Cosas en mal estado se encuentra tiradas por todo el piso, alguien había echó una tremenda rabieta al parecer. Desquitó su furia con los floreros y todo tipo de cosas que pudieran ser quebradas al momento de impactarse con el suelo.

Ha estado destruyendo cosas desde hace un día, las personas a su alrededor tuvieron que abstenerse de hacer un ruido o terminaría golpeados por algún objeto que llega a la mano de su señora.

—¿Hasta cuándo vas a seguir haciendo eso?—Preguntó con cansancio.—Te vas a lastimar si sigues así.—Froto su rostro.

—¡¿No estás enojado?!—Dejo caer otro florero.—¡¿No escuchaste lo que dijo el guardaespaldas de nuestra pequeña princesa?!—Su rostro se distorsiona al recordar sus palabras.

Y fue castigado por ello, el guardaespaldas en este momento se encuentra siendo golpeado. Es imperdonable el que haya permitido, que Bianca cayera al suelo. Imperdible que su cuerpecito haya tocado el sucio suelo llenó de gérmenes y otras cosas.

—Claro que lo estoy.—Manrique si que era un hombre que no se deja cegar por el enojo, así lo estuviera.

Él sabía que no era bueno dejarse llevar, eso no traería nada bueno. Ya que, enojado podría decir muchas cosas de las cuales más adelante se podría arrepentir.

—Sin embargo, Bianca ya nos aclaro que fue un accidente.

Ella acepto que tomo las manos de Agares, lo que no sabía es que, él niño tiene su mano lastimada. Fue algo que comentó el señor Saimon Reynolds. Entonces, mover sus manos bruscamente fue una reacción normal si le dolía.

Sin embargo, Michelle no puede entender algo tan simple como eso. Sí, aceptó que sobré protegemos a Bianca, pero mi esposa está llevando eso más allá de los límites.

—¡No me fío de ese niño!—Exclamó.—De seguro hizo eso solo para tener la atención de los de más jovenes maestro.

Sí, eso fue. De seguro mi princesa estaba robándose el foco de atención y él no podía permitir eso. Tenía que llamar la atención de esa manera exagerada como en el centro comercial. De seguro quiere que uno de esos jóvenes maestros, se quede con su hermana.

—¡Te estás escuchando por Dios!—No podía creer lo irracionales que está haciendo su esposa.—Solo es un niño. ¡Un niño!—No quería gritarle, pero quizás era la única manera para que lo entienda.—¿Que te he dicho sobre juzgar a un niño?

—¡No te entiendo, cariño!—Sus ojos se cristalizan.—¿Por qué te pones de su lado?—Se aferra del cuello de la camisa de manrique.—¿Has olvidado la condición de Bianca?—sacude a su esposo.—Ella es débil desde que nació, su cuerpo no debe de tocar descuidadamente el suelo o cualquier comida que no sea preparada en casa.

—Nunca me olvidó de ello, ni por un momento.—Abraza a Michelle.—Pero, debes entender que fue algo sin querer.—Besa la coronilla de su esposa.—Solo mirarla, ella se encuentra. No ha tenido ninguna de caída, quizás el salir más con ello, disfrutar de pequeñas cosas, le ayude mejorar su salud.

—¡¿Cómo puedes decir eso?!—Se aferra con fuerza de la espalda de Manrique.—¿Dices que está bien que la empujen y la tiren al suelo?

—¡Claro que no!—Se le veía cansado que su esposa, no entendiera lo que quería decirle.

Ella está demasiado estresada, no puedo gritarle tampoco quiero hacerlo. Cuando pase todo esto, estoy seguro que va entender lo que quiero decir.

—Tengo pensado en decirles sobre la condición de nuestra princesa.—Sus ojos brillan con oscuridad.

—¡Hablas en serio!—Manrique no podía creerlo.—No es necesario que hables sobre la condición de nuestra hija.—No quería que la vean o la traten bien solo por lastima.

—Es la única manera para que no vuelvan a tener un comportamiento como ese. No les diré todo, solo hablaré sutilmente de algunas cosas. ¿Sí?

—¿Si se entera Bianca?—Ella no querría algo como eso.

—Yo hablaré con ella.

Debí pisarle ambas manos ese día, de esa manera no se hubiera atrevido a empujar a mi princesa. Siempre que está presente, a Bianca le suceden cosas malas. Esos ojos rojos son tan feos.

Mientras, Michelle pensaba cosas feas de Agares. Él se encuentra alegre, sin saber y mucho menos e imaginarse sobre lo que está pensado Michelle, sobre él.

