capitulo 2

Esas preciosas gemas rojas se encuentra sorprendidas, aunque no lo aparente. Agares por fin había podido ver su rostro.

¡Soy un maldito mocoso de quizás unos 10 años! Mi cuerpo es muy pequeño para la edad que aparentó. No solo eso, mientras le hacía una inspección a mi cuerpo, vi que tiene grandes hematomas en lugares que no pueden ser vistos por las personas.

Mi estómago es como ver una desastrosa zona de guerra, cubierta de heridas viejas como nuevas. Es un milagro que siga caminando.

Los padres malnacidos que traen hijos a este mundo, solo para ser abandonados, merecen algo peor que la muerte. ¿Por qué demonios tienen hijos si al final los abandonaran? Es mejor no tenerlos, de esa manera no sufren está clase de penurias.

¿Que se supone que haga en este lugar de mierda? Está novela para mí, era desagradable. una mierda visual. Y eso que no la leí, pero con solo ver y escuchar a Berenice, lo decía todo.

Ya intenté llamar de todas maneras al "supuesto sistema" que suele aparecer cuando suceden estas cosas extrañas, Pero no apareció ningún sistema. Y eso que lo estuve llamando por más de veinte minutos.

Solo me toca sentir impactado por mi nueva apariencia, mi tez es pálida pero reseca por la mala alimentación e hidratación. De igual manera no opaca la belleza de este cuerpo. Tengo un rostro bonito ovalado, cejas pronunciadas plateadas como mi corto y lacio cabello.

Me he vuelto una persona completamente diferente a lo que era anteriormente, mis hermosos ojos plateados ahora son dos gemas rojas. Bajo del ojo derecha tengo dos pequeños lunares. Sin necesidad de sonreír y solo al hablar, se forma un hoyuelo en cada mejilla.

Y para acabar de adornar el pastel, soy el mellizo de Brianna, la villana. Ella es muy bonita con esas grandes pestañas crespas plateadas y esa mirada angelical de color marrón rojizo.

Seria más deslumbrante si su piel pálida no estuviera deshidrata y ese cabello plateado tuviera algo de brillo en vez de resequedad. Somos mellizos, pero no los parecemos tanto, solo en el cabello quizás.

Tal vez reconozca a los personajes por los nombres, Berenice siempre gritaba el hombre de los personajes y las cosas que le desagradaba de ellos, mejor dicho se ponía agritar por lo desesperante que podría ser la actitud de cada persona.

Solo se algunas cosas relacionadas con la novela en la que me encuentro metido, también conozco a los personajes por la mercancía comprada por Berenice, pero no sé cuál es cuál. Excepto los protagonistas, Elisha y Bianca.

Ella tenía favoritos pero a la hora de comprar algo, comprara de todos sin importar cuanto odiaba a un personaje. Me preocupaba que llevara a la quiebra el patrimonio de nuestros difuntos padres.

—Hermano—Lo toca con una pequeña ramita—Agares...

¿Que le pasa? Se encuentra distraído desde que salimos del orfanato. ¡¿La golpiza que recibió ayer provocó una lesión grave?! Si no fuera por él, ahora mismo yo, no podría ni caminar.

—¡Agares!—Gritó.

—¿Qué?—Salio de sus pensamientos.

—Te he estado llamando desde hace un buen rato-Mira la canasta de galletas, ya habían vendido unas cuantas—¿Duele mucho?—Aprieta sus dientes.

Sus cuerpos llevan unas ropas tan delgadas para el frío de año nuevo que está haciendo en estos momentos. Agares sin darse cuenta, le puso su viejo abrigo a su nueva hermana.

—Solo un poco—Que personas más despiadadas, estás ropas son trapos viejos—Al respirar duele un poco—La parte del pecho es la que más duele.

Creó que esa severa golpiza fue lo que condujo a la muerte a anterior dueño de este cuerpo. En ese convento solo hay demonios ¿Como se supone que le diga a ella que su mellizo murió?

¿Viene a este lugar para cumplir algún propósito? ¿Cuál sería? ¡Que alguien me dé una respuesta o me saqué de este lamentable problema! Jamás me burlare de los gustos ajenos.

—Toma.—Solo espero que no se enoje.

Fue horrible y dio miedo sentarme en las piernas del cocinero, la manera en que me tocó las piernas fue nauseabundo, pero tenía que conseguir está pomada para mí hermano.

