Capítulo 6. Ara.




20 enero 2022.

Yujin.

-Yujin, ¿estás escuchándome?.- Namjoon, mi terapeuta me saco de mi laguna mental.

-Perdón.- Sacudí ligeramente la cabeza -¿Qué me decías?

-Se cumplió un año de aquel acontecimiento doloroso.- Nam siempre era cuidadoso con ese tema.

-Puedes decirlo tal cual.

-El fallecimiento de Ara, el fin de semana se cumplió un año, hablemos de eso.- Se acomodó en el sofá, qué yacía en su consultorio, frente a mí.

-No hay mucho que decir.- Encogí los hombros -Fui al cementerio y le lleve flores, las más hermosas camelias.- Mantuve expresión neutra.

-¿Solo eso?.- Ladeo la cabeza -No te cohíbas Yujin, es importante que retomemos el tema.

-¿Por qué?, ya habíamos avanzado al tema sobre mis metas en la vida y esas cosas.- Fruncí el entrecejo.

-Me llamaste a media noche en medio de una crisis.- Me sentía avergonzada con esa llamada, fue un momento de vulnerabilidad.

-Solo recordé un par de cosas y fue inevitable. Pero, ya estoy mejor.- Comprimí los labios.

-¿Qué recordaste?, cuéntame.- Quiso indagar.

-Cuando empecé a sospechar sobre mi embarazo, cuando la prueba salió positiva.- Empecé contándole -Cuando escuche latir su corazoncito en los ultrasonidos, cuando se movía dentro de mí.- Trague duro, no quería llorar -El parto y lo doloroso qué fue.- Encogí un hombro -Su nacimiento, ese primer momento que la sostuve en mis brazos. Era hermosa.- Mi voz comenzaba a quebrarse -Jamás había visto nada más hermoso que ella, era perfecta. Por eso la nombre Ara, significa hermosa.- En mi mente apareció su carita inocente -Minho me dejo escoger el nombre.

-Son recuerdos hermosos.- Me prestaba si total atención -¿Cómo te sentiste recordando todo eso?

-La realidad me golpeó, recordándome que ya no está, que mi preciosa Ara se fue.- Una lágrima resbaló por mejilla, la limpie de inmediato. -Luego todo volvió a pasar todo de nuevo, ese día.- Hice una pausa -El día que la perdí.

-Reviviste ese día.- Baje la mirada -¿Qué sentiste?

-Recordé cuanto duele la vida sin ella.- Levante la mirada conectándola con la de él -Perdón, sé que habíamos avanzado y no quiero que me vuelvan a medicar de esa manera.

-No me pidas perdón Yujin, es normal lo que sientes. A veces cuando creemos que superamos la ausencia de un ser querido, así hayan pasado días, meses o incluso años. Un día nos vuelve a doler, como si hubiese pasado ayer y está bien. Tienes que permitirte sentir.- Suspire profundo -Lo que realmente importa es que haces con tus emociones, con lo que sientes.

-Lo sé, aunque aún no le encuentro un sentido a la vida.

-Pronto lo harás, esto es un proceso Yujin.- Se acomodó los lentes -Lo que quiero es que pongas en práctica lo que has aprendido. No dejar que todo eso te abrume tanto al punto de lastimarte a ti misma.- Mi vista fue directo a mis muñecas, las cicatrices seguían ahí -Seguro Ara quisiera que lucharás.

-Toda la vida he sido cobarde.

-No, no digas eso.- Negó con la cabeza -Mejor cuéntame, ¿qué hiciste ese día?

-Cómo dije, le lleve unas hermosas camelias blancas.

-¿Las que tú misma plantaste?.- Asentí levemente.

-Me recuerdan a ella. Las camelias blancas significan amor puro y para toda la vida. Es lo que siento por ella - Nam sonrió con calidez.

-Eso es hermoso.

