capitulo 32
Recuerdos...
Agares se quedó ahí de pie, perplejo, mirado y procesado lo sucedido frente a sus ojos como un simple espectador. Ya no trataba de ayudar. Entendió que no podría hacer nada por más que lo quisiera, que solo le toca mirar con frustración e impotencia de como las personas que trataron de ayudar al Agares, original. Son lastimadas de tal manera.
Se está empezando a dar cuenta que alguien se estaba o se enseñó a más no poder con Agares y no la vida como él creía. De igual manera, seguía siendo una mierda total.
Dolía, todo era tan doloroso de presenciar. Su pecho se estruja cada vez más. Él tenía miedo que en algún momento todos esos recuerdos se vuelvan suyos. Y no solo los recuerdos de el Agares de la historia original.
‹¿Dónde se supone que vaya? ¿Por qué no querían que la familia se reuniera? Es tan malditamente injusto, y todavía tuvo que morir sin poder llamar papá a su padre› Se pregunta y piensa al instante en que se agachá.
Ocultó su rostro en sus rodillas, no quería dejar ver su expresión. Desde la distancia, su figura se veía tan pequeña, decaída.
Lo único bueno de todo eso es que había descartado la idea de un posible traidor, aunque se sintió mal por ver pensado de esa manera.
—Él no vendrá ayudarnos.—Comentó.
Él terminó por quedar a la altura del otro Agares, apoyado su rostro en su mano mientras veía esa figura transparente como la de un fantasma.
—¿Volvistes?—Preguntó sin mirarlo.—O, ¿solo corriste sin mirar atrás? No estoy tratando de reclamar, no, yo también hubiera hecho lo mismo. Mi hermana Berenice, por ella haría cualquier cosa.
—Si lo hice.—Respondió con pesar.—Volvi, pero ya no estaba.
—¿Esperaste por el como te lo prometieron?
—Sí, me sentí herido en ese momento por ver confiando en él. "No debí hacerlo" me reclamé en varías veces.—Sonríe con tristeza.—Sin embargo, no lo culpes como yo, lo hice por tanto tiempo.—Su voz poco a poco se fue tornado algo rota, triste.
—No pensaba hacerlo.—Responde con un nudo en su garganta al momento en que vio la apariencia de Agares, original.—¡¿Por qué te vez así?!
Sentí que mi cuerpo era martillado, ese hermoso rostro se encuentra rayado como si hubiera sido hecho con una delgada rama de algún árbol.
—Oh, esto.—Mira sus manos raspadas y rodillas lastimadas.—Solo me caí mientras corría.—Sonríe, pero era una sonrisa rota.
Se dejá caer en el suelo, mirando el cielo azul. Sin embargo, para él siempre se encuentra negro, en sus ojos rojos solo existía la noche. Nunca había visto un cielo despejado, bueno, lo hizo solo una vez atraves de unos ojos azules.
—Fui por ayuda, pero nadie me creyó. Ni siquiera la policía y cuando volví aquí...todo lo que vi desapareció sin dejar rastro. ¿Cómo pueden limpiar todo sin dejar rastro?; Me pregunté en ese momento. Creí que estába enloqueciendo acausa del estrés vivido en ese lugar.
En ocasiones habla monótono y en otras con desprecio, enojó, rencor. Había demasiadas emociones en su débil y muy rota voz.
—Por eso, en su momento creí que el conocerlo solo fue una ilusión mía, una ilusión con la cual tome fuerza para poder huir junto a mi hermanita de ese infierno.
De repente el escenario cambio, ya no estaban en ese lugar dónde Laín fue atravesado con una bala, ni siendo trasladado a un hospital, no. Ahora se encuentra en el lugar donde Agares original, conoció a Laín.
—Pero, aún así, lo seguí esperando día tras día.—Apretó sus puños.
Las calles concurridas y en un lugar lejano los mellizos a la espera de poder reunirse con Laín, pero por más que esperaban hasta el anochecer, nadie apareció.
