La profunda y a la vez juguetona mirada, se encuentra perdida en la carretera y en los árboles cubiertos de nieve. Ese color ambarino de sus ojos, se vuelven casi uno con su corto cabello lacio cobrizo. Dándole un toque más fino a su piel canela. ("Ambarino" que proviene del ámbar o que tiene el color entre amarillo y anaranjado. Es como estar viendo la sidra)

Esos exquisitos rasgos fáciles cuando maduren serán mucho mas atractivo, esos pómulos se marcarán un poco más y esa barbilla sera aún más fina. Por último, su formidable aura a su rededor será mucho más intimidante de lo que ya es.

—Aarush ¿En qué piensas?—Pregunta.

—En nada—No la voltea a ver—Solo disfrutó de la vista, madre—Apoya su mano en la ventanilla—Presiento que mi entorno está por cambiar—Con su dedo índice, da pequeños golpecitos.

Puedo sentirlo atraves del aire que golpea mi rostro, mis instintos nunca me han fallado y me están gritando que debería dar la vuelta antes de que mi pacífica vida, se convierta en un sube y baja.

—¿Lo dices por la adopción?—Aprieta sus puños, se siente mal por su hijo. Sabía que él no estaba de todo de acuerdo con esto—Dime la verdad, Aarush—Esas gemas ambarino están fijas en su hijo.—¿No quieres una hermanita?

Aarush voltea a ver al hombre con la mirada intimidante color verde, junto a su madre. Le estaba advirtiendo que no dijera nada que pudiera perturbar todavía más, a su amada esposa. Aarush solo pudo suspirar.

—No te preocupes por mi, mamá—Cruza sus brazos sobre su pecho, apoya su cabeza en el respaldo del asiento—Estoy bien—Cierra sus ojos—Solo me tomará algo tiempo el poder adaptarme, pero eso no significa que la trataré Mal, no. Ella será la princesa de la familia Reynolds, de eso no hay duda.

Ella solo sonrió feliz, apoya su cabeza en el pecho de su esposo. El señor Reynolds la abrazo dulcemente, mientras veía a su despreocupado hijo.

—Eres nuestro hijo, te amaremos siempre. No lo olvides—Le hacen saber sus padres.

—Ya lo sé—Sigue con sus ojos cerrados—No es necesario que me digan esas cursilería—Decia eso apesar de que la comisura de sus labios tenía una pequeña sonrisa.

¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar? No sé porque mi madre escogió un lugar tan remoto, para empezar, ¿Quién le dijo que existía un sitio así?

—Señores y joven Reynolds, hemos llegado.—Comento el chófer.

—Ya era hora...

Al abrir su ojos se quedó sorprendido al ver el estado del convento, parecía un lugar donde había ocurrido algún tipo de temblor y dejo en mal estado la propiedad

—¿Seguros que estamos en el lugar correcto?—Ve a sus padres—¿Alguien vive ahí? Esos techos podrían caer en cualquier momento.

—Yo también me encuentro sorprendida.

—¿Cómo fue que supiste de este lugar?—Pregunta el señor Reynolds, quién le indica al guardaespaldas que vaya a verificar el exterior.

—Me enteré por casualidad, ¿Se acuerdan las galletas que llevé hace una semana a la casa?

—Si—Asienten.

—Bueno, se las compré a una pareja de niños—Fue triste verlos así—Les pregunte si lo estaban haciendo obligados y ellos dijeron que no—Aunque por una razón no les creí—Entonces les pregunté a qué orfanato pertenecían y me dieron está dirección.

Desde ese instante me entraron ganas de venir a inspeccionar el lugar, en el proceso ver si podía adoptar a una niña y ayudar a los demás a tener un mejor alojamiento, comida. Solo no esperaba encontrarme con está situación.

—Todo está bien, maestro—Les hace saber—Adentro se encuentra la directora del convento y los del personal.

—Bien—Suspira—Vamos.

Los tres salen del auto. Aarush sigue estado alerta de su alrededor, no se le quitan las sospechas de que vaya hacer una trampa de alguien que quiera hacerles daños.