-Le prepare el pastel de zanahoria que tanto le gustaba, un poco de bulgogi, le lleve sus golosinas preferidas. También preparé pasta italiana, ella era la única que disfrutaba de mis extrañas comidas extranjeras a pesar de ser tan pequeña.- Solté una ligera risa mezclada con la tristeza de mi alma rota -Compre globos y le lleve sus juguetes favoritos. Hubiera querido ir sola, pero Minho quiso ir, es su papá y no podía impedírselo a pesar de cómo pasaron las cosas.

-Claro, a pesar de todo es mejor que ustedes estén en paz.

-Claro.- No tenía otra opción -Le canté sus canciones favoritas y leí para ella. Eso fue todo.

-Es una forma de sentirla cerca de ti.

-Haga lo que haga, no volverá y la perdí por estúpida.- Sentí la ira crecer de nuevo.

-Yujin, no es tu culpa, lo hemos hablado.- Me recordó -Vamos a hacer los ejercicios de respiración, eso te ayudará a estar tranquila.

Así lo hicimos, terminé la terapia con éxito, no entre en crisis y Nam me felicito por el avance qué presentaba.

Salí de su consultorio y subí al auto, indicándole al chófer llevarme a casa.

[...]

Me di una ducha rápida, y ahora estaba frente al espejo del tocador, cepillando mi cabello. Me sentía más tranquila, a diferencia del fin de semana. Las emociones agobiantes se comenzaban a disipar poco a poco.

Esperaba mañana retomar mi rutina diaria.

Una vez lista, salí de la habitación y bajé directamente a la cocina.

-Holaaa.- Entre a la cocina aspirando el aroma delicioso del almuerzo qué Celia preparaba para nosotros

-Celia, huele delicioso.

-Gracias, señora.- Amplío su sonrisa -Espero que al señor también le guste.

-Seguro que a Minho le encantará, al menos más que mis platillos, seguro que sí.

-Sus platillos son deliciosos, solo que el señor Minho prefiere la comida oriental.- Es verdad y a mí me encantaba cocinar platillos de países extranjeros.

-Tienes razón, seguro amara lo que servirás hoy.- Sonreí -¿Qué cocinas?

-Galbitang y mandus con su respectiva salsa de soja.- Respondió mientras le echaba un vistazo a la olla donde se estaba preparando el Galbitang.

Observe a Celia cocinar, hasta que se me ocurrió qué podía preparar un postre. Tenía un aburrimiento de muerte, a decir verdad, solía tener mucho tiempo libre.

-Señora, usted no tiene que estar aquí.- Me di vuelta escuchando a Yoori -Para eso estamos nosotras.

-Yoori, quiero ayudarles. Aparte quiero intentar hacer un postre nuevo que vi en YouTube.

-Yujin, ¿me permite hablarle a solas un momento?.- Yoori pregunto con seriedad y asentí.

Salimos de la cocina y nos detuvimos justo en la entrada de esta.

-Señora.- Me llamo.

-Yujin, ya te he dicho que no me gusta cuando me llamas señora.

-Señora.- Volvió a repetir -Eres la esposa de mi niño adorado. Así que te digo así cuando lo creo necesario.

Yoori ha trabajado para los Choi por años, conoce a mi esposo desde que este nació y como bien dijo lo adora. Ella jamás pudo tener hijos propios, así que ve a mi esposo y a sus hermanos como si fueran suyos. Pero, evidentemente, su preferido es Minho.

Desde que nos casamos y Minho me trajo a vivir a esta enorme mansión, ella llegó a trabajar para nosotros y se encarga de organizar a todos los empleados y que no falte nada en esta casa. Por lo que, no es de su agrado que invada la cocina, ya que tampoco le gustan los platillos extranjeros que preparo en ocasiones.

-A Minho no le gusta que prepares esos platillos tan...- Pensó en como decirlo -Perdón, es solo que no quiere que vuelvas a lastimarte.

-Solo fue una pequeña quemadura, no es para tanto.- Fruncí el entrecejo.

-No solo es por la quemadura.- Estaba escogiendo bien las palabras antes de hablar -No quiere que vuelvas a atentar contra tu vida. Como la última vez.- Su mirada fue directo a las cicatrices de mis muñecas.