—Tenia que volver a ver su rostro y reclamarle, golpearlo por haberle dado falsas esperanzas a un niño carente de absolutamente todo.—Gotas de agua recorren sus mejillas.—No llegó, por más que esperé junto a mi hermana Bri...no llego.
Agares espectador solo mordía sus labios con enojó, era tan desesperante ver al Agares original, tan roto, frágil. Con el mínimo toque se rompería, aunque en realidad era demasiado fuerte para la edad que tenía en ese instante.
—¿Te enteraste por qué no llegó?—Aunque la respuesta es obvia.—¿Murió?
Lían queda descartado con respecto ser el traidor, él no es quien terminará lastimando a papá. Uno menos tachado de esa larga lista...debo de disculparme por ver duda de él.
—No.—Mira hacía la distancia con melancolía.—En ese momento no, lo mejor que puede hacer fue olvidarme de su existencia.—Su mirada se volvió oscura.—En mi vida no había lugar para mentirosos.
Dijo eso pero no cabía duda que le había dolido, esa fue la mejor solución que puedo encontrar para descartar la idea de que cabía la posibilidad de que Laín podría estar muerto y por eso nunca volvió a parecer.
—¿Entonces por qué me dices que no lo culpe?
Debió ser difícil para Agares el pensar de esa manera, solo así podría seguir y no darse por vencido que algún día podría huir de ese lugar.
—Porque me enteré de eso ya al final.—Mira directamente a su otro yo.—Cuando morí, seguí viendo todo como si de una película se tratará.
‹¡Qué crueldad! ¿Qué querían o qué ganaban mostrándole como cada uno de sus seres queridos iba yéndose uno ppr uno?› Pensó y se preguntó, Agares espectador con una mirada oscura.
—Vi todo lo que Laín hizo y sacrificio por las personas que quería.—Le da la espalda a su otro yo.— Demasiado lealtad, ¿no?—Mas que lealtad, fue amor...su amor incondicional hacía papá lo terminó matando.
Nuevamente cambio el escenario, ahora se encuentra en una habitación de hospital y en la camilla de cuidados intensivos se encontraba Laín, en coma y respirando artificialmente.
Ambos Agares arrugaron su cara con sofocación al momento de verlo, tan lamentable, con la posibilidad de que nunca vuelva abrir sus ojos. Si le llegaban a quitar la reparación artificial, era darlo por muerto a menos que surgiera un milagro y logra responder sin ese respirador.
Dereck no se dió por vencido y mucho menos iba a dar por muerto a Laín, hizo de todo hasta atraer los mejores médicos del mundo para que le dieran un nuevo diagnóstico.
—Él quedó así.—Aprieta sus puños.—Gravemente herido más muerto que vivo, por eso no cumplió su promesa.
Agares original acaricia el cabello despeinado azabache de su padre, Dereck se encontraba dormido, pero aun así se podía ver el enrojecimiento de sus ojos.
No hubo ni un momento en que se alejará de él, tenía miedo que su mejor amigo lo volviera a dejar sin decirle nada como la última vez, solo que, está vez para siempre.
Eso tampoco fue una excusa o impedimento para que Dereck, dejará de buscar a sus dos pequeños. Dándole órdenes específicas a toda la organización que investigarán el número específico de mellizos o gemelos nacidos los últimos 12 años, todo aquel que cumpliera los requisitos que fueran llevados o que tomarán un cabello para poder realizar una prueba de ADN.
—Papá casi se vuelve loco al ver a su mejor amigo en ese estado, más con la búsqueda intensiva de sus dos pequeños polluelos. Le pasó factura gravemente ya que no se alimentaba correctamente.—Abraza la espalda de su padre.—Lo puedes ver sanó, pero si no va al hospital para tratarse esa úlcera drástica estará en serios problemas.
