capitulo 1
Agares no tuvo la oportunidad de acomodar los recuerdos dejados por el cuerpo que poseyó, y mucho menos averiguar dónde se encuentra o del porqué llegó a esta situación, cuando su pequeño y delgado brazo fue tómala bruscamente por una persona mayor.
—¡¿Cuántas veces se les ha dicho que lleguen a tiempo?!—Los jalan como si fueran cosas nada frágiles.—Son tan desobedientes, ¡¿Quieren ser castigados, otra vez?!—Preguntó con molestia.
¿Que está pasando exactamente? Hace momento estaba en esa andrajosa habitación, intentado averiguar que pasa, cuando esa mujer vestida de monjas entro de la nada y nos saco arrastra a esa niña y a mí ¿Estoy en una iglesia? ¿Quién es esa niña que anteriormente tenía una expresión culpable y triste?
"Transmigración" Esa es la palabra que resonó en mi cabeza, una y otra vez. Había transmigrado, era a la única conclusión a la que puedo llegar, porque es demasiado realista para ser un simple sueño o pesadilla. Una Transmigración que no pedí, ni siquiera leo esas novelas que lee mi hermana, Berenice.
¿En qué mundo estaré? ¿Romance en la época antigua? ¿Fantasía? ¿Será una de esa tantas novelas que leyó y está leyendo Berenice? Ella es quien debería estar aquí, no yo.
Ella si estaba preparada para este tipo de situaciones, yo a penas le prestaba atención a su escandalosos gritos de frustración de como maldecía a los cuatro vientos.
—Directora, me está lastimado—Le hace saber una niña de grades y hermosos ojos marrón rojizo, cabellera plateada.—Duele.—Muerde su labio con la impotencia.
—¡Cállate!—Aprieta con más fuerza ese brazo con pequeños moretones.
Agares salió de sus pensamientos, su mirada se va en dirección a esa niña. En verdad le iba dolido ese fuerte agarre, los dedos de la directora se están hundido en la demacrada pálida piel de la niña. Algo que también estaba sucediendo en el brazo de Agares, pero este no está sintiendo ningún dolor.
En vez de dolor es su estómago el que se siente revuelto, con unas inmensas ganas de vomitar, pero al estar perdido en sus pensamientos, Agares no anotado esa incomodidad desagradable.
—No es necesario que nos arrastre de está manera, podemos caminar por nuestra cuenta—Comento en un tono super monótono.
No debería de estar haciendo esto, cuando no puedo defenderme, todo se ve muy grande a mis ojos. La nuca duele al ver para arriba. Pero, no puedo permitir que nos traten de está manera.
—Eres una monja, ¿No que las monjas son siervas de dios? personas amables—Tengo ganas de vomitar, mi corazón de repente empezó a latir ansioso-¿Por qué se comporta como un demonio?—Preguntó.
Esa mirada roja inexpresiva puso nerviosa a la directora, todos siempre han enviado ver por mucho tiempo los ojos rojos de Agares, son como ver dos exóticas gemas. Pero para las personas de ese lugar, eso era repugnante.
—¿Oh esa vestimenta solo la usa para aparentar y en realidad es una mujer vulgar burlándose de Dios?
—¡Cómo te atreves hablarme así!—Lo abofeteo, esa abofeteada hizo escupir sangre a, Agares.
Eso dolió como el demonio, si estuviera en una clase de sueño, esa tremenda abofeteada no dolería y me hubiese despertado. No debí de hablar sin comprender que pasa, los recuerdos de este cuerpo son tan caóticos que no logró acomodar las piezas del rompecabezas.
El dolor está martillando mi cabeza, no puedo pensar bien y solo quiero vomitar y vomitar, sacar lo que le está produciendo incomodidad.
—Coff, coff, coff.
Mi respiración se siente pesada, no solo eso, mi mirada se tornó borrosa. Siento que escupire mis entrañas, ¿Que está pasando exactamente? ¿Estoy siendo castigado por algún crimen que cometí sin darme cuenta? No recuerdo ser una mala persona, solo un poco insensible...bien, muy insensible.
—Coff, coff.—Solo tosía e intentaba dejar salir algo, pero nada salía. Era más la sofocación que sentía en su pecho y garganta.
—¡Hermano!
Ella se agacha pero no lo toca, ansiaba poder limpiar la sangre de la esquina de los labios de Agares, pero era como si algo se lo impidiera.