-Estoy mucho mejor.- Le aseguré.

-Perder a Ara te marco Yujin.

-No digas nada más, no quiero oírte.- Le advertí -Discúlpame Yoori, pero, voy a hacerlo.

No la escuche y me di la vuelta, estaba harta de que incluso aquí todos quisieran controlar lo que hago.

Entre a la alacena, la cual en realidad era una habitación a un costado de la cocina, estaba repleta de despensa, había mucho más de lo que necesitamos. Tome lo que iba a necesitar para el postre y salí de ahí.

Sin perder tiempo comencé con la elaboración de este.

[...]

-Yujin.- Escuche la voz de mi esposo y levante la vista para verlo parado en el umbral de la cocina -¿Qué haces?

-Acabo de terminar un postre.- Baje la mirada y seguí limpiando todo lo que había desordenado.

-No tienes que hacer estas cosas.- Comenzó a dar unos cuantos pasos, hasta que estuvo frente a mí.

-Lo sé, pero quiero.

-No quiero que tengas otro accidente en la cocina, o que te lastimes.- Con su mano apartó el cabello de mi cara y me lo acomodo detrás de la oreja.

-Estaré bien.- Le quité la mano.

Pase por su lado y me dirigí escaleras arriba a la habitación. Escuche sus pasos seguirme.

-Vamos Yujin, no puedes seguir así.- Entro a la habitación cerrando la puerta detrás de él -Lamento lo que ocurrió, no sé cómo hacértelo saber, no sé cómo enmendar mi error.

-No quiero hablar, no digas nada.

-Bien, entonces vamos a comer juntos.- Negué.

-No tengo hambre.

-No fue una pregunta.- Se paró imponente frente a mí.

Desvíe la mirada y sin decir más, juntos bajamos al comedor.

Celia y Yoori sirvieron la comida y comenzamos a comer en completo silencio.

-Mañana tenemos un evento, se reunirán empresarios y celebridades muy importantes. Así que, iras conmigo.- Sabía que eso era una orden, a Minho le encantaba llevarme como adorno a eventos de este tipo.

-Está bien, estaré lista a tiempo.

-Tus padres quieren verte, ¿les has llamado?.- No les había llamado ni una sola vez desde hacía varios meses.

-No tengo nada que hablar con ellos.

-Tu madre me llamo, me pidió que te dijera que contestes sus llamadas. ¿La estas ignorando?.- Sí, lo estaba haciendo.

-No, solo que últimamente no ocupo el celular. Trato de distraerme leyendo.- Me excusé.

-Son tus padres, mi estrella, debes hablarles.- Irónico que siguiera llamándome de esa manera.

-Sí, lo haré.- Asentí -Quiero ver a mis hermanos.- Sobre todo a Jeongin.

-¿Cómo vas con las terapias?.- No espere que preguntara, nunca lo hace.

-Bien, normal.- Encogí un hombro.

-Ya entendiste que no está bien, que te hagas daño.- Asentí levemente -Eso me da gusto, creo que pronto esta etapa quedara atrás.

¿Eso era para él, solo una etapa? Apreté mis manos en puños enterrando mis uñas en las palmas de las manos.

-Mi mamá y mi hermana vendrán a buscarte para ir juntas a comprar vestidos para mañana.- Cómo es habitual, no me pregunto si quiero, él solo ordena. -Puedes comprar lo que te guste, sabes que no hay límites para consentirte.

-Tengo vestidos, no tengo que ir.

-Sí, si tienes que ir.- Me miró con seriedad -No voy a permitir que vean a mi esposa con algún vestido repetido, que ya te hayan visto antes. Eso jamás Yujin.

-Cómo tú digas.

Terminamos de comer en silencio y no dude en subir una vez que pude levantarme de la mesa.

Minho se fue sin decirme nada más, últimamente así era. Apenas y cruzamos un par de palabras. Se queda en la empresa hasta altas horas de la noche, porque tiene asuntos qué atender, al menos eso decía.