—¿Que es esto?—Un sentimiento desagradable se alojó en mi estómago.

—Es una pomada para la inflamación.—Evade la mirada de Agares—Ponértelo ya, antes de volver al convento.

—¿Como obtuviste esto?—Pregunto con cierta inquietud y un mal presentimiento.—¿Que hiciste?

—Solo me la dieron-Sonríe rígido—No te preocupes....—Calló al ver la mirada oscura de Agares.

Ella supo al instante que su hermano no le creyó para nada, que tenía que decirle la verdad, antes de que todo se saliera de control.

—¡No me mires así!—Baja su mirada—L-Lo lamento, ¿si? Siento desobedecer lo que me pediste no hacer—Solloza—Solo quería obtener esa pomada....sin importa que esa persona tocara un poco mis piernas...estoy bien.

—¡Claro que no estás bien!—Se exalta—Puedo ver el asco reflejado en tu rostro.

Una furia inexplicable se apodero de mí cuerpo, recuerdos desagradables llegaron a mi mente, todo relacionado con abuso infantil. Tan desagradable hasta el punto en que mi estómago se revolvió del asco.

Aunque no haya habido penetración de ninguna manera o frotación con las partes íntimas, sigue siendo un abuso. Abuso a la inocencia, cuerpo, derechos. Esos malditos pedófilos de mierda.

—¡Agares!—Ella se preocupo al ver agachado a su hermano, vomitando con repudio y una mirada sanguinaria.

Está niña y el dueño de este cuerpo han sufrido tantas injusticias cómo abuso, desde golpes hasta toques pervertidos de esas cosas que se hacen llamar humanas.

El que más sufrió fue Agares, el tuvo que proteger a su melliza de todas las maneras posible. Cuando se dió cuenta que algunos hombres adultos, la comenzó a ver de extraña manera, él evitó a toda costa que le pusiera las manos encima.

—No hagas eso—Esta novela es una mierda—¡Nunca más!-Se limpia la boca.

—Si para ayudarme tienes que permitir tal cosa asquerosa, no quiero esa ayuda—Aprieta sus puños—¡De esa manera no!

Todo indica que llegué unos años antes de que inicié el desarrollo de la novela, ya que Elisha conoció a la protagonista cuando cumplió 15 años, en ese instante Bianca y su familia se estaba mudando a la mansión de enfrente de la familia Roosevelt.

—Pero si permito eso...nuestra situación puede....

—¡Dije que no!—Exclamó furioso—Tu cuerpo no tiene que ser usado de esa manera—Mierda, estoy tan enojado—Tu cuerpo tiene que ser respetado, cuidado, apreciado por ti y algún día por el hombre que te ame con toda tus cualidades y desperfectos.

¿Este es uno de los tantos motivos por el cual Brianna, se convirtió en la villana? Pero debe de existir un detonate que la llevo un viaje sin retornó.

Esto es lo que se usará para darle una explicación a los lectores del porqué Brianna, terminó volviéndose una villana.

Entonces, el público tendrá una opinión diferente hacía ella e inclusive la apoyaran y otros dirán que eso no justifica sus acciones, ¿Justifica? ¿Por qué tendría que justificarse para empezar?

Yo también me convertiría en un hijo de puta, usaría todos los medios posibles para subir a la cima, y estado allí. Dejaría caer todo el peso encima sobre las personas que me dañaron, los enviaría al infierno. Y eso es lo que pienso hacer con todas esas personas del convento.

—Quiero ayudarte—Lo ve fijamente—Se lo que haces cuando no llevás el dinero que fue estipulado—Las lágrimas empezaron a caer de sus hermosos ojos—Se que odias que te toquen porque te causa repulsión.

Es por eso que evito tocarte tanto como pueda, aveces quiero abrazarte pero me aguanto porque me duele ver el sudor helado que tu cuerpo transpira por el asco.

—No quiero que te sacrifiques por mí....

—No llores—Limpie sus lágrimas, pero bien la había tocado, cuando me estaba sintiendo mal—No es un sacrificio, soy tu hermano mayor, eres mi única familia, tengo que protegerte.

Esto me recuerda a la época donde mis padres murieron y mi hermana mayor, Berenice. Le tocó cuidar de mi. Aún cuando estaba ocupada en la empresa, ella llegaba justo a tiempo a cenar conmigo.