—¡Bienvenidos!—La director saluda respetuosamente—Lamento el no esperarlos a fuera, pero estaba verificando que todos los niños se encuentre en la sala, luego de desayunar.

—Lo entendemos—Expresan con compresión.

—Por aquí, por favor.

¿Desde cuándo las señoras monjas, usa tacones de aguja? ¿Cree que por andar esa vestimenta no podrían ver nada? Toda persona que sea lo suficientemente inteligente se dará cuenta.

Aparte los tacones a las mujeres las hace ver diferente de alguna manera, desde la altura a verse más rígidas y la mayoría de veces más hermosas. Les otorga una aura sexy o sensual. Y está señora que dice ser mojan, tiene un aire a teibolera.

Aarush es un chico que tiene la manía de observar minuciosamente a las personas, es una de las maneras que tiene para identificar y protegerse del peligro.

—Estos son todos los niños que cuidamos, hacemos lo que podemos—Suspira con pesar—Como ya pudieron ver, no contamos con lo necesario, pero no podemos dejar desamparados a estos pequeños, somos su único apoyó.

Será muy beneficio para nosotros si logramos obtener una buena ofrenda de está familia, por lo que puedo ver, tienen mucho dinero. Hice bien en educar a los niños más educados y vestidos que difundiera que son de un lugar como este, decadente.

—Puede interactuar con ellos, de esa manera sabrán a quien escoger—Espero que sea a Luz, ella es la niña más portada y la que puede pasarme dinero de vez en cuando.

—Bien. Les trajimos unos obsequios

La señora Reynolds, le indica al guardaespaldas y al chófer que entregen los regalos a cada niño y niña, son juguetes.

—Hola—Sonríe—Aarush...¿Aarush?—Busca a su hijo, pero este había ido a otra dirección.

Creo que lo mejor será que mis padres, sean quienes interactúen con ellos. Voy a ser afectuoso con quién sea que adopten.....

—¡¿Qué está haciendo?!—Detuvo el pasó, su mirada está fija en la pequeña que está bajando del segundo piso—¿Se caerá?—Inconciente empezó a caminar hacia esa dirección.

—Por fin toque tierra—Suspira aliviada.

Aarush iba a preguntar que sucedía pero en ese momento ella, le hablo a alguien más. Esa mirada color ambarino se quedó absorto en esos ojos rojos.

—¡Hermano!—Corre con la intención de atraparlos en sus brazos.

—¡No te acerques, te lastimarás!

"Que ningún hueso se quiebre, que todas mis extremidades terminen intactas, por favor" Súplica Agares con sus ojos bien cerrados, esperando tocar suelo.

—¡¿Uh?!

Lentamente abrí mis ojos al ver que no escuché mis huesos romperse, fue en ese preciso momento que hice contacto visual con esa mirada profunda y juguetona. Al parecer ese cabello cobrizo lo había intentado peinar hacia atrás pero algunos mechones necios caían sobre su fina frente.

No caí al suelo, fuí atrapado por este chico que quizás pronto entrara a la adolescencia. Chico de gran belleza, ¿por qué es tan guapo? Desde aquí está distancia puedo ver su perfecto cutis, mucho mejor que la de esos modelos que cuidan mucho su piel.

Es por eso que a Berenice, estába loca por los personajes ficticios, por su belleza perfecta. ¡Es que solo miren esas cejas cinceladas pobladas y largas en forma de espada! Yo era guapo antes de venir aquí, pero junto a este chico sería un calamar.

—¿Te encuentras bien?—Preguntó.

—Estoy....

—¡Niño!

Joder, ahí está de nuevo esa sensación desagradable, quiero vomitar. No quiero sentir asco pero no lo puedo evitar. Mi cuerpo no me escucha.

—Dejarlo en el suelo, por favor—Brianna jala el abrigo de Aarush—Si lo sigues sostenido, él solo se sentirá peor. Por favor—Suplica.

—Bien—Deja con cuidado en el suelo a, Agares.

