🔸Girls just want to have fun🔸

Aunque Circe y Peggy se vieron durante los años en que Arabella estuvo dormida, fue toda una alegría cuando volvieron a reencontrarse las tres.

Peggy se quedó en lo de Circe durante la ausencia de Olivia. Fue en esos días donde a las amigas se les ocurrió hacer algo fuera de la ciudad.

Estaban en verano, aun faltaba mucho para la boda y lo único que se les paso por la mente era ir a la playa.

La idea de pasar tiempo bajo el sol, o con los pies en el agua, acompañadas de alguna bebida refrescante, era lo que entendían por vacaciones necesarias.

Las opciones iban desde Maui Hawái, llevadas ahí por Peggy, a New York, con la condición de turnarse para manejar o ir a California, a la playa Moonstones.

-Siento que si vamos a Hawái algo va a pasar.- alegó Arabella.-Y ser sacrificada en un volcán están muy bajo en mi lista de extrañas formas de morir.

Las otras dos amigas la vieron, y terminaron por darle la razón.

-Entonces vamos a New York, es un viaje largo pero...

-Te detengo ahí Peggy.- la interrumpió Circe.-Como dijiste es un viaje largo, a ti no te gusta manejar, a mi menos, y no le confiaría mi auto a Arabella.- explicó.-Sin ofender.

-Si, si me ofendo, pero tienes razón.

Tras un debate terminaron por elegir ir a una playa en California, no quedaba muy lejos, solo un par de horas de viajes, y en fotos parecía ser un lindo lugar.

Además según las palabras de Circe, ella fue con su esposo e hijas y el sitio era agradable para pasar el rato.

-Lo disfruta ¿Cierto?- preguntó Peggy mientras veía a su amiga regocijarse ante sus propias palabras.

-Cada minuto de cada día.- respondió Arabella sin dejar de ver a Circe.

Aunque lo que menos les importaba era el sitio, sino mas bien pasar un buen momento donde a ninguna de las tres las perseguía por tal o cual cosa, o solo se encontraban para pedir alguno que otro raro consejo.

De vuelta en su departamento le pidió a Hisirdoux las llaves de su coche; aunque ninguna confiara en sus habilidades frente al volante término por ganar un juego tonto y ahora la debían aguantar manejando.

El mago escuchaba como esta le contaba con emoción como es que gano, y como hizo trampa sin que se dieran cuenta, para variar.

-Pero tu no te preocupes, no le voy hacer nada a tu lindo bebe de cuatro ruedas.- dijo finalizando su historia.

-Que lindo, tu manejando.- dijo sin dejar de sonreír de manera extraña.-A Lady Sun.

Tampoco confiaba en las habilidades de manejo de su prometida, pero no le iba negar usar su mas apreciado objeto de valor. Además estaba seguro que si se negaba Arabella se ofendería, y daría cuenta que él esta del lado de sus amigas.

-Solo ten cuidado.- le pidió entregando las llaves.

-¿Lo dices por mi o por el auto?- interrogó tomando las llaves, y viendo de reojo.

Hisirdoux la abrazo para evitar un conflicto, y Arabella solo se río por la situación. Le prometió que no le pasaría nada a Lady Sun, mucho menos a ella o a sus amigas.

Al día siguiente, tras el desayuno donde Hisirdoux le hizo repasar todo lo que debía hacer con el autor, y lo que no dentro de este, se marcho en busca de sus amigas.

Al cabo de unos minutos llego a la casa de Circe, y toco bocina, sin la intensión de bajarse del auto. La primera en salir fue Peggy, quien corrió hasta llegar al auto, y si decir hola entro, sentándose del lado del copiloto.

-¿Hola? ¿Te encuentras bien?- le pregunto.

Traía las mejillas sonrojadas, y se la notaba mas nerviosa de lo normal.

-Muy bien.- respondió agitando una mano en el aire.

La vio con cierta sospecha, y llevo su mirada a la casa de nuevo. En la entrada estaba Circe que parecía no querer terminar de despedirse de Baltimore. Se veía como una adolescente que no tenia ganas de soltar las manos de un novio que se veía muy bien sonriendo solo para ella.

-Ah, tu también caíste bajo el efecto Baltimore, no te preocupes a la larga se pasa.- dijo Arabella sonriendo sin dejar de ver a la pareja.

-Amanecí y estaba haciendo el desayuno ¿Entiendes lo que es eso?- cuestiono Peggy sin poder evitar reírse.-Y ayer hizo la cena, a ese hombre le encanta la cocina.