¿Que puedo hacer para ayudarle? Si lo toco se pondrá aún más mal. Quiero tirarme sobre el y protegerlo cómo lo hace él, pero solo terminaré siendo una inútil carga que lo conducirá al infierno de esa agonía que está sintiendo.
—Deja exagerar—Exclamó molesta.
Es un fastidio lidiar con estos niños, pero son muy buenos a la hora de recolectar dinero y las generosas donaciones que dejan.
—¡Es por eso que sus padres los abandonaron!—Escupe palabras venenosas.—Quién querría a dos pequeños bastardos feos—Sonríe—En parte es por esos horribles ojos endemoniados de Agares—Su expresión es asqueada—Es tan repugnante el verlos, el nombre también queda muy bien contigo.
¿Estoy o no estoy en un novela? En las novelas e historias muchas de las personas tienen ojos rojos, o de colores inexistentes en la vida real, y nadie los juzga. Pero al parecer en este mundo no es normal que exista un color como este.
—¡No diga eso!—Aprieta sus puños—No tenemos la culpa que ellos no hayan abandonado—Sus ojos se cristalizan.—No pedimos nacer en primer lugar, si no querían darnos a luz, entonces tenía la obsesión de abortar—Decir esas palabras fue doloroso—No es nuestra culpa.—Solloza.
Nada de esto es nuestra culpa, todo es culpa de ellos por dejarnos tirados sin importarles que sería de nuestra vida.
—¡Sí es su culpa!—Exclamó—¿Acaso no puedes ver el rostro inexpresivo de tu hermano?—Frota sus brazos—Es escalofriante, de seguro sus padres pensaron lo mismo.
—Es más feo su rostro—Susurró, ella.
—Que dijiste—Estaba lista para golpearla con la regla que media un metro de largo.
—Nada—Bajo su mirada.
—¡Solo callarse!—Grito furiosa—Levantarse, hay mucho trabajo que hacer—Los fulmina con la mirada—Recuerden que si no traen más dinero que los demás, dormirán separados—Sonrío.
Vi como esa chica de cabello plateado, se estremecio con pavor, los colores se iban y venían en su rostro. Está más que solo aterrada por lo que dijo ese fraude de mojan.
Lo dos chicos se levantaron del piso, sin ganas siguieron a la directora. Agares todavía no había visto su nueva apariencia o del tamaño que es. Por eso ansia poder encontrar un espejo.
—Hermano—Susurra—Toma—Le entrego un pedazo de tela de su camisa, para que se limpie.—Lo siento—Se disculpa con preocupación.
¿De verdad soy hermano de está niña? Parece tener unos Diez años. Ella es muy bonita, si tan solo estuviera más limpia y con el cabello peinado, sería mucho más bonita.
¿En que lamentable personaje secundario o extra fue el que poseyó mi alma? De seguro soy un extra que morirá en un par de capítulos. No creo tener la suerte de ser el protagonista o el villano.
Cómo ya vi, mi suerte es pésima porque estoy en lo que parece un orfanato, ese montó de niños sentados en la sala de este lamentable lugar, lo dice todo. En total hay como 100 niños, de diferentes edades pero unos más cuidados que otros.
—Sentarse—Ordeno la directora.
Los hermanos tomaron asiento en la última fila de atrás, alejados, un metro de distancia. Eso confundió a, Agares. No entendía porque su supuesta hermana se esmera mucho por mantener la distancia entre ambos.
El podía ver qué ella quería estár muy cerca de él, pero que había algo que lo impide, y eso esta enviado señales de alarma en Agares.
Algo extraño estaba pasando y pronto, Agares comprendería el porque ese motivo, un motivo del cuál no hubiese queridos saber.
—Como ya saben, no estamos quedado sin dinero para alimentarlos—Comenta la directora—Para solucionarlo tienen que salir a vender todo lo que se encuentra en esas canastas—Pone una expresión lamentable—No quería hacer eso, pero es por el bien de ustedes.
¿Por el bien de nosotros? Aparte de un fraude, comediante. Que palabras más desvergonzadas está diciendo esa mujer. Es muy obvio que están pensado en explotarnos, para obtener dinero fácil y rápido.
¿No que las personas del orfanato son quienes cuidan y velan por la seguridad de los pobres huérfanos? Todo era una vilmentira.
Todo mi dieron que donaba a la caridad y principalmente a los orfanatos, fue en vano, ¿Todo ese dinero iba a las bolsas de los encargados y los niños no disfrutaban de ello? Tal vez algunos si, cumplían con lo que decían, pero eso son los que tal vez no reciban caridad.