Tengo que encontrar la manera de volver a mi mundo, soy la única familia de mi hermana mayor. Mientras buscó una pista de como volver, ayudaré a está niña. Solo espero que mi hermana mayor se encuentre bien.

—Vamos a salir de ese lugar.

—¿Cómo?

Ella mira a su alrededor, ve como algunas familias caminan felices de la mano con sus hijos. Ella también anhelaba poder sostener una mano cálida, una que le trasmita seguridad a ella y a su hermano.

—Ya veré como.

La toma de la mano, sorprendió un poco a su melliza, pero luego sonrió feliz. Vio que Agares no se sentía incomodo, es por eso que siguió sostenido la mano de su hermano mayor. Pero en realidad Agares, está controlado difícilmente sus ganas de vomitar.

—Solo confía en mí—Sigue camino ofreciendo galletas, tenían que vender todo.

Si mi memoria no me falla, mañana es el día que llegara una familia al convento, buscando una niña a la cual adoptar. Encontraré la oportunidad de que sea Brianna, quién sea adoptada.

Tengo que sacarla de ese lugar antes de que ese abuso escale a mayores, es por eso que ponen a los niños y niñas en diferentes habitaciones, para que no ven la perversión de sus actos.

Solo Brianna dormía con Agares, porque el lo sabía, sabia que le hacían a las niñas, cuando caían dormidas. Es por eso que a toda costa logró que su hermana se quedara cerca de él.

No le importaba ser él, quien sufriera esas penurias y ese abuso todo por mantener a salvo a su hermanita menor, por un minuto. Pero hay algo que no puedo pasar por alto y eso es que no recuerdo que Berenice, haya mencionado el nombre de Agares...

No...no, mi Agares no! ¿Por qué tenía que morir con tan solo 11 años? Él era un pan de Dios. Él también merecía ser feliz. Es injusto que tuviera que morir para que el odio y avaricia de Brianna, sea en base a la muerte de su amado hermano....¡¿por qué autor?!"

Agares se volvió helado al recordar ese recuerdo vago en su mente, comprendido el porqué ese día. Berenice no paro de llorar hasta que le comentó que se veía ridícula.

Ella se le hecho encima mientras lo maldecía de mil maneras. Fue su saco de boxeo todo por abrir su bocata en el momentos menos indicado.

—¿Cuando cumplimos años?—Pregunté.

—¿Que?—Ve a su hermano con extrañes—Mañana 3 de enero cumpliremos once años, ¿por qué? ¿ya no te acuerdas?—Bueno, yo también quisiera olvidar ese día. Fue el día en que nos abandonaron en las puertas de la iglesia y luego nos trasladaron al convento.

—Ya veo—Responde monótono pero por dentro estar exaltado.

¡¿Qué?! ¡mañana! ¿En la novela morí por un accidente o alguien me mató? Pero el dueño de este cuerpo murió el día de ayer, fue cuando yo tomé posesión de este cuerpo. ¿Murió por la paliza que recibió?

Entonces, ¿Brianna sí fue la única en ser adoptada por esa familia? Tal vez si Agares hubiese estado vivo, los hubiera adoptado a los dos. Ella debió de estar triste y con una profunda desesperación, en ese instante.

Como ya dije, lo que se de la novela "Dulce obsesión" es lo poco que salía de la boca de mi hermana mayor, Berenice. Cuando hablaba en voz alta o lloriqueaba por la muerte o el sufrimiento de uno de los obsesivos personajes.

—¿Les gustaría comprar galletas?—Pregunta con una sonrisa—Son hechas a manos, les prometo que no se arrepentirán. Están muy ricas.

—No, me gustan lo dulce—Se alejan de ellos dos.

—¿Cuánto hemos recogido?—Pregunte—Tomar asiento por un momento—Nuestros pies están super fríos, las manos ni se digan.

—No podemos sentarnos en este lugar—Me dará hambre.

Los dueños también nos correrán porque nuestra presencia aquí afuera, incomodará a las personas que desayunan en ese restaurante.

—No dieran nada, solo siéntate.

—Bien—Se pone a contar el dinero, discretamente.

Agares va en busca de algo de diario a los alrededores, sin quitar su mirada de Brianna, protegiéndola de cualquier peligro.

