capitulo 27
El ruido provocado por el tacón de esas finas zapatillas de lustres negras, se escucha por todo el pasillo mucho antes de ver a la persona que las lleva puestas. Sus pasos son firmes y rápidos, se notaba la impaciencia en su caminar.
Esos pasos se escuchan cada vez más cerca, poniendo nerviosos a los de seguridad quienes conocían al dueño de tales acelerados pasos, al parecer se encuentra buscado con impaciencia a una persona en especial.
Hace poco regresó a la villa, no verlo en la puerta esperado por él, terminó por desconcertarlo. El no ser recibido por ese hombre de hermosa mirada roja, preocupó y asustó al asistente Brandon.
Puesto que su jefe, siempre que él llega tarde o tiene un imprevisto y no puede avisarle, Dereck suele interrogarlo por más de diez minutos. Preguntando; ¿dónde se encontraba? o ¿que estaba haciendo como para que no respondiera sus mensajes? Esas son la una de las pocas preguntas que suele preguntar.
No es que Dereck desconfíe de Brandon, solo es miedo de que alguien pueda hacerle daño y él no poder estar ahí pata ayudarle a su fiel asistente-amante.
Aparte, a Brandon las llamadas de ayer lo dejaron temeroso de que le haya pasado algo a su jefe, más cuando devolvió las llamadas pero lo enviaba directamente al buzón de voz.
Tampoco podía localizarlo por el GPS del auto, celular, reloj, broche. Los había apagado absolutamente todos. Era muy obvio que no quería ser encontrado.
Que eso le pase a alguien como Dereck, solo significaba peligro. Él tiene tantos enemigos, medió se confía y lo puede perder absolutamente todo.
—¡Venga todos aquí, a la sala!—Vociferó.—¡¡Ahora!!—Dejo caer sus caderas en el sofá. Abriendo su laptop para seguir buscando la señal de GPS de Dereck.
Ya no podía mantener la compostura, tenía que emitir una orden para encontrar a su jefe, temía que se encuentre herido en algún lugar sin nadie que pueda ayudarle.
En estos momentos Brandon, se siente muy culpable por salir y no proteger la seguridad de Dereck. Creyendo que el nombrado había salido en busca de su paradero, más equivocado no podría estár. Si es verdad que su jefe salió, pero no en busca de su paradero.
—¿Sí? ¿Que sucede, señor Brandon?—Cada uno se fue posicionando en una fila frente al asistente.
Ningún le falta al respeto y tampoco lo ve de menos, como mano derecha de su jefe, es a él a quien tienen que reportarle cada una de las cosas por más simple que sea.
Brandon era el segundo al mandó cuando Dereck, no está presente. Pero, eso no significa que a los ojos de todas esas personas, él sea igual que su jefe, no. Jefe de jefes solo había uno y ese es cancerbero el sobrenombre que usa Dereck, cuando sale de casa.
Nadie puede ser o igualar a Dereck sin importar cuán importante sea Brandon, para el de ojos rojos. Solo obedecen ciegamente a Dereck.
—¿Por qué no están buscando al jefe?—Pregunte un tanto molesto.
¿Dónde está metido? ¿Esas llamadas perdidas eran alguna clase de señal de ayuda? Maldición si tan solo no hubiera puesto mi celular en silencio nada de esto estaría pasando.
Si no sucedería nada malo, él hubiera contestado mis llamadas al momento en que regrese la llamada cuando vi ese momento de perdidas en mi celular, sin embargo me envió de una sola vez al buzón. Llame y llamé pero no contestó. Bien le dejé más de cien llamadas perdidas y mensajes en el proceso.
Luego está lo del GPS, eso no podría apagarse a menos que su ropa haya sido quitada o el auto destruido. Ya busque en las cámaras de seguridad de la carretera y todo está borrado. ¿Dónde se metió? ¿Quién sería capaz de secuestrar al mismo perro del infierno se podría decir por su tenacidad y crueldad?
—¿Por qué no está perdido?—Tienen miradas confusas.
Todos se confundieron, ¿por qué diablos buscaría a alguien que no estaba desaparecido para empezar? Era ilógico.