Las dos vieron otra vez por la ventana y suspiraron como dos adolescentes, pero Arabella termino con el momento de admiración tocando bocina de nuevo para apurar a Circe quien no se despegaba del brujo.

-¡Vamos Cir, que solo es un día!- grito Arabella.

Se pudo escuchar un leve quejido, y tras un beso final, Circe se encamino al auto con una sonrisa de oreja a oreja. Ya dentro, saludo las dos brujas sin perder dicha sonrisa. Les paso a ambas unos pastelillos hechos por Baltimore, argumentado que seria lo mejor que probarían en el día.

Y ninguna lo negó.

Tardaron al menos media hora en salir de Arcadia, porque en palabras de Hisirdoux debía revisar el auto en una estación de servicio al menos dos veces. Aunque parecía algo ridículo, Arabella estaba segura que él se daría cuenta de aquello.

Ahora era cuestión de ubicar el camino, y ponerse en marcha. Tarea que quedo a cargo de Arabella, en donde ninguna de las tres tomo en cuenta un factor importante. Estaban muy distraídas hablando de todo un poco, cantando, o solo jugando a una clase de bingo basado en diferentes cosas que hicieron a lo largo de sus años.

Al cabo de unas horas, notaron que el viaje se estaba haciendo mas largo de lo que debería ser, y que la ruta estaba por completo despoblada. Pero no fue eso lo que las obligo a detenerse. El calor del día parecía aumentar en la carretera, y fue aquello mas la falta del agua lo que provoco que el Lady Sun frenara en medio de la nada.

-¿Qué acaba de pasar?- pregunto Circe, cerrando los ojos y alzando ambas cejas.

-¿Dónde estamos?- pregunto Peggy viendo por la ventanilla.-¿No tendríamos que haber llegado hace un rato a la playa?

-¿Alguien mas se siente descompuesta?- pregunto Arabella con la cabeza oculta entre los brazos.

Antes que alguna pudiera decir algo, esta corrió fuera del auto para vomitar lejos de las miradas de sus amigas. Tras unos agónicos minutos, a paso muy lento, volvió al lugar del conductor.

-Puede ser que se haya recalentado el motor.- respondió a la primer pregunta.-Y no se donde estamos ¿Recuerdan que no se usar mapas? Yo igual.- continuo por la segunda pregunta.

Pero ahora no era lo que preocupa a Circe y Peggy, sino mas bien querían saber sobre el estado de salud de su conductora, a lo cual no tenia respuesta clara para ello, y solo dijo que algo le cayo mal.

-Definitivamente no estoy embarazada.- les aclaro a ambas antes sus miradas de sospechas.

Con ayuda del mapa virtual descubrieron que estaban lejos de su destino, y que ninguna se dio cuenta que tomaron la salida equivocada. Ahora solo debían poner en marcha el auto de nuevo, y trazar un nuevo camino, puesto que su destino inicial estaba hacia el lado contrario.

En cuanto abrieron el capot del auto el vapor del motor las envolvió, provocando que salieran corriendo en diferentes direcciones. Aunque Circe hizo el intento de ponerlo en marcha, no lo logro, y pronto se quedo sin ideas de como volver a hacerlo funcionar.

-Bueno, hay un pueblo a unos tres kilómetros, debe haber un taller de reparaciones.- dijo Peggy señalando el mapa.

-¿Cuál pueblo?- pregunto Circe.

-Uno pequeño, se llama Ghost Cliff.- respondió con cierta extrañeza.

Aunque era un nombre que se les hacia un tanto raro, no dudaron en ir, puesto que era la única opción del momento. Iban muy lento, moviendo a Lady Sun con algo de magia, porque ninguna estaba en condiciones de empujar un vehículo tan pensado, lo cierto es que tampoco querían hacerlo.

-Si Merlín nos viera haciendo esto perdería los estribos.- comento Peggy sin quitar los ojos del camino.

-Oye.- levanto la mano Circe.-Pues si, es cierto.- dijo para luego reírse.

A la única que no le causa nada de gracia la desventura del momento era a Arabella, no solo por el malestar que parecía no detenerse, sino que este crecía junto a la culpa de haberla metido en ese embrollo.

-Tu hija me diría ahora abre boca.- refunfuño cruzándose de brazos.

-Cierto, pero como no esta acá no deberías porque estar mal.- dijo Circe.-Las tres estábamos distraídas después de todo.- agrego.-Ahora solo espero que en Ghost Cliff no nos espere un asesino serial enmascarado que salga en busca de victimas los viernes trece.