¿Cómo fue que llegaron a está peligrosa situación? Todo sucedió porqué al parecer los mellizos fueron encerrados en su deteriorada habitación.

Unos minutos antes.

Tenía la esperanza de que al despertar estuviera en mi habitación, en ese lugar calientito con las mejores sábanas. Pero no, sigo en este mismo lugar andrajoso. Muriendo del frío.

No es momento de estar acostado, hoy es el día en que vendrá a esa familia prestigiosa a adoptar, solo espero que ocurra como en la novela, que se lleven a Brianna.

No importa si a mí no me llevan, ya tengo planeado que haré si no soy adoptado, usaré esa tarjeta para comprar un lugar dónde vivir hasta que pueda largarme de este mundo. Tengo la esperanza de que en su momento volveré, mientras no pierda las esperanzas, todo bien.

Esa tarjeta era negra, me sorprendió que me diera una tarjeta sin límite. ¿No vio bien quizás? No importa, ahora ya es mía.

—Bri—Le habla con cariño—Tengo que decirte algo.

—¿Que cosa?—Me gusta mucho cuando mi hermano mayor, convierte mi cabello en dos bonitas coletas.

Para poder peinarme el busco unas bolsas y se las puso como guantes, ese gestó calentó mi corazón. El siempre encuentra una manera de mostrarme afecto a su manera, y yo lo aprecio mucho.

—Hoy vendrá una familia, querrán adoptar una niña—Tengo que dejarla muy bonita, desa forma quedarán cautivados por ella.

—Agares—Tengo un desagradable pensamiento—No iré a nigún lado sin ti—Se de la vuelta—Eres mi mellizo, mi única familia—Sus ojos se cristalizan—No quiero irme sin ti.

No puede entender que el es todo lo que tengo y por lo único que sigo manteniendome en pie, en este injusto mundo donde todos deberían de dejar de existir.

—Tienes que hacerlo.

Agares limpia las lágrimas del rostro de su ahora hermanita menor, las gotas de agua se delizan por la bolsa que llevan sus manos.

—Yo también me iré de este lugar, no viviremos juntos, pero prometo visitarte. Cuando sea mayor de edad, iré por ti. Solo entonces viviremos juntos. ¿Si?

—¡No, no quiero!—Su expresión es lamentable—No quiero una familia si en el proceso te pierdo a ti, mi hermano mayor.

Me volvería loca si pierdo a Agares, mi mundo se volvería completamente negro, no abría luz que pudiera sacarme de esa oscuridad, una oscuridad que se muere por salir de mi cuerpo.

—No vas a perderme—Suspira—Como ya dije, también me iré de aquí, comprare un lugar. Solo confía en mí, ¿Si?

—¿De verdad irás por mi?

—Si. Iré por ti, lo prometo.—Levante el dedo meñique, ésto es muy vergonzoso, soy un adulto por el amor a Dios.

—Bien—Sellan la promesa—No vayas a tardar.—Sonríe.

—No lo haré.

Ambos caminan a la puerta, cuando quieren abrirla notan que está cerrada desde a fuera, que hay algo detrás de ella impidiendo abrirla.

¡Maldición! ¡¿Esos malnacidos no quieren que estemos presenté cuando lleguen esa familia?! ¿Paso esto en la novela también?

—¿Agares?

—Todo está bien.

me quite las bolsas que lleva puestas en mis manos, ya que tenía que amarrar las sábanas y así, crear una cuerda lo suficientemente grande para bajar por la ventana.

—Ven aquí—Ata de una manera segura el pequeño cuerpo de Brianna, ella es tres centímetros más pequeña que Agares.

—¡Estamos en el segundo piso!—Se asusta—¡Soy pesada, tu cuerpo no podrá soportar mi peso!

—No temas, soy fuerte—Si como no, estos brazos se romperá—Baja con cuidado, apoyarte en lo que creas que es seguro de esa manera no haré tanta fuerza.

—Entiendo—Con cuidado se pasa al otro lado de la ventana.—Te espero haya abajo—Sonreí y Agares solo asintió.