—¿Sí Laín está vivo significa que no murió, pero perdió sus recuerdos?—¿En verdad fue un milagro?
No importa si esto en la vida real se consideraría un cliché, de esa manera se agrega más drama y Agares no podría reunirse con su familia. No importa si es eso, lo único que importa es que Laín logró sobrevivir.
—Sí.—Asintió.—Fue lo mejor que le pudo haber pasado así me haya olvidado.—Se acuesta junto a Laín.
—¿Por qué dices algo como eso?—Tengo un mal presentimiento.
—Porque es lo único que lo mantiene con vida en tu ahora presente...por el momento.—Confesó.—Si no recuerda nada eso lo vuelve inútil y no una amenaza.—Sus ojos rojos se tiñeron de oscuridad.—Nuestro linaje está maldito, Agares.—Mira ese techo blanco de la habitación.—En serio estamos malditos.
—¿Qué?—Mi voz salió ahogada por tal mala noticia.—¡Ya basta de acertijos y dime quién amenaza la vida de tus seres queridos!—Vocifero cansado.—Deja los malditos acertijos!
Sé que no debería estar desahogado mis frustraciones con Agares original. Sin embargo, si no encuentro una respuesta, ¿cómo se supone que logré hacer algo si camino a ciegas? ¿Qué es eso de estar malditos? ¿Lo dice de manera literal o por todo lo que vivió?
—Te entiendo.—Expresó.—Pero, no puedo decir todo de golpe...yo también tengo mis restricciones.—Baja su mirada.
No mentía, lo poco que le puede decir o enseñar a su otro yo, se debe a que con el tiempo lo va recordado porque en su momento también olvidó quien era.
—Créeme que si pudiera, te lo hubiera dicho todo desde el momento en que te mostré por primera vez esos recuerdos.
—¿Cómo que restricciones?—Se desconcertó.
—Sí...—Calla por unos segundos.
¿Cómo decirle que cada vez que le muestro algo es porque logró salir del radar de esa persona? Si llegase a enterarse de esto cabe la posibilidad de que lo destruya toda una vez más.
—¿Dime por lo menos quién es la mujer que nos dió a luz...?—Mi cuerpo se tensó al ver esa mirada sanguinaria en Agares original. Odiaba a esa mujer.
—Esa mujer es la principal culpable de todo lo sucedido, ni siquiera se quién por su habilidad de convertirse en otra persona cuando están a punto de atraparla.—Sus nudillos crearon un ruido sordo.—¡¡Fue ella quién me dió como sacrificio a esa persona!!—Exclamó.
Agares no quería decirle eso todavía a su otro yo, no quería ponerlo más tenso o con más problemas que tenie por resolver. No podía permitir que esa persona diera cuenta que Agares actual sea conceder de lo que sucedió en la línea original.
—¿S-Sacrificio?
—Sí, ella...—Se levantó bruscamente de la camilla.—Tienes que irte.—Mira a todos lados.—Advertirle a nuestro padre, él jamás dudará de nuestra palabra.
No debí olvidarme del tiempo que puesto estar fuera de su visión, tengo que enviar lejos a mi otro yo antes de que sea notado.
—¿Por qué te vez tan asustado?—Su rostro se volvió todavía más pálido.—¿Es como si alguien podría aparecer en cualquier momento?—¿Agares no es lo una proyección de los recuerdos de la línea original?
—Porqué así es.—Sus hombros de un momento atro empezaron a temblar.—Ese robas donas...es un idiota, darle un puñetazo de mi parte cuando lo veas.
—¿Qué?...
—Protege esto a toda costa.—Señala el corazón de su otro yo—Fuimos raptados precisamente por nuestro corazón.—Confesó.
Cómo le digo que mi alma fue recuperada del mismísimo infierno por mi papá y Brianna, enviándome a otro mundo a pesar de romperles el corazón el no verme nunca más...sin embargo, mi alma que fue borrada para no ser encontrada volvió a ser visible y traído una vez más a este mundo. ¿Cómo le digo eso sin que se vuelva loco?