Mi estómago está empezando arde, sentarse a las afueras de este lugar fue una mala idea, ese rico aroma no me deja pensar en nada.

Demonios, de verdad me estoy acoplando demasiado rápido a está situación de mierda. ¿Estoy ayudando a está niña porque inconscientemente, me hace recordar a mi hermana?

—Solo hemos vendido treinta dólares—Suspira con preocupación—Tiembla de frío por la repentina ventisca.

—Falta mucho, maldición—Envuelve los pies de Brianna, en diario como si fueran calcetines.

—Deja un poco para ti—Mis pies se siente mucho mejor.

—Estoy bien. ¿Están calientitos?

—Si-Asiente—Muy calientitos.

—Eso es bueno.

Es vergonzoso andar vendido en la calle, con estas fachas, pero no queda de otra. Tengo que tragarme esa vergüenza y vender todas estas malditas galletas o postres lo que sean.

—Comerla—Le entrega un galleta.

—¡No, ellos se darán cuenta!—Tengo hambre, pero no puedo causar problemas para Agares.

—Para que no sospechen, venderemos una a mayor precio. ¿Sí?

—Está bien—La parte en mitad iguales—Tu también debés de comer un poco.

—Bien—En verdad tengo mucha hambre.—Que darte aquí—Levanta la canasta—Intentaré venderlas en la cafetería de allá enfrente.

—No te dejarán entrar.

—Solo quédate aquí, no te muevas—Advierte con una mirada penetrate—Si alguien intenta propasarse contigo, grita o golpearlo en la entrepierna, ¿entendido?—Ella solo asintió.

Agares espera con impaciencia que el semáforo se ponga en verde, para poder cruzar al otro lado de la calle. El frío tampoco ayudaba mucho y solo lo pone más impaciente.

—¡Ay!—Alguien había chocado con Agares. Estuvo apunto de besar el suelo, pero logró equilibrarse y sostener la canasta—¡Se que soy pequeño, pero no al punto en que no puedan verme!—Se exaltó—¿Que hubiera hecho si las galletas caen al suelo? ¡Sería castigado!—De da la vuelta, se encuentra irritado.

Su repentina voz exaltada atrajo la atención de las personas a su alrededor, Agares ni siquiera se había percató en qué momento llegó tanta gente en espera de que el semáforo se ponga en verde.

—No em...pujen..—Calló al ver esos ojos rasgados, ojos que tenían una mirada fría de color aqua.

—Lo siento, mi hijo venía jugando con su dinosaurio—Sonríe amablemente el hombre junto al ese chico.

Chico albino de belleza incomparable, su piel de marfil es como la hermosa nieve, acentúa en armonía con ese corto cabello ondulado blanco.

—Te compraré unas cuantas galleta como compensación ¿Te parece bien?

¿Hijo? ¿Estás seguro que son padre e hijo? Ese chico no se parece en nada a ese hombre de aspecto sospechoso, y ese juguete tampoco parece ser de su agrado. Bueno, no me importa, tal vez es adoptado.

—Está bien—Yo solo quiero vender todo esto e ir me a tomar una taza caliente de chocolate.—¿Cuántas quiere? Son a dólar.

Son a dos por el dólar, pero viendo la ropa y zapatos de marca de ese niño, puedo deducir que son ricos. Voy aprovechar en ganar algo para mí.

—Quiero quince—Mira a todos lados—Le llevaré unas cuantas a la familia, a tus primitos, hijo.—¿Cuándo se pondrá la luz verde de esa maldito semáforo?

Agares no le importaba para quien las quiere, hasta las puede tirar y le daría igual. El solo quería venderlas, con una gran sonrisa las metió en una bolsa, pero eso no parecía una sonrisa, era demasiado rígida.

—Aqui están.

Ese hombre le entrega un billete de a veinte ha Agares, este estaba por tomarlo cuando vio el tatuaje en el brazo izquierdo de esa persona.

—Le daré el vuelto.

Agares actúa como si no lo hubiese visto, pero sabía exactamente lo que significa tener ese tatuaje. Era algo que solo tenían los traficantes de niños, niños que creen que son exóticos.

"Malditas escorias de la organización clandestina las aves de la noche, espero que puedan encontrar rápido a la Bianca" fue lo que comento Berenice, detallo muy bien el tatuaje y ese tipo tiene uno igual.

