capitulo 41

La mirada tanto del padre como de la hija, es muy brillante al oler y ver ese bonita tarta de manzana en forma de gatito sobre la mesa de la sala.

Los señores Reynolds y Aarush se sorprendió al ver la expresión de Dereck, un hombre tan frío como él también podía comportarse de esa manera.

Cómo un niño que encontró el juguete que había buscado por tanto tiempo, volvieron a entender que no podían juzgar un libró por su portada. Que hasta el hombre más frío e insensible puede cambiar por un momento ya sea por sus hijos, o algo que verdaderamente le guste.

—¿Lograste conseguirlo?—Preguntó con una sonrisa en sus labios.

Tiene el mismo olor tan delicioso de aquel tiempo en el colegio, no ha cambiado absolutamente nada, solo en la forma quizás, Laín le comento que era para un niña y por eso terminó siendo una carita de gatito.

—Sigue oliendo bien.—Su mirada se encuentra con esos ojos fuego de Laín.—Ya es tarde, ¿fuiste hasta allá?

Un leve cosquilleo fue lo que sintió Dereck, en la boca de su estómago, y no era precisamente por el hambre al oler ese aroma proveniente la tarta.

—Solo disfrutarlo.—Expresó. volviendo sus manos en un puño, de esa manera controla sus ganas de pellizcar las mejillas de Dereck.

Verlo sonreír es verdaderamente espléndido, me hace recordar la época donde éramos niños, jugando sin preocupaciones.

Si hubiese sabido esto antes, le hubiera entregado un pedazo de tarta cada día, todo para poder verlo sonreír de esta manera. Darle un motivo para ser feliz aunque sea por un momento mientras buscaba desesperadamente a los mellizos.

—¿Los niños pueden comer?—Le preguntó a los señores Reynolds.

—Ya hablamos con el Ceo Handerson.—Respondió Saimon.—Mientras sea un pedazo pequeño no les hará daño, ellos todavía siguen manteniendo una dieta.

Agares se tensó un poco puesto que estuvo a punto de comerse unas cuantas donas, se le había dicho que solo podía comer dos o solo una. Pero también suspiro con molestia al recodar que no logró comerlas todas a causa de ese tal Chuck.

Alguien que no volverá a ver al igual que ese profesor y director, tanto Dereck cómo la familia Reynolds ya se encargaron de que esas personas no vuelvan a ejercer su profesión y, mucho menos aparecer enfrente de los mellizos.

Personas que se ponen de lado de un niño o adulto sin averiguar nada, no es dignó de estar trabajando en un colegio. Eso sería perjudicial para cualquier niño y eso no podía ser tolerado.

—Abuelo, Ramiro.—Ella llamó al mayordomo.—¿Puedes partirlo?

—Sí, por supuesto.—Dejo los platos sobre la mesa y empezó apartirlo en partes iguales.

—¿Para dónde vas?

Brianna se aferró de la camisa de Laín, de teniendo el caminar del mayor. Ella no quería que él se fuera así sin decir nada. Es más, quería que se quedara con ellos.

—No creo que deba de estar aquí, mi maestro está seguro por lo tanto no requiere mi presencia...

—Quedarte.—Lo sienta junto a su padre.—Nos trajiste un rico pie de manzana.—Sonrie.—También debes de disfrutar con nosotros. ¿Verdad, Agares?—Ve a su hermano mayor, esperando que la apoyé.

—Solo si él así lo quiere.—Respondí.

—Me quedaré solo por unos minutos.—No puedo irme luego de que los mellizos me lo han sugerido, aparte desde un principio quería poder verlos disfrutar de lo que horne, saber que piensan, si les gustará.

—Gracias por ir a comprarla.

Entonces de la persona que Laín está enamorado es de papá, luego de hablar sobre el pasado de mí papá, sobre su sexualidad. Recordé ese momento en que Laín estaba al bordo de la muerte, la manera en la que veía su jefe.

Lo quería decirle, confesarle en ese momento creyendo que iba a morir, era su devoto amor por él. Esa mirada era algo mas que simple amistad.

Es por eso que también no le importó su propia seguridad todo por protegerme, él quería llevarnos con su amigo y a la persona que más quería ver feliz, ¿se debió sentir mal ver sufrir a mi papá todo los días por nosotros dos?

¿Cómo es que papá no es consciente de los sentimientos de Laín? Bueno. Tampoco lo hubiera sospechado si no fuera por los recuerdos que vi en ese instante. Laín es muy bueno ocultando sus sentimientos, a menos que te le quedes mirando mientras mira a mi papá, no te darías cuenta de esa mirada al ver la sonrisa de su mejor amigo.