Pese a estar bromeando, se rieron nerviosa por el chiste. La carretera vacía, sino fuera por ellas, el nombre relacionado con fantasmas, y que justo cayera viernes, no era algo para tomar a la ligera, mucho menos por estas.

Luego de acarrear el auto con su magia por una hora, al menos, llegaron al poco esperado pueblo. Dejaron a Lady Sun a unas cuadras de la entrada, y fueron a pie hasta dar con algún taller abierto.

-No es por miedosa, pero no iré yo.- dijo Peggy frenándose a unos pasos del primer taller abierto.

-Perdón pero tampoco iré, es mas buscaré un lugar para seguir vomitando.- dijo Arabella.

Circe las vio a ambas, y negó con la cabeza ante la cobardía que sentía en el aire.

-Por favor, iré yo.- anunció.

Dio unos paso dentro del garaje. Se podía oír como caía una que otra tuerca, al igual que escurrir de algún líquido. Circe buscó con la mirada al dueño del lugar, pero no encontraba a nadie.

-¿Hola?

Nadie respondió. Tragó aire nerviosa, ahora se daba cuenta que la valentía la dejo en la entrada, y que lo último que quería era morir a manos de un extraño, en un pueblo fantasma.

Al dar la vuelta para salir choco contra un hombre que la doblaba en altura, y espesor. En un corto periodo de tiempo, llegó a pensar que no Baltimore hubiese podía con él extraño.

Grito atemorizada, alertando a sus amigas, que en cuestión de segundos entraron al taller, ambas con las manos iluminadas por su magia, dispuestas a enfrentarse a lo que sea.

-No, quietas, no pasa nada.- exclamo agitando las manos en el aire.

El hombre volteo, y alzo una ceja al ver a las otras dos ocultando sus manos tras sus espaldas. Circe se asomo por un costado del hombre, e hizo una seña su garganta.

-Lo siento, el señor Montesco es muy silencioso.- dijo Circe aclarando su voz.

Las dos amigas sonrieron nerviosas, saludando al extraño señor con sus voces temblorosas. Sin embargo aquello no fue lo único que les erizo.

-Si, mi padre es muy silencioso cuando llegan justo sobre la hora del cierre.- dijo una mujer.

Dieron un salto en el lugar, acompañado con un leve grito por el susto provocado por otra persona igual igual de silenciosa. El corazón de Arabella golpeaba nervioso en su pecho, y tuvo que acudir al trabajo de respiración que le enseño Olivia.

-Lo sentimos.- dijo Arabella un tanto apenada.

La mujer caminó entre Arabella y Peggy, para girar sobre sus talones y así poder ver a las tres.

-¿El Mustang negro de la entrada es de ustedes?- preguntó atando su larga cabellera roja en una alta coleta.-Esta quemado ¿Saben?

Circe camino hasta quedar al lado de Arabella, y asintió cruzándose de brazos.

-Ya que ninguna dirá nada, lo diré yo.- dijo poniendo una mano en su cadera.-Tienen suerte, la pieza que se quemo la puedo cambiar, tengo quien me consigue respuestas para un coche tan viejo.

Se pudo oír un respiró de alivio por parte de las tres pero principalmente el de Arabella. Le había prometido a su novio que cuidaría a su joya, y ahora estaba deshidratada en la entrada de algún pueblo perdido.

-Lo malo, es que mañana estará listo, no trabajo a la tarde.

Así como se escucho un respiró de alivió, se pudo oír un coro de quejidos, y como era de esperarse el de Arabella se hizo notar por encima de las tres.

Ante la noticia, el malestar que cargaba desde hace horas la obligó a salir corriendo del taller para vomitar lejos de la audiencia.

-Esta pasando por un mal momento.- comentó Circe.-Circe.- extendió su mano.

-Alba Montesco.- se presentó la mujer estrechando la mano de la pelirroja.

Se intercambiaron los números con Circe, y Alba les indico un sitio donde pasar la noche.

Al llegar al pequeño hostal, lo único que percibieron del lugar eran vibras aterradoras. Parecían ser las únicas visitantes en años, y eso no las dejaba tranquila.

No estaba descuidado, todo lo contrario. Era una pequeña casona antigua, que tenía aires de castillo de Drácula, pese a que carecía de torres. El pasto verde vibrante estaba cortado muy prolijo, pero los árboles muertos a su alrededor lo opacaban.

Y que de repente se nublara, anunciando una pronta tormenta, no ayudaba a calmar el miedo de las amigas.