—No es necesario, puedes quedarte el vuelto—El semáforo ya había cambiado.—Vamos hijo.—Pasan junto a, Agares.

No tengo porque meterme en algo que no me importa, lo que le pase a ese niño no es mi problema, tampoco es como si pudiera cuidar de mi mismo.

Agares vio a su hermana, quién lo saludaba con una amplia sonrisa. Fue entonces que por la mente de Agares, ocurre un escenario horrible.

¿Que pasaría si esa persona fuera Brianna o su verdadera hermana Berenice? Él también querría que alguien las salvará si se contratarán en la misma situación.

—¡Maldición!—Aguardo el dinero, corrió en dirección a esa persona—Espere—Lo agarra del brazo, su cuerpo se tesón-El olvidó su dinosaurio.

—Oh, gracias—Lo agarra.

—Aaaah—Grito a todo pulmón.—¡Señor por qué me tocó de esa manera!—Tiembla.

—¡¿N-Niño de que estás hablando?!—Se puso nervioso al ver que las personas se acercan.

—Solo...queria entregarle el peluche de su hijo—Bien, es momento de salir corriendo—¡Vamos!—En ese momento de confusión, Agares corrió entre los autos que por poco los aplastan.

La adrenalina en su cuerpo está al cien, pero hace un momento en verdad estaba temblando, no era de miedo. Era de asco por ver tocado a ese hombre, al parecer su pequeño cuerpo tendrán un duro camino para super ese trauma causado por el abuso.

—¡¿Hermano?!—Se asustó al ver el pálido rostro de su hermano.

—¡Corre!—Agarra la mano de su melliza.

Corren sin mirar atrás, como si lo que los persiguen fuera una bestia hambrienta por comer sus débiles cuerpos. Los tres lograron esconderse en los contenedores de basura.

—¡Demonios!—Maldice—Lo perdí.

Al parecer está hablando por teléfono, ¿Cuando se irá? No sé cuánto tiempo más podré contener mis ganas de vomitar.

—¡¿Qué?!—Se exalta—¿Sabes lo que costó infiltrarse en ese maldito lugar?

—¡Ya lo sé!—Golpea la pared—¿Cómo iba a saber que un huérfano armaría un escándalo? Ese chico debió pedirle ayuda de alguna manera.

—Verte preparado para el castigó—Finalizo la llamada.

Agares salió de bote de basura al escuchar que se había manchado. Su rostro está demasiado pálida, no deja de vomitar, pero no vomita nada. Por todo su cuerpo siente una asquerosa sensación que solo provoca repugnancia.

—¡A-Agares!—Ella quiere hacer algo pero no sabe que hacer.

—No fuerces el respirar—Habla el chico—Inhala—Desliza su mano sobre la espalda de Agares, tensado el cuerpo de Agares, todavía más.—Exhala....

—¡No lo toques!—Lo empuja—¡Eso solo empeora su situación!—Lo mira fríamente.

—Quieres morir pequeña mocosa—Sus ojos color aqua solo muestran frialdad.

El chico se indignó y se enfureció al ser empujando de esa manera. Quería poner en su lugar a Brianna, pero era más importante tranquilizar a su benefactor.

—Sigue el ritmo de mi voz, intenta poner tu mente completamente en blanco.

Agares se sentía avergonzado de estar escuchando las palabras de un chico, pero no negaba que la voz de ese chico, es agradable de escuchar, como una melodía grave pero luego se vuelve suave y relájate.

—Ya me siento mejor—¿Me pondré así cada vez que toque o me toque alguien sin intenciones impuras?—No llores, Brianna—Se levanta del piso.

—¿Por qué te pusiste así?—Quiero abrazarlo—¿Por qué corrías?—Mira al chico junto a ellos—¿Quién es él?

—No lo sé—Frota su nuca—Solo creí que necesitaba ayuda.—Me metí en un lío enorme—En ese momento solo pensé en ti, que si estuvieras en esa misma situación, querría que alguien te ayudará.

Esos ojos del chico desconocido, cambiaron de expresión al ver los golpes en el pecho de Agares. Logró verlos porque la camisa se había roto un poco, cuando entraron al bote de basura.

—Gracias—Sabia como ser agradecido—Mi nombre es Ryu. ¿Que te gustaría como recompensa por verme ayudado?