Todavía no es tiempo para confesarle esa dura verdad, lo bueno es que ya evitamos que papá, hiciera ese trato para poder encontrarnos.
—¿Que no me estás diciendo?—Siento que me está ocultado algo importante.
—Cuida de papá y nuestra hermana...tú no eres el mayo, Brianna fue quién nació primero.—Deja caer sus manos sobre los hombros de su otro yo.—Agares...yo soy tú, y tú eres yo...
Agares fue sacado de los recuerdos antes de que pudiera escuchar esa última declaración, que lo hubieran dejado en shock más de lo que está.
—¿Joven maestro?—Esos ojos como el fuego se encuentra con los ojos rojos.—¿Se encuentra bien?—Su voz deja al descubierto su preocupación.—¿Necesita algo?
Me sorprendió verlo venir hacía, poner su pequeña mano sobre mi brazo sin decir absolutamente nada por unos largos cinco minutos.
—Laín.
No es momento de pensar en lo esos recuerdos, los acomodare hoy por la noche con las respuestas que nos darás papá. En este instante lo más importante es lo que tengo enfrente.
—¿Sí?
—Te perdonó por verme olvidado.—Aprieta sus puños.—Te perdonó por no haber llegado por nosotros como prometistes.
Agares no quería que sus preciosos ojos se tornaran vidriosos, pero fue inevitable. Ese nudo en su garganta al recodar verlo en esa cama provocó nuevamente frustración e impotencia.
—¿Qué?—Tanto Laín como Dereck se sorprendieron al escuchar eso.
—¿Qué significa eso?—Preguntó Dereck.—¿Ya conocías a Laín?—Dejo ver Agares para mirar a Laín.
—No te enojes con él.—Sostiene la mano de su padre y la de Laín.—Yo no lo estoy...creí que había muerto por eso me sorprendió el verlo.—Mintió un poco.—Para protegerme uso su cuerpo como escudo.
—¡Nunca hubiera roto mi promesa y más sí sabía que era el hijo de mi jefe!—Sintió un agudo dolor de cabeza.
¿Cómo es posible que haya olvidado algo tan importante? Por mi ineptitud, Dereck perdió la oportunidad de encontrar a su dos pequeños mucho antes.
—No te estés culpando.—Dejo caer su mano libre sobre el hombro de Laín.
—Sin embargo, te fallé una vez más.—Sus miradas se encuentra.—No merezco mirarte a lo ojos.—Baja su mirada.
—Soy consiente de que no eres ese tipo de persona, confío en ti y lo sabes.—Agrega un poco de presión en su agarré en el hombro del contrario.—¿Agares cuando fue eso?—Preguntó con preocupación y nerviosismo.
—Conocí a Laín dos meses antes de nuestro cumpleaños.
—¿Era él a quien te refiera que nos sacaría de ese lugar?—Cuestiono Brianna.—¿Por qué no vino lo estuvimos esperando cada día por tres largas semanas?
—Yo...—Sostiene su cabeza.
Maldición, ¿por qué en este instante tiene que dolerme la cabeza? Siento que están abriendo un agujero enorme en mi cráneo.
—Laín...en ese entonces se encontraba luchado por su vida.—Expresó Dereck con impotencia al recodar esos días dónde no había un amanecer para él.—Paso así por un largo mes y medio.
Cómo siempre lo creí, ese ataque no fue una coincidencia y mucho menos fue una advertencia dirigida a mí por el enorme aprecio que le tengo a Laín. Fue un acto de silenciarlo de esa manera no habría forma de que me dijera sobre los mellizos.
—Cuando despertó no recordaba el porque se encontraba en hospital cuando tenía que reunirse, pero no sabía exactamente con quién.
