capitulo 19
Frente al tocador se encuentra la señora Michelle Romero, hidratado su rostro antes de realizarse un maquillaje al natural.
Ella es una mujer muy hermosa por lo que no necesita de maquillaje, sin embargo es de las pocas personas que no pueden salir sin una pizca de maquillaje. Más cuando está preparándose para acompañar a su hija, a su primer día de clase.
Tenía planeado verificar todo ese lugar desde el rincón visible hasta el escondido, no tenía planeado envía a Bianca a un colegio sin conocer la estructura y los peligro que podían haber.
Tenía también planeado hablar con cada uno de los profesores y en especial con el director de dicho colegio, tenía que verificar que ese lugar tuviera un ambiente sano para su pequeña hija.
Porqué eso es lo único que le interesa, que si hija este lo suficientemente cómoda y se suponía que ese colegio es el mejor de todos y lo bueno es que está a 30 minutos de la villa.
El día de ayer por la noche estuvo preparado todo los libros entré otras cosas que, Bianca necesitaría hasta que las clases lleguen a su fin.
Si pudiera a Michelle le gustaría quédense allí, en la espera de su pequeña hasta que las clases terminarán. No obstante eso es imposible sin importar cuán millonario sea la familia del alumno.
Es un colegio dónde les importa más la educación de sus alumnos que l importancia del transfondo familiar tras de ellos. Y eso lo hace el lugar más bueno para estudiar y ganar tu propio grado sin comprarlas calificaciones.
—¿Quieres que las acompañe?—Preguntó Manrique, el venía arreglado su corbata.
¿Por qué no han llamado aún? Dijeron que llamarían pronto, sin embargo ya pasaron varios días y aún no una respuesta de ese hospital. Maldición.
¿Cuando terminara está tortura para nuestra familia? Tendré que volverle a ese hospital, que nos den una respuesta concreta o buscaremos uno nuevo. No podemos perder nuestro tiempo valioso en la espera de su llamada.
—No. No es necesario, estaremos bien.—Sonríe, viéndole atraves del espejo.—Es mejor que vayas a supervisar el Grupo Romero. Ver si esos trabajadores y el director han echo un buen trabajo.
Ese "Grupo" está ligado con la compañía Romero del extranjero. No planearon mudarse a este lugar de un día para otro, lo estuvieron planeado desde hace un buen tiempo, sin embargo antes tenía que crear un buen cimiento.
—No quiero quedar en mal por su negligencia, después de todo fuí yo, quién recomendó al director para ese puesto.—Si está haciendo un pésimo trabajo se las tendrá que ver conmigo.
No puedo permitir que el grupo Romero de este país, que es en base a la exportación de textiles, tenga una mala reputación. Tenemos que convertirlo en el mejor de todo el país.
No voy a permitir que alguien más este sobre nuestra familia, que nos vean de menos por ser recién llegados a este lugar.
—Está bien.—Abrocha un reloj en su mano izquierda.—Procura explicarle todo bien a los profesores.
—Ya lo sé.—Sella su maquillaje.
¿Por qué mi piel se siente rara? ¿Omití algún paso al momento de realizar mi maquillaje? No lo creo, hice lo mismo de siempre. ¿Tal vez mis productos se estropearon un poco en el avión?
Todo es culpa de mi esposo, por viajar en primera clase en vez de usar nuestro Jet. Aunque, yo también tengo un poco de culpa. Bianca quería viajar en un avión que no fuera el privado.
—Cuando se trata de la seguridad de nuestra hija.—Sus ojos brillaron peligrosamente.—Soy capaz de todo.—Cambio su labial rojo por uno tono vino.
Bianca solo tiene que ser feliz siempre, sin conocer dolencias y obtener todo lo que quiera o lo que se proponga en la vida, porqué se lo merece.
—Eso incluso hasta yo soy capaz de todo.——Expresó seriamente.
Después de tantos intentos del querer ser padres, hasta por fin se nos concedió serlo, es por ello que estamos dispuestos hacer de todo por su felicidad.
—Nuestra pequeña solo se merece lo mejor de me mejor.