Párese tener 12 años, pero el aura a su alrededor es tan imponente que es difícil verlo como un niño. Debe de ser un joven maestro.

—Darme cien dólares y una tarjeta de crédito—Extiende su mano—¿Los tienes?—No me importa verme como un ambicioso.

Quisiera pedir más, pero serían robados por las personas del convento. Pienso esconder esa tarjeta en algún lugar, si mañana no nos adopta nadie, pienso escapar y usar esa tarjeta. Conseguir un lugar donde vivir.

—¿Solo eso?—Pregunte.

—Solo darme lo que pedí, si no anda nada de eso, no importa—Vere como me las arreglo para no ser castigado—Brianna, vámonos.

—Aqui—Le entrega la tarjeta y los cien dólares en efectivo.

—Gracias, adiós.

Tenemos que darnos prisa, si llegamos un minuto tarde, ellos tendrán la excusa perfecta para castigarnos. Lo bueno que llevamos el dinero y eso les dará alegría.

—¡Ryu!—Exclamó un hombre con una mirada preocupada, parecía ser su padre.

Ver a ese elegante y preocupado hombre de traje de alta gama, era como ver a Ryu, cuando estuviera mayor. El parecido entre ambos, es demasiado.

—¿Te encuentras bien?—Lo ve de pies a cabeza.—¡¿Por qué tu alarma de auxilio se disparó?!—Mira la muñequera con un reloj negro, que lleva en la mano izquierda—¿Se averió?

—No. Nada de eso—Le hace saber en un tono monótono—Intentaron secuestrarme, otra vez-Suspiro aburrido—Hay que limpiar la mansión.

—Ya veo—Sonaba tranquilo, pero sus ojos eran dos filosos cuchillos—Volvamos antes de que a tu madre le de un infarto por la preocupación.

—Si—Sube al auto.

—¿Dónde está tu guardaespaldas?—Preguntó molesto.

—Le dije que no se acercará—Ve la carretera—Me dejé capturar para descubrí quien estaba detrás del secuestro, pero resultó un imprevisto.

—¿Que fue?

—Un niño con ropas rotas y nada tibias para este invierno, me ayudó a escarpa de ese tipo—Desde que tocó a ese hombre, su expresión se volvió sofocante.

—¿Estás seguro que no era su cómplice?

—Al principio también pensé lo mismo, pero no. No era así, solo era un huérfano que vendía galletas.

—¿Dónde están?—Me sorprende que no haya explotado porque le arruinaron sus planes—¿Fuistes agradecido sin importar que no pediste la ayuda?

—Si, lo hice. Solo me pido una tarjeta de crédito y cien dólares en efectivo.

—¿Tan poquito?

—Lo mismo pensé—Ellos se veían tan desesperados—En los orfanatos, ¿los niños sufren maltratos?

—Es posible, ¿Por qué?

—Solo preguntaba, nada más eso.

¿Que clase de maltratado a sufrido para odiar el contacto humano hasta ese punto? Por lo visto, ni si quería su hermana puede tocarlo sin sentir repulsión.

Agares iba frotan sus oídos, le punzaba. El creía que alguien lo estaba maldiciendo y por eso le dolían los oídos.

Ellos dos habían llegado a tiempo al orfanato, las personas se encontraban de lo más feliz, limpiado todo. Siempre que vienen familias a querer adoptar, arreglan todo para que no sospechen nada.

Es por eso que los niños al parecer no serán golpeados hoy, de esa manera no levantarán sospechas. Y las donaciones serán muchos más.

—Oh, como siempre siendo puntales—Sonríe libidinoso—¿Cuánto recogieron?

—Ciento algo—Cubre a su hermanita—Vendi las galletas un poco más caras a las personas con dinero-Agares sentía asco al tener esa mirada sobre él.—¿Podemos desayunar? Tenemos hambre.

—Por supuesto, su cuota está cubierta—Expreso con decepción.

Maldito viejo asqueroso, se nota la decepción en su mirada. Ansiaba poder tener una excusa para estar a solas ya sea conmigo o Brianna.


Nota 🤍

Buenos días o tarde 🌄🌞 ¿Cómo están? Espero que bien ✨💕 que tengan un feliz fin de semana 💫

Está historia se estará actualizando los sábados.

Att: Yessi.A

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