capitulo 29
El azul del cielo al igual que el de sus ojos, eran uno en estos momentos. Elisha se encuentra en el balcón de su habitación, inmenso en sus pensamientos. Pensamientos relacionados con todo lo sucedido estos últimos días.
Cuestionado sus acciones, sobre lo siguente; ¿Cuando el chico de hermosos ojos rojos y la chica de bella sonrisa vivaz, se volvieron preciados para él?
—Si soy sincero, en su momento no creí ni llegué a imaginar que ese niño, dos años menor que yo, inexpresivo, se volvería un amigo preciado para mí.—Recuerda la primera vez que lo vio, en esa terraza.
Al ser hijo único de una las familias prestigiosas del país, no siempre es bueno, tienes que mantenerte alerta siempre. Estudiar las diferentes características y expresiones fáciles de las personas. Poder leerlas para saber, cuándo miente y cuando no.
Es por eso que Aarush, Ryu y yo, somos desconfiados y sabemos los motivos ocultos de los chicos de nuestra edad, que se acercan a nosotros.
Aunque de nosotros tres, Ryu es el más extraño a veces, complicado. Aarush y yo, nunca sabemos en qué demonios está pensando cuando se sumerge en sus pensamientos, retratado esos pensamientos en la libreta que siempre anda en su bolsillo y que nunca nos ha dejado ver.
Ryu se molestó por unos minutos con Aarush, cuando se enteró de que, tenía dos hermanitos. Al parecer, sus padres también tenía planeado adoptar a los mellizos. Cada uno de ellos dos, tienen secretos con Agares, se podría decir. Algo en lo que quedé excluido yo.
No me molesta, seré paciente y esperaré que me cuente él mismo. No como ellos dos, que se enteraron por diferentes situaciones, no porque Agares se los contara de su propia boca.
Solo qué, ayer fue algo extraño con muchas cosas de por medio, después de que él despertara evitó mi mirada en todo momento. En la trayectoria de regreso a la villa, no hablo en nigún momento ¿Por qué? ¿Le hice algo inconcientemente?
Luego está eso de su verdadero padre, no puedo decir que sean mentiras cuando ese hombre, es tan parecido a Agares. Sin embargo, cuando veo a ese hombre no logró ver lo que veo, cuando mis ojos se encuentra con los de Agares.
Cuando mis tíos hablaron sobre dos niños que había adoptado, no le preste tanta atención y solo creí que estaban haciendo otra de sus obras de caridad. Ni cuando Aarush alardeo de lo bonitos que eran, no le creí.
"Él solo quiere presumir que tiene hermanos menores." Pensé en ese momento, queriendo darle un buen manotazo para que se callara.
No iba a ir a conocerlos, no quería y tampoco me sentía bien ese día. Solo quería quedarme en casa, queriendo pulir mis ceras habilidades en dibujar.
Sin embargo, mis padres me advirtieron que sino los acompañaba, me quitaría lo que más me gusta, no quedó de otra que ir. Solo para ser recibido por un golpe de una fruta mordida.
Tenía toda las intenciones del mundo de maldecir al culpa de eso, no obstante. Al instante en que nuestras miradas conectaron, me paralice por completo.
Las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta, luego de unos minutos logré decir algo y fue sobre su mirada. Ese cielo que solo podía ver en color gris, se volvió rojo más hermoso que el mismo crepúsculo.
Los diferentes colores a su alrededor me marearon por un instante, fueron muchos a la vez. Quería llorar, por primera vez en mucho tiempo quería llorar, pero no entendía por qué motivó quería hacer algo como eso. Solo puedo decir que, me invadió una nostalgia de esas que te dejan sin aire.
—¡Joven maestro!
La chef de unos cincuenta años, de cabello gris cenizo, se sorprendió al ver al adolescente, rodando la cocina. Elisha no era de los chicos que les gustará andar por esos lugares.
—Baja la voz.
No quiero que mis padres se enteren, si lo hacen, ellos vendrán a preguntar por qué estoy aquí. Tendré que decirles. Ya que, saben cuándo estoy mintiendo, y eso sería un problema.
Después de decirles el motivo por el cual estoy en la cocina, ellos le llamaría a sus amigos para presumir. No quiero eso, no quiero que Ryu y Aarush se enteré de esto.
—¿Qué lo trae por aquí?