Ellos son dos padres muy amorosos y sobreprotectores, pero no es solo porqué sí. Bianca suele enfermarse muy seguido, es por eso su suma preocupación y el querer que todo su entorno siempre sea el mejor para ella.
—Lo bueno de realizar este cambio de país, es su agradable sonrisa.—Michelle froto un poco su cara, siento algo de comezón.—Se le ve muy feliz. Alegré por conocer nuevos amigos.
Aunque, esos niños de antes son muy serios. ¿Cómo no les pudo conmover la ternura que exuda Bianca? Bueno, cómo le iban a prestar atención si ese niño extraño no deja de causar conmoción cada vez que estamos presentes.
Todavía estoy molesta por ver tirado de esa manera a mi hija, en ese suelo sucio cubierto de gérmenes de ese maldito centro comercial.
—El señor Saimon Reynolds, comentó que los niños de esta villa, los suele recoger un autobús privado.—Va a la cama por su saco largo.—¿Qué piensas? ¿Estaría bien que Bianca, se vaya en es autobús al colegio?
Estaría bueno, de esa manera ella puede interactuar con los demás niños a parte de esos jóvenes maestros y la señorita Brianna.
Esos tres niños, los que se ven un poco más grandes que los mellizos, no tienen esa personalidad de querer estar jugando. Es por eso que es mejor que Bianca, hablé con los demás niños de esta villa.
—Lo voy a pensar.—Se gira para poder ver de frente a su esposo.—No es por nada, pero ese niño es raro.—Comentó.
—¿Quién?
—Ese niño llamado Agares, hasta su nombre es extraño. Su inexistente expresión me causa escalofríos.
Verlo por primera vez fue un tanto inquietante, sobre todo eso ojos rojos. Lo bueno es que logré manter la compostura.
¿Su ese color será por alguna enfermedad? Es muy bonito si, pero la rareza en él y en su forma de ser opaca esa belleza.
—A mis ojos solo ve como un niño muy maduro para su edad.
Su forma de hablar y comportarse lo dice todo, es como un casi adulto en el cuerpo de un niño. O, solo carece de emociones una de dos. Sin embargo, ¿no veo por qué eso tiene que ser raro o algo malo?
—Y sí, su nombre es muy extraño para que lo lleve un pequeño niño.
¿Qué Padre le pone ese nombre a un niño? Los señores Reynolds, son algo pésimos escogido nombres al parecer. Sin embargo, "Aarush" significa: primer rayo de sol.
—No creó que esos mellizos sean sus hijos.—Se pone sus zapatos de medio tacón.—No se parecen en nada, y por lo poco que escuche de los vecinos, los señores Reynolds son muy buenas que les encanta ayudar a los necesitos.
Son una familia muy prestigiosa y también dijeron que son dueños de la mayor parte de está villa, ¿qué tan millonarios son?
Por lo que estoy segura que solo está cuidando de ellos dos, por el momento. La niña es más agradable de ver ya que no saco esos ojos rojos, se que está mal pensar algo como esto. No obstante, es complicado el hacer contacto visual con esa mirada roja.
—No necesariamente los hijos se parecen a los padres.—Frunce el ceño.
Esto es malo en Michelle, juzga y habla donde no le corresponde hacerlo. Cada familia es diferente, ninguna es igual a la otra.
—Eres una mujer adulta, deja de tener perjuicios por un simple color de ojos, piel o cabello.—Declaró—¿Desde cuándo discriminas y más a un niño solo por se inexpresivo?—Es tan ilógico.
Manrique es un reservado que no le importaba nada que no este relacionado con ellos tres, un hombre cariñoso solo con su familia.
Sobre todo con su hija, no obstante le molesta que alguien tan cercano a él, hable mal de otra persona y más si es su esposa.
—¿A ti no te gustaría que alguien más hablara mal de nuestra hija?—Preguntó.—No hagas lo que no te gustaría que te hagan.—Le hace saber.
—¡Te atreves a poner a nuestra hija de ejemplo!—Se exaltó.
Michelle se vuelve un animal salvaje cuando habla de Bianca, a menos que sea en bien o alaben esa radiante belleza angelical de su hija.