¿Cuánto tiempo llevará enamorado de mí papá? ¿Desde que son niños? ¿Por qué no ha confesado todavía todo eso que lleva sintiendo? Porqué es imposible que no sepa de la sexualidad de mi papá, ¿entonces por qué? ¿Por qué tener miedo?

¿Es tan idiota que no puede ver lo que tiene enfrente? Es alto, fornido, habilidoso, pero demasiado lento para leer a su jefe. No sé si es porque estuve analizando su comportamiento luego de saber sobre la sexualidad de mi papá, que también he empezado a sospechar que a él también le atrae Laín.

Esa manera de mi padre cuando habla de su amigo desde un principio no me pareció normal, ¿por qué? Bueno, su voz suele volverse muy suave y su mirada se torna brillosa, justo como en este instante. Si eso no es atracción por parte de ambos, no sé que demonios es. Oh tal vez solo estoy malentendido todo, tampoco es que se experto en ese tema cuando nunca he tenido alguien que me guste.

—No tienes que agradecerme.

Hablaré con Dereck luego de que los mellizos se vayan a dormir, tengo que mostrarle todo lo que encontró ciervo. ¿Cómo va a reaccionar?

—¡Wao!—Exclaman todos.

—¡¿En serio existe una tarta de manzana como está?!—Preguntan los señores Reynolds.

Ellos no tenía pensado comer nada de dulces antes de ir a dormir, pero al igual que Dereck y Brianna el espléndido olor y la forma de la tarta les provocó curiosidad de que sabor tendría, es por eso que quisieron probarla solo para llevarse tal sorpresa.

—¡Se me deshace en la boca como un rico caramelo!—Expuso Brianna.—La textura es suave, no es tan dulce pero eso no lo hace menos deliciosa...me encanta.—Sonríe.

Brianna cada vez que degustaba un pedacito de tarta, hacia una expresión de estar provocando los más ricos manjares de los dioses.

—Creo que no es para tanto.—Comentó Laín, ocultado su vergüenza por los repetidos elogios.—Solo es una simple tarta.

No tiene nada especial como para que hagan esos comentarios o pongan esas expresiones, para mí es simplemente manzana y masa nada mas eso.

—He probado muchos postres realizados por grandes chefs.—Declara la señora Cassandra.—Sin embargo, este me ha dejado muy sorprendida. No sé si las manos de esa persona son mágicas o tiene algun ingrediente secreto, pero simplemente se lució creado esto.

—Se lo diré a esa persona la próxima vez.

Es mejor cambiar de tema antes de que sus comentarios inesperados me delaten, de igual manera sigo sin entender porque dicen algo como eso. Cuándo Dereck lo dice lo puedo entender porqué él es un maniático que le encanta la tarta de manzanas.

—¿No te gusta hermano mayor?—Preguntó Brianna.

—No es eso, está muy buena de eso no hay duda. Sin embargo, prefiero las donas.—Mira a Laín.—No estoy menospreciando tu esfuerzo de ir a comprar algo así, no...solo que...

—Yo también prefiero las donas antes que cualquier otro postre.—Estuvo de acuerdo con Agares.—No te esfuerces a comer algo que no te gusta, está bien con solo lo hayas probado.—Eso es mas que suficiente para mí.

—¿Entonces no se lo van a comer?—Pregunta padre e hija mirando los platos de Agares y Laín. Al parecer ambos le habían estado echando el ojo, esperando que lo dejarán para poder degustarlo.

Los señores Reynolds y Aarush cubrieron su sonrisa con la palma de sus manos, era muy gracioso ver a esos dos con la mirada brillante esperado que les entreguen el plato con tarta. No cabía duda que padre e hija son tan parecido con respecto a los gustos.

—¿Está bien si Brianna come un pedazo más?—Preguntó, Agares.

—Solo por hoy creó que estará bien.—Expresa Casandra.

—Aquí tienes.—Verla así de feliz es agradable, quiero que sonría así todo el tiempo.

Laín también entregó su porción a Dereck, al igual que Agares el también disfrutaba y se sentía lleno con solo ver comer a su jefe.

Después de una día con momentos desagradables, vino una noche con pequeños momentos gratos disfrutando en familia y conocidos.

—Señores.—Ramiro el mayordomo, busca obtener la atención de los presentes.—La familia Roosevelt y la familia Mansell están por entrar.—Comunicó.