Los mellizos se sentía con exceso de felicidad, como si en cualquier momento sus pies dejarían de tocar tierra y terminarían flotando en el aire. Sin embargo, sabían que su papá, no permitiría eso. Los seguirá sosteniendo de las manos para evitar perderlos de vista.

Tenían planeado caminar hasta el colegio, quieren tener más tiempo con Dereck. Conocerse un poco más, sus gustos y disgustos. Al que no les agradó del todo a los tres adolescentes, ya que por el momento ellos tres serían excluidos de esa caminata, en familia. Bueno, aún no les han dicho.

Pero, es muy obvio que no reaccionaran de la mejor manera. No querrán perderse una caminata. Junto a los mellizos, esas dos personitas a las cuales quieren proteger de todo peligro y mal que los esté acechando.

Les guste o no tendrán que aceptarlo, que se irán por su cuenta, reuniéndose en el colegio o seguirlos desde una distancia lo suficientemente adecuada para no ser captados.

—¿Están listos?—Pregunté, levantado a cada uno del suelo, eran tan ligeros y pequeños que podía sostenerlos en mis brazos.

Para tener 11 años seguían pareciendo de 8 o nueve años. Su crecimiento fue interrumpido por falta de buena alimentación y maltratados ejercicios por esas aberraciones, pronto pagarán todo con creces.

Por el momento solo tengo que enfocarme en mis preciosos y pequeños polluelos, darles los nutrientes necesarios para que su crecimiento vuelva a desarrollarse cómo es debió.

—Sí. Ya estamos listos.—Sonríen.

Brianna y yo somos, demasiado pequeños o nuestro papá es demasiado grande, es un tanto humillante el hecho de ser sostenido por un solo brazo. Aunque, no es un solo brazo, esto parece un gran tronco.

—¿Llevas otra ropa?—Cuestionó Brianna.—También hueles diferente.—¿Salió sin decirnos?

—Mi amigo y guardaespaldas fue por algo de ropa a la tienda más cercana y al mismo tiempo creyó que era necesario el oler bien.—Ella es muy perspicaz.

Hablado de eso, ayer no le presté atención a esa persona. Es lógico ya que, estaba lo suficientemente aturdido con el reencuentro tan esperado con nuestro papá.

—¿Sabe tus gustos y talla?—Agares también cuestionó a su papá.—¿Qué tanto confías en él?

Tenía que empezar a observar y analizar las expresiones de cada persona que se acerque a papá. ¿Esa persona será la misma del centro comercial? ¿Cuántas personas trabajan para papá? Si su sobrenombre es Cancerbero, eso significaría que, ¿su trabajo no es del todo legal?

—No le digan esto cuando se los presente, será un secreto entre los tres, ¿sí?

—¿Un secreto?—Brianna se emociona.—Me gusta como suena, tendremos algo que nos pertenezca a los tres. ¿Qué te parece hermano mayor?

—Estoy ansioso por escuchar ese secreto.

Sí, muy ansioso. Con base en lo que diga papá, podré saber si de verdad esa persona es de confianza y no alguien que terminará por apuñalar por la espalda a nuestro padre.

—En su momento él fue mi mano derecha, compartimos casi todo el tiempo juntos; sin embargo, por cosas del destino, él terminó por marcharse.

Hasta el día de ahora sigo sin entender el por qué tomo esa decisión en ese instante, cuando me enteré de su partida corrí hacia el aeropuerto luego de que Brandon, me diera la dirección. Sin embargo, no llegué a tiempo y él ya había partido sin decir a qué país iba exactamente.

Lo busqué por varios días, tenía que romperle la cara por ver hecho eso. No obstante, me fue imposible, en ese momento no tenía tanto poder como el que tengo ahora.

Viene a saber de él, un año después, recibí su llamada, aunque primero deje que sonará más de veinte veces. Y así nos mantuvimos en contacto por un largo tiempo hasta que sucedió ese fatídico día.

Regreso al país ese mismo día por la noche con una expresión tan extraña que nunca había visto, aun después de tantos años sigo recordando su agonizante expresión al verme en el estado que me encontraba.

—Ahora, él es mi mano izquierda, confío ciegamente en ese tipo. Aunque aún no lo perdono de todo por haberse marchado sin decir adiós.

—¿Por qué pasó a ser mano izquierda si sigues confiando ciegamente en él?—¿Será el traidor?—¿Nunca le preguntaste por qué se fue?

