señores Rosenberg gritaban fuertemente y desesperadamente los nombres de los doctores, ver los signos vitales de Elisha de cayendo fue aterrador.

—¡E-Elisha!—Aarush está tan asustado como lo está Agares.—Vamos, no nos hagas esto.—Muerte su labio.—¡Despierta maldición!—Sus ojos se van humedeciendo.

Aarush y Agares se volvieron completamente pálidos, con el corazón en la boca al escuchar ese pitido indicador que el corazón del ojos azules, se había detenido y los médicos no parecía que entrarían por esa puerta.

—E-Elisha.—Tartamudean con ese afilado nudo en la garganta que tarde o temprano los cortaría, desangrándose.

—¡Quién te dió permiso de irte solo así!

Agares fue el primero en salir del shock, como pudo subió arriba de Elisha. Empezando la reanimación con sus manos todas flácidas.

—¡Te voy a golpear cuando despierte por asustarnos de está manera!—Exclamó un Aarush que había vuelto en sí, enojado pero con grandes lagrimas deslizándose por sus mejillas.

—¡Roba donas!—Vociferan los dos adolescentes con lágrimas en sus ojos.—¡Volvió!—Sus labios se adornaron con una sonrisa al escuchar el sonido del corazón de Elisha.

—¿Cuando... cuando dejarán de decirme así?—Sus grandes ojos azules miran a los dos adolescentes.—Y a ti no te he robado nada.—Ve feo a Aarush.

—¡Maldición nos asustaste!—Ambos se dejan caer suavemente sobre Elisha, abrazándolo y él también hacía lo mismo mientras escondida su rostro en ambos pechos del los contrarios.

—Ustedes si son mi Agares y mi Aarush, ¿verdad?—Sollozo mientras que los dos adolescentes, se estremecieron al escuchar ese "mi" mas un aleteo alarmante apareció en sus corazones. Sin comprender que significaba esa repentina aceleración.

Está si es la realidad, ellos dos son las personas que conozco. Ninguna copia por mas perfecta que sea no podrá igualarlo, seguirán siendo solo una copia de estos dos chicos que se encuentra abrazándome de está manera.

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