—Todo aquél que la mire feo o hablé mal de ella, debe de morir.—Apretó la corbata de Manrique.—No vuelvas a poner un ejemplo como ese o hacer algo estúpido.—Salio de la habitación.
"Maldición, se que estuve mal pero tenía que hacerlo para que entendiera la gravedad de sus palabras." Expresó para simismo mientras aflojaba su corbata. Siguió a su malhumorada esposa.
—Mamá, papá, ya estoy lista.—Sonríe al mismo tiempo que gira para mostrar su vestimenta—¿Me queda bien el uniforme?
Al estar todavía en invierno, llevamos un pantalón peludito por dentro y liso por fuera bajo la bonita falda plisada.
Será mi primera vez usando algo como esto, la primera vez que veré tantas chicas y chicos de mi edad. Voy a estudiar mucho.
—Todo te queda bien, princesa.—Se pone en cuclillas así poder arreglar el dobladillo de la camisa de Bianca.—Seras la chica más hermosa de ese lugar.—Besa la mejilla de su amada hija.—Ya lo verás.
—Si, muy hermosa.
Manrique, dio varías palmaditas cariñosamente en cabeza de Bianca. Ella solo sonreía mientras escuchaba los elogios de sus padres, sabía que lo decía porque era su hija. De igual manera disfrutaba de ello.
—Debemos irnos o llegaremos tarde....¿Mamá?—Sus ojos verdes se sobresaltan.
—¿Qué pasa?—Se preocupó al ver la expresión pálida de Bianca.—¿Te duele algo? Dime...mamá lo solucionará.—Su voz gradualmente se fue volviendo ahogada.
—No me duele nada.—Levanto su mano así poder señalar el rostro de su madre.—¿A ti no te duele?—Sus ojos se tornan llorosos.—Está cubierto de puntos rojos, ¿qué tienes mamá?
Manrique al ver la expresión de su pequeña, fue hasta donde Michelle y le dio medía vuelta para poder ver de qué estaba hablando Bianca.
—¡Oh, Dios!—Parece una fresa.
—¿Qué pasa con mi cara?—Busca un espejo en su bolsillo.—¿Me puse mal el maquillaje o que?....¡Aaahhh!
Michelle dejo caer el espejo para cubrió su cara, parecía una fresa cubierta de esos pequeños puntitos sobre su piel.
—¿Puedes adelantarte con nuestra hija?—Se gira.—Vere si puedo encontrar un solución a ésto, creo que es una reacción alérgica al maquillaje.—Expresó.—Bianca, no te preocupes princesa. Estaré bien, solo tomaré algo para que baje la hinchazón. ¿Sí?
—¿Segura?—No le creía del todo.—¿Segura que nos podrás alcázar?—En su mirada se podía ver solo preocupación.
—Tranquila.—Manrique, la levanta del suelo para sostenerla en sus brazos.—Michelle estará bien, al igual que tú, solo tomará una pastilla y se le quitará.—Acaricia las mejillas de su hija.
—Está bien.—Abraza el cuello de su padre.—Darte prisa mamá.
—Si, princesa.—Camina a su habitación.
¿Por qué mi maquillaje me causaría una reacción así? ¿Acaso esas moribundas de las azafatas cambiaron mis productos por unos más baratos?
Malditas desgraciadas, debí dejarlas sin cabello desde el momento en que miraban de esa manera a mi esposo. En sus ojos se les veía las ansias de saltar sobre el.
Me quejaré con la aerolínea, que las despidan por ladronas o le haré una demanda. Nadie le roba a Michelle Romero y sale impune. Absolutamente nadie.
En está ocasión si saldrán impune, después de todo su irá se está yendo a una dirección completamente diferente a dónde debería de apuntar.
Ya que en este preciso momentos los tres perpetradores se estaban reunido a fuera de las puertas de la mansión Reynolds. A la espera de los mellizos y el autobús que no tardará en pasar por ellos.
No era necesario que sus padres los acompañara, después de todo nunca andá solos, sus guardaespaldas siempre van con ello en todo momento.
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