De igual manera, si eso hubiera pasado ninguno de ellos estarían así de tranquilos, todo el lugar y el país enteró estaría patas para arriba. Nadie sería tan estúpido como para meterse con cancerbero, nadie que se meta con él saldría ileso.
La mayoría de subordinados de la organización aves de la noche, son hombres y mujeres entre los 20-45 años que le deben la vida a Dereck. Es él quién les dió una nueva oportunidad de seguir viviendo mejor o los salvo de injusticias.
Cada uno de ellos está dispuesto a dar su vida por Dereck, así de leales o de lo mucho que aprecian a su jefe. Y si ellos supieran que desde hace mucho estaba buscando a sus futuros jóvenes maestros, ellos hubiera hecho hasta lo imposible por encontrarlos. Todo para ver feliz a su jefe.
Dereck no quiso hablar sobre eso no porque desconfiara de su gente, era algo privado que no quería divulgar así nada más. Sobre todo, cuando tenía que otro enemigo allá afuera.
No obstante, nadie de allá fuera podía vencer a un feroz cancerbero. Nadie podría vencerlo, a menos que el enemigo sea alguien en quién confía ciegamente y por esa ceguera terminé siendo venciendo.
Sin embargo, cancerbero nunca perdona a nadie que le haga dañó a él o a su familia, así esa persona sea o haya sido importante en su vida.
—¿Acaso no saben que no se encuentra en la villa?—¡Como puede ser posible tal cosa! ¿Desde cuándo se volvieron tan ineptos.—Él no está y todo indica que no durmió aquí.
Porque hablan tan calmados, ¿que no ven la gravedad del asunto? ¿Cómo pudieron dejarlo salir sin proteger su seguridad? ¿Acaso tenemos que cambiar el personal? Estos se han acomodado mucho al parecer.
—Ya lo sabíamos.—Responde con extrañes.—¿Por qué pregunta eso?
¿Dónde a estado Brandon como para no saber el paradero de nuestro jefe? Eso es muy extraño, él como la mano derecha y asistente deo jefe, siempre sabe donde está y con quién. Entonces, ¿por qué en está ocasión no lo sabe?
—¡Qué!—Se encuentra perdido.—¿Dónde está y por qué están seguros de que está bien?
Esto se está volviendo molesto, solo me pierdo por una horas y a ocurrido algo como esto. ¿De que demonios me perdí? ¿Salió del país? No, eso es poco probable.
—No sabemos dónde se encuentra exactamente el jefe, pero estamos seguros que se encuentra muy bien.—Responde una guapa mujer de cabello rizado rojo.—La perdían que lo cuida es de mucha confianza. Se encuentra con Laín.
Laín le había mandado un mensaje a los de la organización, unos minutos después de entrar a la mansión de la familia Reynolds. Tenía que hacerles saber que Dereck, se encontraban bien para evitar que todos ellos causarán un caos total todo para poder encontrar a Dereck.
—¿Laín?—Brandon frunció el ceño al enterarse de tal información.—¿Solo ellos dos?
Creí que Laín había salido algún lugar a correr como suele hacerlo todos los días, no esperaba que haya ido con Dereck. Entonces, si rastreó su ubicación podré encontrarlos.
—Ya veo.
Brandon empezó a buscar la ubicación de Laín, no obstante sus intentos fueron totalmente inútiles. La familia Reynolds tiene un depósito que anula cualquier tipo de rastreo en su mansión.
Desde que llegas a las dos calles principales que te lleva a la villa, se pierde la señal de cualquier dispositivo GPS, es un método que han usado desde tiempo para evitar cualquier problema o a tentados hacia su persona o familia.
Ya estado dentro de la mansión todo es completamente diferente, tiene muchas cosas relacionadas con la tegnologia para cualquier situación inesperada.
—Sí.—Responde la pelirroja.—Laín me envió un mensaje, informado que no regresarían a la mansión y de esa manera evitar que nos preocupemos por la seguridad del jefe, que se encuentra bien protegido.
Es la mano izquierda de nuestro jefe, y sus habilidades son excepcionales. Jamas dejaría que algo malo le pasará a su jefe y mejor amigo, de eso no cabe duda.
—¿No les dijo algo más? ¿Un mensaje para mí?