Lo peor que este lugar es un convento-orfanato, personas que predican el credo y de como amar al prójimo, pero ellos están haciendo algo totalmente diferente. No pertenezco a ninguno religión, pero respecto las creencias de cada quién.
¿Acaso este lugar es una organización que explota a los niños con la pantalla y excusa de ser un convento? Esa mujer vestida de mojan está usando unos tacones de aguja, algo que está fuera de lugar con su vestimenta.
¿Cómo es que nadie se ha dado cuenta de que no son personas buenas? Bueno, no es como que a alguien les importe lo que les pase a unos cuantos huérfanos, si sus padres no les importó abandonarlos, ¿por qué serían importantes para personas desconocidas?
—Tienen que vender los 100 pastelitos y galletas que se encuentra en la canasta—Sonríe fríamente—Los darán a dos por el dólar, sabemos bien cuánta mercancía va en cada una, si alguien se pasa de listo—Golpea el escritorio-Recibirá tres azotes.
Todos se pusieron pálidos e inconcientemente el cuerpo de Agares, se tensó. Un sudor helado empezó a deslizarse por su frente, en ese lugar el es quién había recibido más azotes que todos los demás.
Algo le sucede a este cuerpo, solo escuché ese sonido y mis manos empezaron a temblar inconcientemente, mi corazón a latir con sofocación ¿He sido abusado de alguna manera?
Agares llevó sus manos a la boca, su hermoso rostro ovalado, pálido. Tiene una expresión oscura, esos ojos rojos asesinaran a cualquier que lo vea fijamente, es aterradora. Algo estaba sucediendo en su mente que lo tiene tan asqueado y furioso.
—Van a ir en pareja, de esa manera terminarán más rápido—Se sienta en el escritorio—Cada pareja tomara una dirección diferente para que nigún se vea perdurando por la otra pareja.—Cruza sus piernas—Darse prisa, o se quedarán sin desayunar, tienen que volver antes de las diez.
—¡Si, señorita directora!—Respondieron, cada pareja tomo la canasta y salió a vender.
Me siento sucio, molesto, con ganas de matar a esos bastardos asquerosos. Los recuerdos recuerdos que acaba de ver son demasiado.
Ahora entiendo porqué mi cuerpo reacciona de esa manera y jadeó cómo perro cada vez que alguien me toca, es por todo el horrible abuso constante.
—¿Hermano?
Solo debería largarme a algún lugar lejos de aquí, pero si lo hago ¿que pasará con está niña? al parecer soy su única familia y con el único con quién se lleva bien. Los demás niños ni siquiera nos voltearon a ver, hace un instante.
Mis manos son tan pequeños que dudo que pueda hacer algo para poder defenderme de esos adultos que veo tan gigantes. Mi estatura de 1.85 fue reducida espontáneamente, yo que solía ver para abajo, ahora me toca ver para arriba.
—¿Te sigues sintiendo mal?—Aprieta con fuerza la canasta—Está bien si no recogemos el dinero suficiente para que durmamos en el mismo lugar—Sonríe, para hacerle saber a su hermano que estará bien—No me pasará nada.
¿No te pasará nada? Solo serás elegida por uno de eso pervertidos para que compartan la cama, ser tocada por toques que crees inofensivos, pero sin saberlo estás haciendo abusado, nada más eso.
No hay contactó sexual pero sigue siendo más que solo un abuso el dormir con un niño, de tan solo diez años. Es por eso que Agares hasta robaba para poder darle el dinero a la directora, de esa manera no los mandarían a dormir separados y tampoco serían eligido por esos bastardos.
—¡Brianna, Agares!—Exclama furiosa—¿Cuando piensas largarse?
—¡¿Brianna?!—¡Llegué a la novela que menos hubiese querido llegar! "Dulce obsesión" vaya suerte de mierda la mía, soy el hermano de la villana.
"¿Por qué? ¿Por qué corrompieron a una niña tan dulce e inocente? Al autor no le basto con oscurecer su niñez, ahota la convierte en Villana...¡Es injusto!"
Fueron las palabras soltadas llenas de furia por Berenice, a la vez que sus ojos se ponían llorosos, ella era muy sentimental. En ese momento me burlé de ella tomándole un vídeo, no debí de hacerlo. Estoy jodido al parecer.
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