-Por suerte la mujer de la recepción era amable.- rompió el silencio Circe.-Y no un vampiro.- agrego para luego abrir la puerta.

Pidieron un cuarto con una cama grande para las tres, porque no se podían dar el lujo de algo mas cómodo.

Aunque el cuarto no se veía incómodo, solo seguía la misma estética gótica del hostal. Luz tenue, tapizados antiguos bien conservados, al igual que los pocos muebles, y el gran espejo que Peggy se encargó de cubrir.

-Bien hecho.- señalo Circe con una risa nerviosa.

La única que no parecía tener miedo, porque su mente se ocupaba de hacerla sentir mal, era Arabella. Caminó entre las amigas, y fue directo a la cama.

-Arruiné todo.- dijo con voz quebradiza.

-No es cierto, le pudo pasar a cualquiera.- trato de calmarla Circe.

-Es cierto, y lo podemos solucionar con.- dijo sonriente Peggy esperando a que laa otras dos la vieran.-¡Noche de chicas, chicas adultas!- festejó.

Circe fue a su lado, aplaudiendo a la par de la castaña. Mientras que Arabella se sentía mucho peor, y no pudo evitar el llanto dramático.

-Lo siento, pero creo que estoy embarazada.- confesó llorando aún mas fuerte.

Los festejos se detuvieron, tanto Circe como Peggy no podían descifrar que tipo de llanto era, si de miedo, felicidad o una mezcla de ambas.

-No paro de arruinar su noche de chicas maduras.- balbuceo, mientras abrazaba una almohada.

Ante la situación nerviosa, Peggy no pudo evitar reír, por lo extraño de todo.

-Lo siento, es que...- se freno para calmarse.-Es raro, pero es la primera vez en mucho tiempo que vivo algo así.- aseguró.-No, no arruinaste nada ¿Cierto Cir?

La pelirroja, quien también aguantaba la risa, asintió con la cabeza, y fue hasta donde estaba Arabella llorando aun.

-Sera una extraña noche de chicas adultas, sin alcohol y con un test de embarazo.- dijo Circe, sentándose de un lado.

-Claro, que mejor noche de chicas que corroborando un embarazo.- le aseguró Peggy sentándose del otro lado.-Y habrá mucha pizza.

-¿También helado? - preguntó Arabella, secando sus lágrimas.

-Obvio.- respondió Circe dándole un abrazo.

-Cambiaremos el tequila por unos buenos litros de helado.- agregó Peggy.

Luego de un baño, y corroborar que los vampiros no existían, al menos en ese hostal, y en todo el pueblo, se sentaron las tres, con rebanadas de pizzas en las manos, frente a la cajita del test de embarazo.

Nunca en la vida se les paso por las cabezas estar en una situación tan mundana como aquella, y sentir miedo compartido. Se habían enfrentando a los peores seres en sus novecientos años, pero en la actualidad no se comparaba con corroborar un embarazo.

-No me quería casar tan pronto, no es que me de vergüenza caminar embarazada al altar pero la idea me da escalofríos.- dijo Arabella.-Terminemos con esto.

Le dio un bocado mas a la pizza, tomó el test, y se fue al baño. Al cabo de unos minutos salio, y le pidió a una de las dos chicas que vieran el resultado por ella.

Tras unos largo y agónicos minutos, Circe fue quien tomo la iniciativa para ver el resultado. Sus ojos brillaron ante lo visto, lo que hizo llorar a Arabella, y confundió a Peggy.

-Por favor Circe ¿Qué dice?- apuro la castaña mientras abraza a la rubia que lloraba en su hombro.

-Por momentos no caminaras al altar con una gran barriga.- respondió Circe dando media sonrisa.

Aunque siguió llorando, el llanto fue cesando gracias al abrazo de sus amigas. Arabella no podía dejar de sentirse responsable por cambiar por completo lo planificado en un principio.

Ahora las tres se encontraban comiendo helado en la cama, viendo algo en la tele en sumo silencio.

-¿Saben algo? Por un momento me ilusione al pensar que estaba embarazada.- confesó Arabella sin quitar la vista del frente.-Pero siento alivio de no estarlo, ahora Hisirdoux no se sentirá comprometido al tener que casarse con la asesina de Lady Sun.

-Ese chico ama ese auto.- comentó Peggy.-Obvio no mas que a ti.

-Si, no seas dramática, para eso ya esta él.- agregó Circe, de manera burlona.

La risa descomprimió el silencio, y tras unas horas de charlas de todo tipo, se quedaron dormidas.