Si están bien, ¿entonces por qué no me ha llamado? Laín debió de enviarme un mensaje directamente a mí. ¿Por qué avisarle a los demás pero menos a mí? ¿Está escondiendo algo?
No quiero dudar de él, sin embargo desde que volvió a este país. Laín se porta distante con mi jefe, hace de todo para mantenerse lo más alejado y no quedar a solas con mi jefe.
Es el guardaespaldas de Ceo Dereck, pero su presencia en ocasiones su presencia es tan nula, que ni siquiera te das cuenta que se encuentra junto ti.
—"Él jefe te explicará las cosas después, mientras llegamos a la mansión en un par de horas o días, hazte cargo del trabajo pendiente." Eso fue lo que escribió.—Muestra la pantalla de su celular por si Brandon no le creía.
¿Desde cuándo se atreve a ordenarme? Siempre me ha desagradado ese lado suyo. Bueno, es un joven maestro después de todo, sin importar que haya renunciado a heredar la compañía de su familia, está acostumbrado a ordenar.
Desde un principio hemos tenido cierta rivalidad, sin embargo nos llevamos bien, nos conocemos desde la primaria. Fue casualidad o el destino que logrará entrar a ese colegio de niños ricos. Tenía miedo ser discriminado, pero no fue así, más cuando desde un principio mostró tres nos hicimos amigos.
Aunque, la partida de Laín fue un golpe duro para mi jefe. Ya qué tanto él y Laín se conocen desde que estaban en el vientre de sus madres, se podría decir. Es por eso que se sintió tan mal cuando ese idiota decidió ir a estudiar al extranjero.
—Entiendo.—Suspira frustrado.—Pueden retirarse.
—Bien.—Hacen una leve reverencia.—Con permiso.
Cada uno volvió a sus puestos y otros fueron a seguir entrenando hasta que llegará el turno de cambiar de turno con los demás, así vigilar los alrededores de la villa. Viendo que nadie llegué a espiar o intente algo contra Dereck.
—¿Tal vez Dereck solo quería estar un momento solo y lejos de todo esto?—Apoya su cabeza en el respaldo del sofá.
Cerro sus ojos, pensado en muchas cosas al mismo tiempo que, trata de tranquilizar sus nervios, sin importar que ya sabe sobre Dereck. Brandon seguía preocupado, podrá estar tranquilo hasta que vea esos bellos ojos rojos.
—¿Laín debió de insistir en acompañarle para evitar cualquier peligro?—Abre lentamente sus ojos, solo para mirar detenidamente el candelabro del techo.
Pero, sigue sin gustarme eso de apagar todo los dispositivos de rastreo. ¿Por qué hacerlo? ¿No quiere que vaya dónde ellos están?
—Si tan solo hubiera respondido sus llamadas, sería yo, quién estuviera con el en estos momentos.—Suspiro.—Me disculpare cuando regrese.
¿Cuando va a terminar esa búsqueda interminable? Si sigue así, terminara por desgastarse más de lo que ya está. Ese anciano no quiere decir nada a pesar de que puede ayudar a encontrar esos dos niños.
¿Dónde quedó yo? Pasamos juntos la mayor parte del tiempo, sin embargo son mínimos los momentos en que podemos disfrutar de algo más íntimo...
—Como sea.—Se pone de pie.—Pongámonos a trabajar, tengo que disminuir su carga en el trabajo...¿Ciervo?
—¿Sí?—De tiene su caminar.
—¿Pudiste averiguar algo con respecto a lo que te encargo el jefe?—Tal vez pueda recibirlo con buenas noticias al regresar.
—En eso estoy.
—¿Me puedes dar información sobre lo que tienes en este momento?
——Todavia no sé nada, en este momento me iré a reunir con esa persona, con la que estoy trabajando para recolectar esa información.
—Entiendo.—Esto es tán desesperante, no hay cosas buenas.—Puede irte.
—Bien.—Retoma su caminar.
Solo espero que de verdad se encuentre bien Dereck, hablaré con él cuando regrese, sobre buscar otros métodos para encontrar a sus hijos.
Eso ya no sería necesario, más cuando en estos momentos Dereck, está disfrutando de su tiempo con las personitas que tanto a buscado con desespero y agonía de no poder obtener un resultado favorable. La búsqueda interminable se había dado por terminada, para siempre.
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