A decir verdad, prefería que así fuera. Mis sentimientos por él no eran los mismos.

No cuestionaba nada de lo que me decía, no quería indagar. Me senté frente al tocador y retoque mi maquillaje. Namjoon dice que arreglarme es importante para sentirme mejor conmigo misma.

La puerta de la habitación fue tocada, después de autorizar la entrada, Celia apareció.

-Señora, su suegra y su cuñada están aquí.- Me informo y suspiré profundo, aun tenía que lidiar con ellas dos.

-Gracias Celia, bajo en un momento.

Celia se retiró y me coloqué un poco de rubor para no verme pálida.

Me pare y salí de la habitación, bajando las escaleras directo a la sala.

-Yujin, querida.- La madre de Minho me saludo.

-Yujin, hola cuñadita.- Gamri, la hermana menor de Minho. Era tan fastidiosa, pero, tenía que ser cordial con ella a pesar de no ser de mi agrado.

-Hola Gamri.- Me limité a forzar una sonrisa -Hola suegra.- Tuve que reverenciar delante de ella.

-Espero que Minho te dijera sobre nuestra salida de chicas.- Gamri estaba emocionada, lo que más le gustaba era despilfarrar el dinero de su padre.

-Sí, me lo dijo.

-Bien, entonces no perdamos más tiempo y vámonos.- Dijo Dulmi, mi querida suegra.

[...]

Dulmi y Gamri se habían probado una cantidad exagerada de vestidos. Hasta lograron escoger el que llevarán mañana a dicho evento.

-Yujin, pruébate algo-Dulmi mi suegra, comenzó a pasarme un sin fin de vestidos -Estos te quedarán espectacular.

-Solo me probaré tres, no es necesario más.

-Vamos Yujin no seas aburrida, queremos verte con todos los vestidos que escogimos para ti.- Gamri se cruzó de brazos esperando a que les obedeciera.

-Vamos linda, te ayudaremos a escoger el mejor, para que Minho se quede sin aliento al verte.- La señora Dulmi me tomo de la mano llevándome a los probadores.

Me probé uno a uno los vestidos escogidos por ellas. Una vez que escogí uno, salimos de la tienda después de pagar.

Pero, sabía que no pararían con solo tener el vestido. Ahora, como supuse, estábamos adentrándonos a una lujosa tienda de calzados. Se apreciaban los tacones a la distancia.

La primera en comenzar a probarse zapatillas, fue Gamri. No había cosa que la pusiera de tan buen humor como gastar dinero en cosas ridículamente costosas.

-Y dime querida, ¿cómo van las cosas en casa?.- Pregunto la señora Dulmi.

-Normal.- Encogí un hombro.

-¿Te han servido esas terapias?.- Asentí levemente -Eso me da gusto.- Sonrió -¿Las cosas mejoran con mi hijo?

-Normal.- Me limité a decir.

-¿Cómo es eso?.- Frunció ligeramente el entrecejo.

-Minho pasa todo el día en la oficina, así que, no pasamos mucho tiempo juntos.- Ella parecía un poco confundida

-Oh, Yonhun menciono que Minho tiene mucho trabajo en la empresa.- Dijo de inmediato -Verdad que sí, Gamri.- Volteo a mirar a su hija.

-Ah, sí, si, claro.- Apoyo de inmediato lo que su madre decía -Además, ya sabes como es Minho, obsesivo con el trabajo.

-Sí, trabaja muy duro.- Curve mis labios en una fingida sonrisa.

-Así es, porque todo ese patrimonio será para sus hijos.

-Iré a escoger los míos.- Les dije para alejarme un poco de ellas. Sobre todo de mi suegra.

No quería que volviera a sugerir que trabajará con su hijo en fabricar otro bebé. Porque eso no pasaría en un futuro cercano.


(La pequeña Ara). 💔

Yujin, al rememorar los recuerdos.



Gracias por leer :)

Mon💜

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