Poco a poco Agares fue sintiendo la presión, su cuerpo transpira por la fuerza excesiva que está realizando. Solo le tocó apretar sus dientes y apoyar sus pies firmemente.

¿Cuando tocará el suelo? Que lo haga rápido, no puedo soportar más, mis brazos se siente adormecidos y mis palmas raspadas cómo si me hubiera caído.

—Agares—Susurra al mismo tiempo que mueve la cuerda.—Baja—Ella se desató.

—Bien—Sube las sábanas—Alejarte unos cuantos metros, no quiero golpearte por si algo sale mal—Susurra, de esa manera no serán escuchados. Ella solo obedeció.

Amarré de la cuerda a la viga más fuerte de este lugar, tenía que resistir mi peso, aunque no tenía miedo si caí al suelo. Dolería un poco, pero no moriría y eso es lo importante, no morir.

¿Si muero volveré a mi mundo? Es una pregunta a la cual tengo que encontrarle una respuesta positiva lo antes posible, ya que en sí, mi vida depende de ello ¿quizás...?

—¡Mierda!—Se había roto.

—¡Hermano!—Corre con la intención de atraparlo en sus brazos.

—¡No te acerques, te lastimarás!—Grito desesperado.

Que ningún hueso se quiebre, que todas mis extremidades terminen intactas, por favor" Súplica Agares con sus ojos bien cerrados, esperando tocar suelo.

—¡¿Uh?!

Actualidad.

—¿Puedes mirarme?

Agares levanta su mirada, ese color rojo se había vuelto más rojo por la dificultad al respirar, siente que se ahoga, que debe de vomitar lo que se encuentra atorado en su garganta, aunque no hay nada ahí.

—Ahora cierra tus ojos—Agares obedeció, el solo quería que esa asfixia se detuviera—Despeja tu mente e imagina algo que es inolvidable y muy hermoso para ti, algo que te haga sentir feliz, pleno.

Agares se imagino a simismo y a su familia navegado en bote por todo el océano, respirado ese olor a mar. Mientras, tiene que otra discusión divertida con su hermano mayor, Berenice.

Había recordado los recuerdos que había aguardo en lo más profundo de su corazón, porque eran demasiado dolosos ya que nunca podría volver a ver a sus padres. ¿Cómo sacarlos de sus tumbas?

—Bien, lo haces bien—Debe de ser algo extraordinario para que su expresión se volviera tan relajada—Intenta respirar conmigo, al mismo tiempo. Inhalar, exhala. Haz eso por unos cuantos minutos, hasta que sientas que el ahogamiento a dejado tu cuerpo. ¿Si?—Él solo asintió.

Brianna se siente tan impotente, ella también quería ser de ayuda para su hermano, poder hacer eso mismo que hizo este extraño o Ryu.

Dos desconocidos había hecho algo que a ella no se le ocurrió hacer así, porque entrá en pánico al verlo en este estado.

—Puedes decirle algo similar, la próxima vez que se encuentre así de mal—Palmea la cabeza de Brianna.

—¡Sí!—Limpio sus lágrimas.—Gracias por ayudar a mi mellizo—Sonríe brillantemente.

—De nada...—¡¿Que son esos hematomas?!

Fría y sanguinaria se volvio la mirada de ese casi o ya adolescente, estaba tan incrédulo al ver el cuerpo lastimado de ambos niños, las evidentes heridas en sus delgados brazos.

—Gracias—Agradece—Con permiso—Tenian que llegar a tiempo a la sala—Brianna, tenemos que darnos prisa antes de que llegue esa familia.

Ambos corren dejado atrás a la persona que les ayudo, sin ponerse a pensar y mucho menos imaginarse que ese adolescente es el hijo y el heredero del Grupo petrolero S&R.

Agares no lo reconoció, tampoco es que tuviera cabeza para eso. Su ataque lo dejó aturdido y en su mente solo estaba una cosa, que tenía que llegar a esa sala donde se encuentra todos los demás chicos.