Se ve nervioso, ¿por qué? Es la primera vez que lo veo actuar de está manera. ¿Se debe a su cercanía con los mellizos de la familia Reynolds? Dicen que son dos cositas, bien bonitas. Si mis maestros lo dicen, es porque ese verdad.
Y desde entonces, mi joven maestro también se comporta más como el niño que es, la rigidez en su rostro poco a poco se va esfumado. Al parecer, el estar con otra niños diferente en personalidad les hace bien, a mi joven maestro y a los otros dos jóvenes.
—Quiero que me enseñes hacer algo.—Lleva sus manos hacia atrás de su espalda.—¿Puedes?
—¿Ese algo es?—Respondió con otra pregunta, curiosa por saber en que anda metido su joven maestro.
¿Cuál fue el motivo que lo llevó a querer aprender a cocinar? O, ¿Solo es un extraño capricho? ¿Comprobar si tiene habilidades para cocinar?
—Acercate.—No quiero que nadie me escuche, puede ir a contarle a mis padres.
Ella hizo lo que se le pido, sus ojos grises se abrieron como platos al escuchar la confesión de Elisha. No se esperaba algo como eso.
—¿Puedes enseñarme hacer eso?
—¿Hoy mismo?
—Sí.—Levanta su mano para ver la hora, en su reloj.—Todavia tengo tiempo.
—Bien, le enseñaré mi receta secreta.—Sonrío.—Solo toca ver y esperar si tiene buena mano, o sazón.
—Lo sabré cuando las pruebe.
Espero que salgan bien al primer intento, por lo menos que sean comestibles. Puedo hacerlo, ¿verdad? Ya quiero ver su expresión. De seguro será una de confusión y luego una sonriente...esperó demasiado. Dudó que sonría por algo así.
No importa si no sonríe, me basta y me sobra el solo poder ver un pequeño asombro, o cambio en ese inexpresivo cielo rojo.
—Bueno, ¿por dónde empezamos?—Se puso un delantal negro, no iba a ensuciar su uniforme del colegio. Tampoco quería llevar evidencia de lo que estaba por hacer.
Mientras Elisha se encuentra en la cocina, preparado algo para Agares, este camina por los pasillos junto a su melliza.
—¿Está bien hablar con papá en este momento?—Preguntó Brianna.
No tengo miedo por lo que dirá, pero sé que esa información será complicada de procesar, no podré concentrarme en el colegio.
—Por mi está bien.
Falta una hora para ir al colegio, tiempo suficiente para hablar con nuestro padre. Que nos diga su versión de la historia, así podré descubrir más de estas incógnitas dejadas en cada recuerdo.
Entré más vaya desenredado está maraña de cables, más oportunidad tengo de proteger a todas las personas buenas que nos rodean.
De igual manera, sigo preguntándome lo siguente; ¿Por qué Elisha no fue en bucas de Brianna si la descubrí a la perfección? ¿Acaso en el momento que su paracaídas fue roto y el rodo un poco entre las piedras se lastimó la cabeza?
Solo eso explicaría del porque no fue por ella, porqué el Elisha de esos recuerdos era un adolescente confiable, no creo que no hubiera ido en busca de Brianna. Cómo todo un cliché debió de haber perdido la memoria, estoy seguro de eso.
Saber todo esto solo causa desconfianza en mi, ¿en quién puedo confiar por completo? ¿Quién es la persona que envío a secuestrar al anterior Agares?
¿Fue su propia madre para salvarse ella de alguna enfermedad? Tal Agares tenía un órgano que ella necesitaba. Hay tantas probabilidades y motivos que no se cuál de todos es el correcto.
—¿Que hay de ti?—De tiene su caminar para poder ver fijamente a su pequeña hermanita.—¿Estás lista para escuchar lo que tiene que decir?
Está claro que aun no se encuentra lista, su mirada abatida me lo confirma. Estoy seguro que al igual que yo, ella sospecha de la culpabilidad de la mujer que nos dió a luz.
Brianna no sabe cómo reaccionara si, nos enteramos por ejemplo; que nuestro nacimiento desde un principio no fue deseado, peor aún, si fuimos procreados de algún abusó o por algo por el estilo.
La entendido, si no supiera nada de que esto es una novela, y yo, no fue consciente de eso, estaría igual o peor que Brianna. No querría saber nada por temor a las respuestas. Sin embargo, en este momento lo que más quiero son esas malditas respuesta a mis preguntas.