En aquel Entonces lo quería decirme con tanta desesperación era eso, que había encontrado a mi dos pequeños. Su condición termino así de grave por proteger a mi pequeño Agares, estoy agradecido.
Sin embargo, hay una presión en mi pecho que es desagradable al darme cuenta que, Laín podría terminar muriendo por su lealtad y su cariño hacia su mejor amigo que sería yo.
—¿Sigues sin recordar?—Pregunte, eso sigue siendo una ventaja para nosotros o una bendición.
—Lo lamento.—No se atreve a mirar a los mellizos.
—No es que haya querido que fuera asi..—Brianna sostiene la otra mano de Laín.—Lo recuerde o no, estoy agradecida con usted. Por salvar a mi hermano mayor, por ver intentado rescatarnos de ese lugar y llévanos con papá.—Sonríe ampliamente.—Muchas gracias.
—Princesa...—Antes de darse cuenta ya se había llamado de esa forma.
—Papá, ¿todas las personas a tu alrededor son así de cálidas?—Preguntó.—¿Así de gentiles?
—Tal vez sea solo él, los demás son buenas personas. Sin embargo, Laín es algo especial de ahí su comportamiento.—Aunque la mayor parte del tiempo anda inexpresivo.—Como ya dije, él y yo nos conocemos desde la infancia.
—Seguiremos hablo de esto después, por la noche.—Mira la hora en su reloj.—Es momento de irnos al colegio.—Comunicó Dereck.—¿No irán a despedirse de los señores Reynolds?
—Sí.—Responde al unísono.—Volveremos en un momento.—Entraron al interior de la mansión.
—Al parecer había más de una rata en la organización.—Hablo entredientes con una expresión negra.—No podemos decirle a nadie por el momento sobre la existencia de los mellizos.—No hasta qué de deshaga de las amenazas.
—¿Qué hay de Brandon?—Sus manos se volvieron un puño.—Él es su amante creo que tiene el derecho de saber sobre ésto, le ayudado a...
—¿Qué es mi qué?—Su mirada muestra confusión.
—¿Amante?—Decir eso es acuchillar su corazón.
—¡Qué, no!
¿De dónde viene eso? Lo que sucede y hay entre Brandon y yo, no llevá ese título de amantes. Él está muy consiente de eso.
—Eso no es lo importante en estos momentos, confío en Brandon, pero por el momento no podemos decirle nada. No sabemos si los celulares o la propiedad se encuentra intervenida. Es mejor que vayas y hables directamente con ciervo.
—No puedo dejarte solo y desprotegido a ti y a los mellizos.—Solo irás a darles órdenes estrictas de que busque cualquier cosa que pueda estar monitoreando nuestros movimientos, luego te vas a buscar y traer a todos esos bastados.
—¿Los llevó a ese lugar dónde salíamos escondernos de nuestras familias?—Es un lugar perfecto para torturar.—¿No le lo comentaste a nadie?—Me dolería si lo hiciste, era nuestro secreto.
—No lo hice.—Sonríe un poco.
Dereck había guardado esos recuerdos y su mente estába tan ocupada que no tenía el tiempo para recordar esos traviesos momentos.
—Ya no somos niños, pero sigue siendo un lugar solo para los dos. ¿Está bien mancharlo con esos seres desagradables?—Les haré pagar todo el sufrimiento causado a mis pequeños.
—No hay lugar más adecuado que ese.—Sus ojos se volvieron oscuros.—Regresare antes de que vuelvas del colegio de dejar a los niños.—Abre la puerta del auto.
—...Laín...
Dereck se estremecio con el repentino movimiento de su mejor amigo, siendo abrazado de esa manera muy diferente a las otras ocasiones.
—Ten cuidado, proteger a los pequeños y también a ti mismo.
Dicho eso subió al auto, tenía que ir a cumplir esas órdenes aunque no lo quisiera. Sin embargo, era algo crucial para el bienestar de la familia recién reunida.
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