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-oye Mikey- dijo Dakota mientras jugaba con las pequeñas olas

-dime- la miró

-¿Quieres salir a cenar hoy?- sonrió

-¿Tú y yo?-

-si, solo nosotros- se sonrojó

-claro, me encanta la idea- sintió un ligero rubor en sus mejillas

-oigan tengo hambre- dijo Maggie saliendo de su entierro de arena, Kiri había estado ocupada

-yo también- dijo Shane -oye mamá ¡Oh! Lo siento...-

-no hay problema- sonrió -¿Que vamos a comer?-

-yo digo que primero vayamos a darnos un baño- Maggie señaló las duchas que estaban ahí -con arena no nos dejarán entrar-

-acepto- dijo Dakota -¿Ustedes saben lavarse ahora?- miró a los hermanos quienes negaron

-habrá que hacerlo nosotros- se levantó -vamonos-

Todos recogieron sus cosas y llevaron a los hermanos a las duchas, sabían darse un baño pero ahora tenían cabello y la espalda descubierta, no comprendían bien esas cosas, era algo distinto.

-esto es divertido- dijo Kiri lavando el cabello de Leo que estaba agachado -muy divertido-

-bastante- rió Shane mientras le lavaba el cabello a su hermana

-se siente bien- dijo Mikey mientras Dakota lavaba su cabello -cuando termines, te devolveré el favor- rió

-está bien- rió -acepto el trato-

-bueno, ya estás limpió Donnie- rió -ahora lava el mío-

-está bien- sonrió y comenzó a lavarle el cabello a su esposa

-tienes manos mágicas- sonrió

-no es tan complicado- dijo Leo lavando el cabello de Shane ahora -aunque es más difícil cuando no lo estás viendo-

-lamento hacer que te agaches, es que... Eres muy alto para mí- dijo Erika mientras enjuaga a a Raph

-no importa, al menos así es más fácil para ti- sonrió

-terminé- sonrió y lo vió pararse -si, así no hubiese podido- rió

Raph cerró la llave junto a sus hermanos, al menos ya tenían la cabeza limpia, ahora Shane enjabonaba la espalda de Kiri y Leo enjabonaba la de su sobrino.

Dakota y Mikey intercambiaban para hacerlo, solo porque ella no alcanzaba y no le molestaba del todo, Donnie y Maggie también intercambiaban.

Después de que Erika se enjabonara a sí misma, decidió ayudar a Raph, con delicadeza pasó sus manos por su espalda, sin embargo se sorprendió cuando el ojiverde dio un salto.

-lo siento...- suspiró algo nervioso

La dejó continuar, cerraba sus ojos para evitar pensar en lo bien que se sentía que sus manos acariciaran su columna, ella también se estaba tomando la libertad de acariciar cada una de sus cicatrices, Raphael no pudo más y abrió la llave del agua fría hasta el tope.

-¿Sucede algo?- lo miró confundida

-solo... Necesito un momento...- dijo algo agitado

-creo que sufrió un sobrecalentamiento- rió la rubia

-fue demasiado para él- dijo Leo -pobre de mi hermanito-

Luego de eso todos limpios y sin arena, se fueron al hotel para cambiarse de ropa y a almorzar, después decidieron ir a dar una vuelta.

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Ya en la noche, dos de las tres parejas ya estaban listas para irse, Mikey trataba de aprender que debía hacer con una chica.

-ya vete hermanito- dijo Raph -simplemente se tú mismo-

-¿Y si no le gusta como soy?- suspiró -la voy a espantar-

-solo piensa en que yo sí pude espantarla y ya hasta tengo un hijo con ella- lo miró -todo es posible-

-por eso mismo me asusta- se sentó en la cama -Raph ¿Cómo sabré que puedo decirle lo que siento?-

-honestamente soy el peor para aconsejarte sobre eso, ya ves que yo... No soy mucho de eso-

-¿Cómo le dijiste a Eri lo que sentías por ella?- lo miró

-es gracioso- rió levemente -no se lo dije-

-¿Entonces?-

-ella hizo su confesión y yo la besé- suspiró -nunca le dije que me gustaba o algo por el estilo, simplemente comenzamos a salir-

-vaya hermano, tú sí que no sigues el manual- rió -está bien- sonrió

-¿Ya te irás?-

-si y esperaré a que sea el momento correcto para confesarle a Dakota lo que siento-

-suerte hermano- sonrió

-gracias Raph- tomó su chaqueta -volveré más tarde, pero si tienes suerte con Eri, me iré con Leo- rió y cerró la puerta antes de recibir el libro que Raph le lanzó

-idiota...- suspiró -¿Y tú qué planes tienes?-

-iré con el tío Leo y con Kiri- sonrió Shane

-suerte enano- tomó su chaqueta y sacó algo de dinero -para que compres algo-

-gracias bàba- lo tomó -y un consejito, lleva a mamá a un lindo lugar, llévala a cenar y a hacer algo que a ella le guste-

-tú que sabes enano- golpeó levemente su cabeza -ahora vete, ya debo ir por tu madre-

-claro, suerte bàba- dijo y salió para irse con su tío

Maggie y Donnie se iban a quedar esa noche en el hotel, ambos estaban algo cansados así que iban a dormirse temprano o esa fue la versión que dió la rubia con una sonrisa maliciosa.

Mikey y Dakota caminaban tranquilamente, era de noche y el aire fresco era lo mejor.

-¿Que te gustaría cenar?- dijo el menor de los hermanos

-no lo sé, me gustan muchas cosas- sonrió tímidamente

-¿Cuál es tu comida favorita?- la miró con una sonrisa

-bueno, mi favorita- pensó un momento -¡Ya sé! La pizza con doble queso y pepperoni con un poco de salsa picante-

-¿En serio?- dijo sorprendido

-si, es algo común ¿No?- dijo apenada

-¡Claro que no! También es mi favorita- rió -vamos por una-

-¡Si! ¡Vamos!- lo tomó del brazo y lo jaló hacia una linda pizzería al aire libre

-me gusta el lugar- dijo mientras la ayudaba a sentarse

-a mi también- sonrió

-oye- se sentó -luces muy bonita-

-¿Tú crees?- se sonrojó levemente

-si, siempre luces muy bonita, pero hoy te pasaste- rió

-gracias Mikey- sonrió aún con su sonrojo

-no es nada-

Ordenaron su pizza y cuando llegó, uno de los trabajadores encendió uno de los televisores que estaban ahí, un juego de basketball estaba a punto de comenzar.

-vaya, los Nicks van a jugar- dijo alguien de otra mesa

-¡¿Los Nicks?!- dijeron Mikey y Dakota -¿Te gustan los Nicks?- se vieron -¡Si!-

Pasaron la velada riendo, comiendo pizza y disfrutando el partido, Dakota nunca había conocido a alguien a quien le gustara tanto las cosas que a ella también le gustaban.

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Raphael estaba tranquilo esperando a que Erika estuviese lista, ya sabía que a veces se pasaba unos cuantos minutos de la hora que acordaban, entre sus pensamientos le llegó una idea, algo que nunca se le habría ocurrido.

-oye...- miró al cielo -yo... Sé que soy algo que va en contra de tu naturaleza... Pero... Por favor... Haz que ella vuelva, Dios... Por favor... La quiero de vuelta- derramó unas cuantas lágrimas -es lo único que te pido...-

Al escuchar la puerta de la habitación abrirse, se limpió rápido el rostro.

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