—¿Podemos hablarlo en la noche?—Preguntó, retomado su caminar.—Antes de escuchar cualquier otra cosa que, terminará por decepcionarte y decepcionarme—Baja su mirada.—Disfrutemos de está feliz por este día, ¿si?
No quiero volver a llorar de tristeza, no quiero que está felicidad filtrándose por todo mi cuerpo, se vaya al escuchar la version de papá.
Tengo mis sospechas, pese a que quiero pensar que no tengo miedo de saber su versión de los hechos, muy en el fondo, solo es una gran mentira para no derrumbarme.
Tengo miedo, miedo a confirmar que la persona que nos abandonó, fue la mujer que nos dió a luz. Miedo de saber que, ella nos dejó tirados a nuestra suerte solo para vengarse de alguna manera de papá.
—Bien.—Las respuesta solo serán aplazadas por unas cuantas horas, puedo esperar un poco más.—Le diremos a papá, que hablaremos de todo esto en noche. ¿Sí?
—Sí.—Sonríe.—Gracias, hermano mayor.
No es nada, verte sonreír es lo más importante en este momento. Está tan feliz como la primera vez que uso ese vestido verde, o todavía más al parecer.
—Papá es tan guapo.—Da vueltas como si estuviera bailando.—¿Serás así de guapo cuando crezcas? ¿Fornido? ¿Alto?—Sus ojos brillan.—¡¿Vistes sus ojos?!
La directora era una mentirosa, siempre lo fue. Si existía otra persona con ojos así de bonitos, rojos. Agares heredero la belleza de papá...yo también, ¿verdad? Tenemos el mismo cabello.
—Si los vi.—¿De verdad puedo llegar a crecer así de alto? ¿Tener un cuerpo así de grandioso?—Y sí, también te pareces a él.
—¿Cómo sabes lo que estaba pensando?—Infla sus mejillas, parecía una ardilla con una bellota en su boca.
—Leei tu menté.
—¡En serio!—Agares se encogió de hombros, huyendo de su hermanita.—Vamos, responde.
Ella corrió tras de él, Aarush se apoyó en el pasamanos de las escaleras, mirando lo feliz que se encuentra los mellizos.
—Espero que todos los días, sean así de felices para ellos dos.—Susurró.
Iba a unirse a ellos, pero entonces vió venir a Dereck. Sin quererlo y sin darse cuenta visualizo a, Agares. De como sería en unos cuantos años.
"¡Estoy loco!" Penso, con sus mejillas teñidas de un rojo carmesí. Su visualización de Agares adulto sobrepasó los límites de belleza e imponencia.
—¡Papá!—Se alegran al verlo.
¿Volvió a llorar? Trató de bajar la hinchazón de sus ojos, pero sigue siendo muy evidente que lloró. ¿Fue por lo que le dijeron los señores Reynold? De seguro se sintio culpable, inundado por la desesperación.
—¿Que tal nos vemos?
Brianna giro al rededor de Dereck, modelando su uniforme del colegio. Se veía tan adorable en la manera que se movía, tímida.
—Por un momento creí ver un ángel.—Se pone a la altura de Brianna.—Un angel deslumbrante con unas grandes alas blancas.—Pellizca con ternura las mejillas de su pequeña princesa.
Ver a Brianna toda sonriente, derrochado ternura, es purificador la verdad. Es como si los rayos del sol te estuvieran abrazando cálidamente.
Esperó verla así de feliz siempre, sin tristeza, sin dolencias. Que esa hermosa sonrisa perdure para siempre, que nunca se borre de sus labios.
——Cuando lo dicen las personas que me importa, no suena molesto ni mucho menos incómodo.
Porque puedo sentir que cada una de sus palabras, no son mentiras, ni mucho menos banales cómo la de los alumnos del colegio. Sin embargo, cuando mi familia dicen que soy un ángel, es porque de verdad piensan de esa manera.
—Agares también se ve guapo, el también es un...
—Ni lo digas.—Sus mejillas se ruboriza un poco.—No digan cosas vergüenzas como esas de que me parezco a un "ángel."
—Eres un adorable angel.—Dijeron todos al unísono.
Agares quería encontrar una piedra y esconderse bajo de ella, los apodos, palabras dulces, de la familia Reynolds, de su padre, era vergonzoso de escuchar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top