A la mañana alguien el coche ya estaba listo, y no dudaron en volver a Arcadia. No estaban con demasiadas ganas de seguir el camino, y las tres extrañaban los colchones de sus camas.

La vuelta fue rápida, al menos las canciones del viaje permitieron eso. Pese al llanto de Arabella, haber pasado por un pueblo fantasma como lo era Ghost Cliff, y tener una noche llena de emociones era al meno parte de un gran y extraño recuerdo que revivirán en alguna futura charla entre copas.

Bonus

Hisirdoux la recibió con un fuerte abrazo, y no se molesto en preguntar sobre el auto.

-Si, exagere.- dijo al fin.

-No te preocupes, yo también he dramatizado mucho.

-Creo que por eso debemos casarnos, somos los reyes del drama.- dijo el pelinegro al sentir que el abrazo aumentaba en intensidad.

-Brindo porque nunca nos falte el drama.- susurro Arabella.-Me iré a la cama.- agregó tras el abrazo.

Se durmió al instante en que toco la almohada, y no volvió a abrir los ojos hasta que Hisirdoux llamó.

-Hola bella durmiente.- saludo en cuanto entró al cuarto.-Tienes vistas.

Luego de quitarse la pereza, fue hasta la sala donde estaba Circe y Peggy esperándola. Una alzo un bolso haciendo un gesto raro, mientras que la otra la tomaba de la mano para salir del departamento.

-Volvemos en un rato.- anunció Circe.

-Que la pasen bien.- saludo el pelinegro desde el pasillo.

Arabella caminaba desganada mientras sus dos amigas tiraban de sus manos para que se apurada. Iban escaleras arriba rebosando alegría, tratando de ser silenciosas para evitar molestar a los vecinos, y en lo único que pensaba la rubia era que estaba demasiado cansada para los juegos a esas horas de la noche.

Se freno a mitad de camino, esperando alguna explicación, pero solo provoco que las jalaran con mas fuerzas de sus manos. Tras pasar los últimos escalones, llegaron a la puerta que daba a la terraza, un lugar bastante descuidado que Arabella evitaba.

-¿No tenía un mejor sitio que este? ¿Qué buscan? ¿Qué me sienta peor?- las interrogo cruzándose de brazos.

-Esta bien reina del drama, solo mira esto.- dijo Circe.

Abrió la puerta, y Arabella se encontró con un sitio que nada tenia que ver con su recuerdo. La hechicera sabía que ese lugar era un asco, por eso se encargo de limpiarlo y redecorarlo junto con Peggy.

En centro había una estructura sencilla, iluminado con luces que pendían entre las altas patas de madera, y dentro almohadones, mas algunas colchas para cubrirse del frio.

-Sabemos que te sientes mal por algo que le pudo pasar a cualquier ser humano.- dijo Circe tomando el bolso que traía Peggy.-Pero claro esta que tu eres Arabella Pericles y estas cosas no te deben pasar a ti.

-Si es hora que empieces a aceptar que cometes errores y no solo locuras.- dijo Peggy mientras iba en busca de unas copa.-Creemos que debes relajarte un poco, y por eso hicimos esta noche de chicas.

-Sin llantos, y solo alcohol.- agrego Circe.

-Alcohol variado, porque somos grandes, y hasta ahora nada nos vence.- dijo Peggy.

Arabella se acerco a ella, y solo pudo abrazarlas. Hizo levitar las copas, una vieja botella de vino que Circe aun conservaba, las sirvió y las repartió entre las tres.

-Chicas, son las mejore, y brindo por eso.- dijo para luego darle una gran sorbo a su copa.-A todo esto ¿Dónde nos quedamos en el bingo? ¿En un amante malicioso, o alguna como tal?

Las tres se rieron, y bebieron tanto por el brindis como por el bingo.


★★★

Hola, buenos días mis soles ¿Cómo les va? Esperó que bien.

Estuve como una semana escribiendo este capítulo, porque no sabia hacia donde tirar la idea.

Así que decidí que lo mejor sería hacerlo después del caos, y antes de la boda, así podría poner situaciones que a la larga una vive con sus amigas, amigos o amigues.

Arabella sello su destino cuando decidió hacer trampa para manejar.

Ya se que yo hice el dibujo, pero dios, amo como quedó. Las tres están como "Va a pasar algo malo, pero no importa".

Y si, Margarita de fanfictioner67 no podía faltar en esta travesía.

Baltimore aparecen medio segundo y hace revoluciones XD

En fin, espero que les haya gustando ✨Besitos besitos, chau chau✨

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