Es extraña su partida de repente y no comunicarse por un año con papá. Tendré que verlo para asegurarme de que no es él, y descartarlo de la lista de sospechosos.

—Porqué alguien más tomo ese lugar, él también ha estado conmigo en todo momento. Y sí, le he preguntado del porqué se fue. Sin embargo, sigue poniendo una absurda excusa.

—Ya veo.

—Aarush comentó que los amigos también suelen enojarse a veces.—Expresa Brianna.—Tal vez huir en ese momento fue la mejor solución para no decir algo que terminaría rompiendo su amistad.

También leí en los libros que las personas adultas suelen ser complicadas, ya que en su vida se van agregando más cosas sin darse cuenta, eso en ocasiones se vuelve un problema.

No sé qué problema tendrían ese momento, pero hablar sinceramente es lo mejor que huir, ¿verdad? No lo entiendo del todo bien, ya que sigo sin tener a alguien a quien pueda llamar amigo o amiga.

Los chicos no cuenta, ellos serían más como mis hermanos mayores, aunque ninguno de ellos puede igualar a mi hermano mayor, Agares.

—Te toca preguntarle muy seriamente, papá.—Sugieren los mellizos.—También lo queremos conocer, ayer no logramos verlo correctamente.

Sí, eso es lo más importante aquí. De esa manera le podré advertirle a nuestro padre de manera sutil que, no confíe ciegamente en nadie.

—Bien. Se los presentaré.—Mis polluelos tienen razón, tengo que hablar seriamente con Laín. Aun así, se ponga evasivo con mis preguntas como siempre suele hacerlo.

Deje de presionarlo por sugerencia de Brandon, "Es mejor que no lo presione o terminará por cerrar toda oportunidad todavía más." Comentó en ese momento Brandon.

—¿Estás casado?—Preguntó Brianna, de la nada.

Eso tensó los músculos de Dereck, no estaba preparado para esa clase de preguntas para las cuales no tiene respuesta alguna.

—No creemos que está mal si hiciste tu vida cuando aún no estamos presentes, papá. No está mal, tampoco te vamos a juzgar o reprochar—Comenta Agares.—Solo que las madrastras dan miedo, no todas son buenas personas...

—No estoy casado.—Respodió.—No podría casarse y llevar una vida cálida mientras ustedes, dos, no estaban conmigo.—Ellos dos, todavía son unos bebés, no puedo hablar sobre mi relación con Brandon. Podría confundirlos.—Tampoco quiero que malinterpreten mis palabras, solo digo que mi vida no era vida si no podía encontrarlos, tenerlos así como estamos ahora.

Entiendo a mi papá de alguna manera, concentrarse en nuestra búsqueda y teniendo a la vez una familia con la cual pasar, solo terminaría por causarles daño inconscientemente con su poca presencia.

—Te entendemos, papá.—Frotan sus mejillas contras las del contrario.—No te preocupes.

Dereck sonríe cálidamente, no había nada más placentero que recibir los mimos de sus dos pequeños polluelos, deseando quedarse así, para siempre.

—Miren—Señalo con la mirada hacia al frente.—Ahí está mi amigo-guardaespaldas y confidente.

Laín se encontraba agachado cerca del auto, tomado un vaso de café, con una dona en su mano a punto de llegar a su boca.

—Laín, ven aquí.—Los mellizos lo analizaron de pies a cabeza, era mucho más joven y atractivo de lo que hubiera pensado.

—Laín.—Susurró inconsciente un ansioso, Agares.

Laín giro su rostro a un lado, a la dirección donde provino el estruendo de algo cayendo al suelo. Haciendo contacto visual con esos ojos rojos.

—¡¿Aaagh?!—Sostiene su cabeza.

¿Otra vez voy a recordar algo? Ver a ese hombre de espaldas, agachado. Fue como si un interruptor se disparará en mi cabeza, ¿que tiene que ver ese hombre con mis recuerdos? ¿Por qué susurre su nombre con nostalgia?

—¡Hijo!

Dereck bajo de sus brazos a Brianna, de esa manera poder sostener con más cuidado a Agares, verificar que estaba sucediendo con su pequeño hijo.

—Hermano...

Agares ignoró el llamado de las demás personas, fue directamente hacia Laín, como si estuviera hipnotizado. Tenía que agarrar la mano del mayor y así fue. Solo lo toco y los recuerdos llegaron como agujas penetrando su cabeza.

Nota.🤍

Actualizo este día, ya que, cabe la posibilidad de que no pueda mañana.

Feliz inicio de semana. 🌞✨☕

Att: Yessi.A