—¿No tiene ningún problema, verdad?

—No hay problema, está es su casa señora Reynolds. Puede recibir a quien guste, no es necesario que me pregunte.

—Los tíos vienen, pero no le dejamos nada.—Expresó nerviosa una pequeña Brianna, con sus mejillas abultadas como las de un conejito blanco.

—¿Qué no nos dejaron?—Preguntó una sonriente Claudia y Roberta.

Agares se encontró con la mirada de Ryu mientras buscaba a Elisha, sin embargo, no vio a ese adolescente de ojos azules por nigún lado.

—Buenas noches.—Los señores Ronald Roosevelt y Nahir Mansell saludaron respetuosamente en dirección a Dereck. El último nombrado solo asintió con la cabeza.

—Huele muy bien.—Claudia pellizca las mejillas de Brianna.—¿Qué estás ocultado aquí?—Sonríe.

Es tan linda como se sonroja y trata de ocultar sus abultadas mejillas, debe de ser algo delicioso lo que degustaron porque el olor se encuentra impregnado en el aire.

—Hubiéramos llegado un poco antes y estaríamos disfrutado de ese olor delicioso impregnando en el aire.—Comento Roberta olfateando sin importarle su apariencia.

—Tienen suerte, tías.—Hablo Aarush.—Pueden probarlo en este momento.—Les entrega su plato con su poción.—Lo estaba guardando para Brianna, pero creó que a ella no le importaría si se lo entrego a las tías.

—No me importaría.—También quería que las dos tías, probaran un poco de la tarta de manzana.

—¡Princesa!

Brianna fue abrazada por las dos, ellas se olvidaron por completo sobre la existencia de Dereck. Pero, sus esposos no, quienes se encuentra sudando frío y rezando para que ese hombre de ojos rojos no explote.

Mas no sabía que Dereck lejos de estar celoso por esas muestras de afecto a su hija, está alegre el saber que por unos cuantos días antes de llegar él, los mellizos tenían personas buenas al rededor de ellos.

—¿Dónde está Elisha?

Aarush preguntó lo que Agares también estaba por preguntar, tanto él como Ryu se habían dando cuenta que el chico de bonitos ojos rojizos quería saber del porqué la ausencia de Elisha.

—Comentó que tenía algo que hacer por eso no podía venir con nosotros.—Respondieron sus inquietudes los señores Roosevelt.

—Tal vez venga otro rato.—Expresó Roberta, volviendo a poner toda a su atención en la conversación que tenía con los adultos.

De un momento a otro todos se relajaron frente a Dereck, empezaron hablar sobre negocios como las familias trabajadoras que son, mientas los adolescentes también se encuentra en su propio mundo.

—¿Por qué quieres saber sobre Elisha?

—¿Por qué no puedo preguntar sobre él?—Aarush respondió con otra pregunta.

—Porque nunca te ha importado sí a parecía, o no cuándo nos reunimos y él no llegaba.—Contestó Ryu.

—Elisha siempre envía un mensaje en ese entonces.

‹No sé si estos chicos se quieren, o se odian por la manera en la que se hablan, se miran. Su temperamento es igual por lo que chocan en vez de ser lo contrario. Solo es su manera de mostrarse afecto, ¿quizás?› Pensó Agares.

—¿Tienes sueño?

Agares notó que su hermanita ha estado bostezando desde hace un buen rato. Todavía no habían tenido tiempo de hablar a solas, sobre lo que les contó su papá.

—Sí.—Me siento cansada, quizás todo se debe a lo que ha pasado este día.

De como Agares quedó envuelto en ese problema, papá contándonos su pasado. Lo que sufrió mientras nos buscaba mientras nosotros lo maldecimos, guardamos rencor contra él.

Cuándo los únicos culpables son esa mujer y ese viejo progenitor de mi papá, no lo reconozco como abuelo y nunca lo haré después de todo lo que le hizo a papá.

—Con permiso.—Se levantó para ir donde Brianna.—¿Quieres ir a dormir?

—Sí.—Tambien se pone de pie.

—Despedirte de ellos antes de irte a dormir.

—Me disculpo por no quedarme más tiempo, pero tengo mucho sueño. Buenas noches.—Fue a besar la mejilla de su padre y Laín, también abrazó a los señores Reynolds.—Descansé mamá, papá.

—Tu también descansa mucho.—Besan la frente de la pequeña.

Sus amigos amigos solo veían con una sonrisa a los señores Reynolds, por fin se les había cumplido el deseó de ser llamados padres un vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top